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En lugar del Sr. Stein
En lugar del Sr. Stein (2017)
  • 5,6
    485
  • Francia Stéphane Robelin
  • Pierre Richard, Yaniss Lespert, Fanny Valette ...
6
Crítica de En lugar del Sr. Stein por Cinemagavia
En lugar del Sr. Stein es la nueva película del legendario cómico francés de 82 años de edad, Pierre Richard, aclamado unánimemente por la crítica por su interpretación de un viudo de 75 años que el descubrimiento repentino de los placeres de internet le brinda la oportunidad de volver a vivir de nuevo. La película está escrita y dirigida por Stéphane Robelin. Estreno el 25 de Agosto.

En lugar del Sr. Stein es la tercera película dirigida por Stéphane Robelin, asimismo de otros tres cortometrajes en su haber. Todas estas producciones además están escritas por el propio Robelin. Parece ser que el director siente cierta debilidad por los ancianos: su siguiente proyecto se basa en un hombre mayor del Frente Nacional que, muy a su pesar, se encontrará inmerso en el mundo de los sin papeles, su anterior película ¿Y si Vivimos todos juntos? (2011), trata sobre jubilados y examina la relación entre las generaciones en tono de comedia y, En lugar del Sr. Stein, se vuelve a hablar de un jubilado, esta vez conviviendo con el mundo de internet. Además en ambas películas comparten mismo actor protagonista, Pierre Richard.

El actor Pierre Richard es una leyenda de la comedia francesa que durante mucho tiempo, en la década de los setenta, fue el actor cómico más popular en Francia con películas como El Distraído (1970) o El Hombre alto y rubio con un zapato Negro (1972). El éxito de esta última supuso la realización de una secuela, dos años más tarde, en 1974, con La vuelta del gran rubio (con un zapato rojo). Ahora el actor de 82 años con más de 50 años protagonizando películas sin parar, se encuentra al frente de En lugar del Sr. Stein interpretando a Pierre, un personaje repleto de ternura y humanidad. Pierre Richard está respaldado en esta agradable comedia, por Yaniss Lespert, en su primera experiencia en la gran pantalla, tras siete años trabajando en la serie francesa Fais pas ci, fais pas ça (2007-2014).

En la película, Pierre (Pierre Richard) es un viudo de 75 años de edad que vive solitario sin salir de casa desde hace más de dos años, desde que perdió a su esposa. La causa es que la vida no tiene sentido sin ella. Se siente hundido, sin ilusiones, sin motivaciones, por tal motivo su piso de París es desordenado, su higiene personal está descuidada y no le interesa tener una dieta. Su hija Sylvie (Stéphane Bissot) quiere ayudarlo a superar su soledad y, de esta manera, recuperar su conexión con el mundo exterior. Con la esperanza de despertar su curiosidad, Sylvie pone a disposición de su padre un ordenador portátil para que pueda conocer a gente nueva. Ante la falta de conocimientos técnicos de Pierre para el manejo del nuevo artilugio, Sylvie, cansada de ver a Alex (Yaniss Lespert), el novio de su hija Juliette (Stephanie Crayencour), viviendo en su casa sin trabajo, lo contrata para dar un curso de informática e internet a su padre. Alex reticente en un primer momento acaba aceptando porque necesita dinero.

A Pierre se le brinda la oportunidad de volver a vivir de nuevo, gracias a la ayuda de un mundo desconocido para él llamado internet. Alex le enseña a manejar el ordenador y pronto acaba creando un perfil en un sitio virtual de citas y contactos. Allí conoce a Flora63 (Fanny Valette), una dulce y hermosa joven con la que decide marcar un encuentro. Pero existe un problema, la foto utilizada por Pierre es la de Alex y no la suya. El siguiente paso es convencer a Alex para que acuda a la cita en lugar de él. A partir de aquí comienzan los enredos, malentendidos y cambios de identidad que conllevará a que ambos disfruten de la vida.

Los paralelismos de En lugar del Sr. Stein con el clásico drama romántico Cyrano de Bergerac, de Edmond Rostand son muy evidentes. Estamos ante un Cyrano de Bergerac moderno, un impostor de la era de Internet que a través de su perfil en la página web de citas escribe frases y pensamientos que rebosan lirismo, sensualidad y poesía en una época donde este tipo de lenguaje resulta algo anticuado. Pierre esconde su edad al igual que Cyrano su nariz y, el poeta envía a un hombre apuesto a su adorada y hermosa prima Roxane mientras que Pierre hace lo propio con Alex para que acuda al encuentro de la hermosa Flora.

La ingenuidad con la que vemos a Pierre sumergirse en el mundo de las citas virtuales resulta bastante conmovedora, como comprobamos en la graciosa escena donde Pierre abre la ventana de casa en vez de la virtual. No se trata de una comedia de carcajadas sino más bien de sonrisas aunque hay un par de escenas muy divertidas, en concreto una para destornillarse de risa, en la que se presentan de forma inesperada a la casa de Pierre, su hija y nieta. Ante el asombro y estupor de ambas por encontrarse allí a Flora, la supuesta amante del anciano, y a Alex, el novio de Juliette.

Todo es bastante predecible En lugar del Sr. Stein pero no lo digo en un sentido peyorativo, porque desde un principio sabemos en el terreno donde estamos metidos y nos dejamos llevar de forma agradable porque Stéphane Robelin no se toma nada en serio. Es una farsa divertida y llena de humor que no tiene pretensión de conquistar premios en festivales, solo entretener y pasar un rato agradable y por eso funciona.

Se trata de una comedia amable que no causará muchas pasiones en el espectador pero tampoco creará una sensación de haber perdido el tiempo durante más de una hora y media que dura la película. Una divertida y alegre comedia romántica basada en malentendidos, que disfrazada de modernidad recuerda al humor sencillo de películas clásicas y utiliza como elemento clave en la trama los nuevos medios sociales de la comunicación actual.

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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cézanne y yo
Cézanne y yo (2015)
  • 5,4
    393
  • Francia Danièle Thompson
  • Guillaume Gallienne, Guillaume Canet, Déborah François ...
6
Crítica de Cézanne y Yo por Cinemagavia
La historia de Cézanne es contada a través de los ojos de su mejor amigo, Zola. Danièle Thompson se mantiene neutral y no toma partido por ninguna de las dos personalidades, a los que la obsesión por el trabajo, lo que querían conseguir era mucho más importante que cualquier otra cosa de sus vidas. Zola fue un escritor de gran éxito en su época y muy respetado, mientras que a Cézanne no le fue reconocido nunca su talento en vida. A día de hoy la figura de Cézanne es más importante e influyente en el mundo de la pintura que Zola en la literatura. Cézanne de ser un idealista compulsivo pasó a ser un notable post-impresionista, considerado el padre de la pintura moderna y una referencia para muchísimos artistas como vimos recientemente en la película Paula (Christian Schwochow), biopic sobre la pintora Paula Becker.

A principios de 1850, ambos artistas se encontraron por primera vez como escolares en Aix-en-Provence, en circunstancias completamente diferentes, Zola era inmigrante, hijo de un ingeniero italiano cuya muerte temprana dejó a su familia empobrecida, en cambio Cézanne pertenecía a la alta burguesía, su padre era banquero. Fascinados por el arte y la literatura, mantienen reuniones con frecuencia para compartir su pasiones comunes. A pesar de sus diferentes caracteres, su amistad es inquebrantable, comparten sus alegrías, esperanzas y decepciones. Cuando Zola se va a vivir a París siguen manteniéndose en contacto a través de cartas y se visitan cada vez que tienen la oportunidad.

La disparidad de criterios y desavenencias empeoró aun más, cuando Zola, escribe en 1886, La Obra, donde su personaje principal es un prometedor y fracasado pintor, retrato en el que Cézanne se ve dolorosamente reflejado. La película se inicia en 1888, con Paul Cézanne, después de un largo periodo de separación, visitando al afamado y próspero Emilio Zola a su mansión del norte de París. En la visita, además de reprender a su amigo de la infancia por el libro, aprovecha para recriminarle haber sucumbido a las comodidades de la burguesía. Un Cézanne gruñón y resentido atribuye parte del aburguesamiento de su amigo a la necesidad de sostener a la familia y anteponerla a sus principios, y Zola se resiente del idealismo y poco pragmatismo del pintor que prefiere la pureza del arte sin hacer ningún tipo de concesiones. Cézanne mantiene su intensa pasión creativa, trabajando en la soledad de Aix-en-Provence. Esta visita no se sabe si realmente tuvo lugar, no hay pruebas de ello, pero si pudo perfectamente ocurrir, por lo que Danièle Thompson se toma la licencia poética para imaginarse tal encuentro.

En Cézanne y Yo, la producción artística del dúo es tan importante como los enredos románticos, además de que contribuyeron a sus continuos enfrentamientos y piques. Zola se casó con la antigua modelo de Cézanne, según los rumores de la época, amante del pintor. La esposa de Zola (Alice Pol), fue una prostituta llamada Gabrielle que intenta escapar de su pasado creándose una identidad nueva como Alexandrine.

Con muchos saltos en el tiempo, Cézanne y Yo utiliza los flashbacks para ofrecernos un retrato completo de como fue la legendaria amistad entre ambas figuras, durante un periodo de casi 50 años, desde sus inicios como escolares hasta los últimos años de sus vidas. Las escenas de su temprana amistad en la niñez y en la juventud son agradables, llenas de espontaneidad pero excesivamente idílicas, mientras que las de su etapa posterior, en plena madurez artística e intelectual, son las más interesantes a través de sus continuas discusiones. En esta parte aparecen frecuentemente los dos amigos conversando, intercambiando pareceres y se siente como una especie de teatro filmado. Estas largas escenas llenas de diálogo ralentizan el ritmo de la película.

La fuerza de Cézanne y Yo radica principalmente en los buenos diálogos de los dos artistas, y en el talento tanto de Guillaume Gallienne, para interpretar de forma maravillosa a un Cézanne rebelde e inestable, como en el de Guillaume Canet para hacer lo propio con un Zola pragmático y más centrado. Hay celos profesionales, celos románticos, el reconocimiento de Emilio Zola como un genio por sus contemporáneos y el fracaso permanente de Paul Cézanne, a la sombra en el mundo del arte por artistas como Auguste Renior, Camille Pissarro, Eduardo Manet o Claude Monet.

A destacar los sublimes paisajes de la Provenza y los fantásticos juegos de luces del director de fotografía Jean-Marie Dreujou, que consigue, como si de una maquina del tiempo se tratara, transportarnos a mediados y finales del siglo diecinueve. La fabulosa imagen de Dreujou está presentada como si fueran cuadros de Cézanne. Cézanne y Yo se cierra con un maravilloso plano de la montaña de Sainte-Victoire para transformarse a través de un hermoso montaje en una de las muchas pinturas que Cézanne realizó en la zona.

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17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
La hora del cambio
La hora del cambio (2017)
  • 5,2
    884
  • Italia Salvatore Ficarra, Valentino Picone
  • Salvatore Ficarra, Valentino Picone, Vincenzo Amato ...
6
Crítica de La Hora del Cambio por Cinemagavia
La popularidad de los cómicos sicilianos Salvatore Ficarra y Valentino Picone es incuestionable en Italia, donde cada película estrenada se ha convertido en éxito. La Hora del Cambio, su quinto largometraje como directores y protagonistas, no es una excepción, ha sido la comedia más taquillera de la temporada recaudando mas de 11 millones de euros. Se trata de una divertida crítica no solo sobre la corrupción, sino de quién la permite, además de poner ante un espejo a la propia sociedad. Estreno el 11 de Agosto.

A Gaetano Patanè (Tony Sperandeo), tras mas de quince años como Alcalde de Pietrammare, un pequeño pueblo de Sicilia con vistas al mar, se le aparece por primera vez un opositor, el profesor de 50 años de edad, Pierpaolo Natali (Vincenzo Amato) . El nuevo candidato cuenta con el apoyo de una lista civil y un pequeño grupo de activistas que promete combatir la ilegalidad en favor de la transparencia absoluta. De forma sorprendente los vecinos, deseosos de un cambio, eligen a Natali como Alcalde. La nueva autoridad municipal se propone de forma firme terminar con la corrupción y falta de honradez tan característica del anterior gobierno y hacer prevalecer el Estado de derecho, pero no va a ser tarea fácil sobre todo para los que no están acostumbrados a seguir unas reglas.

Las primeras protestas surgen rápidamente por realizar exactamente lo que había prometido durante la campaña electoral, hacer cumplir las normas. Elimina todas las casas mal construidas en primera linea de costa, obliga a la iglesia a pagar el IBI, pone fin a unas tarjetas especiales para empleados municipales, peatonaliza las calles del centro, promueve una ciudad mas verde y ecológica al cerrar una fábrica por su alto grado de contaminación, crea mas parques y carriles bici para combatir los daños del coche e impone el reciclaje en todos los hogares. Además, tiene la osadía de obligar a pagar los impuestos y las tasas a todo el mundo. Todas estas promesas electorales le proporcionaron el triunfo, sin embargo, después de seis meses, tras llevarlas acabo escrupulosamente, son rechazadas por la población al considerarlas desproporcionadas y exageradas. El pueblo clama ahora por el regreso del antiguo Alcalde y exigen la dimisión de Pierpaolo Natali.

La Hora del Cambio es el quinto largometraje dirigido y protagonizado por el dúo de cómicos sicilianos, Salvatore Ficarra y Valentino Picone. Con esta película han decidido dar un giro sustancial a la temática a la que tienen acostumbrado a su público poniendo el objetivo en la política, en concreto en la corrupción, aprovechando los convulsos años de crisis e inestabilidad política en el país transalpino.

A la película se la tacha de oportunista y predecible en diferentes medios, por la cantidad de clichés y personajes estereotipados reflejados en la trama, sin embargo, a pesar de compartir también en parte esa idea, considero que además La Hora del Cambio ofrece una propuesta valiente, llena de escenas inesperadas y divertidas, con ingeniosas y ocurrentes referencias a otras películas, como la que hace alusión a la celebérrima escena de la cabeza de caballo cortada en la cama de El Padrino, que no quiero describir para no hacer spoiler, muy original y graciosa.

El mensaje de ambos cómicos es realmente triste y dramática porque ven a Italia como un país irrecuperable, donde el pueblo en el fondo se niega al cambio, a pesar de las numerosas protestas por los continuos casos de corrupción. Ficarra y Picone nos ponen al frente de un panorama bastante sombrío ante el cual es difícil sonreír a veces. En La Hora del Cambio existe un trasfondo dramático, mucha gente se puede reir por no llorar, porque un país que no puede conseguir la honestidad se puede considerar como algo aterrador y trágico. Estoy convencido que la trama y los personajes no parecerán tan ajenos al espectador español al finalizar la película, de hecho muchas situaciones provocan bastante gracia precisamente por resultar tan familiares.

Se trata de una comedia italiana sin ninguna pretensión ética o moral (aunque existe un trasfondo sobre la sociedad en general y la italiana en particular) cuya función principal es atraer y entretener al público, a través de una sátira donde se da la vuelta a los tópicos sicilianos e italianos. A una comedia de este estilo lo mínimo que exijo es que al menos me haga reír, y debo decir, que La Hora del Cambio me ha hecho reír bastantes veces a lo largo de su hora y media de duración, con lo que objetivo cumplido, independientemente de las dificultades técnicas empleadas para su realización.

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13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
La decisión del rey
La decisión del rey (2016)
  • 6,2
    1.430
  • Noruega Erik Poppe
  • Jesper Christensen, Anders Baasmo Christiansen, Katharina Schüttler ...
7
Crítica de La Decisión del Rey por Cinemagavia
La película describe muy bien cómo la familia real y los ministros escapan en un tren especial hacia Hamar, la forma en que la familia se ve obligada a separarse y cómo un gobierno prácticamente inoperante que intenta trazar una linea de negociación ineficaz con los alemanes, ve al rey como un auténtico líder. De hecho, el propio Führer, conocedor del carisma y capacidad de liderazgo del monarca, solo considera a Haakon VII como interlocutor válido en la negociación. El rey guiado por su profundo sentido de Estado y del deber, su gran capacidad de sacrificio y firmemente decidido a salvaguardar las instituciones democráticas y la dignidad de su país, toma la decisión mas osada y valiente a la vez, Noruega resistirá. Sin embargo, primero le dice a Curt Bräuer, que su país es una democracia y no una dictadura, cuya soberanía reside en el pueblo, por lo que no puede decidir a solas por los noruegos, y a continuación, comunica al gobierno que no puede ceder a las exigencias planteadas por los alemanes y que deben de ser ellos como representantes del pueblo los que tomen tal decisión, sin embargo, avisa de que si se rinden a los alemanes, él y su familia abdicarán.

Cuando Haakon VII murió en 1957 a la edad de 85 años, la simpatía y la popularidad del monarca entre la población era abrumadora. La monarquía en Noruega, sobre todo después de las acciones que tuvieron lugar en abril de 1940, es muy especial para los noruegos porque ha sido elegida por el pueblo. A pesar de que el rey puede nombrar y destituir gobiernos y estar en teoría por encima de la ley, tiene un mero papel representativo como vemos en la película. La actitud y decisión de Haakon VII supuso poner el bienestar de su pueblo por encima de la suya propia, no interferir en los asuntos de Estado, convertirse en un símbolo de la resistencia contra la ocupación nazi, y lo que es más importante, convertir a la monarquía en un icono unificador del pueblo noruego.

Es importante resaltar que La Decisión del Rey es un drama histórico y no una película bélica. Nadie espere una típica película de guerra llena de acción ya que Erik Poppe se centra en el diálogo y la diplomacia, con numerosas escenas filmadas en las salas de estar de la familia, en las oficinas gubernamentales y en los bosques nevados. Los realizadores dejan muy claro en los créditos, que La Decisión del Rey está inspirada en el libro de Alf R. Jacobsen, sobre los dramáticos acontecimientos vividos por la familia real en su salida de Oslo en 1940, por lo que la trama es ficticia aunque muy cercana a la realidad y basada en hechos históricos.

Las pocas escenas de batalla existentes en la película están muy bien realizadas. En La Decisión del Rey tan solo veremos dos secuencias de acción importantes, el mencionado ataque a la flota alemana y un tiroteo intenso en una zona de granjas a las afueras de Elverum, donde la Guardia Real Noruega con el apoyo de granjeros, jóvenes y cazadores de la zona, consigue parar los pies a los alemanes. Este ataque rodado magníficamente de noche, cámara en mano, en un espectacular ambiente nevado, consigue transmitir gran realismo y una sensación de agitación constante. Debemos tener en cuenta que, Noruega al ser un país neutral, su ejército no poseía armas de carácter ofensivo como granadas de mano para ser utilizadas en el asalto de trincheras enemigas e incluso la mayoría de su equipo estaba anticuado, por lo tanto el ejército noruego se centró solo en la defensa con rifles y ametralladoras.

Lo más interesante de La Decisión del Rey, sin lugar a dudas, son los abundantes diálogos entre el rey, Jesper Christensen, y su hijo, el príncipe Olav, interpretado por Anders Christiansen Baasmo a lo largo de todo el metraje. A pesar de las continuas discrepancias y diferencias existentes entre ambos, sienten un gran respeto y amor mutuo. Sus percepciones acerca de la guerra, la nación y el papel del rey son muy diferentes. El príncipe refleja un carácter impaciente y apresurado, además, su formación militar influye en sus decisiones, siempre encaminadas a rechazar todas las reclamaciones alemanas, mientras que el monarca, es una persona pragmática y con una importante formación humanista. La interacción entre Anders Baasmo Christiansen y Jesper Christensen es excepcional y la sensibilidad mostrada por Erik Poppe, para representar el antagonismo existente entre padre e hijo, entre la prudencia de la edad y el ímpetu de la juventud es uno de los puntos fuertes de la película. A destacar también, la interpretación del actor austriaco Karl Markovics (El Gran Hotel Budapest, Los Falsificadores) por su brillante papel de un embajador alemán que, a pesar de estar luchando en una batalla perdida, no renuncia nunca a conseguir un acuerdo diplomático para evitar la guerra.

El desarrollo narrativo de la historia depende de continuos intertítulos, encargados de identificar fecha, lugar y hora de los acontecimientos, muy necesarios para situar al espectador, sin embargo, al presentarse como un corte negro, rompe el ritmo de la película y, quizás, se podía haber evitado colocándolos en las mismas escenas.

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22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reparar a los vivos
Reparar a los vivos (2016)
  • 5,8
    552
  • Francia Katell Quillévéré
  • Emmanuelle Seigner, Tahar Rahim, Anne Dorval ...
6
Crítica de Reparar a los Vivos por Cinemagavia
Reparar a los Vivos es el tercer largometraje del director nacido en Costa de Marfil, Katell Quillévéré basada en la premiada novela del escritor francés Maylis De Kerangal. El libro explora los dilemas filosóficos de las donaciones de órganos y, aunque la trama es simple, Katell Quillévéré consigue dotarla de emoción y mostrar su visión humana sobre la interconexión de los seres humanos y el frágil milagro de la vida. El año pasado, Reparar a los Vivos, fue seleccionada para importantes Festivales de Cine como Venecia, Toronto o la Seminci de Valladolid. Estreno el 4 de Agosto.

En la séptima y última jornada de la Semana Internacional de Valladolid, Seminci 2016, tuve la ocasión de ver Reparar a los Vivos, de Katell Quillévéré, una película que nos lleva por el largo y triste camino de la donación de órganos cuyo inicio empieza por su propia aceptación. La historia comienza con tres jóvenes surfistas disfrutando de las olas de un mar revuelto. En el viaje de vuelta en coche, el agitado día les adormece y sufrirán un accidente en el que el único que no llevaba puesto el cinturón de seguridad, Simón (Verdet Gabin) se encuentra en estado de muerte cerebral mantenido vivo por las máquinas. Los padres de Simón se enfrentan a un dolor insoportable y difícil de digerir, pero los órganos están vivos y pueden servir para salvar la vida de otra persona, por lo que al final los padres aceptan la donación y aparece en escena Claire (Anne Dorval) que sufre una enfermedad del corazón y espera un donante. Ella será la elegida para recibir el corazón de Simón.

Reparar a los Vivos es mucho más que una película sobre la donación de órganos, es una representación de todas las personas que intervienen en el proceso. Se nos presenta a la familia destrozada que debe tomar tan delicada decisión, el equipo de médicos intervinientes en el proceso, desde mediadores a enfermeros, psicólogos, cirujanos…, para finalizar con la presentación de la esperanzada familia receptora de la donación.

Hay tres relatos distintos pero entrelazadas en la película que se muestran como un complejo caleidoscopio de historias y sentimientos. Los padres separados de Simón (Emmanuelle Seigner y Kool Shen) reunidos por una tragedia, perplejos ante el desastre que les ha tocado vivir; una madre soltera, Claire (Anne Dorval) a la espera de un trasplante de corazón y a la que vemos fumar un cigarro furtivo (quizás tenga algo que ver); y el grupo de profesionales médicos involucrados en el proceso de trasplante de órganos, en la figura del cirujano jefe (Bouli Lanners) encargado de informar a los padres de la muerte cerebral de Simón, la nueva enfermera (Monia Chokri) que ayuda a éstos a mentalizarse y acostumbrarse con la fatal pérdida al tiempo que cuida de Simón con sumo cariño y delicadeza, o el coordinador de trasplantes, Thomas Rémige (Tahar Rahim), acostumbrado a guiar a los padres desolados hacia su terrible decisión, con la delicadeza y fineza que se requiere en esos momentos.

En cierta forma, la película es casi una alabanza a la profesión médica, se necesita rápidamente extraer el corazón, conservar y mantener el órgano vivo durante su traslado (a veces largo viaje), para que finalmente un nuevo equipo médico realice el trasplante. Toda una serie de pequeños enlaces que permiten ese gran milagro: cuando una vida termina, a otra se le da la oportunidad de continuar. Al término de la película nos enteramos de todo el complicado proceso que conlleva una donación de órganos como si se tratara de un documental de ficción.

Conoceremos la perfecta sincronización de efectivos y medios existentes antes y durante la realización del trasplante, hasta el punto de presenciar, como si fuéramos alumnos de la Facultad de Medicina, la pericia en el manejo y la utilización del bisturí tanto para extraer el corazón de Simón, como para instruirnos sobre la incisión en el nuevo cuerpo donde se realiza el trasplante y poder contemplar el latido de este órgano que inicia una nueva vida. La intención de Katell Quillévéré es que veamos un trasplante de órganos como un espectáculo bello donde la muerte da paso a la vida y hacernos reflexionar sobre lo extraño que resulta ese equilibrio existente entre la vida y la muerte. Aunque entiendo perfectamente el mensaje de Quillévéré, según mi modesta opinión, se podía haber evitado alguna que otra escena de cirugía tan detallada y explícita.

La muerte del personaje principal en una película normalmente implica la finalización lógica de la historia, sin embargo en Reparar a los Vivos, simplemente supone el comienzo de la misma. Una serie de flashbacks nos permite conocer realmente a Simón tras su muerte, revisar su vida, conocer sus aflicciones, sentimientos y aspiraciones. La muerte prematura de Simón trae dolor para una familia y esperanza para otra, con lo que Quillévéré crea una exploración enternecedora no sólo de la muerte, sino también de la vida, el amor y la fragilidad. Resulta conmovedor ver a todos los personajes de Reparar a los Vivos, relacionarse unos con otros, mostrando tanta fragilidad, como si la vida misma fuese algo efímero. Katell Quillévéré realiza un brillante y emocional retrato sobre las vueltas inesperadas que da la vida.

Por limitación de espacio, el resto de la crítica en:

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3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tanna
Tanna (2015)
  • 6,2
    899
  • Australia Bentley Dean, Martin Butler
  • Mungau Dain, Marie Wawa, Marceline Rofit ...
7
Crítica de Tanna por Cinemagavia
Tras estudiar durante varios años a lo pueblos aborígenes de Australia, los documentalistas Bentley Dean y Martin Butler debutan en el cine de ficción con el largometraje Tanna, donde recrean una emocionante historia de amor y aventuras basada en hechos reales y protagonizada por los habitantes de la tribu de los Yakel, en pleno paraíso de la Polinesia. Un impresionante espectáculo visual, una de las cinco películas finalistas al Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa de 2016 (que ganó El Viajante, Asghar Farhadi) y los premios de la Crítica y Fotografía en la Semana de la Crítica del Festival de Venecia. Estreno el 28 de Julio.

Tanna es el nombre de una de las islas más grandes de La República de Vanuatu, un país insular localizado en el Océano Pacífico Sur. A Tanna llegó el Capitán Cook en 1774, primer europeo en visitar la isla atraído por la luz brillante del volcán en activo Yasur. La trama de la película se basa en una historia verdadera ocurrida en Yakel, uno de los pocos pueblos de la isla que conservan el estilo de vida tradicional de Kastom, donde todavía existen los matrimonios concertados como parte de su cultura. Según sus creencias, hay una serie de caminos, en un sentido metafórico, por los que están conectados las diferentes tribus de la isla, y en función del uso o las decisiones que se tomen sobre ellos puede originar la guerra o la paz, de esta forma se permite tanto el intercambio de cultivos y ganado como la aceptación de matrimonios arreglados.

En 1987, en Yakel, donde todavía existían los matrimonios concertados, una historia de amor con un trágico desenlace inspiró el cambio de sus costumbres o Kastom (del inglés custom, costumbre). De esta manera, Tanna, cuenta la historia de una joven pareja de enamorados, Wawa (Marie Wawa), nieta del chamán, y Dain (Mungau Dain), nieto del jefe, pertenecientes a la misma tribu. El sueño de un futuro juntos se tuerce cuando estalla una pelea con la etnia rival Imedin y de repente los dos amantes, se encuentran en medio de una situación fatal que nos recordará a la vivida por Romeo y Julieta. Después de que un imprevisto y violento incidente amenace una sangrienta guerra, ambas tribus negocian la paz. Parte de esos acuerdos se basan en ofrecer a Wawa como prometida a un miembro de la otra tribu. Sin embargo, el amor entre Wawa y Dain es tan fuerte que deciden oponerse al pacto y por consiguiente, a las tradiciones.

La primera mitad de la película, antes del suceso desencadenante de los enfrentamientos, los isleños parecen tener una existencia paradisíaca. Los directores Bentley Dean y Martin Butler nos presentan de manera inteligente la vida y costumbres de la tribu a través de los ojos de Selin, la hermana pequeña de Wawa (Marceline Rofit), una niña traviesa, de espíritu libre e inquieto, a la que vemos corretear y jugar constantemente. Observamos como en el poblado juegan y cantan en grupos grandes, siegan y recogen el forraje juntas y nadan en los ríos. Todo es alegría y diversión hasta que un día, cuando Seil acompaña a su abuelo (Albi Nagia), el Chaman de la aldea, al volcán Yasur para visitar a la deidad Yahul, son atacados por la tribu rival, los Imedin, quienes culpan al anciano del fracaso de sus cultivos.

Tras una reunión tribal se firma la paz, se acuerda el matrimonio de la hermana mayor de Selin con el Imedin que atacó a su abuelo y la guerra parece haberse evitado. Sin embargo, la joven pareja de enamorados no acepta ese trato y decide huir hacía el bosque. A pesar de que el jefe de la aldea recuerda a Dain como algún día será elegido para gobernar el poblado y, por consiguiente, debe aprender a sacrificarse por el bien de la comunidad o un anciano trata de persuadir a Wawa enseñándola una revista con fotografías del príncipe Felipe y la reina Isabel II, como un claro ejemplo de matrimonio arreglado que puede ser duradero y eficiente. Asimismo sirve para recordar a los espectadores, por muy insólito que parezca, como en nuestra sociedad “civilizada” también existen matrimonios arreglados para salvaguardar los intereses de una comunidad.

Bentley Dean tuvo la brillante idea de vivir en Yakel con su familia durante algún tiempo, una oportunidad única de conocer una cultura completamente diferente y de realizar una película en la isla. De esta manera, junto con su compañero Martin Butler presentó la idea y el proyecto a los miembros de la tribu de los Yakel, una comunidad que a pesar del estrecho contacto con el mundo moderno y civilizado, se mantiene apegada a sus tradiciones. Tras aceptar el proyecto, ambos realizadores estuvieron conviviendo con los aldeanos durante siete meses consiguiendo su confianza para captar y filmar todas sus costumbres, de esta manera se inició Tanna, interpretada por la misma tribu que vivió los hechos acaecidos en 1987, en los que se basa la película.

De este modo los isleños se interpretan a si mismos, son la primera vez que se ponen frente a una cámara para actuar, ninguno es profesional, gran parte de su población es analfabeta y las escenas se basan fundamentalmente a través de la improvisación. Las interpretaciones son muy naturales, llenas de magnetismo, y lo hacen verdaderamente muy bien porque se mueven e interactúan en su elemento. En parte se debe, a que la película está filmada enteramente en su lengua Nauvhal, los indígenas narran su propia historia con sus palabras, no siguen el dictado de ningún guión preestablecido y repasan de forma natural el legado dejado por sus antecesores. Todo ello dota al relato de una inmensa autenticidad y frescura, que compensa sobradamente la posible rigidez interpretativa de actores no profesionales.

Por limitación de caracteres, los párrafos finales que quedan con las conclusiones, puedes leerlos en:
Cinemagavia: https://cinemagavia.es/pelicula-critica-tanna/
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3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El invierno
El invierno (2016)
  • 6,0
    392
  • Argentina Emiliano Torres
  • Alejandro Sieveking, Cristian Salguero, Pablo Cedrón ...
6
Crítica de El Invierno por Cinemagavia
El éxito del realizador Emiliano Torres con su opera prima El Invierno, en el pasado Festival de cine de San Sebastián tras conseguir el Premio Especial del Jurado y el de Mejor Fotografía, augura un brillante y prometedor futuro para este director argentino. Se trata de una historia de supervivientes en un recóndito lugar de la Patagonia donde el tiempo parece haberse detenido y existe la angustiosa sensación de que el largo invierno nunca expira. Estreno el 28 de Julio.

La acción de El Invierno nos sitúa al sur de La Patagonia, en la provincia de Santa Cruz. En esta recóndita región con un clima tan duro, vive Evans (Alejandro Sieveking), un viejo capataz que lleva muchos años al frente de un rancho dedicado a la cría de ovejas. Entre un grupo de jornaleros que llegan a la finca para trabajar en unas exigentes condiciones laborales de 5 de la mañana a 5 de la tarde, se encuentra Jara (Cristian Salguero), un joven ranchero de 30 años, el cual ha realizado un largo recorrido de miles de kilómetros desde su ciudad natal, Corrientes, muy cerca de la frontera con Paraguay.

La adaptación del joven Jara al duro escenario es buena y poco a poco va afianzando su liderato en el grupo. Todo ello no pasa desapercibido al dueño y pronto comienza a fijarse en él. El astuto y perro viejo Evans es rápido para captar la amenaza que supone la presencia de un hombre mas joven que él y siente (con razón) que sus días están contados. El progreso es inevitable, la finca tiene nuevos propietarios con renovados planes e intereses. Cuando el encargado (Pablo Cedrón) informa a Evans que los dueños han decidido prescindir de sus servicios en favor de Jara, ese resentimiento generado entre ambos dejará de ser una simple amenaza para transformarse en algo más. Evans decide regresar a la ciudad para intentar reanudar su vida, sin embargo se dará cuenta que no puede renunciar sin luchar.

El despiadado avance del progreso y la globalización llega hasta el sur de la Patagonia más profunda. Santa Cruz es cada vez más dependiente del turismo, entre otros motivos, por un glaciar que atrae a miles de turistas al año. Todo ello provoca que el estilo de vida desarrollado en esta remota región, sin agua corriente, electricidad o WiFi, quede anticuado y deba de ser sustituido por otro más acorde a los nuevos tiempos. Por consiguiente, Jara también terminará siendo despedido.

Por la temática y los diversos giros narrativos utilizados a lo largo de la película, es difícil definir El Invierno. Puedo aventurarme a decir, que se trata de una mezcla de austera parábola sobre la codicia capitalista, retrato etnográfico, y suave thriller. Una especie de western argentino preocupado por el choque de dos modelos económicos diferentes, el modelo agrario sostenible y el basado en la nueva tecnología y el dinero.

Las interpretaciones, sin muchos diálogos, se centran en el gran trabajo del argentino Cristian Salguero (Paulina, 2015) en el papel de Jara y en el chileno Alejandro Sieveking (El Club, 2015) como Evans. El resto de personajes en el El Invierno no son tan trascendentales y giran alrededor de estos dos principales, aunque debo destacar, a pesar de su breve participación, el buen hacer de Pablo Cedrón como el encargado de la finca. En cuanto a la presencia de la mujer, los papeles femeninos son efímeros y aparecen de forma fugaz e irrelevante.

Destacar la fotografía de Ramiro Civita que capta de forma magnífica la austera belleza del entorno. El ritmo de la película del director Emiliano Torres es bastante lento por lo que aviso que será difícil de digerir por muchos espectadores.

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2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kedi (Gatos de Estambul)
Kedi (Gatos de Estambul) (2016)
Documental
  • 7,0
    1.653
  • Turquía Ceyda Torun
  • Documental, (Intervenciones de: Yaman Barlas, Arzu Göl) ...
8
Kedi (Gatos de Estambul) por Cinemagavia
Kedi (Gatos de Estambul) es un documental de la realizadora turca residente en Estados Unidos, Ceyda Torun, que retrata la capital turca a través del día a día en la vida de siete gatos con diferentes personalidades. Desde su estreno en EEUU el pasado 10 de febrero, Kedi ha recaudado casi tres millones de dólares hasta la fecha ($2,787,711 el 20 de julio) convirtiéndose en el tercer documental extranjero mas taquillero de la historia en Estados Unidos, por detrás de Bebés (Thomas Balmès, 2010) y Pina (Wim Wenders, 2011). Estreno el 21 de julio.

La directora turca Ceyda Torun muestra en Kedi cómo los gatos en Estambul vagan libremente por la ciudad en comparación con sus homólogos domesticados de otras partes del mundo que viven principalmente en las casas con sus dueños. Los gatos callejeros en Estambul son tratados de una forma muy parecida a las vacas sagradas de la India. Se trata de una ciudad predominantemente musulmana con una larga y consolidada historia ligada, desde hace miles de años, a un profundo sentimiento sagrado hacia este animal, debido a su vinculación con Mahoma. La tradición islámica habla de un gato protegiendo al profeta del acercamiento de una serpiente venenosa.

De entrada esta percepción resultará curiosa, sobre todo, para los que vivimos en el resto de Europa o Estados Unidos, donde no tendemos a dejar que los gatos se escapen del lugar, excepto dentro de nuestras casas y, además los mininos en la calle son capturados para ser enviados a refugios o centro de acogida de animales. De ahí el interés de Ceyda Torun en mostrar en Kedi ese sentido colectivo de los vecinos en Estambul por cuidar a los gatos callejeros y dejarles mantener su independencia. De esta forma, Kedi nos ofrece un nuevo e interesante punto de vista para entender la cultura de la ciudad e incluso una nueva perspectiva para comprender como abordar la vida.

Las personas entrevistadas en Kedi no son expertos, ni eruditos en materia gatuna, sino personas corrientes de la calle que conviven e interactúan a diario con los gatos en sus respectivos barrios, se encargan de cuidar a los felinos, darlos de comer o simplemente disfrutan contemplándolos. En Estambul los gatos en general no tienen un dueño oficial, sin embargo, encuentran siempre un lugar para llamar como si fuera su casa, consiguen a un humano amable y cordial para ser alimentados a diario, cepillados y llevados periódicamente al veterinario. Sobre este aspecto, uno de los entrevistados comenta a la cámara como la mayoría del vecindario tiene cuentas pendientes con el veterinario.

El documental Kedi defiende la tesis de la superioridad intelectual de los gatos sobre los perros, de hecho otro de los entrevistados comenta ante cámara que los perros ven a sus dueños como si fueran Dios mientras los gatos comprenden perfectamente el papel que juegan los humanos como intermediarios en un mundo superior, ” Los gatos saben que las personas actúan como intermediarios de la voluntad de Dios”. Por otra parte, Kedi realiza un homenaje a esa conducta casi de adoración en Estambul hacía los afortunados mininos, y vemos como algunas personas atribuyen poderes especiales a los gatos, “Ellos absorben toda su energía negativa”, dice un tendero. Otro entrevistado recuerda como una vez, cuando su barco de pesca fue dañado por una tormenta, un gato de forma sorprendente por no decir milagrosa, lo condujo hacía una cartera que contenía el dinero exacto para cubrir las reparaciones. En Kedi, observamos como Ceyda Torun y su director de fotografía Charlie Wuppermann realizan frecuentes tomas de atardeceres relucientes y, planos buscando inteligentemente el inmenso cielo acompañados por gatos, para resaltar intencionadamente la figura de un ser divino y misterioso.

En definitiva los gatos son muy especiales para las gentes de Estambul, muchos de ellos se conectan con los animales tan profundamente que consiguen curar sus propias heridas físicas, afectivas, emocionales y los vuelve a conectar con la vida. Por un lado, Kedi nos sirve para conocer una faceta peculiar de la historia de Estambul y por otro, un estudio sobre la naturaleza humana, ya que sostiene las diversas razones por las que los turcos han elegido coexistir con los gatos de esta manera. De alguna manera se trata de una relación simbiótica de la cual tanto los gatos como las personas se benefician, comida y cuidados a cambio de amistad y compañía.

Otro tema interesante que sale a relucir en Kedi es la amenaza directa a un modo de vida consolidado en las barriadas de Estambul, ya que a los problemas socioeconómicos y políticos de la Turquía actual de todos bien conocidos, hay que añadir un nuevo concepto de urbanismo en la ciudad, basado en la construcción de altos y ostentosos edificios que poco a poco van invadiendo el entorno y hábitat existente, para sustituirlo por otro con poca o ninguna preocupación por las personas desplazadas, y ni muchos menos por los gatos que llevan tantos años habitando allí. Ceyda Torun plantea una triste realidad para un futuro no muy lejano.

Por limitación de caracteres, los dos párrafos finales que quedan con las conclusiones, puedes leerlos en:
https://cinemagavia.es/documental-critica-kedi/
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28 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sieranevada
Sieranevada (2016)
  • 6,6
    1.218
  • Rumanía Cristi Puiu
  • Mimi Branescu, Bogdan Dumitrache, Catalina Moga ...
8
Crítica de Sieranevada por Cinemagavia
El director y guionista Cristi Puiu, considerado como uno de los iniciadores del llamado Nuevo Cine Rumano, llega a nuestras carteleras con su cuarto largometraje Sieranevada, tras cosechar excelentes críticas en el Festival de Cannes 2016 donde participó en la Sección Oficial. Sieranevada, rodada con cámara en hombro casi en tiempo real, presenta a una familia rumana reunida en un pequeño piso para conmemorar el fallecimiento de uno de sus miembros. El acto se aprovechará para sacar a relucir asuntos personales, realizar discursos fanáticos sobre el antiguo régimen comunista o buscar teorías de la conspiración sobre el 11 de septiembre. Estreno 21 de Julio.

La trama en Sieranevada comienza con Lary (Mimi Branescu), un médico que asiste con su esposa Laura (Catalina Moga), a una reunión familiar por la muerte de su padre hace 40 días. Algo muy habitual en la sociedad rumana donde amigos y familiares se reúnen después del entierro, cuarenta días más tarde, con el fin de hacer un primer homenaje al fallecido, posteriormente, al año, vuelven a realizar un segundo acto conmemorativo, para finalmente, homenajear al difunto a los siete años de su muerte. La última escena de Sieranevada, el director Cristi Puius refleja de forma clara lo extraño, casi absurdo, de la situación generada cuando una familia se reúne en honor a uno de sus miembros que ya no está entre ellos.

En la casa de la madre, toda una serie de amigos y familiares esperan al sacerdote para bendecir la reunión con ritual ortodoxo, después del cual se permitirá comenzar a comer el ágape preparado para tal acto, sin embargo el sacerdote se retrasa. La ansiedad y el hambre son abundantes ante la espera y, a pesar de los diferentes puntos de vista y creencias de los invitados, todos se esfuerzan por participar en el ritual de la mejor manera posible por el bien de la armonía familiar. Nadie realmente consigue comer, pero sí beben, y el espectador llega a tener la sensación de que la comida no va a empezar nunca.

Tras la reciente noticia del atentado al semanario satírico Charlie Hebdo, con la espera tenemos la oportunidad de escuchar a Sebi (Marin Grigore), el primo de Lary, divagar sobre posibles teorías de la conspiración, desde los atentados del 11 de septiembre al accidente nuclear de Fukushima. En la reunión salen a relucir también asuntos personales como el de la infidelidad, por este tema la tía Ofelia (Ana Ciontea) tiene una crisis con su marido Toni (Sorin Medeleni), y la hija de estos, Cami (Ilona Brezoianu), acaba de traer a casa una amiga croata que se derrumba en una habitación vomitando la borrachera. Además, una vecina hace llorar en la cocina a la hermana de Lary con una efusiva defensa del antiguo régimen comunista, y poco después descubrimos, el motivo de su llanto: el difunto padre tuvo que prestar sus servicios al régimen por obligación.

La mayoría de las casi tres horas de duración de Sieranevada, la cámara sigue de cerca a Lary en espacios reducidos, tanto en el interior de su coche presenciando las discusiones con su esposa Laura, como a lo largo de todas las estancias de la casa familiar repleta siempre de personas. También hay momentos donde la cámara toma cierta distancia, como la secuencia inicial en la calle, a la salida del portal de la casa del matrimonio, en la que llega a estar fija varios minutos en la acera de enfrente, filmando la espera de Laura a que su marido de la vuelta a la manzana con su coche para recogerla o la anterior en la que Lary se baja del coche aparcado en doble fila para llevar las maletas a su casa (para la mayoría de los espectadores ambas escenas resultarán eternas). Estas secuencia iniciales nos preparan para lo que va a venir a continuación.

Hay otro momento muy importante en la película, en el que vemos a Lary en la calle, en una inesperada trifulca con vecinos propiciada por el mal aparcamiento de su automóvil, tras la pelea, una vez en el interior del coche, la tensión generada sacará a relucir de su interior un recuerdo clave de la niñez sobre su padre, que le llevará a revelar con lágrimas en los ojos su propia verdad. Esta extraña escena de alguna manera constituye el clímax de la película. En resumen, la cámara siempre adopta una posición meramente observadora de los acontecimientos independientemente de la distancia.

La mayor parte de la película se desarrolla en un pequeño hogar de Bucarest, donde el espectador ve la reunión familiar a través de largas escenas filmadas con cámara en hombro, siguiendo el recorrido de los personajes por las diferentes estancias de la casa, las personas van y vienen de una habitación a otra y las puertas se abren y se cierran pero nunca golpean fuerte. Cristi Puius se instala de forma estratégica durante mucho tiempo, en el vestíbulo de la vivienda, para observar sin moverse del sitio, las continuas entradas y salidas a la cocina ahumada por el tabaco, al comedor donde está el banquete y al cuarto de baño que parece siempre estar ocupado. El resultado de todo ello es, por un lado, la sensación de estrechez algo opresiva y agobiante y por otro, dotar a la trama de una enorme intensidad y realismo.

Una de las características más interesantes de SieraNevada reside en la manera de como, poco a poco, vamos descubriendo la identidad y el parentesco de los diferentes personajes, la forma de relacionarse cada uno de ellos con los demás, lo que sienten con respecto al resto y las distintas historias que comparten. Así, cuando Lary no puede contener la risa al oír una discusión entre los tíos, podemos no comprender exactamente el motivo de la carcajada, pero igualmente compartimos la risotada al percibir la gracia que él ve en la rocambolesca situación.

Por limitación de caracteres, los dos párrafos finales que quedan con las conclusiones, puedes leerlos en: https://cinemagavia.es/pelicula-critica-sieranevada/
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5 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la Vía Láctea
En la Vía Láctea (2016)
  • 5,6
    960
  • Serbia Emir Kusturica
  • Monica Bellucci, Emir Kusturica, Sergej Trifunovic ...
6
Crítica de En la Vía Láctea por Cinemagavia
Regresa el director serbio Emir Kusturica después de 7 años desde su último largometraje para volver a ponerse detrás de la cámara con la película En la Vía Láctea protagonizada por una siempre bella Mónica Bellucci y el propio director, en su primer papel como actor protagonista de su carrera. Se trata de una historia de amor imposible con la Guerra de los Balcanes como telón de fondo, narrada con un fuerte componente simbólico donde la naturaleza juega un papel importante. Estreno 14 de Julio.

La mayoría de las películas de Emir Kusturica tienen como tema común la guerra, y en esta ocasión, no estamos ante una excepción porque la trama de En la Vía Lactea sobre una historia de amor imposible entre Kosta, un lechero serbio (el propio Kusturica) y, Nevesta, una misteriosa y bella mujer serbio italiana (Mónica Bellucci), tiene como telón de fondo la Guerra de los Balcanes. Emir Kusturica en este film no solo es el director sino que también forma parte del elenco de actores, aunque actuar no sea algo nuevo para él, si es la primera vez que lo hace como protagonista.

El personaje de Kusturica, Kosta, aturdido por la pérdida de su padre en la guerra, y a pesar del entorno horrible y violento en el que vive, está comprometido con la atractiva Milena (Sloboda Mićalović) y es feliz llevando la leche a los soldados. A la aldea llega Nevesta, con la intención de casarse con el hermano de Milena, un general (Miki Manojlovic) que está en la Guerra de Afganistán. Con la llegada de la bella Nevesta nada volverá a ser lo mismo, Kosta se enamora a primera vista de ella, y al poco tiempo, ese amor será mutuo, siendo este el detonante principal de los trágicos acontecimientos que se desencadenarán en la segunda mitad de la película.

En La Vía Láctea, Nevesta siempre es nombrada como la novia, nunca recibe un nombre y no sabemos mucho de ella. Tampoco cuenta con una historia convincente, es mitad italiana y mitad serbia, ha venido de Krajina, la autoproclamada república serbia a lo largo de la frontera con Croacia, quizás este hecho tenga alguna lectura e intención política por parte de Kusturica. La espléndida y bella actriz Mónica Bellucci, aunque en esta ocasión no esté a la altura de sus mejores actuaciones, su sola presencia devora la pantalla y se complementa muy bien con la interpretación de Emir Kusturica.

Desde las primeras escenas, la irracionalidad en la película queda patente. Existen dos elementos muy característicos a lo largo del metraje, el primero es el comportamiento bastante inusual de los animales: el burro obediente, a los gansos les encanta bañarse en sangre, la serpiente bebe leche, a un pollo le gusta mirarse al espejo y el halcón casi domesticado que puede bailar al son de la música. Todas estas escenas constituyen los momentos más simpáticos a la vez que absurdos de este drama surrealista y, a pesar de su vacua apariencia, están dotados de un fuerte simbolismo relacionado con la filosofía de Kusturica y su relación con la naturaleza (como ha manifestado el propio director). Los animales juegan desde un principio un papel importante como camaradas y protectores de Kosta, coreografiados de forma fabulosa con poderosas imágenes simbólicas de la sangre, el cielo, la tierra y el agua. Aunque sea una alegoría o estemos ante una hermosa oda llena de imaginación, las disparatadas y alocadas fantasías de En La Vía Láctea, en el fondo, tan solo tienen sentido en la cabeza de Kusturica.

El segundo elemento a destacar es la música, muy importante en las películas de Emir Kusturica. La música es divertida a la vez que conmovedora, y se complementa a la perfección con cada escena, siendo un eje fundamental de la propia historia. Sin la música las imágenes no serían lo mismo ni tendrían el mismo impacto. El ritmo de la música en esta historia de amor en tiempos de guerra es un signo de paz. Muchos momentos de éxtasis y diversión donde la música de los Balcanes suena de forma incontenible, a destacar en la que aparece Kosta tocando el címbalo y luego bailando con su bella amada Nevesta como una forma de olvidar la dureza de la guerra y lo que vendrá después.

El tono divertido y distendido de la primera parte, choca con los últimos 45 minutos de la película, donde los acontecimientos toman un giro apocalíptico, debido a la llegada de unas fuerzas especiales asesinas enviadas por el general, sediento de venganza. En este tramo final Kusturica divaga más sobre el realismo mágico, en donde los fieles amigos de Kosta, los animales, aparecerán en momentos cruciales para ayudar y salvar a la pareja de enamorados en su huida de los soldados por bellos paisajes fotografiados de los Balcanes. La dureza de la montaña, la dificultad del itinerario con las interminables extensiones de prados, amplios cañaverales, ríos de profundas aguas y los animales ocultos en los bosques supuestamente simbolizan la complejidad de su amor.

En la Vía Láctea es una comedia de humor negro, triste y melancólica. El trabajo realizado para conseguir las localizaciones de la película es uno de sus grandes méritos, con fotografías de paisajes realmente sorprendentes, montones de bellas imágenes naturales especialmente del principio. Emi Kusturica narra un cuento de hadas donde el amor, la música y la pasión consiguen superar la brutalidad de la guerra, y para explicar esto se sirve de la naturaleza y los animales como elementos simbólicos, además de una fantasía que a veces resulta algo exagerada.

Cinemagavia: https://cinemagavia.es/pelicula-critica-en-la-via-lactea/
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4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un minuto de gloria (Glory)
Un minuto de gloria (Glory) (2016)
  • 7,1
    1.245
  • Bulgaria Kristina Grozeva, Petar Valchanov
  • Stefan Denolyubov, Margita Gosheva, Milko Lazarov ...
8
Crítica de Un Minuto de Gloria por Cinemagavia
Un Minuto de Gloria es la segunda película, tras la Lección (2014), de los directores Kristina Grozeva y Petar Valchanov. En este film los directores, a través de una mirada muy irónica pero humana, vuelven con temas muy parecidos sobre la realidad social y la relaciones entre las personas donde aparecen héroes anónimos como Tzanko Petrov, el guardavía protagonista de Un Minuto de Gloria, que será sometido y doblegado por el sistema. Estamos ante la gran triunfadora del pasado Festival de Cine de Gijón donde consiguió los premios de Mejor Película, Premio de la Crítica y Guion. Estreno 14 de Julio.

Por inverosímil y rocambolesca que pueda parecer la historia de Un Minuto de Gloria, está inspirada en un hecho real ocurrido hace muchos años, cuando un trabajador del ferrocarril se encontró un millón de levs esparcidos por las vías y avisó a la policía para entregar el dinero. Este hecho provocó, tiempo después, que el Ministerio de Transporte le diera un nuevo reloj. Un Minuto de Gloria es la segunda película de una trilogía, después de La Lección, inspirada en historias reales de titulares de periódicos cuyo nexo de unión es el componente social de sus tramas.

En la película se nos cuenta como el departamento de relaciones públicas del Ministerio de Transporte bajo la figura de Julia Staykova (una extraordinaria Margita Gosheva), utiliza la honesta acción de Tsanko (Stefan Denolyubov) para organizar un acto público, cuya finalidad es impulsar su propia imagen algo deteriorada y, una oportunidad única para tapar ciertos escándalos que merodean a las altas esferas políticas. Durante la ceremonia Julia coge el reloj de Tzanko, prometiendo devolverlo después del acto, pues el Ministerio le va a ofrecer uno nuevo como recompensa, sin embargo, ella no lo hace. Tzanko desolado y confuso se queda sin su preciado reloj Glory, fabricado por la compañia rusa Slava y grabado por su padre, a cambio de uno nuevo digital barato que pronto deja de funcionar.

A partir de este momento la vida sencilla de Tsanko se transforma en una espiral de turbios y confusos acontecimientos, a veces un poco kafkianos y surrealistas, que van de mal en peor. Se verá obligado a lidiar con una burocracia inquebrantable e inútil para recuperar su querido reloj, y de esta manera, su frustración inicial terminará en rebelión. Tsanko comenzará una desesperada batalla, no solo por conseguir su reloj, sino también para restaurar su propia dignidad. Se ha convertido en un hombre totalmente descolocado que no puede retomar su vida anterior sin su Glory, acostumbrado a ponerlo en hora todos los días antes de salir a trabajar cada mañana. Es un símbolo que representa su sentido del orden, la tradición y la honestidad, además de un recuerdo familiar.

Un Minuto de Gloria es una tragicomedia, sagaz, lúcida y muy equilibrada. Una sátira con tintes de comedia negra que provoca en igual medida risas, tristeza e indignación, al ver como su honesto protagonista, es ridiculizado por sus propios compañeros de trabajo y se convierte en víctima de un sistema político corrupto.

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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llega de noche
Llega de noche (2017)
  • 5,5
    7.254
  • Estados Unidos Trey Edward Shults
  • Joel Edgerton, Kelvin Harrison Jr., Christopher Abbott ...
7
Llega de Noche por Cinemagavia
El director Trey Edward Shults que debutó con la multipremiada película Krisha, llega ahora con un nuevo trabajo en forma de thriller de terror psicológico, Llega de Noche, donde un adolescente se enfrenta a horrores cada vez peores tanto externos como internos, tras una gran catástrofe desconocida y muy virulenta. Estreno 7 de Julio.

En Llega de Noche sabemos que más allá de los bosques, hay un contagio no especificado que infecta al mundo exterior. Paul (Joel Edgerton), el patriarca de su familia, su esposa Sarah (Carmen Ejogo), y el hijo de ambos de 17 años Travis (Kelvin Harrison Jr.), han conseguido hacer de su casa un auténtico bunker con todas las puertas y ventanas cerradas para evitar el contacto con intrusos del exterior infectados. Aun así, la familia acaba de perder a uno de sus miembros infectado por el virus, el abuelo (David Pendleton). La única forma que tienen para sobrevivir es establecer una rutina y unas adecuadas precauciones, como llevar siempre una máscara de gas en las salidas al exterior y nunca salir por la noche.

Algo ha ocurrido en las ciudades, no se sabe exactamente que es, pero un primer plano sobre uno de los cuadros de la casa, El Triunfo de la Muerte, la obra más conocida del pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo, nos da una descripción simbólica de la situación. Tan solo sabemos de la existencia de una enfermedad contagiosa que mata a las personas en 48 horas, no se trata de una infección apocalíptica cuyos efectos devastadores transforma a todo el mundo en zombies, es algo mas sencillo y aterrador si cabe, es solo un virus que provoca la muerte.

Una noche el mundo/burbuja de la familia se verá amenazado, no por un zombie ni por un monstruo sediento de sangre, sino por un extraño llamado Will (Christopher Abbott) que irrumpe en su casa, creyendo que está abandonada en busca desesperadamente de suministros y alimentos para él y su familia. Después de inmovilizar y atar a Will en un árbol durante toda una noche para confirmar que no está infectado por la enfermedad, Paul decide ayudar a Will y su familia, compuesta por su esposa Kim (Riley Keough), y su hijo Andrew (Griffin Robert Faulkner), con la idea de compartir todos el mismo techo, establecer un frente unido y poder combatir de forma más eficaz todas las adversidades. Con la llegada de la nueva familia en el hogar, una nueva rutina se instala en el grupo, al tiempo que surgen inevitables conflictos entre ellos motivados principalmente por la desconfianza, el instinto de supervivencia y la lucha por preservar los intereses de sus respectivas familias.

A pesar del enfoque dado en su campaña de marketing tanto en marquesinas y carteles publicitarios como en vídeos, Llega de Noche no es una película de Terror al uso, no va de sustos fáciles y ramplones, ni de carnaza gore dirigida a un público adolescente. Nada de eso, Llega de Noche va más allá, en realidad es más compleja y personal de lo que aparentemente te hace pensar en un primer momento. En realidad es un drama de supervivencia cruel y opresivo, donde las reducidas escenas propias del género de terror aparecen casi en su totalidad, en las pesadillas nocturnas del adolescente Travis, a través de horripilantes visiones originadas por su miedo a la muerte y por la paranoia existente en su hogar.

Magnífica labor de Drew Daniels como responsable de la fotografía, que ya trabajó bajo las órdenes de Trey Edward Shults en su anterior y exitosa película, Krisha. Los escasos exteriores que aparecen en Llega de Noche están filmados de tal manera, que realzan de forma precisa y efectista, la sensación de aislamiento de unos personajes atrapados y enclaustrados en una remota casa, situada en el interior de un espeso bosque y rodeada de montañas, intentando escapar de una amenaza invisible. En cuanto al interior de la casa, Trey Edward Shults y Drew Daniels mantienen siempre la cámara en movimiento, deslizándose por pasillos estrechos y oscuros, iluminada sólo por la luz de la linterna del joven Travis en sus salidas nocturnas. El interior de la casa se nos presenta como un conjunto de espacios oscuros y claustrofóbicos que insinúan peligros ocultos en las sombras, aunque aparecen otros mas obvios, como la puerta roja situada al final del pasillo.

Llega de Noche no da nunca una explicación o respuesta clara a los diversos acontecimientos que se van sucediendo a lo largo de la película, ya sea para los personajes como para el espectador, y esto intensificará una percepción constante de desconfianza. Asimismo, la acción de Llega de Noche se limita a la casa y alrededores, en medio de un bosque, y el plantel de actores no sobrepasa la decena en todo el film, por lo que la historia podría perfectamente escenificarse en una obra de teatro. Desde un inicio, esta reducción tanto del espacio como de los personajes, unido al miedo, a la sospecha y la paranoia constante, provoca una sensación en el ambiente de agobio y claustrofobia irrespirable.

La película es una tensión constante, no baja la guardia nunca, tanto en las interacciones entre las dos familias como en las amenazas exteriores que acechan al grupo. Trey Shults Edwards tiene un talento increíble para crear una atmósfera inquietante basada principalmente en no saber nunca que va a venir a continuación. Nunca romperá ese aura de misterio dando explicaciones innecesarias, ni tampoco va a tratar de sorprendernos con un giro poco probable. Esta aparente sencillez narrativa y honestidad en su proceso creativo es precisamente lo que nos sorprenderá y finalmente nos desconcertará más. El objetivo final del realizador es simple y eficaz, sugerir amenazas que, aunque invisibles, se hacen presentes y reales.

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8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estados Unidos del Amor
Estados Unidos del Amor (2016)
  • 5,7
    784
  • Polonia Tomasz Wasilewski
  • Julia Kijowska, Magdalena Cielecka, Dorota Kolak ...
6
Estados Unidos del Amor por Cinemagavia
Estados Unidos del Amor es el tercer largometraje del joven director polaco Tomasz Wasilewski tras En una Habitación (2012) y Rascacielos Flotantes (2013) en el que narra la historia de cuatro mujeres, de generaciones diferentes, cuyos deseos de cambiar la vida y de hacer realidad sus sueños, están enmarcados en una época de profundas transformaciones políticas en Polonia. La película obtuvo el Premio al Mejor Guion en el Festival de Cine de Berlín del año pasado, al tiempo que estuvo nominada al Mejor Guion en los Premios del Cine Europeo 2016. Estreno 7 de julio.

La acción en Estados Unidos del Amor nos traslada a los años noventa, después de la caída del telón de acero y del muro de Berlín. Tras cinco décadas bajo un régimen comunista, en el que sobre todo las mujeres han sido objeto de estrictas y conservadoras normas sociales, se inicia una época aperturista donde las libertades de Occidente llaman a la puerta de Polonia, todo el mundo desea un cambio, un futuro mejor, y el país parece recién liberado. Ahora existe la sensación de que por fin, ha llegado el momento en el que todos los sueños y deseos ocultos pueden hacerse realidad, y en el que a las mujeres se las permite tomar sus propias decisiones y tratar de vivir sus sueños.

Estamos ante un país en el que recientemente ha descubierto los refrescos Fanta, los ejercicios aeróbicos para mantenerse en forma y moldear la figura, los pantalones vaqueros y la llegada de un cine hasta hace poco prohibido. Un nuevo cine hace su entrada en Polonia a través de la magia de Hollywood y de películas para adultos, pornográficas y con un alto contenido sexual. A los espectadores españoles nos recordará la época de la transición, cuando desapareció la censura franquista y surgió el llamado Cine del Destape donde se mostraron los primeros desnudos integrales, un cine de comedia casposa representado fundamentalmente por Fernando Esteso y Andrés Pajares. En Estados Unidos del Amor, una de las protagonistas regenta un videoclub, de los muchos existentes en aquella época y ahora desaparecidos con la nueva era digital, con sus estanterías repletas de cintas VHS, donde se podían alquilar “películas para adultos” y títulos estadounidenses (Rambo, Dirty Dancing o Pretty Woman, películas en el recuerdo del director Tomasz Wasilewski de aquella época, cuando era un niño de apenas diez años edad) censurados en la etapa anterior.

Bajo este contexto histórico Tomasz Wasilewski nos permite mirar en la vida cotidiana de cuatro mujeres. Agata (Julia Kijowska) es una mujer infeliz, atrapada en un matrimonio sin pasión y secretamente enamorada de un joven sacerdote al que no le puede expresar su amor y sus sentimientos. Iza (Magdalena Cielecka) es directora de una escuela de secundaria y mantiene una relación sentimental con el padre de una alumna suya que acaba de enviudar. Iza es una mujer luchadora y muy respetada por sus amigos y colegas de profesión, sin embargo, en los asuntos del corazón no la va tan bien. Karol (Andrzej Chyra) después de seis años de idilio con Iza, tras la muerte de su esposa, siente un remordimiento que no tuvo cuando estaba viva que le impide seguir con la relación. Aunque en Estados Unidos del Amor no sabemos la causa de su muerte, quizás pudo ser suicidio al enterarse de la relación extramatrimonial de su marido.

Las otras dos mujeres protagonizan el episodio final y más trágico, se trata de Renata (Dorota Kolak), una profesora de idiomas cercana a la jubilación que es objeto de despido y Marzena (Marta Nieradkiewicz), hermana pequeña de Iza, instructora de clases de aeróbic y exganadora de un concurso de belleza. Renata sin trabajo, parece ser que en el nuevo régimen ya no sirve para nada, vive sola con numerosas plantas y periquitos revoloteando por toda la casa. Se enamora de su vecina Marzena con la que trata de entablar una relación, sin embargo, su aventura termina en desilusión y soledad, porque ella prefiere a un fotógrafo de poca monta. Marzena es una mujer que como sus predecesoras se siente sola, infeliz, enjaulada en una vida que no desea y sueña todavía con una carrera como modelo. Su marido vive en Alemania donde encontró trabajo, al que solo ve a través de vídeos y no sabe si volverá a verlo.

La soledad, incluso en compañía, dentro de la propia familia es el denominador común de las cuatro vidas interpretadas de forma implacable por Dorota Kolak, Marta Nieradkiewicz, Julia Kijowska y Magdalena Cielecka, mujeres de diferentes generaciones en busca de una forma de salir la rutina diaria. Soledad agravada por la ausencia de amor y la necesidad de amar, de ahí que el deseo sexual sea la forma de salir de esa prisión y su esperanza para otra vida mejor. Las cuatro están unidas por un dolor desgarrador provocado por esa desoladora y tremenda soledad.

A destacar la bella fotografía de Oleg Mutu, responsable de la película 4 meses, 3 semanas, 2 días, que retrata de forma magnífica un mundo sombrío y frío, pintado en colores pastel, en diferentes tonalidades de azules y grises. Estados Unidos del Amor contiene una alta dosis de ironía, la nueva apertura ha traído consigo la frustración, al tiempo que una amarga y dulce liberación de la mujer contra la continua opresión ejercida de los hombres.

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3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los últimos años del artista: Afterimage
Los últimos años del artista: Afterimage (2016)
  • 6,4
    477
  • Polonia Andrzej Wajda
  • Boguslaw Linda, Aleksandra Justa, Bronislawa Zamachowska ...
7
La Teoría de la Visión frente al Realismo Socialista
La película, Los Últimos Años del Artista: Afterimage, se presentó el año pasado en la sección oficial del Festival de cine de Toronto. Al mes siguiente, en octubre, su realizador Andrzej Wajda moriría a la edad de 90 años, poniéndose fin a la carrera artística de uno de los directores más relevantes de la historia del cine polaco. En el año 2000, consiguió el reconocimiento de la Academia de Hollywood al recibir el Oscar Honorífico por su importante contribución al mundo del séptimo arte. En el mes de abril pasado, tuvimos la oportunidad de ver este film en la I edición del Festival Internacional de Cine de Barcelona – Sant Jordi. Se trata de un biopic sobre el famoso pintor vanguardista polaco, Wladislaw Strzeminski. Estreno 30 de junio.

No se a ciencia cierta si Andrzej Wajda fue consciente de que estaba al final de su vida cuando realizó este film, pero sin lugar a dudas Los Últimos Años del Artista: Afterimage es un precioso homenaje a dos ilustres figuras del ámbito de la cultura y el arte en Polonia, en el ocaso de sus vidas, cuyas obras, tanto en el cine como en la pintura, han tenido un amplio reconocimiento mundial. Andrzej Wajda tiene muchas cosas en común con Strzeminski, primeramente, en su fascinación por el arte y en especial por la pintura, lo que le llevó tras la guerra, a estudiar pintura en la Academia de Bellas Artes de Cracovia, antes de ingresar en la Escuela de Cine de Łódź.

Y en segundo lugar, por sus desavenencias y enfrentamientos con el poder establecido, cuya política estaba encaminada a limitar la expresión artística y a imposibilitar otras alternativas de pensamiento. Hay que recordar que debido a su admiración y simpatía por Lech Wałęsa, así como por el movimiento polaco del sindicato solidaridad, realizó El hombre de Mármol (1976) y El Hombre de Hierro (1981) con el propio sindicalista haciendo de si mismo. Esto propició que el gobierno polaco ilegalizara su productora de cine.

Los Últimos Años del Artista: Afterimage describe los cuatro años finales de la vida de Wladyslaw Strzeminski, desde 1949 hasta 1952, cuando la sovietización de Polonia fue más enérgica y el realismo socialista puso fin al multipartidismo y a las libertades civiles para imponerse como forma obligatoria de expresión artística. Los Últimos Años del Artista: Afterimage narra los enfrentamientos entre Władysław Strzemiński y el nuevo orden político establecido en Polonia que censuraba cualquier corriente que se alejara de sus dogmas basados en propagar la conciencia de clase y el conocimiento de los problemas sociales.

Andrzej Wajda investiga la vida y el arte de un pintor vanguardista y maestro excepcional, que fundó en 1934, el segundo Museo de Arte Moderno del mundo. Se convirtió en una figura admirada y adorada por sus alumnos y por la gente en general, respetado por intelectuales tanto dentro como fuera del país y, además, para muchos jóvenes como Wajda (en los últimos años de la vida de Strzeminski, el cineasta era un joven veinteañero) en un luchador por la libertad artística. El pintor se convirtió en una seria amenaza para las autoridades polacas de la época que intentaron por todos los medios doblegarlo y convencerlo para que cambiara de postura, sin embargo, el débil pero tenaz artista se negó a renunciar a sus ideas y principios, y no se sometió al gobierno polaco del periodo estalinista.

La película describe a una persona con una actitud terca y egoísta, que concibe el arte como una formación unida a la vida, que funciona dentro de ella, por eso su vida es por y para el arte, sin haber cabida para mucho más. De hecho renuncia a otras alternativas ofrecidas tanto por su hija (Bronislawa Zamachowska) como por una estudiante (Zofia Wichlacz) enamorada del artista. Además, Strzeminski, tenía mucho prestigio fuera de Polonia y amigos huidos del Este que podían haberle echado una mano, como Malevich, Kandinsky o Chagall, sin embargo prefiere afrontar la vida en solitario e incomprensiblemente sin pedir ayuda. Este aspecto no se entiende muy bien en la película y no explica con claridad el porqué de esa actitud.

Cuando Strzeminski se niega a seguir la línea del partido su vida se convierte en una auténtica pesadilla, pierde su posición de profesor, no le conceden la cartilla de racionamiento, al borde de la inanición, la desesperada situación en la que se halla le obligó a ganarse la vida como un humilde pintor de carteles y a montar escaparates. Andrzej Wajda describe las secuelas y el deterioro experimentado por su país tras la Segunda Guerra Mundial, además de mostrar como un pequeño pero poderoso grupo es capaz de imponer sus ideas al resto y coartar las libertades individuales de las personas.

El título de la película, Afterimage, se refiere a la Teoría de la Visión desarrollada por Władysław Strzemiński, según la cual una imagen se queda grabada en la retina, el ojo retiene una imagen posterior después de ser contemplada por el pintor, pero esta nunca será una duplicación exacta de la realidad como pretendía inculcar el Realismo Social, sino que estará influida por la personalidad y las emociones del artista. En el film, la muerte de su esposa, activará en la retina de Strzemiński los bellos ojos azules de su difunta mujer y por ello, vemos al artista teñir un ramo de flores blancas de azul y llevarlo a su tumba como una forma de expresar su recuerdo.

Esplendida interpretación de Boguslaw Linda en el complicado papel del artista Strzemiński que aprendió a pintar únicamente después de que le fuera amputada una pierna y un brazo tras la Primera Guerra Mundial, pero sobretodo, hay que destacar a la actriz de catorce años Bronislawa Zamachowska, como la hija del pintor, con una soberbia actuación ofreciendo los momentos más emocionantes de la película.

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8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Verano 1993
Verano 1993 (2017)
  • 6,8
    17.908
  • España Carla Simón
  • Laia Artigas, Bruna Cusí, David Verdaguer ...
8
Conmovedora historia a través de los ojos de una niña
Carla Simón dirige su primer largometraje, Verano 1993, basado en su propia infancia. La conmovedora historia de una niña de seis años que acaba de perder a su madre, es por el momento la película española mas galardonada del año, con los premios de Mejor Ópera Prima y el Gran Premio del Jurado Internacional de la Sección Gen. KPlus en el pasado Festival de Cine de Berlín, además de la Biznaga de Oro y el Premio Feroz de la crítica en el Festival de Málaga 2017. Estreno 30 de junio.

A raíz de la muerte de los padres de Frida (Laia Artigas) por el Sida, es enviada a vivir a un pueblo de montaña con el hermano de su madre, su tío Esteve (David Verdaguer), su mujer Marga (Bruna Cusi) y su hija, Anna (Paula Robles). La película está basada en las propias vivencias de la directora Carla Simon cuando en el verano de 1993 perdió a su madre y tres años antes había muerto su padre también. Verano 1993 se filmó en el mismo pueblo donde Carla fue enviada cuando tenía 6 años.

Demasiados cambios y tan transcendentales, en tampoco tiempo, transcurren en la vida de una niña de 6 años para poder asimilar y comprender: el traslado de residencia a un remoto pueblo diametralmente opuesto a su antiguo hogar (una concurrida y bulliciosa Barcelona), unos nuevos progenitores bajo la figura de sus tíos que se han convertido en los recientes tutores legales y una hermana pequeña de cuatro años con la que tiene que competir por las atenciones y el amor de sus nuevos padres. Ante la falta de una explicación convincente por parte de los adultos, Frida lucha de forma desgarradora por comprender lo que ha sucedido y adaptarse al nuevo entorno, se consuela con las visitas esporádicas de sus abuelos e inocentemente, con una virgen a la que lleva objetos para tratar de recuperar a su madre.

La soledad y el desconcierto de Frida están bellamente representados en las primeras escenas de la película y deja magníficamente retratado el tema principal de Verano 1993 a través del cual girará el resto del metraje, la figura de un niño tratando de combatir con su dolor interior, incapaz de exteriorizarlo y buscando un lugar en su nueva familia. En ese marco de confusión inicial, vemos a la niña desorientada observando a muchos adultos como invaden su casa de Barcelona, empaquetando todas sus pertenencias para hacer la mudanza. Allí, aparece Frida, casi siempre sola y si hay alguien más a su lado, apenas se hace visible, porque la cámara con constantes primeros planos de ella no se despega de su figura. Carla Simón centra toda la atención en las miradas y percepciones de la niña por su entorno y el mundo que la rodea, es decir, la cámara gira en torno a ella, de tal forma que, cuando no aparece en el encuadre, es como si estuviéramos viendo a través de sus ojos.

Es un emotivo drama, en el que a pesar de la dureza del tema tratado, Carla Simón jamás cae en el sentimentalismo fácil ni tampoco trata de manipular las emociones de los espectadores. La historia nunca toma el camino del melodrama sino más bien abre una ventana a la esperanza y, refleja de forma muy realista, el mundo a través de los ojos de una niña, que tras la pérdida de su madre intenta comprender el significado de la muerte. El nombre de la enfermedad de la madre nunca se menciona, se trata de algo vergonzoso y deshonroso para la familia en una época donde la información sobre el Sida era algo confusa y estaba relacionado, de forma equivocada, a un estilo de vida oscuro.

Las actuaciones de los adultos son correctas y tanto David Verdaguer como especialmente Bruna Cusí están magníficos en sus respectivos papeles. Sin embargo, uno de los mayores atractivos de Verano 1993 reside en la excelente interaccción de las niñas, Frida y Anna, encarnadas por Laia Artigas y Paula Robles. Sus actuaciones son increíblemente naturales, no parecen interpretar a nadie y si, interactuar de verdad. Debido a la espontaneidad y frescura que irradian ambas, da la sensación de ser observadas a través de una cámara oculta sin que ellas se den cuenta, jugando y hablando entre sí. Todo el mérito es para la hábil dirección de Carla Simón que ha sabido extraer de forma magistral esa naturalidad tanto en los diálogos como en el lenguaje corporal de los jóvenes actrices.

Una de las escenas donde vemos con mayor claridad esa espontaneidad y naturalidad de las niñas, de la que he hablado antes, es en la que ambas están jugando, Frida en una tumbona de piscina haciendo el papel de mamá, con la cara pintada, botas camperas, fingiendo que fuma y hablando de la misma forma que supuestamente lo hacía su madre con ella, y por otro lado, Anna haciendo de hija servicial preparándola la comida. Se trata de una simpática escena que produce sufrimiento y horror a la vez, porque dice mucho de la relación disfuncional que tenía Frida con su madre.

Verano 1993 es una conmovedora historia magníficamente dirigida por una realizadora novel, Carla Simón, filmada con mucha sensibilidad y ternura, con unas soberbias actuaciones de las dos niñas, Laia Artigas y Paula Robles, y como broche de oro, posee una poderosa y hermosa escena final que describe de forma magistral todo el sentir de Frida. En resumen, una maravillosa película que seguramente después de los créditos finales, nos la llevaremos a casa con cariño guardada en nuestra mente.
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122 de 165 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hermanos del viento
Hermanos del viento (2015)
  • 5,9
    708
  • Austria Gerardo Olivares, Otmar Penker
  • Jean Reno, Manuel Camacho, Tobias Moretti ...
6
La historia de un niño y un águila pretexto para filmar espectaculares imágenes de la naturaleza
Con algo de retraso llega a las salas de cine españolas, Hermanos del Viento, una coproducción hispano austriaca codirigida por los directores Otmar Penker y Gerardo Olivares. Su protagonista Manuel Camacho, nominado al Goya a Mejor Actor Revelación en 2010 por su papel en Entrelobos, vuelve a ponerse a las órdenes del director español Gerardo Olivares. El resto del reparto está formado por Jean Reno, Tobias Moretti y Eva Kuen. Esta película familiar sobre la profunda amistad entre un niño y un águila se estrena en cines el 23 de junio.

Un día, mientras la madre águila caza para traer comida a sus polluelos, estos mantienen una fuerte disputa en el nido, con el resultado final de la caída del más débil al suelo del bosque empujado por el otro. El destino quiso que fuera encontrado por Lukas y, así, salvarlo de una muerte segura. Lukas toma el nombre de Abel para el águila al abrir de forma casual la biblia en el célebre pasaje de los dos hermanos. El hilo conductor de la película reside en la profunda amistad existente entre el águila y el niño, cuyas vidas estarán conectadas para siempre.

La historia de Hermanos del Viento, ambientada en los Alpes en la década de los 60, trata sobre un niño llamado Lukas (Manuel Camacho) que vive con su padre (Tobias Moretti) en las montañas, la relación entre ambos es tensa y distante desde que murió la madre de forma desafortunada y, por tal motivo, ambos están traumatizados y apenas hablan entre sí. Lukas está mas conectado con la naturaleza que con su propio padre. A veces, incluso, da la sensación que son enemigos, de hecho el padre considera al águila un competidor y rival directo suyo para conseguir alimentos por lo que será objetivo prioritario para su rifle.

La película está codirigida por el director austriaco Otmar Penker, experimentado en documentales sobre la naturaleza y un especialista en reflejar la vida salvaje de los Alpes, y el director español Gerardo Olivares, cuyo trabajo anterior, Entrelobos, basado en la historia real de un niño en plena conexión con la naturaleza en la época de la posguerra civil española, tiene muchas semejanzas con Hermanos del Viento debido a que comparten mismo actor protagonista, Manuel Camacho, y siguen un mismo patrón temático, la relación del hombre con los animales y la naturaleza. Recientemente, el 13 de abril pasado, se ha estrenado la película El Faro de las Orcas, con la que su director Gerardo Olivares, cierra su trilogía sobre la naturaleza y la infancia.

Antes de nada, es importante mencionar que la relación entre padre e hijo es la parte menos interesante de Hermanos del Viento, de hecho me parece inconsistente, poco creíble y bastante aburrida al principio, y ñoña, cursi y pastelosa al final. Da la sensación de ser una trama de relleno, donde los directores intentan hacer un ridículo paralelismo, que no he terminado de comprender muy bien, entre la historia del niño y el águila con la trama familiar. De alguna forma, parece que el sentimiento de culpa de Lukas provocado por la muerte de su madre, intenta resarcirlo ayudando a Abel para que luche contra su hermano que lo expulsó del nido y recupere su vida salvaje. La figura de Danzer, el guardabosque encarnado por Jean Reno, será esencial en la vida de todos, por un lado actúa como mediador entre Lukas y su padre, en busca de una reconciliación, y por otro, colabora con comida y nociones de superviviencia para salvar al águila.

Lo mejor de Hermanos del Viento es la escasez de diálogos que dan paso a sorprendentes secuencias rodadas de animales interactuando en su hábitat, las espectaculares tomas aéreas donde la cámara sigue la estela del vuelo del águila como si fuera otra ave más, los emocionantes y bellos momentos de Abel en el nido desde su nacimiento hasta que es expulsado por su hermano y las hermosas vistas de los Alpes Nevados. El dicho de una imagen vale más que mil palabras queda magníficamente reflejado en la película con cada aparición de Abel y su familia delante de la cámara, sin hablar, son capaces de transmitirnos tantas emociones y sensaciones, y decirnos tantas cosas……..Una película muy familiar con un bello mensaje sobre la conservación y el respeto por la naturaleza.

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17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maudie, el color de la vida
Maudie, el color de la vida (2016)
  • 7,0
    4.754
  • Canadá Aisling Walsh
  • Ethan Hawke, Sally Hawkins, Kari Matchett ...
7
El color de la vida a través de la ventana
La realizadora irlandesa Aisling Walsh dirige la película biográfica Maudie, el Color de la Vida protagonizada por Ethan Hawke y Sally Hawkins. Se trata de la historia real de la pintora canadiense Maud Lewis, cuyas limitaciones físicas, debido a una artritis reumática, no la impidieron ser una célebre artista, considerada pionera del Arte Naïf. La película ha participado en numerosos festivales de cine, como Telluride, Sidney, la sección oficial de la Berlinale y el Festival de Cine de Toronto, donde fue recibida con grandes elogios en su premiere internacional. Estreno 23 de junio.

Maudie, el Color de la Vida cuenta la historia real de la pintora folk canadiense Maud Lewis, cuyos cuadros de colores vivos, pinturas aparentemente simplistas llenas de pequeños detalles incongruentes, como un mundo sin sombras, hojas de otoño en paisajes invernales e incluso bueyes de tres patas, se convirtieron en todo un icono cultural, cuya influencia y legado sigue siendo muy valorado en la actualidad. Maud Lewis está considerada dentro del mundo del arte como una gran pionera del Arte Naïf con innumerables colecciones grandes y pequeñas en toda América del Norte. No es de extrañar que su obra llegara a captar, por aquel entonces, la atención del presidente Nixon, de hecho, dos de sus cuadros fueron elegidos para permanecer en el interior de la Casa Blanca.

La historia de Maudie, el Color de la Vida comienza a la edad de 35 años aproximadamente de Maud. Tras la muerte de los padres de Maud, su hermano Charles vende la casa familiar. Se queda con todo el dinero para sí, se desentiende de Maud y la entrega al cuidado de su tía Ida (Gabrielle Rose). Con su tía vive enclaustrada, dedicada a las labores domésticas y con la sensación de inutilidad. Tengamos en cuenta que en aquellos años, una persona con ciertas discapacidades era tratada casi como si fuera una enferma mental. A pesar de la dificultad de movimientos por la artritis, no la impide coger un pincel para dedicarse a su gran pasión, la pintura, algo que enfurece mucho a su tía porque lo considera impropio para Maud. Parece que estamos ante una versión del cuento de cenicienta donde Maud está encerrada, a la espera de encontrar a su príncipe.

Maud es una mujer tenaz, con las ideas muy claras sobre lo que quiere en la vida y a pesar de que tiene una discapacidad física importante, no será un impedimento para luchar por conseguir que no la traten como un bicho raro, lograr su independencia, un trabajo, tener tiempo para dedicarse a pintar, un marido y amigos, es decir, aspirar al mismo estilo de vida si ella no hubiera tenido una artritis reumatoide. Sin embargo, es tratada por su familia como si no pudiera valerse por sí misma, lo que obliga a Maud a salir de casa en busca de libertad y de su anhelada independencia.

La oportunidad llega un día en una tienda de ultramarinos, cuando escucha a un pescador local llamado Everett, la necesidad de encontrar a una mujer que haga de cocinera, criada y sirvienta a la vez para su casa. Maud, con el anuncio arrancado del panel de la tienda, se presenta en la casa del pescador para ofrecer sus servicios. Tras varias negativas de Everett a su contratación, por considerar que una mujer con discapacidad no es una buena opción, al final accede debido a la persistencia de ella (en parte porque no tenia otro lugar a donde ir) y sobre todo, ante la ausencia de otras candidatas para ocupar el puesto.

Desde un principio Everett marcará unas duras y ofensivas normas a Maud, primero tienen preferencia los perros, luego las gallinas, y por último, ella como criada. Al principio observamos con cierta indignación, como ella soporta todo tipo de insultos y humillaciones, quizás porque necesita un lugar donde vivir, al mismo tiempo, deducimos que la actitud zafia de Everett puede ser como consecuencia de sus duras condiciones de vida y su estancia en un orfanato. En el fondo ambos tienen muchas cosas en común, la ausencia de padres, no han tenido una vida fácil y sienten rechazo e incomprensión por parte de la gente de su entorno.

Este personaje tosco, grosero y odioso interpretado por Ethan Hawke bajo la forma de un horripilante, hediondo y apestoso sapo terminará por convertirse en un príncipe azul que permanecerá al lado de Maud el resto de sus días. La magnífica interpretación y el eficaz desempeño de Ethan Hawke, logra que la compleja personalidad de un hombre analfabeto, inseguro y en ocasiones abusivo pueda parecernos comprensiva, transmitiéndonos más compasión que irritación. Mientras que Sally Hawkins saca el máximo rendimiento a su hermosa y tierna actuación, capturando la alegría de vivir de la artista hasta en los momentos de mayor deterioro físico por el empeoramiento de su enfermedad. El palacio donde vivirán felices y comerán perdices, es una cabaña de 3×4 metros, sin agua corriente ni electricidad, situada en un bello y pintoresco rincón de Nueva Escocia.

Las largas horas al día que pasa Maud sola en la casita de campo servirán para sacar a la luz todo su talento, a profundizar en su mundo interior y, a dedicarse en un principio a pintar el interior de la cabaña y realizar pequeñas tarjetas como si fueran fotografías a color que pronto se convertirían en todo un éxito en la zona, para después crear lienzos más elaborados. Su popularidad iba in crescendo, hasta el punto que captó el interés tanto de la televisión como de la prensa escrita, y a la casita del matrimonio llegaban personas de todo el país para comprar sus pinturas.

Maud Lewis tenía una perspectiva muy singular sobre el mundo y, sus pinturas de flores, paisajes y animales, poseían gran transcendencia a pesar de su aparente simplicidad infantil..........
No me admite más carácteres, continua en:

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15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Animal de compañía
Animal de compañía (2016)
  • 5,3
    3.059
  • Estados Unidos Carles Torrens
  • Dominic Monaghan, Ksenia Solo, Jennette McCurdy ...
6
Animales de Compañia
El director catalán Carles Torrens cuya formación cinematográfica es netamente estadounidense dirige su segundo largometraje, Animal de Compañía, con el que obtuvo el Premio al Mejor Guion en el pasado Festival de Cine de Sitges. Se trata de un thriller psicológico con un magnífico duelo interpretativo entre la pareja protagonista, Ksenia Solo y Dominic Monaghan. Estreno 16 de junio.

Como norma antes de ver una película intento leer sobre ella lo menos posible, para evitar cualquier condicionamiento, idea preconcebida o spoilers. En el caso de Animal de Compañía rompí mis reglas autoimpuestas de forma un poco inconsciente y leí bastante sobre ella antes de la proyección. Debido a que la mayoría de las críticas sobre la película eran bastante negativas y no la dejaban en buen lugar, estuve preparado para lo peor. Quizás, por ello, Animal de Compañía me ha sorprendido cuando la vi, y aunque no se trate ni mucho menos de una película de culto, para nada considero que sea mala. Mas bien, me ha parecido un film interesante y entretenido, gracias a su retorcida historia. Una modesta producción, que al igual que I Am Not a Serial Killer, el otro estreno de terror de este fin de semana, saca el máximo rendimiento a los medios disponibles: un mínimo presupuesto y tan solo 22 días para rodar.

En Animal de Compañia, un buen día, después de salir del trabajo, durante un viaje de autobús de regreso a casa, Seth (Dominic Monaghan), ve a una atractiva Holly (Ksenia Solo), un antiguo amor platónico, aspirante a escritora y compañera de clase en la escuela secundaria, que no lo recuerda y niega conocerlo. Seth no se da por aludido, no quiere dejar pasar el tren y está totalmente dispuesto a conseguir captar el interés de Holly hacía él. Para ello, Seth se sirve de las redes sociales para investigar en la vida de ella y, de este modo, descubrir sus gustos y aficiones, con el objetivo final de utilizar dicha información para seducirla.

La situación se convierte en un acoso en toda regla, la sigue hasta su casa, al restaurante donde trabaja e incluso a sus lugares de ocio. Tras una tensa y violenta situación donde Seth es sacado de un bar a puñetazos por el novio de Holly, descubre de forma fortuita el diario de ella en el suelo. Después de leer detenidamente el libro de Holly y conocer los secretos más íntimo de ella, Seth prepara un plan. Está convencido de haber descubierto la fórmula para ayudar a Holly y así, ambos poder encontrar el amor juntos. Para ello, como habrás podido leer en la sinopsis, encierra a Holly en una jaula de acero debajo del refugio de anímales donde trabaja.

Hasta aquí, la historia de un hombre posesivo, obsesionado con una mujer, aparentemente inofensiva, a la que trata de reducir y convertir en su objeto personal suena a película convencional, contada una y otra vez en el cine. Tenemos los ejemplos tanto de El Coleccionista (William Wyler, 1965) como de Tattoo (Bob Brooks, 1981), además, debemos mencionar las variantes mas gores y cercanas en el tiempo, cuya premisa también ha sido utilizada para innumerables películas de porno tortura o tortura erótica como las sagas de Saw o Hostel. El escenario a simple vista parece estar preparado para un juego de dominación y obsesión.

Sin embargo, Animal de Compañía, de forma sutil e inteligente subvierte las expectativas generadas por el espectador a través de una serie de giros inesperados muy en la linea de Hard Candy (David Slade, 2005) o Perdida (David Fincher, 2014), aunque evidentemente no llega a la altura de estas películas ni mucho menos, pero si consigue mantener la tensión y el interés hasta el final. No se pretende ofrecer simples secuencias de terror explotador, sino que se establece una brutal batalla dialéctica y sicológica entre Holly y Seth, y por consiguiente, un magnífico duelo interpretativo entre Ksenia Solo y Dominic Monaghan. De lo que se trata, al fin y al cabo, es describir la dominación y la posesión de otro ser humano no solo física sino también mental como ha manifestado el propio director español Carles Torrens.

Durante la primera media hora Animal de Compañía es la historia de una joven acosada por un admirador no deseado, sin embargo en la hora restante, cambia el rumbo por completo y se convierte en un fascinante estudio de dos complejos personajes enfrentados en un duelo psicológico envuelto en un entorno oscuro y retorcido. Por raro que parezca, rápidamente descubrimos y comprendemos el razonamiento de Seth para encerrar a Holly en una jaula, y poco después, a medida que se desarrollan los acontecimientos, empezamos a preguntarnos cual de los dos posee mayor grado de enajenación mental.

Animal de Compañía no es una película de terror propiamente dicha aunque contenga algunos momentos aterradores y siniestros, sino más bien es un thriller psicológico e impredecible con un tono irónico de comedia negra. La película, a pesar de sus limitaciones, es atractiva y entretenida, aunque la obsesión del guionista Jeremy Slater por querer rizar tanto el rizo con numerosos giros impredecibles provoca la aparición de algunas lagunas en la trama. Además, los casi doce años de diferencia en la vida real entre Dominic Monaghan y Ksenia Solo, parece una distancia bastante considerable como para creernos que ambos coincidieran en la escuela de secundaria.

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5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
I Am Not a Serial Killer
I Am Not a Serial Killer (2016)
  • 5,6
    4.029
  • Irlanda Billy O'Brien
  • Max Records, Christopher Lloyd, Laura Fraser ...
6
El Psicópata detective
I Am Not a Serial Killer del director irlandés Billy O’Brien, consiguió el Premio a la Mejor Película en la Sección Panorama del pasado Festival de Sitges, además de, Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor (Max Records) en el Festival de Cine de Terror de Molins de Rei 2016. La historia de un joven sicópata que lucha por frenar sus impulsos homicidas, al mismo tiempo que persigue a un asesino en serie suelto por la ciudad, está protagonizada por Max Records (Donde viven los Monstruos), Laura Fraser (Destino de Caballero) y Christopher Lloyd (saga Regreso al Futuro). Estreno 16 de junio.

La historia de I Am Not a Serial Killer se centra en John Wayne Cleaver (Max Records), un adolescente que lucha contra su personalidad asesina, contra una voz diabólica que lo pueda conducir a la locura y a un deseo irrefrenable para matar a alguien. Está diagnosticado como psicópata al cumplir la tercia de rasgos de la personalidad que conforman el denominado Conjunto McDonald o la Tríada de MacDonald. Se trata de la teoría formulada por el psiquiatra forense neozelandés, John Marshall MacDonald, y publicada en 1963 en la revista American Journal of Psychiatry, según la cual, hay tres características comunes en la mayoría de psicópatas y sociópatas: enuresis nocturna, piromanía y maltrato animal.

John Wayne Cleaver consciente de su disfunción lleva un estricto seguimiento médico con visitas regulares a un psiquiatra (Karl Geary), además controla cuidadosamente su comportamiento con una serie de reglas, cuyo fin es mantener sus propios instintos asesinos bajo control y llevar una vida adolescente normal. No es tarea fácil para John al ser el blanco de los matones de la escuela, que lo provocan constantemente y cuestionan sus tendencias homicidas. Al mismo tiempo, John está obsesionado y fascinado por célebres asesinos en serie como Dennis Rader (el asesino BTK) o Jeffrey Dahmer, de los que se documenta y recopila información, para luego dejar sus reflexiones en especie de ensayos sobre la personalidad de cada uno de ellos.

La presencia en la pequeña ciudad de una serie de extraños asesinatos, con brutales mutilaciones como denominador común, parece indicar la aparición de un asesino en serie. La obsesión de John por estas muertes y la detección de algunas pistas perdidas por la policía, hacen que se embarque en una investigación para dar caza al criminal suelto por la ciudad, y a participar en un mortal juego del gato y el ratón con un enemigo insólito, así como a luchar contra sus propios demonios internos. Estos asesinatos irónicamente contribuyen a aumentar los ingresos del negocio de su familia, una morgue. En ella, John ayuda a su madre (April Cleaver) en el proceso de preparación de los cadáveres antes del servicio funerario.

En lugar de mantener la intriga hasta el final, la identidad del asesino se revela rápidamente en I Am Not a Serial Killer. Con este aspecto, se crea cierta sensación de que Billy O’Brien y su guionista Christopher Hyde podrían haber alargado un poco más la incertidumbre a la hora de enseñarnos al homicida, y de esta forma haber conseguido intensificar más la tensión y el clímax. Sin embargo, el interés de la película se centra en la forma que tendrá John de elaborar trucos ingeniosos para derribar al monstruo asesino ya que cuando avisa a la policía sólo conduce a más víctimas.

Con I Am Not a Serial Killer tenemos la percepción de estar viendo una original e intrigante B-Movie (o cine de serie B) con ambiente de los años 80, en gran parte por estar filmada en 16 mm y por ciertas pinceladas de humor negro distribuidas de forma ingeniosa a lo largo del metraje. Es una película difícil de catalogar ya que ni sigue la estructura de un film de asesinos en serie ni tampoco se la puede etiquetar como una cinta propiamente de terror, y esto que, en teoría, puede dificultar notablemente su comercialización, sin embargo, para mí, es donde reside su originalidad e interés y lo que convierte a I Am Not a Serial Killer, en un elegante y seductor thriller.

Billy O’Brien tiene la habilidad de encontrar diferentes maneras de hacer que lo trivial parezca amenazante, y su director de fotografía Robbie Ryan la maestría para usar con efectividad los contrastes de luz y sombras. Esta película de cine indie optimiza de forma increíble su modesto presupuesto de menos de un millón de euros con una más que digna producción y, consigue que su final a penas se resienta, a pesar de sus limitaciones, a la hora de filmar con imágenes generadas por ordenador (GGI).

Cuenta también con la esplendidas actuaciones del veterano actor, Christopher Lloyd, al que todos asociaremos rápidamente como el profesor chiflado de la trilogía del Regreso al Futuro, y la de un joven actor, Max Records que, en Donde viven los Monstruos (Spike Jonze, 2009) ya dio muestra de su saber hacer. Excelente duelo interpretativo mantenido por ambos, con una actuación cuidadosamente contenida de Max Records, y un genial Christopher Lloyd, en un papel muy diferente al que nos tiene acostumbrados, retratando a un vecino bondadoso, afable y débil que vive al otro lado de la calle. Sin embargo, más tarde, conoceremos su verdadera y siniestra personalidad.

La peculiar atmósfera de suspense generada por sus paisajes nevados, el tono de la trama salpicado de comedia negra y su rodaje en Minnesota nos recuerda irremediablemente a Fargo. De alguna manera podríamos decir que I Am Not a Serial Killer se sitúa a medio camino entre la obra maestra de los hermanos Cohen, la exitosa serie de Netflix, Stranger Thing y alguna de las muchas adaptaciones de novelas de Stephen King. A pesar de todo, al final, me queda la sensación de oportunidad desperdiciada, quizás, por la falta de medios y, porque hay muchas subtramas abandonadas sin desarrollar.

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6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El sueño de Gabrielle
El sueño de Gabrielle (2016)
  • 6,0
    1.451
  • Francia Nicole García
  • Marion Cotillard, Louis Garrel, Àlex Brendemühl ...
6
El mal de piedras, el mal de amores
El Sueño de Gabrielle estrenada en la sección Oficial del Festival de Cannes del año pasado está basada en la novela Mal de Pierres de la escritora italiana Milena Agus. La película dirigida por la exactriz Nicole Garcia y protagonizada por Marion Cotillard, Louis Garrel y Alex Brendemühl nos cuenta la historia de una mujer en busca de su amor verdadero. Estreno 9 de junio.

Nicole Garcia y su guionista Jacques Fieschi sitúan la acción de El Sueño de Gabrielle, en un pequeño pueblo del sur de Francia, recién acabada la Segunda Guerra Mundial, en vez de Cerdeña como en la obra original. La película nos cuenta la historia de Gabriella ( Marion Cotillard) en una época en la que soñar con el amor verdadero es considerado escandaloso o incluso una muestra de locura. Gracias a esa locura, nunca abandona sus sueños y la búsqueda de ese fuerte deseo carnal que ella llama la cosa principal.

Gabrielle es una mujer bella y solitaria que no sabe manejar muy bien sus impulsos sexuales. Los padres de Gabrielle preocupados por la salud mental de su hija, cada vez más inquieta y exaltada, preparan un matrimonio de conveniencia con José (Alex Brendemühl), un emigrante español, albañil de oficio. Después de sufrir un aborto y descubrir que tiene problemas en el riñon, Gabrielle es convencida por su marido para tratar su enfermedad durante unas semanas en una clínica en los Alpes. Allí encuentra ese gran amor de su vida, ese momento frenético que dará sentido a su existencia y esa pasión que nunca tuvo con su marido en la figura de un teniente francés muy enfermo, llamado André Sauvage (Louis Garrel). Luchará con todas sus fuerzas y pasión para impedir que nada ni nadie pueda arrebatárselo. Marion Cotillard da vida a un personaje cuya semblanza nos recuerda a Madame Bovary por su intento de vivir un amor apasionado.

Nicole Garcia y Jacques Fieschi al escribir el guion intentan desviarse de la historia original de la novela sin traicionarla. Sin embargo, optan por el melodrama puro, a través de un triangulo amoroso, cuyo artificial final parece más una parodia de un film de M. Night Shyamalan que una reminiscencia de esos melodramas de corte clásico realizados por Hollywood y Europa décadas atrás como he leído por ahí. El Sueño de Gabrielle con un ritmo algo lento, comienza en la parte final de la historia y utiliza el flashback para situarnos 17 años antes, haciendo un recorrido en la sufrida vida de Gabrielle hasta ese momento.

Lo mejor de El Sueño de Gabrielle, sin lugar a dudas, es la magnífica actuación de Marion Cotillard. Lleva todo el peso de la película, la cámara la sigue constantemente sin perder nunca la más mínima expresión de su rostro. A pesar de estar soberbia en la interpretación de una mujer emocionalmente volátil, que sufre de depresión además de opresión, no puede hacer nada con un personaje poco creíble en su desesperado y obsesionado deseo de experimentar un amor eterno. Además hay que destacar la bella fotografía de Christophe Beaucarne llena de paisajes bucólicos, realizada en escenarios naturales de Aix-les-Bain en Saboya y en los Alpes de la Alta Provenza.

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