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Críticas ordenadas por:
American History X
American History X (1998)
  • 8,3
    153.976
  • Estados Unidos Tony Kaye
  • Edward Norton, Edward Furlong, Fairuza Balk ...
7
"...cuando vuelvan a sentir el tacto del buen ángel que llevamos dentro"
"No somos enemigos, sino amigos, no debemos ser enemigos. Si bien la pasión puede tensar nuestros lazos de afecto, jamás debe romperlos. Las místicas cuerdas del recuerdo resonarán cuando vuelvan a sentir el tacto del buen ángel que llevamos dentro" (Abraham Lincoln)

La figura de Derek (Edward Norton), un joven skin head de ideología nazi, pretende ser emulada por su hermano Danny (Edward Furlong), que lo tiene en un pedestal por la admiración que profesa sobre el mismo. Todo son discursos que no exentos de exageración y poca lógica, caen sobre Danny como textos bíblicos llenos de credibilidad y merecedores para éste de una férrea defensa desde las calles, utilizando la violencia si es necesario y asociándose a quien proceda para formar una especie de ejército y así divulgar tan descerebrado mensaje racista y antisemita.

Cuando Derek es detenido y condenado a tres años de prisión por el asesinato de dos chicos negros que planeaban robar su vehículo, vuelve al barrio después del cumplimiento de su condena, ya con las ideas mucho más claras y completamente reformado. Algo que contrasta con el progreso que ha sufrido su hermano Danny durante este tiempo, que no ha hecho más que fortalecer su radicalizada ideología nazi. Por esto, Derek tiene la misión no sólo de continuar por el camino del cambio, si no que también deberá mantener la armonía familiar entre su madre y hermanos y por supuesto, alejar a Danny de sus despropósitos ideológicos para con ello ahorrarle unos más que garantizados problemas futuros.

Más de la mitad de la película transcurre en la acción anterior al encarcelamiento de Derek, explicando su progresión como skin head a la par que el aumento de admiración de su hermano sobre éste. Mientras, Danny tiene que hacer un trabajo sobre su hermano para su profesor de historia (Avery Brooks). Este trabajo se llama "American History X" y será el que sirva como narración en la película mediante una voz en off durante el transcurso de la trama. La cinta está cargada de un fuerte mensaje que presenta el mundillo de la gente de este tipo de perfil ideológico y cómo por encima de tanta cabeza rapada existe una mano poderosa encargada del control y de la financiación de las actividades nazis. Siendo el conjunto técnico de la película bastante correcto, la fuerza de la cinta reside además de en su guión y el desenlace de sus historias, en la excelente interpretación de Edward Norton (El ilusionista, Cuestión de honor), que sabe parecer un demonio y un santo a partes iguales. Su argumento incita a la reflexión una vez se comprende el problema y considera que los que presumen de esta desorbitada ideología son frustrados sociales y generalmente gente de bajo estatus social, siendo la realidad no distinta pero sí más extensa respecto a esta cuestión.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)
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18 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuestión de honor (Pride and Glory)
Cuestión de honor (Pride and Glory) (2008)
  • 6,0
    10.157
  • Estados Unidos Gavin O'Connor
  • Edward Norton, Colin Farrell, Noah Emmerich ...
6
Todo queda en familia
Aunque parezca absurdo, uno a veces también se cansa de ver buenas películas. Por que éstas, tienen una trama que te agota, por eso de su deber de tener que exprimir al espectador durante todo el metraje para terminar sorprendiéndole con algo interesante. Y aunque el resultado sea un tipo de sensación que siempre se desea volver a repetir, el cansancio físico y mental a veces nos merma de tal manera que sólo nos quedan ganas para ver una película más sencilla, tranquila y convencional. Y "Cuestión de honor" es casi todo eso.

Por que a pesar de estar inmersa en una trama que suena a vista, el trabajo que se ha realizado en esta cinta supera la corrección, siendo el conjunto de la misma bastante interesante. Tiene sus altibajos, y reconozco que sin Edward Norton la película perdería enteros, pues su trabajo es extraordinario. Es una perla en medio del desierto. Del desierto de la corrupción, que es de lo que nos habla este film, que empieza con el asesinato de cuatro agentes de policía que deberá investigar el detective Ray Tierney después de un largo período fuera de las calles, a pesar de su poca predisposición para volver a las mismas. Pero su padre, Francis, encarnado por un gran Jon Voight al que se agradece cada una de sus apariciones, le convence para hacerlo para así honrar el nombre de los cuatro policías caídos en unas circunstancias cada vez más extrañas. Aquí todo queda en familia, pues además de Francis y Ray, el hermano de este último, "Franny" (Noah Emmerich) también es policía y además es quien dirige el cotarro en la comisaría 31 que dará para tanta polémica. Jimmy Eagan (Colin Farrell) por su parte encarna al mejor amigo de Ray. Sobre Eagan también planeará la extensa sombra de la corrupción.

En definitiva un trabajo interesante con airazo convencional pero con el mérito de que su director transmite bien la historia que él mismo ha creado junto a Joe Carnahan y Robert Hopes. Es por ello una película original en el sentido de que no es ni un remake ni una copia de nada. Simplemente es un producto sencillo y agradable, bien elaborado pero sin la fuerza necesaria para poder llegar a ser una cinta inolvidable o estar en los altares del género. Con mucho que reprochar (escenas tediosas, alguna completamente absurda...) no deja de ser un digno entretenimiento para cubrir las horas muertas uno de esos días en los que el desánimo acompaña y uno no está para adentrarse en argumentos excesivamente complicados.
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15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Crash (Colisión)
Crash (Colisión) (2004)
  • 7,6
    107.872
  • Estados Unidos Paul Haggis
  • Sandra Bullock, Don Cheadle, Matt Dillon ...
9
Unión de historias paralelas que desembocan en una fábula
Todo comienza en una cuneta de Los Ángeles. Sobre ella, el cuerpo de un joven asesinado. La cinta no nos proporciona más detalles sobre la identidad de la víctima. No sabemos su nombre, no conocemos su rostro y no podemos hacernos ni de lejos una pequeña idea del por qué ha podido producirse este crimen. Por supuesto, también desconocemos la autoría del mismo. Y entre las sombras que proporciona la oscuridad de la noche en la que transcurre esta escena y gran parte de la película, el argumento es impulsado hacia el pasado más cercano, tan sólo un día atrás, para presentarnos una auténtica maraña de personajes tejida magistralmente por el director. Éstos irán entrelazándose entre sí de alguna manera, luciéndose ante el espectador con una sobriedad en su trabajo que sorprende por lo perfecto de todas las interpretaciones.

Y una vez la película se encarga de presentarnos meticulosamente a los protagonistas de la historia, se adentra en el difícil objetivo de saber unir de manera metódica todas las historias paralelas que en la trama aterrizan, representadas por gente de todas las creencias y religiones, colores, razas y posiciones sociales. Una desesperada esposa de un fiscal del distrito, un agente de policía con 17 años de experiencia en el cuerpo que deja claras sus posturas racistas, un cerrajero al que le brillan los ojos cada vez que ve a su hijita, una pareja de color que trabaja en televisión, un par de jóvenes negros que roban coches mientras comparten sus reflexiones sobre la sociedad y el racismo... y así hasta llegar a completar el conjunto de historias que conforman el argumento general de la película.

Todas estas situaciones son contadas de modo soberbio mientras todas las escenas son montadas sin descanso en lo que se nota la buena mano y el trabajo incansable de Paul Haggins (En el valle de Elah, 2007), que no para de contar historias, a veces un poco melodramáticas, otras veces demasiado realistas e incluso hasta en alguna ocasión se permite recurrir a la fábula para dejar al espectador ensimismado con una serie de desenlaces muy originales y completamente inesperados. La película dura 100 minutos. Pero creo que si hubiese durado 200, o 300, hubiese seguido viéndola con la misma pasión e inquietud que como he visto la duración de este metraje. El director y guionista -esto último junto con Bobby Moresco- no sólo une bien todas las piezas de la película si no que se permite el lujo de hacer esto con demasiada soltura, pues es capaz de llevar a los infiernos a un personaje y después subirlo al cielo o de hacer totalmente lo contrario mientras el resto de papeles siguen manteniéndose en forma y sin perder fuerza, siendo con total seguridad la historia que llevan Sandra Bullock y un Brendan Fraser que sobra, la más simple y aburrida. Podría decirse que los momentos protagonizados por éstos perjudican al conjunto del film.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
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38 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cebo
El cebo (1958)
  • 7,7
    7.343
  • Suiza Ladislao Vajda
  • Heinz Rühmann, Sigfrit Steiner, Siegfried Lowitz ...
8
El dibujo de Gréta Moser
Teniendo en cuenta la potencia del cine norteamericano y dejando totalmente clara mi postura sobre el mismo, que no es otra que de admiración y respeto, estoy prácticamente seguro de que si la película que en esta crítica se da cita, "El cebo", hubiese sido una producción de los Estados Unidos, aparecería en más de una lista de esos clásicos que nadie debe perderse antes de morir. Por que está hecha con un estilo visual impecable, cuenta con una transición de escenas sobre las que según van avanzando los minutos, el interés sobre el argumento se ve aumentado. Por que su reparto hace unas interpretaciones bastante buenas y la sorpresa entre los personajes está asegurada garantizando al espectador una película elegante, agradable y con la tensión necesaria, y cuenta con múltiples peculiaridades que son las encargadas de culminar un ejercicio cinematográfico notable que en mi opinión si no llega a la excelencia es por un liviano y previsible tramo final que sin embargo es el idóneo para la trama. Pero la película es española y de un tal Ladislao Vajda (Marcelino, pan y vino, Un ángel pasó por Brooklyn), un realizador enterrado tanto dentro como fuera de las fronteras españolas y al cual, de manera injusta, no se le ha brindado el reconocimiento que se merece por la calidad de las obras que componen parte de su filmografía.

La historia de esta película comienza en el bosque de un pequeño pueblo suizo. Un vendedor ambulante lo atraviesa hasta tropezar con lo que resulta ser el cadáver de una niña ocultado entre la hojarasca. Horrorizado, corre hasta el pueblo para desde un bar llamar al comisario Matthäi y comunicarle tan terrible suceso. Pero la policía colocará al denunciante como primer sospechoso debido al encaje de una serie de pruebas que parecen inculparle por lo clamoroso de su relación. Mattäi, que se muestra escéptico respecto a la culpabilidad del vendedor ambulante, contempla el caso desde la barrera, pues ha perdido la autoridad sobre el mismo al dejar el cargo por otro de mayor responsabilidad fuera del departamento. El comisario que le sustituye se encarga pues de la investigación, aunque seguirá contando con su antecesor desde una clara muestra de respeto y admiración sobre el mismo. Las pesquisas llevan a los policías a detenerse ante un dibujo colgado en la pared del colegio en el que estudiaba la niña asesinada, que parece representar la identidad del asesino. Matthäi (Heinz Rühmann), disponiendo de esta pista como el corazón de la investigación, volverá a mostrar interés en el caso.

La música, de Bruno Canfora contribuye a elevar el nivel de tensión y misterio que el realizador de la cinta consigue crear en esta película que se convierte por derecho propio en una de las películas de intriga europeas más destacadas de los años de su producción. Los papeles más destacados no dan lugar a dudas, pues sólo hay dos grandes protagonistas en esta cinta, los representados por Heinz Rühmann y el imponente Gert Fröbe.
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28 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ciudad de Dios
Ciudad de Dios (2002)
  • 8,4
    129.098
  • Brasil Fernando Meirelles, Kátia Lund
  • Alexandre Rodrigues, Leandro Firmino, Phellipe Haagensen ...
7
Fotografiando la favela
Es una de las películas brasileñas más y mejor reconocidas mundialmente en lo que se refiere a cine contemporáneo, a pesar de no estar respaldada por los grandes premios internacionales. Su dramática historia, bien dibujada y contrastada con los hechos reales, ha sabido calar en multitud de corazones pero en lo que a mi respecta, me ha dejado con un sabor de boca que roza la indiferencia sin llegar a sumergirse en la misma al ser rescatado a tiempo por el gran entretenimiento que supone visualizar esta obra.

La historia comienza desde el primer minuto con la intención de sobrecoger al espectador sirviéndose de una escena en la que aparece una gallina que se asusta y huye al ver como una de sus compañeras es desplumada una vez le han cortado la cabeza. Es una forma de humanizar al animal y ofrecer al que visiona esta película un terror que no tardará en formar parte de las vidas de los protagonistas. Los dueños de la gallina corren persiguiéndola, hasta toparse con el que servirá como hilo conductor de la trama, un joven llamado Buscapé (Alexandre Rodrigues), que va comentando con un amigo algo sobre una fotografía. Le exigen que pare al animal, Buscapé lo intenta pero en ese preciso instante aparece la policía y... flasback.

El argumento retrocede para explicar todo lo que sucede antes de volver a llegar hasta esa escena cuando se acerque el final de la película, presentándonos detalladamente a todos los personajes gracias a una cuidada narración muy de agradecer. Se explica cómo se formaron las favelas y transmite al espectador la pobreza del lugar y sus gentes para de esta manera poder justificar por qué tuvieron que escoger la vía de la delincuencia muchas de las personas que allí viven, en su inmensa mayoría jóvenes y niños, a la par que pincela a los más honrados y trabajadores que decidieron seguir una vida más difícil pero más digna, encargándose de sus humildes trabajos mientras se exponen a todo tipo de peligros.

Y eso que las favelas, a medida que iban creciendo e iban consolidándose como una zona opaca y blindada por los delincuentes, también aumentaban su estatus de seguridad, pues las mismas bandas imponían el orden dentro de su núcleo por que con mucha inteligencia sabían, y siguen sabiendo, que si no garantizan la paz en sus propios paraísos chabolistas, muy difícilmente podrían enarbolar esta bandera desde sus organizaciones criminales. Mientras, Buscapé continúa intentando seguir una senda distinta a la de todos esos jóvenes de su edad que prefieren portar un arma, sembrar el miedo y saciar su sed de venganza, pues él sueña con ser fotógrafo, algo por lo que luchará para conseguir aunque se le antoje como imposible.

(Continúa en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
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21 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
La strada
La strada (1954)
  • 8,1
    13.380
  • Italia Federico Fellini
  • Anthony Quinn, Giulietta Masina, Richard Basehart ...
8
La brusquedad de Zampanò y la excesiva inocencia de Gelsomina viajan de pueblo en pueblo
Como si de un producto material se tratase, Gelsomina es vendida por su madre a Zampanò un artista ambulante que precisa de la ayuda de una chica para el desarrollo de sus espectáculos. Zampanò es un hombre rudo que con su sola presencia impone al más pintado, y trata a Gelsomina de forma autoritaria y sin demostrarla demasiado afecto. La chica es todo lo contrario: su exceso de inocencia llega hasta el extremo de hacerla parecer una persona con muy pocas luces e incluso es tachada de loca en varias escenas del film. Se podría decir que su papel sirvió de inspiración para el que interpretó tres años más tarde en Las noches de Cabiria.

Los personajes ruedan sobre una motocarro de un pueblo a otro en búsqueda de ferias y bodas en las que servir para poder comer en mitad de la amarga pobreza que les rodea. A pesar del trato que Gelsomina recibe de Zampanò, ésta no se separa del mismo, mostrándose fiel como un perro. La película está llena de momentos memorables y escenas magistrales, siendo muy destacado el papel de Anthony Quinn y el entrañable trabajo de Giuletta Masina.

La música corre a cargo de uno de los incondicionales de Federico Fellini, Nino Rota, con una preciosa melodía que terminará adquiriendo vital importancia en el argumento de esta cinta más que notable, que hará las delicias de más de uno gracias a su dramática historia tan bien planteada y transmitida al espectador como un mensaje de soledad y miseria representado por sus desventurados protagonistas.
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12 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Atrápame si puedes
Atrápame si puedes (2002)
  • 7,3
    89.925
  • Estados Unidos Steven Spielberg
  • Leonardo DiCaprio, Tom Hanks, Christopher Walken ...
8
Dos ratoncitos cayeron en un cubo de nata
Durante cinco años en la época de 1960, Frank Abagnale Jr. (27 de abril de 1948) puso en jaque al FBI debido a su innato talento para cometer fraudes económicos. Falsificó cheques por un valor total de 2,5 millones de dólares en hasta 26 países. Y todo esto siendo simplemente un adolescente.

Esta trepidante e increíble historia real fue llevada a la gran pantalla en el año 2002 por Steven Spielberg, que consiguió adaptar los hechos de manera dinámica, divertida y muy entretenida, consiguiendo como resultado una película notable con muchas cosas que destacar. Por ejemplo, las logradas interpretaciones con las que se da vida a los personajes principales, siendo éstos dos Frank Abagnale Jr. (Leonardo DiCaprio) y su perseguidor federal, el agente Carl Hanratty (Tom Hanks), cuyo nombre auténtico era Sean O'Riley. También cabe recalcar la cómica forma con la que se dibuja en esta cinta a los agentes de la ley, protagonistas de momentos bastante graciosos.

La película se centra en el ascenso en el mundo del fraude del adolescente Frank Abagnale Jr., quien encuentra en su padre (un buen Christopher Walken) un buen apoyo moral que le servirá para recargar energías y continuar con su vibrante aventura. Ya en el instituto deja clara su capacidad camaleónica haciéndose pasar por un profesor, para más tarde terminar siendo un copiloto de la PANAM, médico de urgencias y abogado, todo esto con credenciales y titulaciones tan bien falsificadas como los cheques que tanto beneficio le daban y a los que posteriormente se iría mejorando gracias a los progresos técnicos de los que Abagnale pudo disponer. Realmente cuesta mucho tragarse que una sóla persona, un simple aunque muy inteligente chaval, pudiese conseguir todo lo que se propuso sin más ayuda que la de su propia mente, pero la cinta no ahonda en el asunto y se limita a ofrecernos la vida del protagonista desde un punto de vista de admiración, amenizado siempre por una música que ya desde el inicio de la película hace algo imposible no recordar los créditos principales de las películas de Hitchcock, aunque toda comparación de esta cinta con las obras del realizador inglés no vaya más allá de los aspectos estéticos citados.

Un gran entretenimiento narrado con estilo y frescura, siendo su visionado de muy fácil digestión.
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89 de 100 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las noches de Cabiria
Las noches de Cabiria (1957)
  • 8,2
    8.866
  • Italia Federico Fellini
  • Giulietta Masina, François Périer, Amedeo Nazzari ...
9
En medio de un mundo de miserables, brilla una luz que deslumbra: Cabiria.
Esta película ha conseguido transmitirme todo lo que pretendía. Su amargura, su tristeza, su esperanza. Todo envuelto de escenas tan sombrías como llenas de un mensaje que nos habla de la soledad y la desesperanza, y que para sortear estos dos grandes obstáculos vitales, la protagonista, una prostituta llamada Cabiria (Giulietta Masina), se aferrará a cualquier posibilidad por insegura que parezca para poder cambiar el rumbo de una vida que necesita y desea cambiar.

Pasan las noches y ella, feliz e ingenua como una niña hace precisamente lo que menos imaginaríamos de una persona de estas características, tan encantandora y dicharachera, tierna y con una mirada que atraviesa la pantalla y llega a apoderarse de los sentimientos de un servidor, que ha sufrido y se ha sentido impotente ante los pasajes oscuros que la protagonista ha vivido en esta película y que se ha sentido esperanzado cuando el argumento se ha puesto de parte de la misma. Cabiria, qué nombre tan perfecto para un papel tan bien dibujado y exquisitamente interpretado por Giulietta Masina (La Strada), vapuleada por esos malditos que se aprovechan y burlan de ella e incluso le roban y golpean.

Federico Fellini supo crear este drama amargo que invita a la reflexión desde según que punto interpretemos los mensajes que transmite. Cabiria hace la calle y nosotros, los espectadores, la acompañamos en este menú de restaurante de cinco tenedores, llegando a desear poder traspasar la pantalla para darle un abrazo enfermizo a la protagonista que consiga ofrecerle con justicia la plena felicidad que busca, y no disfrutando de ésta con tantos altibajos, como si fuese alquilada.

Y es que aunque Cabiria nos ofrezca todo un repertorio de sonrisas y miradas inocentes, se puede vislumbrar con no mucha dificultad que detrás de su baja estatura, formas graciosas e informales, se esconde un corazón atormentado, un alma que desea llenarse de amor y que llama incluso a Dios, haciendo éste caso omiso de sus insistentes peticiones. Destacar también todo el mundo que envuelve a Cabiria, como sus compañeras de oficio, algún chulo de éstas y los personajes con los que tiene que lidiar. Este aspecto se ofrece de manera notable, por lo que no es difícil que el espectador se adentre con facilidad en lo que se representa.

Nino Rota se encarga de ponerle música a la cinta como ya hizo en otras muchas películas de Fellini y que siempre será recordado mundialmente por la banda sonora inolvidable que compuso para la trilogía de El padrino de Francis Ford Coppola. El tema central es precioso y adecuado, pues refleja con acierto la tristeza que envuelve a esta gran película y de la que se deja constancia que, a pesar de los males que cualquiera puede padecer, ignorar éstos y reírse de los mismos puede ser la solución más eficaz para combatirlos.
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16 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Shutter Island
Shutter Island (2010)
  • 7,6
    126.941
  • Estados Unidos Martin Scorsese
  • Leonardo DiCaprio, Mark Ruffalo, Ben Kingsley ...
7
Thriller psicológico bajo las nubes de Boston
En esta película no veremos al Martin Scorsese que todos conocemos. Si acaso, su última versión como director, más cercana al modelo de cine que nos ofreció en Infiltrados (gran película) que a lo más peculiar de su faceta de cineasta, esa que tan buenas películas dejó para el recuerdo (Taxi Driver, Uno de los nuestros, Casino...).

Shutter Island es un thriller psicológico enrevesado, entretenido y audaz, con ciertos matices originales aupados por la buena interpretación de un Leonardo DiCaprio que deja completamente claro que atrás quedan sus papeles adolescentoides de chico bonito y romántico. Pero nada más. Una película con muchos pasajes más que previsibles y en la que Scorsese por desgracia, no logra crear la tensión necesaria para este tipo de cine que tiene la obligación de mantener al espectador en vilo, inquieto y ansioso por saber lo que le depara la siguiente escena.

Por el contrario, me he encontrado una película con un excelente inicio, una tediosa parte central y un buen final, por lo que muchas personas quizá vean en esta cinta algo convencional, simple a pesar de lo aparentemente complicado de su trama y que será fácilmente olvidable una vez aparecen sus créditos finales. Y una película de Scorsese no puede ser la presente, si no siempre una belleza inolvidable o una obra de arte. A los maestros no se les pide, si no que se les exige por lo sabido de su gran capacidad, que hagan eso.

Y esta vez no se ha conseguido. Destacar también que cuenta con una fotografía formidable y una gran banda sonora que aunque no sea la gran protagonista, ayuda cuando aparece. En su conjunto es una correcta y una buena película. Sorprenderá más a aquellos que no hayan visto este tipo de películas que empiezan a crear escuela.
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18 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
El último tren a Auschwitz
El último tren a Auschwitz (2006)
  • 6,1
    3.853
  • Alemania Joseph Vilsmaier, Dana Vávrová
  • Gedeon Burkhard, Lale Yavas, Lena Beyerling ...
6
Un tren cargado de falsas esperanzas
Año 1943. Coincidiendo con la víspera del cumpleaños de Hitler y como si de un macabro regalo para éste se tratara, desde la estación de Grunewald, Berlín, parte el tren que da título a esta película: el último, el definitivo, aquel que dejaría la ciudad completamente 'limpia' de judíos.

Un tren también cargado de tópicos que en lo que respecta a las películas que ya se han hecho sobre este género, no aporta nada más innovador que el hecho de poder hacer el viaje completo desde dentro de uno de sus vagones, sintiendo las sensaciones que con poca fuerza se transmiten desde el guión, y que vienen desde las condiciones en las que tenían que viajar, hacinados y con apenas un cubo de agua para todos, luchando por una supervivencia que sólo les serviría para seguir sufriendo y ser exterminados más tarde en el campo de concentración nazi de Auschwitz. Un triste final que sólo podían 'disfrutar' los que llegaban hasta ese lugar con vida, pues el largo viaje y las duras condiciones con las que mujeres, hombres, niños y ancianos viajaban, se dejaba por el camino a un gran número de víctimas que fallecían a consecuencia de la sed o la falta de comida.

Cuenta con algunas escenas poderosas e interpretaciones destacadas. Por ejemplo, la de Gedeon Burkhard, que recientemente participó en el reparto de Malditos bastardos pero que es mundialmente conocido quizá por su papel en la serie alemana Rex: un policía diferente. Aunque su papel de Henry se ve superado por el entrañable Jakob, personaje interpretado por Hans-Jürgen Silbermann, que encarna a un comediante que durante todo el trayecto parece querer convencerse a si mismo de que al otro lado de la vía le espera una comida caliente y un buen cobijo. Lena Beyerling, que hace el papel de la pequeña Nina Neumann, también aporta lo suyo a la película, pero el desgraciado doblaje que le adaptaron estropea en mucho su mensaje.

Con todo esto, una película convencional pero interesante por ver cómo es el macabro trayecto que tuvieron que soportar todos esos judíos que superaban por una miga de pan o una gota de agua, con la intención de poder prolongar su vida llena de buenos recuerdos (detallados en la cinta mediante una serie de flasbacks), al menos unos minutos más, unas horas más. Un documento correcto para recordarnos algo que siempre merecerá el rechazo permanente y el deseo de que no vuelva a repetirse jamás.
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9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sanguepazzo (Una historia italiana)
Sanguepazzo (Una historia italiana) (2008)
  • 6,2
    142
  • Italia Marco Tullio Giordana
  • Monica Bellucci, Luca Zingaretti, Alessio Boni ...
7
"Estos pétalos de rosa, son como gotas de sangre en la nieve"
Esta es una historia basada en hechos reales sobre dos personas de las que muy poco sabemos los que vivimos fuera de las fronteras de Italia. Dos actores, Osvaldo Valenti y Luisa Feridi que fueron asesinados por la resistencia antifascista de aquel país al comprobar éstos últmos la supuesta vinculación de los cineastas con el régimen fascista italiano que controló Benito Mussolini desde 1922 hasta su derrocamiento y posterior linchamiento en el año 1945.

El argumento de la película, basado en los años en los que se desarrollaba la Segunda Guerra Mundial, se centra precisamente en los días previos a la ejecución de Osvaldo y Luisa, presentando esta historia mediante un reiterado uso de flasbacks que nos llevan mucho más atrás, antes incluso de que los actores se conocieran, facilitándonos el comprobar cómo se fue desarrollando su historia amorosa, seguida por la sombra de Golfiero Goffredi (Alessio Boni), un director de cine que no levantaba muchas simpatías entre el régimen fascista y que por ello tenía muchas dificultades para sacar adelante sus proyectos cinematográficos. A pesar de esto consigue que Luisa Ferida (Monica Bellucci) pueda convertirse en estrella del cine italiano.

Al conocer sobradamente el desenlace de esta película, podemos llegar a preguntarnos donde reside entonces el interés para verla. Pues eso mismo me planteé yo y tras verla resolví mi duda. Cumple bien su misión respecto a ofrecernos una visión realista de lo que tuvieron que pasar los dos actores citados, destacando cómo da a conocer a Osvaldo Valenti (Luca Zingaretti), adicto a la cocaína y mujeriego, al que al parecer doblaban en las películas por no tener un tono de voz demasiado adecuado para algunos productores. Toda la historia está muy bien ambientada y cuenta con una fotografía notable. Ausencia casi total de música y prácticamente también, de sobresaltos. Silenciosa y con diálogos lentos y susurrantes. Tranquila. En muchos aspectos bonita.

No es una gran película pero es interesante, atractiva y ayuda a comprender algunos aspectos de la sociedad y política italiana de aquellos años, además de acercarnos a la vida privada de un actor de la época. Todo su reparto se muestra correcto, siendo Luca Zingaretti (A casa nostra, 2006) el que presenta el trabajo más destacado, seguido de una notable y siempre despampanante Bellucci (Malèna, 2000), además del siempre comedido Alessio Boni (La bestia en el corazón, 2005). Por lo demás, el Marco Tullio Giordana (La mejor juventud, 2003, Cuando naces... ya no puedes esconderte, 2005) de siempre: correcto, amigo de los cuentos de hadas y de las escenas más próximas al cine de otros años, tímido, y huidizo de lo poco elegante y lo malsonante. Con todo esto, dos horas y media de película para pasar un buen rato y culturizarse un poco.
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11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El día de la bestia
El día de la bestia (1995)
  • 7,1
    74.918
  • España Álex de la Iglesia
  • Álex Angulo, Santiago Segura, Armando de Razza ...
8
Álex Angulo y Santiago Segura, salvando al mundo desde la capital de España
Jugosa forma de combinar terror, comedia, cine fantástico y acción en esta trepidante historia dirigida magistralmente por Alex de la Iglesia (800 balas). Inteligente, viva y con una atmósfera muy atosigante que cumple su misión de transmitir al espectador su visión apocalíptica de unas calles de Madrid que, de entonces hasta el día de la fecha, no han cambiado demasiado al menos respecto a lo que se refiere a los lugares representados por esta cinta.

Es una película con fuerza, llena de aspectos curiosos. Nos habla de un párroco bilbaíno (Álex Angulo) que viaja hasta Madrid después de haber descifrado nada menos que las claves ocultas de un criptograma que habla del fin del mundo. Esta hecatombe se producirá en plena Navidad, el 25 de diciembre de 1995, por lo que el tiempo para actuar y poder evitarla es bastante reducido. Esta apocalípsis es según el sacerdote una obra del demonio, el anticristo, al que deberá encontrar para acabar con él. Y como el mejor camino para llegar hasta el mal, es el del mal, se desprende de sus elementos religiosos y aunque ataviado con la sotana y su txapela, el cura bien parece un maleante cualquiera disfrazado antes que un religioso.

A su disparatada aventura se le une un particular Sancho Panza, Jose María, muy bien interpretado por Santiago Segura, encargado de poner la nota de buen humor a esta notable película que me ha mantenido muy inquieto durante toda su duración pero que me ha dado palmaditas en la espalda gracias a lo que me he reído en algunas de sus escenas. Juntos, deberán enfrentarse a multitud de problemas para poder cumplir su propósito de salvar al Mundo desde nada menos que la capital de España. Encuentran como enlace a un vidente televisivo, el profesor Cavan (Armando de Razza), del que el sacerdote está plenamente convencido de que tiene la capacidad para hacerle contactar con Satanás. Al mismo tiempo, una peligrosa banda que firma con el nombre 'LIMPIA MADRID' quema mendigos y propina palizas a todo aquello que a sus ojos es indigno para la imagen de la ciudad.

Nunca me descargaría su alocada banda sonora, pero desde luego es la música más adecuada para esta película llena de temas satánicos que en muchos momentos consigue hacer al espectador tragar saliba. Sombría película de inteligente argumento, muy recomendable. Buenas interpretaciones de todo el reparto, con un gran Álex Angulo.
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58 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
Manuale d'amore 2 (Manual de amor 2)
Manuale d'amore 2 (Manual de amor 2) (2007)
  • 5,2
    3.722
  • Italia Giovanni Veronesi
  • Carlo Verdone, Monica Bellucci, Riccardo Scamarcio ...
6
Más de lo mismo pero con menos de todo
La segunda entrega de Manuale d'amore pierde la fuerza y la capacidad de sorpresa con las que sí cuenta en su precuela. Nos ofrece unas historias románticas menos mágicas pero también en algunos casos, menos fieles a la realidad que sí consiguión transmitir en la primera película. A pesar de todo esto no deja de ser una cinta interesante, entretenida y con algunos momentos para agradecer, que nuevamente se encuentran en su primer y último capítulo (también está dividida por cuatro episodios) siendo los que se encuentran en medio en ocasiones aburridos y otras veces demasiado predecibles. Sus cuatro capítulos son los siguientes.

EROS. La más que garantizada sensualidad de Monica Bellucci aterriza sobre las garras de un joven (Riccardo Scamarcio) que se encuentra en silla de ruedas a raíz de sufrir un accidente. Necesita rehabilitación y estos cuidados se los proporciona su nueva fisioterapeuta en el hospital (Bellucci) de la que queda prendado a pesar de tener novia y con la que entablará una relación que va más allá del médico-paciente, surgiendo entre ambos una historia que pretende ser apasionante, gobernada por miradas y sensaciones y desembocando en el mundo del sexo sin compromiso.

MATERNIDAD. Es quizá el capítulo más soporífero, en el que la protagonista es la actriz Barbara Bobulova, que tiene siempre la extraordinaria habilidad de interpretar personajes que detesto. Encarna a una histérica Manuela que junto con su pareja, Franco (un buen Fabio Volo) pretende tener un hijo pero para ello necesita recurrir a la fecundación in vitro. Como en Italia existen problemas legales que rodean esta cuestión, viajan a España (concretamente a Barcelona) para someterse al tratamiento.

MATRIMONIO. Una pareja de homosexuales compuesta por Fosco (Sergio Rubini) y Filippo (Antonio Albanesse) es la encargada de protagonizar un saco de tópicos y términos más que conocidos por todo el mundo, insistiendo a estas alturas en la aceptación de la homosexualidad. Pretenden casarse y como en Italia esto no está permitido, España es de nuevo la protagonista de la cinta, estando en el punto de vista de la pareja para viajar a la misma y poder así llevar a cabo lo que pretenden. Pero para ello deberán superar el obstáculo representado por el padre de Fosco, contrario a este tipo de relaciones. Un capítulo fácil y más que previsible animado por el papel de Albanesse.

(Continúa en SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
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9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un ángel pasó por Brooklyn
Un ángel pasó por Brooklyn (1957)
  • 6,7
    1.108
  • España Ladislao Vajda
  • Peter Ustinov, Pablito Calvo, Aroldo Tieri ...
8
Cóctel de nacionalidades para una historia encantadora
Coproducción italo-española dirigida por un húngaro afincado en España, que cuenta con un reparto español, italiano e inglés y está rodada en el distrito al que hace alusión el título de la película: Brooklyn. Todo un cóctel de nacionalidades para ofrecernos una historia encantadora y divertida, que encuadrada dentro del tópico "haz el bien" sabe narrar con elegancia y estilo el argumento fantástico que nos presenta su trama.

Dos años antes, Ladislao Vajda dejó su huella en España gracias a su obra más reconocida, Marcelino, pan y vino (1955), que contaba con el mismo actor que cobra vital importancia en esta película: Pablito Calvo.

En esta ocasión, la historia nos sitúa en el americano distrito de Brooklyn, concretamente en la zona donde reside un mayor número de italianos y lugar en el que se encuentra la gran comunidad de vecinos de la que es propietario el huraño y miserable abogado Mr. Bossi (Peter Ustinov) y que es el techo de muchas de esas personas que cruzaron el charco en busca de una vida mejor. Pero la pobreza de estas gentes les impide estar al corriente de pagos con el patrón de la finca, que no muestra ninguna intención de conceder prórrogas a los inquilinos para que puedan costearse el alquiler de sus viviendas. La gran antipatía de Bossi choca con una misteriosa anciana con poderes sobrenaturales que le hechiza, convirtiéndolo en un perro y condenándole así hasta que consiga ser querido por alguien.

Después, la trama va desarrollándose de forma animosa y con un ritmo adecuado que consigue que el espectador no se despiste de la historia y guarde interés sobre la misma en todo momento. Además del buen trabajo de Ustinov, al que no veremos demasiado tiempo en sus propias carnes, destaca también un gran Pablito Calvo y la convincente interpretación de Aroldo Tieri en el papel de Bruno, el ayudante del abogado Mr. Bossi y que protagoniza la cara romántica de la película. Pepe Isbert, desde la breve de su papel se encarga de copar algunos de los momentos más graciosos de la cinta, siempre pululando por el patio de la comunidad y haciendo sus pequeños trabajos de pintura.

Una película notable y muy cómoda de ver que nos hará disfrutar durante todo su metraje con una buena historia repleta de buenas interpretaciones, genial ambientación en el mismo corazón de un luminoso Brooklyn y con un trabajo canino de excepción: el perro Calígola, del que se hace mención destacada en los créditos principales de la película.
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35 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Manuale d'amore
Manuale d'amore (2005)
  • 6,2
    12.096
  • Italia Giovanni Veronesi
  • Carlo Verdone, Silvio Muccino, Luciana Littizzetto ...
7
"Ritornerai... lo so ritornerai..."
"En este manual se recorren las arterias más cálidas del amor. El hombre no sabe por qué se enamora, el hombre se transtorna... y punto. A veces se vuelve ridículo, a veces despistado. A veces llega a ser incluso peligroso. Pero, si tenéis la constancia de seguir paso a paso este manual comprenderéis muchas cosas sobre los ciclos del amor. Buena suerte."

Buena comedia presentada de manera muy inteligente desde cuatro capítulos que representan los ciclos más fundamentales del amor. Entre éstos pasajes se encuentra "el flechazo", "la crisis", "la traición" y "el abandono". Procedo a desgranar cada entrega de este manual, comentando sus capítulos de uno en uno.

EL FLECHAZO. Un joven llamado Tommaso (Silvio Muccino) es perseguido por una serie de acontecimientos negativos. En paro, viviendo con un amigo y subsistiendo gracias al dinero que saca de sus padres (separados) ofrece todo un acto de fe al intentar conquistar a Giulia (Jasmine Trinca), una chica aparentemente inalcanzable para él.

LA CRISIS. Una pareja con muchos más años que los anteriores protagonistas viven el angustioso momento de la crisis matrimonial. Barbara (Margherita Buy) y Marco (Sergio Rubini) presentan el aspecto más habitual de este tipo de estado, mostrándose desinteresados el uno del otro pero conocedores de que ellos mismos son lo único que tienen en el mundo.

LA TRAICIÓN. En este capítulo la historia nos sitúa en la piel de una policía municipal, Ornella (Luciana Littizzetto), que a pesar de vivir un momento dulce con su marido, con el que tiene un hijo, se siente tentada por traicionarle con uno de los vecinos del portal en el que reside.

EL ABANDONO. Goffredo (Carlo Verdone) es un médico que ha sido abandonado repentinamente por su esposa. Esto hace que se muestre alterado y de alguna manera desquiciado, teniendo incluso que recurrir al manual de autoayuda que da nombre a la película que reúne todos los capítulos citados hasta este punto. Gracias a las fuerzas encontradas por vía de este método, intentará despegar y lograr olvidar lo que a simple vista se muestra como algo bastante difícil.

(Continúa en SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
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15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brutos, sucios y malos
Brutos, sucios y malos (1976)
  • 7,4
    2.408
  • Italia Ettore Scola
  • Nino Manfredi, Francesco Anniballi, Maria Bosco ...
7
Giacinto: uno contra todos.
Buena y más que interesante comedia bañada en drama que trata el asunto de la pobreza retratándolo desde una familia que más allá de ser simplemente numerosa podría describirse como caótica por la inmensa cantidad de miembros que la componen. Mayores, medianos y pequeños, todos ellos viven bajo el mismo techo acartonado que cubre las miserias de una chabola de un poblado situado en los suburbios de Roma, rodeado por una autopista y unas vías del tren.

Pero algo inquieta a toda esta gente: el dinero que el cabeza de familia, Giacinto (Nino Manfredi) ha recibido del seguro por la pérdida de uno de sus ojos. Lo huraño de este ser le impide compartir su fortuna, un millón de liras, que custodiará día y noche sin descuidar y mostrando la máxima desconfianza hacia toda la familia, que a pesar de lo distanciada que se encuentra de Giacinto por la indiferencia de éste sobre ella, conservará sobre su figura el respeto infundado por el miedo que impone el avaro protagonista, que por la noche duerme acompañado de su rifle.

Esta cinta puso sobre la mesa en su momento un tema que aún hoy no nos es para nada desconocido, pues los poblados chabolistas y las condiciones en las que viven aquellos que los habitan siguen siendo igual de deplorables que entonces en muchas partes del mundo. La película consigue entretener de forma agridulce e incluso hacer reír con algunas de sus escenas sin abandonar en ningún momento el triste realismo que envuelve lo que expone. Es una mezcla muy inteligente de un jugoso humor negro y una historia dramática presentada como una comedia a través del sinfín de personajes peculiares que componen esta historia.
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26 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
La misión
La misión (1986)
  • 7,6
    56.407
  • Reino Unido Roland Joffé
  • Robert De Niro, Jeremy Irons, Ray McAnally ...
8
"Así pues, vuestra Santidad, vuestros sacerdotes están muertos...
...y yo sigo vivo. Pero en verdad soy yo quien ha muerto, y ellos son los que viven. Porque como ocurre siempre, los espíritus de los muertos sobreviven en la memoria de los vivos".

La misión es la pieza que falta para conformar una de las trilogías más bellas y expresivas de todos los tiempos cinematográficos. No tiene más parentesco con El último mohicano y Braveheart que el de la belleza, acompañada por una buena y memorable historia que impacta y gusta por todos sus costados y que está dignificada por lo sensacional de las interpretaciones de su reparto.

Roland Joffé nos acerca a aquella jungla tropical que gobierna las preciosas cataratas de Iguazú, lugar en el que una misión jesuita pretende cristianizar a la población que libremente vive allí y que bajo ningún concepto estará dispuesta a renunciar a esa libertad que les pertenece pero que los colonizadores pretendían arrebatarles. Precisamente hacen esto después de que uno de sus compañeros de la orden fuese asesinado por los indios guaraníes. Españoles y portugueses acechaban los terrenos como si fuesen simples monedas de cambio y las gentes que allí residían, vulgares animales, tales y como son descritos en un pasaje de la película por uno de sus protagonistas.

Un sorprendente y genial Jeremy Irons encarna al padre Gabriel un jesuíta que sólo puede defenderse ante el peligro con el poder de la palabra y una flauta que produce el sonido celestial que compuso magistralmente Ennio Morricone, una música que domina la agradable atmósfera que rodea toda la película. En el lado opuesto de tan bondadoso y fuerte (no por lo físico, sino por lo mental) jesuíta, se encuentra Rodrigo Mendoza (un gran Robert De Niro), un mercenario que trafica con exclavos que no dudará demasiado en unirse a La misión para redimirse de todo el daño que ha causado, especialmente después de suceder un hecho trágico que le marcará para siempre.

Esta es una historia de superación y de fe, que demuestra con elegancia cómo cada uno tenemos que luchar por lo que es nuestro sin ceder un ápice si la justicia verdadera lo avala. Una poesía empañada quizá por un metraje que resulta excesivo innecesariamente, con algún silencio sobrado de minutos y una historia a veces un poco tediosa. Pero todo ello es perdonable gracias a la calidad interpretativa de todo su reparto, enmarcado por soberbia, brillante, alucinante y agradable fotografía de Chris Menges que merecidamente le valió para ganar un Oscar por esta categoría.
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27 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
La fórmula
La fórmula (1980)
  • 5,8
    765
  • Estados Unidos John G. Avildsen
  • George C. Scott, Marthe Keller, Marlon Brando ...
6
Una maraña muy interesante con saturación de datos
Para muchos, el mayor aliciente de esta película reside más allá de su novedoso argumento. Los dos primeros actores que rechazaron un Oscar coinciden sobre un tablero que se presenta cual complicada partida de ajedrez, siendo la trama de la cinta una maraña difícil de resolver ya no sólo para los protagonistas de la película sino también para los propios espectadores.

Empieza en el pasado, concretamente mostrándonos un escenario que refleja el fin del famoso conflicto de la Segunda Guerra Mundial. Un general alemán que conduce a bordo de un camión que porta documentos clasificados como altamente secretos es detenido por un convoy norteamericano. Después, la trama nos lleva hasta los años 80, donde se lleva a cabo el misterioso asesinato de Neely, un amigo del teniente de policía Barney Caine (George C. Scott) que se hará cargo de la investigación. Al principio, todo parece un asunto de drogas, pero después de comprender las pistas encontradas y guiándose Caine por su propio instinto, el curso de la investigación gira hacia otra dirección que le llevará, incluso, fuera de las fronteras norteamericanas. Antes de esto, se entrevistará con Adam Steiffel (Marlon Brando), un magnate del petróleo que se ve involucrado de alguna forma en el asesinato de Neely.

La película se presenta como un producto bastante interesante y novedoso, que huye de los convencionales thrillers policíacos para mostrarnos un "conflicto de despachos", carente de acción (no la necesita) y lleno de misterio. El entramado que el director John G. Avildsen creó no se supo aplicar correctamente, pues existe un exceso de nombres, conversaciones y datos que se suceden casi sin parar y algunas cosas pueden resultar de difícil comprensión para el espectador, al menos para el autor de este artículo, que quizá tiene menos luces que otra mucha gente que de comprender a la primera todo lo que esta película presenta, disfrutará seguro y mucho con esta obra.

Por último destacar la interpretación de George C. Scott (Patton, Fuga sin fin, El día del delfín) , que se mantiene con una gran corrección durante toda la película y decir que es una auténtica pena que no se le diesen más minutos a Marlon Brando (El Padrino, Apocalypse Now), que se presenta con unas fachas que le hacen ser difícilmente reconocible y del que no se puede valorar demasiado debido precisamente al poco tiempo que aparece en la pantalla.
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17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
La batalla de Hadiza
La batalla de Hadiza (2007)
  • 6,2
    2.139
  • Reino Unido Nick Broomfield
  • Elliot Ruiz, Yasmine Hanani, Andrew McLaren ...
2
Ni estremece, ni aclara.
La intención del director Nick Broomfield es ofrecernos un documento claro y sobrecogedor sobre el dramático y chapucero hecho que se vivió en Hadiza allá por el año 2005. Entonces, un grupo de soldados americanos, bajo el descontrol de sus mandos, se vengaba de la muerte de uno de sus compañeros, que murió asesinado por los insurgentes mediante una bomba que hizo explosión al paso de un convoy norteamericano.

Al parecer y según cuenta la película, que se basa en algunas grabaciones y reportajes de televisión, (sosteniendo todo esto en algo oficial como es la investigación que los EEUU pusieron en marcha después, destituyendo a los mandos encargados de la misión) cuando el vehículo militar salta por los aires dejando consigo un marine muerto y otros dos heridos, el resto de soldados cargaron sus armas, conquistaron los alrededores y asesinaron sin piedad a hombres, mujeres y niños que nada tenían que ver con la insurgencia.

Oficialmente, todo se presenta opaco respecto a esta cuestión, pero esta película, lejos de aclararme las cosas o como poco sobrecogerme, simplemente me entretiene, pareciéndome un documental barato que se apoya en apenas unos pocos datos para ofrecernos unas interpretaciones pobres, incapaces de transmitir un mínimo de emoción. Sólo Elliot Ruiz se salva raspado de la quema en esta película que se permite el lujo de dedicar medio minuto para llorarle a un soldado americano muerto pero que llena su metraje de jugosas y nutridas escenas de humanización al insurgente que puso la bomba en la carretera.

Nos lo venden como un tipo genial y lleno de amor, del que quizá podamos ver un amago de arrepentimiento y al que sólo faltó añadir una voz en off diciendo "pobrecito, el no tenía la culpa". A su vez, el ejército americano es pintado como una panda de chavalotes que se van de juerga en sus coches, sacando el culo por la ventanilla y escuchando música a toda pastilla. Unos auténticos demonios sedientos de asesinar, sin mostrar miedo en ningún momento. El resto de estas caracterizaciones corresponde a los tópicos que se les han aplicado en otras películas bélicas.

Que el macabro hecho de la masacre es real, es posible. Que luego haya pasado de ser investigado por una revista y luego se haya hecho un documental descafeinado para después convertirse todo en un reportaje de media página en algún periódico y más tarde, ya con los datos oficiales en mano, Nick Broomfield haya exprimido todo esto y la gota que consigue es el distorsionado resultado de la película, pues también es posible. Que la cinta tiene fines políticos, insertando a George W. Bush entre sus fotogramas a la par que dice "la culpabilidad debe recaer sobre el comandante en jefe" (que es Bush), no es que sea posible, es que es cierto.

(Continúa en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento)
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23 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Disturbia
Disturbia (2007)
  • 5,8
    15.795
  • Estados Unidos D.J. Caruso
  • Shia LaBeouf, Sarah Roemer, Carrie-Anne Moss ...
7
Buen remake 'no autorizado'
Si alguna vez me preguntan sobre cuales son mis películas favoritas, sin dudarlo incluiría en mi respuesta La ventana indiscreta, del año 1954, dirigida por el gran Alfred Hitchcock. Lo excelente de aquella historia, rodada desde apenas unos metros de habitación y con las vistas hacia un peculiar vecindario envuelto de misterio, gustó mucho a propios y extraños a pesar de no haber obtenido ningún premio destacado. Pero bueno, este era el absurdo régimen en el que mantenían a las películas del maestro, que no paraba de hacer obras maestras para después no obtener más reconocimiento -que no es poco y es el más importante- que el del público. Oscar, Bafta y compañía preferían mantenerse al margen de la excelencia.

En el año 1998, llegó el director de cine para la televisión Jeff Bleckner, con su remake La ventana de enfrente, que obtuvo una pésima acogida pero que en el fondo, es perdonable, pues era una película para la televisión, sin más ánimo que el de entretener a la hora de la comida y sin pretender emular ni de lejos, a Hitchcock. Unos cuantos años más tarde, en 2007, llega Disturbia, de la mano del director D. J. Caruso (Apostando al límite, 2005) sin la palabra remake visible en ninguna parte, ni una pobre alusión a Cornell Woolrich, el autor de tan perfecta historia. Se vende como un producto original y por ello, podríamos pensar, sin verla, que su parecido con La ventana indiscreta sólo puede residir en las intenciones.

Pero nada más lejos de la realidad. Disturbia cuenta con muchas escenas que han sido arrancadas sin permiso de las garras de Hitchcock y se ha pretendido hacer una película para adolescentes con la grandeza usurpada a un maestro. Pero a su vez, esta copia, este robo, ha sabido utilizarse correctamente, ofreciendo un producto más que entretenido al que nos tocará a nosotros catalogar como homenaje al Hitchcock al que niegan hueco en esta cinta que cuenta con el mismo argumento que la original.

(Continúa en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento, por falta de espacio)
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14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
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