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Críticas ordenadas por:
Miércoles (Serie de TV)
Miércoles (2022)
Serie
  • 6,7
    13.446
  • Estados Unidos Alfred Gough (Creador), Miles Millar (Creador) ...
  • Jenna Ortega, Catherine Zeta-Jones, Luis Guzmán ...
4
"Miércoles" de instituto... que sigue siendo mejor que otro día de la semana por allí.
El universo de humor negro creado por Charles Addams en 1938 con sus viñetas nos ha dado productos audiovisuales francamente divertidos y cómplices ("La familia Addams" (1991), "La familia Addams: La tradición continúa" (1993), "La familia Addams" (1964-66) o el musical de 2007)... aunque también algún que otro insulso producto infantil ("La familia Addams" (1992), "La nueva familia Addams" (1998-99), "La familia Addams" (2019), "La familia Addams 2" (2021)). Y "Miércoles" navega en medio de este abanico de series, telefilms y películas sobre la familia tenebrosa que utiliza su humor ácido para mofarse de los cánones establecidos y/o impuestos por la sociedad más hipócrita.

Alfred Gough y Miles Millar llevan a la hija adolescente de la familia (Jenna Ortega) a un internado similar al Hogwarts de la saga de Harry Potter (pues es un colegio para gente con poderes o descendientes de criaturas sobrenaturales), allí Miércoles se moverá con su fresca sorna y con la natural causticidad con la que su familia la ha educado. Y es gracias a esto que "Miércoles" se pone un peldaño por encima de todas las series adolescentes con misterios lúgubres o fantasiosos de por medio (tipo "Por 13 razones" (2017-20), "Smallville" (2001-11) o "Riverdale" (2017-)).

Y es que, cuando el hábil sarcasmo o la dulce ironía por parte de Miércoles Addams (o por parte de sus padres, encarnados con gusto por Catherine Zeta-Jones y Luis Guzmán) no hacen acto de presencia... la calidad del relato baja enteros por culpa de unos rolletes adolescentes tan tópicos como previsibles, y por culpa de un misterio bastante alongado sin necesidad. Está claro que a la familia Addams (sea el miembro de la familia que sea) le sienta mejor estar fuera del instituto, en un entorno en el que puedan dar rienda suelta total a sus costumbres de jugar con la comida, de sentir asco del viento fresco, de casarse con una bola de pelo o de divertirse en plena tortura (no puedo sino recordar los instantes de "La familia Addams: La tradición continúa"). Pues esta "Miércoles" se va mezclando demasiado con lo convencional y plano (algo que un público adulto puede denotar tanto hasta hartarse, admito que tuve que utilizar bastante ese invento estupendo de Netflix de mostrar la serie a velocidad 1,5x).

Y es una pena porque Ortega está en su salsa en un papel nada fácil (es un rol único el de Miércoles y su dicotomía entre intelectual lenguaraz y chica con unos pocos (muy pocos) sentimientos) desde sus manerismos hasta sus recitaciones. Está acompañada por un plantel de su edad que resulta natural (que no carismático), y además de que contamos con apariciones estelares de nombres como Christina Ricci (la Miércoles más recordada y no sin merecimiento), Gwendoline Christie o los ya mentados Zeta-Jones y Guzmán (que no llegan al nivel de magnetismo y singularidad que el matrimonio Addams de Anjelica Houston y Raul Julia, pero que sí aportan un oficio triunfal en sus momentos humorísticos. Además físicamente son más fidedignos a las viñetas originales que las encarnaciones de Houston y Julia). A esto se le añade una ambientación soberbia, de realización espabilada (y en eso se nota el sello de Tim Burton en ciertos capítulos, aunque esta percepción tal vez se deba a mi subjetividad pues es mi director favorito), de cinematografía tan definida y pulcra como orgánica e inmersiva, con escenarios elegantes (ya sea en los exteriores rodados en Rumanía o en los decorados interiores) en su ambiente de tenebrismo glamuroso (mención especial merecen los pasillos y rincones de ese internado gótico), un vestuario y maquillaje superlativos, una banda sonora con tonos de órgano perspicaces y precisos con la comicidad de sus momentos, y unos efectos especiales competentes.

Así pues tenemos un conjunto con bastantes virtudes que van rescatando de forma puntual una tónica que suele tirar más hacia las relaciones adolescentes de amistades, rivales y amoríos o a las intrigas criminales trilladas. Pero cuando "Miércoles" hace gala del sentido del humor Addams y su lúgubre diversión el producto (que ya contaba con una puesta en escena notable) se eleva. La pena es que no sea lo habitual (sino estaríamos hablando de una comedia negra como "The Boys" (2019-) o "DC's Doom Patrol" (2019-)), por lo que en su conjunto se queda a la altura de series como "Gotham" (2014-19), "Obi Wan Kenobi" (2022), "Batwoman" (2019-22), "Superman y Lois" (2021-) y demás series de enigmas criminales con adolescentes o niños de por medio en su reparto protagonista.

Lo peor: Cuando divaga en sus líos adolescentes (que al público de esa edad o inferior puede atrapar, pero no a una audiencia con un poco más de madurez).
Lo mejor: Su comedia inherente a la par que triunfal (en eso no desvirtúa lo que son los Addams como el film animado de 2019, que casi se descuidan y acaban convertidos en la familia de "Siete en el paraíso" (1996-2006)), destaco...
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Hunters (Serie de TV)
Hunters (2020)
Serie
  • 6,1
    5.089
  • Estados Unidos David Weil (Creador), Nelson McCormick ...
  • Al Pacino, Logan Lerman, Saul Rubinek ...
5
"The Boys" (2019-) a lo rapidito.
Y no lo digo porque su ritmo sea frenético (ni mucho menos) sino porque nos encontramos ante una premisa del mismo corte (unos vengadores que se toman la justicia por su mano a la hora de liquidar a malvados poderosos) que en lugar de poner en la diana a unos superhéroes psicópatas pone a unos nazis psicópatas... y lo hace de forma más simplificada y rutinaria que la multifacética y gamberra serie basada en los cómics de Garth Ennis y Darick Robertson. De ahí lo rapidito con lo que despacha "Hunters" sus tramas; más básicas y dejadas si la comparamos con su serie más pareja en cuanto a temática (también de Prime Video).

Con la premisa (nada descabellada, por cierto) de que los gerifaltes Nazis del holocausto judío han logrado escapar de las garras de la justicia internacional y viven vidas privilegiadas en los Estados Unidos, un grupo comandado por un siempre sólido Al Pacino da caza a estos villanos de manual mientras tratan de planear una especie de "Cuarto Reich" en el mundo.

La serie es a ratos curiosa en su enfoque de exóticas de vendettas y escarmientos hebreos a sociópatas racistas unidimensionales que "se lo merecen"... y a otros resulta plúmbea por culpa de un progreso tardo y monocorde. Y dado que lo que nos cuenta no se desarrolla con humor sagaz (de nuevo, esto no es "The Boys" ni "DC's Doom Patrol" (2019-)), ni con drama reflexivo (esto no es "Daredevil" (2015-18) ni "Héroes" (2006-19)) ni con intrigas urdidas con mimo y perspicacia (esto no es ni "Mr. Robot" (2015-19) ni "Juego de Tronos" (2011-19))... pues los capítulos se hacen un tanto cuesta arriba durante las escenas más trilladas y cargadas de tópicos sin pulir (el peor parado en todo esto es el personaje de Logan Lerman como aprendiz inocente del grupo, pero el villano encarnado por Greg Austin como "malo-muy-malo-frío-psicópata" se ha visto tantas y tantas veces que produce hasta agotamiento en la audiencia (y no en el buen sentido de la palabra)) a manos de los malvados nazis y los investigadores del FBI que (como era de esperar) no son tan eficientes como este grupo protagonista.

Y con estos guiones flojos no nos encontramos con un producto horroroso e infumable (eso se lo dejamos a recientes series de similar presupuesto como "Ms. Marvel" (2022), "Jupiter's Legacy" (2021) o "The Terminal List" (2022-)). Porque las tramas tienen coherencia interna y una evolución aceptable a pesar de estar contándonos algo más soso y asequible de lo que se podría haber esperado. Y además tiene un buen (que no sobresaliente) diseño de producción. Con una elección variopinta de planos entre sus planos/contraplanos que acomodan bastante al espectador (destacan varios cenitales y focos alternos), con una cinematografía muy definida, una fotografía elegante de tenue iluminación y tonos ocres en sus vetustos escenarios ochenteros, con unas efectos especiales resultones (la cosa no pasa de ahí), una elegante elección de vestuario y unas actuaciones naturales (que tampoco llegan a dotar de carisma a sus roles más allá de Pacino, Lena Olin, Kate Mulvany y Josh Radnor que sacan algo de petróleo en los poquísimos instantes que sus planos les permiten hacer algo de sorna con muecas y expresiones).

Así pues tenemos un producto de corte de intriga criminal con algo de humor negro bastante mediocre y gris. Tenemos un "El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder" (2022-). De buena factura audiovisual y de libretos pasables y someros como pasatiempo para todo seriéfilo (a ellos va más dirigido este producto). Como ficción producida por el creador de "Déjame salir" (2017)... está unos escalones por debajo de aquel largo mejor confeccionado en sus sentido del humor travieso y sus dibujados misterios. "Hunters" es más equiparable a "God Omens" (2019-) o "La Casa del Dragón" (2022-) que a "Revenge" (2011-15) o "Daños y perjuicios" (2007-12), series con confabulaciones mucho más copiosas y exquisitas por cierto (no puedo dejar de recomendar ambas como indispensables en cuanto intrigas criminales en la pequeña pantalla).

Lo mejor: Me quedo con las actuaciones de Olin y Mulvany.
Lo peor: Que tira demasiado de tópicos de ficción sin enriquecerlos de alguna u otra forma.

Ah...
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Loving Pablo
Loving Pablo (2017)
  • 5,4
    5.930
  • España Fernando León de Aranoa
  • Javier Bardem, Penélope Cruz, Peter Sarsgaard ...
6
Muy ilustrativa y bastante palpitante... a pesar de su miscast.
Como dije en la otra ÚNICA cinta de ficción para la gran pantalla que se ha centrado CASI principalmente en la figura de Pablo Escobar ("Escobar: Paraíso perdido" (2014)), siempre es de agradecer que se toque a este psicópata criminal en lo audiovisual. Pues sus urdimbres criminales y tejemanejes conspiranoicos asfixiantes dan para largometrajes intrincados, nervudos y perturbadores.

Y son pocas (por no decir ninguna, no existe a día de hoy un biopic sobre Pablo Escobar. Tenemos, eso sí, documentales, series y apariciones como secundario en algunos largos de ficción como "Barry Seal" (2017) o "Blow" (2001)) las películas que se enfocan en este depreciable pero astuto ser. Así que no voy a ser la persona que vilipendie a este film porque no sea sobresaliente, pues tampoco es que estemos ante un mal producto.

Centrado en la última década de avatares criminales de Pablo Escobar (no diré más para no dar spoilers. Aunque he de suponer que prácticamente todo el mundo sabe del destino final de este delincuente), "Loving Pablo" se basa con bastante fidedignidad tanto en las maquinaciones "profesionales" de este rey del hampa y su contrapeso policial como en la vida personal desbaratada que le lleva a tratar a las mujeres como accesorios de usar y tirar. Una de sus amantes en especial, la periodista Virgina Vallejo (Penélope Cruz) escribió una novela autobiográfica en la que se fundamenta principalmente este largometraje.

Y el guion adaptado de Fernando León de Aranoa y Michael Zimbalist no es malo. Por supuesto reduce bastante los tejemanejes de corrupción, intimidaciones, asesinatos, amenazas y demás. Pero lo que nos da es sólido, capacitado, consistente y cohesionado. No es un libreto sobresaliente a lo "El Padrino" (1972) o "American Gangster" (2007) pero tampoco resulta idiota, incoherente o infantiloide (¡vamos que no es "Tracers" (2015), "La trama" (2013), "Operación E" (2012) o "The Code" (2009)!). Y es que, ya de por sí cuenta con un argumento jugoso de intrigas, engaños y trapicheos, pero se desarrolla en la trama con eficiencia y fluidez. Denotándose todos los acontecimientos naturales e incluso alguno que otro palpitante y sobrecogedor.

Otra cosa es el error de casting que nos saca bastante de la película. Ya que, que Javier Bardem y Penélope Cruz son excelentes actores me es incuestionable (Cruz en las últimas décadas, más o menos desde 2003-06 es cuando empezó a evolucionar como actriz y a ser verdaderamente buena. Anterior a eso sus actuaciones eran de vergüenza ajena, sinceramente), y aquí hacen lo que buenamente pueden y con oficio configuran unos roles singulares a la par que cómplices, pero el que se parezcan lo que un huevo a una castaña respecto a las personas reales en las que se basan no ayuda en absoluto. Y aquí no se ve a Pablo Escobar haciendo de las suyas, se ve a Javier Bardem haciendo de mafioso sociópata brillantemente... pero no a Pablo Escobar. Y no es porque la caracterización sea mala, es que no puede hacer milagros. Y lo mismo se puede decir de Penélope Cruz que está genial como periodista atribulada... pero espantosa como una rompecorazones Virginia Vallejo. La verdad es que, ya que la cinta es de habla inglesa casi en su totalidad, nos podrían haber puesto a un Pedro Pascal o a una Eva Green que resultarían más acordes a los personajes reales (y por ende serían más creíbles las reacciones que tienen los secundarios hacia ellos. Que aunque suene mal decirlo, el físico influye en la gente) aunque con eso se perdiera un poco de calidad actoral (se ganaría en verosimilitud y acercamiento con el espectador).

Y esto es una losa que nos pesa a los que conocemos mínimamente (ya sea por los medios de comunicación o la cultura popular) como eran físicamente estas personas. Pero al resto también puede sacar de tanto en cuanto de un relato que, en todo lo demás cumple ajustadamente su cometido de entretener siempre... y de revelar y enseñar con cierta emoción los hechos acontecidos en esa aciaga época (aunque la cosa no es que esté solucionada precisamente en Colombia). Y ya no solo por un guion digno sino por una puesta en escena pareja (la cinta cuenta con una iluminación vivaz, una elección musical espabilada, un diseño de escenarios acogedor sea cual sea la circunstancia, el vestuario es imponente al igual que la labor de maquillaje, y Aranoa mantiene los planos de forma orgánica (que no superlativa)).

Así pues estamos ante una película recomendable a todo cinéfilo como pasatiempo adulto, aunque no sea la quintaesencia de este género biográfico de criminales (eso se lo dejamos a maravillas como "Los intocables de Elliot Ness" (1987), "Dallas Buyers Club" (2013), "Dolor y dinero" (2013), "El hundimiento" (2004) o "American Gangster") y se quede en un "El francotirador" (2014), un "Estafadoras de Wall Street" (201), un "Infiltrado en el kkklan" (2018), un "Escobar: Paraíso perdido" o un "El clan" (2015) más. Solo indispensable para los muy aficionados al cine de Aranoa (admito que no es mi caso) o a los fans de Bardem o Cruz (tampoco es el mío).

Lo mejor: Su premisa.
Lo peor: El casting de los protagonistas (los secundarios sí dan el pego con solvencia todos ellos (desde David Valencia hasta Oscar Jaenada)).
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Aniquilación
Aniquilación (2018)
  • 6,0
    29.198
  • Reino Unido Alex Garland
  • Natalie Portman, Oscar Isaac, Jennifer Jason Leigh ...
4
No pasa de la propuesta.
En 2018 Netflix nos ofreció otro de sus particulares telefilms (con escaso estreno en salas de cine a la vez que su estreno vía streaming) de alto presupuesto y reparto... pero de trama exigua y pasajera. En esta ocasión se trata de una cinta de ciencia-ficción (post)apocalíptica que recuerda en resultado global a los telefilms de Netflix "A ciegas" (2018), "Spiderhead" (2022), "Cielo de medianoche" (2020) o "Bright" (2020)... o a los de Amazon del mismo género con puesta en escena y reparto de postín "La guerra del mañana" (2021) o "Infinite" (2022).

Basado en la novela del mismo nombre de 2014 de Jeff VanderMeer (que compone el principio de una trilogía literaria), el largo nos presenta a una protagonista (con el topicazo de soldado y científica que también nos dio "La guerra del mañana") que es seleccionada junto a otras cuatro personas para adentrarse en una zona de Florida que parece ha sido afectada por un extraño fenómeno. Una zona en la que la naturaleza ha mutado y en la que ninguna persona que ha entrado ha vuelto a salir, por lo que este equipo se dispone a estudiar el fenómeno y ponerle solución.

La propuesta de por sí es sumamente intrigante e interesante. Pues nos da una premisa de un prodigio misterioso y estudioso capaz de despertar nuestra curiosidad. El problema es que esa presentación acaba derivando en un devenir más bien holgazán (las explicaciones sobre el fenómeno caen en lo previsible y rutinario, los diálogos entre personajes resultan de lo más pronosticables y simplones), estereotipado (ojo a la actitud repentina de cierto personaje que se denota forzadísima para dar alguna que otra escena de acción) y artificial (atención a esas escenas de silencios absurdos que bien podrían pasar por las peores escenas del cine de Shyamlan). Y es que resulta complicado que una película con un planteamiento tan jugoso acabe resultando tediosa y distante por tantos momentos, pero el caso es que lo consigue.

Así que al final, en lugar de tener un "Interstellar" (2014) o un "Donnie Darko" (2001) un tenemos un "After Earth" (2013) o un "Spiderhead". Y esto es una curiosidad sí, pero una curiosidad anecdótica. Un film distraído casi siempre gracias a sus atractivas promesas iniciales y gracias a una puesta en escena del nivel que acostumbra Netflix en este tipo de productos (ya sea "La madre del blues" (2020) o "The Prom" (2020) ... o ya sea "Los dos Papas" (2019) o "Roma" (2018), la cinematografía, el diseño de producción, la fotografía, los efectos especiales, las caracterizaciones y el casting siempre han brillado con luz propia. Y "Aniquilación" no es una excepción ya que cuenta con una definición impoluta, una elección bellísima en su iluminación y en la combinación de la profusa paleta de colores, un diseño C.G.I. que resulta una delicia para la vista en su imaginería, un sonido completamente envolvente, una realización convincente por parte del director de "Ex_Machina" (2015) en éste su segundo largometraje, y unas actuaciones sólidas y diría que hasta carismáticas en el caso de Jennifer Jason Leigh (que es capaz de dotar de una personalidad férrea a la par que cómplice para con el espectador, y que a punto está de robarle el protagonismo a una más convencional Natalie Portman)). Una lástima que Alex Garland no esté tan inspirado en este libreto como lo estuvo en su ópera prima "Ex_Machina" (2014), porque si así fuera tal vez estaríamos hablando de algo más parejo a ello o a cintas como "Chronicle" (2012), "La isla" (2005), "Project Almanac" (2015), "Snowpiercer" (2013), "Siete hermanas" (2017) o "Westworld" (1973). Pero en su lugar tenemos un "City of Ember" (2008), "Valerian y la ciudad de los mil planetas" (2017), "El destino de Júpiter" (2015) o "El juego de Ender" (2013) si de ciencia-ficción distópica palomitera y fallida se trata. Solo recomendable a los muy muy fans de la ciencia-ficción (admito que es mi caso) como esparcimiento pasajero, o las incondicionales de su director/guionista y/o el reparto que nos ocupa. El resto se pierde entre poco y nada.

Lo mejor: Me quedo con la actuación de Jennifer Jason Leigh.
Lo peor: El tratamiento que da el guion los personajes interpretados por Gina Rodríguez y Oscar Isaac.
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Mundo Extraño
Mundo Extraño (2022)
  • 5,5
    4.551
  • Estados Unidos Don Hall, Qui Nguyen
  • Animación, (Voz: Jake Gyllenhaal, Dennis Quaid) ...
5
Bellísimo... pero no tan extraño.
El largometraje número 61 de Disney Animation Studios nos presenta una aventura de fantasía para toda la familia. En ella el clan de los Clade se dispone a adentrarse bajo tierra para tratar de salvar las raíces de la gran planta que nutre a su ciudad de energía y que parece estar muriendo. Pero ese interior de fantasía esconde muchas curiosas y gratas sorpresas que nos irán distrayendo junto a la relación familiar de este afable grupo.

"Mundo extraño" es una película de entretenimiento para todo público de lo más llevadera y amena. Con un guion que, si bien no descubre la fórmula de la Coca-Cola (su temática principal es la consabida de los protagonistas "tratando de encajar y encontrar su lugar en el mundo" tan repetitiva y manoseada (sin ir más lejos tenemos en Disney/Pixar "Brave" (2012), "Encanto" (2021), "Luca" (2021), las saga de "Toy Story", de "Rompe Ralph", de "Monstruos S.A." y en largo etcétera (más largo si ampliamos el catálogo a cintas animadas familiares de otras compañías)) como tópica y distante para el espectador que supere los 12 años de edad) sabe desarrollarse en su aventura de descubrimientos y diálogos interfamiliares con cohesión, fluidez, sensatez, simpatía y progreso argumental dentro de los cánones establecidos tan planos y aburridos a estas alturas por los que no evita navegar.

Pero el film da una de cal y otra de arena pues, a pesar de que la moralina interfamiliar de aceptar que el futuro laboral de los retoños no sea el mismo que el de los paterfamilias (que se ha visto en "Coco" (2017), en "Bee Movie" (2007) en "Zootrópolis" (2016) y demás) tiene detalles inclusivos que (como parte del colectivo LGTBI) no puedo sino aplaudir con complicidad y alegría (porque el tratar con naturalidad y total aceptación por parte de los padres que a un hijo le gusten los chicos en lugar de las chicas... hoy en día por desgracia sigue siendo un imposible en muchas familias (con padres homófobos, no por odio sino por una cultura deficiente e ignorante) cuyos hijos acaban con depresión o peor (con suicidio) por culpa de esa falta de respeto y estima por parte de sus padres. Y está bien que Disney empiece a incluir a minorías que hasta hace nada era como si fueran completamente invisibles y no humanas, y transmita en sus films a los padres que no hay que hacer un mundo y una tragedia si un hijo es gay, porque no tiene ninguna importancia... al menos negativa. Y que lo mejor para ese hijo es dar el mismo amor, aceptación y respeto que merece tanto si es gay como si no lo es. Reconozco que el tratamiento de esta pequeña subtrama me ganó al tratarse con cierto mimo, cordura y delicadeza (y el tema de la pareja interracial me resulta más ajena, pero supongo que por los lares norteamericanos también habrá tenido el mismo resultado para con la audiencia)). Pues "Mundo extraño" elabora a sus personajes mínimamente pero con suficiente sagacidad para que se tornen cómplices, cercanos y naturales en todo momento.

La parte de aventura de fantasía es más frívola y monótona (intercambiable con mil y un films animados, "Planeta del tesoro" (2002) o "Las aventuras de Tadeo Jones" (2012) incluido) con escenas de topetazos, huidas, combates y demás. Sin embargo se adecenta muchísimo gracias a una animación que es soberbia. Una belleza constante en alta definición de diseños profusos y coloridos (que no originales, lo que expone se ha visto en productos como "Érase una vez la vida" (1987) o "Ant-Man y la Avispa: Quantumanía" (2023), solo que sin tanta calidad de píxeles como aquí en "Mundo extraño") que van a hacer las delicias el sentido de la vista. Tampoco le van a la zaga el diseño de personajes (aunque en este caso solo destaca en diseño animado del personaje del hijo y sus movimientos joviales) pero se puede considerar la pata más corta del largo junto a una banda sonora tan obviable como olvidable.

Así pues tenemos una película que sabe manejarse con coherencia afín, con evolución eficiente y con ciertos guiños afectuosos y acogedores para toda audiencia. Bases suficientes como para que el despliegue visual (no tanto audiovisual) se nos asiente como una evasión para desconectar en mundos imaginativos (no de una singularidad desbordante en sus diseños, pero sí de una cinematografía inmersiva en la iluminación y la paleta de colores) con gran complacencia y satisfacción. Triunfa en lo suyo, aunque a nivel de desarrollo argumental no ofrezca en líneas generales algo original. A nivel global se me torna sumamente inferior a largos similares como "Rompe Ralph" (2012), "Shrek" (2001) o "Frozen" (2013) y se me sitúa un pelín por debajo de "Big Hero 6" (2014), "Epic" (2013), "Shrek 2" (2004), "Planet 51" (2009) o "Cómo entrenar a tu dragón" (2010). Diría que es más equiparable a "Bob Esponja: La película" (2005), "Hotel Transilvania" (2012), "Rango" (2011), "Merlín, el encantador" (1961) o "La familia Addams 2" (2021) siendo sumamente superior a cintas como "Bolt" (2008), "Aviones" (2013) o "Simbad" (2003). Muy recomendable para pasar un rato de pasatiempo con los más peques de la casa, recomendable a secas para el cinéfilo más veterano (y solo indispensable para los muy incondicionales del cine animado familiar en general, y del de Disney Animation en particular).

Lo mejor: La inclusión natural que se hace del personaje adolescente protagonista en su familia.
Lo peor: Diría que la banda sonora de Henry Jackman (que tiene materiales mejores en su haber, y a las sagas de "Rompe Ralph" y "Kingsman" me remito).
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Escobar: Paraíso perdido
Escobar: Paraíso perdido (2014)
  • 5,8
    6.649
  • Francia Andrea Di Stefano
  • Josh Hutcherson, Benicio del Toro, Brady Corbet ...
6
Suspense de categoría entre algún que otro tópico.
En 2014 nos llegó este thriller basado vagamente en las acontecimientos criminales de Pablo Escobar (Benicio del Toro) cuando éste decide "entregarse voluntariamente" a las autoridades colombianas y norteamericanas.

Nick Brady (Josh Hutcherson) es un joven surfero canadiense que llega a las playas de Colombia con su hermano Dylan (Brady Corbet) para montar un chiringuito y una vida playera. Pero cuando conoce a una sobrina (Claudia Traisac) de Pablo Escobar y se enamora, poco a poco irá cayendo en las redes turbias de esa familia de narcos.

El planteamiento de la cinta es, cuanto menos, jugoso. Ya que los avatares criminales, nervudos y "morbosos" del histórico capo colombiano dan para una trama serpenteante de conspiraciones y tejemanejes criminales épicos. Y además la gran pantalla tampoco es que nos haya brindado muchos largos sobre Pablo Escobar (es un personaje que tan solo ha salido como secundario en dos cintas: "Blow" (2001) y "Barry Seal" (2017) mientras que un biopic centrado en Escobar... tan solo tenemos esta cinta en la que tiene más protagonismo y la "Loving Pablo" (2017) sobre el romance de éste con una periodista colombiana. El resto de largos son documentales y no cintas de ficción) así que cuando se da uno el atractivo lo lleva de serie.

Y la ejecución (valga la redundancia) del guion no es mala en el film que nos ocupa... aunque tampoco es repleta y brillante. Ya que es un libreto que tiene tanto aciertos (poner como protagonista a un norteamericano que haga las veces nosotros, los espectadores, mientras se observan las excentricidades y el carácter ladino de este Pablo Escobar así como la idiosincrasia que lo envuelve. O el mostrar unos acontecimientos criminales con intrigas y misterios que se desenvuelven con eficiencia) como desatinos (ya que la cinta, en lugar de incidir más en toda la vertiente perversa y taimada del capo de la droga, opta por gastar más minutos en la familia del protagonista norteamericano o en su historia de amor con todos los forzados tópicos que no pueden ser más cándidos e ingenuos. ¡Vamos, que "Escobar: Paraíso perdido" pudo ser en su tratamiento argumental un "American Gangster" (2007), un "El lobo de Wall Street" (2013) o un "Uno de los nuestros" (1990), y sin embargo decide tirar más hacia el enfoque de "El último Rey De Escocia" (2006), "El francotirador" (2014) o "El clan" (2015) que tampoco está mal pero que conlleva tener que tragar con escenas de tópicos hollywoodienses artificiales que alejan de tanto en cuanto a la audiencia curtida y madura... en detrimento de más trabajo argumental hacia la figura criminal del co-protagonista.

Un co-protagonista que está interpretado con brillantez por parte de Del Toro. Que, eso sí, se parece al Pablo Escobar original lo que un huevo a una castaña. Pero la falta de rigor físico lo suple con una singularidad atrayente en su personaje, y un carisma permeable para la audiencia sin dejar por ello de resultar natural en todo momento. El resto del reparto no tiene el caramelo que tiene Del Toro entre manos, pero todos ellos demuestran un gran oficio y franqueza con personajes más esquematizados (desde Josh Hutcherson como protagonista que aquí demuestra mayor empuje que en el personaje que más fama le ha granjeado (su pavisoso de "Los juegos del hambre") hasta los secundarios "matones" de Carlos Bardem o Frank Spano). Todos sortean las pocas trabas que les pone el guion (que insisto no es malo, progresa con habilidad y sus tópicos no son la norma del todo el relato. Pero sí es un guion no tan provechoso como podría esperarse).

Y lo mismo se puede decir de su cinematografía que cala hondo con un grano medido en cada situación (ya sea de bucolismo exótico o de persecución ahogante), con una fotografía de filtros ocres y verdosos que son combinados con una gran apertura del diafragma de la cámara para ofrecer una magnífica y atractiva iluminación. Algo que vivimos junto al protagonista que es seducido por el mundo de ese encantador de serpientes que es este Pablo Escobar del film. También el diseño de decorados y la elección del vestuario casan con esa fotografía cobriza y esmeralda. Y los efectos especiales son muy competentes (al igual que la banda sonora que cumple su cometido emotivo sin hacerse memorable)).

Y así con todo tenemos una buena película que no brillante. Entretenida en todo momento e ilustrativa y emocionante en algún que otro momento (y en alguno que otro nos resulta falso hasta la saciedad. Todo lo que envuelva al interés romántico del prota, por ejemplo) para todo espectador medio (al que se torna una cinta recomendable. Ya que indispensable será solo para los muy fans de sus intérpretes y/o director (que tiene en ésta su ópera prima su mejor films hasta la fecha)). Digamos que no llega ni de lejos a la altura de "El padrino" (1972), "American Gangster" o "Gran Torino" (2008) si de thrillers criminales se trata, pero tampoco es el horror de "Operación E" (2012), "Tracers" (2015) o "Más allá de la duda" (2009). Digamos que es un "El dragón rojo" (2003), un "Un crimen perfecto" (1998), un "Insomnio" (2002) o un "Nunca más" (2002).

Lo mejor: Me quedo con la actuación de Benicio del Toro.
Lo peor: ...
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cielo de medianoche
Cielo de medianoche (2020)
  • 5,0
    9.711
  • Estados Unidos George Clooney
  • George Clooney, Felicity Jones, David Oyelowo ...
4
Pues yo no les veo.
Netflix nos ofreció en 2020 uno de sus telefilms arquetípicos (de plantel de relumbrón y cinematografía pulida... y de guion timorato) que desde luego no llega ni a la suela de los zapatos de los exclusivos más destacados de esta plataforma ("Los dos Papas" (2019), "El diablo a todas horas" (2020), "Roma" (2018), "Mank" (2020)). "Cielo de medianoche" se sitúa más bien en la regulera categoría de "Bright" (2020), "La vieja guardia" (2020), "Spiderhead" (2022), "Los chicos de la banda" (2020) o "La madre del Blues" (2020)... sin llegar a las cotas desastrosas de "Patrulla Trueno" (2021) o "The Prom" (2020).

Basado en la novela "Good Morning, Midnight" (2016) de Lily Brooks-Dalton (que tampoco es que sea una novelista brillante, las cosas como son), George Clooney dirige y protagoniza esta cinta difícil de clasificar en un solo género (drama, intriga, ciencia-ficción) en la que el Doctor astrofísico Augustine (Clooney) se queda solo en un refugio de la Antártida y trata de contactar con los astronautas que quedan en el espacio para que no vuelvan a la Tierra.

El planteamiento promete... y no da. Nos propone un futuro post-apocalíptico pero se queda en la mera sugerencia, pues la cinta se confina a que observemos a Clooney en un refugio mirar a las musarañas, emborracharse, comer y poner cara de doliente. Así que quien espere unas intrigas sci-fi que expliquen la causa de la extinción humana, el proceso y las consecuencias... mejor que siga esperando pues "Cielo de medianoche" no pone un solo esfuerzo en ello (y no digo que la cinta nos debiera tener un estudio imaginativo de una distopía a lo "Blade Runner" (1982) o "A.I.: Inteligencia Artificial" (2001), pero un mínimo contexto de fantasía con coherencia interna a lo "Abre los ojos" (1997), "Alien: El octavo pasajero" (1979) o "The Matrix" (1999) podría haber dado perfectamente para enriquecer al producto) por no saber no sabemos ni si se puede respirar en el exterior o no (porque la cinta hace salir o no a su personaje dependiendo de si la trama busca melodrama de Clooney compungido o no). Pero eso no es lo peor (porque entonces estaríamos ante un entretenido "Passengers" (2016)) lo peor es que su personaje protagonista no tiene una sola dimensión humana y se comporta de forma robótica (tanto en los flashbacks de juventud como en las encarnaciones por parte de Clooney), artificial y en absoluto natural para con el espectador que se distancia irremediablemente de su abúlica historia (tanto es así que nos da igual si cierto personaje que pulula por allí es real o imaginario). Y lo único que contagia este Augustine de tanto en cuanto es su desgana y pesadumbre.

Curiosamente los personajes secundarios (esos que...
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Castle (Serie de TV)
Castle (2009)
Serie
  • 6,4
    11.571
  • Estados Unidos Andrew W. Marlowe (Creador), Rob Bowman ...
  • Nathan Fillion, Stana Katic, Susan Sullivan ...
5
Una procedimental con una de cal y otra de arena.
A ver, series policiacas episódicas en las que tenemos un caso criminal curioso por capitulo e indagamos junto a sus protagonistas el misterio las hay a miles. Bueno, tal vez a miles sea un poco exagerado pero casi casi a miles las tenemos: Y es que, que si "Ley y orden" (1990-), "C.S.I." (2000-15), "Mentes criminales" (2005-20), "Sherlock" (2010-17), "C.S.I.: Miami" (2002-12), "El mentalista" (2008-15), "Navy: Investigación criminal" (2003-), "Mentes Criminales: Sin fronteras" (2015-16), "Bones" (2005-17), "Numb3rs" (2005-10), "El cuerpo del delito" (2011-13), "C.S.I.: NY" (2004-13), "Elementary" (2012-19), "NCIS: Los Ángeles" (2009-23), "C.S.I.: Cyber" (2015-16), "Scorpion" (2014-18), "Ley y orden: Unidad de víctimas especiales" (1999-)... en fin, ya se hacen una idea de que es una fórmula tan resultona como prolífica a la hora de entretener de forma fugaz y eficiente a la audiencia media adulta.

Y "Castle" no es una excepción. En lugar de optar por la fórmula de mostrar a un variado equipo de investigación con un variopinto elenco (a lo "C.S.I.", "Navy: Investigación criminal", "Mentes criminales" o "C.S.I.: Cyber") escoge el formato de "pareja estrella" (a lo "Elementary" o "Bones") que se encarga de indagar en el "asesinato de la semana". Una estructura narrativa que se configura con misterios lo suficientemente elaborados (digo suficientemente como para atraer y distraer de forma momentánea, no para sorprender o calar hondo. Que esto no es "True Detective" (2014-), ojalá pero no) y que fluyen de forma natural y activa, "Castle" goza además de un tono de humor desenfadado que recae en los diálogos de Nathan Fillion con verdadera comodidad y diversión para con el espectador. Pero tampoco esperen una sorna a lo "Elementary" sino un nivel de viveza ajustado para descargar de dramatismo a la temática criminal que trata de forma superficial.

Y tampoco esperen en "Castle" unos personajes multidimensionales y originales, sino bastantes tópicos andantes durante estos casos de sobremesa. Desde luego los libretos no son horribles a lo "Homicidios" (2011), y cumplen su cometido con capacidad de intrigas competentes, pero cuando pueden distanciar más a la audiencia es cuando se centran en el terreno "personal" de sus protagonistas que presentan cliché tras cliché forzado, cuando muestran a sus arquetipos de secundarios o cuando caemos en la cuenta del nulo realismo de toda la premisa de la serie (eso de que un escritor sea colaborador sin restricciones de cada asesinato de Nueva York... bueno, tal vez en Estados Unidos que es un universo en sí mismo puede llegar a ser posible esa absurdez, pero desde luego en España no dejarían a un escritor ser partícipe de investigaciones de asesinato ni de co-a, ni tan siquiera colaborador de investigaciones de hurtos. Ni aunque fuera un Sherlock Holmes de la vida, que en España se sigue a rajatabla el tema de la privacidad de los implicados... incluyendo a los criminales).

Pero lo que más me descoloca en mi caso debo admitir que es la "actuación" inexpresiva de Stana Katic. Tampoco es que esperara ver algo de la categoría de Helen Mirren en "Principal sospechoso" (1991-2006) o de Kyra Sedwick en "The Closer" (2005-12), pero mismamente en "Elementary" tenemos a Lucy Liu de contrapunto al majestuoso Holmes de Johnny Lee Miller y, sin ser una Vivien Leight, demuestra más naturalidad, expresividad y tino a la hora de compartir química y diálogos con su contraparte. En el caso de "Castle" sí tenemos en la otra cara de la moneda una actuación más cómplice y natural por parte de Fillion, pero tampoco es el sumun de la actuación para ser sinceros (no es Matthew Gray Gubler en "Mentes criminales" precisamente).

En definitiva, que se han visto puestas en escena con interpretaciones no ya algo mejores sino bastante mejores que elevan la experiencia audiovisual del producto (pero aquí no está William Petersen en "C.S.I." o Benedict Cumberbatch en "Sherlock" por ejemplo) a pesar de que el resto de elementos (diseño de producción digno, fotografía competente (que no singular y sobresaliente. De nuevo, esto no es "CSI: Miami"), banda sonora festiva (curiosamente muy similar a la de "Elementary", serie con la que comparte muchos muchos enfoques. Pero "Elementary" utilizaba unas notas cómicas un poco más inspiradas e identificativas) y realización corriente pero orgánica) cumplen un poco más de lo esperado en los estándares establecidos en este tipo de productos.

Es pues, una serie de distracción tan leve como eficaz. Que no va a cambiar la historia de la televisión (desde luego no lo ha hecho) pero que contribuye a enriquecer ese subgénero policiaco/procedimental episódico que tuvo su culmen en las mejores temporadas de "C.S.I." y que nos ha ofrecido desastres como "Mentes criminales: Conducta sospechosa". "Castle" no es ni tan buena como la primera ni tan mala como la segunda y, aunque está a años luz de las policíacas con un caso por temporada (a lo "The Wire" (2002-08) o "True Detective") sí se pone a nivel global la distraída altura de "Ley y orden", "C.S.I.: Cyber" o "Mentes criminales: Sin fronteras".

Lo peor: La actuación de Katic (han optado por anteponer la belleza física a la interpretación de calidad en el casting. En mi caso admito preferir antes a una Meryl Streep que a una Lilly Collins).
Lo mejor: Que es capaz de evadir y entretener en su conjunto cada capítulo.
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El viaje de Chihiro
El viaje de Chihiro (2001)
  • 8,1
    114.294
  • Japón Hayao Miyazaki
  • Animación
6
Miyazaki entretenido y gustoso... pero no tan simbólico y hondo como en "La Princesa Mononoke" (1997).
El octavo largometraje de Hayao Miyazaki como director (pues como animador, guionista y autor de mangas tiene infinito material a sus espaldas) se mantiene en la línea de ofrecer relatos de fantasía que tienen como referente la milenaria mitología (o religión, que no se me enfaden los nipones) japonesa del sintoísmo. Unos relatos que siempre gozan de una animación maravillosa, unas bandas sonoras enamoradoras, y también mantienen una ternura especial para sus personajes en estos guiones que nos presentan.

En esta ocasión se trata de una niña que viaja por accidente con sus padres al mundo de los kami (los dioses japoneses del sintoísmo. Entiéndase que estos dioses o deidades tienen un número infinito, y que tanto ríos como montañas tienen su espiritualidad kami), allí tratará de escapar de las garras de la bruja que lleva estas saunas donde los dioses van a descansar no sin antes hacer amigos deidades, madurar un poco y rescatar a sus padres. Sin embargo esta vez Miyazaki no nos ofrece un relato de intrigas nervudas y cohesionadas con simbolismos hondos y extraordinarios casados a la perfección (sí, no puedo evitar comparar a este largo con la cinta predecesora del director y fundador del Estudio Ghibli: "La Princesa Mononoke", con misma premisa de fantasía sintoísta pero con un enfoque más adulto, profundo y ensoñador). Digamos que "El viaje de Chihiro" es más "infantil" (dentro de lo que es el cine de Miyazaki. Que esto no es "Cars" (2006), "Home" (2015) u otra cinta animada para todos los públicos más simplona y rutinaria) en su tratamiento argumental.

Pero aun así, aun explicando lo justito de estas deidades y su idiosincrasia espiritual, aun teniendo la cinta acontecimientos sobrenaturales del todo superficiales a la hora de tratar las emociones vitales (insisto, esto no es "La Princesa Mononoke") y tirar en lo emocional más por lo pueril y frugal que por intenso y maduro, lo que nos da "El viaje de Chihiro" sigue siendo sumamente hermoso en su progreso argumental... y se debe en gran medida al apartado artístico audiovisual. La banda sonora de Joe Hisaishi es una delicia imperecedera que se acaba de quedar guardada en mi biblioteca "spotifera" inmediatamente, alza a la cinta a una experiencia simbólica de lo más loable (el guion no está a la altura de tan magna obra musical en mi opinión).

La animación es el segundo punto álgido del conjunto, pues nos regala unos diseños sencillos a la par que imaginativos e intuitivos en cada uno de los personajes (ya sea en la protagonista, cuyos rasgos y movimientos despiertan la vitalidad y el afecto que pretenden o cualquiera de sus secundarios variopintos que nos dan comicidad, cercanía y originalidad), no sin dejar de lado una elección insuperable de sus colores en cado elemento. Los trazos son de un arte inconmensurable y de una pulcritud inmensa, y su definición resulta asombrosa. Cuando vemos "El viaje de Chihiro" es como si estuviéramos viendo unos de los mejores cuadros de la historia del arte en movimiento. Resulta del todo enamorador.

Y eso compensa que la trama sea aceptable sin más. Algo que no es idiota ni muchísimo menos, pero que tampoco aporta unas hondonadas metafóricas líricas a lo "Tigre y Dragón" (2000), "Del revés" (2015), "Las crónicas de Narnia" (2005) o la trilogía de "El Señor de los Anillos". "El viaje de Chihiro" es más equiparable a "Un monstruo viene a verme" (2016), "El mago de Oz" (1939), "Bitelchús" (1988), "Elemental" (2023) o "Alicia en el País de las Maravillas" (2010). Un largo gustoso para todo fan de la fantasía de 8 años en adelante, pero al resto de público desconcertará o hastiará.

Lo mejor: Su banda sonora.
Lo peor: Que el guion no se centre más en sus simbolismos y elegías y sí opte más por topetazos y otras fruslerías infantiles.
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Nightcrawler
Nightcrawler (2014)
  • 7,3
    44.949
  • Estados Unidos Dan Gilroy
  • Jake Gyllenhaal, René Russo, Riz Ahmed ...
4
La escasamente atrayente vida de un carroñero infrahumano.
Tomando como referencia a los reporteros de noticias de sucesos, Dan Gilroy ("Acero puro" (2011), "El legado de Bourne" (2012)) escribe y dirige este thriller en el que un sociópata (Jake Gyllenhaal) decide dedicarse a pinchar la radio de la policía para grabar accidentes y asesinatos, y vender el material a las cadenas de televisión.

La premisa de este film podría haber dado lugar probablemente a una cinta con dramas intrincados en los sucesos grabados, y con matices humanos en los reporteros. Pero "Nightcrawler" por desgracia no tiene el tratamiento argumental de "Zodiac" (2007), "Spotlight" (2015), "Todos los hombres del presidente" (1976), "Casi famosos" (2000)... ni tan siquiera sabe urdir una trama con la astucia y capas suficientes de "Los archivos del Pentágono" (2017) o "Un amigo extraordinario" (2019). No, "Nightcrawler" navega junto a su amoral protagonista (que sí está bien configurado en el guion, eso sí. Pues su sociopatía se torna tan verosímil como terrorífica. Y Gyllenhall sabe aprovechar estos retales del guion con una actuación imperial. Si el angelino se situara en una película de mayor calidad habría ganado el Oscar sin duda alguna) por incendios, tiroteos, persecuciones y homicidios de forma repetitiva sin propósito... y de forma tan superficial como la ética del protagonista. Y así "Nightcrawler" acaba siendo casi más una película de acción (estilizada, pero acción sin ton ni son) que un thriller intimista. A años luz de películas neo-noir de suspense y drama como "El secreto de sus ojos" (2009) o la mentada "Zodiac". "Nightcrawler" se conforma con hacerse llevadera gracias a la puesta en escena briosa (con la mayor parte de sus planos (semisubjetivos y planos medios) con ligero movimiento dinámico por el encuadre) de cinematografía definida, de fotografía nocturna y colorida inspirada y atractiva (que no sobresaliente) y de elementos escénicos ilustres (desde ese cochazo rojo seña distintiva del protagonista pasando por el abanico de cámaras de grabación).

Pero desde luego el guion tiene las patas muy cortas (y eso se evidencia en bastantes situaciones que no cuidan los detalles... y se tornan del todo inverosímiles, más en spoilers. Situaciones que lo único que aportan es mostrarnos una vez más que el ser encarnado por Gyllenhaal es un psicópata. Algo que nos muestran enseguida en el film y que no presenta ningún tipo de progreso en ninguna dirección), tan solo se imprime algo de tensión y garra en los momentos finales en los que este "reportero" camina más por la cuerda floja (pero de nuevo las consecuencias son nulamente creíbles). Unos instantes de lucidez argumental (que recuerdan a cintas de acción criminal tan destacadas como "Días de patriotas" (2016) o "Heat" (1995)) que Gilroy aprovecha con una elección de planos muy grata y una edición nervuda.

Pero esos trazos de argucia argumental, de distinguida puesta en escena y de interpretación magistral no compensan la norma de observar sin dimensiones (un film que no posee un solo atisbo de humor ya es mala señal) una serie de eventos nocturnos tan hueros y redundantes. Si quieren observar los incidentes urbanitas con los que tiene que lidiar la policía durante la noche... les recomiendo mucho más "091: Alerta Policía" (2017-) donde los casos (reales) poseen todas las dimensiones humanas y sus hondonadas, por lo que implican más y despiertan mayor curiosidad e interés a un adulto. En mi caso "Nightcrawler" se me queda simple, limitada y por momentos reiterativa. No es un thriller criminal del nivel de "American Gangster" (2007) o "El club de la lucha" (1999)... ni tampoco del nivel de "Venganza" (2008) o "El dragón rojo" (2003). Mejor esperen algo de la categoría desechable de "Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte" (2018) o "Sin salida" (2011). Dentro del cine de Gilroy se pone un escalón por debajo de "El legado de Bourne" y al nivel de "Acero puro", con eso lo digo todo. Solo para los muy incondicionales de los thrillers criminales con conductores tipo "Drive" (2011), "Taxi Driver" (1976) o "Locke" (2013) o para los fans de Gyllenhaal.


Lo mejor: La forma de rodar la acción de Gilroy.
Lo peor:...
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Hasta los huesos
Hasta los huesos (2017)
  • 5,8
    5.130
  • Estados Unidos Marti Noxon
  • Lily Collins, Keanu Reeves, Rebekah Kennedy ...
5
Entre el drama real y el telefilm arquetípico.
En 2017 Netflix nos ofreció otro de sus telefilms con buena factura audiovisual y estrellas de relumbrón... pero de desarrollo argumental irregular (no será el primero ni el último. Que si "Imperdonable" (2021), que si "The Prom" (2020), que si "Alerta roja" (2021), que si "Diamantes en bruto" (2019), que si "Campamento alienígena" (2019), que si "Los chicos de la banda" (2020), que si "La vieja guardia" (2020), que si "Spiderhead" (2022), que si "Tyler Rake" (2020), que si "Bright" (2017), que si "Patrulla Trueno" (2021) etc.).

Inspirado en las vivencias de las personas con trastornos de alimentación (ayuda sobremanera que la protagonista Lily Collins viviera en sus carnes (valga la redundancia) la anorexia nerviosa durante una etapa de su adolescencia), la trama nos lleva por las desventuras de la veinteañera Ellen (Collins) mientras trata de superar su enfermedad entre clínicas de rehabilitación y se obsesión interminable de quemar calorías a toda costa. En la clínica del Doctor William Beckham (Keanu Reeves) luchará contra su trastorno mientras conoce y hace nuevos amigos.

La cinta nos va llevando por claroscuros: con momentos y situaciones cercanas cargadas de humanos detalles (la mayor parte de los diálogos entre la protagonista y sus compañeros de clínica sobre su relación con el aspecto, la comida, las calorías y el ejercicio resulta sabedor de esta realidad actual, es ilustrativa en sus pormenores que esclarecen al espectador el prisma a través del cual ven estas personas la realidad, y resulta cómplice con desenvoltura natural. Tampoco se relegan algunos instantes (contados con los dedos) con alguna que otra reflexión vital identificativa para toda audiencia durante esas "sesiones" con el doctor Reeves/Beckham) y con otras escenas o bien forzadas en el estereotipo superficial (toda la subtrama del interés romántico (que parece una especie de copia de barata de "Bajo la misma estrella" (2014)) o la relación con la familia de la protagonista, cuyos personajes son tan tópicos que ni en los tebeos (creo que la carismática Lili Taylor no ha tenido un personaje más parco y caricaturesco sin pretenderlo jamás... ni tan siquiera en "The Haunting" (1999) y creo que con eso lo digo todo)) o bien descafeinadas e inconclusas por desidia y pereza a la hora de elaborar el libreto (caso del último tercio del metraje, la presentación de los personajes y ese olvido que se hace a la hora de configurara la apática protagonista (que no llega a despertar la compasión del espectador dada su unidimensionalidad "pasota")).

Es decir, que con un guion más pulido que no cayera en tantos clichés previsibles y lugares comunes... podría haberse dado una película de drama sencillo y personal sobre enfermedades y adicción en "el primer mundo" a lo "Beautiful Boy" (2018), "Planta 4º" (2003) o "El regreso de Ben" (2018). Algo sin duda mucho más recomendable dado el tratamiento argumental más profuso, hondo y multifacético que lo que nos ocupa.

Porque en el resto de elementos cinematográficos lo cierto es que "Hasta los huesos" no difiere demasiado de aquellas. Cuenta con un plantel adecuado para lo que demandan los roles (no es que considere a Collins una buena actriz ni muchísimo menos. Es más, solo he visto productos en los que sale sobreactuada y desubicada. Pero aquí sí resulta natural en este el que es su mejor trabajo hasta la fecha. Mientras que los demás jóvenes (Alex Sharp, Kathryn Prescott, Maya Eshet) también se entienden con sus papeles de forma atinada y los veteranos (Reeves, Taylor, Carrie Preston) ejecutan estos monocromáticos papeles con los ojos cerrados), su puesta en escena cuenta con una elegante labor de fotografía (que combina con gusto la iluminación puntual y las tonalidades tenues de sus decorados), con una elección de escenarios de nivel y con cinematografía definida y confortable. Y aunque la realización y la elección musical son de lo más mundanas y usuales, lo cierto es que no molestan en ningún momento.

Por lo que se puede decir que, como suele suceder en los largometrajes exclusivos de Netflix, estamos ante un telefilm por encima de la media dada su factura audiovisual... pero realmente parejo a lo que un drama de estas características del multicine de Antena 3 nos suele "regalar". Resulta tolerable para todo cinéfilo medio, pero no invita a un segundo visionado. Digamos que es ciertamente inferior a "Leaving Las Vegas" (1995) o "Beautiful Boy" y bastante superior a "28 días" (2000) o "Alcohol y coca" (1988). Se queda en un "A dos metros de tí" (2019) o un "Judy" (2019) de la vida y resulta solo indispensable a los muy muy incondicionales de alguno de sus actores o a los muy interesados en las personas con trastornos de alimentación (a riesgo de parecer una persona con poco tacto, admito que no es un tema que despierte mucho mi atención en el día a día).

Lo mejor: Me quedo con los trazos del guion que envuelven los intercambios dialécticos entre estas personas con las perspectiva de la realidad adulterada.
Lo peor: El nulo trabajo del libreto hacia los personajes de la familia de la protagonista.
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El caso Asunta (Miniserie de TV)
El caso Asunta (2024)
Miniserie
  • 7,1
    9.251
  • España Ramón Campos (Creador), Gema R. Neira (Creadora) ...
  • Candela Peña, Tristán Ulloa, Javier Gutiérrez ...
6
De una precisión magnífica... aunque no tan enriquecedora como pudo ser.
Si estabas en España en 2013 te habrá resultado imposible no tragarte hasta en la sopa el terrible caso criminal de estos "padres" adoptivos hacia su hija de origen chino. Por lo tanto, el factor sorpresa para la gran parte del público (que no la mayoría del público, pues el producto se beneficia de su formato vía streaming y lleva semanas en el top de lo más visto de Netflix en las listas de casi todos los países del mundo (ahí es nada), algo en lo que la empresa de Marc Randolph y Reed Hastings ha contribuido con doblajes en todos los idiomas mayoritarios del globo terráqueo) por supuesto no va a existir.

Sin embargo "El caso Asunta" es capaz de perfilar a unos personajes multiversados ya sea en su humanidad o falta de ella. Unas personalidades intrincadas e insondables capaces de mostrar las mayores bajezas humanas (de egoísmos, superficialidades, resentimientos, etc.) en sus villanos-cuasi-anti-héroes (encarnados con maestría por Tristán Ulloa y Candela Peña en los únicos personajes que conservan los nombres y apellidos reales, que también son los menos ficcionalizados) o pinceladas potentes de nobleza (caso del resto de personajes protagonistas o secundarios que sí son alterados en sus nombres y bastante más ficcionalizados... sin dejar de encontrarse por supuesto con detalles o acontecimientos que sucedieron en la vida real (básicamente el proceso de instrucción y juicio del caso criminal)). Y es que los guiones de Ramón Campos y compañía fusionan con pericia los potentes momentos de "true crime" (todo el que sea fan, como admito que es mi caso, del "True Crime" a lo "Atrapadas" (2004-), "Accidente, suicidio o asesinato" (2019-), "Enterrados en el jardín" (2018-) y demás va a encontrarse en "El caso Asunta" un relato de lo más complaciente e indagador) con un desarrollo argumental cabal y maduro. Donde los espacios entre averiguación detectivesca, ocultación criminal, estrategia de defensa o averiguación científica se completan con unos retales de vida personal identificativos y orgánicos que hacen progresar a la trama con competencia y dignidad.

Es pues una miniserie que no se hace pesada, que fluye con tremenda naturalidad y sentido del entretenimiento a la par que sentido ilustrativo. Un producto que nos va a dejar unos acontecimientos curiosos (que no superlativos en su trabajo. Pues, sabiendo del caso en cuestión, hay muchísimos detalles cruciales que se obvian o alteran (más en spoilers) y que pudieron dar más garra vil a los protagonistas. Al igual que sus detalles de ficción pudieron ser más recónditos y serpenteantes. ¡Vamos!, que pudo ser un "True Detective" (2014-) si hubiera querido pero se queda más a lo "CSI: Miami" (2002-12)) y una serie de personajes magnéticos para bien o para mal. Pero a esto no solo contribuye un buen trabajo de escritura (que la productora de Ramón Campos ya sabe un rato episodios con intrigas criminales duchas y personajes brillantes, que en eso la recomendadísima serie "Gran Hotel" (2011-13) le sigue ganando la partida a "El caso Asunta"... cuyos personajes son notables y cuyas intrigas son hábiles), ya que las actuaciones están todas ellas en estado de gracia.

Y no hablo solamente de una sublime Candela Peña (cuyo parecido físico con la verdadera Rosario Porto es cuestionable, pero que suple esas carencias de caracterización con una personalidad cargada de inseguridades, egocentrismos, infantilismos, narcisismos y demás... a la par que resulta una mujer zombie empapada de ansiolíticos. Y todo lo transmite con una pasmosa naturalidad para con el espectador) y del sorprendente Tristán Ulloa (esté sí resulta irreconocible en su caracterización. Me dicen que es otro actor y me lo creo perfectamente) como ese gélido y circunspecto pero con arrebatos de ira que esconden también los mismos rasgos de su contraparte femenina. Hablo también de las configuraciones carismáticas y singulares a la par que cercanas y co-partícipes que hacen de sus roles actores como Javier Gutiérrez, Carlos Blanco, Alicia Borrachero o Celso Bugallo entre otros (todos ellos tiene menos material con el que trabajar pero lo realzan con gran astucia). Todos ellos elevan la experiencia audiovisual a cotas de lo identificativo y distinguido.

También el producto cuenta con una buena configuración de escenarios y una realización avezada... pero podría decirse que es la pata más corta del producto, pues se contenta con la mera corrección. Otro asunto es la labor de vestuario y maquillaje que resultan todo un portento (sin llegar a llamar la atención despiertan una elegancia acomodada y una circunspección estupenda hacia los acontecimientos reales que todos vimos televisados o en otros medios de prensa).

Unos elementos que lo dan todo a la trama y sus actuaciones, donde residen los pilares más robustos de la miniserie. ¿Que me resulta una serie recomendable a todo público adulto que busque un poco más que el mero pasatiempo?, sin lugar a dudas. ¿Volvería a verla?, pues probablemente no. Pues en su conjunto no es la obra maestra del crimen ficcionalizado (o directamente de ficción) de "Daredevil" (2015-18), "True Detective" o "Daños y perjuicios" (2007-12), pero desde luego supera a una distancia de años luz a engendros como "Homicidios" (2011) o "Mentes criminales: Conducta sospechosa" (2011) y resulta tremendamente superior a series como "El cuerpo del delito" (2011-13), "Por mandato del cielo" (2022) o "El comisario" (1999-2009). Digamos que se queda a un pasito de "The Act" (otra miniserie, aquella de 2019, basada en un caso que incluso a día de hoy sigue trayendo cola... y éste a nivel mundial). En su conjunto la equipararía a "Mentes criminales" (2005-20) o "El diablo a todas horas" (2020)... y eso es decir bastante.

Lo mejor: Las actuaciones.
Lo peor: Diría que el escaso ingenio en la fotografía.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tyler Rake 2
Tyler Rake 2 (2023)
  • 6,2
    6.035
  • Estados Unidos Sam Hargrave
  • Chris Hemsworth, Golshifteh Farahani, Adam Bessa ...
3
Un acción repetitiva y absurda con una trama arquetípica y plana.
Continuación de la nada reseñable cinta de acción escrita por los hermanos Russo (directores de la saga de los superhéroes marvelitas "Los Vengadores") y dirigida por el entonces debutante tras las cámaras Sam Hargrave (especialista de acción que ha demostrado con aquel largo y este que nos ocupa que sabe conducirse con habilidad por los planos como realizador). Repitiendo de nuevo en la escritura, la dirección y la actuación los hermanos Russo, Sam Hargrave y Chris Hemsworth respectivamente se ponen manos a la obra de otra trama de acción estilizada en escena... pero sin ningún tipo de sentido o calado a nivel de desarrollo argumental.

El soldado de las fuerzas especiales australianas retirado (Hermsworth) recibe un nuevo encargo privado. Si en la anterior película se encargó junto a su equipo de rescatar a un niño secuestrado por un "malo maloso", ahora se trata de una mujer secuestrada y sus dos hijos de unos "malos malosos". Una premisa que pudo dar pie a unos intrigas recónditas y a unos personajes singulares y multifacéticos (es decir, que pudo dar lugar a un "El mito de Bourne" (2004) o a un "Los intocables de Elliot Ness" (1987)) pero que en su lugar nos ofrece exactamente lo mismo que su predecesora. Y esto es una acción de tiros, topetazos, persecuciones, combates y explosiones que se coreografían con estilo y majestuosidad... pero que interesan entre poco o nada dado que el nexo de unión entre estas secuencias es una trama que tira de tópicos constantemente de forma superficial y absurda. Con el "malo supermegaultramalo" que parece sacado de la peor telenovela turca cuya única dimensión en su personalidad es matar, torturar, chantajear y demás catálogo de maldades que den tiempo en las dos horas de metraje (incluso los psicópatas más bobos tiene algún móvil para sus vilezas. Pues aquí el hermano del mafioso sencillamente va matando por antojo (caso flagrante el cadáver que deja en el último tercio del film)) con un séquito paramilitar capaz de sacar helicópteros cargados de bombas de la chistera y plantarlos en el espacio aéreo de Austria (pero eso no es todo, a Viena viajan centenares de "masillas" que el prota Hemsworth se va cargando (porque aquí inmune a las balas solo es el protagonista, y algún que otro secundario "de los buenos" claro, pero si es demasiado secundario... ya se pueden despedir de él) todos ellos armados hasta los dientes llegan a la Unión Europea en plan paramilitar mientras que en la frontera ese día estaban de vendimia.

Tanto "malos" como "buenos" arman la segunda guerra mundial en Viena (con granadas, bombas de racimo, metralletas en masa, etc.) sin que un solo civil muera con esa destrucción masiva más propia de una bomba nuclear, y sin que el ejército les tosa (en el film, que se supone no se sitúa en un lore de fantasía tipo "The Matrix" (1999) donde estas cosas pueden llegar a ser plausibles. No no, se sitúa en la geografía "real") como mucho salen en un par de coches-policía que (evidentemente) saltan por los aires ante ese campo de minas antipersona en la que la bella Viena se ha transformado en unos 5 minutos. Y, cuando el disparate que aleja al espectador no hace acto de presencia, se evidencia un desarrollo argumental repetitivo en sus estereotipos frívolos.

Así que sí: el guion es un desastre por todas sus líneas. Y si no llega a tener la cinematografía con la que cuenta el producto... estaríamos hablando de algo parejo a "Secretos de familia" (2016) o "Infiel" (2020-22). Así de terrible es "Tyler Rake 2" a nivel de trama. Esto puede que al más incondicional de cine de acción puro y duro no llegue a descolocar, pero al público general que busque una historia (no ya una buena historia a lo "El caso Bourne" (2002) o "Tigre y dragón" (2000) sino una historia como en "Misión: Imposible" (1996) o "John Wick" (2014)) entre tiroteo y salto doble mortal... pues se va a ver distanciado del conjunto por culpa de ese irracional y trivial devenir.

Incluso en las escenas de acción (que son el 90% del metraje) el espectador medio se va a ver tentado a abandonar el visionado o a hacer algo más productivo con su vida mientras tiene este largometraje de fondo. Y eso que sus coreografías son de una curiosa y habilidosa catarata de llaves de judo y tiros imposibles. Los dobles de acción están maravillosamente, y los actores que más ocupan la pantalla (Hemsworth a la cabeza, por supuesto) cumplen con creces en las escenas de rescates por rascacielos y huidas contrarreloj. A esto se suma que Sam Hargrave demuestra saber rodar todas las secuencias de acción con una cámara que se mantiene en plano (sin cortes pero de forma dinámica) siempre diligente e inspirada en cada objeto y persona. También hay una buena labor de efectos especiales (con mucho C.G.I., eso sí) que no molestan a los ojos... que ya es bastante. Y su vestuario y atrezzo es competente y aceptable (sin más) mientras que la banda sonora es completamente eludible.

Pero estos detalles capacitados de su puesta en escena no maquillan lo suficiente a este relato... porque tampoco son elementos sobresalientes (¡vamos, que ni su CGI es el de "Avatar" (2009) ni su vestuario se torna icónico a lo "The Matrix", ni su diseño de producción es a lo "Tigre y Dragón"!), así que se deja ver a ratos... si se pone mucho empeño. No estamos ante "Black Hawk derribado" (2001) ni mucho menos (como las recomendables "Green Zone" (2010) o "Venganza" (2008)) sino más bien con algo muy similiar al "Tyler Rake" de 2020 o a "Atómica" (2017), "V3nganza" (2015) o "Indomable" (2012). Solo recomendable a los muy muy fans del cine de acción palomitero que carezca de trama (o a los seguidores de esta saga en particular) el resto de audiencia cinéfila tiene mejores exponentes que llevarse a sus pantallas.

Lo mejor: Me quedo con la cinematografía.
Lo peor: El guion.
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Peter Pan & Wendy
Peter Pan & Wendy (2023)
  • 4,4
    2.044
  • Estados Unidos David Lowery
  • Alexander Molony, Ever Anderson, Jude Law ...
5
De lo "correcto" que puede ser algo sin magia.
Con la fiebre por parte de Disney de trasladar sus clásicos animados a imagen real y versionándolos con mejor ("La bella y la bestia" (2017), "Maléfica" (2014), "Alicia en el país de las maravillas" (2010), "Dumbo" (2019), "El libro de la selva" (2016), "La dama y el vagabundo" (2019), "Pinocho" (2022)) o peor ("El Rey León" (2019), "Aladín" (2019), "Cruella" (2021), "Mulán" (2020), "Cenicienta" (2015)) fortuna tanto en lo comercial como en lo talentoso, nos ha llegado este "Peter Pan & Wendy" que ha saltado directamente a streaming (como lo hicieron "Mulán" (2020), "La dama y el vagabundo" (2019), "Cruella" (2021) o "Pinocho" (2022)) vía Disney+. Y, sinceramente, no me extraña dado el resultado final.

Y es que esta versión del clásico teatral de J.M. Barrie resulta tan cumplidora y circunspecta como comedida e insípida. Puestos a hacer una nueva versión sobre el niño que se niega a crecer y sus aventuras en este mundo de fantasía... casi hubiéramos preferido que dieran una vuelta de tuerca original al asunto a lo "Maléfica" en lugar de ofrecer una versión bastante clásica pero perezosa a la hora de trabajar sus propuestas temáticas. Peter Pan (Alexander Molony) se lleva una noche a los hermanos Darling a que pasen un tiempo en el país de Nunca Jamás (la segunda estrella a la derecha) y vivan con él variadas aventuras entre hadas, piratas, tribus y demás.

El clásico cuento que nos ofrece sobre el papel aventuras divertidas y alegorías magníficas sobre la transición hacia la madurez, la pérdida de la inocencia, el valor de la infancia y el poder de la imaginación esta vez... no aborda (valga la redundancia) ninguna de sus jugosas situaciones ya sea con sentido del humor surrealista y absurdo (ay, el clásico animado de 1953, ¡como lo echamos de menos aquí con esos festivos piratas que nos regalaba y con ese Garfio traumatizado por el cocodrilo guasón!), con unos temas musicales para el recuerdo (aquellas canciones del clásico animado tan maravillosas aquí no hacen acto de presencia, por cierto) o con una sensibilidad artística y creatividad acorde a la puesta en valor de la fantasía épica que hacía J.M. Barrie en su producto de entretenimiento (es decir, que esto no tiene ni la dirección, ni las actuaciones ni la banda sonora de "Peter Pan" (2003). Ese sí es un live-action del celuloide recomendado). A ver, que no me ha parecido el desastre de "Hook" (que a mi parecer no lo es porque no toque temas interesantes sobre el crecimiento humano, que lo hace, es un desastre por otros aspectos como un guion reiterativo o personajes desubicados en sus actuaciones) a nivel global... pero tampoco se aleja demasiado de aquel largo de Steven Spielberg de 1991.

Porque en "Peter Pan & Wendy" no hay una banda sonora inspirada y emocionante, no hay un sentido del humor chispeante (es que no hay comedia de ningún tipo directamente) no hay unos lances aventureros con intrigas urdidas, no hay un drama que no pase de lo tópico superficial, no hay unas actuaciones cómplices y honestas (pues ni...
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Perfectos desconocidos
Perfectos desconocidos (2017)
  • 6,4
    40.041
  • España Álex de la Iglesia
  • Belén Rueda, Eduard Fernández, Ernesto Alterio ...
6
Como comedia confortable funciona de maravilla... y cuando se pone seria se autosabotea.
El remake español de la película italiana del mismo nombre de 2016 (que admito no haber visto, por lo que en mi caso no va a haber comparación alguna respecto al producto original) que nos dio Álex de la Iglesia ("La comunidad" (2000), "Las brujas de Zugarramurdi" (2013)) deriva en una comedia de situación vivaz y perspicaz por momentos y siempre distraída.

Con la jugosa (que no original, eso se debe a los italianos) premisa de una cena de grupo de amigos cuarentones-cincuentones, con muchos secretos de pareja, que deciden jugar al "juego" de poner los móviles sobre la mesa y escuchar y leer todos lo que le va llegando a cada un@. La cinta en su hora y media nos lleva por estas cuatro paredes con personajes abochornados (mereciendo ese bochorno) y ultrajados con sorna y/o parodia.

Y ya está, no le busquen tres pies al gato, porque si lo que buscan es una reflexión honda sobre el abuso de las nuevas tecnologías o sobre la hipocresía humana... aquí no lo van a encontrar (parece ser que, según las críticas de este film, en el largo italiano original sí hay más de eso). No, en este "Perfectos desconocidos" tenemos a unos personajes arquetípicos que nunca se salen de esos cánones (el infiel, el tímido, la insatisfecha, la seca, etc) y a los que se ve venir a la legua muchísimo antes de que los propios personajes se percaten de algo. Son tan unidimensionales que resultan inhumanos, pero tal vez esa sea la intención. Ya que así no nos implican ni dan lástima cuando su careta es descubierta vía smartphone, sino que nos reímos con esas consecuencias que les tocan en suerte de disgustos matrimoniales. Y es que sí, admito que me reí mucho en los dos últimos tercios de la cinta, y esta vez no fue con los personajes sino de los personajes. Ya que, si bien los personajes son tan tópicos y superficiales que resultan una burla, los conflictos de pareja se van armando a fuego lento para desembocar en unas indignaciones imaginativas. Porque en eso se centran las tiranteces, intrigas y explosiones cómicas de este film: en infidelidades y relaciones secretas. No hay otro tipo de "secretos" (secretos que podrían haber hecho del film algo más notable).

Así que, dentro de su acotación argumental (si la cinta tuviera mayor altura de miras... pues lo mismo estaríamos ante una obra eminente de la comedia y la sátira a lo "Chicago" (2002), "Aterriza como puedas" (1980), "Con faldas y a lo loco" (1959), "Shrek" (2001), "La vida de Brian" (1979) y demás) "Perfectos desconocidos" desemboca en un pasatiempo siempre ameno y muy divertido en bastantes puntos para todo público adulto actual. Porque Alex de la Iglesia sabe manejarse por este tipo de productos restringidos en su puesta en escena (el 99% del metraje es en un solo escenario) cuya cámara cede todo el protagonismo a sus actores. Unos actores que cumplen con solvencia con unos papeles que tampoco les exigen demasiado (en "Mystic River" (2003) no están precisamente) y a los que dan el empaque y la naturalidad que el libreto no les otorga. De la Iglesia los rueda con unos medidos planos medios y cerrados de lo más acogedores y orgánicos, y la cinematografía del film aprovecha las limitaciones escénicas poniendo el resto con un grano impoluto, y una iluminación fulgurante que casa a las mil maravillas con esos escenarios ocres opulentos de la vida acomodada que nos presenta. También reluce la labor de vestuario y maquillaje estilizada, mientras que la banda sonora es obviable por completo.

Con esto podemos decir que "Perfectos desconocidos" cuenta con una historia circunscrita pero ejecutada con pericia, lo que da lugar a una comedia recomendable a todo tipo de público adulto (menos al que deteste el cine español en todas sus formas). Desde luego, como cinta de Álex de la Iglesia, "Perfectos desconocidos" (si bien no llega a las magníficas cotas de "El día de la bestia" (1995) o "La comunidad") me ha parecido que supera con creces al desastre de "Balada triste de trompeta" (2010) y también me resulta superior a "Las brujas de Zugarramurdi". Digamos que es una comedia más equiparable en su conjunto global a "Un dios salvaje" (otra cinta aquella de 2011 que también "encerraba" a sus personajes entre cuatro paredes con conflictos satirizados), "Crueldad intolerable" (2003), "El otro lado de la cama" (2002), "El club de las primeras esposas" (1996), "Carmina y Amén" (2014), "Resacón en Las Vegas" (2009), "El palo" (2001) o "Ted" (2012) entre otras. Algo para pasar el rato con simpatía y alguna risa inusitada.

Lo mejor: Me quedo con la dirección de Álex de la Iglesia en esta película.
Lo peor: Su banda sonora.
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Hacia la libertad
Hacia la libertad (2022)
  • 6,3
    2.125
  • Estados Unidos Antoine Fuqua
  • Will Smith, Ben Foster, Mustafa Shakir ...
4
"El Renacido" (2015) de Hacendado.
Admito que no soy precisamente fan del cine de tiros, persecuciones y explosiones sin ton ni son de Antoine Fuqua ("El protector" (2014), "Objetivo: La Casa Blanca" (2013), "El protector 2" (2018), "Rey Arturo" (2004), "Los siete magníficos" (2016)) pero cuando ha dado con tramas más nervudas y palpitantes es un director que sabe ejecutarlas con gran oficio y pericia (véase "Training Day" (2001) o "Revancha" (2015), que tampoco me parecen obras maestras indispensables en mi videoteca pero sí largos notables). "Hacia la libertad" por desgracia tiene más de las primeras que de las segundas, a pesar de que su potente premisa pudo habernos regalado una trama más equiparable a "12 años de esclavitud" (2013) con virajes, cavilaciones y pulsiones más espabiladas y variopintas que las que nos da este film.

Basado con bastante fidedignidad en la vida poco documentada de "Peter" (Will Smith), el hombre que fue fotografiado con su magullada espalda tras huir de su esclavista y alistarse en el ejército de la Unión durante la guerra de secesión norteamericana. Una foto que recorrió cada rincón de norteamérica para recordar a los soldados de la Unión que luchaban para acabar con semejante tortura vil hacia sus compatriotas esclavizados.

Pero el film solo se centra en la huida del protagonista hacia el frente sin profundizar en las relaciones personales del protagonista, en sus luces y sombras de su ser, en sus cavilaciones o en los cambios vitales a los que se va a enfrentando. No, no esperen una travesía como la de Solomon Northup en "12 años de esclavitud" o ni tan siquiera como la de Harriet Tubman en "Harriet" (2020) o la de Celie Johnson en "El color púrpura" (1985). Esperen más bien un film de supervivencia por la jungla con escasos y siempre redundantes detalles dramáticos. Pues en "Hacia la libertad" hay más huidas contra perros, cocodrilos y abejas que transformaciones de personajes y circunstancias. Desde luego a nivel de desarrollo argumental tiene una presentación de personajes reiterativa y tediosa, un nudo solo colmado de acción de correteos, tiros y demás... algo que empieza a remontar con un poco más de diálogo en su recta final (pero resulta del todo insuficiente como para compensar un guion que parece "El renacido" de rebajas). Desde luego a mí me ha costado implicarme en el metraje a pesar de considerarme una persona con mucha sensibilidad.

Tampoco acaba resultando atinada esa fotografía en blanco y negro que desaprovecha esos imponente escenarios ambientados con un prisma histórico muy capacitado. Pues en cada plano solo se desea observar como debían de ser esos bellos y vetustos escenarios interiores en color, y esos paisajes salvajes y desvencijados. Ya que "hacia la libertad" cuenta con un diseño de producción realmente hermoso que se tira al traste con un blanco y negro nada favorecedor para con su trama (esto no es "La lista de Schindler" (1993)).

Al final el que remonta en gran medida al conjunto es Will Smith con una presencia carismática y humana realmente cómplice y atrayente. El resto del elenco también aporta adecuación y naturalidad a sus esquemáticos roles (el tópico villano es rescatado por la actuación de Ben Foster. Y las apariciones sólidas de Charmaine Bingwa o Jabbar Lewis realzan con gusto el film). Fuqua aporta además una realización diversa y activa que va impulsando la parsimonia del libreto, mientras que el sonido resulta de lo más gratificante para con el espectador (aunque la banda sonora es obviable a todas luces).

Así pues tenemos entre manos un producto circunscrito a la acción de torturas (una persona que sufra viendo continuamente violencia y acoso aunque sea actuada... no tiene como recomendable a esta cinta. Y admito que casi casi llega a ser mi caso), fugas, persecuciones, escondrijos, puñetazos (sí, lo sé. Will Smith xD) y tiros con más ton que son. Desde luego quien espere en "Hacia la libertad" la nueva "La lista de Schindler", el nuevo "Gladiator" (2000) o el nuevo "Breaveheart" (1995)... que siga esperando que aquellas están a años luz de ésta. Tampoco llega a la altura de cintas con misma temática como "12 años de esclavitud", "Django desencadenado" (2012), "Harriet", "Hombres de honor" (2000) o "El color púrpura". Y como cinta de supervivencia tampoco es "127 horas" (2010), "Jungla" (2017) o "El renacido" (ojalá). Digamos que es más pareja a "Objetivo: La Casa Blanca", "Infierno blanco" (2012), esto es nada aconsejable (a no ser que se sea muy aficionad@ al cine de Fuqua, de Will Smith o de la acción de supervivencia).

Lo mejor: La actuación de Will Smith.
Lo peor: La falta de músculo del guion.
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Ático sin ascensor
Ático sin ascensor (2014)
  • 5,5
    2.630
  • Estados Unidos Richard Loncraine
  • Morgan Freeman, Diane Keaton, Cynthia Nixon ...
5
"No te desanimes, solo miramos".
El británico Richard Loncraine ("Wimbledon" (2004), "Firewall" (2006)) nos ofreció en su undécimo largometraje una comedia ligera y acomodada al servicio del carisma actoral de Diane Keaton y Morgan Freeman (que siempre es mucho en ambos casos). Muy en la línea de los largos que viene protagonizando Keaton últimamente (y a raíz del éxito a todos los niveles que le supuso "Cuando menos te lo esperas" (2003)), se trata de otra de sus comedias suaves y preciosistas de "jubilada acomodada y cosmopolita que se liga-mantiene una relación con otro jubileta un poco más cascarrabias que ella (lo vimos con Jack Nicholson en "Cuando menos te lo esperas" con Michael Douglas en "Así nos va" (2014), con Kevin Kline en "¡Por fin solos!" (2012) con Harrison Ford en "Morning Glory" (2010), etc.). Una fórmula que funciona... en cierta medida.

La parte positiva del asunto es que este tipo de productos nos ofrece a unos intérpretes curtidos que se denotan tan naturales y desenvueltos en estos papeles que hacen con los ojos cerrados... como cercanos y cómplices para con el espectador en todo momento. La parte negativa es que lo habitual es que estos films lo leguen todo a esa solidez interpretativa y abandonen a su suerte el resto de elementos cinematográficos. Y aquí no están dejados por completo pero se quedan a las puertas. Con un guion anecdótico que no molesta en su devenir pero tampoco entusiasma lo más mínimo (la premisa es que este matrimonio maduro se dispone a vender el piso de toda su vida para comprar otro con ascensor... mientras vamos viendo retales de su vida (vía flashbacks o no) con las tristezas y alegrías propias de una pareja contemporánea cosmopolita del primer mundo... pero nunca ahondando en ellas con arrojo o curiosidad, más en spoilers). Y por supuesto en las comedias de Keaton últimamente no puede faltar un perro al que su personaje quiere más que a nada y nadie a lo "Al fin solos").

Y ésta es la principal rémora de la cinta, su nulo riesgo y valentía para desarrollar a fondo los temas que nos propone. Digamos que por desgracia a nivel de desarrollo argumental no es "El hijo de la novia" (2001), "A propósito de Schmidt" (2002) o "Elsa & Fred" (2014) precisamente sino más bien "Shall We Dance" (2004), "No es tan fácil" (2009), "Si de verdad quieres" (2012) o "La buena esposa" (2017). No hay en la trama nada que choque o aburra, pero tampoco hay nada que fructifique en diálogos singulares o situaciones destacadas y extraordinarias (a pesar de que el libreto de Charlie Peters basado en la novela de Jill Ciment pudo dar pie a ello con sus propuestas).

Y tres cuartos de lo mismo sucede con una realización de plano/contraplano tan resultona como olvidable, y con una puesta en escena tan competente en sus escenarios metropolitanos pudientes como aceptable sin más (¡vamos, que esto no es "Manhattan" (1979) o cualquier film de Woody Allen en la gran ciudad de los rascacielos!). De la banda sonora es que ni me acuerdo, por lo que no puedo ni juzgar algo que no se ha quedado en memoria más de 5 segundos (pero se hacen una idea).

Y así con todo "Ático sin ascensor" se torna una experiencia afable, conducida siempre por el compadreo y honestidad de sus dos protagonistas (aunque Cyntia Nixon se convierte en una robaescenas en un personaje paródico con el que se nota que se lo pasa pipa) y que logra entretener siempre con una cadencia lógica. Pero no le pidan peras al olmo ni que sea la nueva "Elsa y Fred" (2005) que quedarán decepcionados. Porque, aunque es mejor que bodrios como "Aritmética emocional" (2007), "Siempre a tu lado" (2009) u "Otoño en Nueva York" (2000), no le llega a la suela de los zapatos de lo mejor de este subgénero de comedias en la senectud. Esperen más bien algo parejo a las últimas de Diane Keaton "Así nos va", "Morning Glory" y "Por fin solos". En fin, solo recomendable a los muy muy fans de sus intérpretes o a los aficionados a las "yayo comedias" tipo "Un golpe con estilo" (2017), "El exótico hotel Marigold" (2012) o "Un hombre solitario" (2009) entre otras.

Lo mejor: Las actuaciones de Keaton y Freeman. Como Nixon aprovecha su secundario rol cómico para despertar alguna que otra sonrisa.
Lo peor: ...
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El hijo
El hijo (2022)
  • 6,2
    2.360
  • Reino Unido Florian Zeller
  • Hugh Jackman, Zen McGrath, Vanessa Kirby ...
6
Aun con sus lagunas y brochazos, estamos ante el mejor retrato que ha dado el cine sobre la enfermedad de la depresión.
Florian Zeller (director y guionista de la estupenda "El padre" (2020), de lo mejorcito que el cine nos dio el aciago año de la pandemia) vuelve a adaptar una de sus obras teatrales en este su segundo largometraje para la gran pantalla.

Y de nuevo nos topamos con un competente drama asceta. No tan pulido como "El padre" de 2020, pero casi casi le llega a la altura. Un adolescente (Zen McGrath) cae en depresión clínica tras el divorcio de sus padres (encarnados por Hugh Jackman y Laura Dern) y ninguno de los dos progenitores sabe como actuar ante tal situación.

Hay que reconocer que "El hijo" tiene muchos instantes en los que las personas que han padecido depresión clínica (sí, la tuve) se van a sentir identificadas con potencia y pesar... aunque también es cierto que la forma de responder del entorno de seres queridos no nos va a identificar lo más mínimo (al menos a los del mundo occidental). Porque "El hijo" trata con entendimiento la neurosis y el ciclo depresivo de su protagonista, con un sufrimiento interno insoportable y sucesivo. Y Zen McGrath perfila este rol con honestidad y nervio (haciendo de su protagonista un personaje de mirada intrigante a la hora de maquillar su padecimiento, de franqueza a la hora de expresar sus sentimientos depresivos, y de manipulación extravagante a la hora de llevar a cabo su acto final) lo que torna a su personaje en un ser natural y cómplice a la par que singular e interesante.

Por desgracia no se puede decir lo mismo de ese entorno desubicado de forma exagerada, forzada y artificial. Pues ni Hugh Jackman logra conectar con un rol que cambia de actitud como de camisa (con esa bipolaridad que lo mismo trata a su hijo con una zalamería incondicional o con un desdén beligerante, al final ese padre acaba pareciendo más enfermo mental que el hijo), ni tampoco las secundarias Laura Dern y Vanessa Kirby le acaban de tomar al pulso a unos personajes estereotipados (la primera madre "clásica" abnegada y bonachona y la segunda madre "moderna" individualista y pragmática) a los que no pueden quitar ese tono forzado en unas actitudes de lo más tópicas y unidimensionales.

Y son esas lagunas en las que el guion sobre ese entorno supuestamente adulto es abandonado tanto a lo mínimo que resulta memo (más en spoilers), unido a unas actuaciones incapaces de rescatar ese desaguisado con una complicidad arrolladora lo que hace que "El hijo" no se ponga en las cotas de obra maestra dramática.

Porque lo cierto es que son más los instantes de incomodidad depresiva de su protagonista que los de reacciones idiotas y patosas de su entorno. Y, a pesar de esos planos postizos, "El hijo" conduce su trama con un ritmo agradecido y nervudo. Cosa de la que se benefician las escenas más lúcidas (y lucidas) del guion (destaco cierto diálogo en el que el hijo habla sobre como soportar la vida) y cosa que hace que las escenas más tópicas y vacuas se sobrelleven con unos planos cerrados activos y resueltos por parte de Zeller, con un diseño artístico contemporáneo de sus escenarios y personajes elegante, con una iluminación diáfana de lo más confortable y con una cinematografía capacitada (que no sobresaliente) al igual que su banda sonora.

Así que no estamos ante una mala película, que tiene sus errores pero a la que le pesan más sus aciertos tanto a nivel de escritura como a nivel de puesta en escena. Es una película muy recomendable a tod@ cinéfil@ que haya padecido la grave enfermedad del siglo XXI, que verá reflejada por fin en pantalla con bastante comprensión y complicidad, como drama acotado también es una película recomendable, pero los que no son muy fans del drama puro y duro van a sentirse rechazados por el metraje desde el minuto uno. Pues no estamos ante una cinta dramática excelsa que traspase géneros a lo "La lista de Schindler" (1993), "Million Dollar Baby" (2004) o "Mar adentro" (2004), sino más bien ante algo parejo a "El regreso de Ben" (2018), "Te doy mis ojos" (2003), "Boys Don't Cry" (1999), "Martha, Marcy, May, Marlene" (2011) o "Boyhood" (2014) que no está tan mal como (por ejemplo) "Alma salvaje" (2014) o "Miss Potter" (2006).

Lo mejor: Su guion en las partes en las que...
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tyler Rake
Tyler Rake (2020)
  • 6,0
    13.852
  • Estados Unidos Sam Hargrave
  • Chris Hemsworth, Golshifteh Farahani, Rudhraksh Jaiswal ...
3
Mucho tiro y pocas nueces.
Lo cierto es que, quitando pocas excepciones ("El diablo a todas horas" (2020), "Los dos Papas" (2019), "Roma" (2018), "Historia de un matrimonio" (2019)), Netflix no llega a dar con la tecla con sus telefilms de alto presupuesto y nombres de relumbrón ("Patrulla Trueno" (2021), "La vieja guardia" (2020), "The Prom" (2020), "Los chicos de la banda" (2020), "Spiderhead" (2022), "El hombre agua" (2020), "Triple frontera" (2019), "Dinero sucio" (2010), "Campamento alienígena" (2019), "Bright" (2020), "Diamantes en bruto" (2019), "Imperdonable" (2021) y este "Tyler Rake" que nos ocupa entre muchos otros). Pero la tecla cada vez se hace más reconocible: contar con un guion inédito, elaborado, inspirado, agudo y cuidado. Cosa de la que tanto este "Tyler Rake" de 2020 como la mayoría de los telefilms de la plataforma de streaming carecen (y que quedan sonrojados comparados con los telefilms de la HBO, tipo "Paterno" (2018), "Detrás del candelabro" (2013), "Mi cena con Hervé" (2018) o "The Wizard of Lies" (2017) entre otros).

Y el caso es que casi compensa la factura audiovisual con la que cuenta este relato escrito por los hermanos Russo (directores que ya trabajaron con Chris Hermsworth en toda la saga superheróica de MARVEL de "Los Vengadores") y dirigido en su debut tras la cámaras por el doble de acción Sam Hargrave. Pero en mi caso se me torna insuficiente ante un desarrollo argumental estereotipado, superficial y diría que hasta absurdo en tantas y tantas ocasiones. Un soldado de las fuerzas especiales australianas retirado (Hermsworth) recibe el encargo privado de rescatar a un niño (Rudhraksh Jaiswal) hijo de un capo de la droga de las garras secuestradoras del capo rival (Priyanshu Painyuli). La premisa "per se" no es gris, pero la forma de tratarse con la mera acción reiterativa y las escenas de "descanso" que tratan de dar pena al espectador a base de topicazos no ayuda a que la trama se nos torne implicante y fascinante. Pues aquí no tenemos unas intrigas recónditas y maduras, ni unas escenas de acción imaginativas y memorables (no, esto no es "El caso Bourne" (2002), "Los intocables de Elliot Ness" (1987), "El mito de Bourne" (2004) y "Misión: Imposible" (1996)) y tenemos que conformarnos que un devenir narrativo que impone arquetipos de forma disparatada (los "malos muy malos" cuya mala puntería es tan abundante como su forma de aparecer una y otra vez para ser el saco de boxeo del protagonista, el capo de la droga "malo maloso" con poder suficiente como para parar un país entero para dar con el protagonista y matarlo (al malvado se le va todo el presupuesto del futuro rescate del niño en pagar a toda fuerza policial y política habida y por haber en esa realidad inventada), el "amigo" que ya se adivina desde el minuto uno de su aparición con que va a salir, pero sobre todo choca la inmortalidad del protagonista capaz de soportar tortas, tiros, atropellos, apuñalamientos y demás ralea de una forma absolutamente inadmisible. Sería como pedir a un ser humano que aguante impoluto en los profundidades kilométricas del océanos sin hacerse papilla. Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible, si estuviéramos hablando de una película de fantasía con sus propias reglas al asunto no sacaría de la película, pero aquí sus personajes de ficción se mueven por el supuesto mundo real y Hermsworth no es el semidios nórdico Thor sino el australiano Tyler Rake, un personaje que la audiencia no podrá dejar de ver en unas coreografías de lucha muy bien ensayadas más que en una misión de rescate exótica).

El caso es que Hargrave rueda toda la película con gran pericia y compás (quitando las escenas de diálogos que se estiran sin necesidad ni propósito), las secuencias de acción resultan tan espectaculares como estilizadas, y en los minutos finales la resolución del rescate logra imprimir un suspense en la acción llevado con un tempo perfecto. Tampoco son deleznables las labores de diseño de producción, pues hay en "Tyler Rake" una cinematografía decente (que no sobresaliente, eso se lo dejamos a otros telefilms de Netflix del mismo corte y resultado global como son "Bright" o "Triple frontera"), una labor de maquillaje y vestuario elegante y una iluminación cuidada y equilibrada en todo momento. Pero los mayores estímulos del telefilm nos vienen dados por sus escenarios vetustos a la par que embelesadores, por su medido y envolvente sonido, por sus efectos especiales de explosiones y tiroteos, y por la labor actoral en líneas generales que capea en temporal con oficio (desde los más secundarios Randeep Hooda y Golshifteh Farahani (que dotan a sus personajes de una honestidad que no tienen sobre el papel) hasta el rey de la función Hermsworth que no solo cumple con creces en todos los planos de peleas cuerpo a cuerpo y además (al contrario que Queen Latifah en "The Equalizer" (una estúpida serie que, en comparación de este "Tyler Rake", goza de guiones más mimados y coherentes)) Hermsworth sí da el pego como hombre de "acción y reacción" y gracias a esto Hargrave no truca ningún plano y los mantiene fijos en los movimientos del personaje).

Pero una aceptable envoltura no me llega a llenar tanto ese vacío explicativo y evolutivo como para poner esta cinta al nivel de "El ultimátum de Bourne" (2007) o "Jungla de cristal" (1988)... ni siquiera a la altura de otras acciones desatadas pasajeras y disfrutonas como "John Wick" (2014) o "Venganza" (2008). Digamos que se me sitúa en el grupo de "300" (2006), "Atómica" (2017), "V3nganza" (2015) o "Indomable" (2012). Solo recomendable para los muy muy fans del género de acción puro y duro (que trague hasta con las idas de olla de Steven Seagal o Chuck Norris. Porque los tiros (valga la redundancia) van por ahí pero con una puesta en escena de mayor categoría)

Lo mejor: La actuación que se marca Hermsworth tanto en las escenas dinámicas como en las pausadas de las que trata de sacar oro (a pesar de que el libreto le da entre poco po nada. Hablo...
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bleach
Bleach (2018)
  • 5,3
    1.094
  • Japón Shinsuke Sato
  • Sôta Fukushi, Hana Sugisaki, Saori Hara ...
5
Tan respetuosa como básica respecto a su material original.
Admito que no sigo demasiado el shonen manga (las tramas de acción sobrenatural me complacen más en cine o literatura), que soy más de shojo manga y de yuri manga. Pero reconozco que el anime de 2004 a 2012 basado en las viñetas de Tite Kubo me encandiló sin remedio con unos personajes carismáticos, una trama sobrenatural reflexiva e intrincada y unos diseños y música muy singulares. A mí que me dejen de Narutos o One Pieces, yo "Bleach" y siempre "Bleach" en vena.

Así que habiendo disfrutado con creces aquellos episodios nervudos y evolutivos de Noriyuki Abe, con esos personajes tan característicos... debo decir que esta adaptación telefilmera a imagen real por parte de Netflix... no es horrible pero sí mediocre.

Y es que el largometraje de casi dos horas sintetiza demasiado, demasiadas viñetas y demasiado simplificadas como para que el espectador (sea fan o no de "Bleach") disfrute, ría y se sorprenda con la historia de Ichigo y Rukia acabando con las almas en pena de la dimensión espiritual. Se nota sin lugar a dudas de que un formato tipo serie a lo "Entre fantasmas" (2005-10) o "Sobrenatural" (2005-20) le hubiera sentado mucho mejor a un producto que tiene material de sobra como para nutrirnos de tramas curiosas y multifacéticas.

Pero lo que tenemos es lo que hay. Y esto es un argumento que se desarrolla con bastante unidimensionalidad, infantilismo, superficialidad y redundancia como para que nos mueva o nos conmueva... pero tampoco estamos ante algo que cambie o se cargue las esencias primordiales de sus personajes o circunstancias (¡vamos, que esto no es el sacrilegio de "Dragonball Evolution" (2009)! que cambiaba las circunstancias y personalidades de sus personajes... entre otras torpezas). Ichigo (interpretado por Sota Fukushi, los fans del tokusatsu ya lo conocemos por su trabajo en la serie de Kamen Raider) es calcado físicamente al Ichigo que nos podemos imaginar a carne y hueso si lo sacamos de sus viñetas, y tres cuartos de lo mismo podemos decir de Rukia (Hana Sugisaki), Uryu (Ryo Yoshizawa) o Renji (Taichi Saotome). No podemos decir lo mismo de Orihime (Erina Mano) y Chad (Yu Koyanagi) que, además de su nulo parecido físico a sus personajes animados, quedan reducidos a un puñado de chascarrillos. Y es que viene a colación el tema de la reducción del contenido que es la principal losa del film. No sé si se debe a que la cinta pretende contentar a un público más amplio y más familiar, pero el caso es que este "Bleach" merma sus avatares tanto (prácticamente se cubre todo el anime original, supongo que también cubre todo el manga original) que lo convierte en una cinta de acción sobrenatural bastante previsible, arquetípica y rutinaria (que podría ser intercambiable con largos comerciales de super(héroes) que se entrenan para vencer a los super(villanos) como "The Karate Kid" (la mala, el remake de 2010, no la notable cinta de 1984), "Spy Kids" (2001) o "Percy Jackson y el ladrón del rayo" (2010)). Y no digo que se equipara a films con temática muy muy similar como "El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares" (2016) o "Power Rangers" (2017) porque entonces este "Bleach" iba a perder por goleada en todos los niveles.

Y con esto no digo que no respete su material de base, ni mucho menos. Pero que se queda a larga distancia de lo que se homenajea es una obviedad. Y es una lástima porque la puesta en escena está logradísima. Hay en "Bleach" una cinematografía más cercana a la gran pantalla que a la TV Movie (pero es que estamos hablando de un telefilm japonés, y la industria nipona nos da ficciones audiovisuales en con un C.G.I. impoluto y un H.D. inconmensurable incluso en los Super Sentai más infantiles de 20 minutos), pero en lo que más reluce es en el diseño de los Hollows, en el del vestuario y atrezzo de los Soul Rippers, y en esos combates de fantasía tan mimados en sus efectos especiales espectaculares y en sus aceleradas coreografías de espada. Es por ello porque que "Bleach" encandila por momentos dada la vistosidad y elegancia de esas escenas de acción (que tampoco es que sean sobresalientes, para ello el film tendría que haber sido más osado a la hora de trasladar la estética colorista del manga original, así como las notas musicales inolvidables de su anime). Pero que "Bleach" quede reducido a unas bonitas escenas de acción no era ni lo esperable ni algo suficiente tan siquiera como para entretener con dignidad. Porque a este largo lo sacas de sus peleas y enfrentamientos sobrenaturales y tienes un catálogo de pueriles circunstancias que no se llevan más allá de eso, de situaciones redundantes y diría que hasta de ritmo lentorro y exasperante.

Sí se deja ver por ese grano atractivo, por un elenco natural y por una puesta en escena acabada y resultona... pero se deja ver para los muy muy incondicionales (que no puristas) de "Bleach" (admito que es mi caso) y los fans de la acción de fantasía venga de donde venga o venga como venga (pues "Bleach" se pone a la altura de otros productos televisivos del género como "Falcon y el soldado de invierno" (2021) o "Bright" (2020)) pero ya les adelanto que no van a dar ganas de repetir su visionado. El resto se pierde entre poco o nada.

Lo mejor: Me quedo con la animación por ordenador de los malvados Hollows, y con la actuación de Taicho Saotome que se convierte en un robaescenas.
Lo peor: Que (supongo que habrá sido por derechos de autor, pero sigue resultando triste) no se haya escuchado en ningún momento el tema "Asterisk" de Orange Range durante ni un solo combate.
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