Interesante película sobre el fenómeno OVNI, sobre todo por su original planteamiento y su inteligente campaña de marketing.

Publicitada como "basada en hechos reales y documentados", el único hecho real en el que se basa es en las 60 desapariciones en Nome desde 1960 a 2000, todas ellas achacadas a las dificultades geográficas y climáticas o, simplemente, al alcoholismo. No existen ni las grabaciones, ni la doctora Abbey Tyler. Toda la película se estructura como "falso documental" (todo el mundo la compara con EL PROYECTO DE LA BRUJA DE BLAIR, pero recordemos que la pionera fue HOLOCAUSTO CANÍBAL) aunque sí recoge detalles y experiencias repetidas en todo el mundo de casos de supuestas abducciones.

Algo debilitada por su afán de espectacularidad, o por su pobre final, LA CUARTA FASE demuestra cómo hacer una buena película de ciencia ficción sin grandes efectos especiales, explosiones ni marcianitos en 3D. Las escenas de hipnosis, hábilmente distorsionadas, tienen un grado de realismo (acentuado con la útil pantalla partida) que las hace terroríficas sin necesidad de sangre ni efectos de sonido.

Sí, es una película que agradece su éxito al marketing viral, pero no es ni mucho menos un descarado fraude como PARANORMAL ACTIVITY.

El retorno del gran Terry Gilliam a su mejor cine de la mano de un malogrado Heath Ledger (y de sus sustitutos). Tirando de imaginación y de originalidad, Gilliam presenta una colorida y terrible vuelta de tuerca a la mil veces reinterpretada historia de FAUSTO, en la que el protagonista hace un pacto con el Diablo del que pocas veces consigue salir beneficiado.

En ésta ocasión el protagonista es un inmortal monje (Christopher Plummer) que ofrece un mundo imaginario a través de su circo ambulante con la ayuda de su dulce hija (la exageradamente erótica Lily Cole), objeto de deseo del Diablo (genial, como siempre, Tom Waits). En este juego entrará de improvisto un amnésico personaje (Heath Ledger, Johnny Depp, Colin Farrell, Jude Law) que revolucionará la escena e influirá, para bien o para mal, en los resultados.

Puro Gilliam, la galería de imágenes surrealistas del ex-Monty Python maravillan a la vez que aterrorizan, juegan con la comedia y el drama, pero no decepcionan como en sus más recientes trabajos. Vuelve Terry Gilliam, y lo hace con fuerza.

Desvergonzada comedia gore con todos los elementos psicodélicos e hilarantes que caracterizaban estas producciones de serie B en los 80.

Comparada en ocasiones con BRAINDEAD o EL TERROR LLAMA A SU PUERTA, aunque muy inferior a ellas, la película mezcla figuras clásicas del terror (zombies, diosas caníbales, asesinos en serie...) con gags humorísticos más o menos acertados y frases ingeniosas para el recuerdo ("Atención, se ha escapado un peligroso asesino. lleva un cuchillo en una mano, y sus genitales en la otra". Brutal).

A pesar de su bajo presupuesto, los Fx artesanales están bastante logrados, siempre dentro de la comedia que es la película, buscando siempre la espectacularidad antes que el realismo, pero las lagunas y gazapos de guión parecen más fruto de la mala estructuración de los responsables del film más que de las limitaciones monetaria, y esos pequeños fallos (o grandes, porque eso de que los zombies dejen de devorar y se pongan a aplaudir sin venir a cuento... que me lo expliquen) devalúan bastante la película.

De todas formas, ver una comedia gore ochentera con cerebros hablando, tetas, luchadores y trompetistas nazis y un gordo vomitando a todo un restaurante, merece la pena.

Clint Eastwood pretende contar la historia de superación y de paz de Nelson Mandela, y le sale una peli de Disney, de esas al estilo Patos Poderosos, con un equipo que es una mierda en un deporte y que al final gracias al esfuerzo triunfan y bla bla bla...

Y mira que el film está realizado de manera brillante (algo normal estando Eastwood detrás de las cámaras) y las interpretaciones son soberbias (algo normal estando Freeman delante de las cámaras), pero el tema del rugby se hace cansino, repetitivo e incluso aburrido, aunque se utilice como excusa para la reconciliación entre razas, excusa levemente sugerida en melosas escenas de confraternidad.

Es interesante, porque se aprende mucho de la historia de Sudáfrica, y de una manera sencilla, entretenida y prácticamente objetiva, pero como película (y más como película de Clint Eastwood) no da para mucho más, como ha demostrado la Academia excluyéndola de la lista de nominadas al Oscar.

PD: Vaya bochorno de escena a cámara lenta al final, pa mear y no echar gota.

El cada vez más brillante director y guionista Daniel Sánchez-Arévalo (AZULOSCUROCASINEGRO) nos ofrece una trama de historias entrelazadas en torno a un grupo de terapia contra la obesidad.

Montaje y planificación sobresalientes, formando historias que tratan absolutamente todo lo que aterra e ilusiona al ser humano de una manera quizás demasiado superficial y más cómica que filosófica, pero magistral. mención especial a Antonio de la Torre, que le puso muy difícil a Luis Tosar el Goya a mejor actor en 2009.

Una película sin vergüenza, sin prejuicios y sin tapujos, al desnudo como la mayoría de sus personajes.

No tiene nada que ver con la CABIN FEVER de Eli Roth, por desgracia. Ti West (THE HOUSE OF THE DEVIL) ha optado por la comedia sin gracia, tirando de tópicos y de sobreactuaciones que no hacen más que desmerecer el género.

Típica comedia de instituto, aderezada con gore del cutre y personajes idiotas. Poco más que comentar.

Reconozco que nunca había oído hablar de Zulueta hasta después de su reciente muerte, ni de ARREBATO, que tan de moda se ha puesto en los círculos gafapasta y alternativo. Las críticas leídas por la curiosidad me echaban para atrás, hablaban de cine experimental, psicodelia, ausencia de guión, malas interpretaciones... pero sorprendían por la buena nota que mostraban al final. Así que no me puede resistir.

ARREBATO es una película extraña, personal y compleja, que durante su primera hora se muestra aburrida, lenta y mal realizada. A punto estuve de quitarla e irme a dormir. En lo único que no coincidía con la mayoría de las críticas era en las interpretaciones: Cecilia Roth y Eusebio Poncela están tan fantásticos como en MARTIN (HACHE), y Will More borda su excéntrico y catatónico papel. El sonido, eso sí, es desastroso, y la fotografía y el guión brillan por su ausencia.

En la última media hora todo cambia. Puede que condicionada por el contraste con la primera mitad del film, la parte final es una intensa y terrorífica vuelta de tuerca, que trata con maestría el suspense y la ambigüedad de significado. Durante esta parte final, pasé de estar medio dormido a levantarme y pegarme contra la pantalla, devorando (tal y como dice Pedro) cada fotograma, esperando lo que vendría a continuación, buscando significados ocultos (heroína, fracaso...) y, sin darme cuenta, disfrutando de puro CINE, con mayúsculas.

Decepcionante comedia sobre... bueno, tampoco se mu bien sobre qué, ni qué es lo que el director quería transmitir con la historia. Con un argumento absurdo y un ritmo inexistente, la película no es que se desinfle, es que nunca está hinchada.

El guión no hay por donde cogerlo, resultando ridículo sobre todo en la parte del entrenamiento psíquico-hippie, y el tono de comedia ligera imita a los Coen, tanto en forma como en contenido, y hasta en el cartel.

La película se salva, eso sí, por los contados gags que realmente funcionan (más o menos, los que salen en el tráiler) y por su espectacular reparto, sobre todo por parte de Ewan McGregor (y las referencias a los Jedis, aprovechando su trayectoria profesional) y del "gran" Jeff Bridges, que es capaz de levantar la película cada vez que sale.

Tampoco te pierdes nada si no la ves.

Segunda adaptación en 2009 basada en un relato de Clive Barker, tras la interesante BOOK OF BLOOD. DREAD se presenta como un estudio sobre el terror, sobre los miedos más profundos de la psique humana, y va evolucionando a lo largo de su metraje del terror psicológico al terror más visceral, sádico y sangriento.

Con un primer acto atropellado en el que se construye sin mucha convicción la trama principal, el guión va ganando ritmo y seriedad hasta llegar a un tramo final malsano y brutal, una estructura in crescendo que gira en torno a la genial actuación de Shaun Evans.

Muy buena aportación al género, mezclando acertadamente horror psicológico y gore de calidad, hurgando en los miedos más profundos de los personajes y forzándolos al máximo. Recomendada.

Película surgida del mítico programa americano SATURDAY NIGHT LIVE, cuna de grandes cómicos como los intérpretes de esta historia, Dan Aykroyd, Jane Curtin, David Spade, Adam Sandler, y muchos más que aparecen en pequeños papeles o cameos.

El film, injustamente maltratado por las críticas en general, es una sucesión de acertados gags cómicos sobre el choque cultural, aderezados con el hilarante lenguaje remulackiano (Marlack!!) y la visión de las cabezas puntiagudas, iCONO (festival del humor) inolvidable que toda una generación reconoce.

Por lo tanto película divertida, muy superior a otras de semejante temática y precursora de muchas otras, y con reparto espectacular. Infravalorada.

Película dirigida por Jason Reitman (JUNO) y protagonizada por George Clooney, hiperactivo este 2009. Inclasificable historia sobre las relaciones humanas, la soledad y el materialismo, todo ello contado de una manera soberbia e inteligente.

Básicamente el film trata sobre la transformación de Ryan Bingham (Clooney), un hombre práctico y materialista que cree que tiene lo necesario para llevar una buena vida. En su vida se cruzan dos mujeres (espectaculares Vera Farmiga y Anna Kendrick) que le ayudarán, por las buenas o por las malas, a comprender la necesidad de las relaciones humanas, afectivas y familiares.

Firme candidata al Oscar, que quizá se desinfla en exceso en su tramo final, turnándose previsible y algo pastelosa.

Película de serie B bastante desastrosa en general, pero aguantable por momentos. Por desgracia, el director intenta tomarse en serio el asunto, con unos diálogos patéticos y sin sentido, aunque a veces nos hagan reir por lo absurdo:
- "¡¡Te voy a vestir como un espantapájaros, te sacaré las tripas y te rellenaré de mierda!!"
- "¡Esa peli la he visto! Se titula: ¡¡¡'El Espantapájaros de Mierda!!!'"

Giros de guión que no hay por donde pillarlos, rozando lo surrealista, e interpretaciones bochornosas... Pero por otro lado, efectos sangrientos logradísimos y originales, y actriz secundaria (la hija del piloto) bastante cremosa. Qué grande es la serie B ochentera.

Guy Ritchie y Robert Downey Jr. reinventan con acierto al detective más famoso de la literatura universal. Con un ritmo y una ambientación soberbias, el mejor Ritchie (el de LOCK&STOCK o SNATCH) dota a Holmes de un aire macarra e irreverente que le convierte en una especia de Dr. House moderado.

Cierto es que el personaje original poco tiene que ver con el representado en el film, pero ya que hacen re-remakes y re-adaptaciones de todo, por lo menos que muestren algo nuevo, como en esta ocasión. Las cualidades detectivescas son más efectivas que prácticas, y van acompañadas de un físico de atleta.

Por lo demás, los secundarios que requiere la ocasión: Watson como coleguilla de aventuras que ni pincha ni corta, una femme fatal (guapísima Rachel McAdams) y un malo malísimo al que temen hasta sus secuaces.

En definitiva, film palomitero de aventuras con toques de policíaco y acción de por medio, (al estilo de los 80) muy bien realizado por Ritchie (que deja su sello en secuencias como la preparación de los golpes de Sherlock en las peleas, o en flashbacks explicativos) y con actuación sobresaliente de Downey Jr.

Contará con una segunda parte en 2011

Homenaje/parodia al blaxploitation en una especie de MUÑECO DIABÓLICO a lo black power. Film de bajo presupuesto, con actores pésimos, pero con ganas de cachondeo y unas tetazas como sandías.

En realidad el guión es simplemente una excusa para que el muñeco protagonista (una marioneta extremista del movimiento negro, machista, maltratador, salido y asqueroso) dance alegremente por la pantalla salpicando de semen y sangre a las tetudas "actrices"

Ante todo, un film sin pretensiones para echarse unas risas, e imágenes para el recuerdo como el muñeco tirando una puerta con mierda corrosiva o el póster de Patrick Dempsey (ANATOMÍA DE GREY) llenándose de sangre y vísceras en primer plano. Black-Caspa.

Nueva película de los hiperactivos hermanos Coen, que en esta ocasión intentan una comedia sin tener mucho éxito.

La película tiene sus momentos interesantes, y está rodada de una forma elegante y más que correcta, pero los Coen no saben dar forma a una historia estructurada, mostrándonos una sucesión de simples anécdotas negativas de la vida de un hombre. Además, parece un documental sobre la vida judía, que convierte a los personajes prácticamente en sectarios sin contacto con el mundo exterior.

Decepcionante salvo alguna escena aislada, deja transcurrir el tiempo y sigue sin pasar nada, hasta que acaba sin que comprendas el por qué. Olvidable.

Secuela del remake de Rob Zombie sobre el clásico slasher de John Carpenter. En esta ocasión, Zombie se libera de ataduras e impregna al universo de Michael Myers con una estética enfermiza y setentera como sólo él sabría hacerlo.

Una banda sonora de lujo y un gran reparto (con cameo de Margot "Louis Lane" Kidder) dan forma a un film que, con más ímpetu que su predecesor, se centra en la maltrecha forma mental de Michael Myers, justificando incluso su comportamiento y, sobre todo, humanizándole tanto que en algunos momentos se hace hasta comprensible para el espectador compasivo. Una compasión que no se incluye en el repertorio de un Tyler Mane (Myers) cuchillo en mano detrás de todo el que se ponga por delante (eso sí, sin correr NUNCA, como buen serial killer).

Lo más criticado del film son las secuencias oníricas, mostrando alucinaciones y delirios del asesino, que muchos ven como una escusa del director para incluir en la peli a su queridísima mujer Sheri Moon Zombie. Que digan lo que quieran, a mi me vale cualquier excusa con tal de ver a esa moza de vez en cuando.

Para muchos (entre los que no me incluyo) el mejor film del padrino del gore Lucio Fulci. Es quizá su film más completo dentro de su época dorada junto al productor Fabrizio de Angelis y el director de fotografía Sergio Salvati, y una buena muestra que recoge todos los elementos básicos de su cine: surrealismo, obsesión por los ojos, muerte con bichos, zombies, referencias lovecraftianas y final antológico.

Una sucesión de macabras escenas en la que el guión es lo de menos, simplemente un nexo entre caras derretidas y ojos saltando de sus órbitas (hasta en tres ocasiones) con la intención de Fulci de "hacer un film absoluto" que explotara todas las posibilidades de su cine. Algo que permitió la creación de algunas de las imágenes más míticas de la carrera del autor (al que podemos ver haciendo un cameo como bibliotecario), como los primerísimos planos de los demacrados ojos de la ciega, o el desconcertante y surrealista final, a la altura de los mejores en la historia del cine.

Una de las cumbres del Spaghetti Splatter, de visión obligada para los amantes del gore y del cine italiano.

Comedia política de humor muy británico, al estilo de la serie de Ricky Gervais THE OFFICE.

Algo pretenciosa por su duración y sus conclusiones argumentativas, la película ha sorprendido a críticos estadounidenses por la rapidez y locuacidad de su guión, con el personaje de Malcom y su compañero irlandés soltando un "fuck" cada 3 segundos, y su frenético ritmo de planos. Dos cosas que, aun siendo una película con trama política, encajan perfectamente dando forma a todo el film.

En cambio, la estructura tiene unas lagunas inmensas, de quedarse dormido como te descuides, y en conjunto deja una sensación de una más del montón (A pesar de sus numerosos premios y nominaciones, influenciados por la, en ocasiones absurda, moda indie entre los críticos). Y como no pilles el humor británico... olvídate.

Nueva intentona de Dario Argento tras la aburrida INSOMNIO bastante acertada esta vez. Contando nuevamente con los efectos de Sergio Stivaletti, y con una banda sonora decente (ahora sí) del ex-Goblin Claudio Simonetti, Argento consigue crear una historia quizá más "americana" de lo que nos tiene acostumbrados, pero sin perder su toque personal.

Dejando de lado características usuales en el Giallo, como los planos subjetivos, el film se centra en el juego modernizado del desquiciado serial killer de turno (eso sí, con guantes de cuero) y la acción es totalmente policial, sin periodistas ni jubilados investigando por su cuenta. La clásica intuición se sustituye por ordenadores, análisis de sonido o e-mails, mostrando a un Argento modernizado que sin embargo no pierde su maravillosa y estrambótica fotografía en algunas escenas brillantes del film, ni su imaginería morbosa y macabra (ni su humor, como muestra en la genial escena en la morgue).

Por ponerle alguna pega, los actores no siempre están a la altura, y el asesino puede llegar a ser predecible. Además, las partidas de póker y los términos informáticos usados pueden caer en el ridículo por momentos, así como los tópicos personajes (un irlandés borracho o un informático gordo, con gafas y granos) Por lo demás, una buena película de uno de los maestros del género, que luego mantendría el nivel en LA TERZA MADRE.

Película que en principio promete, con Dario Argento dirigiendo, el mítico Sergio Stivaletti encargado de los Fx y Max Von Sydow de protagonista (EL EXORCISTA más famoso de la historia del cine), pero que acaba siendo un aburrimiento de principio a fin, a ratos ridículo, con una peste a producto televisivo que tira de espaldas.

Precisamente lo único destacable son los efectos de Stivaletti y la puesta en escena en momentos puntuales de Argento. Todo lo demás hace aguas, desde el patético guión, con frases trilladísimas y situaciones absurdas, hasta las pobres interpretaciones, pasando por la música (Como es habitual en Argento, a cargo del grupo Goblin, que no hace honor a su merecida fama en anteriores trabajos con el director).

Mención especial al absurdo final, que es verlo (u oírlo) para creerlo. Pilladísimo. Argento en horas bajas.