10 Críticas de los usuarios

Soy un defensor de las premisas absurdas, especialmente en las comedias y las películas de fantasía. No importa lo disparatado que sea un argumento, si este se lleva a cabo con gracia puede funcionar. Me resulta algo pedante y erróneo aquella afirmación de "no cuenta nada" para valorar según qué tipo de películas. Si bien es cierto que las mejores cintas de este tipo suelen trascender su idea inicial para , en el fondo, "contar algo" que resulta más verosímil o cercano que su disparatado punto de partida pero a lo que me refiero es que lo primero que le pido a un producto de este tipo no es que tenga un subtexto sino que haga gracia.

También fui fan del cine de Kevin Smith, aunque personalmente siempre creí que se movía mejor en la comedia cotidiana al estilo de John Hughes que en sus escarceos con la temática fantástica que empezaron a aparecer en "Dogma", que a menudo se convierten para él en una excusa para el "todo vale" que suele afectar incluso al aspecto que mejor suele controlar este director, el sentido del humor.

Las últimas películas de Smith no han sido demasiado buenas. Sin embargo y aunque podríamos tener la tentación de meterlas a todas en el mismo saco ha tenido ciertos atisbos de ingenio. En "Clerks 2" recuperó parte del espíritu de la primera entrega, algo que parecía difícil en su trayectoria. Con "Red State" cambió de género con un filme que no era brillante pero sí correcto y que presentaba un reparto diferente en su cine. Y, aunque no todos estarán de acuerdo, creo que "Tusk", su película anterior a "Yoga Hosers" , pese a cierta indefinición y algunos segmentos un tanto torpes, poseía bastantes aciertos, entre ellos la creación de un nuevo "universo" de personajes canadienses y un tono entre cómico y terrorífico que , salvando las enormes distancias, llegaba incluso a recordar a "Freaks" de Tod Browning en su desenlace.

Con "Yoga Hosers" Smith hace algo que ya ha hecho anteriormente, explotar a personajes secundarios de otro filme anterior pero dando a la película un tono diferente a aquella en la que se basa (lo hizo por ejemplo con Jay y Bob el Silencioso conraatacan que era mucho más tonta y metalingüística que Clerks, Persiguiendo a Amy o incluso Mallrats a pesar de hacer constante referencia a aquellas). En esta ocasión se centra en dos dependientas, ambas llamadas Colleen, interpretadas por las hijas de Smith y Johnny Dep, y que tuvieron un papel simpático en "Tusk".

Smith las mete en una odisea con nazis canadienses convertidos en salchicas (bratzis) y lamentablemente ese juego de palabras es casi la única gracia de la película. Johnny Depp vuelve en su papel de detective despistado que ya era uno de los personajes más cuestionables de "Tusk" pero aquí directamente no tiene maldita la gracia. Las protagonistas pretenden representar a la generación actual como adictas al móvil y un tanto superficiales. Se puede tener unos personajes protagonistas no demasiado brillantes pero creo que estos no proponen un modelo demasiado interesante para el público potencial del filme, suponiendo que este sea el de las adolescentes de esa edad, ya que la broma sobre los nazis parece más dirigida a fans friikis del cine pulp o de las ocurrencias locas de Smith que a chavalas jovencitas. No queda claro si Smith quería hacer una cinta a lo Amblin o un Scott Pilgrim, o simplemente dar un vehículo de lucimiento a su hija sin importarle lo que fuera. Da igual. El principal problema es que los chistes no hacen gracia. Y aunque personalmente me hubiera gustado más que intentara reflejar la vida cotidiana de las chiquillas al estilo de Clerks (a la que también parece hacer autoreferencia) no me importaría el argumento paranoico si estuviera llevado de manera divertida. He visto esta cinta en el Festival de Sitges, que este año ha recibido la visita de Bruce Campbell. Cintas como "Bubba Ho-Tep" o incluso la poco ambiciosa My name is Bruce parten de premisas casi tan absurdas como la de "Yoga Hosers" pero lo hacen con un humor acertado. Pese a la, para mí, semiagradable sorpresa de "Tusk" esta vez poco se salva excepto la aceptable interpretación de las protagonistas (salvo cuando cantan) y algún secundario como Justin Long o el "guaperas" pretendiente de las chiquillas que resulta tener oscuros motivos. Lo demás tal vez le hizo mucha gracia al señor Smith pero al espectador le da más bien vergüenza ajena por mucho que se trate de una cinta de breve duración y escasas pretensiones.

Personalmente le debo mucho a Kevin Smith, a mediados de los noventa, cuando era crío descubrí casi de seguido sus dos primeras películas, Clerks y Mallrats, y para mí fueron esas películas las que me abrieron los ojos y mostrarme otro tipo de cine desconocido hasta ese momento. No digo que fueran dos obras maestras pero si el aviso de que había algo más que lo que la televisión o la salas de cine ofrecían. Y es por eso que le tengo un especial cariño para el de Nueva Jersey que no tengo por otros directores que considero mucho mejor cineastas. Y no puedo más que entristecerme al ver el rumbo de calidad tan baja que nos va trayendo película tras película.

Dos adolescentes con una desmedida afición por el yoga, no podrán asistir a la fiesta del chico guapo porque tienen que ir a trabajar en la tienda. Pero todo empeorará cuando les ataquen un ejército de salchichas nazi.

Y sí, me imagino tu cara al leer la sinopsis. Es lo que hay. Considero al director muy divertido cuando se enfoca en comedias gamberras en una historia costumbrista, son historias mucho menos complicadas y con más margen para mostrar esos personajes indescriptibles que tan bien se le da escribir. Pero cuando le mete elementos de fantasía se nos pierde. Ya con Dogma rozó el palo pero todavía era algo bastante decente y divertido, y sobre todo con un mensaje muy interesante, pero con Tusk y con esta Yoga Hosers a parte de no contar nada, se le va completamente de las manos cuando quiere ser original y sorprender. Que lo hace, pero para mal. Estamos hablando de una bizarrada sin gracia, salvo algún detalle (no pude evitar la carcajada ante el Hitler canadiense) y con un toque que parece haber desaparecido y que ya se limita a rodar lo que rodaba hace veinte años pero con mucho menos acierto.

Segunda parte de la llamada True North Trilogy (ambientadas las tres en la Canadá rural), y viendo las dos entregas que llevan nada bueno nos hace presagiar para la tercera, aún por estrenarse. No es una película mal rodada, Kevin Smith sabe como se hace una película, el fallo puede consistir en si se toma en serio lo que está haciendo. Destaco la banda sonora a manos de Christopher Drake que, eso sí, es de una calidad muy alta. Protagonizan Harley Quinn Smith (hija del director) y Lily-Rose Melody Depp (hija de Johnny Depp) y he de decir que sus interpretaciones son bastante buenas, sus personajes son muy justitas intelectualmente pero tienen de vez en cuando alguna línea graciosa y no veo que hagan un mal trabajo. Tal vez en otros papeles con otros directores podrían ser actrices con mucha proyección. Repite su personaje en Tusk, Johnny Depp, menos gracioso y con mayor presencia en pantalla que en esa. Hace tiempo que el actor no está pasando por su mejor momento profesional y películas como estas no van a cambiar eso. Pero se entiende su presencia para darle un empujón a la incipiente carrera de su hija.

Vamos a ver, si eres fan de esas sesiones de cine con amigos, picoteo, cerveza y más cosas, pues esta película puede tener su punto si no le prestáis demasiada atención. Si en cambio te propones verla para analizarla en un ambiente frío y serio, te recomiendo que lo repienses y desempolves los DVDs de sus primeras películas que, por lo menos, echarás unas risas.

http://www.terrorweekend.com/2016/10/yoga-hosers-review.html

No sé que le ha pasado a este hombre, me cuesta reconocer en este bodrio el talento de sus primeras películas, lo divertidas y originales que eran. En "Yoga Hosers" no sé que ha querido contar, porque no he entendido nada, y lo peor, no me he reído en ninguna ocasión.
No me gusta faltar al respeto, pero da la impresión de que Kevin Smith escribió el guión fumado e iba escribiendo la primera ocurrencia que le venía a la cabeza, encajara con la anterior o no.


El argumento va encadenando chorrada sin sentido tras chorrada sin sentido. Dos hermanas adictas al yoga, un estrafalario profesor de yoga, un padre que sale con una mujer mucho más joven, la profesora que les explica que para Adrien Arcand (histórico personaje que se autoproclamó Fuhrer de Cánada en 1939) trabajó un científico ficticio, llamado Andronicus, unos muñequitos con el casco de los ulanos y bigotito a lo Adolf, que se meten por el ano de las personas etc etc.

Le doy un dos por las chavalas, que están muy guapas, aunque sus personajes sean insoportables y ridículos. Por lo demás, no sólo es la peor película de un director que ha perdido el norte, sino que probablemente esté entre las peores películas estrenadas este año.

Fruto de la ¿genial, loca, enfermiza? mente de Kevin Smith, se nos presenta esta especie de spin-off de su aclamada ¨Tusk¨, teniendo lugar en el mismo ¨mundo¨ de la otra, y con personajes, unos secundarios, como las chicas del seveneleven, y otro algo más principal como es el detective.

Al contrario de la otra película, tan rara y chocante, en esta ocasión se nos presenta una comedia de terror, bastante tonta y absurda, donde las dos rubillas protagonistas se tienen que enfrentar al... una especie de salchichas humanoides nazis. Tan cual.

El interés de la peli radica más que nada en las mencionadas protagonistas, que hacen perfectamente su papel de adolescentes de la generación de cristal (aunque me da que tiene el doble de edad de la que pretenden en la peli), adictas a las redes sociales, y en donde su amistad tan profunda causa bastante ternura. Mola mucho las chicas estas, sobre todo la delgadita, que es una preciosidad.

Quitando eso, una historia sin pies ni cabeza (hecha así adrede), efectos especiales algo reguleros y cierto toque que solo roza lo cómico. Se deja ver.

Kevin Smith es ese realizador que venía a cambiar las reglas del cine indie (haciéndolo muy comercial) y a convertirse en un director de culto con sus tres primeras películas, Clerks, Mallrats y Persiguiendo a Amy. Al final, y muy especialmente desde y debido a la malhadada Jersey Girl (proyecto hecho a la medida de "Bennifer" antes de que dejaran de ser "Bennifer"), se ha quedado en la nada más absoluta, sólo resucitando de vez en cuando y mínimamente entre el público friki con la saga de Jay y Bob el Silencioso.
Yoga Hosers es otra cosa. Es Kevins Smith intentando hacerse el gracioso por todos los medios para mayor gloria de la pobre Lily-Rose Depp y su propia hija, Harley Quinn Smith (y sí, se llama así por el conocido personaje de DC que ha hecho inmortal en el cine Margot Robbie). Entre medias, algunos cameos o apariciones especiales de gente como Johnny Depp (no sé si porque la protagonista es su hija), Natasha Lyonne, Justin Long o el olvidado Haley Joel Osment (por qué jamás logró hacer una buena carrera pese a empezar como lo hizo con El sexto sentido es un misterio). El problema es que la cosa no sólo no tiene ninguna gracia, sino que es estúpida a más no poder. ¿De verdad alguien se ha reído con esto o le ha interesado aunque sea un poco? ¿Qué nos está queriendo contar Smith en realidad? ¿Hay que buscarle algún sentido aunque sea dentro de su carácter absurdo?
En fin...
Una de las cosas más tontas, pedantes y ridículas que hemos visto en años.

Qué gracioso leer tanta crítica negativa a esta película.
Le dan sentido a su clímax final, en el cobra vida a una monstruosidad cuyo único objetivo es matar críticos y haters, clara señal de un Kevin Smith que debe estar hasta las narices de sus tonterías.

Tanto es así, que 'Yoga Hosers' parece especialmente diseñada para ellos: la coherencia y la rigurosidad saltan por la ventana, los actores se están divirtiendo demasiado, y podría ser que, en el fondo, esta película no busque agradar a nadie que no sepa disfrutar con una trama absurdamente mamarracha.
¿Qué faena, no? Ir el primero con cuchillos en alto para machacar a Smith (one more time) y darte cuenta de que él te levanta el dedo para que te subas y bailes. Besis de fresi para todos, tranquilos que ya os llegará otra con más ambiciones para que os sintáis importantes dándole cera.

A los demás, a los que entienden que no todo el cine debe ser serio ni trascendental, a los que eligen reírse con la broma en la hora y media que dura... esos, están de enhorabuena.
Porque 'Yoga Hosers' es un magníficamente ridículo cómic filmado, sobre dos adolescentes dependientas de la típica tienda de alimentación, enfrentándose con ayuda de un detective franchute a una repentina invasión de hombres-salchicha nazis, en una escalada de locura que a poco que la dejes te va a sacar más de una carcajada.
Como segunda parte de la trilogía "True North", dedicada a Canadá y sus historias locas, todo parece tan asombrosamente absurdo que debe ser cierto: no olvidemos que la primera parte de la trilogía, 'Tusk', se basaba en un anuncio real sobre un anciano pidiendo compañía en traje de morsa.

La cosa, por si fuera poco, no se queda ahí, sino que tampoco pierde la oportunidad de dar algún que otro apunte sobre una juventud amuermada y pasota, que elige ver pasar la vida tras cajas registradoras en turnos de noche interminables.
Colleen C. y Colleen M. son parte de esa realidad, la pasan como pueden a diario, y por si fuera poco son ninguneadas por sus propios clientes, abroncadas por sus profesores, tontamente tratadas por sus padres e ignoradas por la policía cuando se desata el caos. Solo se tienen la una a la otra, y hay que dar gracias a la más que probable química de Harley Quinn Smith y Lily-Rose Depp tras la pantalla, para convencernos de que son lo mejor que pueden tener: juntas se les acaban las preocupaciones, pasando el rato o cantando juntas, ajenas a los tontacos y el aburrimiento.
La vida del adolescente dependiente cara al público no está tan mal cuando tienes una amiga con la que poder hacer yoga, es el inocentón mensaje de esta película, tan azucarado y simplón algunas veces que se hace hasta simpático.

Pero que nadie se preocupe, contrarrestando el azúcar hay una conspiración para resucitar el improbable Reich canadiense, que nadie se podía imaginar que tendría su territorio bajo una tienda de alimentación, y estuviera dirigido por un científico chiflado con cierta querencia por famosos actores norteaméricanos: otra prueba de que la realidad supera a la ficción, cuando se entera uno de que el nazi canadiense Adrien Arcand es un verdadero personaje histórico.
A la fiesta se suman un Johnny Depp orgullosísimo de interpretar un inútil estereotipado (¡mirad críticos, otra razón para apalearle! ¡quejaos, los que os ofendéis por todo!) y unas onomatopeyas de golpes en la lucha final, por si no te habías dado cuenta de que no hay ningún motivo por el que tomarse esto en serio.

Los que quieran experimentar un poco del "verdadero Norte" están invitados a la fiesta.
A los que no, ojalá vaya un gigantón charcutero nazi con máscara de hockey a repartiros alegría: os lo dedica vuestro odiado favorito, Kevin Smith.

Estúpida, disparatada y entretenida comedia dirigida por el genio Kevin Smith, protagonizada por dos teens (Lily-Rose Depp y Harley Quinn Smith). Destruida por la crítica especializada, por el público en general y hasta por los fanáticos del director. Sé que no es una obra maestra ni tampoco se puede comparar a Clerks, Chasing Amy o hasta Mallrats, pero resulta entretenida de inicio a fin, a pesar de lo extravagante que resulta en muchas escenas, o sea, ¿salchichas nazis asesinas?, ¡vaya!, fue muy pastrulo por parte de Kevin Smith, pero cultos lectores y cinéfilos, ¿acaso no recuerdan a Attack of the Killer Tomatoes! o Killer Klowns from Outer Space? ¿Sí? Entonces váyanse a la mierda, hay cientos de películas tan absurdas como esta y nadie dijo nada en su momento. Cabe resaltar que la película tiene momentos brillantes como la escena inicial donde el dúo teen tocan un poco de rock de puta madre mezclado con rap y también la escena del científico loco alemán que imita a Al Pacino y a Silvestre Stalon. Lo sé, todos queremos ver a Silent Bob y Jay de nuevo pero los tiempos cambian, ¿o creen que Matt Damon y Ben Affleck, por citar algunos, aceptarían volver a trabajar en comedías políticamente incorrectas? Supérenlo gente.

Me importa un auténtico rábano que sea un filme de terror o una comedia, que Smith se olvide del pasado o que intente crear un nuevo mundo...si el filme es decente, bueno o al menos curioso, se aceptaría.

Pero Yoga Hosers es una JODIDA CALAMIDAD. Todo está mal o con un tono fallido.

Pero vayamos por partes:

1) El humor rancio sideral: ¿Recuerdan el CRINGE que daban esos programas de Bertín Osborne noventeros que intentaban conectar con la peña? ¿Todos esos programas televisivos que intentan llegar a la juventud sin tener ni puta idea de lo que quieren? Pues esto es LO MISMO pero elevado al número de avogadro. Smith considera que con cinco referencias, teléfonos y coñas de usar el móvil y unas introducciones que intentan ser modernas, pero parecen salidas de un mal producto de la nintendo 64, se va a salir con la suya. Pero queda ridículo. Da al filme un aire rancio y consigue algo que a este autor no le pasaba en los noventa...conseguir que sus protagonistas no tengan voz propia (¿Acaso se nos muestra algo de sus personalidades?).

2) Cameos a cascoporro. Mira que en Jay y Silent Bob (la original) le quedaba de puta madre, pues se reía de la industria...pero aquí...dios, es casi peor que Torrente. Pienso en Adam Brody haciendo de un guitarrista o en esa profesora de gimnasia de Génesis Rodriguez...o incluso en la directora del instituto...y me pregunto que NECESIDAD había de colar a tanto personaje secundario para darles una o dos escenas que no tienen ninguna absoluta relevancia.

3) ¿Trama? Mira que la locura de la idea original me LLAMA LA ATENCIÓN, pero todo está narrado con tanta desgana (diálogos a la espera de dar un one liner o punch para salir de la escena, acción ridícula, personajes acartonados) que al final la idea de las Bratzis...se queda en nada. La película tarda prácticamente cincuenta minutos en arrancar y todo para mostrar personajes secundarios que no aportan nada a la trama.

4) Actuaciones. Es fácil ser injusto en este punto, pues el fallo de tono entre el supuesto ¿Terror? de la propuesta y la comedia ¿Negra? hace que la mayoría de actores y actrices estén desfasados. Las protagonistas son irritantes de cojones (y sinceramente ninguna sobresale para bien), Johnny Depp está pasado de rosca y resulta molesto. Y el resto son en su mayoría apariciones sin fuerza. De destacar a alguien sería a Austin Butler...pero por destacar a alguien.

5) Reflexión. Vale que Smith se está poniendo MUY PLASTA con la temática de luchar contra el fanatismo religioso (si bien es cierto que Red State funcionaba como un reloj en ese aspecto), pero casi preferiría que Yoga Hosers hubiese ido por ese camino. Aquí no hay ninguna reflexión, ninguna clase de moraleja o de visión interesante. Y recordemos que el bueno de Smith, para bien o para mal, siempre lo intenta.

6) Finalmente, voy a darle el único punto bueno al filme, el giro de los personajes de Tyler Posey y Butler. No salen mucho (cuatro escenas contadas), pero desde luego son los únicos personajes que un servidor puede encontrar curiosos y con ganas de saber más.

Miedo me dan los próximos proyectos de Smith (ya se ha cargado Jay y Bob, el trailer de Clerks 3 pinta FLOJO y Mallrats va a ser la siguiente en caer). Quizás sea hora de aparcar, aún está a tiempo.

Porque desde luego para hacer esto es mejor invertir el tiempo en Podcasts o en el Comicon.

Maravillosa película en la que unas chicas de instituto se enfrentan a dos tipos de monstruos. La verdad es que viendo la nota pensaba que me iba a aburrir y que iba a ser lo peor pero nada de nada chicos. Si te gustan las comedias llenas de referentes de la cultura pop, te va a gustar por fuerza. Me refiero a que se nombra a muchos actores, se ven varias referencias a la cultura canadiense como el jarabe de arce o incluso se habla en una escena en francés quebequés.

Hay muchas caras conocidas —por orden en el reparto de FA—; Lily-Rose (hija de Depp y Paradis), Depp (irreconocible como Guy LaPointe, doble a su vez de Robert De Niro, es clavado, yo creo que está hecho a posta), Natasha Lyonne (como dependienta barriobajera diría yo), Osment (este creo que solo sale en una foto, no le recuerdo actuando, pero igual se me escapó), Adam (baterista del grupo que tienen las chicas) y aunque no sale en el reparto, Vanessa Paradis (profesora de historia). Como dato curioso decir que en el disco «Bliss» —discazo— de Vanessa hay una canción que le dedica a la hija, «La ballade de Lily Rose» —temazo— y también se le oye a ella pero de niña diciendo mamá.

Total, que parece que está de moda lo de adolescentes y terror, tenemos a «Freaks of nature» o «Scouts guide to the zombie apocalypse» y espero con ansias lo que parece ser la continuación de esta, «Moose jaws». Me encantó, por cierto, las motivaciones detrás del malo final...

Lo mejor: el dueto protagonista y su perfecta compenetración, muy diferentes físicamente pero tanto o más similares en cuanto a calidad interpretativa se refiere pese a que, como bien indicó el crítico Justin Chang en su artículo para la revista Variety, “encadenar a dos encantadoras y prometedoras actrices a un material tan terrible podría interpretarse perfectamente como una forma cara de abuso a menores”; el interés que suscitan los numerosos rostros conocidos que van desfilando por la pantalla firmando, así, otras tantas rarezas ficticias, apareciendo y destacando Justin Long como instructor zen, Haley Osment como predicador fascista, Johnny Depp como amante de las morsas y Stan Lee como vigilante de alarmas de seguridad; el breve análisis de la mayoría de personajes al más puro estilo videojuego retrospectivo (también logran semejante efecto las onomatopeyas de la serie original de Batman que se suceden en la confrontación final entre una criatura muy “maravillosa” y unas heroínas cuya mejor arma es el “Namasté”), aunque dicha técnica acaba siendo repetitiva al recurrirse hasta en un total de diez ocasiones en este ecuador de la denominada “True north trilogy”, saga compuesta por la ya pasada Tusk, la presente Yoga hosers y la aún futurible Moose jaws.

Lo peor: la canción de apertura, toda una declaración de las absurdas intenciones que se sufrirán durante algo más de ochenta minutos, amén de resultar el preludio de otros temas musicales realmente lamentables e inclasificables; el listado de posturas desestresantes impartidas por un curioso profesional en la materia que, lejos de retener la energía positiva en el espectador como supuestamente lo hacen quienes las practican, genera tanto odio como la cinta misma al no proporcionar más que, al igual que los innumerables comentarios jocosos a la par que machistas y/o racistas, argumentos en contra del producto; el despliegue de desfasado e infinitamente atroz humor del que el guionista y director hace gala, en especial en lo concerniente a los “Bratzis”, los pequeños antagonistas descritos como “canadienses nazis de un pie de altura hechos de Bratwurst”, soeces y gruesas salchichas rellenas de una especie de alargadas y brillantes patatas.

Daniel Espinosa
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