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Los Fabelman
Los Fabelman (2022)
  • 7,0
    14.472
  • Estados Unidos Steven Spielberg
  • Michelle Williams, Paul Dano, Gabriel LaBelle ...
5
Entre el culebrón, la parsimonia y la reflexión.
El trigesimosexto largometraje (ahí es nada) de Steven Spielberg ha sido un drama costumbrista autobiográfico... y por ello su película más personal. Pero que sea la más personal no significa que sea la mejor (ni por asomo) aunque tampoco es lo peor que nos ha dado el grandioso cineasta (eso se lo dejamos a "La guerra de los mundos" (2005), "Amistad" (1997), "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal" (2008), "Hook" (1991) o "El mundo perdido" (1997)) acostumbrado a regalarnos obras maestras ("La lista de Schindler" (1993), "Salvar al soldado Ryan" (1998), "E.T." (1982), "A.I: Inteligencia artificial" (2001), "Minority Report" (2002)) o notables joyas ("Lincoln" (2012), "Tiburón" (1975), "Los archivos del Pentágono" (2017), "El imperio del sol" (1987), "Caballo de batalla" (2011), "Munich" (2005)) de obligado visionado para todo cinéfilo que se precie.

"Los Fabelman" vendría a entrar dentro de esas películas tan aceptables como mediocres ("El puente de los espías" (2015), "Mi amigo el gigante" (2016)) del prolífico cineasta. Pues tenemos en esta película intantes de brillante lucidez narrativa... y otros de topiquez absurda o de pachorra excesiva. Basado en la vida de Spielberg (la cinta solo cambia el nombre del protagonistas de Steven Spielberg a Sammy Fabelman (interpretado por Gabriel LaBelle en la adolescencia y por Mateo Zoryan Francis-DeFord en la infancia) mientras que mantiene absolutamente todos los momentos destacados de su juventud (su primer amor, los conflictos familiares, los problemas de instituto, etc) así como las profesiones de sus padres, el número de hermanas o ese acontecimiento crítico que hará tambalear a la familia), "Los Fabelman" nos lleva por la infancia y juventud de su protagonista casi de la misma forma que lo hace "Boyhood" (2014).

Y es que la trama de "Los Fabelman" es tan familiar y reconocible como escasamente llamativa e impactante. Y es que el hecho de que las películas de Spielberg sean en su mayoría sobresalientes... no quiere decir que el cómo las ha hecho o cómo haya vivido su vida el director sea igual de curioso o interesante como largo de ficción. Que sí, que todas las vidas son relevantes e interesantes, pero no siempre en el lenguaje cinematográfico.

Y eso que "Los Fabelman" cuenta con algún que otro diálogo meditabundo realmente maduro y sazonado (no tiene desperdicio la charla del protagonista con su tío abuelo), pero no es la tónica habitual en un guion por parte de Tony Kushner (el Pulitzher se lució más en "Lincoln") que parece discurrir con el piloto automático por excursiones campestres de la familia, viajes en coche y organización de las películas amateur del talento de la familia. Eso cuando no tira de clichés adolescentes un tanto forzados (el inicio con lo matones parece reciclado de otros productos audiovisuales) o de incoherencias distantes (a pesar de que Michelle Williams capea con gran maestría el temporal, su personaje pasa en una sola secuencia...
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El quinto elemento
El quinto elemento (1997)
  • 6,6
    96.337
  • Francia Luc Besson
  • Bruce Willis, Gary Oldman, Milla Jovovich ...
6
Ameno relato sci-fi con más estética que contenido.
El director-productor-guionista Luc Besson ("León, el profesional" (1994), "Nikita" (1990), "Lucy" (2014), "Valerian y la ciudad de los mil planetas" (2017)) nos ofreció en su séptimo largometraje como director una historia sci-fi que no va más allá de su propuesta argumental inicial, pero que se colma de un eficiente sentido del humor y una expresiva estética que la tornan en una cinta estandarte del género a pesar de su superficialidad en la trama.

Un malvado planeta destructor del universos aparece cada cientos de años, y solo un arma especial de ciertos alienígenas es capaz de detenerlo. Ese arma consiste en cuatro elementos con magia y el quinto elemento del título encarnado por Milla Jovovich. Un personaje creado para combatir el mal y que es protegido por el taxista futurista interpretado por Bruce Willis. A la fiesta se unen un villano unidimensional al que Gary Oldman da un tono de parodia y algún que otro secundario arquetípico.

Pero no intenten en "El quinto elemento" buscar un desarrollo argumental de intrigas serpenteantes y recónditas, ni traten de encontrar a personajes multidimensionales, o frases de gran reflexión simbólica. No, para es mejor pónganse "The Matrix" (1999), "Abre los ojos" (1997), "Donnie Darko" (2001), "Minority Report" (2002), "AI: Inteligencia Artificial" (2001), "La naranja mecánica" (1970), "Interstellar" (2014) o "Wall.E" (2008). En "El quinto elemento" mejor déjense llevar por la trama irreverente cargada de fuegos artificiales y de guasa.

Pero, evidentemente si el guion no tiene demasiadas ambiciones, voy a valorar el film en consecuencia. Un film cuyo devenir argumental es simple (y en ocasiones bobo pretendidamente) pero siempre activo y resuelto. Desde luego "El quinto elemento" nos da una trama la mar de entretenida en todo momento, pues sabe hacer fluir y progresar esa propuesta básica sin divagaciones exasperantes. ¡Vamos, que no es el horror de "Aeon Flux" (2005), "Robocop 3" (1993) o "Alien Vs. Predator" (2004)!, aquí estamos ante una historia con suficiente cohesión y dinamismo para distraernos, mientras que el resto lo pone una puesta en escena muy capacitada a la hora de evadirnos en ese "futuro" 2263 de escenarios coloristas, estéticas pop desatadas (el vestuario, peluquería y maquillaje tan característicos son de sobresaliente tanto en su original concepción como en su llamativa ejecución. Es que no tiene desperdicio ni uno, ni el "quinto elemento" del título ni los más secundarios como Diva Plavalaguna (Maïwenn Le Besco) o Ruby Rhod (Chris Tucker)), encuadres briosos pero acomodados por parte de Besson, de efectos especiales muy logrados para la época (solo basta con mirar otra cinta del mismo año como "Turbo Power Rangers" para apreciar lo que nos regala con gusto "El quinto elemento" en cuestión de C.G.I. y cromas) y de unas actuaciones que salen al rescate de lo parco del guion. El trío del cartel da a sus personajes la solidez que demandan (que tampoco es mucha pero algo sí necesitan) sorprendiendo una Milla Jovovich ("El regreso del lago azul" (1991), "Kuffs, poli por casualidad" (1992)) que por aquel entonces tan solo era considerada una "cara bonita" pero que aquí ofrece una intensidad y una singularidad de lo más natural a su papel (cosa complicada con el "elemento" que le cae en gracia). Pero quien más destaca y más estimula al relato es un Chris Tucker como reverso cómico de Bruce Willis durante gran parte del metraje (es decir, durante la acción de tiros, persecuciones y combates), pues hace partícipe al espectador de esa acción con mucho desenfado. Eso sí, es un rol que a parte de la audiencia va a resultar cargante, así que o se conecta con él o no.

La banda sonora es análoga al personaje de Tucker o la amas o la odias y en mi caso me ha tocado lo segundo.

Así pues tenemos una cinta que acaba distrayendo con lo que no arriesga y en lo que arriesga (estética, actuaciones y música) acaba chiflando o asqueando. Pero va a ser más habitual lo primero y acabar seduciendo al público amante de la ciencia ficción más comercial o las space óperas más festivas. No es la obra maestra de la trilogía original de "Star Wars" ni la agudeza de "Guardianes de la galaxia" (2014) pero tampoco es lo mediocre de "Valerian y la ciudad de los mil planetas" del mismo Luc Besson, "El destino de Júpiter" (2015) o "Mortal Engines" (2018). Digamos que es equiparable a "In Time" (2011), "Prometheus" (2012), "Guerra mundial Z" (2013), "Chappie" (2015) o "Guardianes de la Galaxia Volumen 3" (2023). Es recomendable para los aficionados a las películas de ciencia-ficción y/o acción o a los fans de su director y/o reparto. En el resto de audiencia pasará completamente desapercibida.

Lo mejor: Me quedo con su vestuario.
Lo peor: En mi caso ha sido la banda sonora, pero esto es algo completamente subjetivo y para nada objetivo.
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La madre del blues
La madre del blues (2020)
  • 5,7
    3.952
  • Estados Unidos George C. Wolfe
  • Viola Davis, Chadwick Boseman, Glynn Turman ...
4
Otra oportunidad perdida de Netflix.
Basado en la obra teatral del mismo nombre de 1982 (que a su vez tomaba como referencia al personaje real de Gertrude "Ma" Rainey), este largometraje de Netflix nos narra una ficticia grabación de la madre del blues del título (Viola Davis) que rompió moldes para bien con su pionera música blues y su franca forma de vida... tanto es así que la mayoría nos vamos a quedar con las ganas de ver un biopic, un verdadero biopic de esta referencia musical y artística y no que lo nos brinda "La madre del blues".

Pues una figura (poco conocida fuera de los Estados Unidos) con una vida tan enervada y multifacética daba para un "La vida en rosa" (2007) y no para una "Judy" (2019) limitadita y acotada a un instante que además aparta bastante la figura de Ma Rainey. Así que si esperan una película que narre los periplos de la figura central del biopics... me temo que "La madre del blues" les va a decepcionar, ya que el largo trata de una grabación de estudio eterna (con momentos redundantes y personajes accesorios) y de algunos bajos fondos personales cuyo tratamiento es tan superficial como melodramático.

"La madre del blues" se ambienta (principalmente) en el sótano en el que los músicos de la banda de Ma Rainey ensayan y se preparan para la grabación. Ahí tenemos una catarata de diálogos y quejas sobre la discriminación que sufre la población afroamericana de la época (así como vivencias racistas padecidas por este grupo). Unas reivindicaciones que no llegan a ninguna parte y de las que el grupo no acaba por sacar conclusiones o acuerdos (cosa harto irreal en gente adulta, sinceramente). Y, aunque son diatribas de cierto ingenio en su exposición y situadas en un contexto con garra, lo cierto es que se dan prácticamente sin medida y sin dejar apenas espacio al desarrollo argumental sólido tanto del verdadero protagonista de la cinta (el ficticio trompetista encarnado con maestría por el fallecido Chadwick Boseman) como de los secundarios que son interpretados con gusto por actores como GlynnTurman, Colman Domingo o la propia Davis (cuya única falla es ciertos momentos demasiado forzados en sus playbacks, pues la voz cantante la pone Maxayn Lewis).

Es una lástima porque "La madre del blues" cuenta con una fotografía de tonos ocres y amarillos que se maridan con gusto por los vetustos escenarios, unos escenarios elegantes en su plasmación de una época de contrastes e iniciaciones. Hay en el film además una realización orgánica (que no sobresaliente), un sonido para enmarcar y un vestuario resultón. Esto aunado a unas actuaciones que sacan oro de sus roles (Boseman es el más beneficiado del libreto... a pesar de que su personaje cuenta tan solo con retales poco esforzados sobre el papel) son casi capaces de alzar el conjunto al que le pesa demasiado tanta exposición y tan poca actividad decisiva. El dicho de "menos preocuparse y más ocuparse" le viene que ni pintado a este largo que acaba siendo una experiencia que atrapa por pocos momentos y hastía en demasiados, una oportunidad perdida teniendo en cuenta todo lo que nos pudo dar y no da. Pero como cinta de drama y música, independientemente de los hechos en los que se basa vagamente, también resulta un largometraje grisáceo en líneas generales... digamos que es equiparable al telefilm de Netflix (también basado en obra teatral, no en hechos reales) "Los chicos de la banda" (2020) o a otros telefilms de la plataforma con estrellas hollywoodienses como "Imperdonable" (2021), "Enola Holmes" (2020) o "Spiderhead" (2022). Desde luego está a años luz de biopics con cantantes/cantautores de la talla de "La vida en rosa", "Ray" (2004), "Amadeus" (1984), "Florence Foster Jenkins" (2016), "En la cuerda floja" (2005)... o si me apuran "Bohemian Rhapsody" (2018), "Rocketman" (2019) o "Clouds" (2020). Solo recomendable a los muy fans de los melodramas ascetas, del blues clásico o de los seguidores de sus protagonistas frente a la pantalla.

Lo peor: El guion cuando incide de forma repetitiva en las charlas "casuales" de la banda.
Lo mejor: La actuación de Boseman en gran medida y la de Davis en menor medida. El sonido.
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1917
1917 (2019)
  • 7,7
    51.324
  • Reino Unido Sam Mendes
  • George MacKay, Dean-Charles Chapman, Mark Strong ...
5
Lo mejor que se puede decir de ella es que es toda una proeza técnica.
Tomando como referencias las vivencias que le contó su abuelo Alfred Mendes, el director de "American Beauty" (1999), "Revolutionary Road" (2008), "Skyfall" (2012) y "Spectre" (2015) entre otras nos adentra con todos los sentidos en la Primera Guerra Mundial. Con un trucado plano/secuencia (cuando la cámara no enfoca a personajes sino a paisajes hay cortes encubiertos) la cinta nos transporta a la línea Hindenburg donde un par de soldados británicos (George MacKay y Dean-Charles Chapman) se embarcan en una larga caminata para advertir al Coronel Mackenzie (Benedict Cumberbatch) de que debe detener el ataque de su regimiento. Pero ojo, el hecho de que "1917" cuente en su haber con una premisa bélica parecida a la de "Apocalipsis Now" (1979) o "Salvar al soldado Ryan" (1998) no quiere decir que goce de la mismas variadas dimensiones, de las mismas reflexiones, cargas trascendentes o astucia en sus intrigas. No, por desgracia "1917" es de esas cintas sin apenas diálogo (y mucho menos una voz en off natural a lo "Apocalipsis Now"), un film de supervivencia más básico y limitado de lo que cabría esperar dada la factura sublime con la que nos regala.

Y es que "1917" presenta a priori buenos mimbres con unos personajes francos y humanos... y los conduce por una tierra desolada donde lo único que hace acto de presencia son las caminatas, las huidas y los tiroteos durante más de dos horas sin absolutamente nada más que aportar como obra de ficción (que lo es, no estamos ante un documental precisamente). Es un guion que probablemente no ocupe ni cinco folios, y que torna a otros "survival films" ("1917" tiene más de ese género de supervivencia a lo "Infierno blanco" (2012) que del género bélico clásico a lo "Senderos de gloria" (1957)) como "El renacido" (2015) o "Naufrago" (2000) en obras maestras de los diálogos y reflexiones en comparación. Tampoco es que esperara algo de la calidad de "La chaqueta metálica" (1987) o "Malditos bastardos" (2009), pero es que ni tan siquiera sus situaciones son capaces de otorgar el nervio y las honduras de un "Corazones de acero" (2014) o un "Expiación" (2007). Son unos momentos realmente esquemáticos y tópicos que al verlos se puede tener la sensación esa de "esto ya lo he visto y mejor desarrollado" (más en spoilers). Y desde luego quien no sea fan del drama militarista (admito que es mi caso en particular) puede verse tentado a abandonar el metraje ante tanta marcha alongada por campos, ruinas y ríos... a pesar de que estemos ante una cinta que es un portento pictórico.

Porque lo que resulta innegable es que "1917" presume de una fotografía tremendamente bella, de cinematografía cuidada, de una realización de travellings y paneos asombrosa en la mayoría de sus ocasiones, de una ambientación magnífica a todos los niveles (desde el vestuario y maquillaje hasta los decorados desvencijados pasando por ese río bravo rodado a base de drones en una dirección magistral por parte de Mendes, o esa elección de paisajes frondosos enamoradores que contrastan con la vil situación por la que pasan estos soldados) y de unas efectos especiales que hacen un uso majestuosos de las nuevas tecnologías.

Así que sí, "1917" es hermosa en lo audiovisual... como lo es "300" (2006) y no la voy a poner al nivel de "Gladiator" (2000), evidentemente. Así que no puedo equiparar "1917" a obras maestras de la ficción bélica que traspasan géneros como no ya solo las mencionadas "Apocalipsis Now", "Salvar al soldado Ryan" y "La chaqueta metálica" sino también cintas tan aguerridas como "Black Hawk derribado" (2001), "Hasta el último hombre" (2016) o "Caballo de batalla" (2011). Digamos que "1917" supera a largos como "Banderas de nuestros padres" (2006) o "En tierra hostil" (2008) pero no llega a lo "Green Zone" (2010) o "Caballo de batalla". Se queda en un "Dunkerque" (2017) o un "La delgada línea roja" (1998), así que los que disfruten al máximo de películas como este par van a encontrar en "1917" la horma de su zapato. Para el resto se torna poco recomendable a no ser que se sea aficionado/a al cine que prime las formas al fondo.

Lo mejor: Su fotografía.
Lo peor: ...
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La princesa Mononoke
La princesa Mononoke (1997)
  • 8,0
    70.819
  • Japón Hayao Miyazaki
  • Animación
7
Nunca es tarde si la dicha es (tan) buena.
Una de mis películas pendientes y mi primera incursión en el cine de Studio Ghibli. Y, tras la experiencia va a ser la primera de muchas incursiones.

Pues como todos los largos de Studio Ghibli, y en especial los de Hayao Miyazaki, ofrezcan relatos sobre leyendas japonesas con tal reverencia, arte y amor... me van a ganar.

Ya que "La Princesa Mononoke" se nos sitúa en el período Muromachi japonés (es decir, el siglo XIV para los occidentales) y entremezcla con gusto y abundancia a samurais y emishis con los yokai (unas de las criaturas fantásticas del folklore japonés). Pero aun sin saber los nombres de todos estos elementos históricos y fantasiosos, la cinta cala rápidamente en todo público (infantil incluido) ya que estos personajes humanos o no humanos nos son reconocidos en sus sentimientos y emociones. El Príncipe Ashitaka vence a un terrible monstruo (un yokai) que iba a atacar su aldea, pero es herido y maldito por el monstruo así que viaja al oeste para comprender el origen sobrenatural de este monstruo y así tratar de acabar con su herida maldita (y si es posible con el origen de estos monstruos).

Pero esto es solo la premisa de una trama repleta que incluye espíritus del bosque bondadosos o corrompidos, protectores o destructores... y unos humanos multifacéticos pero demasiado torpes y/o irrespetuosos con esa naturaleza que parece rebelarse antes estos ataques de forma espiritual y alegórica.

Así que sí, "la Princesa Mononoke" es una oda a la naturaleza, su belleza y sus bendiciones. Y eso va a ser un gusto para cualquier espectador (entre los que me incluyo) que sienta un gran gozo cuando se envuelve entre montañas, árboles, ríos y pájaros. Pues Hayao Miyazaki describe esos parajes con excelencia (ya viendo una confirmo que meterse en una película de Miyazaki es equivalente a pasear por la naturaleza más pura), con unos diseños tan bellos e inspirados como delicados y cuidados (y no solo en el caso de sus escenarios, también de la mayor parte de sus personajes), con una enorme saturación del color que ofrece unos trazos milimétricos y perspicaces, con una iluminación en sus entornos interiores que combina sus ocres con delicia, con unos planos (por norma general, el film no es perfecto y en algún que otro plano se pasa en lo estático) de lo más adecuados en su progreso argumental, y con una banda sonora primorosa e iluminada (no memorable, pero no solo acorde con cada instante del relato, es que además infunde la ternura, el temor o la alegría con enorme intuición), y con un sonido competente (que no superlativo). Y todo esto Miyazaki lo inserta en el guion de forma orgánica, un guion que no aburre jamás y que si bien en su recta final empieza a renquear con tanta acción por aquí y allá, nos guarda muchos instantes y situaciones de diversión (ojo a las mujeres de la fundición o a ciertos "villanos"), de fantasía emocionante y de afecto permeable para con el espectador (por supuesto Ashitaka, Mononoke y Moro se llevan la mejor parte a la hora de interactuar con el bosque y sus espíritus). Tiene el libreto además a unos personajes que, a pesar de llevar un cartel de "héroes", "villanos" y "antihéroes", siempre aportan algo más de aristas (aunque tampoco muchas más, no nos pongamos estupendos).

Así pues "La Princesa Mononoke" se torna en una cinta notable y agradecida no ya en un visionado sino en varios para toda audiencia amante del cine de fantasía o animado (para el resto no está tan hecha, pues en su conjunto no llega a atravesar a su propio género como... digamos... "El Rey León" (1994)). Muy recomendable para ese público, e indispensable para los aficionados al cine japonés animado o no. Como cinta de entretenimiento de animación "La Princesa Mononoke" no me llega a las cotas de obra maestra (estando al mismo nivel en animación y guiones... "El Príncipe de Egipto" (1998), "Aladdin" (1992), "Shrek" (2001) o "La bella y la bestia" (1991) ganan a "La Princesa Mononoke" en aspectos como banda sonora o sonido) pero supera a agradables cintas como "Hércules", "Rio" (2011), "Ratatouille" (2007), "Elemental" (2023), "La sirenita" (1989) o "Madagascar" (2005). Más bien se me pone en el lugar de las notables "Mulán" (1998), "Spider-Man: Un nuevo universo" (2018), "Peter Pan" (1953), "Arrugas" (2011), "Up" (2009), "Pinocho" (1940), "Los increíbles" (2004), "Toy Story" (1995), "Pocahontas" (1995), "Dumbo" (1941) o "La dama y el vagabundo" (1955) que no está nada pero nada mal.

Lo mejor: Su animación, su trasfondo y como lo transmite el libreto.
Lo peor: Su último tercio.
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Troop Zero
Troop Zero (2019)
  • 6,1
    1.293
  • Estados Unidos Bert & Bertie
  • Mckenna Grace, Viola Davis, Allison Janney ...
4
Más convencional de lo que pretende.
De la mano de Amazon Prime Video nos llegó en 2019 un telefilm que cuenta en su haber con un reparto notable (a las carismáticas y cercanas presencias de Viola Davis y Allison Janney se le suman unos niños actores de lo más naturales e imbuidos en sus roles) y una puesta en escena de categoría (con unos parajes naturales envolventes, de honesta ambientación. Y con un vestuario muy digno) pero con una trama parca, demasiado esquemática ("los malos" (niños y adultos) de la película no se salen del tópico unidimensional, aunque los protagonistas de esta tropa ("la matona", "el gay", "la piadosa") y su par de adultos acompañantes ("el perdedor" y "la insatisfecha") tampoco van más allá de ese arquetipo establecido en su propuesta) y timorata (es una pena que no se ahonde más en el pasado que se ve compartían los personajes de Davis y Janney (lo deducimos gracias a las sutiles actuaciones de estas dos pedazo de actrices, porque el guion apenas lo menciona)) como para captar el interés del espectador medio adulto.

Y es una lástima porque "Troop Zero" comienza con muy buenas intenciones, con una aventura veraniega ambientada en un pueblo ficticio de la norteamerica profunda de finales de los 70, e inspirada vagamente en una obra teatral de Lucy Alibar (que también escribe el guion del film). Una niña huérfana de madre (McKenna Grace) sufre de acoso escolar en el pueblo (algo por lo que se pasa de forma bastante anecdótica, por cierto) cuando une fuerzas con el resto de compañeros marginados para formar un equipo que participe en un concurso de talentos infantiles. Su objetivo, como fanática del cosmos, es ganar el concurso para grabar un disco que será enviado al espacio en la Voyager. Pero durante este recorrido de ensayos y superaciones los protagonistas aprenderán algo más importante.

Lo cierto es que "Troop Zero" es una película de tono afable, que incide en los buenos momentos con simpatía y transmite su mensaje de optimismo y vitalidad. Es además interpretada con gusto. Ese grupo de cinco jóvenes actores demuestra gran química amistosa, y rebosa de una energía contagiante, mientras que Davis y Janney realzan la experiencia audiovisual con su oficio actoral (sacan oro de personajes palpablemente limitados y monocromáticos). Y el film se envuelve en una fotografía campestre y vetusta muy confortable, con una precisa elección de planos por parte de Bert & Bertie, una iluminación seductora y orgánica, un diseño de escenarios estimable y una elección de temas musicales de David Bowie insertados de forma tan astuta como agradecida (realmente esos compases elevan la calidad de las escenas). Pero por desgracia "Troop Zero" no aprovecha todos estos buenos ingredientes para narrarnos una trama robusta, briosa, multiversada y honda. Por ello según se va sucediendo el metraje y se observa su ritmo estirado y su falta de situaciones con garra, madurez y sagacidad no se puede sino verse tentado a abandonar el visionado... a no ser que se sea parte del público infantil al que claramente va más dirigida (aunque aun así no todos los más peques aguantarán su cadencia pausada). En cuestión de odiseas de familia y amistad en concursos infantiles de los Estados Unidos... se torna infinitamente más recomendable la gran "Pequeña Miss Sunshine" (2006), aunque esta "Troop Zero" puede servir como entretenimiento ajustado en un primer visionado (aguanta pocos más a no ser que se sea incondicional de los dramedys simples y familiares, o seguidor/a/e de los productos de Bert & Bertie (su película anterior "Dance Camp" (2016) comparte prácticamente la misma premisa)). Como largometraje de campamentos y aventuras vacaciones de peques, "Troop Zero" es más equiparable a "Campamento alienígena" (2019) o "Camp Rock" (2008) que a las superiores en su conjunto "Moonrise Kingdom" (2012), "La familia Addams: La tradición continúa" (1993) o "Tú a Londres y yo a California" (1998).

Lo peor: La falta de ambición dramática en varios puntos desaprovechados del largo.
Lo mejor: Las inserciones de la música de David Bowie. Su diseño de producción.
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No te preocupes querida
No te preocupes querida (2022)
  • 6,0
    10.966
  • Estados Unidos Olivia Wilde
  • Florence Pugh, Harry Styles, Olivia Wilde ...
5
Aunque llegue con distinción y persuasión... llega tarde a la fiesta.
La actriz/productora/directora Olivia Wilde (mayormente conocida por su papel en la serie "House" (2004-12)) ejecuta en el que es su segundo largo un curioso y encandilador thriller de entretenimiento... nada más como pretende (la supuesta denuncia social no se logra en ningún momento) ni nada menos como se vende (esperaba un horror de film dadas las críticas recibidas y me ha resultado un producto más sólido de lo esperado).

Un matrimonio acomodado vive una vida aparentemente perfecta en la sociedad cincuentera de norteamérica donde el marido tiene un trabajo idílico (y misterioso) y la mujer se dedica a las tareas del hogar y le espera siempre acicalada. Pero ese barrio residencial de anuncio retrógrado esconde un gran misterio que la protagonista (Florence Pugh) insiste en descubrir.

Admito que no sabía ni hacia el género al que me enfrentaba al ver esta película (solo sabía de las polémicas que envolvieron a su rodaje de despidos, conductas inapropiadas y demás) por lo que me he llevado una grata sorpresa al toparme con un thriller futurista y fantasioso (mi género predilecto). Así que no me ruboriza decir que es una cinta que me ha atrapado y con la que he disfrutado. Ahora bien, no estamos ante la quintaesencia del suspense sci-fi ni mucho menos. Y es que "No te preocupes querida" nos acaba contando algo que ya se ha contado en numerosos films y de mejor manera: que los protagonistas viven en...
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Colmillo blanco
Colmillo blanco (1991)
  • 5,7
    11.812
  • Estados Unidos Randal Kleiser
  • Ethan Hawke, Klaus Maria Brandauer, Seymour Cassel ...
5
De bellas criaturas y paisajes... narradas con demasiada monotonía y mediocridad.
Adaptando vagamente (en todos los sentidos) la novela homónima de Jack London de 1906, Walt Disney Pictures nos ofreció en 1991 un largometraje tan bello en sus paisajes y cánidos como apagado y superficial en su realización.

Con un guion aceptable pero en ningún caso brillante (la sucesión de escenas no dejan de ser momentos que no pasan de lo tópico más básico posible... tal vez sea para que pueda ser un film comprendido por los más pequeños de la casa, aunque encontrarán a este film un tanto anodino y aburrido por la falta de ritmo que imprime Randal Kleiser), que no chirría y se sucede con naturalidad (a la par que mundaneidad rutinaria y grisácea), el film nos va narrando la vida paralela de sus dos protagonistas huérfanos (el humano encarnado por un veinteañero Ethan Hawke que aparenta muchos años menos, y el perro lobo del título), ambos tratarán de abrirse paso por las nevadas montañas de Alaska (el primero de ayudante de buscadores de oro, el segundo de perro de carga o de lucha) hasta que sus caminos se vayan cruzando.

La premisa de "Colmillo blanco" es atractiva (sobre todo para los amantes de las historias de amistad con tiernas mascotas), se mueve por unos horizontes (el film está rodado íntegramente en Alaska, y no lo desaprovecha) enamoradores, de amplios y profusos paisajes naturales (destacan en especial los planos rodados en época de primavera y deshielo con esos bosques frondosos y esos riachuelos cristalinos), posee un entrenamiento canino habilidoso, unas actuaciones de actores de carne y hueso naturales (aunque bastante pavisosas, todo sea dicho) y un libreto orgánico que no molesta (no estamos ante un film de aventuras juveniles idiota a lo "Mi amigo Mac" (1988) o "Dragonball Evolution" (2009)).

Pero ahí (que no es ni mucho ni poco) acaba todo lo bueno de "Colmillo Blanco". Pues por otra parte tenemos una dirección por parte de Kleiser (que cuando tiene a su alrededor ingredientes de mayor categoría (caso de "Grease" (1978)) no se le notan tanto sus carencias a la hora de plasmar en plano una trama, sin embargo cuando nos los tiene... nos da "cosas" como "Caperucita Roja" (2006) o "Mi ligue en apuros" (2005)) tan monótona, gris, cachazuda y falta de imaginación como la de cualquier telefilm alemán de sobremesa. Tampoco es que esperara unos planos a lo Tarantino, pero la falta de nervio incluso en los momentos que se suponen más tensos es contagiante y no en el buen sentido para el espectador. Una trama que es expuesta con menos garbo que Lento Rodríguez, con planos mantenidos con verdadera abulia, tampoco es que Hawke y Klaus Maria Brandauer ayuden, pues están más sosos que una tortilla francesa de hospital. No parece que tengan muchas ganas ni de hacer una hoguera ni de construir una cabaña, pero Kleiser nos lo muestra sin miramientos. El sonido del film tampoco es una de sus virtudes (con leves ecos donde no debe haberlos o viceversa) ni tampoco su reciclada y resobada banda sonora.

Es una pena porque "Colmillo Blanco" cuenta con una puesta en escena de lo más hermosa, tiene un vestuario y unos decorados muy agraciados... así como unos parajes naturales hechizantes y un reparto canino de esos que infunde ternura nada más verlo). Pero su impávida edición y realización tornan a su mediocre libreto en un relato de ficción tan solo llevadero en un primer visionado. Solo recomendable a los muy interesados en ver las panorámicas de Alaska o a los muy muy incondicionales a este tipo de films de colaboraciones perruno/humanas (desde comedias tipo la saga "Beethoven" hasta las más lacrimógenas "Siempre a tu lado" (2009) o la saga de "Lassie") o de animales y humanos en general. Pues "Colmillo Blanco" se me sitúa al nivel de "Liberad a Willy" (1993) u otros films del mismo tono como casi todos los largos de Disney que envuelven a perros como éste que nos ocupa (tipo "Bajo cero" (2006), "Mi fiel amigo" (1957) o "Voluntad de hierro" (1994)).

Lo mejor: Sus impresionantes y seductores parajes naturales.
Lo peor: La realización parsimoniosa y rutinaria de Kleiser.
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La memoria de un asesino
La memoria de un asesino (2022)
  • 5,2
    2.859
  • Estados Unidos Martin Campbell
  • Liam Neeson, Guy Pearce, Monica Bellucci ...
4
Por desgracia las películas de Liam Neeson jubileta ya no se diferencian de las de Nicolas Cage jubileta.
Martin Campbell (que las ha tenido mejores en cuanto a aventuras de acción. Y a "Casino Royale" (2006), "La Máscara del Zorro" (1998) o "Goldeneye" (1995) me remito) toma las riendas de un remake de una película belga ("La memoria del asesino" (2003)) en la que su protagonista (Liam Neeson) es un asesino a sueldo que toma como último trabajo una venganza personal hacia sus contratadores que han tratado de endosarle el asesinato de una niña (algo que en los principios de este asesino no se incluye).

Neeson empieza a hacer este tipo de películas como churros (a veces hasta dos o tres por año) y esto no lo digo como un cumplido, pues en estos productos de "Neeson siete machos" empieza a primar la cantidad por encima de la calidad. En el mismo personaje de siempre que no sorprende en absoluto (el asesino a sueldo jubilado (la saga "Venganza"), el veterano de guerra retirado ("El mediador" (2022), "Ice Road" (2021)), el asesino a sueldo borracho ("Una noche para sobrevivir" (2015)), el asesino a sueldo a secas ("Caminando entre las tumbas" (2014)), el asesino a sueldo con amnesia ("Sin identidad" (2011)) y ahora el asesino a sueldo con alzehimer. Por poder, Neeson todavía tiene mucho material por explorar en este tipo de cintas: el asesino a sueldo haciendo el pino, el asesino a sueldo de vacaciones de verano, el asesino a sueldo arruinado, etc.) y con la misma nula evolución (casi resulta un crimen ver a Neeson en este tipo de productos cada vez menos esforzados a nivel de guion, pues el norirlandés es capaz de entregar de forma triunfal multitud de matices a cualquier personaje que sea rico en el guion y demande esto (y no hace falta irse muy lejos hasta "La lista de Schindler" (1993), con regresar a decentes films como "Love Actually" (2003), "Silencio" (2016), "Eternamente enamorados" (2019) o "En tercera persona" (2013) basta). Pero aquí por desgracia tiene un personaje que sobre el papel es robótico y unidimensional, un tópico andante que nos da exactamente igual que viva o muera) Neeson le dota de toda la cercanía que el libreto le permite. Pero tampoco puede hacer milagros y se queda como Glenn Close en "102 dálmatas" (2000) o Cate Blanchett en "Elizabeth: La edad de oro" (2007), incapaz de rescatar lo que no tiene arreglo porque en "Gran Torino" (2008) Neeson no está precisamente. Está más bien en un "Sin salida" (2011) cualquiera.

Con una trama que a priori parece eficiente como thriller de acción, pero que se desarrolla con tópico tras tópico y giros argumentales cogidos con alfileres, "La memoria de un asesino" nos lleva por tiroteos, persecuciones y ejecuciones hasta llegar a la malvada final (Monica Belucci) con bastante ritmo pero demasiada indiferencia. El esfuerzo de Dario Scardapane a la hora de dotar al film de situaciones singulares, intrigas inquietantes, dramas hondos o diversiones atentas brilla por su ausencia. Tenemos un misterio que juega con cierta eficacia por las indagaciones de diferentes personajes (el Neeson matón, el policía encarnado por Guy Pearce y los malvados que tratan de escapar de su pronosticable destino), lo hace con un ritmo presto y siempre en constante progreso dentro de sus lugares comunes y superficiales por los que navega.

Así que sí, "La memoria de un asesino" es entretenida... pero lo es sin sumergirnos ni emocionarnos. Lo es por una cadencia rauda y activa, porque Campbell maneja la cámara en la acción (que es casi la constante del film) con la habilidad que acostumbra avivando el relato con su edición acompasada, sus planos cerrados y sus cenitales de recurso muy pertinentes para con las escenas de impactos y demás. Porque el film goza de una digna (que no sobresaliente) cinematografía donde destaca un imponente sonido, porque los efectos especiales son logrados (ojo a la escena obligada en la que Neeson se cura de forma casera. Lo hemos visto con guiones mejores como en la saga de Jason Bourne, pero en cuestión de imagen no le tiene nada que envidiar a los momentos en los largos de Paul Greengrass), porque la fotografía de baja iluminación atina en todo momento y deja que los escenarios nocturnos se luzcan, y porque los actores solventan sus papeles con naturalidad (que ya es bastante).

Así pues tenemos entre manos una película de acción más equiparable a "Atómica" (2017) o "V3nganza" (2015) que a "Jungla de Cristal" (1988), "Skyfall" (2012) o "El mito de Bourne" (2004) a las que está a años luz. Digamos que a nivel global es intercambiable con "La fría luz del día" (2012), "Objetivo: La Casa Blanca" (2013), "Caminando entre las tumbas" o "Quantum of Solace" (2008). Es recomendable para los muy aficionados al cine de acción de los últimos tiempos de Nicolas Cage o Jason Statham.

Lo mejor: La presencia de Liam Neeson que incluso imprime algo de compasión para con el espectador hacia su asesino olvidadizo.
Lo peor: La falta de subtramas un poco más diversas.
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El caso Heineken
El caso Heineken (2015)
  • 5,5
    2.799
  • Bélgica Daniel Alfredson
  • Anthony Hopkins, Jim Sturgess, Sam Worthington ...
6
Un secuestro... de usar y tirar.
Basado en el caso real del secuestro del magnate de la cerveza Freddy Heineken (Anthony Hopkins), y tomando como referencia el libro del periodista Peter R. de Vries, este largometraje de Daniel Alfredson ("Millenium 2: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina" (2009), "Millennium 3: La reina en el palacio de las corrientes de aire" (2009)) nos ofrece un relato de drama e intriga bastante superficial y ordinario. Y no me malinterpreten con esto, pues no quiero decir que estemos ante un mal film de desarrollo torpe y situaciones artificiales. Pero desde luego el guion de William Brookfield se queda en lo meramente básico sin llegar a explorar las vicisitudes de cada personaje y las urdimbres criminales con imaginación y rendimiento (¡vamos, que no es ni "American Gangster" (2007) ni "La habitación" (2015) si hablamos de gente del hampa o situaciones de secuestros!).

Pues su jugoso argumento se desarrolla en la trama con dinamismo y eficiencia pero mundaneidad y simpleza, sin personajes que desplieguen un interés especial con más matices o profundidades humanas (y eso que a los actores se les ve deseando aportar mucho más en esos terrenos en los pocos instantes que el guion les deja otorgarnos algo de curioseo (en el caso del magnate encarnado por Hopkins) o de malvada intensidad (caso del líder secuestrador interpretado por Sam Worthington)), siendo todos meras comparsas durante los avatares de persecuciones, planificaciones, huidas y broncas. Unas situaciones que saben aportar atracción suficiente para el espectador medio que busca un pasatiempo fugaz, pero el que busque escenas memorables o unas situaciones sorprendentes entre criminales... que mejor se ponga "Pulp Fiction" (1994) o "Casino" (1995). Pues "El caso Heineken" apenas se diferencia de "Chantaje" (2007), "Un crimen perfecto" (1998) o "Bajo amenaza" (2011). Y esto es un producto que sabe llevarse a escena con secuencias orgánicas, de ritmo ágil y habilidoso, con una ambientación lograda en sus escenarios de Amsterdam, con actuaciones naturales en todo momento (y hasta distinguidas en los casos de Hopkins, Worthington y Jim Sturgess), con una realización astuta en la acción (hay en "El caso Heineken" una edición presta y lógica siempre) y en los momentos más estáticos (con mucho atinado plano/contraplano de cierto movimiento nervudo siempre), con una cinematografía de fuerte grano y tonos ocres muy agradecida con el tono del relato, con un vestuario correcto, y con un guion que, si bien no es sobresaliente, se sucede con cierta franqueza dentro de los cánones que lleva de serie su premisa.

Es pues una película para distraerse bastante y evadirse en cierta medida sin devanarnos los sesos al más puro intriga del cine de Christopher Nolan, más bien caemos en el estilo de Gary Fleder ("Ni una palabra" (2001), "El jurado" (2003) y demás películas del mismo corte de usar y tirar). Es recomendable como entretenimiento somero, pero solo indispensable para los muy interesados en este caso en particular (aunque de seguro encuentran documentación más repleta y pormenorizada por otros medios) o a los fans de sus actores (aunque Hopkins es muy secundario aquí, y Worthington las ha tenido mejores en "La cabaña" (2017), La deuda" (2010) o la saga de "Avatar"). Digamos que es mejor que un melodrama de sobremesa con secuestros de por medio pero peor que "Fargo" (1996) o "Misery" (1990) que se tornan mucho más recomendables... indispensables para todo cinéfilo más bien.

Lo mejor: Las actuaciones de Hopkins y Worthington.
Lo peor: Que no aprovecha del todo los pocos diálogos del secuestrado con los secuestradores.
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¡Por fin solos!
¡Por fin solos! (2012)
  • 3,8
    1.055
  • Estados Unidos Lawrence Kasdan
  • Diane Keaton, Kevin Kline, Elisabeth Moss ...
5
Una "yayo-movie" con muy poco que contar.
Lawrence Kasdan ("Reencuentro" (1982), "Cazadores de sueños" (2003)) nos ofreció en su undécimo largometraje como director un relato tan banal como baladí. De título engañoso en castellano (que da a entender que el film se trata de una pareja de jubilados que trata de disfrutar de su retiro y de lidiar con el síndrome del nido vacío... nada más lejos de la realidad, pues eso es un contexto que ni se toca en toda la película que trata básicamente (en todos los sentidos de la palabra) de encontrar al perro de la familia que se les ha perdido) pero más acorde en su versión original ("Darling Companion" que vendría a ser "una compañía querida") la trama nos lleva por unos días de vacaciones en las montañas de Utah, donde un matrimonio (se supone) maduro pierde a su perro y se dedica a buscarlo junto a toda la familia por bosques y pueblos de la manera más torpe y absurda que se recuerda.

Pero la película no logra triunfar ni en el drama ni en la comedia y se queda en una tolerable anécdota pasajera más rutinaria y frugal de lo que podría esperarse. Tal vez fuera por que la cinta contaba con la magnífica Diane Keaton como protagonista (capaz con su carisma de erigir prácticamente cualquier producto por muy frívolo que sea) y por ello se dejó de prestar atención al guion (que no pasa de lo aceptable), pero el caso es que la pereza a la hora de trabajar sus situaciones es tan evidente que acaba dejando al espectador o bien indiferente o bien incluso hastiado en sus acometidas finales. Pues esta película plantea a buenos personajes (el médico absorbido por su trabajo, la ama de casa incapaz de aceptar los cambios en su familia, el cuñado que trata de encajar, etc.) pero no los desarrolla jamás con profundidad, humanidad y destreza. "¡Por fin solos!" es un continuo "quiero y no puedo" a nivel de desarrollo argumental, un desarrollo que se conforma con muy poco, con mostrarnos algunas discusiones que no salen del tópico y algunas supuestas gracias en los diálogos que no hacen esbozar ni la sonrisa.

Y al final "¡Por fin solos!" acaba siendo una "yayo-movie" más (más del estilo de "El club del libro" (2018), "Un paseo por el bosque" (2015), "El exótico Hotel Marigold" (2011), "Ático sin ascensor" (2014), "Plan en Las Vegas" (2013), "En guerra con mi abuelo" (2020) o "Un golpe con estilo" (2017) que de "yayo-movies" (esos productos de tono afable y buenrrollista con personajes en su senectud de protagonistas) más espabiladas e incisivas como "Elsa y Fred" (2014) o la serie "El método Kominsky" (2018-21)), de esas que son rescatadas por su puesta en escena... en especial por su plantel actoral. Diane Keaton parece asidua últimamente a este tipo de películas de acontecimientos insustanciales envueltos en parajes acomodados del primer mundo (en sus recientes largos siempre vive en casoplones y se dedica a cuidar de jardines, nietos, hijos y pasear por las calles, la playa y las montañas. Y "¡Por fin solos!" no es una excepción) y puede deberse al gran éxito de taquilla y crítica que tuvo la yayo-movie más sagaz que ha capitaneado: "Cuando menos te lo esperas". Porque desde entonces lleva a sus espaldas las películas "La joya de la familia" (2005), "¡Porque lo digo yo!" (2007), "Smother" (2008), "La gran boda" (2013), "Así nos va" (2014), "Ático sin ascensor" y "El club del libro" que vienen a tener el mismo tono y resultado que la cinta que nos ocupa. Y que conste que no niego la mayor, Diane Keaton tiene un don especial para conectar con el publico de forma campechana, natural y cercana... pero un buen guion también suele ayudar en estas películas en las que siempre ella (sea o no pareja al inicio del film de su co-protagonista) va de una jubilada que con su arrolladora personalidad y buen corazón conquista al escéptico jubilado de turno (sea Michael Douglas, Jack Nicholson, Morgan Freeman o Kevin Kline esta vez) mientras viven una serie de avatares bastante olvidables.

Pero tanto Keaton como su acompañantes (un curtido Kline, una embelesadora Dianne Wiest y un diestro Richard Jenkins que sabe encajar siempre en el rol de afable despreocupado... aunque desde luego ha tenido materiales mejores en los que expresar con talento su comicidad (hablo por supuesto de sus trabajos con los hermanos Coen)) otorgan a la película esa nota de dignidad y categoría que no posee por otros lares. Pues su libreto navega siempre entre lo mundano que no molesta y en lo idiota en el peor de los sentidos. Afortunadamente son más los ratos de ligereza intrascendente que los de asqueo, y unos actores competentes aunados a unos paisajes atractivos (hay en "¡Por fin solos!" muchos parajes naturales boscosos estupendamente escogidos, además se benefician de una cinematografía definida) y unos decorados agradables (que no sobresalientes) son lo que acaban por transformar a "¡Por fin solos!" en un pasatiempo llevadero y admisible casi siempre... para todo cinéfilo (que muy mala tiene que ser la película (mala tipo "Dragonball Evolution" (2009), "Cats" (2019) o "Druídas" (2001)) como para que no nos distraiga con eficacia) y para los aficionados a este tipo de cine (que conozco a varios mayores que lo son) que parece ser el público al que se limita. Pero no es una "yayo-movie" indispensable tipo "Elsa & Fred" o "Arrugas" (2011). Más bien es pareja a las recientes de Diane Keaton camelando a su pareja que peina canas: "Así nos va" y Ático sin ascensor".

Lo mejor: Las actuaciones (sufrido perro incluido. Por cierto, me he partido de la risa con la crítica de Maldito Bastardo. Vale más que la propia película xD).
Lo peor: El guion.
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Caminando entre las tumbas
Caminando entre las tumbas (2014)
  • 5,8
    13.752
  • Estados Unidos Scott Frank
  • Liam Neeson, Dan Stevens, Marina Squerciati ...
4
Liam Neeson caminando más solo que la una.
Thriller neo-noir basado en la novela del mismo nombre de 1992 (de la serie de novelas de Lawrence Block sobre el ex-policía alcohólico Matthew Scudder, que no ha sido la primera vez que se ha adaptado a la gran pantalla. "Ocho millones maneras de morir" ya trasladó de forma muy libre en 1986 dos de las novelas protagonizadas por este antihéroe). Un policía reconvertido a detective privado (Liam Neeson) investiga las muertes de varias mujeres de narcotraficantes, y así poco a poco va descubriendo a unos psicópatas despiadados que gozan con la tortura, la violación y el asesinato.

En sus más de dos horas de metraje "Caminando entre las tumbas" no se sale en ningún momento de los arquetipos más simples, unidimensionales y trillados en este tipo de cine. El protagonista tan apesadumbrado como infalible, el protegido que le hará tener algo de ternura (algo que se puede tratar en los largos con maestría como en "Gran Torino" (2008) o con dejadez como en "Aves de presa" (2020)), los secundarios torpes (tan inocentones que acaban como los secundarios de cualquier slasher) y los villanos "malos muy malos" y casi inmortales. Unas temáticas que se acercan en su tratamiento argumental más a cualquier cinta reciente de acción de Nicolas Cage que a un neo-noir con perspicacia y avidez como en lo mejor de Clint Eastwood, David Fincher, Ridley Scott o Martin Scorsese. Desde luego no estamos ante "El secreto de sus ojos" (2009), "Mystic River" (2003), "Infiltrados" (2006) o "Zodiac" (2007) en cuanto a nivel de detalles humanos, sentimientos hondos, intrigas recónditas, humor ladino y dramas complejos. "Caminando entre las tumbas" tira más bien por el piloto automático estandarizado y comercial (no puedo decir si esto desmerece a la novela original en la que se basa, pues no he tenido el gusto de leerla aun. Pero si tiene el mismo tratamiento que le da Scott Frank... mal vamos).

Y lo malo no es que el libreto sea rutinario, gris y dejado (que lo es), es que el ritmo parsimonioso que imprime el film no encaja en ese desarrollo argumental tópico y superficial. Digamos que es una cadencia que le sentaría de perlas si su guion fuera el de "Apocalipsis Now" (1979) o "Érase una vez en América" (1984), pero no lo es . A este "Caminando entre las tumbas" le hubiera venido mejor la edición presta en sus escenas de acción y persecuciones que imprime a las películas "sietemachos" de Liam Neeson Jaume Collet-Serra. Pero aquí no está Collet-Serra para alzar la trama con su puesta en escena talentosa y briosa. Y por eso, y aunque "Caminando entre las tumbas" se mueva por los mismos cánones de reconvertir a Liam Neeson en un antihéroe eficaz y letal (todo empezó con la "Venganza" de Pierre Morel allá por 2008, y se ha continuado con "Infierno blanco" (2012), "Venganza: Conexión Estambul" (2012), "Sin identidad" (2011), "V3nganza" (2015), "El mediador" (2022), "Non Stop" (2014), "Ice Road" (2021), "La memoria de un asesino" (2022), "Una noche para sobrevivir" (2015), "El pasajero" (2018), "El protector" (2021)...), no logra la misma evasión nervuda que las mentadas "Venganza", "Sin identidad", "Una noche para sobrevivir", "Non-Stop" o "El pasajero" por culpa de la elección usual y sosegada a la hora de rodarla. Y es que, si no nos vas a contar nada importante o intrigante... al menos cuéntalo con algo de empuje y perspicacia.

Pero no es el caso, "Caminando entre las tumbas" tienta a ser abandonada en su visionado demasiadas veces. Y, a pesar de que cuenta con un misterio criminal que siempre tiene un mínimo de tirón en el espectador (el ávido de que se haga justicia en la pantalla de ficción)... son más los instantes de exhasperacion que de curiosidad e interés en la audiencia media adulta. No es un film horrible, pues cuenta con unos escenarios dignos siempre y primorosos en contadas ocasiones (destacan las escenas nocturnas y la forma de medir con gusto su iluminación), con una cinematografía notable tanto en su grano como en su sonido, y también tenemos unas actuaciones capacitadas (Neeson se sabe este tipo de personaje al dedillo de tanto que lo ha interpretado, y le sale de forma natural. Eso, aunado al carisma que posee frente a la pantalla, es suficiente como para que nos despierte y acerque por momentos al relato con sus sutilezas actorales. Pero los secundarios psicópatas y "colegas" se mueven por el film también con asombrosa naturalidad y garra). La banda sonora por su parte no molesta pero es olvidable a todas luces.

Así pues tenemos una película de género bastante limitada y revista. Que se va salvando por su diseño de producción y sus actuaciones, pero que tiene un desarrollo argumental demasiado usual y resobado... que es llevado a escena por parte Scott Frank con la misma corrección (a ver, no hay ningún fallo de racord o salto de eje) que pereza en todos sus usuales planos. Solo recomendable a los muy muy incondicionales del cine de acción policiaca/criminal del Liam Neeson de los últimos tiempos. Pero no esperen un largo como "Sin identidad" o "Venganza", esperen más bien un "Infierno blanco" o un "V3nganza".

Lo peor: Su realización (no es mala, pero tampoco es lúcida).
Lo mejor: Liam Neeson.
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El mago de Oz
El mago de Oz (1939)
  • 7,4
    56.064
  • Estados Unidos Victor Fleming
  • Judy Garland, Frank Morgan, Ray Bolger ...
6
Simpleza con algunos simbolismos inspirados.
En 1939 tuvimos el primer largometraje sonoro (cortos ya hubo dos previos a la cinta de Victor Fleming: uno a imagen real en 1910 y otro animado en 1930. Mientras que largos mudos... tenemos el de 1925) basado en la primera novela infantil de las 14 que L. Frank Baum publicó sobre el mágico mundo de Oz. La cándida adolescente Dorothy (aka. Dorita) se ve atrapada en un tornado que le hace volar hasta el mágico mundo de Oz. Un mundo lleno de personajes unidimensionales (los acompañantes bonachones, la "bruja mala", la "gente pequeña", el "hada madrina" y demás) que por norma general presentan una mentalidad aniñada y bobalicona en el devenir de una aventura tan clásica como efectiva para todo espectador, no ya solo infantil, sino adulto amante de la fantasía audiovisual.

Y es que, a pesar de la simpleza de sus personajes y de que nos lleve por bastantes tópicos durante el devenir argumental, lo cierto es que presenta ciertos detalles simbólicos (el descubrimiento interior de la identidad o las alegorías ensoñadoras que tenemos las personas) que hacen un clic muy especial con el espectador, así como ofrece una cadencia activa en su relato (siempre están sucediendo cosas ya sea con mejor (caso de las metáforas mentadas o de la oda elegante que hace a su fantasía) o peor (cuando sus personajes dicen cosas tremendamente pueriles y mentecatas) fortuna, y eso dinamiza la experiencia cinematográfica). Filamentos lo suficientemente robustos como para realzar un conjunto que además también se eleva por su puesta en escena.

Pues estamos ante una película muy loable (y más teniendo en cuenta el año de su producción) a la hora de confeccionar sus decorados de estupenda imaginación (ojo al contraste entre las escenas de "vida real" y las del "mundo de Oz", y ojo al mimo en la composición de colores que tiene la ciudad de "la gente pequeña" en una época en la que el cine todavía las pasaba canutas a la hora de aplicar el color a las cintas, o a los efectos "especiales" del gran mago de Oz) y su vestuario y maquillaje perspicaces que llevan a escena las ideas de L. Frank Baum con suma vivacidad y singularidad (desde esa malvada bruja memorable en su estilismo pasando por las prótesis tan disimuladas del espantapájaros y el león cobarde (con una cola también muy mimada en sus movimientos)). Todo ello observado por la cámara de Victor Fleming ("Lo que el viento de llevó" (1939), "la isla del tesoro" (1934)) siempre con tino dentro del clasicismo de esta obra, ya que la cinta nos regala muchos planos recurso amplios de grúa con los que disfrutamos de esos variopintos escenarios con árboles parlantes y caminos de colores... sin dejar de lado unos planos medios más cerrados de lo habitual para que gocemos de la caracterización de estos habitantes de fantasía.

A esto se suma que sus intérpretes dan a sus reducidos papeles una simpatía tan natural como cómplice (desde Margaret Hamilton hasta Ray Bolger pasando por Frank Morgan, Billie Burke, Bert Lahr o Jack Haley, la verdad es que se nota que se lo pasan pipa con sus roles y eso se transmite con seducción al espectador) mientras que Judy Garland... aunque no ofrezca una interpretación tan natural y carismática como los secundarios que la acompañan... lo cierto es que tiene una voz asombrosa que nos deleita en el gran tema principal del film que resulta superlativo en su composición ("Over the Rainbow"). Pero no es el único tema musical que se torna memorable, el pegadizo "We're Off to See the Wizard" o incluso el cántico de los guardias de la bruja (Hamilton) o ese "Ding Dong!, The Witch is Dead" son tan irrepetibles como multitud de veces homenajeados en la cultura popular. El resto de canciones, si bien se olvidan nada más escucharlas, son acordes (valga la redundancia) con el tono jovial y ligero de la cinta y son aprovechados por sus actores con astucia (también tenemos en "El mago de Oz" unas coreografías que se llevan a escena por sus actores con gran dignidad aunque ninguno de ellos sea un Fred Astaire de la vida).

Con todo esto "El mago de Oz", y a pesar de (por norma general) reducirse en su desarrollo argumental a lo más básico y zoquete, nos regala suficientes alicientes tanto en su libreto como en su cinematografía, su música, su diseño de producción y sus actuaciones como para tornarse en un buen musical y en el mejor exponente en la pantalla sobre esta novela de L. Frank Baum. No me parece del sobresaliente nivel (con continuas canciones excelsas, actuaciones todas carismáticas y situaciones más multiversadas y espabiladas) de "Chicago" (2002), "Sonrisas y lágrimas" (1965) o "Mary Poppins" (1964), o si nos ponemos a comparar con musicales para toda la familia... "El mago de Oz" no le llega ni a la suela de los zapatos a las cintas animadas "El Rey León"(1994), "Coco" (2017), "La bella y la bestia" (1991), "Aladdin" (1992) o "Blancanieves y los siete enanitos" (1937). Y, aunque no es el desastre de "Cats" (2019), "The Prom" o "Annie" (la mala, la de 2014 no la de 1982). Digamos que se me pone a la decente altura de "La cenicienta" (1950), "Mamma Mia" (2008), "Hércules" (1997), "La sirenita" (1989), "Frozen II" (2019) o "Encanto" (2021). Es una cinta recomendable para el público más peque de la casa y el cinéfilo más aficionado al cine clásico o al género fantástico y/o musical. El resto solo se pierde un par de temas musicales que puede escuchar de forma separada.

Lo mejor: Me quedo con la banda sonora y los personajes de Margaret Hamilton y Bert Lahr tanto en su actuación como en su caracterización.
Lo peor: Voy a decir que Garland sobreactúa en bastantes escenas.
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2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La isla mínima
La isla mínima (2014)
  • 7,2
    72.751
  • España Alberto Rodríguez
  • Raúl Arévalo, Javier Gutiérrez, Nerea Barros ...
5
Se agarra a "True Detective" (2014)... por los tobillos.
En Enero de 2014 nos llegó a las pequeñas pantallas una obra maestra del suspense criminal con "True Detective", una miniserie que en su primera temporada nos exponía un misterio recóndito, envuelto en una atmósfera noventera seductora y con una composición maestra de sus dos personajes principales. Meses después, en Septiembre, nos llegó a las carteleras un largo español de corte parecido (que no parejo en lo que calidad se refiere). Una cinta neo-noir con una pareja de inspectores de la policía que investigan una serie de crímenes sórdidos en un pequeño pueblo de Andalucía. Y es que pueden cambiar los noventa por los ochenta, el pueblo perdido de Louisiana por éste de las marismas del Guadalquivir y tendrán un relato similar con personajes similares... en la superficie.

Porque "La isla mínima" por desgracia sufre de bastantes tics (que en su mayoría resultan de lo más rancios y absurdos hoy en día) del cine español (algo que no tenemos que padecer en la excelente obra de Nic Pizzolatto), un lastre para el film que distancia y hastía al espectador de tanto en cuanto. Los tics a los que me refiero son pinceladas de brocha gorda del guion (más en spoilers) así como una extraña recitación del mismo por parte de su plantel actoral (¡benditos subtítulos de Netflix!, que aquí hacen más falta que en cualquier película de habla inglesa). A eso se suma un sonido mejorable (que no terrible) que tampoco ayuda a la hora de unirse a esas recitaciones susurradas rápidamente (con lo estupendas que suenan las voces de los fallecidos pero eternos Claudio Rodríguez y Pepe Mediavilla en ciertas películas, resulta extraño que el cine patrio aun no haya dado con la tecla en ese aspecto sonoro).

Y es una lástima porque esas taras aploman a un largometraje que cuenta con muchos atributos dignos de mención y deleite. Porque "La isla mínima" se envuelve en una fotografía maravillosa, con una magnífica paleta cromática de ocres en cada escenario vetusto y en cada paisaje de plano amplio. Hay en el film una configuración planos sublime, una elección de los planos/contraplanos cerrados, picados, contrapicados y cenitales de lo más artística e intuitiva, una cinematografía atildada y atractiva, así como un diseño de producción tan elegante y minucioso como acertado y disfrutable (desde el vestuario casual y desvencijado hasta esas cutre discotecas de hará 40 años). El film presume además de mostrar un misterio criminal bien hilado y guardando el suspense o las revelaciones en su medida precisa, así como goza de tener unas actuaciones principales naturales y honestas (que ya es bastante dado los personajes que tienen en suerte Javier Gutiérrez y Raúl Arévalo. Porque los humanos Rust Cohle y Marty Hart, con infinidad de capas y cavilaciones no son precisamente).

Es por todo ello que el film se va equilibrando dando como resultado un pasatiempo tolerable en líneas generales, gracias sobre todo a una percha notable y a un libreto aceptable (que no sobresaliente). Y así "La isla mínima" acaba por encima de la media del cine patrio actual, pero que no me la quieran vender como "El halcón maltés" (1941), "Zodiac" (2007) o un "Mystic River" (2003) español. Pues "La isla mínima" como mucho se me pone a la altura de un "La dalia negra" (2006), un "Ciudad sin ley" (2005) o un "Gangster Squad" (2013). Es recomendable para todo público adulto en general como entretenimiento llevadero en casi todo momento, pero solo indispensable para los muy incondicionales del cine español o para los fans de su director o intérpretes (aunque Gutiérrez ha tenido papeles más elaborados en el libreto, y por consiguiente los ha dotado de grandes aristas. Me refiero a "El autor" (2017), "El olivo" (2016) y por supuesto a "Campeones" (2018)). Desde luego mejor que bodrios manifiestos del neo-noir como "El buen alemán" (2006) o "Atómica" (2017) sí es.

Lo mejor: Su fotografía.
Lo peor:...
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1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por H o por B (Serie de TV)
Por H o por B (2020)
Serie
  • 5,0
    1.881
  • España Manuela Burló Moreno (Creadora), Manuela Burló Moreno
  • Marta Martín, Saida Benzal, Itziar Castro ...
4
Dos chonis sin apenas gracia.
Manuela Burló nos presentó una serie basada en su cortometraje "Pipas" de 2013. En ella dos jóvenes (interpretadas por Marta Martín y Saida Benzal) retoman su amistad perdida en la infancia cuando vuelven a coincidir al vivir en el mismo barrio. Se trata de dos personajes joviales y desenfadados que deambulan (nunca mejor dicho) por la vida con descaro y desgana a partes iguales.

Pero el problema de "Por H o por B" no es su propuesta de dos chonis en "una serie de catastróficas desdichas" que llegan a lo surreal e hilarante, el problema es que esa propuesta no llega a materializarse. Ya que los acontecimientos por los que navegan estos personajes resultan de un sentido del humor desganado y descafeinado, nunca con el riesgo que promete (quien busque unas tramas de enredo voraces con un sentido del humor audaz y decidido en un producto del mismo corte... mejor que se ponga la magnífica "Señoras del (h))AMPA" (2019-21) o las irrepetibles "Aída" (2005-14), "La casa de los líos" (1996-2000) o "Aquí no hay quien viva" (2003-06)). Pues las situaciones que vive este par son más rutinarias que lavarse los dientes (con "gracias" como abrir la puerta en bragas y sin pantalones, mear en un descampado o que un perro la tome con tu pierna. No son cosas "excepcionales" y tronchantes precisamente. Tienen la misma gracia que ponerse el despertador) son cosas que le pasan a todo el mundo mientras las observa con desidia (bueno, tal vez a un niño sí le resulte curioso o sorprendente). Y para rematar estos dos personajes principales suelen reaccionar a esos acontecimientos con la misma desidia dialéctica. ¡Vamos que no tienen la chispa punzante de un personaje de Tarantino!

Y es una pena porque Martín y Benzal sí que le toman el pulso a sus papeles y muestran naturalidad, desenvoltura, complicidad y cercanía con el espectador. Diría que Martín incluso presenta un atrayente carisma con su rol, pero claro si ni ella ni su contraparte tienen material de calidad con el que trabajar (no están en la comedias "The Boys" (2019-), "Mom" (2013-21) o "The Big Bang Theory" (2007-19) precisamente) pues no pueden elevar demasiado la experiencia audiovisual. Aunque casi lo consiguen junto a la puesta en escena tan lograda y singular, que aprovecha los parajes urbanitas de Malasaña y los enriquece con unos coloridos decorados interiores muy bien medidos en sus composiciones, con unos recursos musicales de lo más activos, con una iluminación elegante, una realización dinámica (entre unos hábiles planos/contraplanos y planos recurso, se destacan muchos planos medios con travellings que nos hacen caminar con los personajes) y sobre todo con una labor magnífica de vestuario y maquillaje (ni un solo look extravagante de este entorno cani y hipster tiene desperdicio) nos hacen distraernos por estos avatares aceptables pero en ningún caso desternillantes o jocosos como era la intención (es de esas comedias estupendas para ver con disimulo rodead@ de gente, pues no se va a soltar ninguna carcajada que evidencia que se está viendo algo en la pantalla).

En fin, que quería ser "Paquita Salas" (2016-), "Mr. Bean" (1990-95), "Aquí no hay quien viva" o "Póker de Reinas" (2010-15) y acaba siendo más pareja a "Ella es tu padre" (2017-18), "Hannah Montana" (2006-11), "La que se avecina" (2007-) u "Hotel, dulce Hotel" (2005-08) si de comedias televisivas reguleras se trata. Solo recomendable para el público adolescente que tal vez se ría un poco más con sus situaciones y a los muy muy fans de toda comedia patria por muy mediocre que sea.

Lo mejor: Su vestuario. Sus dos primeros episodios un poco más descarados.
Lo peor: Muchas de sus escenas de rutina que pretenden ser divertidas cuando no lo son.
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12 valientes
12 valientes (2018)
  • 5,4
    5.229
  • Estados Unidos Nicolai Fuglsig
  • Chris Hemsworth, Michael Shannon, Navid Negahban ...
5
Entre la garra y el tópico.
De la mano del danés Nicolai Fuglsig (que debutó en los largos de ficción con esta cinta que nos ocupa, tras llevar sobre sus hombres grandes obras documentales en Dinamarca) nos llegó esta intriga bélica basada (vagamente) en hechos reales. Tras el atentado terrorista a las torres gemelas, el ejército estadounidense opta por contraatacar al régimen talibán de Afganistán que urdió el ataque (ya se ha visto el "triunfo" norteamericano contra los talibanes en Afganistán. Hace unos meses salieron por patas y ya están de nuevo con el régimen talibán por desgracia). Como avanzadilla se escoge a los 12 valientes del título, sin experiencia en combate pero con un gran entrenamiento y determinación deberán situar y señalizar los ataques... así como deberán unirse a las guerrillas locales opositoras de los talibanes.

Vamos a ver, que la película es ensalzadora hasta lo tópico es una obviedad. Que tira de trucos baratos y holgazanes para que el espectador simpatice más con los protagonistas que con los antagonistas o los locales es completamente manifiesto. Y aunque el libreto trate de camuflarlo (valga la redundancia) cualquier espectador con dos neuronas funcionando no va a tragarse tan maña artimaña sin paliativos. Y que esos instantes de arquetipo torticero (los soldados norteamericanos y sus esposas que parecen todos salidos de las revistas de moda, los afganos feos y sucios... malos, cobardes, peseteros y tontos. Mientras que los protagonistas son intachables en todo) distancian a la audiencia sobre todo en las situaciones más flagrantes (el uso del atentado de las torres gemelas como recurso redundante para justificar el valor de los protagonistas. Que sean valerosos es algo que cualquiera puede creer, pero que lo sean solo por ese motivo canta. Tendrán más motivos en la vida para ser parte del ejército).

Y es una pena porque el guion tampoco es horroroso. Es flojo, eso sin duda alguna. Pero lo mismo que erra en ciertos aspectos de configuración de personajes (puro cliché sin desarrollar hacia ningún lado), la verdad es que es un guion que sabe hacer fluir los acontecimientos de emboscadas, ataques, huidas, bombardeos y tiroteos con un un ritmo nervudo y resuelto. Es decir, que se acaba configurando como una película de acción espectacular e inmersiva... sin una trama profunda y honesta. Porque la cinematografía es acomodada para con el espectador, el diseño de producción es tan excelso como notable (los efectos especiales son logradísimos, el sonido es maravilloso, el diseño de escenarios es magnífico en todos los detalles... y lo mismo se puede decir sobre la labor de vestuario y maquillaje), la fotografía es atildada en sus tonalidades ocres de camuflaje, la elección de planos cerrados y dinámicos entre plano recurso y plano recurso es correcta por parte de Fuglsig, y las actuaciones resultan naturales que ya es bastante dentro de los roles que les han tocado en suerte (Michael Shannon, Michael Peña y Navid Negahban exprimen sus roles al máximo que se les permite, mientras que Chris Hemsworth como protagonista le tiene tomada la medida a este tipo de personajes de acción pura y dura (y para muestra basta con revisar "Thor: Ragnarok" (2017), "Tyler Rake" (2020), "Los vengadores" (2012) o "Thor: Love & Thunder" (2022) y se desenvuelve con una carácter innato entre carga de metralleta y cabalgada a lo loco. Y es que aunque no sea un Robert DeNiro precisamente y se sitúe como un intérprete muy limitado (transmitir no transmite nada al espectador), lo cierto es que aporta una solidez precisa a un rol tan esquemático de "máquina de matar").

Así pues tenemos una película que se desarrolla con fluidez pero con superficialidad. Un producto que es espectacular en su puesta en escena y parco a nivel de desarrollo argumental. La disfrutarán más los fans del cine de acción (tipo saga "John Wick" o tipo las cintas más mediocres de la saga de "La jungla de cristal" o de la acción de las últimos tiempos protagonizada en tantos films por Liam Neeson) que los que busquen una cinta bélica de calado y honestidad tipo "La chaqueta metálica" (1987), "Salvar al soldado Ryan" (1998) o "Apocalipsis Now" (1979). Aun así como entretenimiento eficiente es una película recomendable que cumple sin mayores logros. Como película de acción bélica, "12 valientes" se me sitúa a la efectiva pero olvidable altura de "Corazones de acero" (2014), "Invasión a la Tierra" (2011), "Centurión" (2010), "1917" (2019), "La última legión" (2007) o "La legión del Águila" (2011).

Lo mejor: Me quedo con los efectos especiales.
Lo peor: La desidia argumental.
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Mom (Serie de TV)
Mom (2013)
Serie
  • 5,7
    2.991
  • Estados Unidos Eddie Gorodetsky (Creador), Chuck Lorre (Creador) ...
  • Anna Faris, Allison Janney, Mimi Kennedy ...
7
No se dejen engañar por sus primeros episodios más tópicos de madre soltera con críos, luego llega el compadreo amiguil desatado.
La sit-com "Mom" (2013-21) ha sido uno de los grandes aciertos del creador Chuck Lorre (que también ha tenido serios patinazos) junto a "The Big Bang Theory" (2007-19), "El método Kominsky" (2018-21) y "Dos hombres y medio (2003-15). Y, siguiendo la misma fórmula (con permiso de la más "alternativa" y breve serie de Netflix "El método Kominsky") de breves episodios de 20 minutos cada uno y con formato multicámara que no va a cambiar la historia de este género televisivo (trillado a más no poder desde antes de "Las chicas de oro" (1985-92)), lo cierto es que "Mom" triunfa gracias unas tramas que ofrecen un sentido del humor a sus personajes descarado, agudo y lenguaraz dentro de las rutinas (o no tan rutinas, que el producto no deja de hablar de dos protagonistas que tratan de vencer sus adicciones con métodos de desintoxicación lo más variopintos) del día a día de compaginar trabajo con placer y enfrentarse a jefes cabrones, ex alocados, citas ilusionantes, viajes de compadreo o averías domésticas.

La pena es que en sus dos primeras temporadas nos meten con calzador a un par de criajos que se hacen pasar por hijos de la protagonista (Anna Faris) cuyos acontecimientos son los más tópicos y resobados de toda sit-com, cuyas gracias son las peores del conjunto y cuyo carisma es completamente nulo para rescatarlas. Instantes que lastran al producto, pero que por fortuna de manera gradual los van relegando hasta la nada y hasta sustituirlos por unos secundarios adultos de lujo que encajan como guantes en sus papeles de parejas (ojo al divertido papel de William Fichtner) o de amigas singulares (admito que tenía ganas de ver a Mimi Kennedy (In the Loop" (2009), "Midnight in Paris" (2011)) lucirse en todo su esplendor de comedia en algún producto, y aquí lo tiene. Pero tampoco le van a zaga o los personajes recurrentes de Kristen Johnston y Octavia Spencer).

Y así, con unos secundarios que envuelven a este dúo con mucha dignidad, observamos a este par encarnado con maestría por Allison Janney y Anna Faris (nunca habían tenido ambas tantos minutos de comedia en pantalla, y desde luego los aprovechan con astucia en cada simpático ademán y en cada estrambótica situación que tenemos la suerte de visionar) ya sea de forma individual con una personalidad arrolladora (en especial la que trabaja Janney) o como pareja de amor-odio que comparte una química muy especial.

Poco más tengo que decir más que los guiones por norma general las suelen acompañar (no solo al dúo sino a las demás compis del grupo de AA) y el casting es todo un acierto para que nos den una continua complicidad, muchas risas y más sonrisas dentro de una puesta en escena que es competente y ya (los interiores de las casas manga por hombro y los exteriores de estudio televisivo no nos va a asombrar en ningún momento, pero tampoco nos chirrían. Y el uso de recursos de música clásica ya conocida son todo un acierto a la hora de insertarlos en el momento preciso). Es pues una comedia altamente recomendable, muy por encima de la media de las comedias patrias actuales pues tiene un sentido del humor más sagaz, adulto e identificativo así como goza de un reparto en estado de gracia. Desde luego supera con creces a productos como "Por H o por B"(2020-), "Mis adorables vecinos" (2004-06), "Hannah Montana" (2006-11), "La que se avecina" (2007-), "A las once en casa" (1998-99), "Hotel, dulce hotel" (2005-08) y demás. En mi caso (y sin llegar a la obra maestra cómica de "Mr. Bean" (1990-95), "Aída" (2005-14) o "Los Roper" (1976-79)) se me ponen el mismo nivel que "The Big Bang Theory" o "Las chicas de oro" que no está nada nada mal.

Lo mejor: Me quedo con Janney, Faris, y Kennedy.
Lo peor: Sadie Calvano (menos mal que pronto deja de ser un personaje regular en la serie).
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Pinocho
Pinocho (2022)
  • 4,7
    3.768
  • Estados Unidos Robert Zemeckis
  • Tom Hanks, Cynthia Erivo, Luke Evans ...
6
Conservando (casi) toda la magia de la película de 1940.
Reconozco estar en flagrante minoría en este caso particular, pero mi experiencia cinematográfica con ese "remake" del segundo largometraje animado de Walt Disney Studios ha sido bastante gratificante (y tal vez se deba a mis bajas expectativas dado el negativo recibimiento que ha tenido en la plataforma digital a la que ha ido a parar directamente).

Adaptado de la novela infantil italiana de 1883, pero basado mayoritariamente en la película animada tan reseñable de la propia factoría Disney (que admito no me llega a la altura de las grandes obras como "El Rey León" (1994), "Blancanieves y los siete enanitos" (1937) o "La bella y la bestia" (1991), pero sí ocupa un lugar entrañable y destacado gracias a su calidad a todos los niveles como lo hacen "Mulán" (1998), "Tarzán" (1999), "La sirenita" (1989) o "La dama y el vagabundo" (1955)) que tampoco era completamente fidedigna al cuento original (para una mayor precisión de las páginas al celuloide mejor ponerse la horrorosa versión de Roberto Beningni. Que otra cosa no, pero fiel a las páginas de 1883 sí era), este largo de 2022 nos narra como un carpintero y juguetero italiano (Tom Hanks) construye una marioneta que acaba cobrando vida gracias al deseo realizado a una estrella fugaz (Cynthia Erivo). Pinocho se verá envuelto entonces en varias aventuras con dosis de fantasía e infantilismo mientras va comprendiendo la diferencia entre el bien y el mal con la ayuda de su recién nombrada conciencia: Pepito Grillo.

Los puntos a favor de este film son su ritmo ágil que no deja apenas lugar al aburrimiento entre bailes circenses, avatares submarinos y situaciones de ternura capitaneadas por un Tom Hanks siempre carismático y cercano que se rodea de una animación 3D competente (que no sobresaliente), su temática de fábula simbólica que mantiene esos puntos de relevancia emotiva y curioseo interesante para con el espectador, su impecable cinematografía, con una fotografía distinguida y medida siempre en sus iluminaciones y tonalidades... así como un diseño artístico de lo más confortable (ojo al interior de ese taller de Geppetto o a esa "isla del placer" (traducida torpemente como "la isla de los juegos" en castellano como si los niños fueran de mente calenturienta y no pudieran soportar el vocablo placer, en fin) que te zambulle en sus toboganes y luces embrujantes).

Y es que este "Pinocho" de 2022 no tiene un guion errático (sus situaciones resultan orgánicas y naturales dentro de su trama de magia y aventuras para toda la familia) ni unas actuaciones desubicadas (Tom Hanks sigue siendo el mismo excelente actor Tom Hanks, mientras que los secundarios tampoco tienen demasiado que aportar pero no molestan en ningún caso) ni una puesta en escena exageradamente recargada o demasiado asceta. El problema que tiene es que el mismo producto ya se compara por sí solo con la cinta original a la que versiona con ciertas actuaciones de carne y hueso, y claro acaba perdiendo. Pues el "Pinocho" de 1940 contaba con unos momentos musicales explotados con mayor astucia (aquí las pocas canciones emblemáticas se dan de pasada demasiado fugaz) y con una animación artesana más mimada e inspirada (y eso que en algunos planos los monigotes se dejaban a su suerte, y para muestra aquellos fotogramas del viaje en carromato de Pinocho y los niños a la isla) mientras que aquí el diseño y los movimientos de este nuevo muñeco son apropiados, mientras que la definición de este protagonista es...
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La búsqueda: Más allá de la historia (Serie de TV)
La búsqueda: Más allá de la historia (2022)
Serie
  • 4,1
    328
  • Estados Unidos Cormac Wibberley (Creador), Marianne Wibberley (Creadora) ...
  • Lisette Olivera, Zuri Reed, Antonio Cipriano ...
4
Un acertijo a lo Disney Channel.
De la mano del "super"productor Jerry Bruckheimer (financiador de blockbusters palomiteros como "Superdetective en Hollywood" (1984), "Top Gun" (1986), "Piratas del Caribe" (2003), "La roca" (1996), "Armageddon" (1998), "Dos policías rebeldes" (1995), "Top Gun: Maverick" (2022) y demás, incluyendo toda la saga de los piratas de Johnny Depp) nos ha llegado a Disney+ este spin-off de aquella película de Disney y su secuela (no me acuerdo de casi nada de ellas porque no aportaban absolutamente nada. Y no guardo buen recuerdo de su visionado, así que no pienso volver a verlas para comparar aquellos largos con esta serie) del mismo nombre y protagonizadas por Nicolas Cage como un Indiana Jones de saldo.

Con el único nexo en común con aquellas cintas el hecho de cazar un tesoro de forma banal, su joven protagonista (Lisette Olivera) se embarca en una búsqueda bastante tópica y resobada (con unos villanos tipicones, con un tesoro azteca cuyos orígenes "místicos" son puro cliché, con un rigor histórico no escaso sino inexistente, etc) que nos lleva por terrenos más que explorados y de forma más astuta en otras obras (desde la saga de "Indiana Jones" pasando por "Los Goonies" (1985) y llegando a la saga más atinada de Jerry Bruckheimer: "Piratas del Caribe"). ¡Vamos, que "La búsqueda: Más allá de la historia" no es que goce de la diversión astuta y la magia inspirada de otros protagonistas resolviendo enigmas con tesoros de por medio a lo "Harry Potter y la cámara secreta" (2002)!, es que tampoco tiene el entretenimiento eficiente de largos como "Tomb Raider" (2001) o "Jumanji: Bienvenidos a la jungla" (2017). Y no es por culpa de su puesta en escena, que es confortable y decente (que no sobresaliente, no esperen tampoco unos efectos especiales a lo "Piratas del Caribe: El cofre del hombre muerto" (2006) o unas partituras a lo John Williams o Hans Zimmer).

Pues "La búsqueda: Más allá de la historia" cuenta con un diseño de escenarios tan atildado como el de los films de esta saga. Con una fotografía mimada en sus tonalidades ocres, con una limpia y luminosa cinematografía, con un diseño de escenarios elegante, con una banda sonora aceptable (y obviable), con realización orgánica, y con unas actuaciones solventes (que no brillantes. El reparto protagonista juvenil se conforma con estar natural, cosa que logra. Y Catherine Zeta Jones y su pack de secuaces no están naturales pero sí aportan un glamour y un carisma que le viene de perlas a un conjunto tan necesitado de virtudes), "La búsqueda: Más allá de la historia" va compensando sus flagrantes carencias en el desarrollo argumental. Un desarrollo dinámico pero bastante idiota en líneas generales.

Así pues es un entretenimiento que se deja ver si no se tienen altas las expectativas y si se es fan de este subgénero de manidas y superficiales búsquedas de tesoros (y si se es seguidor/a del trabajo de alguno de sus intérpretes. Admito que visiono todo lo que envuelva a Zeta Jones... aunque ha tenido productos muchísimo mejores, y a "Chicago" (2002), "Griselda: la reina de la cocaína" (2018), "Traffic" (2000) o "La máscara del Zorro" (1998) me remito. Claro que también ha tenido truños peores como "The Phantom" (muy similar el largo de 1996 a este producto que nos ocupa pero aun peor si cabe) o "Mi segunda vez" (2009)). Pero es una serie que disfrutarán los más pequeños o más adolescentes de la casa. Los adultos tenemos web series más satisfactorias a las que incarles el diente (en el caso de Disney+... tenemos "The Mandalorian" (2019-), "Daredevil" (2015-18) o "Willow" (2022-) si de aventuras fantásticas se trata) ya que "La búsqueda: Más allá de la historia" es más equiparable a "Cazatesoros" (1999-2002) o "Riverdale" (2017-) si hablamos de intrigas de reliquias o con adolescentes. Y es pareja en calidad a las dos películas de esta saga, lo cual no es decir demasiado.

Lo mejor: Me quedo con un trabajo actoral habilidoso en líneas generales.
Lo peor: Sus nula documentación histórica (tampoco vamos a pedir máximo rigor histórico en un producto de aventuras de ficción, pero un mínimo sí se puede pedir para conectar de cierta forma con lo que nos cuentan. Por el contrario, los retales de historia solo alejan por lo erráticos que son... y la palma se la lleva situar a Madrid en la costa).
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She-Hulk: Abogada Hulka (Serie de TV)
She-Hulk: Abogada Hulka (2022)
Serie
  • 4,6
    5.719
  • Estados Unidos Jessica Gao (Creadora), Kat Coiro ...
  • Tatiana Maslany, Ginger Gonzaga, Mark Ruffalo ...
5
Cierto que no es el humor superheroico sublime de "The Boys" o "DC's Doom Patrol"... pero tampoco es el infantilismo deslavazado y simplista de "Ms. Marvel".
El séptimo producto a imagen real de MARVEL Studios y Disney para la pequeña pantalla (tras "Bruja Escarlata y Visión", "Falcon y el soldado de invierno", "Loki", "What If?", "Ojo de Halcón", "Caballero Luna" y "Ms. Marvel") nos ha ofrecido a una superheroína considerada por el mundo mainstream como "de segunda fila"... pero que conocemos bastante bien los que tan solo nos hemos adentrado mínimamente en el mundo de las viñetas de superhéroes. Se trata de Hulka (conocida por este nombre en los cómics en España)/Jennifer Walters, prima de Hulk/Bruce Banner, creada por Stan Lee en 1980 (casi veinte años después de la creación de Hulk para los cómics). La serie para Disney+ mantiene prácticamente intactos los orígenes de sus superpoderes (con una muy leve variación, en esto mantienen el buen hacer del original sin cargárselo sin sentido ni mejora como, ejem ejem, en "Ms. Marvel") y no quita ni una coma de la profesión dual de su protagonista (que no deja de ser una Daredevil desenfadada y alegre). Pero es que... si una fórmula funciona, ¿para que cambiarla? Y es que las propuestas de superhéroes que maridan su profesión de civil con sus responsabilidades superheroicas (normalmente conectadas de cierta forma en cada caso) siempre que se tratan con cierto gusto y dignidad... pues dan para largometrajes y episodios dinámicos y amenos (¡y sino que se lo digan a Superman, Spider-Man o Supergirl!). Y "Abogada Hulka" no es una excepción, con un tono desvergonzado que le sienta de maravilla a sus capítulos de apenas media hora de duración, las tramas sencillas pero atractivas que nos muestra se suceden de forma activa, vivaz y espabilada. El sentido del humor de la serie (con muchas rupturas de la cuarta pared, como en los cómics. Sí, antes de Masacre/Deadpool ya lo hizo Hulka) suele acertar con naturalidad, complicidad y astucia (aunque no en toda ocasión, sí casi siempre) en el público juvenil o adulto, mientras que los lances superheroicos, si bien clásicos y trillados, se miden con precisión, evolución y unos efectos especiales logrados (que no sobresalientes. Eso se lo dejamos a "Falcon y el soldado de invierno" si de series MARVEL/Disney se trata).

La realización de cada episodio es, por su parte, competente (tampoco es que vaya a cambiar la historia de la televisión. No tenemos unos planos a lo Kubrick o Tarantino precisamente. Prima el plano/contraplano, mientras que la acción se edita de forma tan agradecida como orgánica) mientras que las actuaciones resultan naturales (que ya es bastante. No quiero seguir haciendo leña del árbol caído, pero basta volver a ponerse el desastre de "Ms. Marvel" para horrorizarse con actuaciones desganadas o exageradas. Desde luego Tatiana Maslany demuestra más soltura y carisma con su singular rol. El resto del reparto no dejan de ser aportaciones episódicas, pero tenemos mucho fan service... del bueno, porque a este mundo MARVEL regresan nombres como los de Mark Ruffalo (Hulk/Bruce Banner), Tim Roth (Abominación/Emil Blonsky), Benedict Wong (Wong) o el Daredevil de Charlie Cox que toma un registro diferente y curioso por unos breves instantes) que tienen una configuración de sus personajes y lances más avispada de lo esperado (cosa que los intérpretes aprovechan, en especial Tim Roth que se lo toma como una película de Tarantino).

Y, si bien es cierto que la ambientación queda en lo anecdótico (diseño CGI del personaje principal incluído), "Abogada Hulka" se conforma como un producto de entretenimiento de lo más ligero, entretenido y hasta atrayente. A mí me ha gustado, tanto que me he merendado sus 9 episodios en una semana (al contrario que los productos predecesores de MARVEL para la plataforma de streaming de Disney, que me hicieron abandonar el visionado demasiado pronto por culpa del tedio y del hartazgo). Tampoco es que me haya fascinado, no es una obra maestra audiovisual en guion y puesta en escena a lo "Daredevil", "Héroes" o "The Boys" (si del subgénero superheroíco se trata), pero si no se tienen las expectativas tan altas como para pretender toparse con algo como lo mencionado en esta frase... pues se puede disfrutar de forma pasajera de esta serie (que ha quedado limitada a esta primera temporada) al igual que se puede disfrutar de la misma forma con "Arrow" o "Bruja Escarlata y Visión".

No es la apoteosis de "Daredevil", "DC's Doom Patrol", "The Boys" o "The Flash"... pero tampoco es la broma pesada de "Batwoman", "Ms. Marvel", "Smallville" o "Iron Fist". Digamos que se queda en un "Black Lightning". Es recomendable para todo público aficionado a este subgénero de aventuras de superhéroes (el incondicional de estos personajes ya sean en el humor, el drama, la intriga o la aventura), pero solo indispensable a los muy muy marvelitas o muy fans de este personaje en particular (pues la serie le hace justicia y no lo degrada o emborrona).

Lo mejor: Me quedo con...
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