arrow
Críticas ordenadas por:
Berlín Blues
Berlín Blues (1988)
  • 4,4
    109
  • España Ricardo Franco
  • Julia Migenes, Keith Baxter, José Coronado ...
5
Lola en Berlín
Una cantante de rock, que actúa en un local de moda de Berlín, se encuentra dividida entre dos amantes: un maduro compositor, entregado a su trabajo, y su joven pianista, discípulo del anterior. Ricardo Franco, sobrino de tío Jess, despertó todo tipo de esperanzas con su segundo largo, Pascual Duarte, según la novela de Cela, un durísimo alegato contra la pena de muerte, rodado tras la desaparición del general Franco. Película áspera y estremecedora, contaba con la superlativa interpretación del entonces desconocido José Luis Gómez. Estuvo nominada para la Palma de Oro, pero no hubo suerte. Luego llegó Los restos del naufragio, hermosa pero fallida. Berlin Blues está rodada justo antes de la caída del Muro, lo cual suma valor testimonial., pero es poquita cosa. Lola, mujer de rompe y rasga, hace equilibrios entre sus dos hombres mientras canta algunos (mediocres) temas de Lalo Schifrin, autor de la banda sonora, y pasea sus escotes y su boca depredadora entre escenas carentes de enjundia y paisajes invernales. De no ser por Julia Migenes (cantante de ópera en la vida real), que defiende el papel como una tigresa, toda curvas, dientes y melena rizada, la película no levantaría el vuelo. No se trata de El ángel azul, desde luego, sino de un tibio homenaje que no llega a ningún sitio. Keith Baxter está como si pasara por allí, y Javier Gurruchaga hace de sí mismo, para variar. También vemos al afamado Jesús López Cobos, avispado productor de churros musicales, y a Josep Maria Pou. Y, por supuesto, a un lozano y guapísimo José Coronado, que está para comérselo y hace ver que toca el piano eléctrico. Lo mejor: Julia Migenes, pedazo de mujer. Lástima que no se prodigara más en el cine. Las fotos que he visto de ella en la Carmen de Francesco Rosi me han puesto en pie. Una rareza para curiosis.
[Leer más +]
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los muertos no mueren
Los muertos no mueren (2019)
  • 4,8
    9.257
  • Estados Unidos Jim Jarmusch
  • Bill Murray, Adam Driver, Tilda Swinton ...
4
Los héroes están cansados
Me cae bien Jim Jarmusch. Los francotiradores de la realización cinematográfica dan vidilla al asunto. Pero nuestro hombre se está haciendo mayor, y Los muertos no mueren le muestran visiblemente anquilosado. Lejanos quedan aquellos días de su dupla magistral, Dead Man y Ghost Dog, que significaron una vuelta de tuerca más en dos géneros tan emblemáticos como el western y el thriller con aroma a samurai. La primera, además, supuso el mejor canto del cisne con el que podía soñar un actor tan enorme como Robert Mitchum. Luego ya fue renqueando Jarmush, acertando a veces, como con la entrañable Sólo los amantes sobreviven, y chapoteando en otras, como en la inenarrable Los límites del control, que le perdono por el culo de Paz de la Huerta, uno de esos culos magistrales, preternaturales, merecedores de besos, caricias y visitas múltiples, un culo como una catedral, vamos. Y ahora, rodeado de viejos amigos como Bill Murray, Iggy Pop o Tom Waits, el cineasta de Ohio se empeña en hacer su película de zombis, con resultados harto insuficientes. De hecho, ni los chistes tienen gracia (salvo ese guiño a Tilda Swinton y su presunta filiación extraterrestre). Ni el diálogo final entre Murray y Driver acerca del guión despertó en mí otra cosa que una mueca de desgana. Sí, hay homenajes a porrillo, una supuesta intencionalidad política muy deslavazada, y toques sardónicos muy propios de Jarmusch, pero poco más que reseñar. Sale Chloë Sevigny, de quien siempre recordaremos su esforzada felación en vivo y en directo en la nefasta The Brown Bunny, Danny Glover, muy viejecito, y dos estrellas latinas como Rosie Perez y Selena Gomez. Todo muy visto y trillado. Esperamos que Jim vuelva por sus fueros sin hacernos esperar mucho.
[Leer más +]
Sé el primero en valorar esta crítica
1917
1917 (2019)
  • 7,7
    51.145
  • Reino Unido Sam Mendes
  • George MacKay, Dean-Charles Chapman, Mark Strong ...
7
Salvar al teniente Blake
1917, o cómo trasladarse desde el punto A al punto B sin perder la vida en el intento. A estas alturas, todo el mundo sabe que 1917 ha sido el muro de contención de Joker en los grandes premios (demasiado subversiva la segunda para llevarse los máximos galardones), y que está rodada en un presunto plano secuencia único (falso). La premisa de Sam Mendes es ejemplar: con la cámara pegada a los dos personajes sin la menor transición, vamos a sentir la guerra, la vamos a vivir en nuestra propia piel, vamos a oler el sudor, el miedo y la mierda. Técnicamente, la propuesta es irreprochable. La cámara del gran Roger Deakins nos pasea por un paisaje de pesadilla, sembrado de cadáveres, tristeza y desolación. Artificial, se me antojó en algunos momentos, pero efectiva, sin la menor duda. A estas alturas, no nos vamos a engañar: como propuesta antibelicista, Stanley Kubrick lo hizo mucho mejor con Senderos de gloria, que en 88 económicos minutos dice todo cuanto hay que decir sobre la institución castrense y sus perversas intenciones. La frase que dirige el coronel Mackenzie (Benedict Cumberbatch, un minuto en pantalla) al cabo Schofield es demoledora, por cuanto explicita que, en campaña, lo que se aprueba hoy se desautoriza al momento siguiente. Además de Cumberbatch, comparecen durante breves instantes Colin Firth y mi malo favorito actual, Mark Strong. La música de Thomas Newman, enfrentado a su primo Randy en los Oscar de este año, es adecuadamente minimalista y funeraria. Acompaña a las imágenes con majestuosidad y ayuda a elevar tu tensión arterial. ¿Por qué no le subo la nota? Porque es un ejercicio de estilo calculado al milímetro y carece de alma. Puestos a comparar, los primeros veinte minutos de Salvar al soldado Ryan eran tan estremecedores que no valía la pena añadir nada más. Y, finalmente, los grandes hitos del cine belicista de mi generación, El día más largo, Los cañones de Navarone, La gran evasión, Doce del patíbulo, están por encima del bien y del mal. Los reviso cada tanto, cosa que no pienso hacer con 1917. Pues eso.
[Leer más +]
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mientras dure la guerra
Mientras dure la guerra (2019)
  • 6,8
    26.865
  • España Alejandro Amenábar
  • Karra Elejalde, Eduard Fernández, Santi Prego ...
6
El fin del principio
La maquinaria publicitaria de esta película ha sido implacable, un bombardeo masivo mediático que deja sin respiro, como diciendo, tonto el que no la vea. Y tras su visionado, la reflexión. Hay dos historias en la narración que, poco a poco, van ensamblando, a través de una serie de set pieces cerradas que podrían subsistir por sí solas. De entrada, las contradicciones de un intelectual en un momento decisivo de su vida y la vida del país en que vive, desgarrado por el levantamiento fascista encabezado por el general Franco. Y a renglón seguido, o mejor dicho, en paralelo, la trama que se puso en funcionamiento para lograr que el diminuto militar accediera al cargo de jefe del Estado, "mientras dure la guerra", un truco barato urdido por el zorro Nicolás, hermano del futuro dictador, y respaldado por un psicópata sediento de sangre llamado Millán Astray. La figura de Unamuno aparece difusa y no demasiado bien bosquejada. En ocasiones, parece un viejo necio incapaz de reconocer que se ha equivocado. En otras, un fantoche pagado de sí mismo. El cine de Amenábar es siempre lento y perseverante en su desarrollo, más cerebral que visceral. No insufla el menor sentimiento en el espectador, salvo el de estar viendo un espectáculo muy correcto, de caligrafía primorosa, pero falto de alma. La escena cumbre, ya sabéis, la de "venceréis pero no convenceréis", es fría como un témpano, no emociona, te deja estático. Tal vez el realizador, en su afán por no ser acusado de maniqueo, tascó el freno para no enfervorizar a las masas, aunque sabemos perfectamente de qué lado están sus simpatías. El tratamiento del golpe militar, por su parte, se escurre también por meandros sinuosos: sabemos que suceden cosas, cosas horribles, pero ocurren fuera de cámara, o se argumenta su existencia con explicaciones fruto de una mente perversa. El único momento realmente escalofriante de la cinta es cuando Franco explica a Unamuno que sus ejecuciones sumarias, o sea, sus asesinatos, facilitan el tránsito al cielo a los rojos ateos. No es ajeno a ese frío que se enrosca por nuestra columna la perfecta encarnación que hace Santi Prego del dictador. Pese a estas reservas, la película se apuntala en la monumental interpretación de Karra Elejalde que, más que encarnar a Unamuno, lo reinterpreta, en todas sus contradicciones y golpes de genio. Mención obligada al Millán Astray de Eduard Fernández, un actor al que da gusto ver haga lo que haga. Mientras dure la guerra no es la película definitiva sobre la Guerra (In)Civil, ni de lejos, pero tampoco hará daño verla.
[Leer más +]
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dobles vidas
Dobles vidas (2018)
  • 5,9
    1.786
  • Francia Olivier Assayas
  • Juliette Binoche, Guillaume Canet, Olivia Ross ...
5
Digital o analógico
Pocos autores actuales están tan monstruosamente sobrevalorados como Olivier Assayas. Sus películas son morosas, cuando no aburridas, y en ocasiones tiene la desfachatez de intentar imitar el estilo de su adorado Eric Rohmer, cuando no el de Woody Allen. La historia gira alrededor de dos parejas, un editor (Canet) y una actriz (Binoche), y un escritor (Macaigne) y una consultora política (Hamzawi). El editor se la pega a la actriz con una colaboradora, y la actriz se la pega al editor con el escritor, de una forma absolutamente desenfadada y muy francesa. Uno de los temas fundamentales de la película es analógico vs. digital en el mundo editorial, y en el mundo en general. De la misma forma que la infidelidad, que yo prefiero llamar libre elección, tal vez sea una forma de prolongar la pareja en el tiempo, es posible que la llegada del ebook pueda prolongar en el tiempo el libro, la literatura. Hay ocasionales destellos de ingeniosidad en los diálogos, y en otros momentos suena todo a archisabido, de tantas películas francesas que hemos visto. Por supuesto, el cuadro actoral es inmejorable, y quiero destacar una vez más a la Binoche, que hasta se atreve a mostrar sus encantos, aunque sea durante unos pocos segundos y en penumbra. Puestos a elegir, me quedo con Rohmer, aunque a veces también apelaba a mi paciencia y, por supuesto, con Woody Allen. Recomendable para adictos al cine galo, seguidores de las fórmulas del "arte y ensayo", y acérrimos de la verborragia. Atención a Christa Theret, quien se desnudaba gozosamente en Renoir.
[Leer más +]
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dilili en París
Dilili en París (2018)
  • 6,4
    416
  • Francia Michel Ocelot
  • Animación
9
Belle Époque
Decía hace poco, en relación con la meritoria Buñuel en el laberinto de las tortugas, merecido Goya de Animación, que no soy especialmente adicto a ese tipo de cine, pero me lo tendré que hacer mirar. Dilili en París es una gozada. Una pequeña canaca llega al París de la Belle Époque, donde se están produciendo misteriosos secuestros de niñas, recibe la protección de un repartidor y conoce a un montón de personajes del momento, escritores, pintores, científicos y otros. Michel Ocelot lleva en esto de la animación 45 años, y yo sin enterarme. La historia constituye una fábula feminista evidente, pero se abstiene del molesto mensaje de que todos los hombres son unos borricos, o peor. De hecho, ahora que se habla tanto de cómo detener la plaga de la violencia de género, esta película debería proyectarse obligatoriamente en todos los centros educativos para los más pequeños, con el fin de inculcarles valores de igualdad y respeto. Eso que Vox no quiere, en suma. Si la historia es deliciosa, la técnica utilizada por Ocelot de mezclar imágenes reales manipuladas con los dibujos es excelente, y la cinta contiene escenas memorables enmarcadas en ese París al que algunos tanto amamos. Por supuesto, ha de degustarse en en su VOS para disfrutar todavía más de su irresistible charme. Tanto me gustó, que al día siguiente corrí raudo a comprar el BluRay en mi Fnac habitual. Creo que la revisaré pronto. A ver si os animáis.
[Leer más +]
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El faro
El faro (2019)
  • 6,6
    23.495
  • Estados Unidos Robert Eggers
  • Willem Dafoe, Robert Pattinson
6
El faro del fin del mundo
Dos películas de fareros en tres días puede perjudicar a cualquiera. En Keepers teníamos tres, aquí sólo hay dos. He leído críticas grandilocuentes de esta cinta, y qué queréis que os diga, mucho ruido y pocas nueces. Robert Eggers, autor de La bruja, otra peli que ni fu ni fa, rueda en un esplendoroso B&N de mucha qualité, y en pantalla casi cuadrada, cosas que hoy no se atreve a hacer casi nadie. Ah, pero Eggers es un autor, como afirma una cantidad sorprendente de críticos, y puede hacer lo que se le antoje. Un farero veterano (Willem Dafoe, en estado de histrionismo agudo) se lleva a un bisoño (Robert Pattinson, desesperado por intentar borrar de su filmografía la saga de los vampiritos y ser considerado un ACTOR con mayúsculas) a un faro situado en el culo del mundo, donde sólo hay nubes, neblinas, mar y el furor desatado de los elementos. Entre los delirios alcohólicos de uno y la fijación onanista del otro, asistiremos a un recital de pedos, chillidos, broncas, alucinaciones, reales o verdaderas tanto da, enfrentamientos generacionales y unas borracheras que les llevan a un segundo de pasar a la acción (sexual). Lo malo de El faro, como pasaba con Keepers, es que resulta muy aburrida y acabas rezando para que se acabe la tortura. Hay que ser un genio, como Joseph L. Mankiewicz, para rodar una película con dos actores y lograr que la gente babee ante las imágenes que desfilan ante sus ojos. No creo que Eggers lo sea, ni tampoco que Dafoe & Pattinson estén a la altura de Olivier & Caine. Los tiempos cambian, qué le vamos a hacer. Eso sí, constaté que en la sala había mas público del habitual, pero el silencio de muerte que se hizo cuando la cinta llegó a su fin no augura un gran taquillazo. Arte y ensayo e un faro de Nueva Inglaterra.
[Leer más +]
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La gran aventura de Tarzán
La gran aventura de Tarzán (1959)
  • 4,8
    231
  • Estados Unidos John Guillermin
  • Gordon Scott, Anthony Quayle, Sara Shane ...
4
Tarzán y los diamantes
Por motivos ignotos, Tarzán nunca ha sido uno de mis personajes de ficción favoritos. Mi podio se configura con El Hombre Enmascarado, El Príncipe Valiente y Batman (sí, ya lo sé, hay dos enmascarados y un tipo con pinta de travestí, que los psicoanalistas extraigan sus conclusiones). Entonces, alguien se preguntará, ¿y por qué la viste, merluzo? Pues porque sale Sean Connery pre Bond, sólo por eso. El argumento es lo de menos. Gordon Scott, un tipazo de cuerpo 10 y expresividad 0, se despierta de dormir con Chita (yo no insinúo nada), y se entera de que unos malvados ladrones de diamantes andan por el río con aviesas intenciones, o sea, huir y vender la mercancía. En su persecución, se topa con una preciosa muñeca llamada Angie, un pibón de nombre verdadero Sara Shane, cuya carrera finalizó casi de inmediato. Escribió un libro de ficción y otro de autoayuda, por llamarlo de alguna manera, y hoy vive feliz y sanamente en Australia, a menos que los incendios le hayan pasado factura. Los villanos obedecen las órdenes del malvado psicótico Slade (Anthony Quayle, siempre una garantía de entrega a la causa), que cuenta con el tontaina de O'Bannion, un Sean Connery ya con peluco, pero de irresistible atractivo, dos majaretas más, y su amante, Toni, una Scilla Gabel que se pasa la película tomando el sol con poca ropa, un alivio para el espectador, otro pibón con cara de tragasables y suculentas curvas que participó en un puñado de películas infames y acabó de ama de casa como esposa de un tal Piero Schivazappa, tal cual, realizador y guionista de escasa fortuna. Hay stockshots por un tubo, mal integrados en la película real, y la sosería de Gordon Scott acaba por estomagar. John Guillermin era un director correcto en películas de bajo presupuesto y ambiciones limitadas (Yo fui el doble de Montgomery, El robo al banco de Inglaterra), pero nefasto cuando tomaba las riendas de blockbusters como El coloso en llamas o el inenarrable remake de King Kong, por no hablar de King Kong 2, algo para lo cual no existe medicamento. La gran aventura de Tarzán aburre serenamente, y sólo te despiertas cuando la Gabel sube a cubierta y se baja el vestido. Por tanto, escaso bagaje para tanta travesía.
[Leer más +]
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gimlet
Gimlet (1995)
  • 4,5
    266
  • España José Luis Acosta
  • Ángela Molina, Viggo Mortensen, Abel Folk ...
4
Te amaré hasta que te mate
Elegí ver Gimlet por diversos motivos. El menor de ellos no es que frecuentara la coctelería homónima durante una época, acompañado de una hermosa mujer de hermosas piernas que, casualmente, vivía muy cerca del local. En él solíamos iniciar nuestras veladas, hasta que nos urgían otros apremios... Pero ésa es otra historia.
También me picaba la curiosidad que estuviera desaparecida en combate durante muchos años. No recuerdo que hubiera sido programada antes en la TV. Eso sólo podía significar tres cosas: película de culto, película maldita, o bodrio. Pues bien: Gimlet es, nada más y nada menos, que un pestiño. Dirigida y escrita por el debutante José Luis Acosta, que por fortuna sólo dirigió una cinta más, No dejaré que no me quieras (lo digo por avisar), ahora se dedica a escribir guiones para series. Así está bien. Gimlet nos cuenta la historia de la propietaria de un cocktail bar (despistada pero sensual Ángela Molina), sito en Barcelona, que llama la atención de un acosador, loquito por sus carnes. Como primer detalle, le hace llegar el corazoncito del camarero al que se tiraba entre cóctel y cóctel, lo cual motiva la intervención de la policía, un comisario que lleva los ojos tapados debido a un tratamiento ocular, y su ayudante, un Pep Cruz que vocaliza como una avestruz. Esto se ve en los primeros minutos de metraje, no ha lugar a spoiler. El guión es de traca, parece escrito en la citada coctelería entre ingestas masivas de pócimas alcohólicas. La música es mala a rabiar, y el operador Jesús Escosa no es nada del otro mundo. Las interpretaciones tirando a birriosas, incluyendo a un Viggo Mortensen de carcajada, diez años antes de empuñar la espada del capitán Alatriste y quedarse con el hilo de Ariadna y todo lo demás. Rodada en Barcelona, no recuerda en nada al viejo y querido cine negro que tozudos artesanos confeccionaban en los años 50 y 60 pese a la feroz injerencia de Madame Censura. Es una obra impersonal y falta de carisma, falta de alma, todo es impostado y, en ocasiones, grotesco. Prometo tomar un gimlet cuando merodee por las cercanías de la calle Santaló, aunque esta vez sin la compañía de la hermosa mujer de hermosas piernas. Ay, la vida...
[Leer más +]
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Keepers, el misterio del faro
Keepers, el misterio del faro (2018)
  • 5,4
    3.968
  • Reino Unido Kristoffer Nyholm
  • Gerard Butler, Peter Mullan, Connor Swindells ...
5
Tres fareros tiene el faro
"Basada en hechos reales". Esta frase siempre me da mal rollo. Tres hombres se ocupan de un faro allí donde el mar se pierde entre la bruma. Dos veteranos y un jovencito. El mayor de todos oculta un horror en su pasado, el segundo tiene a alguien que le espera, al tercero le aguarda toda una vida por delante. La aparición de un náufrago, provisto de un misterioso cargamento, romperá la rutina... y todo lo demás. Lamento informaros de que Keepers es indeciblemente aburrida, con la anécdota alargada como un chicle hasta alcanzar 107 soporíferos minutos. Si se pretendía crear eso que antes se llamaba suspense, mala suerte. Intuimos, sabemos, lo que se avecina. El director, bregado en la inolvidable serie Forbrydelsen/The Killing, es implacable y pretende dejarnos apabullados, cuando no boquiabiertos. Pero aquella tensión de Forbrydelsen da lugar a un ensimismamiento que no logra superar la buena interpretación de los actores (hasta Gerard Butler está bien). La cosa parece animarse cuando llegan los "malos", pero ni por ésas. Reconocemos a Soren Malling, también de Forbrydelsen, con nostalgia de aquel relato tan bien escrito y realizado. Yo, de vosotros, me reservaría para El faro, me inspira más confianza.
[Leer más +]
Sé el primero en valorar esta crítica
Wind River
Wind River (2017)
  • 7,0
    22.294
  • Estados Unidos Taylor Sheridan
  • Jeremy Renner, Elizabeth Olsen, Julia Jones ...
7
Al borde de la civilización
Wind River es una película rara, por lo cual ya llamó mi atención. Está escrita y dirigida por Taylor Sheridan, guionista de Comanchería y los dos Sicarios, buena señal. Antes de este largo sólo se había encargado de la realización de otro, Vile, una cinta de terror lindando en el gore que lamento no haber visto.. Wiind River transcurre en el culo del mundo, una reserva india ahogada por la nieve cuyos habitantes no viven, sobreviven. Otro western crepuscular, si queréis. El protagonista es un veterano cazador (excelente Jeremy Renner), con un pasado doloroso, que se ve obligado a ayudar a una agente del FBI, la típica novata a quien le toca lidiar con lo más cutre. Una muchacha ha sido encontrada muerta en la nieve por congelación; previamente había sido violada. La investigación en curso sacará a la luz el salvajismo de unas tierras en las que priva lo inmediato, el día a día, y en que el alcohol y la soledad pueden desencadenar las mayores tragedias. El ritmo pausado de la narración tal vez no convencerá a los jovencitos histéricos acostumbrados al cine de pimpampum; es una obra para adultos y cinéfilos bregados en estas lides. Vamos descubriendo a los principales personajes poco a poco, adentrándonos en su psique herida y sus horrores ocultos. El inmenso paisaje nevado contribuye a aislarlos, a dotarles de especificidad, a delatar sus debilidades y noblezas. El hombre no es más que un animal erguido en el blanco erial, provisto de armas peligrosas, letales. Cualquier cosa puede suceder en una reserva india, las leyes estadounidenses, las leyes de los vencedores, de los genocidas, permiten a los asesinos campar a sus anchas, cosa que sabe muy bien el cazador. Una enorme desolación invade la pantalla, los majestuosos movimientos de cámara, la lastimera banda sonora de Nick Cave y Warren Ellis. Wind River se vio en el festival de Sitges de 2017, y su acogida comercial fue discreta, por no decir nula. Es lo que pasa con las películas raras, que no se apegan a los cánones, como la maravillosa Hostiles, ese western al que Ford habría dado su aprobación y casi nadie ha visto. Gracias a la 1 por emitir esta pequeña joya sepultada bajo los escombros de superhéroes, secuelas, precuelas y spin-offs.
[Leer más +]
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un hombre fiel
Un hombre fiel (2018)
  • 5,8
    1.932
  • Francia Louis Garrel
  • Louis Garrel, Laetitia Casta, Lily-Rose Depp ...
4
Hombre en perpetuo abandono
Louis Garrel, tercera generación de una familia entregada al cine: Maurice, el abuelo, actor en más de un centenar de títulos; Philippe, el padre, actor y realizador; y el propio Louis, que combina la interpretación con la dirección. A juzgar por éste su segundo largo, vemos que la sombra de la Nouvelle Vague es alargada, y la de Truffaut no digamos, pero en mi humilde opinión Louis aún no está maduro para afrontar determinados retos. La historia es bastante, cómo diría yo, inverosímil. Abel vive en casa de su amante, Marianne (comestible Laetitia Casta, esposa de Garrel), y un día ésta le comunica que está embarazada, pero no de él, sino de su mejor amigo, Paul, y que ya puede hacer las maletas y largarse. Pasan los años, Paul muere mientras duerme, y Abel vuenve a la vida de Marianne, al tiempo que en la suya irrumpe la hermana menor de Paul, Éve (una prometedora Lily-Rose Depp, imposible no reconocer a su padre en sus rasgos), locamente enamorada de él. La jovencita confiesa a Marianne su secreto, y Mariannje invita a Abel a instalarse en casa de Éve, a ver qué pasa. ¿Qué pasa? Pues lo que estáis imaginando. Aunque Abel es sólo un poco menos imbécil que Antoine Doinel, enseguida vemos los parentescos con el alter ego de Truffaut. Pero las situaciones son risibles, los diálogos de pitorreo, y el tono general apunta a esperar con ansia que terminen los 75 misericordiosos minutos de proyección y podamos sacudirnos tanta tontería de encima. Mi amor por el cine galo puesto a prueba.
[Leer más +]
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El oficial y el espía
El oficial y el espía (2019)
  • 6,9
    8.347
  • Francia Roman Polanski
  • Jean Dujardin, Louis Garrel, Emmanuelle Seigner ...
8
Traición a la patria
Eso sí era antisemitismo, y no lo que van ladrando los fascistas israelíes cuando ejerces boicot contra sus productos por la política de apartheid, cuando no de genocidio, que llevan a cabo sobre la población de Gaza. La historia es archiconocida, de modo que no la voy a repetir aquí. Se trata de otra lección magistral de cine que imparte el cineasta polaco, una obra de hechura clásica (apenas unos flashbacks explicativos), serena, majestuosa, consciente de ser uno de los últimos de su raza. Adopta la forma de un thriller, apasionante y absorbente, la investigación a la que se ve abocado el coronel Picquart con el fin de averiguar la verdad sobre el consejo de guerra que degradó al capitán Dreyfuss y lo condenó a la isla del Diablo. Picquart no era nada simpatizante de los judíos, pero su adhesión a la justicia le condujo a arriesgar su carrera, su honor, e incluso su vida, antes que permitir al ejército francés encarcelar a un hombre inocente. Y si bien, como ya he dicho, conocemos el desenlace, es apasionante la forma en que el guión de Robert Harris, autor de la novela, y el propio Polanski nos narra paso a paso lo sucedido, saltando con hábiles elipsis el paso de los años. Con un colosal Jean Dujardin al frente, asistimos al movimiento conspiratorio de gente a quien el uniforme le concede licencia para matar, engañar, cometer perjurio y deshacerse de aquellos que les molestan o se atreven a combatir su impunidad. Polanski no trata en ningún momento de tocarnos la fibra sentimental, sino que repercute directamente en nuestro cerebro para hacernos entender acontecimientos que pueden suceder en cualquier país, en cualquier época, en cualquier estamento. Ejemplo de vergonzoso antisemitismo (no confundir con antisionismo), el caso Dreyfus conmocionó la Francia de la época, dividida entre los que aplaudieron el panfleto de Émile Zola, "Yo acuso", y los que dieron rienda suelta a sus bajos instintos racistas, chovinistas y supremacistas, al estilo del señor Torra o el señor Ortega Smith, tan teóricamente alejados pero tan cercanos. No sé si Polanski eligió a Dreyfus para hablar de la persecución a la que se ve sometido desde tiempo inmemorial, y en realidad me da igual. Lo que aprecio en lo más hondo es el amor al cine que demuestra este tenaz hombrecillo de 86 años que, como Clint Eastwood, morirá con las botas puestas. Lo demás es historia. Consignar la aparición de Louis Garrel, Vincent Perez, el siempre excelente Mathieu Amalric y, por descontado, la serena belleza de Emmanuelle Seigner. Una gozada.
[Leer más +]
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay flores para O.S.S. 117
No hay flores para O.S.S. 117 (1968)
  • 4,3
    46
  • Italia Renzo Cerrato, Jean-Pierre Desagnat ...
  • John Gavin, Margaret Lee, Curd Jürgens ...
4
Ni rosas, ni flores
Tras dejar en manos del blando Michel Boisrond la saga de Hubert Bonisssur de la Bath, alias OSS 117, André Hunebelle retomó el personaje con la cinta que nos ocupa, con lastimosos resultados. De tanto imitar a Bond, James Bond, nos movemos ya en el terreno de la parodia, con una realización plana y casposa que sorprende por su falta de humor. La misma idea de infiltrar al agente en una organización de asesinos de políticos es birriosa a más no poder. Incluso las peleas están mal orquestadas y aburren hasta la saciedad. Hubert adopta los rasgos en esta ocasión de John Gavin, un megainexpresivo galán que acabó sus días como acaudalado hombre de negocios, tras haber sido nombrado embajador en México por Ronald Reagan. Fue contratado para interpretar a James Bond en Diamantes para la eternidad, pero Sean Connery se subió al carro en el último minuto por una millonada. A pesar de haber trabajado con Douglas Sirk, Stanley Kubrick y Alfred Hitchcock (en Psicosis es el afortunado compañero de lecho de Janet Leigh), su carrera cinematográfica fue de mal en peor. Le acompañan en el desaguisado una chica Bond (Luciana Paluzzi, muy desmejorada) y un malo Bond (Curd Jürgens, tan grotesco como siempre). Robert Hossein incorpora a un malo untuoso y siniestro, papel en el que descollaba, y la exuberante Margaret Lee consigue casi pasar desapercibida, sin el menor sex appeal. Si hasta sale la siempre presta a desnudarse Rosalba Neri y no la reconocí, caramba. La fotografía del gran Tonino Delli Colli es risible, y no quiero desaprovechar la ocasión de pedir la cabeza de Piero Piccioni, culpable de una banda sonora realmente insufrible. Lo peor: ea aburrida, algo que jamás debería suceder con una película de estas características. Tocado de muerte, OSS 117 volvería a aparecer por última vez bajo los rasgos del simiesco Luc Merenda en OSS 117 prend des vacances, y descansaría hasta resucitar en las dos parodias de Jean Dujardin. Nunca fue gran cosa, pero aquí menos...
[Leer más +]
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Llorona
La Llorona (2019)
  • 4,1
    6.157
  • Estados Unidos Michael Chaves
  • Linda Cardellini, Patricia Velasquez, Raymond Cruz ...
2
Sí, de llorar
Otra imbecilidad salida de la factoría Wan, spinoff del universo de The Conjuring, una de las peores cosas que le podía pasar al cine de terror en estos tiempos de tremenda confusión. Una película de "sustos", a cual más estúpido, de actores horribles obligados a chillar cada dos por tres, de situaciones manidas mil veces vistas, y mejor, de guión deslavazado y redactado sin ton ni son, de música abyecta y fotografía de manual, La Llorona se basa en una vieja leyenda hispanoamericana, con gran arraigo en México, en la que el espectro de una mujer que ahogó a sus hijos vaga en un castigo eterno entre sollozos espantosos que hielan la sangre en las venas. Existen varias versiones del mito, una de ellas con la singular aparición de Santo el Enmascarado de Plata, pero creo que esta basura de Michael Chaves supera en abyección a todo lo rodado hasta ahora. Sé que los fans de The Conjuring pedirán mi cabeza, pero me da igual. Tanta estulticia merece su denuncia..
[Leer más +]
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Agatha Christie: Diez negritos (Miniserie de TV)
Agatha Christie: Diez negritos (2015)
Miniserie
  • 6,8
    3.444
  • Reino Unido Craig Viveiros
  • Maeve Dermody, Charles Dance, Toby Stephens ...
6
Asesinatos en la isla
No me canso de decir que tía Agatha es inmortal. Campa a sus anchas por el siglo XXI cual millennial cualquiera. Diez negritos es una lujosa miniserie de sobremesa sobre la archiconocida novela que no parece envejecer jamás. Cuidada producción británica, limpia, higiénica y aséptica, que nadie espere sorpresas o matices personales. El guión de Sarah Phelps, especialista en la materia (es el cuarto libreto inspirado en la obra de Christie) se toma numerosas libertades respecto a la novela, por aquello del toque de "autora". Una pléyade de actores, entre los que descuellan Sam Neill, Charles Dance y Miranda Richardson, animan la función, ideal para estas fechas navideñas de pachorra y modorra postprandiales. En mi caso, poco propenso a series y miniseries, me relajó mientras degustaba alguna que otra copa de cava. Menos es nada.
[Leer más +]
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosa
Curiosa (2019)
  • 5,3
    1.069
  • Francia Lou Jeunet
  • Noémie Merlant, Niels Schneider, Benjamin Lavernhe ...
7
De la fornicación
Curiosa es una película eminentemente francesa, con todas las virtudes y defectos de semejante calificativo. Transcurre en un ambiente de alta burguesía, dedicada a la literatura, y gira en torno a los amores del famoso escritor Pierre Louÿs y Marie de Heredia, hija de su editor, José-María de Heredia y esposa de Henri de Régnier, poeta y escritor próximo al simbolismo, y gran cornudo. Pierre Louÿs se hizo famoso con Las canciones de Bilitis, colecciones de poemas sobre el amor lésbico de trascendental importancia para el movimiento feminista. Su novela La mujer y el pelele fue llevada al cine en dos ocasiones, protagonizada por dos de los más grandes mitos eróticos de todos los tiempos, Marlene Dietrich y Brigitte Bardot. Hombre dedicado con tenacidad a la fornicación y al sexo en todas sus manifestaciones (y modalidades), era también un gran fotógrafo aficionado, y según cuenta la película poseía un álbum exclusivamente de culos, pertenecientes a las damas que había ensartado por la retaguardia. El erotismo elegante y refinado es la clave del relato. Marie de Heredia aparece bajo los rasgos de Noémie Merlant, a la que vimos recientemente en la estupenda Retrato de una mujer en llamas. Rostro angelical, cuerpo perfecto, pechos pequeños pero de forma deliciosa, culo magnífico, el vello púbico suficiente pero sin estridencias. Niels Schneider es un Louÿs muy convincente, guapo, apuesto, con un leve toque canaille, cuerpo de modelo, miembro de notables dimensiones. Ambos protagonizan escenas planificadas de tal manera que todo resulta, como ya he dicho, elegante y refinado: da la impresión de que los cuerpos, en lugar de oler a semen, secreciones y sudor, despidan aromas a gel cítrico y Chanel nº 5. El erotismo sólo aparece más desenfrenado en dos escenas protagonizadas por la amante argelina de Louÿs, una Camélia Jordana sensacional. Aunque vivía con Louÿs, se entregaba a cuantos hombres se cruzaban con ella a fin de complacerle. En la primera, baila con los pechos al aire para un grupo de amigos del escritor, un baile frenético y sensual al son de una música tecno que no desentona, hasta concluir con una felación off camera, of course, que intuimos magistral. En la segunda escena, practica el sexo con Marie y le da unas cuantas lecciones sobre el cuerpo femenino, un momento de maravillosa tensión sexual. Louÿs acabaría casándose más tarde con la hermana de Marie y, se supone, los tres gozarían de una relación muy particular... Dirigida y escrita por mujeres, Curiosa es una película para disfrutar sin complejos, en esa política tan francesa de considerar el sexo como algo hermoso, alegre y apremiante, aunque nos haga sufrir en ocasiones. Más intelectual que carnal, quien acuda al cine con la intención de darse un buen lote de imágenes, tal vez se llevará una decepción. Estrenada en pocos cines y por poco tiempo.
Sería injusto no añadir que Marie de Heredia fue también una prolífica escritora, que frecuentó la novela, la poesía y el teatro. Con el seudónimo de Gérard d'Houville publicó su primera novela en 1903, L'inconstant, y en 1918 fue la primera mujer en recibir el primer premio de Literatura de la Academia Francesa. Acumuló tantos premios como amantes, y se la puede considerar una gran precursora del movimiento feminista, tanto en su obra como en su vida.
[Leer más +]
25 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buñuel en el laberinto de las tortugas
Buñuel en el laberinto de las tortugas (2018)
  • 7,0
    3.669
  • España Salvador Simó Busom
  • Animación, (Voz: Jorge Usón, Fernando Ramos) ...
8
Buñuel en el laberinto de su mente
No soy especialmente proclive al cine de animación, salvo excepciones (Peter Pan, Ratatouille, El viaje de Chihiro, y algunas más), pero debo confesar que me he quedado gratamente sorprendido con esta cinta, ganadora reciente del mejor film de animación europeo. Basada en una novela gráfica de Fermín Solís, y poseedora de una marcada estética, narra el tortuoso y tormentoso rodaje de Las Hurdes, tierra sin pan, el documental que cimentó la fama de Buñuel, una espantosa, aterradora visión del infierno en la tierra. Para ello, intercala breves secuencias de la verdadera película con otras fruto del guión, y de paso nos adentramos en la complicada psique del genio de Calanda. Atormentado por pesadillas recurrentes, como el Bronson de El desafío del búfalo blanco, caprichoso, egoísta, siempre con un revólver encima, atormentado por el desprecio y la frialdad de su padre, Buñuel se erige como el verdadero protagonista de la cinta, el dictador que arrastra a su productor y amigo personal, más los dos técnicos franceses que se trae de París en ¡taxi!, a una calamitosa epopeya, cuyas imágenes no duda en falsear y manipular para lograr sus propósitos Con esa tozudez tópicamente aragonesa, utilizando métodos bastante faltos de ética, logrará su propósito y estrenará el documental, uno de los más famosos de la historia. Pese a ello, la amistad entre Ramón Acín, el pintor anarquista que financió la película cuando ganó la lotería, y Buñuel consiguió superar los duros enfrentamientos que jalonaron el rodaje, uno de los ejes centrales de la película. Una obra madura, adulta, de lograda imaginería, con diversas apelaciones al surrealismo tan querido por don Luis, entristece pensar que los Goya pasaron de largo de este heroico empeño, de modo que conviene concederle una oportunidad. Una rara avis en el panorama del cine español.
[Leer más +]
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El desafío del búfalo blanco
El desafío del búfalo blanco (1977)
  • 5,2
    629
  • Estados Unidos J. Lee Thompson
  • Charles Bronson, Jack Warden, Kim Novak ...
6
Pesadilla blanca
Western extraño, casi sobrenatural, numinoso, supone la última incursión de Charles Bronson en el género, y culmina la trilogía "animalera" de Dino De Laurentiis, iniciada con la desventurada King Kong, un auténtico insulto para los fans del original, continuada con Orca, la ballena asesina, vulgar imitación de Tiburón, aunque no tan desaforadamente mala como la del pobre gorila (una de las escasas cintas en que Charlotte Rampling no exhibe el felpudo), y rematada con la que nos ocupa. Bronson es el mítico Wild Bill Hicock, torturado por pesadillas recurrentes sobre un búfalo blanco gigantesco que amenaza su existencia. Will Sampson es el no menos mítico Caballo Loco, que quiere vengar la muerte de su hijita a pezuñas del bicho de marras. Entre ambos, enemigos por antonomasia, se operará un cambio radical que dará lugar a una breve amistad para acabar con el enemigo común. J. Lee Thompson dirige con eficacia, incluso inspiración, véase la escena inicial, rodada con un primor insólito, con el fin de adentrarte en el mundo de pesadilla que recorre toda la cinta. Por supuesto, está inspirada en Moby Dick, faltaría más, pero eso no disminuye sus componentes originales. En un ambiente claustrofóbico, debido a la nieve que se espesa sobre y alrededor de nuestros (anti)héroes, se desarrolla la acción, cuajada de terror en algunos momentos. Secundarios de oro adornan las imágenes, empezando por una Kim Novak que luce corpiño, preciosa como siempre, y siguiendo con los míticos John Carradine, Clint Walker, el entrañable Cheyenne de nuestra infancia, Slim Pickens, y Stuart Whitman, todos ellos en apariciones que pueden contarse en escasísimos minutos. Otro de los grandes aciertos de la obra es la monumental banda sonora del gran John Barry, una composición definida por esa percusión tan inquietante que suma valor a la aterradora atmósfera, y con un tema central de exaltado lirismo. Naturalmente, hay un pero, y reside en los infaustos efectos especiales del monstruo, de una desidia, una pobreza, una cutrez que casi están a punto de arruinar la película, que, de hecho, se pegó un gran batacazo comercial, no supo ser apreciada por los connoisseurs en una época en que el western ya agonizaba (aunque sigue gozando de excelente mala salud). En suma, a descubrir y degustar tras décadas de olvido y desprecio.
[Leer más +]
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tokio hora cero
Tokio hora cero (1966)
  • 5,4
    49
  • Francia Michel Boisrond
  • Frederick Stafford, Marina Vlady, Jitsuko Yoshimura ...
5
Tangana en Tokio
Si en 1965 James Bond había viajado a Japón para evitar una guerra nuclear, Hubert Bonisseur de la Bath, agente OSS 117, no iba a ser menos, de modo que al año siguiente voló con armas y bagajes a la capital nipona, con el fin de neutralizar a una misteriosa organización capaz de destruir una base de la marina estadounidense con un arma secreta. André Hunebelle pasó los trastos de rodar a su camarada Michel Boisrond, más experto en comedias romanticonas que en cintas de acción, de modo que la película se mueve constantemente entre la parodia y el género de aventuras. Siempre más probretonas que los Bond, las aventuras de OSS 117 discurren en un Tokio plagado de peligros, en el que acechan pérfidos orientales dispuestos a rebanarte el pescuezo a la menor ocasión. Protagoniza por segunda y última vez Frederick Stafford, tan atilfado e inexpresivo como de costumbre, pero en esta ocasión viene acompañado de la deliciosa Marina Vlady, ante la cual te rindes haga lo que haga. Esta muñeca rusa adornó con sus encantos 108 títulos, que oscilaban entre el aprobado largo y el aprobado justito (aunque trabajó con Welles y Godard, mucho ojo). La narración discurre entre los garrotazos y los tiroteos acostumbrados, las persecuciones sin ton ni son, y la palpable intención de complacer al espectador poco exigente. No hace daño verla.
Ah, se me olvidaba: uno de los firmantes del guión es Terence Young, para más inri. De agente a agente, y tiro por la tangente.
[Leer más +]
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fichas más visitadas