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24 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
7
VERACIDAD Y PAISAJE
La veracidad es el rasgo más característico que Techiné imprime a la película.
Con veracidad reaccionan los adolescentes al ser inundados por impulsos y sentimientos nuevos. Los expresan con franqueza, lealmente. Entre compañeros del instituto, cuando se acerca el verano, el fin del bachillerato y la primera incertidumbre hacia el porvenir, se despiertan las atracciones eróticas. Amor y amistad son aún enigmáticos, perturbadores, entre chico y chica, entre chicos. No son la cínica farsa perpetrada en la boda inicial, por conveniencia, en medio de cánticos procaces y burda borrachera.

Aún faltan años para la eclosión libertaria del 68. En los guateques se baila el twist, y lento con los Platters. Se estrenan las de Bergman: el chaval con inquietudes poéticas sale decepcionado de “Como en un espejo”.
Al fondo, la guerra de Argel. El mayor de los alumnos viene de allí y se opone a la descolonización. Lo sigue a todas horas con un transistor pegado a la oreja, y su postura derechista lo enfrenta a los demás.

Veraz, sincero y sin impostaciones, frecuentemente conmovedor, es también el tono narrativo adoptado por Techiné. Y lo que es principal virtud de la película, a un tiempo es lastre artístico, al discurrir la acción con cierta monotonía: acaso lo dramático esté falto de acentuación, de un mínimo énfasis que introduzca viveza en el ritmo.

Como tantos autores de la ‘Nouvelle Vague’, Techiné pasó a dirigir tras participar como crítico en “Cahiers du Cinema”. Los primeros intentos no fueron del todo claros, pero “Los juncos salvajes” corresponde a la madurez de su estilo. En la búsqueda de un naturalismo delicado y hondo, la afinidad con Rohmer es patente. Y, como todos los de la escuela, desarrolla la influencia de Jean Renoir. Se ve en las cálidas escenas del río, acompañadas por pasajes solemnes del ‘Adagio’ de Barber: escenas pictóricas, de un sensualismo trascendental, un estético canto al momento presente, flexibles juncos silvestres mecidos por el ahora del goce y el juego, del que los adolescentes se empiezan a sentir arrancados por las reclamaciones del mundo adulto, por los mandatos de convertirse en “alguien”, adoptar una identidad precisa; el mundo del sudor de la frente, la preocupación y, probablemente, la soledad colectiva.
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46 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
En las márgenes del río.
André Téchiné con una dirección elegante y un tratamiento sin deformaciones, aborda el tema de la sexualidad adolescente de una forma serena, íntima y honesta, procurando que no existan desequilibrios ni los malos entendidos en que hayan podido caer la mayoría de películas que han tratado el mismo tema. “Los juncos salvajes” es una película sincera y respetuosa, enmarcada en un lugar (un internado de muchachos) adecuado, y en un tiempo (el final de la guerra de Argelia) correcto. Téchiné expone las diferentes situaciones de los jóvenes con respeto, y los disecciona minuciosamente, mostrando su inseguridad pero también su madurez, sacando de todo ello una serie de reflexiones interesantes y así mismo consigue una historia hermosa.

En el fondo “Los juncos salvajes”, no tiene desperdicio ya que nos encontramos con cuatro personajes con unas dudas profundas y auténticas: la feminista, asexuada, que de tan insegura que se encuentra detesta su juventud y se acerca muchísimo más al joven que sabe que no le exigirá demasiado, porqué es inocuo ya que el mismo ha descubierto su homosexualidad y vive su amor imposible, en tercer lugar nos encontramos con el muchacho que parece demostrar ser el icono del joven rebelde, porqué para el confiar en los demás significa que a la larga será decepcionado. Y como cuadratura del círculo, tenemos al más simple de todos, pero que sin su presencia la película quedaría sin parte de su substancia, se trata del adolescente de mayor edad, que ha crecido en un ambiente donde le han enseñado lo más básico: las mujeres y que si experimenta otras situaciones es por mera curiosidad.

Con un entorno paisajístico bellísimo, que evoca mucha luminosidad, y sus mejores escenas transcurren en el verde de los bosques y los prados, así como en las márgenes del río.
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45 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Retrato de la adolescencia sin condimentos ni edulcorantes
Qué tendrá el cine francés que tanto me gusta...
Qué tendrá: sencillez, silencios, falta de barroquismo, se centra en los personajes, en sus vidas...

Los Juncos salvajes podría haber sido otra estúpida película sobre la adolescencia, los primeros amores... pero no, resulta ser mucho más, y eso es algo que admiro en el cine francés de calidad, que se nos cuentan historias que aparenetemente se han contado mil veces pero de una forma atrayente a la vez inteligente.

Secillamente, "Los Juncos Salvajes" es una pequeña gran película que huye de los estereotipos clásicos en el cine al más puro estilo "made in hollywood", para sumir al espectador en una preciosa poesía de la adolescencia a la vez que nos enseña cuán difícil era vivir en esa Francia de los 60 con una Algeria que quería dejar de ser colonia francesa. Pero a la vez, esta película de Andrè Téchiné nos enseña que a pesar de no vivir en Francia o no estar en los 60, ñla adolescencia sigue siendo una etapa dura para quienes se sienten diferentes o que no encajan, por el motivo que sea (aquella que quisiera se mayor para no ser una adolescente, aquel que no entiende el mundo en que vive...).

Simplemente fantástica, como fabulosas las interpretaciones de unos jovencísimos Gaël Morel (ahora en su faceta de director) y Stéphane Rideau (que para mí siempre será el chico de Primer Verano).

Qué tendrán las películas francesas que tanto me fascinan...
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28 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Homosensualidad
¿Por qué nos gusta tanto “Los juncos salvajes”? hay muchos motivos para amar la película de Téchiné: en primer lugar por sus méritos puramente cinematográficos. Sensacionalmente escrita y dirigida, con unos actores en estado de gracia que trasmiten magistralmente las frustraciones de los personajes, sin sensiblería, tratando la homosexualidad sin caer en el morbo, sin enseñar más de lo necesario en las escenas de sexo, sugiriendo más que mostrando, la película posee las grandes cualidades que suelen acompañar al buen cine francés que tanto nos gusta a los cinéfilos, un cine que cuenta historias, que se centra en las relaciones entre los personajes y que huye de la pirotecnia audiovisual que impera en la mayor parte del cine que se consume hoy.
Pero sobre todo la película de Téchiné nos gusta tanto al público homosexual porque el director consigue que todos nos identificamos con François, el joven que vive el descubrimiento doloroso de su homosexualidad en un mundo profundamente heterosexista. A todos nos ha pasado sentirnos como “invertidos” cuando descubríamos nuestra sexualidad, vernos sin referencias, como cisnes en un mundo de patos, tener ganas de gritar en un lugar que nos parecía un desierto, eso es precisamente lo que le sucede a François, ese es el conflicto central de la película, el más desgarrador, el que vive un personaje de ficción que en realidad es un alter ego de cualquiera de nosotros. Y esa es la gran magia de la película y el gran mérito artístico de su autor, conseguir que seamos partícipes del sufrimiento de un personaje que sólo existe en la imaginación, pero que es tan real como nosotros mismos.
Pero nuestra identificación con François es doble, no sólo nos identificamos con el conflicto de su homosexualidad recién descubierta, también nos identificamos con el dolor de sus primeros deseos homoeróticos insatisfechos. Cuando François está con Serge, su objeto de deseo, siente una extraña mezcla de angustia y esperanza, por una parte les une una buena amistad que deja un margen para la duda, pero por otro les separa la ambigua heterosexualidad del hermoso Serge. Pero aún en el caso de que la atracción física fuese recíproca – se han acostado una vez -, la insatisfacción estaría asegurada, porque en un mundo tan heterosexista no habría lugar para que la historia llegase a buen puerto. ¿Nos suena?
Otro de los grandes méritos de “Los juncos salvajes” es su sensualidad, hay sensualidad en la en la belleza de los paisajes de la Provenza, en los baños de los muchachos semidesnudos en el río, en la poesía visual de la puesta en escena; y también hay mucha sensualidad homoerótica en esas noches cálidas y silenciosas de un internado lleno de chicos jóvenes que duermen… La película de Téchiné es una obra de arte, una invitación al gozo cinéfilo sobre la que se podríamos seguir escribiendo incesantemente. Nadie se la debería perder.
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19 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Despertar a la vida
La adolescencia es un período complicado, supone la pérdida de la inocencia y los primeros sinsabores de la vida, que a veces curten pero otras conducen a la desdicha. Los juncos salvejes trata de ello por el lado sentimental sobre todo, con cuatro chicos admirablemente interpretados como vértices de una figura de deseos y frustraciones.

André Techiné se muestra sensible, aunque con cierta aspereza y pesimismo que recuerdan al cine francés de antaño, para retratar una serie de momentos impregnados de emotividad y también desencanto (la secuencia del chico que acude a ver al desconcertado zapatero al que cuenta sus penas amorosas es hermosamente desoladora).

El conflicto bélico en Argelia es un trágico telón de fondo sobre el que se proyectará el despertar de unas vidas que se abren paso entre la dificultad y la amargura.
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13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Grandezas y miserias de ser un adolescente gavacho
Para conseguir rememorar la juventud sin caer en afectaciones, ridículas idealizaciones de las personas y/o simplificaciones de las inquietudes hay que ser un hábil observador con memoria como lo es André Techiné. Al contrario que muchas películas de temática parecida, Techiné no se contenta con recrearse en los iconos de la época para llenar la película y convertirla en una jornada autocomplaciente y presentable, si no que agarra la pala y empieza ahondar con honestidad en el recuerdo, arriesgándose a cavar su propia fosa. Su clave para evitar el tropiezo es ofrecer un espléndido retrato coral de cuatro chavales, muy dignos representantes generacionales, que están abandonando la adolescencia y, aterrorizados por las incógnitas, se ven obligados a abordar la madurez teniendo siempre presentes unos conflictos profundos y auténticos: la asexuada feminista, que de tan insegura que está, detesta su juventud y sale con un chico inocuo porque sabe que éste no le exigirá consumar la relación carnalmente, y no porque sea un inocentón, si no porque ha descubierto una parte extraña en él y vive un amor imposible con un compañero de clase, el más simple de todos, sin el cual este conjunto quedaría cojo, demasiado literario, un hijo de emigrantes que ha crecido en un entorno que sólo le ha enseñado a desear lo básico: las mujeres, y que si experimenta con la homosexualidad es por mera curiosidad. No falta el rebelde, que adopta una actitud arrogante para evitar acercarse a las personas, porque para él confiar significa terminar siendo decepcionado, pero sin embargo necesita un apoyo al que sujetarse y hallar respuestas. Su vista atrás no es plácida, pero consigue tratar a los jóvenes con respeto, diseccionándolos minuciosamente, a lo Bergman (homenajeado con esos primeros planos repletos de expresividad) para decirnos que recuerda a unos seres inseguros pero maduros, que tarde o temprano terminaban conociendo las consecuencias de sus acciones/inacciones porque nada se solucionaba al gusto del consumidor con repentinos y mágicos golpes de efecto.

(Sigo en el spoiler sin destripar el final)
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Simplemente vivir
Todos necesitamos encontrarnos con nosotros mismos, pero no es una tarea sencilla. Nos encontramos con una sociedad basada en convenciones, en normas y en una ética mayoritaria. A pesar de todo cambian, pero la vida individual a veces va más deprisa impelida por la brevedad del tiempo que se nos ha dado y reclama su derecho a ser feliz. Por eso la adolescencia es una etapa maravillosa, incluso cuando se sufre, porque es cuando más intensamente se percibe lo que es valioso y duradero. La película emociona, tiene una preciosa música y es tan sencilla en la exploración de los personajes que los hace próximos, comunes y por eso su historia es universal.
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10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Pequeña delicia
Sobre la amistad y el amor en la adolescencia. Todos los idealismos y posicionamientos de esa época, que siempre son llevados a lo radical cuando se es joven y se quiere cambiar el mundo. Se observa como las intolerancias de nuestros mayores se impregnan en la juventud sin ni siquiera entender dichas intolerancias.
Estupendos actores, muy creíbles. Maravillosa como siempre Elodie Bouchez, preciosa fotografía y banda sonora que nos situa en la época de los guateques (también en Francia). Una película muy recomendada, solo por darse el gustazo de ver cine tan humano y sereno como el que realiza André Téchiné. Una joyita.
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10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Cuando los jóvenes despertaban a los dieciocho.
"Los juncos salvajes" es la visión de unos jóvenes franceses que escapan de la adolescencia, allá por el año 62 del siglo XX, y viven sus primeras decisiones significativas, las que marcarán el devenir, el suyo y el de una sociedad, convulsa y dividida por el conflicto argelino, en donde el germen de la lucha de clases está asomando la cabeza.

Imagino que André Téchiné ( 13 de marzo de 1943) y los guionistas que le acompañan en esta magnífica recreación, que parece cosa de ayer para quienes andan entre los 50 y los 70 años, fueron protagonistas de este pasado: nervioso, de brutal sinceridad y neblinosa esperanza. De ahí la intensidad del relato y la verdad que transpira.

Sin caer en la fácil trampa de los buenos y malos, el director francés, otro crítico de Cahiers du Cinéma, abre ante el espectador una ventana por la que ves, sin ser visto, la vida y la evolución de unos muchachos, con la desorientación propia de la edad, que se posicionan ante los nuevos sentimientos, las proclamas políticas y el desmoronamiento de conceptos imbuidos.
Pero el ventarrón que sopla hacia el mañana no conseguirá quebrarles, solo les dobla, como juncos en medio de la tormenta.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
TECHINÉ TE ENSEÑA A CRECER
Los Juncos Salvajes es una historia sobre la adolescencia, el desencanto de hacerse mayor, el descubrir a ese nuevo yo y al mundo que lo rodea en una etapa en que todo se magnifica y cada mínima contrariedad se vuelve una tragedia, en que los sentimientos son enormes y están a flor de piel. Una mirada melancólica que nos recuerda a todos lo que fuimos, y lo que aprendimos, muchas veces de una forma no muy dulce. Lo que Serge dice: "la vida, como la guerra, al final acaba pasando".

Por supuesto es una película que no se encuentra en DVD (yo tengo un gastado VHS, con el que he ido creciendo, ya que la vi por primera vez con 16 años, aproximadamente la edad de los protagonistas, uno de los motivos por los que me marcó tanto. El otro es que me enamoré perdidamente de Serge, que se le va a hacer. Todos tenemos nuestras debilidadades).
Si teneis la oportunidad, haceos con ella. Y si la encontrais en DVD compradme una copia para mi, yo os la pago.
sin_serge
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9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
4
Despertar sexual.
Téchiné profundiza en la difícil psique humana, en una época en la que los cambios y las experiencias son tan importantes como es la adolescencia y el descubrimiento del amor y su demostración física. El director hace hincapié en las ganas de experimentar para conocer de un grupo de jóvenes, que viven en un pequeño pueblo francés apartado, durante la convulsa guerra de Francia con Argelia.
Pese al esfuerzo puesto por Téchiné en describir la revuelta personalidad de los adolescentes el film deja la sensación de quedarse a medio camino y dejar al espectador con la sensación de haber tratado con superficialidad a unos personajes tan complejos.
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9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Despierta sensaciones profundas
Sin profundizar demasiado en la política o en la literatura y huyendo de la espectacularidad de otras, "Los juncos salvajes" se acerca mucho y con calidad a las costumbres propias de la juventud, en la pérdida de la inocencia hay mucho que contar y lo hace con honestidad, es lo que le ocurre a estos chavales, ni más ni menos que la búsqueda de respuestas para decidirse en qué dirección caminar, ser juncos o robles, descubrir sus responsabilidades y asumir sus cargas, sus temores e influencias y, en definitiva, como van tallando su personalidad para comenzar a dominar sus vidas de adultos, donde inevitablemente todo acabarán siendo anhelos y rutina, como bien muestra el estado depresivo de la profesora, la cuál ya ha olvidado cuál era su elección en esa época.

Un tratamiento de la sexualidad basado totalmente en lo instintivo, en las variacianes hormonales de la edad, sin alardes de provocar al público, cada espectador regresa al pasado y le invaden sus propios recuerdos, cada uno, independientemente de su condición sexual, se verá reflejado en algún personaje, o en todos, de modo que despierta sensaciones profundas con lo que va a ocurrir, por poco transcendente que fuera.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Amor y deseo juvenil
Los primeros amores y el despertar sexual son los temas que centran la película de Téchiné. La historia nos sitúa en los sesenta y nos presenta a François (Gaël Morel), un joven que disfruta de la compañía de Maité (Elodie Bouchez) pero que, sin embargo, se siente atraído físicamente por dos compañeros: Serge (Stéphane Rideau) y Henri (Frédéric Gorny). Serge es un joven atractivo y misterioso, mientras que Henri es un argelino desencantado, de vuelta de todo a pesar de su juventud y con unas ideologías políticas que chocan frontalmente con las del resto de sus compañeros y profesores.

Téchiné retrata con delicadeza y lucidez el amor y la amistad juvenil, sin caer en estereotipos ni en sentimentalismos vacuos, dotando además a sus personajes de unos diálogos fluidos, quizás demasiado si tenemos en cuenta que interpretan a unos adolescentes. Sin embargo, ello no les resta realismo.

La película se beneficia de las interpretaciones de sus jóvenes protagonistas, aunque me choca que el personaje al que da vida Morel parezca, en algunos momentos, tan frío, sobre todo teniendo en cuenta que su personaje sirve como epicentro de las historias amorosas y sexuales de la película. De todas maneras, sería (más o menos) disculpable, ya que son muchas las dudas de carácter sexual que se le plantean. También me gustaría alabar la labor de Téchiné, pero más por su sensibilidad que por su planificación, la cual tiende a ser demasiado sencilla. Lo que finalmente nos queda es una bonita película, cuya mayor virtud reside en su normalidad a la hora de abordar distintos problemas inherentes a la adolescencia.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Ese río
Sólo por ver la escena del río, merece la pena visionar esta película sobre el despertar adolescente y el luminoso, aunque doloroso camino que supone saborear los primeros pasos hacia la vida adulta.

La sensibilidad, poesía y lirismo con que Techiné filma esa escena nos llevan a recrearnos en la esperanza de los personajes de hacer con cada una de sus vidas una travesía intensa, pura e inocente. La capacidad del director de reconocer y mostrar un momento sublime es muy loable. Momento con que los personajes alimentan su mundo interior y se resarcen en él. Pues al fin y al cabo saben que esos son los "momentos" y que estarán volviendo a ellos una y otra vez el resto de sus vidas.

El filme quizás peca de una narración lineal correcta en la que el orden de los acontecimientos pierden fuerza, claro que cuando acaba la película nos damos cuenta de que esa fuerza se pierde en función de mostrar la emoción vital de unos personajes que desean vivir y experimentar y no hay nada que se acerque más que eso a la vida.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Ser francés y joven el año de la independencia de Argelia
Dudaba entre el 5 y el 6, pero he decidido que lo más justo sería ponerle 5. Los problemas de los cuatro chavales no me atrapan. No me caen demasiado bien, no me implico ni me identifico con ninguno, no siento empatía y, como me sucede a veces, me quedo fuera del drama. Será cuestión de falta de compatibilidad personal con el estilo, con el clima emocional, con las actuaciones o con el tono mal conseguido o algo superficial (siempre hablo desde mi apreciación, ojo) de traumas adolescentes. François y su homosexualidad recién manifestada, Serge con la muerte de su hermano mayor y sus dudas sobre dejar los estudios y quedarse en la granja familiar, Maité y su ascetismo, y Henri y su mala baba de cartón piedra. Cuatro historias entrecruzadas que conmigo no poseen el don de la plena credibilidad. Si sigo viendo a varios jóvenes actuando, en lugar de ver a sus personajes como si fueran reales, malo. Y no sé por qué me pasa, pero me pasa.
A lo mejor se debe a cierto empeño machacón por mostrar por pantalones que estaban en el 62. Las canciones típicas, el guateque, los politiqueos y el conflicto con Argelia. Me parece que por haber querido meter todo eso con esos cuatro protagonistas que me atraen tan poco, se me falsea todo. No sé, en otras películas no me molesta que metan lo típico de la época. Aunque aquí no se trata ni siquiera de que me moleste, es más bien una ligera indiferencia hacia lo que me presentan.
En fin, que la metáfora de los juncos y la naturaleza seguro que está muy bien. A lo mejor yo también fui eso, un junco, cuando era una chavalilla. No estoy segura. Como tampoco estoy muy segura de haber cambiado gran cosa desde entonces. Si yo era un junco salvaje, a saber qué seré ahora. Imagino que el mismo junco, pero con más años y más recuerdos.
Lo que sé es que yo no era comunista, ni fascista, ni nada que acabara en –ista. La política me la traía al pairo, y me sigue ocurriendo igual. Claro, cierto que en mi juventud aquí no teníamos ya ninguna colonia que pedía mayoritariamente su independencia, como era el caso de Francia con Argelia. Si la hubiéramos tenido, tal vez yo habría pasado menos de la política, a saber. Tampoco me dio por el ascetismo, ni por todo lo contrario. Eso sí, no tenía muy claro qué estudiaría al acabar el Bachillerato, una duda muy común.
Y lo dicho. Que esta película conmigo peca de falta de interés.
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12 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Tres jóvenes y sus descubrimientos.
François, Serge y Maité son tres jóvenes de un pueblecito de la campiña francesa que están en el curso previo a la selectividad. Tras la boda del hermano de Serge, comienzan unos meses en los que maduran como personas, viven experiencias nuevas y descubren quiénes son de verdad, en un ambiente marcado por cierta hostilidad derivada del conflicto entre Francia y Argelia. Y entre sus principales descubrimientos está el amor. con sus esperanzas, desilusiones, felicidad y pérdidas.
Un relato y trama pausados y sencillos, unos personajes muy reales y bien interpretados con los que poder identificarse, los bonitos paisajes de las orillas del río, el ambiente intimista y sincero, la buena dirección ( galardonada con un premio de la academia francesa) y la música tranquila, suave y hasta lírica hacen de esta película una recomendable elección. Bastante buena.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Muy francesa y sincera.
Techiné analiza en "Los juncos salvajes" el problema y las situaciones de una época tan clave en la historia de un individuo como la adolescencia. Así su temática se incrusta en uno de los subgéneros más utilizados en el cine galo: el drama de adolescentes ("Los 400 golpes", "Adiós, muchachos"...).
Aún siendo una buena película, tiene para mal un carácter muy francés y petulante que no queda excesivamente bien en un conjunto de sinceridad (en diálogos, especialmente), amargura y semioptimismo en la reflexión vital que sobre la tolerancia y la amistad plantea Techiné.
La película está ubicada en los años 60 (por ello tiene como trasfondo el conflicto franco-argelino) pero a Techiné no le interesan tanto las cuestiones políticas como las personales de cada uno de sus jóvenes y distintos personajes, lo cual transmite autenticidad a lo contado.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
POÉTICA VISIÓN DE LA ADOLESCENCIA
Un precioso y poético film que aborda el difícil tema de la adolescencia.

Reflejar la adolescencia en el cine siempre me ha parecido un desafío muy difícil de realizar, y muy pocos realizadores han sido capaces de llevarlo a cabo con éxito. En Los Juncos Salvajes dicho periodo de la vida está muy bien tratado, con sensibilidad, elegancia y sin falsos tapujos.

La cinta está cuajada de momentos muy íntimos y difícilmente olvidables.

Así que nada, disfruten de esta peli porque merece la pena.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Inicio de los picores.
293/29(30/11/08) Cinta aclamada por la crítica especializada y que para mí es una aburrida historia sobre el despertar sexual de unos adolescentes en la Francia de los sesenta, para hacerlo original lo situa en la homosexualidad y que como necesita de un toque aún más dramático que tenga fuerza, la mezcla con el escenario de fondo de la guerra de Argelia. Con bonitas escenas, cargadas de lirismo, como son los bailes, las escenas en el campo, resaltan los paisajes bucólicos fotografiados de un modo preciosista por Jean Lapoirie. Aunque para mí lo mejor del film es la presencia de extraordinaria belleza de Elodie Bouche, no se puede estar mejor, me he enamorado de ella, ummmmm… Cinta recomendable a todos los que gusten de retratos de los primeros picores sexuales. Fuerza y honor!!!
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8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
lo dificil de ser diferente
Pelicula ambientada en la independencia de Argelia de Francia. Aunque el contexto parezca aburrido, como siempre en la vida, surgen historias de amor maravillosas. Todas dificiles, todas extrañas y todas imposibles. Durante sus secuencias uno puede revivir su juventud en palabras, gestos y sueños de esos cuatro adolescentes. ¿Quien fuera examen de matemáticas!
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3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
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