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Objetivo: Londres
Objetivo: Londres (2016)
  • 4,8
    10.092
  • Estados Unidos Babak Najafi
  • Gerard Butler, Aaron Eckhart, Morgan Freeman ...
4
Un acción salida de la cadena de montaje hollywoodiense.
Nada nuevo bajo el sol. Babak Najafi (director experimentado en largos suecos) le toma el relevo a Antoine Fuqua en esta saga de tiros sin ton ni son, y el resultado no es demasiado diferente al del film predecesor "Objetivo: La Casa Blanca" (2013). El Presidente de los Estados Unidos (Aaron Eckhart) viaja con su guardaespaldas y mejor amigo (Gerard Butler) a un funeral de estado en Londres, donde se han congregado todos los jefes de Estado... pero no saben que se ha urdido un complot para acabar con todos ellos y realizar una matanza por toda la ciudad de paso.

"Objetivo: Londres" no engaña a nadie que haya visto la cinta anterior (que no evitaba ser un compendio de tópicos más que abordados en los blockbuster de acción norteamericanos. Extranjeros terroristas malvados, un presidente que es una recopilación de atributos (bondadoso, listo, ágil, buenorro, honrado, compasivo, etc.) y una sucesión de escenas de acción donde los malos tiene más balas que las existentes en todo el planeta Tierra, y donde los buenos tienen más vidas que la gata Esperanza Aguirre y son más listos que Stephen Hawkins y Will James Sidis juntos). Pero, si bien "Objetivo: La Casa Blanca" contaba con un progreso argumental tópico pero fluido... éste es directamente tópico sin más.

Pues que "Objetivo: Londres" iba a ser una americanada donde solo el Presidente y sus trabajadores cercanos son capaces de salvar a todos los heridos de unos atentados y apresarlos (con banderas de barras y estrellas ondeando al viento y música cursi de circunstancia) era lo esperado. Pero que el asunto llegara a aburrir en tantas ocasiones tal vez no era lo que el espectador medio hubiera deseado (ni siquiera el más fan del cine de acción va a evitar pedir la hora durante la cinta. Y eso que esta segunda parte dura algo menos que la primera).

Y la culpa la tiene un tratamiento de sus situaciones tan superficial y trivial como unidimensional y arquetípico (¡vamos, que ésta no es una cinta de acción con ataque terrorista a lo "Día de patriotas" (2016) o "World Trade Center" (2005), ambas de lo más recomendables por cierto!) Un desarrollo de las acontecimientos grisáceo y tan solo centrado en mostrar los efectos especiales de puentes destrozados, coches en llamas y metralletas a toda máquina. Por ello "Objetivo: Londres" es incapaz de despertar el interés del espectador medio, que observa la cinta con indiferencia y distancia.

No niego que distraiga a ratos gracias a su C.G.I. tan conseguido y a sus planos dinámicos en ese Londres tornado en un campo de batalla, ¡pero vamos!, ¡qué la batalla no tiene las vicisitudes de "La chaqueta metálica" (1987) o la garra de "Black Hawk derribado" (2001)!

Y así con esto, los actores tiene poco o nada que hacer. Pues sus roles ni tan siquiera tienen diálogos que ocupen más de una página. Desde luego su trío protagonista ha tenido mejores materiales en los que desplegar su talento actoral ("Million Dollar Baby" (2004), "El Caballero Oscuro" (2008), "El soldado de Dios" (2011), etc.)... incluso si de cintas comerciales de mero pasatiempo se trata (me vienen a la mente "Como Dios" (2003), "Sin reservas" (2007) o "El fantasma de la ópera" (2004)). Pero en "Objetivo: Londres" no tienen ni la oportunidad de rescatar una cinta que tiene claro su objetivo pero que lo logra muy a duras penas. Un entretenimiento que va camelando por su puesta en escena de gran producción, de fotografía equilibrada, de realización orgánica y de efectos especiales competentes... pero que va alejando sin remedio por culpa de la cotidianeidad de su devenir a nivel de guion. No es recomendable ni como cine palomitero... a no ser que se sea muy fan de alguno de sus intérpretes, de la acción pura de espectáculo sin una mínima historia consistente (a lo "Dos policías rebeldes" (1995), "Wanted" (2008) y demás). "Objetivo: Londres" no es capaz de llegar al nivel de amenos blockbusters de acción como "Shooter" (2007), "John Wick" (2014), "Desperado" (1995), "El rascacielos" (2018) o la saga de "A todo gas" entre otras (y por supuesto está a años luz de "Jungla de cristal" (1988), "Red de mentiras" (2008) o de "El caso Bourne" (2002) y sus secuelas si de cintas de acción se trata), más bien se queda a nivel global en un "Géminis" (2019), un "Sin salida" (2011), un "La sombra de la sospecha" (2006) o un "La fría luz del día" (2012).

Lo mejor: Su C.G.I.
Lo peor: La forma de tratar las escenas por parte del guión (cero diálogos, cero drama, cero humor, cero intriga. Solo explosiones, tiros, chillidos y frases patrioteras norteamericanas de lo más tópicas).
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Jurassic World: Dominion
Jurassic World: Dominion (2022)
  • 4,8
    14.258
  • Estados Unidos Colin Trevorrow
  • Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, Laura Dern ...
6
La misma fórmula, una buena fórmula.
Colin Trevorrow ("Jurassic World" (2015), "El libro de Henry" (2017)) regresa a la saga jurásica que inciara Steven Spielberg en 1993 (adaptando la novela de Michael Crichton del mismo nombre). Una saga en la que los dinosaurios han regresado a la Tierra gracias a los avances a la hora de configurar el ADN del triásico con huéspedes que les infundan vida de nuevo. Pero lo que a priori iba a ser una atracción de feria para los humanos... acaba como suele acabar en esta saga, con huidas, combates y muchos sustos curiosos.

"Jurassic World: Dominion" se mueve por los mismos derroteros que todas las cintas anteriores de esta saga (y es que, si algo funciona... ¿para qué cambiarlo?) y esta vez aporta más cohesión argumental que "Jurassic World": El reino caído" (2018), "Jurassic Park: El mundo perdido" (1997) o "Jurassic Park III" (2001)... pero menos que en "Jurassic Park" o "Jurassic World". Digamos que "Jurassic World: Dominion" es una cinta intermedia en su sentido del entretenimiento congruente. Y es que el guion no ofrece una trama de ahínco maduro y multiversado en sus facetas de intriga, drama o humor (tampoco es que esta saga se caracterice por guiones al nivel de los largos estandartes sci-fi como "Alien, el octavo pasajero" (1979), "La guerra de las galaxias" (1977), "Terminator 2" (1991) o "The Matrix" (1999) entre otras), pero sí consigue hacer fluir se trama superficial de "buenos vs. malos" con indagaciones previsibles, escapadas, rescates y peleas obligadas con un ritmo vivo.

Unas escenas que además cuentan con una puesta en escena de magna producción (sus 187 millones se notan en el mejor de los sentidos. El diseño de los dinosaurios es sublime, la tecnología futurista de ese centro de "innovación" resulta asombrosa en pantalla (ojo a esos laboratorios de langostas, o a ese tren-bala)) y los escenarios son tan lucidos como atractivos (atención a esas cuevas subterráneas). No le va a la zaga una fotografía competente (que no sobresaliente, insisto en que esto no es "The Matrix" o "La guerra de las galaxias") de estilizada iluminación en todo momento. La cinta se envuelve además en las mejores notas musicales de la saga (y en esto es más responsable John Williams que Michael Giacchino... que no hace otra cosa más que evocar con pronosticable sutileza las notas memorables del maestro entre maestros) y cuenta con el baluarte del trío original de "Jurassic Park" (1993) que le tienen tomada la medida a sus carismáticos personajes (por contraste tenemos a unos Chris Pratt, Bryce Dallas Howard y demás bastante más desganados). Un plantel curtido y sólido que esta vez no se limita a ser un mero cameo (eso ya lo sufrimos en las nuevas entregas de "Star Wars", "Los cazafantasmas" y otras sagas "reiniciadas") sino que comparte al 50% el protagonismo con las nuevas caras que cumplen pero no destacan ni mucho menos.

La cinta pues nos va repartiendo como acostumbra esta serie fílmica en las "mini tramas" de escapes y demás con cierta pericia (y cero credibilidad por supuesto. Los protagonistas sobreviven a situaciones imposibles una y otra vez... pero lo hacen de forma vistosa para con el espectador) y, a pesar de abusar de las escenas de peligro, el caso es que sus más de dos horas parecen ser menos dada la evasión eficiente que nos logra otorgar. Personalmente la he disfrutado mucho como cine "para mirar" (y no como cine "para pensar" como dirían en la revista ACCIÓN), pues "Jurassic World: Dominion" es un cine de palomitas por antonomasia, una distracción amena y resultona. Recomendable a todo público que no tenga las expectativas altas, que solo busque un digno pasatiempo. Pues, si bien "Jurassic World: Dominion" no es "Star Wars Episodio V: El Imperio contraataca" (1980) o "El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey" (2003), se queda a la altura eficaz de "Jumanji: Bienvenidos a la jungla" (2017), "Pesadillas" (2015), "La jungla 2" (1990), "Guerra mundial Z" (2013), "El rascacielos" (2018), "Fast & Furious 9" (2021), "Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto" (2006) y demás blockbusters de aventuras con impactos ineludibles que hacen dar algún que otro salto pasajero en la butaca. Desde luego mejor que su difusa y obviable predecesora sí es.

Lo mejor: Me quedo con la participación de Laura Dern, Sam Neill y Jeff Goldblumm.
Lo peor: Que el guion no aspire a algo más en sus misterios que el ser el mero sostén de las espectaculares escenas de acción.
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Centurión
Centurión (2010)
  • 5,3
    15.052
  • Reino Unido Neil Marshall
  • Michael Fassbender, Dominic West, Olga Kurylenko ...
5
Acción esbelta y esplendorosa... pero solo acción al fin y al cabo.
El más especializado en largos de terror comercial, Neil Marshall, se pasó al neo peplum con "Centurión". Una película que nos narra como el romano del título del film (Michael Fassbender) emprende un recorrido lleno de obstáculos y combates para rescatar a su superior (Dominic West) en la Legión que le ha tocado en suerte durante la conquista a los pictos en Britania. El General que está apresado por los pictos por su parte verá que ni "los buenos" a los que pertenece son tan buenos ni "los malos pictos" son tan malos.

El rescate (o no) y sus consecuencias devienen en un entretenimiento de acción estilizada, con una puesta en escena que... quitando el desastre de algunas elecciones de vestuario (con pantalones más propios de primark que las faldas de la antigua Roma) es soberbia. Lamentablemente la trama no acompaña la calidad de su cinematografía vistosa, pues tenemos un desarrollo argumental holgazán, básico y hasta infantil.

Que conste que la propuesta podría haber dado mucho más, pero desde luego "Centurión" no resulta en un "Braveheart" (1995), un "Gladiator" (2000) o un "Ben-Hur" (1959) sino que se queda en un "La última Legión" (2007) o "La Legión del Águila" (2011). Y esto es una cinta de puesta en escena digna (con actuaciones honestas. Pues no solo Fassbender y West ennoblecen a sus personajes a pesar de que el guion con el que cuentan jamás sobrepasa al estereotipo estipulado, Kurylenko está sorprendentemente robusta como picta deshumanizada y aguerrida) de exteriores primorosos, de fotografía de filtros y baja saturación de lo más mesurados y elegantes, de realización aceptable y natural (que no sobresaliente. Neil Marshall no es Ridley Scott precisamente, y aquí lo demuestra), y de efectos especiales conseguidos (los seguidores del gore (admito que no es mi caso) harán las delicias en esta cinta) pero de trama limitada, con roles tópicos (los pictos son un pueblo castigado que solo busca venganza y nada más, los romanos son todos orgullosos sin nada más que rascar. Los protagonistas son el desenfadado (West) y el recto y serio (Fassbender), y los demás convidados de piedra (el traidor, el interés romántico, el veterano, etc.) que deambulan con frases establecidas entre duelo, batalla, huida y alaridos varios).

Sin embargo "Centurión" es una cinta de ajustada duración (apenas llega a la hora y media de metraje) que logra hacer avanzar su pronosticable trama con seducción, gracias una sucesión de escenas de espectáculo apolíneo y complaciente. Un largo ameno pero fácilmente olvidable dado el poco trabajo multiversado y hondo de su libreto (que tiene más "¡ahhh!"s y "¡oohhh!"s que palabras). Recomendable como distracción superficial, pero solo es altamente recomendable a los muy aficionados a las cintas de acción de época. "Centurión" se sitúa algo por debajo de "Resucitado" (2016), "El último duelo" (2021) o "El último Samurai" (2003) (y está a años luz de "Gladiator" o "Espartaco" (1960)) y algo por encima de "Hércules" (la de Dawyne Johnson de 2014), "La leyenda del Samurai" (2013) o "Ira de Titanes" (2012). Digamos que como film de acción y ficción situada en épocas antiguas... se pone a la altura de "Hércules" (la de Kellan Lutz de 2014), "Pompeya" (2014), "El Reino de los Cielos" (2005), "Robin Hood" (1991), "Rey Arturo" (2017) o "Piratas del Caribe: La venganza de Salazar" (2017). Para pasar el rato sirve, pero no esperen nada más.

Lo mejor: Diría que la cinematografía.
Lo peor: Un guion pusilánime y arquetípico.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Colette
Colette (2018)
  • 6,2
    2.819
  • Reino Unido Wash Westmoreland
  • Keira Knightley, Dominic West, Denise Gough ...
6
Biopic de premisa relevante... que se pierde en bastantes banalidades.
El director Wash Westmoreland realizó en 2018 su primer largo en solitario tras la muerte de su marido y co director (ambos con una carrera prolífica, que se inició en el cine X pero que luego nos ha dado cintas sólidas como "Siempre Alice" (2014) o "La última aventura de Robin Hood" (2013)); una película basada en la vida rompedora y liberal (para la época) de Sidonie-Gabrielle Colette (Keira Knightley), una mujer de gran talento (escritora, mimo y actriz. Todo ello desarrollado con un genio inigualable) y de firme carácter adelantada a su tiempo, que optó por vivir con total libertad su (bi)sexualidad a pesar de encontrarse en el siglo 19 (aunque ya querrían algunos países de la actualidad tener la tolerancia de la Francia de finales del 19), una vida marcada por el aprovechamiento que hizo su marido (Dominic West) de sus novelas (de las que se atribuyó todo el mérito) y por la relación estable que encontró con Mathilde de Morny (Denisa Gough).

Resulta curioso que una película con una premisa tan repleta y jugosa acabe siendo aburrida por momentos, algo que por desgracia "Colette" lo es. Y es que, si bien cuenta con unos mimbres argumentales que van interesando de tanto en cuanto (sobre todo si, como yo, se forma parte del colectivo LGTBI. Pues este personaje real es una de sus figuras históricas destacadas junto a Harvey Milk, Marsha P. Johnson, Billie Jean King y demás), lo cierto es que "Colette" apenas tiene pulso narrativo y se va perdiendo en nimiedades bastante frugales (entre la vida social francesa y los paseos por los parques y bosques... a la cinta parece que le sobra la mitad del metraje) mientras que vuelve a captar nuestra atención con escenas algo más relevantes (aunque nunca de forma honda y aguerrida).

A "Colette" le falta un toque de simbolismo artístico por parte de su director en la narración (una narración carente de una musicalidad que pedía a gritos. Aunque esto tampoco es sorprendente, ya nos olíamos que Westmoreland no iba a ser Spielberg, Kubrick o Scorsese) y también adolece de garra sentimental que podría haber elevado la experiencia cinematográfica (¡vamos!, que esto no es un biopic de una figura al nivel de "La vida en rosa" (2007), "Braveheart"(1995), "Invictus" (2009), "Lincoln" (2012) y demás). Aun así, lo que nos encontramos en "Colette" no es malo ni mucho menos, es un biopic honesto en todas sus situaciones (gracias a un guion cabal y transparente, que no brillante) y seductor por momentos (esto se debe en gran medida a un diseño artístico repleto de parajes bellos tanto exteriores como interiores (cuidados al detalle en todos sus elementos de suma elegancia), a una labor de maquillaje y vestuario de lo más primorosa, y unas actuaciones hábiles (pues estos personajes tampoco piden demasiado de sus actores, ya que el guion no ahonda en ellos con vehemencia. Así que Knightley, West, Gough y compañía los interpretan con comodidad y naturalidad)). La banda sonora por su parte es obviable, mientras que Westmoreland (aunque no se recree con singularidad y gusto por las escenas) mantiene la cámara de forma orgánica y confortable.

Así pues tenemos un conjunto digno, distraído en líneas generales en un primer visionado... pero al que en una revisión le pesan algo más sus puntos grises que sus instantes de progreso argumental despierto. Solo recomendable a los especialmente seguidores de los biopics, los dramas de época, las cintas con toques de romances dificultosos (por ser entre el mismo sexo dentro de una sociedad que no es capaz de respetarlo) o a los fans de sus intérpretes (aunque tanto Knightley como West tienen cintas mejores y roles superiores ("The Wire" (2002-08), "Orgullo y prejuicio" (2005), "Chicago" (2002), "Expiación" (2007) o "La sonrisa de Mona Lisa" (2003) sin ir más lejos)). Como cinta biográfica no se pone a la notable altura de largos como "En la cuerda floja" (2005), "La chica danesa" (2015), "El lobo de Wall Street" (2013), "The Queen" (2006) o "Dallas Buyers Club" (2013)... más bien es un biopic del nivel de "La Dama de hierro" (2011), "El gordo y el flaco" (2019), "Bohemian Rhapsody" (2018), "La dama de oro" (2015) o "Truman Capote" (2005) entre otros. Desde luego mejor que films como "Miss Potter" (2006), "Amelia" (2009), "Rebelde entre el centeno" (2017) o "Mientras estés conmigo" (2020) sí es.

Lo mejor: Su premisa. La sutil subtrama que envuelve al personaje de Knightley y Gough.
Lo peor: Cuando la cinta opta por alargar sin necesidad ciertas escenas de cantos, obras teatrales o tertulias festivas.
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La familia Addams 2: La gran escapada
La familia Addams 2: La gran escapada (2021)
  • 4,5
    1.085
  • Estados Unidos Greg Tiernan, Conrad Vernon ...
  • Animación, (Voz: Oscar Isaac, Charlize Theron) ...
5
La familia Transilvania 2.
Tras el largo animado de 2019 (que tampoco era para tirar cohetes en su conjunto global) nos llegó dos años después esta secuela sobre la familia gótica más distintiva de la ficción audiovisual. Pero no se lleven a engaños, esta "familia Addams" no tiene el humor descarado de las películas de los años 90 (o del musical de 2007) que supieron trasladar a la perfección el hastío de este clan hacia lo convencional y establecido de forma superficial (con esos antónimos hacia lo normativo en su modus vivendi).

Y es que, si en "La familia Addams" (1991) y "La familia Addams: La tradición continúa" (1993) su Gómez Addams (Raúl Julia) bien podría decir algo así como "¿Por qué todos en esta familia entran por la puerta principal?", aquí el Gómez animado suelta un "¿Por qué nadie en esta familia entra por la puerta principal?". Desde luego no es el espíritu sardónico y desvergonzado que nos legaron en otros productos. Aquí tenemos un humor tan infantil y trillado como en la primera entrega de 2019... o como en series más propias de Disney Channel o de Clan TV (a lo "Hannah Montana" (2006-11), "Henry Danger" (2014-20) o "Mi perro tiene un blog" (2012-15)).

Toda una desvirtuación de lo que ha sido durante décadas la familia Addams. Pero afortunadamente esta vez vamos sobre aviso, pues la primera parte ya se cargó ese tono de dulces ironías en el día a día de este grupo que se lo podía permitir todo sin pudor. Los que vimos el film predecesor ya nos dimos cuenta de que esta nueva serie cinematográfica de la familia Addams está más cerca de la saga "Hotel Transilvania" que de los largos de los años 90 protagonizados por Anjelica Houston, Raúl Julia, Christina Ricci, Christopher Lloyd y compañía.

Así pues, si lo que se dispone a ver uno es una cinta entretenida para toda la familia... puede tener en "La familia Addams 2" un producto complaciente. Pues esta secuela al menos guarda un ritmo más progresivo en su trama de road-movie (una trama en la que el grupo limará sus rencillas mientras se ven envueltos en enredos de topetazos, caídas y demás), una trama que se desarrolla con competencia pero en ningún caso con brillantez y astucia (esto no es "Pequeña Miss Sunshine" (2006) si de comedias por la carretera triunfales se trata). Al menos logra distraer al adulto medio mientras sirve de amenización para el público al que se ve que va dirigido de forma evidente: los niños.

Pero esa distracción se logra en mayor medida por su formidable animación. Los rasgos de sus personajes beben de forma profusa de las viñetas originales de 1938, y nos regalan unos trazos de lo más curiosos a la par que magnéticos, los movimientos son completamente precisos y el uso del color es una auténtica maravilla (ojo a la estupenda composición de la paleta fluorescente con los estilizados tonos oscuros).

Desde luego la cinematografía de "La familia Addams 2" echa el resto para alzar un desarrollo argumental muy justito como sostén del producto. Personalmente me ha resultado un pasatiempo aceptable... pero mis expectativas no estaban muy altas dado el film predecesor. Digamos que se me pone al nivel de "Hotel Transilvania" (2012) y sus secuelas, "Ice Age: El gran cataclismo" (2016), "Piratas" (2012), "Ice Age 4: La formación de los continentes" (2012), "Lorax: En busca de la trúfula perdida" (2012) o "Los Simpson: La película" (2007). Desde luego no es un largo de comedia animada para todos los públicos al nivel de "Monstruos S.A." (2001), "Rompe Ralph" (2012) o "Soul" (2020)... aunque supere con creces a cintas fallidas del mismo corte como "Simbad" (2003), "Bolt" (2008) o "Justin y la espada del valor" (2013). Solo recomendable a los que gustaron de su primera parte o de las comedias animadas más pueriles.

Lo mejor: Su animación.
Lo peor: Que su guion no tire por el tono arrojado de los Addams de los años 90 (que tampoco eran obra maestras aquellos largos, pero sí creaban carcajadas en niños y adultos).
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Amor de madre
Amor de madre (2022)
  • 5,0
    6.577
  • España Paco Caballero
  • Quim Gutiérrez, Carmen Machi, Celia Freijeiro ...
3
Podría haber sido una comedia francesa del montón... pero es una comedia española del montón.
Película de Paco Caballero estrenada directamente en Netflix (de forma completamente acertada, pues la calidad del producto es más propia de un telefilm que de un estreno cinematográfico en salas) que trata de hacer reír y de entretener... y que por desgracia no consigue ni lo uno ni lo otro.

A José Luis (Quim Gutiérrez) lo dejan plantado en el altar, así que aprovecha el pago de la luna de mial para irse con su madre (Carmen Machi) que nunca ha ido al Caribe (como la mayoría del españolito de a pie, todo sea dicho). Pero quien espere una comedia de enredo con unas situaciones de un surrealismo desternillante... pues que siga esperando, que esto no es "Con faldas y a lo loco" (1959), "La boda de mi mejor amigo" (1997), "Ocho apellidos vascos" (2014) o "Aterriza como puedas" (1980). Ni tan siquiera es una cinta al nivel de las simpáticas comedias francesas tan pasajeras como "Bienvenidos al norte" (2008), "Vuelta a casa de mi madre" (2016) o "Sobre ruedas" (2018).

No, "Amor de madre" es más equiparable a "Tammy" (2014), "Perdiendo el Éste" (2019), "Ted 2" (2015), "Spanish Movie" (2009), "Jack y su gemela" (2011) o "Doce fuera de casa" (2005). Y esto es una comedia a ratos simpática a ratos tremendamente exasperante y frustrante. Porque este largo sufre de un guion indolente y remolón, que no se preocupa de ir más allá de su particular planteamiento (que desde luego pudo dar lugar a circunstancias más elaboradas en su comicidad) y nos ofrece unas situaciones tremendamente rutinarias (el día a día en una oficina resulta más divertido que lo que nos lega este viaje en el resort). Pero ya no es que no haga gracia (que no la hace dada su nula perspicacia en diálogos u ocasiones) es que además no es capaz de distraer con eficiencia dado un desarrollo un tanto parsimonioso.

Con todo esto las comparaciones son odiosas, y no podemos sino recordar con nostalgia otros viajes paradisiacos que tampoco eran una cosa del otro mundo pero que sí nos amenizaban de forma momentánea (a lo "Dirty Dancing" (1987), "Los magos de Waverly Place: Vacaciones en el Caribe" (2009), "Resacón en Las Vegas" (2009), "Resacón 2: Ahora en Tailandia" (2011)) o ya si nos ponemos estupendos tenemos esa obra maestra vacacional que es "Con faldas y a lo loco". Algo que "Amor de madre" no nos otorga, y eso que los actores hacen lo que buenamente puede, Carmen Machi aporta unas dosis de carisma natural que realzan un tanto el conjunto (pero está lógicamente desaprovechada en un producto que no está a su altura actoral. Y milagros no puede hacer aquí, es como observar a Glenn Close en "102 dálmatas" (2000), que lo que no puede ser no puede ser y además es imposible) mientras que el resto del elenco son secundarios... más bien convidados de piedra (Quim Gutiérrez incluido) que tan solo son dianas de vómitos, diarreas y malentendidos más propios del cine de los Farrelly y de Mariano Ozores.

La puesta en escena por su parte es aceptable, algo que no molesta pero tampoco eleva la calidad de un metraje fallido por razones evidentes de desarrollo argumental. No es recomendable ni como entretenimiento frugal (para eso son más recomendables comedias como "Scary Movie" (2000), "Doce en casa" (2003), "Spy Kids" (2001), "La momia" (1999), "101 Dálmatas: Más vivos que nunca" (1996), "Los Simpson: La película" (2007)... o ya si hablamos de comedias españolas actuales ajustadas en su divertimento tenemos "Superlópez" (2018) o "No lo llames amor, llámalo X" (2011)).

Lo mejor: La actuación de Carmen Machi.
Lo peor: El guion.
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El rascacielos
El rascacielos (2018)
  • 4,7
    7.976
  • Estados Unidos Rawson Marshall Thurber
  • Dwayne Johnson, Neve Campbell, Pablo Schreiber ...
6
La Jungla, de Dwayne "La roca" Johnson.
En su quinto largometraje, Rawson Marshall Thurber ("Somos los Miller" (2013), "Alerta roja" (2021), "Un espía y medio" (2016)) nos ofreció su film más grandilocuente y espectacular. Una intriga de acción que bebe continuamente de la saga de "La jungla de cristal", a la que le entremezcla un poco de cine de catástrofes a lo "El coloso en llamas" (1974). Un ex marine y ex-agente del FBI reconvertido en experto en seguridad (esta vez Dwayne Johnson lo tiene todo, solo le falta lanzar rayos láser por los ojos) se ve metido en el incendio de un rascacielos donde (precisamente) solo se encuentra su familia con el multimillonario dueño del edificio y los malvados terroristas.

Así pues un Dwayne Johnson en modo superhéroe va realizando más cabriolas y piruetas que Gervasio Deferr en un día lúcido, aunque la mujer (militar-doctora-detective-artista marcial-supermamá) encarnada por Neve Campbell tampoco le va a la zaga. Sinceramente, el guion de los protagonistas contra los malvados de turno no regala nada nuevo en el espectador, y su desarrollo con continuados deux-ex-machinas (el protagonista siempre se topa por casualidad con las herramientas que necesita para subir de nivel, como si de un videojuego se tratara. Por no hablar de que los personajes son de poca puntería o de pulmones a prueba de CO2 cuando la trama establecida lo requiere) es tan pronosticable como usual.

Sin embargo hay en "El rascacielos" un ritmo ágil en todas las situaciones, una puesta en escena imponente (los efectos especiales de la película son apoteósicos. Por supuesto el tema de las llamas se logra de forma soberbia, pero hay que destacar todo el diseño de ese rascacielos futurista de autoalimentación (con esas turbinas colosales y ascetas, esas habitaciones asépticas y luminosas, o ese jardín interior con toques verticales) y ese juego de espejos que en el desenlace del film bien podría hacer temblar a cierta secuencia de "John Wick 3: Parabellum" (2019)) y unas actuaciones pertinentes y robustas (valga la redundancia) que la tornan en un divertimento atrapante en casi todo momento.

Thurber maneja la cámara con gusto de forma orgánica (aunque tampoco resulte sobresaliente a lo Tarantino en "Kill Bill Vol.1" (2003) y nos zambulle en la acción de peleas, tiroteos, huidas, saltos y escaladas coreografiadas con astucia en todos los planos. Los planos recurso amplios son un dechado confortable de elementos cosmopolitas, y los planos/contraplanos resultan naturales y fluidos.

Johnson (actor fetiche de Thurber) por su parte utiliza todas sus dotes de antiguo luchador de WWE con gran habilidad, y Campbell pone cierta nota sentimental y aguerrida a su rol (¡vamos!, ¡que si el papel hubiera caído en manos de Megan Fox o Paris Hilton el personaje sería el tópico andante que es sobre el papel! Pero por fortuna el conjunto da con una actuación cercana y cálida).

Así pues tenemos entre manos una película palomitera que ameniza con eficacia y complacencia a todo espectador medio (yo que no soy particularmente fan del cine de acción, reconozco que la cinta me hizo desconectar y disfrutar... en un primer visionado). Que no presume de un guion esforzado (eso se lo dejamos al humor de "Jungla de cristal" (1988) o a las reflexiones de "The Matrix" (1999)) ni de una banda sonora memorable (se puede obviar por completo), pero que puede vanagloriarse de muchas otras virtudes conjugadas con pericia para dar lugar a un pasatiempo nervudo y satisfactorio. No es una obra maestra del cine de acción o de catástrofes a lo "Jungla de cristal", "Titanic" (1997) o "El ultimátum de Bourne" (2007), pero se puede equiparar a "Shooter" (2007), "Sin identidad" (2011), "John Wick" (2014), "Una noche para sobrevivir" (2015), "El legado de Bourne" (2012), "La Jungla 2" (1990) o "Venganza" (2008). Desde luego mejor que "El monje" (2003), "La jungla: Un buen día para morir" (2013), "Robocop 3" (1993), "Sin salida" (2011) o "V3nganza" (2015) o "La fría luz del día" (2012) sí es.

Lo mejor: Su C.G.I.
Lo peor: Las casualidades tan excesivas en su desarrollo argumental.
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Sin rodeos
Sin rodeos (2018)
  • 5,1
    10.312
  • España Santiago Segura
  • Maribel Verdú, Diego Martín, Rafael Spregelburd ...
5
"Un día de furia" (1992) y "Mentiroso compulsivo" (1997)... a la española.
¿Recuerdan aquella película de Joel Schumacher protagonizada por Michael Douglas?, ¿esa en la que como "tipo corriente" estaba hasta la coronilla de los escollos absurdos de la ciudad y, fusil en mano, iba amedrentando a todos los mentecatos que con sus absurdeces le impedían vivir con tranquilidad? Pues imaginen una versión más descafeinada y mézclenla con un "hechizo" a lo "Mentiroso compulsivo" (1997), "Dí que sí" (2008) o "Amor ciego" (2001) en el que él/la protagonista se vea obligado/a o bien a no mentir, o a no decir que no, o a ver solo la belleza del alma...

En esta ocasión es una Maribel Verdú como "mujer corriente" de ciudad la que sufre ese "conjuro", y se ve obligada a decirle a la cara a todo el mundo lo que piensa. Y esto incluye al caradura de su marido (Rafael Spregeldurd), a la insufrible de su mejor amiga (Cristina Castaño), a la loca de su hermana (Toni Acosta), al pesado de su vecino (Enrique San Francisco), al machista de su jefe (David Guapo) y así un largo etcétera.

El guion de Santiago Segura, Marta González de Vega y Benigno López (a su vez remake del film chileno de 2016 "Sin filtro") desde luego no presume de originalidad (pues recicla descaradamente instantes del cine comercial estadounidense anteriormente mencionado), pero al menos se puede decir de él que progresa con cierto entretenimiento sucinto. Y, aunque "Sin rodeos" exagera en la presentación de personajes (casi la mitad de la película) haciendo del nudo y el desenlace algo más breve de lo esperado, lo cierto es que tenemos una sucesión de acontecimientos distraídos que discurren de forma eficiente para con su objetivo que no es otro que amenizar de forma superficial. Ahora bien, no le pidan peras al olmo (y menos a una comedia española salvo contadísimas excepciones) pues en "Sin rodeos" tenemos la tónica habitual en el cine patrio de este corte: el paso de la caricatura al esperpento. Olvídense de toparse con un sentido del humor equilibrado, que maride a la perfección el surrealismo absurdo de ciertas personalidades con unos toques creibles y cercanos de humanidad. No, esto no es "In the Loop" (2009), "Fargo" (1996), "Bienvenidos al norte" (2008), "Pulp Fiction" (1994) o "Con faldas y a lo loco" (1959), con estos secundarios no te ríes ni de ellos ni con ellos. Lo que resultan los personajes encarnados por Cristina Pedroche, David Guapo, Florentino Fernández, el Gran Wyoming y demás no hacen gracia sino que resultan desagradables y exasperantes. No son precisamente unos Vincent Vega, Henry Hill o Jordan Belfort de la vida. no producen risa sino asqueo (y no es problema de sus intérpretes, pues ya hemos visto a Tino Acosta, Cristina Castaño o Florentino Fernández en otro tipo de comedias desenvolverse con genio (y Candela Peña ya es otro tema, pues es la única que saca oro de su secundaria aquí), es problema del material que tienen entre manos).

Que una comedia no haga reír es un problema... pero al menos solo es un problema. Porque el guion sí sabe amenizar (ya que no sabe divertir), cuenta con un metraje ajustado, una realización natural y dinámica (que no brillante), un diseño de producción resultón, y unas actuaciones dignas (Verdú solventa su papel de forma magnífica, mientras que el plantel de secundarios hacen lo que buenamente pueden ante sus roles infantiles e irreales en todos sus diálogos).

¿Qué "Sin rodeos" logra nuestras carcajadas co-partícipes de forma brillante?, pues no. ¿Que sirve de pasatiempo fugaz?, pues sí. Pero como cinta patria de palomitas es más recomendable a los más aficionados a las comedias españolas actuales (o a las de la época de Mariano Ozores) que a los que no lo son (que encontrarán productos de más categoría en su comicidad. Como por ejemplo "Aterriza como puedas" (1980), "Con faldas y a lo loco", "La vida es bella" (1997), "La boda de mi mejor amigo" (1997), "El Show de Truman" (1998), "Malditos bastardos" (2009), "El gran dictador" (1940), etc). Digamos que como comedia ligera "Sin rodeos" es algo superior a largos como "Sigo como Dios" (2007), "Paul" (2011), "R3sacón" (2013), "Jack y su gemela" (2011), "The Mexican" (2001) o "Convención en Cedar Rapids" (2011) y se equipara en su nivel a "Loca Academia de Policía" (1984), "Superagente 86: La película" (2008), "Los pingüinos del Señor Popper" (2011), "¡Alto!, o mi madre dispara" (1992), "Doce en casa" (2003) o "Los fantasmas de mis ex novias" (2009).

Lo peor: El empeño que tiene la cinta en no dotar de dimensiones humanas a sus caricaturescos personajes (toda buena comedia sabe dar esa diversidad de matices a los personajes).
Lo mejor: Me quedo con el requiebro que hace Peña a su esperpéntico personaje y... lo torna en una suerte de Belén Esteban de lo más identificativa para el gran público.
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Objetivo: La Casa Blanca
Objetivo: La Casa Blanca (2013)
  • 5,3
    20.939
  • Estados Unidos Antoine Fuqua
  • Gerard Butler, Aaron Eckhart, Morgan Freeman ...
4
El Presidente ninja-boxeador y otras absurdas cursiladas norteamericanas.
Admito que no soy particularmente fan del cine de tiros y golpes de Antoine Fuqua (ni siquiera de su mejor cinta de lejos que es "Training Day" (2001)) aunque algunos de sus productos (porque eso es lo que son) saben imprimir un ritmo evolutivo en su narración bastante atrayente (casos de "Revancha" (2015) o "El tirador" (2007)), la mayor parte de sus trabajos son tan obviables como el que nos ocupa.

Como el cine no tenía suficientes largos sobre un Presidente de los Estados Unidos secuestrado o retenido ("El secuestro del Presidente" (1980), "1997: Rescate en Nueva York" (1997) o "Air Force One"(1997) siguen ahí), en 2013 nos llegaron dos largos tremendamente similares: "Asalto al poder" y este "Objetivo: La Casa Blanca", con diferentes actores pero misma premisa (unos terroristas asaltan la Casa Blanca y secuestran dentro al Presidente. Las dos cintas comparten el traidor desde dentro del bando "de los buenos", el protagonista que desea trabajar en la seguridad del Presidente y se convierte en el héroe rescatador inesperado, tenemos en ambos films también a un hacker/terrorista, un niño valiente en el bando "bueno"... y así todo).

Pues se ve que la fórmula es resultona para el público norteamericano, pues esta cinta de Fuqua ha tenido dos secuelas. No niego que funcione a nivel comercial por esos lares, pero no parece que su calidad sea pareja por mucho que se esfuerce uno en encontrar virtudes o sentido del entretenimiento al otro lado del charco. Y el problema no reside en que "Objetivo: La Casa Blanca" se cargue de artificial pomposidad a la hora de describir a la figura máxima estadounidense (aquí retratada como un superhéroe perfecto en todo. Como Mary Poppins pero sin el paraguas, guapo, listo, bueno, valiente, divertido, eficaz, honesto, noble, compasivo (el temita de las amenazas a los demás para dar o no unas claves secretas se las trae). ¡Vamos!, ¡la antítesis de todo político de cualquier nacionalidad! Este presidente es hasta un boxeador avanzado. Los terroristas por su parte son terroristas y punto, los malos y ya (por no tener no tienen ni diálogos de más de dos frases)) que lo hace, el problema tampoco reside en su falta de realismo a la hora de abordar el funcionamiento de la seguridad de un país (¡muy buena idea eso de que distintas personas tengan códigos secretos por seguridad y luego tener por costumbre reunirlos a todos en el mismo sitio!), el problema es que todo el desarrollo argumental es tan arquetípico, simple, rutinario y superficial que no llega a interesar lo más mínimo en sus casi dos horas de metraje.

Y eso que la cinta no escatima en medios en su puesta en escena. Pues hay en el film mucha pólvora, explosiones y tiroteos que ya sabemos que por U.S.A. tanto gustan a nivel cultural (ahí sigue intacta la segunda enmienda en su Constitución). Hay en "Objetivo: La Casa Blanca" unos escenarios esmerados (pues se cuidan con gusto todos los detalles en cada decorado interior o en cada plano exterior), una fotografía equilibrada en su viva saturación del color, una cinematografía de definición depurada, una realización natural y confortable en cada plano, un C.G.I. resultón, y unas actuaciones firmes (Morgan Freeman, Aaron Eckhart y Gerard Butler son intérpretes habilidosos (ya lo han demostrado con materiales de mayor calidad como "Cadena perpetua" (1994), "El Caballero Oscuro" (2007), "El soldado de Dios" (2011), "Million Dollar Baby" (2004), "Sin reservas" (2007), "Invictus" (2009), "Gracias por fumar" (2006), "RocknRolla" (2008) y demás) que mantienen el pulso a estos tópicos personajes sin despeinarse... otra cosa es que el binomio Eckhart/Butler logre aportar algo de carisma y cercanía a sus roles. En eso Jamie Foxx y Channing Tatum les ganan la partida en "Asalto al poder" como Presidente y héroe rescatador respectivamente).

Pero por mucho que se envuelva el regalo... si lo que hay dentro es una nimiedad como es el caso... pues el espectador medio tiene demasiado fácil desconectar, dada la irreverencia y hábito de todo lo que acontece. En mi caso solo vale como pasatiempo en momentos puntuales pero no a nivel global. Solo recomendable a los muy muy aficionados al cine de acción norteamericano, el resto que no espere "Jungla de cristal" (1988), ojalá fuera el caso. Pero "Objetivo: La Casa Blanca" es más bien equiparable a "La sombra de la sospecha" (aquella de 2006 es otra de conspiración contra un Presidente de los Estados Unidos), "La fría luz del día" (2012), "Misión: Imposible: Fallout" (2018), "Sin salida" (2011) o "G.I. Joe" (2009) si de películas de balas y reventones se trata (no llegando al nivel ameno y espectacular de films del mismo corte como "El rascacielos" (2018), "El pacificador" (1997), "Misión: Imposible: Nación Secreta" (2015), "La jungla 2" (1990), "Venganza" (2008), "La Jungla 4.0." (2007), "Non-Stop" (2014) o "Jack Reacher" (2012))

Lo mejor: Su cinematografía.
Lo peor: Su guion.
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Somos los Miller
Somos los Miller (2013)
  • 5,6
    20.297
  • Estados Unidos Rawson Marshall Thurber
  • Jason Sudeikis, Jennifer Aniston, Will Poulter ...
6
Hagamos que somos una familia... descarada.
En su tercer largometraje, el director y guionista Rawson Marshall Thurber ("Un espía y medio" (2016), "El rascacielos" (2018)) nos otorgó una comedia algo por encima de la media entre las que suelen protagonizar Jennifer Aniston o Jason Sudeikis. Un camello normetamericano (Sudeikis) debe realizar un trabajo de contrabando de ida y vuelta a México y, para pasar desapercibido, decide contratar a sus problemáticos vecinos para que parezcan una familia normal de turismo.

Y así la trama nos va conduciendo por ese viaje que en el que se suceden malentendidos y encontronazos bastante más inspirados de lo esperado en una cinta de este corte. "Somos los Miller" logra entretener con gran facilidad, y no evita que soltemos varias risas en un primer visionado (aunque en las revisiones el film va perdiendo enteros). Y es que el guion de Bob Fisher, Steve Faber, Sean Anders y John Morris saca algo de jugo a ese descaro natural que tiene este grupo entre ellos y con los demás. Pues los personajes se adueñan de cierta ironía dada la extraña situación en la que se encuentran (la escena del policía mexicano con el diálogo entre Sudeikis y Will Pouter es un maravilloso ejemplo de ello, pero las interacciones de este "matrimonio" con el matrimonio encarnado por Kathryn Hahn y Nick Offerman (la primera en estado de gracia en su secundario papel robaescenas) no tienen desperdicio). Ahora bien, esta comedia desvergonzada y habilidosa no es un continuo, y el film también cae en momentos de rutina o en gags sin un ápice de gracia. La trama de los traficantes es más simple que un chupete, y tan solo es una mera excusa para que esta panda viaje y ponga unas sólidas caras de extrañeza (Aniston, Sudeikis, Poulter (que me encandiló a una temprana edad en "Las crónicas de Narnia: La travesía del viajero del alba" (2010) donde era de lejos lo mejor de todo el conjunto) y Hahn son de lo más avezados en éste género, y aquí van sosteniendo con complicidad total al conjunto, aunque Offerman y Hahn merecen mención especial mientras que Emma Roberts se conforma con resultar natural).

Así pues, tampoco hay en "Somos los Miller" demasiado que rascar más allá de unas risas momentáneas y una distracción pasajera. Que esto no es una comedia criminal a la altura de "Pulp Fiction" (1994) o "El lobo de Wall Street" (2013), aquí tenemos una realización usual (aunque eficiente), una puesta en escena normalita y un guion a ratos espabilado en su humor. Pero ahí acaba el filón de esta cinta, que se torna de lo más recomendable como comedia grata para todo público adulto deseoso de pasar un rato de diversión superficial. Pues, si bien "Somos los Miller" no es "Aterriza como puedas" (1980), "Con faldas y a lo loco" (1959) o "Atrapado en el tiempo" (1993)... puede navegar junto al nivel de "Resacón en Las Vegas" (2009), "Timadoras compulsivas" (2019), "Ted" (2012), "El otro guardaespaldas" (2017) o "La proposición" (2009).

Lo mejor: El personaje de Hahn y la actuación co-partícipe y luminosa que hace de él.
Lo peor: Que el personaje de Emma Roberts pudo dar más en manos de otra intérprete menos impasible.
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La caza
La caza (2020)
  • 5,9
    11.432
  • Estados Unidos Craig Zobel
  • Betty Gilpin, Hilary Swank, Ike Barinholtz ...
5
Cursis Vs. Rústicos: la gamberrada gore final.
En su cuarto largometraje, Craig Zobel ("Great World of Sound" (2007), "Z for Zachariah" (2015)) nos entrega una comedia negra con "La caza". Un grupo de snobs tiene la "brillante" idea de organizar un "caza humana" de lo que ellos consideran paletos de la norteamérica profunda. Para justificar esa masacre deciden escoger a gente homófoba, racista y demás, y el lugar escogido es un campo aislado de Croacia... el problema se da cuando una de sus "paletas" resulta que es bastante menos cateta que sus supuestos cazadores.

El film discurre con un ritmo siempre evolutivo y espabilado, con una presentación de personajes rauda pero consistente, con un nudo de cazas de gato al ratón de lo más complaciente en sus juegos de pillos (donde los cazadores pueden hacerse pasar por presas, y donde las presas acaban siendo las cazadoras) y con un desenlace acorde respecto al tono subyacente de su argumento (que critica con pericia la hipocresía y egolatría de los "woke").

Pero seamos francos; "La caza" no es una comedia del nivel de elaboración profusa de "El gran dictador" (1940), "Fargo" (1996) o "El lobo de Wall Street" (2013). Es un film que solo busca entretener y dejarnos algunas que otras sonrisas cómplices... y ambas cosas se logran, pero no esperen una crítica social a lo Groucho Marx o Charles Chaplin. "La caza" usa un humor preciso pero somero de tanto en cuanto como desahogo para hacer fluir esa acción de tiroteos, persecuciones y patadas entre gore y cráneos aplastados. Tampoco encontramos en la cinta una ampliación en su desarrollo argumental, que nos regale varias tramas o categorías de géneros dentro de su relato (entonces estaríamos hablando de un film superior a lo "Parásitos" (2019) o "Pulp Fiction" (1994)). Es un largometraje que se autolimita a su acción eficaz y a su enfoque gamberro autoconsciente, una acotación que torna al producto en un pasatiempo ameno, que siempre atrae con inmediatez... pero que se olvidará más pronto que tarde (excepto a para los muy muy fans del cine gore humorístico).

"La caza" aprovecha sus escenarios con puntería (valga la redundancia), lega una cinematografía grata en su definición, posee unos efectos especiales hábiles (que no sobresalientes) y se nutre de una digna actuación principal por parte de Betty Gilpin (bastante experimentada en cintas de horror y/o misterio, aquí dota de cierto sarcasmo a su papel) y de unas participaciones secundarias naturales (con la aparición estelar de Hilary Swank que hace este anecdótico y unidimensional papel con los ojos cerrados). Y aunque la labor del vestuario y la banda sonora son olvidables del todo, no empañan un largo de palomitas para adultos que consigue su objetivo de divertir de forma ajustada durante hora y media sin nada más que aportar. Es recomendable para ello, pero no resulta una comedia indispensable a lo "Con faldas y a lo loco", "Aterriza como puedas" (1980), "Jackie Brown" (1997), "Atrapado en el tiempo" (1993), "Sopa de ganso" (1933) o "Big" (1988) pues no tiene esa amplitud de miras a la hora de ambicionar algo más que no sea un "matatiempos" fútil. Mejor que "Los muertos no mueren" (2019) o "La casa de los 1000 cadáveres" (2003) sí es, pero no es capaz de acercarse al nivel de "El Show de Truman" (1998) o "Malditos bastardos" (2009). Es más bien equiparable a "El Escuadrón Suicida" (2021), "El sótano de Ma" (2019), "Venom" (2018), "Escuadrón Suicida" (2016), "Headhunters" (2011), "Sombras tenebrosas" (2012) o "Locos en Alabama" (1999) si de comedias negras se trata.

Lo mejor: La sutil pero imponente actuación de Betty Gilpin.
Lo peor: Que no aspire a más a nivel de desarrollo argumental.
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Caballero Luna (Miniserie de TV)
Caballero Luna (2022)
Miniserie
  • 6,2
    7.843
  • Estados Unidos Jeremy Slater (Creador), Mohamed Diab ...
  • Oscar Isaac, Ethan Hawke, Gaspard Ulliel ...
4
Un material jugoso que ha sido llevado con demasiado infantilismo y repetitividad.
La quinta serie a imagen real que realiza Disney sobre los personajes de MARVEL Cómics es la adaptación de uno de sus superhéroes más curiosos (y algo desconocidos para el público general. En mi caso lo conocía de ciertos videojuegos como secundario de lujo): el Caballero Luna/Marc Spector/Steven Grant/Jake Lockley (Oscar Isaac). Un personaje que en los cómics tiene trastorno de personalidad disociativo (aka personalidad múltiple) y que recibe superpoderes de un antiguo dios egipcio.

En esta versión televisiva el personaje no es consciente de sus múltiples personalidades (mientras que en los cómics no solo es consciente sino que usa sus diferentes personalidades para ganar información sobre los supervillanos de turno). Pero no es lo único que se cambia del Caballero Luna, pues aquí la personalidad de Steven Grant no es un multimillonario influyente sino un "don nadie" bastante atontado.

Normalmente apoyo los cambios argumentales en una versión audiovisual si éstos mejoran la expericia de ficción en el espectador, pero me temo que no es el caso que nos ocupa (pues un Caballero Luna consciente de sus personalidades y más aguerrido y proactivo podría haber dado un producto de comedia desvergonzada a lo "Bruja Escarlata y Visión" (2021), "Deadpool" (2016) o "Guardianes de la galaxia" (2014), una serie en la que viajáramos con diversión y desahogo por los llamativos mundos de este personaje). Aquí tenemos un personaje que siempre deambula con cara de bobo, que no se entera nunca de lo que le está pasando (aunque lo que le está pasando es más simple que lo que le suceden a otros personajes de la ficción con ese trastorno (como los productos (OJO SPOILERS DE ELLOS) de "Mr. Robot" (2015-19) o "El club de la lucha" (1999))).

Esto no es algo malo per se, pero es que los misterios de "Caballero Luna" son tremendamente básicos, con una simpleza de lo más infantil sobre la lucha contra el supermalvado de la temporada, con unos personajes arquetípicos (véase el interés romántico por ejemplo) y con un sentido del humor holgazán y pueril (más propio de lo que Disney nos ha dado en su canal en abierto con series como "J.O.N.A.S." (2009-10) o "Buena suerte, Charlie" (2010-14)).

Desde luego el Caballero Luna merecía mucho más, pues su premisa es llamativa y seductora. Pero donde pudo darse un "Daredevil" (2015-18) o un "DC's Doom Patrol" (2019-) se da un "Gotham" (2014-19), un "Ojo de halcón" (2021) o un "Batwoman" (2019-22). Un producto bien actuado (Oscar Isaac solventa a su personaje con gran pericia. A pesar de ser un tópico andante en las dos personalidades: la insegura y la segura), con una puesta en escena elegante (donde destaca el diseño del traje del superhéroe o las localizaciones exteriores. A pesar de esto la fotografía no tiene un sello plástico distintivo a lo "The Boys" (2019-) o "Daredevil") pero con unos guiones parcos y limitados sin necesidad. Queda patente que esto en manos de HBO (o si me apuran Netflix) hubiera sido superior. Solo recomendable a los incondicionales del universo cinemático de MARVEL o a los aficionados a los nuevos productos de superhéroes que ha adaptado Disney, los demás (incluso los seguidores de la ficción superheroica) se pierden entre poco y nada. En cuestión de comedias sobre superhéroes un poco "tocados" y que el espectador experimente el mismo surrealismo alocado... muchísimo más recomendables son "DC's Doom Patrol" o "Bruja Escarlata y Visión".

Lo mejor: Los efectos especiales. La actuación de Isaac.
Lo peor: La adaptación del argumento.
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La cura del bienestar
La cura del bienestar (2016)
  • 5,7
    9.699
  • Estados Unidos Gore Verbinski
  • Dane DeHaan, Jason Isaacs, Mia Goth ...
5
Un thriller tan sugerente y agraciado como innecesariamente largo.
No digo exasperantemente largo, pues el excesivo alongamiento de su argumento se ve compensado por una dirección soberbia de Gore Verbinsky (que no solo se muestra habilidoso en las cintas de aventuras de fantasía de la saga de "Piratas del caribe". Pues también logra describir con pericia los thrillers tradicionales y para muestra su remake de 2002 de la cinta japonesa "The Ring" (1998)).

La premisa nos presenta a un joven ejecutivo ambicioso (Dane Dehaan) que llega a un balneario suizo para traer de vuelta a un compañero que parece no querer salir de allí. En ese perturbador lugar el protagonista va descubriendo pistas que apuntan a que ese centro de tratamiento es en realidad un centro de asesinatos y experimentos de lo más extraños. Su argumento no deja de ser el toda película de "casa del terror", con una mansión con un pasado tétrico, con acontecimientos sobrenaturales y con una concatenación de sustos, huidas y demás a manos de sus personajes arquetípicos (el malo maloso, los secundarios "sacrificables", los personajes que nunca se creen lo que les dice el protagonista, etc). Sin embargo "La cura del bienestar" goza de una puesta en escena maravillosa que engalana este desarrollo argumental tan típico, limitado y revisto ("Winchester" (2014), "La novena puerta" (1999), "The Ring" (2002), "El orfanato" (2007), "El escondite" (2005), "La huérfana" (2009), "La visita" (2015), "El sótano de Ma" (2019), "Caperucita Roja" (2011), "La señal" (2015), "The Haunting", "Señales" (2002) y así un largo etcétera con mayor o peor fortuna).

Y es que hay en el largo una elección sublime de encuadres, con unos planos detalle eminentes a la hora de otorgarnos un misterio momentáneo, con unos paneos excelentes que cuidan los elementos escénicos con maestría, y con una configuración en los componentes del fotograma admirables y disfrutables (la secuencia del tanque de agua es para enmarcar, pero no le van a la zaga ese "baño" de Hannah o esa primera entrada del protagonista a las saunas). La fotografía es toda una delicia con una elección de tonos suaves combinados con suma elegancia, el diseño de producción es perfecto en cada artilugio y cada paisaje, y las actuaciones son competentes en todo momento.

Virtudes que van aupando a una trama que, si bien no está desarrollada de forma torpe o desatinada (esto no es "The Haunting"... por fortuna), resulta poco original y bastante formulaica (aunque resulta igualmente eficaz como sostén para un conjunto que acaba siendo entretenido, gracias a ese despliegue audiovisual tan avispado).

Recomendable como pasatiempo a todo público adulto, solo indispensable a los muy muy fans de los thrillers. Como cinta de género "La cura del bienestar" no posee un guion que la haga llegar a la altura de largometrajes como "Los otros" (2001), "El secreto de sus ojos" (2009), "Tesis" (1996), "Donnie Darko" (2001), "Abre los ojos" (1997), "El sexto sentido" (1999), o "Los hombres que no amaban a las mujeres" (2009)... así que se queda en un "Ni una palabra" (2001), un "Hannibal" (2001) o un "Se lo que hicisteis el último verano" (1997) superando con creces a fallidos suspenses como "El incidente" (2008), "La mujer de negro: El ángel de la muerte" (2014) o "La joven del agua" (2010).

Lo mejor: Su fotografía y su dirección.
Lo peor: Que lo que nos cuentan se podría haber contado en la mitad de tiempo sin que el argumento perdiera nada relevante.
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Boogie Nights
Boogie Nights (1997)
  • 7,3
    25.859
  • Estados Unidos Paul Thomas Anderson
  • Mark Wahlberg, Julianne Moore, Burt Reynolds ...
6
Épica de lentejuelas sobre el placer sin sentimiento.
En su segundo largometraje Paul Thomas Anderson ("Pozos de ambición" (2007), "Puro vicio" (2014), "Magnolia" (1999)) nos ofrece una "dramedy" ambientada en la llamada "era dorada del porno". La cinta está basada a su vez en un falso documental del mismo Anderson de 1988 llamado "The Dirk Story".

"Boogie Nights" es, un mi particular y subjetiva opinión, el mejor trabajo del director californiano. Un director que, admito no está entre mis predilectos... y tal vez sea por eso, porque "Boogie Nights" es su film menos ceremonioso y más gamberrete (casi acercándose a un tono "tarantiniano" más que uno propio de Anderson) por lo que logra encandilarme con gran capacidad. Eddie Adams (Mark Wahlberg) es un adolescente con un tamaño de cerebro inversamente proporcional al de su pene, un joven de pocas luces que es fácilmente seducido con una carrera en el cine porno. Y así "Boogie Nights" nos inicia en una andadura repleta de avatares llamativos, curiosos, claroscuros y (por qué no) a ratos sensuales y sexuales... sin embargo "Boogie Nights" apenas (tan solo en escasísimos minutos finales en sus dos horas y media) es emotiva. Y esto es algo que resta enteros a una cinta que, a pesar de ello, resulta entretenida con gran comodidad para con el espectador (dadas las atrayentes y elaboradas escenas de lujos, erotismos, discusiones y delincuencias con las que nos nutre)... y es también divertida por momentos gracias a un humor tan soterrado como irónico.

El problema en "Boogie Nights" solo viene por esa pérdida de emociones y sentimientos que sufren los personajes (tal vez sea una analogía del director a esa pérdida de intimidad que experimentan tan pronto. Pero más bien parece que han optado por borrar las emociones de sus personajes para no enriquecer más a la cinta, y eso es como si los personajes de "Gladiator" (2000) solo vivieran la acción de espadachines y escudos) pues (que se sepa, nótese mi ironía) los actores porno son también seres humanos y eso el film no lo refleja (las situaciones tópicas que se dejan caer de forma superficial resultan difíciles de comprar).

Así pues tenemos en "Boogie Nights" un ascenso al estrellato sórdido con un protagonista (un Mark Wahlberg prácticamente salido de su etapa de "niño malo" Marky Marck, interpretando el papel que mejor se le da: el de criminal pazguato, y para muestras "Dolor y dinero" (2013) o "El jugador" (2014)) adecuado a la perfección a su rol y rodeado de unos secundarios configurados con una singularidad formidable (quien no se ría con las escenas de William H. Macy y Nina Hartley (al parecer, actriz porno realmente. De eso debe venir que finja tan bien en la cinta) es que está muerto, y quien se aburra a lo largo del metraje... es que no tiene pulso en las arterias). A esto se suma una dirección habilidosa a todos los niveles (dirección de actores, realización, dirección artística (ojo a esos avezados planos/secuencia tan vivaces. Y atención a esos modelos de coches, de vestuario y de maquillaje que nos marca la cinta)), con una banda sonora pertinente de temas conocidos de la época en la que se basa, y con una fotografía de colorines de elegante composición... y de grano acorde según el tipo de escena.

Así pues tenemos una cinta competente, satisfactoria para todo público adulto (menos el que no guste que en una cinta se hable de sexo) que desee pasar un rato de amenización capacitada. Ahora bien, la falta de ciertos matices en su libreto hacen que no sea capaz de alzarla a los altares de obra maestra memorable (que esto no es una dramedy al nivel de "El hijo de la novia" (2001), "Malditos bastardos" (2009), "La vida es bella" (1997), "El Show de Truman" (1998), "American Beauty" (1999), "Jerry Maguire" (1996), "Campeones" (2018), "Pequeña Miss Sunshine" (2006) o "El gran dictador" (1940) sino más bien al de "Blue Jasmine" (2013), "Birdman" (2014), "Ed Wood" (1994) o "El lado bueno de las cosas" (2012)... que tampoco está nada mal aunque no sea algo inconmensurable.

Lo mejor: Las actuaciones en general.
Lo peor: La falta de dimensiones profundas a nivel afectivo de sus personajes.
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Un pliegue en el tiempo
Un pliegue en el tiempo (2018)
  • 3,3
    2.027
  • Estados Unidos Ava DuVernay
  • Oprah Winfrey, Reese Witherspoon, Mindy Kaling ...
4
Más cerca de un telefilm de Disney Channel que de un evento animado cinematográfico de Disney.
Esta adaptación infantil(oide) de la novela juvenil de ciencia-ficción de Madeleine L'Engle (publicada allá por 1962) por parte de Disney supuso un fracaso tanto de taquilla como de críticas (y ciertamente su destino fue bastante merecido. Aunque debo admitir que he visto superproducciones bastante peores... sin cavilar demasiado me vienen a la mente "Dragonball Evolution" (2009), "Cats" (2019) o "The Phantom" (1996)).

La trama nos sitúa en la vida de dos pequeños hermanos cuyo padre científico en Física (Chris Pine) ha desaparecido. Es entonces cuando unos "entes" encarnados en los cuerpos de tres mujeres (aquí interpretadas por Reese Whiterspoon, Oprah Winfrey y Mindy Kaling) les dicen a los dos hermanos que viajen por el espacio y el tiempo con ellas para rescatar a su padre.

Así pues en "Un pliegue en el tiempo" vamos observando viajes de fantasía por planetas interestelares durante esa misión de rescate (donde no falta el obstáculo de un antagonista, una fuerza maligna etérea que "tienta" a los protagonistas). Pero el problema del film no reside en su planteamiento (estas travesías de fantasía les hemos disfrutado con creces en largos de similar temática como en "La historia interminable" (1984), "El mago de Oz" (1939), la trilogía de "El Señor de los Anillos", etc.) sino en sus explicaciones y tratamientos. Desconozco si el material original es tan simple, cándido y rudimentario, pero en el film de Ava DuVernay (que se lució sobremanera en "Selma" (2014)) sí lo es.

Y es que una cosa es hacer accesible un argumento de viajes siderales, y otra muy distinta disminuir tanto las aristas de los personajes y sus circunstancias como se da en esta película. No es que las incongruencias para un adulto sean infinitas (que lo son, esa forma de respirar tranquilamente por esos viajes por el espacio y el tiempo, esa absurda necesidad de incluir a personajes que no aportan absolutamente nada ni al desarrollo argumental ni de los personajes (sí, me refiero al encarnado por Kaling principalmente)) es que el progreso de la aventura es tan bobo y pueril como gris, común y rutinario... tanto que hasta los más pequeños de la casa pueden llegar a aburrirse con ese nivel de pre-escolar en los diálogos y los sucesos (sobre todo en la recta final que tiende a la exageración con el simbolismo y la psicodelia cuando no ha habido mimbres como para que nos interese tanta rimbombancia).

Y eso que la cinta tiene en sus manos unas excursiones por mundos C.G.I. vistosos y coloridos (que no memorables y majestuosos. Que esto no es "Avatar" o "El Señor de los Anillos"). Pues la puesta en escena es aceptable y resultona (aunque dado el presupuesto se esperaba algo más de armonía en la composición de sus tonalidades, y un uso del croma con animación por ordenador un poco más definida), también lo es la labor de vestuario, maquillaje, realización e interpretación. Los niños protagonistas están naturales pero en ningún caso carismáticos, y solo Winfrey y Witherspoon aportan leves dosis de solidez actoral en sus extravagantes personajes... pero no tienen suficiente material como para rescatar del naufragio a sus extravagantes personajes (lo que les ha venido pasando a las grandes estrellas últimamente en las películas Disney a imagen real: Helena Bonham-Carter y Cate Blanchett en "Cenicienta" (2015), Emma Stone y Emma Thompson en "Cruella" (2021), etcétera).

Pero la cinta cae en un trabajo de guion demasiado repetido y memo, un trabajo más propio de los telefilms de Disney Channel como "Programa de Protección de Princesas" (2009), "ZOMBIES" (2018), "Minute Men" (2008), "Camp Rock" (2008) o "Starstruck" (2010) que de films para niños y adultos que no tratan como zoquetes totales a sus espectadores (casos de "Shrek" (2001), "El Rey León" (1994), "Mulán" (1998), "Frozen" (2013), "El Príncipe de Egipto" (1998), "Big Hero 6" (2014) o "Tarzán" (1999)). Como cinta Disney de fantasía para toda la familia con actores de carne y hueso... "Un pliegue en el tiempo" está (valga la redundancia) a años luz de "Mary Poppins" (1964), "Maléfica" (2014), "Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario" (2005), "La bella y la bestia" (1991), "Alicia a través del espejo" (2016)... y bastante por debajo de "Alicia en el país de las Maravillas" (2010), "La bruja novata" (1971), "El regreso de Mary Poppins" (2018), las secuelas de "Las crónicas de Narnia" o las aventuras de "Piratas del Caribe". Digamos que se queda en un frágil "John Carter" (2012), "Mulán" (2020), "El llanero solitario" (2013) o "La búsqueda" (2004). Una película para los muy muy pequeños de la casa o los tremendamente incondicionales de todo lo que toque Disney para bien o para mal.

Lo mejor: La desenvoltura de Winfrey y Witherspoon a pesar de no tener absolutamente nada de hondonadas y matices en sus papeles.
Lo peor: La falta de dimensiones recónditas en el libreto (el humor es fallido, el drama superficial, la intriga de sus misterios de fantasía... inexistente) que hacen de la cinta más un pase de modelos y paisajes que una historia a tener en cuenta.
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Dune
Dune (2021)
  • 7,2
    46.363
  • Estados Unidos Denis Villeneuve
  • Timothée Chalamet, Rebecca Ferguson, Oscar Isaac ...
5
Vistosa, pero no hay para tanto.
Esta nueva adaptación de más de dos horas y media de la primera parte de novela de la saga "Dune" de Frank Herbert, supone todo un entretenimiento palomitero. Un entretenimiento que pudo otorgarnos más contenido, pero que el que nos da es suficiente como para sostener la principal virtud del film que no es otra que su particular fotografía.

Admito que no soy demasiado fan de la novela (y sus secuelas) original, pero también confieso que esta traslación por parte de Denis Villeneuve me ha convencido mucho más que la aportada por David Lynch en 1984. Pues esta "Dune" de 2021 es más coherente y compresible hacia su propio universo establecido (así como más respetuosa y fidedigna con el material original. Aunque esto para mí sea bastante secundario).

En el lejano planeta desértico de Arrakis, en el que se extrae la "especia" (el material más valioso del universo y que permite los viajes interestelares), el Imperio de la galaxia decide expulsar a los nobles encargados del gobierno y la extracción de la materia del planeta (los Harkonnen) y los sustituye por los nobles Atreides. Pero el regalo que el Imperio hace a los Atreides es un regalo envenado, el heredero de la casa Arrakis Paul (Timothée Chalamet) deberá entonces combatir a los vengativos rivales y tender puentes con los nativos del lugar.

La novela "Dune", aun sin ser de mis favoritas, es un gran relato de fantasía entre rencillas y conspiraciones. Pero está claro que bebe de muchos otros relatos (al igual que otros productos audiovisuales beben mucho de esta novela, caso evidente el de toda la saga de "Star Wars")... principalmente de los relatos religiosos. Y esta adaptación por parte de Villeneuve, Jon Spaihts y Eric Roth se mantiene fiel a ellos. Por lo tanto sorpresa ninguna durante el devenir del relato, pues Paul Arrakis alias "El elegido", "El enviado" es una suerte de mesías (una mezcolanza entre Moises y Jesucristo) por el desierto de Israel con una madre que rememora a la Virgen María de los Evangelios (y el marido también es una suerte de San José). Y es que tenemos en esta "Dune" elementos muy trillados y sin apenas variaciones a lo ya establecido, y la sensación de Deja vú hacia...
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La huérfana
La huérfana (2009)
  • 6,1
    22.753
  • Estados Unidos Jaume Collet-Serra
  • Isabelle Fuhrman, Vera Farmiga, Peter Sarsgaard ...
6
Más curiosa que notable.
Tras debutar en el cine norteamericano en 2005 con la cinta de gore y parodia que fue "La casa de cera" (y tras la infumable entrega deportiva de "Gol 2" (2007), y lo digo siendo madridista), Jaume Collet-Serra nos deleitó con un largo de una calidad pareja a todos con los que ha continuado (ya sea con las intrigas de acción encarnadas por el veterano Liam Neeson o las comedias de aventuras protagonizadas por Dwayne Johnson): un thriller de terror tan cotidiano como eficiente.

Con ecos a todos los blockbuster de misterio criminal/paranormal y sustos de salón ("La huérfana" se pasea por los mismos lugares comunes de cintas como "El escondite" (2005), "The Ring" (2002), "El secreto de Marrowbone" (2017), "Winchester" (2018), "La casa" (2003), "Infinity Pool" (2023), "La mujer de negro" (2012), "Los crímenes de la Academia" (2022), "It" (2017), "El rito" (2011), "The Haunting" (1999), etc. Pues tenemos en el film las escenas obligadas de la protagonista a la que nadie cree, la que bucea por internet o bibliotecas para desentrañar al fantasma/criminal de turno, las secuencias de persecuciones y escondites por la casa tenebrosa y demás) lo cierto es que "La huérfana" nos presenta esta vez un elemento diferente al usual (esta vez no es un espíritu o un poseído el que deambula por la trama sino una "niña" con mucho que esconder) que además se basa (vagamente, claro está) en el caso de Barbora Skrlová (y no diré más para no dar spoilers). Una familia norteamericana que vive de manera bastante idílica (con traumas pasados, pero de esos que no impiden tener casas y cuerpos de revistas) decide adoptar a una niña rusa de unos 9 años. Pero esta "niña" que en principio resulta adorable va a ir poniendo a prueba la estabilidad familiar hasta límites criminales.

Hay que reconocer que "La huérfana" aun con sus limitaciones en el desarrollo argumental (constreñida a su género de thriller. No veremos aquí más dimensiones que las intrigas criminales y el suspense de temor. Olvídense de contar con retales de sentido del humor sagaz como en otros largos de suspense más notables (a lo "El secreto de sus ojos" (2009) o "Tesis" (1996)) o con sondeos dramáticos maduros e impactantes a lo "Memento" (2009)) es una película de género de calidad.

Porque aunque esto no sea ni "Zodiac" (2007) ni "El silencio de los corderos" (1991) ni "El club de la lucha" (1999) y sea algo más modesto en sus miras argumentales, su trama (que va discurriendo entre lo tópico y previsible y lo curioso de forma culpable) no evita triunfar en todos y cada uno de sus trucos de efecto, en todos sus comedidos sustos (es una película de esas "de terror, pero no mucho") y en la urdimbre perversa del personaje del título. Y es que la presentación de sus personajes posee un tempo perfecto, el nudo tiene una garra intensa de lo más atrapante, y el desenlace es coherente dentro de su propio universo (solo en esos minutos acaba tirando más de situaciones revistas en este tipo de cine que se estiran sin necesidad).

A un guion bien descrito por parte de David Leslie Johnson-McGoldrick (autor de los libretos de las aceptables "Caperucita Roja" (2011) o "Ira de Titanes" (2012)) pero nunca singular o sobresaliente se le suma una narración audiovisual con pericia por parte de Collet-Serra. Sin otorgarnos un solo plano novedoso o identificativo (que Kubrick tampoco es) y siguiendo por los cánones del thriller con los planos subjetivos de la malvada o encuadres dinámicos o mantenidos según lo pida la escena, el catalán nos sumerge con naturalidad y acomodo durante toda la película (aunque Collet-Serra se ha lucido mucho más como realizador en otros trabajos posteriores, y a "Sin identidad" (2011) o "Black Adam" (2022) me remito, cintas con libretos más grises a las que saca oro con su elección de montaje y rodaje). Ayuda que la cinta posea una fotografía competente, con un diseño de producción logrado (no hay alardes en los escenarios o el vestuario, pero es adecuado del todo y nos sitúa de forma innata en ese ficticio lugar de la norteamérica nevada) y una cinematografía grata.

Pero el punto álgido del conjunto es, junto a su decente guion, su elenco. Pues Isabelle Fuhrman se marca un tour de force increíble; capaz de dar a su papel de forma cercana una constante inquietud... para derivar en un pavor permeable para con el espectador. Y lo hace de forma creíble y diría que hasta carismática. En Vera Farmiga ("Up in the Air" (2009), "El pasajero" (2018), "Expediente Warren" (2013)) recae la otra mitad del peso del film y la actriz de New Jersey cumple sin despeinarse en su arquetípico papel (visto en otros largometrajes en manos de...
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Bob Esponja: Un héroe al rescate
Bob Esponja: Un héroe al rescate (2020)
  • 5,5
    1.178
  • Estados Unidos Tim Hill
  • Animación, Keanu Reeves (Voz: Tom Kenny) ...
4
Animación colosal, diversión desaparecida.
El tercer largometraje de "Bob Esponja" (más acostumbrado a la magnífica serie de 20 minutos de duración por episodio) nos llega directamente a Netflix en forma de telefilm (pues "Bob Esponja: La película" (2014) y "Bob Esponja: Un héroe fuera del agua" (2015) tuvieron sendos estrenos cinematográficos) y ya sin el fallecido Stephen Hillenburg (creador de estos brillantes dibujos animados) a cargo del guion... algo que por desgracia se nota demasiado.

Bob Esponja se ve envuelto en una nueva aventura submarina cuando su mascota, el caracol Gary, es secuestrada. Bob y su mejor amigo Patricio Estrella emprenden un viaje de rescate que les deparará supuestos momentos cómicos. Lamentablemente el sentido del humor de "Bob Esponja: Un héroe al rescate" baja el listón tremendamente respecto a lo acostumbrado en la serie original... o si me apuran en las dos películas predecesoras (que tampoco estaban al nivel del formato perfecto para este universo de curiosos desmanes: los 20 minutos). Pues Tim Hill (que escribe y dirige este largo), si bien está familiarizado con Bob Esponja al formar parte del equipo creativo, carece de esa chispa a la hora de tratar el surrealismo desatado a la par que cómplice (¡ay esos viajes psicodélicos en la máquina del tiempo de "Bob Esponja: Un héroe fuera del agua"!, ¡cómo se echan en falta escenas humorísticas tan bien configuradas como aquellas!) o esos toques de ironía punzante marca de la casa de la serie (este Calamardo amoroso con Bob Esponja no es capaz de otorgarnos escenas de pullas espabiladas). Por el contrario tenemos un sentido del humor descafeinado, que jamás hará reír a un público que sobrepase los 6 años de edad (e incluso esta franja puede que apenas esboce la sonrisa).

Y así, con una comicidad más propia de "High School Musical" (2006) o de "Patrulla Trueno" (2021) que de la serie de Bob Esponja (o de sus películas anteriores)... y con un devenir de los acontecimientos tan alongado y redundante como en los largos predecesores, pues tenemos una película plúmbea. Un largometraje que puede contentar a los muy muy pequeños de la casa o a los muy muy incondicionales de todo el universo esponjil. Pero que al público medio (niño y adulto) que busque un rato ameno digno... no llega a distraer en su justa medida, sino a hastiar por momentos y a atraer por otros.

Porque, si bien es cierto que el guion es del todo mejorable, la animación de la película es espléndida. Los que vayan con la idea preconcebida de que pasar estos bidimensionales dibujos al formato tridimensional de la animación por ordenador puede ser un espanto... que se quiten esa idea de la cabeza. Pues "Bob Esponja: Un héroe al rescate" sabe dar con las teclas precisas para otorgar la profundidad de campo justa para no desvirtuar la ternura y la distinción que estos personajes mantienen en su diseño original. Y así, ni Bob Esponja, ni Patricio, ni Calamardo, ni Cangrejo ni Arenita pierden su carácter. Unos protagonistas que se mueven por la escena con vivacidad y por unos escenarios de un colorido maravilloso y fascinante (atención a esa "Atlantic City" submarina).

Es esa atractiva y portentosa animación lo que hace encandilar al público por momentos, pero a nivel de desarrollo argumental resulta un film fallido. Solo recomendable a los muy muy niños o a los muy muy fans del universo Bob Esponja. Pues la cinta se equipara a "Casper: A Spirited Begining" (1997), "Hotel Transilvania: Transformanía" (2022) o "Halloweentown" (1998), y nunca llega al nivel estupendo de telefilm animado para toda la familia de "Luca" (2021), "Shreketefeliz Navidad" (2007) o "RED" (2022) (no esperen algo a la misma altura ni mucho menos).

Lo mejor: Su animación.
Lo peor: Su guion.
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And Just Like That... (Serie de TV)
And Just Like That... (2021)
Serie
  • 5,3
    1.797
  • Estados Unidos Darren Star (Creador), Michael Patrick King (Creador) ...
  • Sarah Jessica Parker, Kristin Davis, Cynthia Nixon ...
5
¡Han vuelto!... más comedidas pero igualmente carismáticas.
La comedia entre bucolismo metropolitano "Sexo en Nueva York" (1998-2004) nos ha ofrecido con "And Just Like That" (2021-) una digna pero inferior continuación (resultado que ya repitieron los dos largometrajes cinematográficos de 2008 y 2010 que sirven como puente entre la serie original y la que nos ocupa). Las tres mejores amigas (antes cuatro) Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker), Charlotte York (Kristin Davis) y Miranda Hobbes (Cynthia Nixon) siguen con sus vidas cosmopolitas entre (esta vez pequeños) líos de faldas y pantalones, y ocupaciones y trabajos enriquecedores.

"And Just Like That" (que vendría a ser "y justo así" (aunque la expresión más pareja al castellano sería "y exactamente así"), un encabezado con el que la protagonista termina su reflexión del capítulo en cuestión) es claramente inferior a "Sexo en Nueva York" pues faltan varios de sus elementos... básicamente dos, y esos son unas tramas osadas y expuestas en sus temas sexuales (aquí se nos muestran más descafeinadas... aunque también es por la evolución natural y madura de sus personajes) y por supuesto el carisma arrebatador del personaje de Samantha Jones (una Kim Cattrall desaparecida por desavenencias personales con sus co-protagonistas), la ninfómana del grupo que tantos momentos de oro nos dio en la serie con sus curiosas y divertidas excentricidades.

Dicho esto, es cierto que otros elementos de "Sexo en Nueva York" se mantienen a Dios gracias. La actuación afable, desenvuelta y vivaz de Parker logra la misma complicidad que antaño, la química con sus dos contrapartes es tan innata como podíamos esperar, las tramas (más cotidianas y no tan desatadas) mantienen un sentido del humor tan seductor como sagaz, y el despliegue audiovisual es repleto (esto no es televisión, es HBO) tanto en los decorados luminosos de ese Nueva York de élite como en ese adorado vestuario y maquillaje que es marca de la casa de este "universo".

Así pues "And Just Like That" logra en el público adulto (y en especial a los que disfrutaron de la serie predecesora) un entretenimiento ameno y lustroso... aunque la serie se acerque más al espíritu de "Modern Family" (2009-2020) o "Friends" (1994-2004) que al del "Sexo en Nueva York" que hizo acto de presencia por primera vez en la HBO.

Lo mejor: Me quedo con la actuación de Sarah Jessica Parker que tan cómoda se siente en el personaje para beneficio del espectador.
Lo peor: Diría que sus dos compañeras de reparto no gozan de tramas humorísticas tan audaces como las de Parker.
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Ámsterdam
Ámsterdam (2022)
  • 5,4
    4.965
  • Estados Unidos David O. Russell
  • Christian Bale, Margot Robbie, John David Washington ...
6
Se engrandece en lo extravagante, se empequeñece en lo usual.
Basado (muy vagamente) en el "Complot del Negocio" de 1933 (en el que un veterano General fue tentado por multimillonarias empresas norteamericanas para promover un golpe de Estado contra el Presidente Roosvelt en 1933. Pero la cosa no pasó de una tácita invitación que no llegó ni a orquestarse), el noveno largometraje de David O. Russell (buen director y, al parecer, peor persona) se nos presenta como un film detectivesco de época con tonos de humor irreverente.

Dos amigos y veteranos de guerra (Christian Bale y John David Washington) son contratados por la hija de famoso Comandante retirado para que investiguen la sospechosa muerte de su padre... lo que les hará descubrir el complot mencionado y aquí desarrollado con bastante desidia e infantilismo (para que se hagan una idea, el tratamiento argumental del misterio de este film es equiparable a los de largos como "Sherlock Holmes" (2009), "La casa torcida" (2017) o "Winchester" (2018) si de investigaciones criminales de época tan complacientes como olvidables se trata). No tenemos pues en "Amsterdam" unas intrigas astutas, serpenteantes, hondas y sorprendentes (¡vamos que esto no es ni un capítulo de "Daredevil" (2015-18) ni un largometraje a lo "El club de la lucha" (1999), "Abre los ojos" (1997), "El secreto de sus ojos" (2009) o "American Gangster" (2007)), ya que la trama criminal e indagadora (con unos "malos muy malos" cuyo trabajo de configuración es tan infantil como en productos a lo "Enola Holmes" (2020), y cuya captura es más simple que el mecanismo de un chupete) no pasa del mero sostén narrativo para un catálogo de frases, reflexiones y situaciones de comedia sarcástica y descarada por parte de sus personajes en general y del protagonista que encarna Bale en particular.

Porque en ese terreno "Ámsterdam" sí que dota al producto de una calidad gratificante y perspicaz. Completamente capaz de envolver al relato en una atmósfera que marida lo barroco con lo surrealista (tanto la elección de los encuadres (que entre plano/contraplano, se llenan de planos cerrados y planos recurso de detalles en todo tipo de ángulos) como en el gusto primoroso a la hora de combinar los tonos ocres y verdosos que son la tónica de la cinta (hay en "Ámsterdam" un empleo de los filtros completamente inspirada dentro de esa combinación de maderas lujosas y prótesis bizarras e innovadoras), "Ámsterdam" te cubre de forma confortable, cercana y ensoñadora en su microcosmos afable y singular (con una gran labor en el imaginativo atrezzo de ortopedias y mutilaciones, labor de maquillaje incluido. Y ojo a su apreciable banda sonora durante su visionado)) y muy lucida a la hora de aportar a todos los personajes principales de una dimensión de desparpajo arrebatador y fina ironía que el producto agradece como agua de Mayo.

Algo que por supuesto aprovecha el plantel de forma aceptable en líneas generales. Bale es el que más destaca, dotando a su personaje de un potente punto de carisma dentro de su peculiaridad. Un rol que imprime un marcado carácter de estar curado de espanto, de ir por la vida con un descaro ingenioso y un desdén merecido... y Bale ofrece un talento curtido enriqueciendo la experiencia cinematográfica con elegancia y calidad. Y, al estar casi siempre a su lado, John David Washington y Margot Robbie se evidencian más limitados y no tan capaces de exprimir sus roles y engrandecerlos con complicidad y agudeza. No están sobreactuados, ni mucho menos, pero no despiertan la curiosidad e interés que Bale logra para con su rol (sinceramente, la historia de este par vía flashbacks resulta de lo más distante y anodina). El resto de secundarios están muy limitados en el libreto, pero sí sacan partido a los instantes de humor sardónico que el film les ofrece (hablo por supuesto de ciertas escenas con el personaje de Bale en las que hace acto de presencia Andrea Riseborough, y a algunos diálogos que le tocan en suerte a Matthias Schoenaerts con el personaje de Bale).

Es, en definitiva, una película entretenida gracias a un entorno estilizado y confortable, y unas actuaciones competentes... pero no tanto por una trama de ficción que se denota trillada y poco esforzada. Pero en su defecto reside su virtud, y el film cuenta con muchas excepciones a la regla donde es capaz de alzarse con ese tono de mordacidad que hace a "Ámsterdam" una diversión inusitada.

En su conjunto se acaba situando por debajo de films del mismo corte y carácter como puedan ser "Malditos bastardos" (2009), "Fargo" (1996), "Jackie Brown" (1997) o "Quemar después de leer" (2008) pero por encima de largos como "Sherlock Holmes: Juego de sombras" (2011), "El buen alemán" (2006), "Enola Holmes", "La casa torcida", "Sherlock Holmes" (2009) y demás investigación de época con un enfoque irreverente. Digamos que es más bien equiparable a "Django desencadeno" (2012), "El gran Gatsby" (2013), "Infiltrado en kkklan" (2018) o los mejores exponentes del cine de David O. Russell (es decir: "El lado bueno de las cosas" (2012), "The Fighter" (2010) y "La gran estafa Americana" (2013). Porque bodrios como "Joy" (2015) o "Extrañas coincidencias" (2004) están a años luz de este film que es más potable y disfrutable). Es recomendable como pasatiempo pasajero de cierta categoría pero baladí tras su visionado. Y solo indispensable a los muy incondicionales de las comedias criminales de época, a los fans de su director o de sus intérpretes. No es una película que traspase géneros pero en líneas generales se deja ver con gusto.

Lo mejor: La parte del libreto que se encarga de configurar el sentido del humor del film. La actuación de Bale
Lo peor: La parte del guion que trata la trama criminal tan estereotipada y simplona.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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