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51 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
8
El cine según Hitchcock
1) Íncipit

Un barco que se hunde – objetos en el mar (de lo particular a un amplio panorama) – el bote salvavidas – Constance Porter (Tallulah Bankhead), divina de la muerte.

Impecable. No se puede presentar mejor la situación ni al personaje principal.

La influencia que ha ejercido la secuencia del catálogo de objetos en el agua es inconmensurable, desde el sueño del stalker tarkovskiano (cine de culto por antonomasia) hasta el titánico naufragio de James Cameron (paradigma del cine comercial).
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2) Planos medios y primeros planos

“Me parecía que si se analizaba una película psicológica corriente, se podía advertir que, visualmente, el ochenta por ciento del metraje estaba consagrado a primeros planos o planos medios. Era una cosa no deliberada, probablemente instintiva en la mayor parte de los directores, era una necesidad de aproximarse, una especie de anticipación de lo que iba a ser la técnica de la televisión.”
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3) La cámara del mago

“Nunca dejé salir la cámara del bote, nunca mostré el bote visto desde el exterior y además no había ni una nota de música, fui muy riguroso.”

La música la pone el personaje de color, al más puro estilo dogma (pero sin pedantería, claro).

Creo recordar que sólo se ve una vez el bote desde el mar abierto, minúsculo en la oscuridad. ¿Un pequeño descuido en la sala de montaje?

Poco importa, el resultado no deja de ser extraordinario.
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4) Las capas de la cebolla

La reportera Constance Porter va perdiendo sus capas materiales: una carrera en la media, la cámara, el abrigo de visón, la máquina de escribir, el peinado, la pulsera de brillantes…

Su desnudez (no física) final es una maravilla. Sir Alfred nos muestra el corazón de la cebolla.

“Evidentemente, el conjunto estaba dominado por el personaje de Tallulah Bankhead.”
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5) La anécdota

¿Cómo dar cabida al tradicional cameo de Sir Alfred en una cinta que transcurre íntegramente a bordo de un pequeño bote salvavidas?

En el anuncio de una droga para adelgazar inserto en un periódico que hojea Gus Smith (William Bendix).

“En aquel momento seguía un régimen muy severo, avanzando penosamente hacia mi objetivo que era perder cincuenta kilos para descender de ciento cincuenta a cien. Así, decidí inmortalizar mi adelgazamiento, y conseguir al propio tiempo mi papelito, posando para los fotógrafos «antes» y «después» de la cura de adelgazamiento.”

“Es mi papel favorito y debo confesar que pasé largos y penosos momentos para resolver el problema.”
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[No se vayan todavía, aún hay más en el spoiler]
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155 de 170 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Había una vez un barquito chiquitito
Hitchcock era alguien que sabía un huevo sobre el reverso turbio del ser humano, sus miserias, su lado primitivo, el odio, el miedo. Pero lo que le hacía grande era la capacidad de transmitir ese lado tenebroso y servirse de él para contar sus historias. Ése es el Hitchcock que más me gusta, el que muestra ese universo en el que nos introduce con pasmosa facilidad, nos engancha y no nos suelta. En "Náufragos" nos ofrece un estudio magistral sobre la naturaleza humana.

Para contar la historia Hitchcock no necesita alardes, con una barca y unos cuantos actores ya es suficiente. Y a continuación, nos guía por un tortuoso recorrido de miedos, desconfianza, traiciones, hambre, odio, amor; terrenos en los que la monotonía y el aburrimiento se esquivan a la perfección, a favor de una trama en la que el ritmo no decae en ningún momento.

Una de las grandes bazas de esta película son los personajes, profundamente creíbles todos ellos, descritos con miradas, gestos, frases, con una maestría inalcanzable. Y a ellos les dan vida unos actores, mejores o peores, pero que cumplen a la perfección, sobre todo la periodista y el soldado alemán.

Sin embargo, el Hitchcock que no me gusta tanto es el político. Sin haber visto "Topaz", su film maldito por excelencia, lo que vi de "Cortina rasgada" sobre ese tema me pareció simplón, un estorbo respecto a la acción. Aquí me ocurre lo mismo. Bien es verdad que el tema de la guerra está bien encajado en la historia, pero creo que hacia el final acaba cobrando más importancia de la que merece. Creo que con el soldado alemán ya nos mostraba suficiente, no hacía falta la moraleja del final.

Con todo, es una gran película, que no sólo consigue meterte en la historia, sino que te hace sentirte uno más de esos náufragos perdidos en la inmensidad del océano, consiguiendo que sientas la claustrofobia, la angustia. Estupenda.
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43 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La obra maestra de Hitchcock
Sí, ya sé lo que pensais... qué si Vértigo, qué si Los pájaros, Psicosis... pues permitidme un consejo... pensad en verde, o pensad mejor. Es su mejor película y desde luego no para sibaritas o entendidillos con gafas de pasta gruesa. La vi con diez años y al meterme en la cama todavía podía ver la cara del alemanote remando en el bote de salvamento. No creo que fuera muy sibarita por aquellos tiempos, aunque vaya usted a saber. El guión se gestó en doce meses y gracias a dios que Heminguay (Ernesto para los colegas) se negó a adaptar la obra.

Náufragos nos ofrece la excelente actuación de Talulah Bankhead, una actriz que no había destacado mucho salvo en obras teatrales. En un principio el eje de la obra pivotaba sobre el soldado alemán, pero la buenísima interpretación de la actriz desvió convenientemente la atención de la obra. Hacinados en un bote de pequeñas dimensiones el director logra imprimir un ritmo vertiginoso que el espectador sigue con interés gracias a las innegables dotes de Hitchcock para transmitir incertidumbre.

Es un planteamiento original para la época y aunque nada tenga que ver con La ventana indiscreta, lo cierto es que Hitchcock es un maestro creando tensión y suspense en lugares fijos. Y encima Náufragos carece de banda sonora; tan sólo el camarero negro irá tocando la flauta en breves escenas. Película intensa, trágica, conmovedora y frívola en alguno de sus pasajes. Fotografía inmensa como el mar que azotará a nuestros amigos en su viaje hacia una supuesta salvación. Y hasta llegar allí, pasarán por nuestras retinas: besos, ejecuciones, rescates, amputaciones, sed, tormentas, póker, traición, etc. etc.

A pocas películas en la Historia del Cine se les ha sacado tanto partido como a Náufragos. De Alfred Hitchcock, claro. 9.6

"Encanto... morir juntos es más íntimo que vivir juntos."
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69 de 107 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Varios de mis mejores amigos… me la estaban recomendando
Y no les quito razón porque “Náufragos” es una de esas joyas escondidas de Hitch y aunque su final no me gusta, las cualidades que posee la convierten en una delicia.

La principal cualidad que tiene “Náufragos” se llama Tallulah Bankhead. Se abre el telón y allí aparece la diva del mar: esplendorosa. John Hodiak entra al bote y le dice:
-Cualquiera diría que se barco acaba de hundirse.
A lo que ella le responde:
-Pues yo me siento como una tabla a la deriva (¡se le había corrido la media!).

Ya sabemos quien es el patrón del barco. Ahora faltan los marineros:
1) El dry Martín lo pone el barman: “Tizón Joe el camarero”. También nos amenizará estos días de naufragio con veladas de música. No admite competencia y sólo él pondrá la música a esta travesía.
2) El animador del barco baila el boggie durante infinitas horas. Tanto meneo le pasa factura y las piernas se le resienten. Por el final del acto toma de nuevo protagonismo, pero la culpa no es de otro que del enemigo.
3) El enemigo habla con acento extranjero. Fuerte como una mula, listo como un zorro, sabueso como un perro. Tanto zoológico a cuestas para que al final una jauría de alimañas decidan su futuro. El enemigo juega con sus oponentes a un juego psicológico de los buenos. ¡Qué va! El que juega con nosotros es el inglés regordete… como siempre.
4) Varios de los mejores amigos del capitán del barco son mujeres. ¡Vaya que cosas! Una es la enfermera. Estas siempre acaban casadas. ¡Ya verás!
5) El sabio Hitch se las sabe todas. Una balsa en medio del mar. Un anuncio en el periódico. ¡Aja! …se las sabe todas.
6) El hombre anuncio. ¿Para que tantos corazones? En el pecho yo sólo tengo uno y me ha sobrado para complicarme la vida. Este tipo seguro que complicará más de una vida dentro de un bote a la deriva. Fuego a estribor… ¡qué no! Es el hombre anuncio y sus decenas de corazones.
7) El millonario. Lo que no se consigue con el corazón ya se conseguirá con un millón (si son euros mucho mejor que el dólar esta de capa caída). Seguro que una pulsera de diamantes atrae hasta los pescados más huidizos. ¡Ya verás!
8) Familias felices. A Hitch no le gustan las familias felices. Si no me crees, pregúntale a Norman Bates. Ser feliz es aburrido en el histriónico mundo de Alfred.
9) ¡A la guerra! Qué lástima que todos queramos ser patriotas. Tanto patriotismo no cabe en un solo bote.

La patrona es políglota, por eso tiene tantos buenos amigos. Los míos… los míos saben un montón de cine.
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38 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Panfleto
Simplemente decir que ha pesar de su buena factura técnica, el film resulta a ratos profundamente aburrido. Su simplista guión falla sobretodo en algunos diálogos y en crear situaciones y problemáticas absurdas.

No se vosotros, pero si yo tengo que consultar el reloj de un prisionero dormido, le despierto, le cojo el reloj y lo miro. ¿Fácil no? Pues al parecer no. Parece ser que es más razonable pedirle al negro de turno –que casualmente había sido ladrón tiempo atrás según se nos cuenta- que se lo robe mientras duerme, y así poder entablar una absurda discusión que deja patente que el negro de turno a pesar de ser ladrón y tal es decente.

Y por encima de todo, el mayor fallo del film está en el mensaje que esconde con respecto al por aquel entonces rival en la guerra. Y es que presenta a los nazis como seres malvados. No es ninguna novedad, es cierto, pero cabe señalar que en la mayoría de los films en que se retrata a los nazis, se les presenta en su conjunto como “los malos”, lo cual es razonable, pero suele haber un momento para humanizarlos y hacer ver que entre tantas atrocidades y vileza, existían seres humanos, soldados que esencialmente cumplían ordenes y que no tenían que ser necesariamente hombres que: “solo piensan en matar”. Esa dimensión humana de los soldados alemanes es la que se hecha en falta aquí, que contrasta además con las continuas discusiones sobre como actuar correctamente que mantienen a lo largo del film los buenos patriotas americanos.

Y es que ante la variedad de comportamientos adoptados por los personajes americanos, entre los cuales se incluyen rencor y odio hacia el enemigo, es cierto, la película nos presenta un único sentimiento compartido por los dos personajes nazis que aparecen, la bajeza.

Un par de líneas de texto, pronunciadas por personajes americanos, destacar que ninguna de ellas obtiene replica de ningún otro personaje:

“Lo ven, no se les puede tratar como a seres humanos, hay que exterminarlos a todos”

“Solo piensan en matar, ¿qué se puede hacer con gente así?”
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49 de 76 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Me lo pone difícil, ¿antinazismo o germanofobia?
Esta película me lo está poniendo muy difícil. Como ya comenté en mi crítica a "Metrópolis" (Fritz Lang, 1927), una cosa es el mensaje de una película y otra su aspecto técnico; dicho de otra manera, a la hora de criticar una película resulta más complejo de lo que parece la tarea de disociar, por una parte, la expresión artística, y por otra su guión.

Resulta que como expresión artística esta película del "sir" me parece formidable, un ejercicio de realización notable, una capacidad de creación de atmósferas excepcional que ya emularía Roman Polanski en su primer largometraje ("El cuchillo en el agua", 1962). La capacidad de lograr algo así en un espacio tan limitado como un bote en medio del océano y un grupo fijo de personajes es destacable. La ausencia de acompañamiento sonoro, de grabaciones externas (todo se ve desde dentro del barco) y de situaciones no verídicas nos hace pensar en Dogma 95, "pero sin pedantería", dicen algunos... No se han parado a pensar que en aquel entonces un movimiento así no tendría el sentido que tiene actualmente dada la evolución del cine.

Volviendo al tema, dicho lo dicho le pondría un 8 sin pestañear. Pero el problema viene con la otra parte, con el guión, el mensaje y la moraleja. Se me ha pasado por la cabeza que quizás el "sir" nos diera tal mensaje no porque él lo asumiera, sino como producto de personas que viven una situación límite, como producto de la pérdida del raciocinio ante las acometidas externas y extremas. En ese caso, la cosa cambiaría a mejor, pero tengo mis dudas de que fuera esa su intención.

Esta faceta igualmente fundamental de la película haría que le encasquetara un severo 2 de nota. Por ello es tan difícil saber cómo conjugar esto, porque además ocurre en muchas otras películas. Analizo en spoiler:
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23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El chiste de Hitchcock
Esto es la Segunda Guerra Mundial, un barco es alcanzado por un torpedo nazi y se va al fondo del mar. Ocho supervivientes se suben a una barca. Entre los supervivientes se encuentran una periodista estirada y materialista, el bravucón mujeriego, el camarero negro, el bonachón, la enfermera, el ricachón, la madre y su bebé.
Al cabo de un rato, encuentran en el mar al capitán del barco nazi que les ha torpedeado.
Lo suben al bote y... ¿Qué hacen con él?

¡¡Lo nombran capitán del mini bote y dejan que les guíe hacia, posiblemente, el barco enemigo!!


Se que parece un chiste sin gracia, y bueno, mucha no tiene, pero es que Hitchcock tenía una gracia innata para contarlos.
Hagan la prueba, dejen que Hitchcock les cuente este mismo chiste, y les aseguro que, al terminarlo, le aplaudirán su arte.
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24 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Hitchcock, un superviviente...
Durante la Segunda Guerra Mundial, ocho supervivientes de un barco que ha sido torpedeado comparten un bote salvavidas. También recogerán a un nazi que está a punto de ahogarse, lo que provocará diversas tensiones entre los tripulantes.

Náufragos es quizás la mejor película de Alfred Hitchcock abordando un género fuera del suspense habitual, aunque el film no sea muy conocido en la actualidad, esta cinta opto a tres Oscar por mejor dirección, argumento y fotografía en los premios de 1945. El guión inspirado en un cuento de John Steinbeck fue ideado principalmente por el propio Hitchcock junto con su esposa. El relato situado en plena guerra mundial, toma el hundimiento de un barco de pasajeros aliado, como partida argumental para narrarnos una historia de supervivencia, en la que se ven inmiscuidos un grupo de personajes de diversas ideologías, razas, clases… La relación entre dichos personajes será la clave del desarrollo, ya que a partir de la convivencia entre los náufragos surgirán las tensiones y los problemas a resolver. La escasez de medios para sobrevivir, las inclemencias del tiempo y la mala suerte servirán como aliciente para provocar que a medida que los protagonistas se conocen, las situaciones derivadas se hagan cada vez más extremas, llegando incluso a la violencia y la desesperación. Formalmente hablando, la trama se apoya en unos diálogos sólidos, en un psicoanálisis bien llevado y en un ritmo constante que logra retratar perfectamente la penuria del naufrago.

La puesta en escena resulta sobria, apoyada sobre todo en una esplendida fotografía, que consigue construir una atmósfera densa, de tensión, gracias al excelente uso climático y al sabio manejo de los planos. El reparto se encuentra muy equilibrado, a pesar de no encontrar un protagonista claro, todos los actores y actrices llevan a cabo un gran trabajo, en especial Tallulah Bankhead, que interpreta en esta ocasión a una mujer fría con un carácter fuerte, pero que acabará viéndose superada por la difícil situación, de verse abocada a la muerte. La banda sonora resulta escasa, únicamente las canciones entonadas por el comandante alemán y las melodías de flauta tocadas por Joe acompañan a la película en este aspecto.

Concluyendo, nos encontramos frente a un título excepcional, una joya del cine, no apta para cualquier paladar, eso si, puesto que el ritmo puede llegar a cansar al espectador acostumbrado a un tipo de cine directo; en cambio, el cinéfilo clásico disfrutará con este magistral drama de uno de los directores menos prodigados en este género, como era Alfred Hitchcock.
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17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Naufragio de Hitchcock
Naufragio “Ciudadanos a la deriva de la 2ª guerra mundial”, bien podía haberse llamado así la película que dirigió el notable Alfred Hitchcock en 1944, durante el declive y consiguiente “Happy End” de la “Segunda Gran Guerra”.
“Náufragos” no es una sencilla épica de aventuras en lucha por la supervivencia, de hecho, es casi todo menos un film dotado de llana simplicidad. Podemos vislumbrar en cada secuencia dobles lecturas, unas políticas y otras menos ocasionales. El autor inglés, famoso por su oda a lo banal, se calza el mono de trabajo y pone su granito de arena en el desafío de ganar la guerra ideológica y moral a los alemanes o “alemanados” que vivían en aquel globo terráqueo que estaba en previsible implosión.
Esta película se sumó a un grupo de películas Hollywoodienses, hechas entre el 39 y el 45, que pensaban más en la guerra que en el arte. Destacó la figura del también inglés Cary Grant, con títulos como “Once Upon a Honeymoon” o “Penny Serenade”.
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16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El vals de Tallulah.
La televisión solía hasta hace unos pocos años emitir regularmente no sólo los clásicos más conocidos de Hitchcock, si no también cualquiera de las películas que englobaban su etapa americana, desde Rebeca a La Trama, incluyendo asimismo su regreso a Gran Bretaña con Frenesí, a través de ciclos que tenían periodicidad semanal extendiéndose en el tiempo durante varios meses. De esta manera me familiaricé con el mago del suspense siendo muy niño y me fascinaban sus historias de crímenes, resultándome muy difícil seleccionar una sola de sus obras como mi preferida. Lo que desconocería hasta unos años más tarde es que Hitchcock tenía una etapa inglesa anterior mucho menos difundida que ya provenía de los tiempos del mudo, y una serie de películas que aún siendo posteriores a 1940 aún no había tenido oportunidad de ver. Una de ellas era Náufragos considerada obra menor y semiolvidada al igual que otros patitos feos Hitchconianos tales como El Proceso Paradine y Matrimonio Original, a las que solo tuve ocasión de acceder una vez pasados los veinte.

La paradoja de este acercamiento tardío a algunas de las cintas de Hitchcock es que aunque mi base cinéfila era mucho mayor y la defensa de los clásicos una de mis posturas más inamovibles no me conquistaron como lo habían hecho todas aquellas que había visto en la infancia. Náufragos tenía en principio una buena historia, un escenario tan original como atrayente, un guión que podía dar mucho juego y una ambigüedad que tocaba de manera sutil muchísimos aspectos de la naturaleza humana, sin embargo a mi lo que me gustó de verdad fue una actriz que no había visto antes en ninguna parte y que me cautivó por completo: se llamaba Tallulah Bankhead.

Tallulah es a mi entender el pilar que sustenta toda la película y tal vez nunca ha tenido Hitchcock tan buena mano como en Náufragos a la hora de escoger a la chica. Por encima de su belleza de témpano su interpretación es brillante. Tendría que investigar por mi cuenta para descubrir quien era esa mujer y el resultado obtenido fue desde luego bastante interesante y revelador. Mujer torbellino, sin apenas carrera en el cine por decisión propia, aplaudida como inmejorable actriz teatral, bisexual y ninfómana, alcohólica, cocainómana, independiente y salvaje, totalmente revolucionaria para su época, Tallulah exprimió su vida entre la fama y el escándalo sin remordimiento ni retracto posible.

Pudo haber tenido Hollywood a sus pies pero allí había demasiadas normas que no eran de su agrado y límites insoportables para su ferocidad escénica, siendo sin embargo tal vez en el interior de un bote salvavidas donde se sintió más cómoda durante los años que intentó amoldarse al cine, al poder al menos encontrar paralelismos en tan reducido espacio con su querido teatro.

https://corazonesenelprecipicio.blogspot.com
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16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El bote salvavidas
Dirigida por Hitchcock, se basa en un relato breve de John Steinbeck. Se rodó en los estudios de la Fox en LA. Fue nominada a 3 Oscar (fotografía, director y guión). Ganó el premio NYFCC (actriz). El productor fue Kenneth Macgowan. Se estrenó el 12-I-1944.

La acción tiene lugar en un bote salvavidas, perdido en el Atlántico Norte, durante la II GM. Narra la historia de 8 supervivientes (6 hombres y 3 mujeres) de un barco civil norteamericano hundido por un torpedo de un submarino alemán, destruído a su vez por la artillería defensiva del barco. Entre los supervivientes se encuentra un misterioso alemán procedente de la tripulación del submarino agresor.

La película muestra las difíciles condiciones de vida de 8 supervivientes, hacinados en un bote, aislados del mundo, perdidos en el Océano, sometidos a las inclemencias del tiempo y azotados por la escasez de víves y agua potable. En este escenario desolado y opresivo se reúnen Connie Porter (Tallulah Bankhead), famosa periodista internacional; Charles "Ritt" Ritterhouse, rico industrial; Gus Smith (William Bendix), alegre marinero neoyorquino; Joe Spencer (Canada Lee), camarero; la Sra. Higley (Heather Angel), madre de un bebé; Alice Makenzie (Mary Anderson), enfermera del Ejército; John Kovac (John Hodak), segundo radiotelegrafista del barco; y el alemán Willy (Walter Slezak), comandante del submarino. A bordo del bote las cosas van de mal en peor: el bebé muere, las heridas de Gus empeoran, el temporal arrebata parte de los víveres y les deja sin agua potable, etc. En un ambiente de aislamiento y tensión, los náufragos desvelan sus debilidades, desarraigos y fustraciones. Del grupo emergen tres protagonistas: Kovac, mujeriego, bien parecido y de ideas izquierdistas; Willy, de ideología nazi; y Connie, presumida periodista. Entre ellos se desarrolla un juego de tensiones, que se mueven entre tolerancia e intransigencia, compasión y venganza. Paralelamente, se muestran las relaciones entre Kovac y Ritt y el afecto/desafecto entre Kovac y Connie. Se muestra, sobretodo, el horror de la guerra.

La música, espaciada, llega a través de la flauta de Joe, las canciones de Willy y apuntes complementarios. La fotografía comienza mostrando restos del naufragio (cajón de Cruz Roja, salvavidas, juego de cartas, etc.) en una secuencia silenciosa y sobrecogedora. La narración visual de la vida en el bote está realizada con una soberbia economía de imágenes. El habitual cameo de Hitchcock aparece en el anuncio del diario. El guión elabora una narración tecnicamente difícil, que resuelve con maestría, fluidez y buen ritmo. La interpretación es excelente: sobresale Bankhead y, después, Bendix y Hodiak. La dirección crea un ambiente de misterio, desolación, horror y tensión, de magnífica factura.

Película vigorosamente dramática, de excelente fotografía, brillante guión y extraordinaria dirección. Una joya del cine de Hitchcock, para sibaritas.
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15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Naufragio Social y Moral
Sólo Hitchcock es capaz de sacar tanto rendimiento a tan poco escenario… aunque aquí es tan vasto y ancho como el horizonte del mar. Falsificado para la ocasión en una proyección. Los más gafapastatas dirán que es una extensión metacinematográfica de la propia película. Podría ser un slasher en blanco y negro, podría ser una precuela de “Perdidos” perdida en el horizonte del tiempo o podría ser una perfecta obra teatral filmada por un maestro. Todo en su justa medida con la psicología y los conflictos morales persistentes en las retinas de los propios personajes. Hitchcock juega duro con un nazi y la primera víctima tras el ‘abordaje’ de un torpedo asesino: un bebé. Muerto el más débil el juego a lo “Diez negritos” invita a una selección natural interna aunque los derroteros son completamente distintos. Es curioso cómo un genio como Hitchcock tiene su particular liturgia en el cameo en las páginas de un periódico ante la imposibilidad de tener una presencia corpórea.

Desde luego “Náufragos” es una de las cintas más originales sobre la II Guerra Mundial que hemos visto y un alegato contra el capitalismo y nazismo frente al comunismo, todo hay que decirlo. Aquí importa el punto de vista sobre el escenario como visor de la realidad que rodea a los personajes.

Una barca sirve de plató de Gran Hermano, quirófano o sala de juicios. El lado moral ya estaba mejor explotado en películas como “M, el vampiro de Düsseldorf”: el exterminio frente el exterminio. Pocas veces la hipocresía se ha tornado en un debate al otro lado de la pantalla: la respuesta realmente al naufragio que viven los personajes está al otro lado de la pantalla.
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12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La que lía Hitchcock con cuatro cositas
Lo cierto es que Hitchcock ya llevaba unos cuantos títulos a sus espaldas cuando se puso a rodar "Náufragos", tenía la experiencia necesaria para aventurarse en llevar adelante una película así y sobre todo la buena mano que hay que tener para hacer bien las cosas. Porque lo que más me sorprende es que el guión es lo de menos, o dicho de otra manera, no hay una trama típica de las intrigas del director británico y sin embargo ha conseguido que mi atención no se perdiera. Ponerse en las pieles de los personajes desdichados es suficiente interés, pero sobre todo verificar cómo se soluciona el principal problema: tener un alemán, enemigo, en esos mismos mínimos metros cuadrados. El desenlace no es el que hubiéramos querido la mayoría de usuarios, pero hay que entender que el contexto histórico empuja más de lo que nos imaginamos, de ahí que hay que tomar distancia para hacer comprensible cierto contenido antialemán.

Por lo demás, los personajes y el morbo de verlos evolucionar suponen el mejor atractivo, aunque no creo que sea ni mucho menos una obra maestra. Se trata más bien de una más, no mata pero consigue entretener. Para mí ver como el orondo alemán acaba poniéndose al mando de la barca sin para de remar es una imagen que posee toda la fortaleza posible y que define lo que ha sido para mí "Náufragos", un elemento estético impactante.
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11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Sinfonía de bolsillo de sentimientos contradictorios
¿Cómo es posible hacer una película de unos supervivientes que derivan en un bote salvavidas y conseguir que en un minuto escogido al azar del metraje el espectador primero se indigne, luego ría, a continuación desee, vuelva a enfadarse, vuelva a reírse, se ponga triste y, después de hora y media de este vaivén de sentimientos, maldiga el final de la película?

Hitchcock ha de ser redescubierto en sus filmes menos conocidos. "Náufragos" es la representación de la sociedad resumida en las difíciles relaciones de unos supervivientes que se ven obligados a convivir y a colaborar para sobrevivir en unos escasos 15 metros cuadrados rodeados del desierto azul y salado. Las escenas más escabrosas son insinuadas y no mostradas, un enorme acierto que no resta dramatismo a la trama.

Ya se ha mencionado en otra crítica de "Náufragos", pero una de las imágenes indelebles que conservo de mi iniciación al cine de Hitchcock (y el cine en general), hace 20 años, es la del alemán remando con todas sus fuerzas en la proa del bote, ocupando el centro de la pantalla y cantando una canción popular como si estuviese en una Weinstube. Imponente escena.

Parafraseando al crítico musical que decía que "Good Vibrations", de los Beach Boys, era una sinfonía de bolsillo; "Náufragos" viene a representar lo mismo en versión celuloide.
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10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Apuesta arriesgada de Hitchcock
"Náufragos" no destaca demasiado dentro de la filmografía de Alfred Hitchcock. Incluso probablemente sea una de sus películas más desconocidas u olvidadas. Sin embargo, no se puede negar que fue en su día una apuesta valiente por varios motivos.
En primer lugar, está rodada en pleno desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, criticando ferozmente a los nazis cuando todavía nadie sabía hacia qué lado se decantaría la victoria del conflicto. En segundo, la trama no es a la usanza de la intriga a la que nos tiene acostumbrados el "mago del suspense". La hay, sí, pero en determinados momentos "Náufragos" parece más enmarcado en el género dramático. Y, por último, filmar en un espacio tan reducido como un bote salvavidas seguro que fue una sorpresa para la época.
Puede criticarse del guión de "Náufragos" que haya muchas casualidades (supervivientes que se conocen), monotonía (siempre el mismo escenario) y profundidad en las relaciones personales entre los pasajeros, aunque también mantiene el interés en ciertas escenas gracias a sus giros y hechos poco previsibles.
El reparto, con secundarios habituales, es correcto, destacando la personalidad de cada uno de los náufragos: La fría "femme fatale" (cuya fisonomía responde a una mezcla entre Bette Davis, Marlene Dietrich y Greta Garbo), el orgulloso marinero, el líder millonario, el bonachón Gus, el solícito timonel, la piadosa e incomprendida enfermera, la atormentada madre y... el alemán.
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10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Yo también lo he leído, el libro de Truffaut : “El cine según Hitchcock” (Alianza Editorial)
Íncipit.
Tengo entendido que este espacio está dedicado, a nuestra opinión personal, no a transcribir libros de referencia al pie de la letra. Pues creo que este foro de expresión se enriquece cuanto más libre es nuestro texto, aunque algunos se sientan reconfortados utilizando textos ajenos, así como fichas técnicas, sin aportar nada original o creativo.
Excipit.
En mi opinión Hitchcock nos ofrece un ejercicio de estilo, tanto técnico como visual, con un presupuesto mínimo, creando un estudio de personajes en circunstancias límite, mostrándonos la condición humana con sus virtudes y defectos, dentro de un espacio aislado (en este caso un naufragio), es decir, una especie de “tour de force”.
Magnífica la elección de los actores, que no estrellas, como siempre buscaba el maestro, al servicio del film. Pues transmiten la tensión y la angustia que sufren todos ellos.
La reflexión que Hitchcock nos propone, sigue estando vigente, por lo que me parece recomendable para todos los amantes del cine.
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Increíble análisis del hombre y de sus reacciones en situaciones críticas
Menudo guión adaptó Hitchcock, el gran director del suspense deja atrás este género para adentrarse en el comportamiento humano en una situación crítica, un naufragio.
Segunda guerra mundial, un barco inglés es bombardeado por los alemanes y consiguen sobrevivir unos cuantos ingleses y de camino a la deriva recogen a un alemán.
El barco irá a la deriva con estos protagonistas sin salirse en ningún momento de la mar, allí se desarrollará toda esta historia, en el mar y con una balsa.
Personajes todos muy diferentes, desde la buena y humilde hasta el ricachón y la mujer temperamental y orgullosa, todos ellos se enfrentarán a una de las labores más difíciles, la supervivencia, sobrevivir en medio de nada y sin nada y allí surgirán todo tipo de sentimientos.
La película es un increíble análisis del hombre y de sus reacciones en situaciones críticas, podemos ver como el hombre pierde sus valores y dignidad cuando este se muere de hambre y sed, de cómo se engaña e incluso se mata por poder beber un poco de agua, de cómo el hombre llega a matar en momentos donde el odio es puro.
Hitchcock no solamente era un genio del suspense, era un gran director y aquí lo demuestra, deja a parte los asesinatos y analiza al hombre y su mente, un análisis a su vez de esa guerra vivida en el momento presente, en ese enfrentamiento mundial, una lucha sin sentido.
El escritor de Las uvas de la ira y de La perla analiza la situación de la guerra metiendo a un alemán en la barca de estos ingleses para ver ambas reacciones, quien dirige a quien y quien se solidariza por quien, interesante propuesta y análisis de este gran escritor.
Gran labor de Hitchcock al llevar a la pantalla esta compleja historia, no compleja en su narración ya que esta toda la película narrada en un mismo lugar (tal como hizo con La soga, La ventana indiscreta y otras más), sino en el análisis de las mentes de estos personajes en una situación tan crítica.
Robos, angustia, asesinatos, peleas, ternura, amor, odio y frustración se dan parte en esta pequeña balsa perdida en medio de la nada, Hitchcock aprovecha con sabiduría los pocos recursos que el cine de su época tenía, con gran diversidad del fondo del mar y con un genial dominio de la cámara, sabe hacernos sentir en la balsa y sentir la angustia de estos personajes que se enfrentan con el mar entre la vida y la muerte.
Gran dirección, grandes actuaciones y gran puesta en escena de este título inolvidable del cine donde demuestra que Hitchcock era un gran director y no solamente un director de suspense.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
La oración del naufrago
A Hitchcock siempre le fascino explorar el alma humana. Y en esta pequeña tabla de salvación logra reunir un grupo de personas ante la adversidad. Difiero de los que piensan que el maestro Hitchcock politizó esta obra, ya que resulta bastante reflexiva pero encaminada más bien hacia los prejuicios de la humanidad y la dificultad para adaptarse a las diversas circunstancias adversas que se van dando durante la vida.
Cuando Alfred Hitchcock nos integra a ese bote salvavidas y convivimos con una femé fatale inverosímil, asentada en esa embarcación como dueña del entorno. Inmediatamente nos damos cuenta de que esto es un simbolismo.
Nos llega a gustar la manera de que el gordo nos va dando a conocer la verdadera esencia del alma humana y llegamos a la conclusión de que en ciertos ciclos de la vida debemos hacer a un lado nuestros prejuicios para poder salvar la embarcación y sobrevivir a la intemperie, porque no tenemos otro camino. O hacemos la unidad o perecemos. Lo único que puede salvar al grupo y por lo tanto a nosotros mismos es la tolerancia a los demás. Tal vez una oración pueda ayudarnos a tener la serenidad para que nuestro bote de salvación no se hunda en el mar de nuestro egoísmo.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Aquellos bandos.
El mundo en un bote. Democracia y nazismo. Humanidad presionada. Deriva existencial. Racismo de exposición rancia. Panfleto agresivo. Superioridad moral. Resistencia, unidad.

Escenario reducido aprovechado. Encuadres y dinamismo estático. Combinación de atmósferas opresivas. Los recursos narrativos agilizan. Interpretaciones sonoras completando y matizando personajes. Evolución bien estructurada. A Hitchcock se le reconocen muchos aciertos, algunos de enorme calidad técnica y pericia narrativa, pero la cinta naufraga más allá de su presente.

Discurso partidario de dudosa ética. Egocéntrica y caprichosa. Infantiloide. Forzada. Naif. Idiosincrasia casposa. Humildad dañina. Ecpatía disfrazada.
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7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Un autor en busca de nueve personajes
En esta revisitación a Náufragos, tras varios años sin verla y tener un recuerdo espectacular, me sobreviene de momento lo icono gay que es Tallulah, que no sé si hace un homenaje a Bette Davis en La loba y en Eva al desnudo, o tal vez fue viceversa. Ella es la mejor actriz de la película, tal vez por estar acostumbrada a trabajar en teatro, y esa lancha salvavidas es un escenario idóneo dada la teatralidad de su espacio.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
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