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Críticas ordenadas por:
Rogue One: Una historia de Star Wars
Rogue One: Una historia de Star Wars (2016)
  • 6,9
    47.454
  • Estados Unidos Gareth Edwards
  • Felicity Jones, Diego Luna, Ben Mendelsohn ...
7
En busca de la esperanza rebelde
En la clásica sinopsis escrita en letras grandes tras el inicio de cada entrega galáctica, concretamente en la primera, la mítica "La guerra de las galaxias" (Star Wars, George Lucas, 1977), mucho antes de que le pusieran el apelativo de los episodios y esperanzas varias, decía:

«Hace mucho tiempo, en una galaxia lejana, muy lejana... Nos encontramos en un periodo de guerra civil, las naves imperiales rebeldes atacando, desde una base oculta, han logrado su primera victoria contra el malvado Imperio Galáctico. Durante la batalla, los espías rebeldes han conseguido apoderarse de los planos secretos del arma total y definitiva del Imperio, la Estrella de la Muerte, una estación espacial acorazada, llevando en sí potencia suficiente para destruir un planeta entero. (...)»

Aquel prólogo ha servido para el primer spin off cinematográfico desde que la factoría Disney adquiriera sus derechos. Con una premisa más bien clara, que un cineasta como Gareth Edwards (responsable de la infravalorada "Godzilla" —Id., 2014—), logre mostrar algo distinto, pero manteniendo el espíritu esencial de la historia, es algo a decir verdad muy meritorio.

"Rogue One" ha conseguido lo que George Lucas no pudo alcanzar con los mastodónticos y quiméricos tres primeros episodios; relatar una historia con las dosis necesarias de nostalgia, que expanda el universo conocido sin perder su esencia, sin incongruencias y ramalazos infantiloides y patéticos.

A los hechos ya conocidos de sobra por todos, podemos agradecer que haya tenido la capacidad de introducir nuevos personajes interesantes, tales como el nuevo robot K-2SO o el teniente Orson Krennic. Por lo que respecta al nuevo androide (al que pone voz Alan Tudyk), aporta las dosis justas de humor inteligente al más puro estilo C3PO; por otro lado, Ben Meldensson encarna de forma brillante al malvado teniente Krennic, siendo un antagonista con personalidad y carisma.

Hay que destacar también a ese particular grupo de antihéroes rebeldes suicidas, que personalmente me han recordado a los propios del filme 'marvelita' "Guardianes de la galaxia" (que a su vez estaba influenciada por la clásica saga galáctica). Una 'troupe' repleta de personajes interraciales y de distinta índole, como la protagonista femenina Jyn Erso (encarnada por una solvente Felicity Jones); el oficial de inteligencia rebelde Cassian Andor (que da vida el actor mexicano Diego Luna); los monjes jedhianos Chirrut Îmwe y Baze Malbus (interpretados por el hongkonés Donnie Yen y el chino Wen Jiang); y el piloto desertor de la alianza Bodhi Rool (encarnado por el británico Riz Ahmed. Todos ellos se ven complementados por las apariciones puntuales y estelares del villano por antonomasia Darth Vader o estupendas resurrecciones digitales como la de Peter Cushing, actor británico que lleva fallecido más de veinte años.

A su vez, Gareth Edwards nos deleita con un despliegue técnico espectacular, y es que la galaxia muy muy lejana nunca había lucido tan bien. Hay que mencionar además, que el último tercio del filme es verdaderamente impresionante, el cual realiza un sentido homenaje a la maravillosa "El retorno del Jedi" (Star Wars. Episode VI: Return of the Jedi, Richard Marquand, 1983), con una batalla a tres bandas apabullante.

En definitiva, "Rogue One: Una historia de Star Wars" es una película notable..., es como aquella canción que ocupa la Cara B de un single de tu banda favorita, que cuando la escuchas, acaba siendo mejor que el éxito principal..., también es todo aquello que deberían haber sido los deslavazados episodios 1, 2 y 3 del tito Lucas..., y por descontado, es la mejor entrega de la saga galáctica desde 1983. Sin duda, un clásico instantáneo.
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14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
El último hombre
El último hombre (1996)
  • 5,9
    7.251
  • Estados Unidos Walter Hill
  • Bruce Willis, Christopher Walken, Bruce Dern ...
7
Gángsters en el salvaje Oeste
Cuando Dashiell Hammet escribió su primera novela, denominada "Cosecha Roja" (Red Harvest, 1929), —editada por primera vez en España por Alianza Editorial en 1967—, no se imaginaría para nada que había confeccionado una de las mejores fuentes cinematográficas de la Historia. En primer lugar fue el maestro del cine japonés Akira Kurosawa quién la adaptó a la gran pantalla con "Yojimbo (El mercenario)" (Yôjinbô, 1961), en la cual cambió la ambientación original de la novela (una ciudad minera del Estado de Montana, Estados Unidos) por el Japón feudal de finales del Siglo XIX. Unos años más tarde, fue el genial cineasta italiano Sergio Leone quién volvería a adaptar el citado libro en "Por un puñado de dólares" (Per un pugno di dollari, 1964), la película que ayudó a asentar las bases del "Spaghetti Western" como subgénero cinematográfico; además de lanzar a la fama tanto a su director como a su actor protagonista, un joven Clint Eastwood. En último lugar, más de treinta años después del clásico de Leone, el director estadounidense Walter Hill la adaptó por tercera —y última vez hasta la fecha—, en ésta que nos concierne, titulada "El Último Hombre" (Last Man Standing, 1996).

La premisa nos sitúa en la polvorienta ciudad de Jericho, durante la época en la que imperaba la ley seca en Nevada. Un misterioso personaje (identificado por él mismo como John Smith) llega por azar al pueblo del medio oeste buscando un lugar donde pasar la noche. Al poco tiempo de llegar, se creará una peligrosa reputación y se verá envuelto en una lucha entre dos bandas de gángsters rivales —enfrentadas por dominar el contrabando de alcohol—, siendo una irlandesa liderada por Doyle y otra italiana liderada por Strozzi, quedando a merced de ambas.

Su director Walter Hill, conocido especialmente por haber dirigido la película de culto "The Warriors" (Id., 1979), y formar parte de la 'Generación de los 70' (también conocida como 'New Hollywood Group', que derivaba de la llamada 'Generación de la Televisión') junto con Steven Spielberg, George Lucas, John Milius, Brian De Palma, Martin Scorsese, Paul Schrader, Francis Ford Coppola entre otros... que modernizaron el cine estadounidense, acabando con el 'Sistema de los Grandes Estudios'... siempre ha confesado que su gran pasión ha sido el género western, siendo su principal referente la obra de John Ford, a pesar de que muchos de sus éxitos formen parte del cine policíaco y la comedia; no obstante, cuenta con numerosas películas enmarcadas dentro del género del Oeste. Su primera incursión fue con "Forajidos de Leyenda" (The Long Riders, 1980), un trabajo influenciado por el cine de Sam Peckinpah —con el que trabajó como guionista en 1972 en la genial "La Huida" (The Getaway)—, que contaba con tres familias de hermanos de actores (los Carradine, los Keach y los Quaid) encarnando a otros tantos clanes de criminales (los Younger, los Miller y los James), del que cabe puntualizar que en esencia era un filme bastante clásico. El mismo Hill afirmó en una entrevista:

«La decadencia del western vino cuando los directores quisieron usarlo para explicar teorías psicoanalíticas; sin embargo, funcionan mejor cuando se trabajan con material moral y responden a los esquemas de la tragedia griega».

Aunque no obtuvo la repercusión esperada, sin duda es un largometraje bastante reivindicable; del mismo modo que "Gerónimo, Una leyenda" (Gerónimo, an American Legend, 1993) con Gene Hackman y Robert Duvall, "Wild Bill" (Id., 1995) con Jeff Bridges y Ellen Barkin, y ésta que nos ocupa "El Último Hombre".

Este 'remake de remakes' es un filme que fusiona de forma inteligente y muy interesante el Western con el Cine Neo-Noir, habiendo muchos de los elementos que a mediados de los años treinta y las décadas de los 40 y 50 hicieron reconocible y grande ese género, tales como: las bandas de gángsters, los violentos tiroteos con revólveres y ametralladoras, la 'femme fatale' de turno y ese antihéroe solitario que narra la historia a modo de voz en off (que nos permite adentrarnos en sus pensamientos, repletos de ironía y sarcasmo, ayudando a comprender sus intenciones y dándole sentido a sus actos).

Hill nos presenta una cinta cruda, explícita y repleta de escenas de acción verdaderamente trepidantes; asimismo, cuenta con un impresionante reparto encabezado por el carismático Bruce Willis, y en el que podemos encontrar a Christopher Walken (que se erige como el contrapunto perfecto al personaje de Willis y quizás sea el más destacado de todo el elenco), también se encuentran Bruce Dern, R.D. Call, Ned Eisenberg, una hermosa Karina Lombard o Michael Imperioli (conocido por salir en la ya mítica serie de televisión de David Chase "Los Soprano"), entre otros. De manera análoga, también destaca la estupenda fotografía en tonos rojizos y amarillentos que ayudan a potenciar la fantástica atmósfera depresiva y sofocante; al mismo tiempo, se ve complementada de maravilla con los lisérgicos rasgados de la guitarra eléctrica slide de Ry Cooder, que dan forma a la banda sonora.

En síntesis, a pesar de que fue un fracaso comercial, recibiendo pobres críticas en su momento, las cuales hacían referencia a esta atmósfera antes reseñada y sobretodo a la expresión tipo 'encefalograma plano' a cargo de Bruce Willis; pienso que es una película más que digna, bastante infravalorada y recomendable, ya que está filmada con mucho estilo, primando el buen gusto que atesora su director, y en el que su visceralidad casi poética en los tiroteos, el tórrido calor, el carisma de los protagonistas y ese árido pueblo fronterizo en mitad de la nada desértica en el que impera la ley del más fuerte, hace las delicias de cualquier amante del Western que se precie.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La doncella (The Handmaiden)
La doncella (The Handmaiden) (2016)
  • 7,6
    17.329
  • Corea del Sur Park Chan-wook
  • Kim Min-hee, Kim Tae-ri, Ha Jung-woo ...
10
Asombroso y perverso rompecabezas
Tras la pequeña decepción que supuso la aventura norteamericana de Park Chan-wook con "Stoker" (Id., 2013), el cineasta surcoreano vuelve a su país natal con ganas de reivindicarse y de firmar una nueva película en la que se despoje de todas las ataduras creativas que impone la industria hollywoodiense; y vaya si lo ha conseguido, ya que su último largometraje, titulado "La doncella (The handmaiden)" es probablemente su mejor película hasta la fecha, superando incluso el nivel de su aclamada "Trilogía de la venganza" (Sympathy for Mr. Vengeance, Oldboy y Sympathy for Lady Vengeance).

De entrada, se puede afirmar que "La doncella" es una película argumentalmente compleja, y desgranar el desarrollo de su premisa supondría una molestia importante, ya que obviamente se reventarían las numerosas sorpresas que esconde en su interior, y como tal joya cinematográfica que se precie, merece ser descubierta y disfrutada en su plenitud.

Chan-wook, en su primer filme de época, adapta libremente la novela de la galesa Sarah Waters "Falsa identidad" (Fingersmith, 2002), pero trasladando la acción de la Inglaterra victoriana a la Corea colonizada por Japón en los años treinta. Una joven carterista de baja estafa llamada Sookee, es contratada como criada de una rica mujer japonesa, llamada Hideko, que vive recluida en una gran mansión de estilo victoriano bajo la influencia de su tiránico tío Kouzuki. Sookee guarda un secreto, y con la ayuda de un estafador que se hace pasar por un conde japonés de nombre Fujiwara, planea contraer matrimonio con Hideko y robarle toda su fortuna.

Es conveniente matizar que Park Chan-wook es de aquellos realizadores que te hace disfrutar con cada nueva película que llevan a cabo, demostrando su talento innato. En esta ocasión, compone un exquisito rompecabezas relatado desde tres puntos de vista distintos, uno por cada protagonista del filme, siendo la doncella, la señora y el falso conde. También cabe señalar que, a pesar del evidente cambio de escenario, su fidelidad argumental con respecto a la novela de Sarah Warters es absoluta. Las dos mujeres protagonistas, interpretadas por unas geniales e inmensas Kim Min-hee y la debutante Kim Tae-ri (la cual tuvo que superar un casting multitudinario en el que participaron hasta 1500 aspirantes), desarrollan a lo largo del metraje enemistades, enfrentamientos, atracciones, seducciones y alianzas. Por otro lado, un cierto erotismo, suntuoso y perverso a partes iguales, impregna el filme. Los personajes masculinos, encabezados por un estupendo Jung-woo Ha, que encarna al conde Fujiwara y un caracterizado Jo Jin-ung, que interpreta de forma magistral al tiránico (y bastante patético) tío Kouzuki, del que huelga decir que es amante de los libros eróticos y prácticas sadomasoquistas, ostentan el poder sobre los personajes femeninos; sin embargo, sus fantasías sexuales y de dominación son solo eso, fantasías, ya que permanecen siempre en el estado de la sugerencia, dedicándose solamente a escuchar relatos de corte erótico declamados por las mujeres de la cinta, que en contraste con lo anteriormente dicho, son las mujeres precisamente las únicas que disfrutan del contacto físico, sabiendo emanciparse siempre del dominio masculino; y es que en esencia, "La doncella" es una sincera historia de amor verdadero, así como una oda a la libertad.

El despliegue técnico que nos obsequia el cineasta surcoreano es realmente sublime, con una puesta en escena majestuosa de ambientación gótica, repleta de decorados apabullantes y preciosistas, a caballo entre los estilos arquitectónicos británico y japonés. Hay un uso constante de plano y contraplano, para contextualizar el lugar donde discurren las acciones. Los espejos y las ventanas, así como los enfoques y desenfoques que realiza su director cobran especial importancia, como aquellas imágenes mostradas a través de los reflejos, siendo todas ellas clave para entender la naturaleza de la propuesta. También destaca una fotografía elegante, intimista y cuidada milimétricamente, de igual modo que la dirección artística, vestuario, caracterización, banda sonora, edición de sonido...; en resumidas cuentas, podríamos decir que en este sentido "La doncella" es una auténtica virguería que nos cautiva todos los sentidos.

En síntesis, "La doncella" es una obra maestra, una película impresionante con alma voyeurista al más puro estilo hitchconiano (basta con ver el maravilloso arranque que bien recuerda al clásico "Rebeca" (Id., 1940) con la criada entrando fascinada en el caserón tras los pasos de la siniestra ama de llaves); asimismo, comparte varias similitudes narrativas con el clásico de Akira Kurosawa "Rashomon" (Rashômon, 1950), así como a los cuentos del mítico Charles Dickens...; todo ello envuelto de la mejor forma posible, con una magistral factura técnica al servicio de una historia que desprende belleza en cada plano. "La doncella" es compleja, ambigua y exquisita... sin duda, una de las mejores películas de este año 2016.
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15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
El extraño
El extraño (2016)
  • 6,5
    10.017
  • Corea del Sur Na Hong-jin
  • Hwang Jung-min, Kwak Do-won, Chun Woo-hee ...
7
La maldición del demonio japonés
El cine fantástico y de terror surcoreano está en plena forma, gracias a magníficos cineastas que, en los últimos años, han realizado películas interesantes que han supuesto el soplo de aire fresco que pedía a gritos un género estancado y sin ideas. Directores consagrados como Park Chan-wook, Kim Jee-woon, Bong Joon-ho, Yeon Sang-ho o el propio Na Hong-jin, responsables de obras tan memorables como "Oldboy" (Oldeuboi, 2003), "Dos hermanas" (Janghwa, Hongryeon, 2003), "Snowpiercer" (Id., 2013), "Train to Busan" (Busanhaeng, 2016) o la película que nos concierne "El extraño" (Goksung, 2016).

Na Hong-jin es un director que tiene una filmografía excelente, a pesar de contar solamente con tres largometrajes. Su opera prima "The Chaser" (Chugyeogja, 2008) fue toda una declaración de intenciones, causando sensación en el momento de su estreno, tras proyectarse en festivales como Cannes o Sitges... con una enfermiza historia que seguía los pasos de un antiguo detective vuelto proxeneta. Su segunda incursión tras las cámaras se saldó con la estimable "The yellow sea" (Hwanghae, 2010) que le permitió ganar el premio al mejor director en el festival de Sitges, relatando una compleja historia ambientada en la región de Yanbian situada en medio de las fronteras de Rusia, Corea y China... y protagonizada por un taxista que se transforma en sicario. Sea como fuere, el denominador común de sus películas es que desarrolla historias con bastantes elementos del "Cine Noir" clásico, con personajes predestinados fatalmente en un mundo donde nadie tiene futuro y la naturaleza de los hombres es esencialmente malvada.

En su última película "El extraño", se podría decir que también contiene los mismos elementos característicos de su cine, pero enfocados de forma distinta, ya que los envuelve con un halo sobrenatural y terrorífico muy interesante. Hong-jin nos sumerge de pleno en una pequeña comunidad rural alterada por una serie de asesinatos, salvajes y misteriosos. Los rumores y las supersticiones se propagan a causa de la presencia, desde hace poco tiempo, de un anciano extranjero que vive como un ermitaño. Ante la incompetencia de la policía para encontrar al asesino y sin tener una explicación racional, algunos habitantes del pueblo buscan a un chaman. Jong-Gu, un policía cuya familia está directamente amenazada, también cree que se trata de crímenes sobrenaturales.

La película se compone de dos partes bien diferenciadas. La primera es fiel a su estilo, relatándonos una historia policíaca con desafortunadas pinceladas cómicas, con un desarrollo irregular, confuso y alargado en exceso, que lastra un poco el filme. No obstante, todo mejora con una interesantísima segunda mitad, que vira hacia el thriller sobrenatural con acertadas pinceladas terroríficas, aprovechando de maravilla el precioso e inquietante entorno natural, que se convierte en un personaje más, al igual que ya lo hiciera en clásicos como "Seven" (David Fincher, 1995) o "Blade Runner" (Ridley Scott, 1982), con esa incesante lluvia que potencia la angustia y el desasosiego en los personajes. Las prolongadas secuencias de los ritos satánicos de los chamanes, así como la caza del japonés entre montañas son impresionantes.

El miedo (o más bien, odio) al extranjero (sobretodo si es japonés) está muy bien definido. Hay que tener en cuenta que el imperio nipón sometió al país surcoreano durante más de tres décadas en el siglo XX y eso aún sigue latente en el subconsciente social, así que el villano de la función sea un solitario ermitaño japonés no es para nada casual. Este trasfondo social nos hace reflexionar sobre los prejuicios raciales y religiosos, porque el tema religioso (así como las supersticiones) también está muy presente en el filme; y es que "El extraño" se podría definir como una sugestiva amalgama de géneros cinematográficos, que nos cautiva y perturba a partes iguales.

Destaca la sensacional fotografía y la inquietante banda sonora (repleta por momentos por salvajes ritmos tribales) que agudizan la tensión y el suspense imperante. El elenco también está brillante, como Kwak Do-wan que interpreta al torpe policía y padre de la niña poseída, que da vida Kim Hwan-hee, que en algunos momentos consigue erizarnos hasta el tuétano con su inquietante mirada y su forma de hablar. Pero sobretodo, destaca Jun Kunimura que encarna al siniestro ermitaño japonés, en el que su transformación a Oni (conocida criatura del folclore japonés) es acojonante.

En definitiva, "El extraño" es una película notable, con una ambientación magistral, buenas interpretaciones y un desarrollo que, a pesar de sus irregularidades, es ambiguo (por momentos onírico) y totalmente demencial, en el que tienen cabida diversos géneros y un particular 'freak show' rebosante de fantasmas, demonios, zombies, chamanes y gente poseída que bien recuerda al genuino estilo 'creepy ochentero', haciendo las delicias de cualquier aficionado al género que se precie.
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tren a Busan
Tren a Busan (2016)
  • 6,8
    28.525
  • Corea del Sur Yeon Sang-ho
  • Gong Yoo, Ma Dong-seok, Ahn So-hee ...
8
Trepidante apocalipsis zombie en Corea del Sur
Se podría afirmar que el cine de zombies es posiblemente el subgénero cinematográfico más denostado del mundo del celuloide en la actualidad. Hecho a decir verdad chocante, viendo la calidad que atesoran algunas series de televisión, como "The Walking Dead" (Robert Kirkman, 2010 - Actualidad), que es una de las ficciones seriadas más exitosas de todos los tiempos. Como decía, es un subgénero vilipendiado debido a una falta alarmante de ideas, también al uso indiscriminado del CGI (solamente hay que ver la lamentable adaptación cinematográfica de la —por otro lado— excelente novela de Max Brooks "Guerra Mundial Z", llevada a cabo por Marc Forster y apadrinada por el bueno de Brad Pitt); además de una factura técnica en la mayoría de los filmes que se producen actualmente de serie Z (valga la redundancia), así como guiones flojos o directamente absurdos. En resumidas cuentas, no se ha realizado una película decente de "No Muertos" desde el 2009, con "Bienvenidos a Zombieland" de Ruben Fleischer, o sobretodo "La Horda" de Yannick Dahan y Benjamin Rocher. No obstante, en este año 2016 (aunque en España está previsto que se estrene a principios del 2017)... se podría decir que estamos de enhorabuena, y han tenido que ser precisamente los surcoreanos los que devuelvan el subgénero al estatus que le corresponde, con una de las sensaciones de este año: "Train to Busan".

Su premisa nos sumerge en una Corea del Sur acechada por un desastroso virus que se va expandiendo por todo el país, provocando importantes altercados. Los pasajeros de uno de los trenes KTX que viaja de Seúl a Busan tendrán que luchar por su supervivencia.

De entrada, hay que dejar bien claro que "Train to Busan" no inventa nada nuevo, siendo la clásica historia de unos personajes que intentan sobrevivir en un holocausto zombie; pero que no innove no significa que la cinta no valga la pena, ya que ésta consigue mantenerte pegado a la butaca con buenas dosis de acción y tensión, protagonizadas por unos personajes que (aunque simples) está bien definidos, los cuales destacaría a un rudo Ma Dong-seok y sobretodo a una impresionante Kim Soo-an, que a pesar de solo contar con diez años de edad, posiblemente sea la más destacada del reparto, desgarrándonos el corazón en las secuencias finales.

Me ha llamado la atención el hecho de que los zombies (o más bien dicho infectados) detectan a sus víctimas a través de la vista, en vez del olfato... siendo ésta probablemente la única novedad con respecto a otras propuestas del subgénero zombiesco.

Los actores cumplen con creces con su cometido, su guión es sencillo pero efectivo, y aunque por momentos se asemeje a la anteriormente citada cinta de Brad Pitt, la presente película sí tiene las dosis de violencia explícita y truculencia que en aquella brillaban por su ausencia (debido al abuso indiscriminado de los efectos generados por ordenador). Así que, dicho esto, podría aventurarme a afirmar que esta "Train to Busan" es la película que debería haber sido "Mundial Z" y no el despropósito que nos tuvimos que tragar "con patatas" en su momento. Personalmente, me ha recordado en algunas fases a la notable película "Snowpiercer" del cineasta surcoreano Bong Joon-ho, sobretodo en aquellas estupendas secuencias en que los personajes principales van avanzando de vagón a vagón mientras se van cargando, de formas verdaderamente ingeniosas y diferentes, a los zombies infectados que salen a su paso.

En definitiva, "Train to Busan" es una cinta de zombies notable, repleta de tensión a raudales y buenas dosis de truculencia a borbotones, que está causando sensación tanto en su país de origen (superando en taquilla a la mismísima tercera entrega de "Capitán América: Civil War") como por los festivales donde se proyecta, como el pasado Sitges, en el que obtuvo dos premios, o el Terrormolins, que también fue premiada por el público.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sully
Sully (2016)
  • 6,6
    26.477
  • Estados Unidos Clint Eastwood
  • Tom Hanks, Aaron Eckhart, Laura Linney ...
8
Crónica del milagro del río Hudson
Clint Eastwood es uno de los grandes directores clásicos que aun siguen vivos, al igual que Woody Allen, Martin Scorsese o George Miller, entre otros... los cuales asiduamente nos presentan sus trabajos de igual modo que cuando empezaron. El cine de Eastwood siempre raya a muy buen nivel, en ocasiones se podría decir que de forma excelente; solamente basta con ver obras maestras como "Sin Perdón" (Unforgiven, 1992), "Los Puentes de Madison" (The Bridges of Madison County, 1995), "Mystic River" (Id., 2003) o "Million Dollar Baby" (Id., 2004), entre otras tantas... para darnos cuenta de ello. En estos últimos años ha encadenado cuatro biopics consecutivos, incluyendo éste que nos concierne... titulado simple y llanamente "Sully". Aunque ha cambiado el tono completamente con respecto a su anterior película, la estimable vida del marine Chris Kyle titulado "El Francotirador" (American Sniper, 2014), en la presente película ha conservado su estructura narrativa y su particular estilo que le caracteriza en sus films biográficos; desde que filmara a finales de los ochenta del Siglo XX la notable vida del genio del jazz Charlie Parker, con "Bird" (Id., 1988).

La historia del filme se podría afirmar que generalmente es conocida por todos. Basada en hechos reales, se centra en Chesley "Sully" Sullenberger, un piloto aéreo que en 2009 se convirtió en un héroe cuando, al poco de despegar, su avión se averió y logró realizar un aterrizaje forzoso del aparato en pleno río Hudson, en Nueva York, con 155 pasajeros a bordo, salvándolos a todos.

El inicio de la película es toda una declaración de intenciones, en el que Eastwood nos muestra de un plumazo la esencia del filme, para que el espectador sea consciente de la magnitud de los hechos que va a relatar. Vemos a Sully mirando a través de un enorme ventanal de un edificio prácticamente acristalado, con la mirada perdida y asustado, mientras presencia la imagen de un avión surcando el cielo de Manhattan y estrellándose finalmente contra un rascacielos. No tardamos en descubrir que se trata de las pesadillas que tiene nuestro protagonista, y podría aventurarme a afirmar que las de cualquier ciudadano estadounidense, desde los terribles atentados del 11-S; un suceso que marcó un antes y un después en la humanidad, abriendo una brecha en la gente norteamericana que aún colea en nuestros días. Por esa misma razón, el acto heroico que realizo Sully fue acogido como una gran noticia para la nación norteamericana, siendo sin duda la antítesis de lo acontecido en los atentados del World Trace Center, y que en cierto sentido, reescribió la historia de un avión estrellándose en el corazón de la ciudad que culminó esta vez en un final feliz. Por si no había quedado suficientemente claro el mensaje, Eastwood lo ratifica en las secuencias posteriores, en el que comprobamos las consecuencias de la hazaña, en el que diversos ciudadanos agradecen al piloto sus acciones: el taxista que lo traslada al juicio, el dueño del bar de toda la vida que ha bautizado una bebida con su nombre, la trabajadora del hotel que lo abraza de forma espontanea, entre otros.

El guión, a pesar de su sencillez, es realmente brillante... ya que está muy bien escrito, narrando los hechos de forma rigurosa, de igual modo que se desarrolló en la realidad, sin alardes ni fuegos de artificio. Destaca también todo el elenco de actores, en el que encontramos unos notables Laura Linney y Aaron Eckhart que encarnan a la sufrida esposa de Sully y al copiloto del avión respectivamente; pero sobretodo sobresale un soberbio Tom Hanks, que al igual que hiciera en la excelente "Capitán Phillips" (Captain Phillips, Paul Greengrass, 2013) desempeña una función de contención que pone los pelos de punta, metiéndose a la perfección en la esencia del personaje, y quitándonos (dicho sea de paso) el mal sabor de boca que nos dejó en el "Inferno" de Dante (y de película). Pero lo más destacado del filme es sin duda su impresionante discurso final, en el que Eastwood, a través de un inspiradísimo Hanks, pone toda la carne en el asador, llegando con creces al mensaje que pretendía darnos el cineasta californiano, como es aquella apología al heroísmo que desempeñan cada día gente anónima, que trabaja por el bienestar de los ciudadanos sin pedir nada a cambio... un discurso que recuerda bastante, salvando las distancias obviamente, al cine del maestro Frank Capra; más concretamente a ese "Caballero sin espada" (Mr. Smith Goes to Washington, 1939) que tan bien interpretó el mítico James Stewart.

En definitiva, "Sully" es la mejor película de Clint Eastwood desde "Invictus" (Id., 2009) que nos muestra a un Eastwood en plena forma y con cuerda para rato, contándonos una historia interesante y totalmente necesaria... y es que en estos casos, debemos de tener presente que el factor humano es lo más importante, en vez de buscar culpables y negligencias varias.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El plan de Maggie
El plan de Maggie (2015)
  • 5,5
    2.620
  • Estados Unidos Rebecca Miller
  • Greta Gerwig, Julianne Moore, Ethan Hawke ...
6
La vida no entiende de planes
Desde que Woody Allen, a mediados de los años setenta, redefiniera las convenciones de la comedia romántica con su exitosa y multipremiada "Annie Hall" (Id., 1977), han ido surgiendo una oleada de cineastas que, influenciados por su particular estilo de relatar las historias, han dado forma a la comedia romántica moderna. En este grupo podríamos citar a Noah Baumbach como el alumno aventajado del maestro neoyorkino, con películas tan notables como "Frances Ha" (Id., 2012) o "Mistress America" (Id., 2015). Otro de los cineastas que han destacado en este grupo es Rebecca Miller, que tanto con sus aclamadas novelas como con sus premiados largometrajes, se ha labrando una reputación como artista atrevida y estimulante. Con sus cuatro películas anteriores, “Angela” (Id., 1995) (ganadora del Trofeo de Cineastas del Festival de Cine de Sundance en categoría dramática), “Intimidades” (Personal Velocity: Three Portraits, 2002) (ganadora del premio John Cassavetes de los Independent Spirit Awards), “La balada de Jack y Rose” (The Ballad of Jack and Rose, 2005) y “La vida privada de Pippa Lee” (The Private Lives of Pippa Lee, 2009), todas ellas escritas y dirigidas por ella, Miller ha explorado personajes complejos y poco convencionales, en relaciones complicadas, que se mueven por sus vidas lo mejor que pueden. Con su nueva película, titulada “Maggie’s plan”, Miller lleva esos temas a cotas más emocionantes y amplias.

La premisa se centra en Maggie Hardin (interpretada por una estupenda y carismática Greta Gerwig), una mujer de treinta y tantos que se encuentra en la encrucijada de su vida. Es encantadora y optimista, ha triunfado en su carrera en la educación y tiene amigos estupendos, pero le falta algo. Su sensible naturaleza la ha llevado a decidir que, al no tener un gran amor en su vida, concebir un hijo por sí misma. Cuenta con el apoyo de su mejor amigo, Tony (Bill Hader), a quien estuvo sentimentalmente unida cuando estaban en la universidad, y de su mujer, Felicia (Maya Rudolph), con quien trabaja en la New School, en Nueva York. Cuando se topa con un viejo conocido de la universidad, Guy, un emprendedor inteligente y bueno, aunque algo extravagante, Maggie llega a la conclusión de que es el donante ideal para su futuro hijo. La vida de Maggie está perfectamente planificada, organizada y calculada.

Por otro lado, John Harding (encarnado por Ethan Hawke) también atraviesa una crisis. Es un profesor universitario inteligente y sensible, que imparte complicados cursos sobre temas antropológicos, que aspira a convertirse en novelista de ficción y se siente insatisfecho en su matrimonio con Georgette (interpretada por una fantástica Julianne Moore), una académica competitiva. John siente que está viviendo la vida de otra persona, está completamente perdido en lo más recóndito de su mente y siente que vive su vida totalmente a la sombra de su cónyuge.

Cuando John conoce a Maggie conecta con ella mientras hablan de su intento de escribir una novela, creándose en primer lugar una atracción dinámica, que despierta la creatividad de John, y luego, una pasión sentimental, ya que se enamoran inesperadamente. En referencia a Maggie, podría decirse que es la primera vez que se enamora profundamente, de una manera que no puede articular, ni cuestionar, ni resistirse.

En contraste con aquel plan original, la película nos sitúa dos años más tarde, con Maggie y John casados, con una hija en común, Lily, y además teniendo que lidiar con las complejidades de su nueva familia, a la que hay que sumar los hijos de John y Georgette, Justine y Paul, descubriendo que en el juego de la vida, nada sale nunca según lo planeado.

Su directora, Rebecca Miller, nos propone una comedia romántica inteligente, sofisticada y totalmente moderna, que se rebela contra las convenciones del género, en el que nada es perfecto ni estereotipado, ya que en ella los personajes se enamoran, se desenamoran y se reencuentran, desarrollándose situaciones emocionantes y con cierto grado de patetismo, que le otorgan un toque cómico; tal como la vida misma. A medida que Maggie va formulando un plan y luego otro, descubre que en la vida no se trata de tenerlo todo planificado, y que lo importante es el viaje. La vida no es como organizar el cajón de los calcetines, está repleta de responsabilidades y tienes que hacerlo lo mejor que puedas, vivir con sinceridad. Ella se da cuenta que no puede realmente controlar su vida, ni la vida de los demás, teniendo que ceder al misterio del universo y dejándose llevar por los caprichos del destino. Asimismo, cabría mencionar que en un matrimonio no hay normas estrictas, al igual que en las relaciones sentimentales. La película explora de forma acertada la interdependencia en el matrimonio, la amistad, las relaciones paternofiliales y la comunidad, mostrando las distintas formas que tiene la gente de definir la familia y de relacionarse entre sí. De algún modo, los seres humanos tienden a juntarse, ayudarse mutuamente y crear comunidades; en resumidas cuentas, “Maggie’s plan” ofrece numerosas versiones de lo que puede ser una familia moderna.
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiburón
Tiburón (1975)
  • 7,1
    123.025
  • Estados Unidos Steven Spielberg
  • Roy Scheider, Robert Shaw, Richard Dreyfuss ...
8
Obra maestra de aventuras y terror que inició la 'era blockbuster'
Tras haber deslumbrado a propios y extraños con su primer largometraje (concebido como un telefilme y posteriormente estrenado en cines), la considerada hoy película de culto "El Diablo sobre ruedas" (Duel, 1971), además de la notable road movie con Goldie Hawn y William Atherton, titulada "Loca Evasión" (The Sugarland Express, 1974), el cineasta estadounidense Steven Spielberg se consagró definitivamente con su tercera película detrás de las cámaras, titulada "Tiburón" (Jaws, 1975). Ésta marcó un punto de inflexión en la historia del séptimo arte, ya que sin ser consciente de ello, inauguró la 'Era Blockbuster', que aún en la actualidad sigue vigente, y también empezó a granjearse el seudónimo por el que todo el mundo le conoce actualmente: El Rey Midas de Hollywood.

Pero no fue un camino de rosas, ya que el rodaje resultó especialmente complicado. De los 52 días de rodaje previstos en un principio, se pasó a 155, lo que disparó el presupuesto de 3 millones y medio de dólares a ocho. Además, trabajar con los tres tiburones mecánicos resultó una empresa harto dificultosa, dado que cada uno pesaba tonelada y media, y encima se estropeaban constantemente. Sin ir más lejos, la primera vez que el más grande de los falsos tiburones fue introducido en el agua, se soltó de los cables que lo sujetaban y se fue al fondo del mar, donde permaneció hasta dos semanas después. En vista de que los contratiempos se sucedían, Spielberg decidió no limitar el rodaje a escualos falsos y envió una segunda unidad a Australia para que rodara tiburones auténticos.

Pese a la sucesión de problemas, "Tiburón" fue un rotundo éxito, convirtiéndose en el filme más taquillero de todos los tiempos, alcanzando la increíble recaudación mundial de 470 millones de dólares. A todo esto, hay que decir también que fue muy bien recibida por la crítica y logró dos premios Oscar por su apartado técnico (sonido y banda sonora), además de obtener una nominación más como mejor película; que finalmente recaló en el clásico dirigido por Milos Forman "Alguien voló sobre el nido del cuco", protagonizado por Jack Nicholson y Louise Fletcher.

Todo el éxito de crítica y público que obtuvo la película, se debe en gran medida a la habilidad innata que tiene Spielberg de adaptar de forma efectiva cualquier tipo de novela; de hecho ésta, escrita por Peter Benchley (que también co-escribe el guión), es en esencia una novela bastante sencilla sobre un tiburón que aterroriza al centro turístico de Amity Island... no obstante, que la historia sea sencilla no significa que no sea interesante, y sobre ésta cabe puntualizar que está muy bien construida.

Hay que mencionar además que contó con un reparto en estado de gracia, compuesto por Roy Scheider, Robert Shaw, y un joven Richard Dreyfuss. Scheider venía de trabajar en los populares filmes "Klute" (1971, Alan J. Pakula) y "The French Connection: Contra el imperio de la droga" (1971, William Friedkin); por este último logró una nominación al Oscar al mejor actor de reparto; por otra parte, Robert Shaw era conocido por encarnar al entrañable villano de la genial comedia "El Golpe" (The Sting, 1973, George Roy Hill) multipremiada en los Oscar; y por último Richard Dreyfuss, fue recomendado a Spielberg por su íntimo amigo George Lucas, tras haber protagonizado "American Graffitti" (1973), considerada hoy en día una película de culto.

Cabe destacar también la inolvidable banda sonora a cargo del maestro John Williams, que con unas pocas notas fue capaz de poner los pelos como escarpias a los espectadores: y eso que Williams, una vez contratado y tras ver la película le dijo a Spielberg con la humildad que siempre le caracteriza: "Dios mío... Steven, necesitas un compositor mucho mejor que yo". El realizador le respondió: "Sí, lo sé... Pero están todos muertos." El resto es historia y la banda sonora pasó a los anales del séptimo arte. También destacan los artesanales efectos especiales que reproducen de forma espeluznante la figura del gigantesco tiburón blanco.

"Tiburón" tuvo numerosas secuelas: "Tiburón 2" (Jaws 2, 1978), realizada un par de años después, en la cual Scheider repitió como protagonista, y sin lugar a dudas, fue inferior a aquella; otras bastante prescindibles estrenadas durante la década de los ochenta; y hasta tuvo una 'explotation' italiana, dirigida por Enzo G. Castellari, titulada "El último tiburón (Tiburón 3)" (1981, L'ultimo squalo) que poco o nada tiene que ver con esta.

Con el devenir del tiempo, "Tiburón" se ha convertido, irremediablemente, en todo un clásico del cine de evasión y espectáculo.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Café Society
Café Society (2016)
  • 6,4
    24.453
  • Estados Unidos Woody Allen
  • Jesse Eisenberg, Kristen Stewart, Steve Carell ...
7
Cine, amor y gánsters en el Hollywood de los Años 30
Woody Allen es posiblemente el director más disciplinado y prolífico de la industria cinematográfica estadounidense. Es impresionante ver como es capaz de realizar al menos una película al año, desde 1982; y eso que el maestro neoyorkino cuenta con 80 primaveras recién cumplidas (y por supuesto, bien llevadas). Tras la interesante "Irrational man" (Id, 2015) este año 2016 nos presenta "Café Society", protagonizada por unos jóvenes Jesse Eisenberg y Kristen Stewart, bien acompañados por Steve Carrell, Blake Lively y Corey Stoll.

En esta ocasión, Allen nos sumerge en plena década de los años treinta, con un star system hollywoodiense consolidado, tras la llegada del sonoro y la inauguración de los premios Oscar. El director de "Annie Hall" nos muestra un rutilante Sunset Bulevard repleto de ostentosas mansiones, productores, actores, prostitutas, clubes nocturnos, gánsters, cadáveres sepultados en cemento y cine... mucho cine. Porque "Café Society" es una sincera carta de amor hacia el séptimo arte... a como se hacían las cosas en la edad dorada de Hollywood. El retrato de la meca del cine es espectacular, siendo éste uno de los grandes logros de la película.

La premisa se centra en Bobby Dorfman (interpretado por un genial Jesse Eisenberg), sobrino de un poderoso agente y productor de Hollywood (encarnado de forma brillante por Steve Carrell), que se enamora de Vonnie, la guapa secretaria de su tío Phil (llevada a cabo por una Kristen Stewart que se ha despojado del sambenito de "Crepúsculo", estando realmente muy bien). Huelga decir que Woody Allen es un gran director de actores, capaz de sacar el máximo partido de cada uno de ellos. En "Café Society" están todos realmente notables, interactuando de maravilla entre ellos, siendo otro de los puntos fuertes del filme. Aunque lo que más me ha gustado es que, tras su periplo por algunas de las principales ciudades europeas (como París, Barcelona, Londres...) vuelve a su queridísimo Manhattan, ese mismo escenario en el que ha filmado verdaderas joyas cinematográficas... y es que parafraseando al mismísimo Allen en esta película... hay amores que son para siempre y la ciudad neoyorkina lo es para él; su gran y verdadero amor.

También es necesario reseñar que la película está muy bien rodada, con una preciosa fotografía que ensalza la belleza de todos los entornos por los que se mueven los personajes, sobretodo el de una Manhattan arrebatadoramente cautivadora. El guión es ligero y bastante ingenioso, mucho más que la floja "Magia a la luz de la Luna" (Magic in the Moonlight, 2014); no obstante, queda un escalón por debajo de obras como "Días de radio" (Radio days, 1987), "Balas sobre Broadway" (Bullets over Broadway, 1994) o "Medianoche en París" (Midnight in Paris, 2011) por citar algunas.

En síntesis, "Café Society" es una película maravillosa, que demuestra a un Woody Allen en plena forma, relatándonos una historia de amores imposibles con un trasfondo triste y melancólico; marcada por la división de clases y el poder adquisitivo; marcada también por el ritmo de jazz de la estupenda (como siempre) banda sonora; y con un precioso final que deja bien patente que los sueños, en esencia son solo eso, simplemente sueños.
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Passion
Passion (2012)
  • 5,2
    2.074
  • Francia Brian De Palma
  • Rachel McAdams, Noomi Rapace, Karoline Herfurth ...
6
Pasión indolente... y el crimen perfecto.
Después de tantos años sin encontrar distribución en España, finalmente la última película de Brian De Palma llega a nuestro país; aunque sea a través de las plataformas digitales. Algo es algo. Se trata de "Passion", un remake libre de la última película del tristemente fallecido director francés Alain Corneau, titulada "Crime d'amour" (2010), que estaba protagonizada por unas excelentes Ludivine Sagnier y Kristin Scott Thomas. El cineasta estadounidense, autor de obras tan estimables como "El precio del poder" (Scarface, 1983), "Los Intocables de Elliot Ness" (The Untouchables, 1987) o "La hoguera de las vanidades" (The Bonfire of the Vanities, 1990), entre otras... lleva la historia de Corneau (y Nathalie Carter) a su terreno, con su particular estilo visual, en el que los interiores tanto del complejo de oficinas como de los apartamentos, son de decoración minimalista; no en vano, la notable fotografía del filme, obra de José Luis Alcaine, recuerda muchísimo a la que hizo para Pedro Almodóvar un año antes en "La piel que habito" (2011).

Ambientada en Berlín, la premisa gira en torno a Isabelle, a la que da vida Noomi Rapace, una mujer ambiciosa que trabaja en una agencia publicitaria multinacional y mantiene una estrecha y complicada relación con su manipuladora jefa, Christine, encarnada por Rachel McAdams. El juego se complica cuando Isabelle comienza una aventura con el amante de Christine, Dirk (interpretado por Paul Anderson); y al mismo tiempo, Christine se atribuya el mérito de un trabajo de Issabelle. A partir de estos hechos, la relación entre ambas pasa del amor al odio, alcanzando situaciones límite insospechadas que se sitúan en la línea difusa que separa el bien del mal.

La película tiene dos partes bien diferenciadas: la primera es aquella en la cual nos muestra la supuesta relación erótica entre la jefa y su empleada, y como se va transformando en odio a medida que avanza; y la segunda es cuando aparece asesinada Christine y culpan a Issabelle del homicidio. El principal problema que tiene el filme reside en la poca (o mejor dicho nula) química entre ambas actrices, en el que su supuesta relación erótica (por decirlo de algún modo) es completamente inexistente; y por descontado, está carente de cualquier tipo de esa 'pasión' que reza el título, que dicho sea de paso, es un argumento que resuena a modo de leitmotiv en cualquier crítica o comentario de esta película que se precie.

Continuando con la discutida primera parte del filme, De Palma falla estrepitosamente en el planteamiento de la historia, de que cabe puntualizar que en un principio era bastante bueno e interesante: como la competitividad profesional en las grandes empresas y los conflictos sentimentales que suelen acarrear (especialmente entre mujeres)... y que hemos visto en películas como "Armas de mujer" (Working Girl, Mike Nichols, 1988) o "El diablo viste de Prada" (The Devil Wears Prada, David Frankel, 2006), entre otras. Pero sobretodo, se equivoca en la elección de las actrices, que aunque individualmente estén bastante bien, juntas no tienen nada de complicidad; además, el que McAdams haya sido reacia a desnudarse en ciertas partes de la cinta, ha dificultado aún más esa 'pasión' que nos vende el título. Tengo la impresión que de haber elegido dos actrices menos mainstream hubiera podido mejorar ese aspecto, y por descontado, darle más credibilidad al romance, que ha sido el centro de las numerosas críticas negativas que se ha llevado, propiciando que fracase estrepitosamente en taquilla y haya tardado cuatro años en llegar a nuestro país.

Por el contrario, la segunda parte sube muchísimos enteros, devolviéndonos al mejor De Palma visto en mucho tiempo, ya que el director vuelve a sus orígenes; más concretamente, a ese amor confeso por el estilo del maestro del suspense Alfred Hitchcock y el tema del crimen perfecto... sintiéndose como una especie de recopilación de todas aquellas obsesiones plasmadas a lo largo de su filmografía. Vuelven las pantallas partidas que bien recuerdan a "Carrie" (1976); el vouyerismo que ya nos ofreció en "Impacto" (Blow Out, 1981) y en "Doble cuerpo" (Body Double, 1984); los trastornos de personalidad que vimos en "Vestida para matar" (Dressed to Kill, 1980); o los traumas infantiles por la presencia de un hermano gemelo como en "Hermanas" (Sisters, 1973) y en "En nombre de Caín" (Raising Cain, 1992).

Esa enrevesada vuelta de tuerca hacia el thriller levanta muchísimo el interés, de una cinta que hasta ese momento se había mostrado distante, fría y algo tediosa. De Palma entremezcla realidad y ficción, con pasajes oníricos que juegan con el espectador de manera interesante y con momentos de brillantez exquisita, como la consecución del asesinato de Christine; asimismo, le da más protagonismo a los secundarios, como Karoline Herfurth y Paul Anderson, estando verdaderamente muy bien y aportando algo de empaque a la propuesta.

Una verdadera lástima que esa deslavazada primera mitad lastre y descompense tanto el resultado final del filme, que sobre el papel poseía los argumentos necesarios para convertirse en un auténtico peliculón. Qué pena que De Palma haya desperdiciado la oportunidad. De todas maneras y en líneas generales... "Passion" es una película bastante entretenida, con un ritmo 'in crescendo' dejando patente que al director de "Misión imposible" (1996) aún posee parte de ese toque que lo convirtió en un cineasta respetado y en el alumno aventajado de nuestro adorado Alfred Hitchcock.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sing Street
Sing Street (2016)
  • 7,2
    16.712
  • Irlanda John Carney
  • Ferdia Walsh-Peelo, Lucy Boynton, Jack Reynor ...
8
La juventud en los Ochenta!!!
Tras maravillarnos con sus dos películas anteriores, "Once (Una vez)" y "Begin Again", el cineasta irlandés John Carney vuelve a la carga con un nuevo largometraje, titulado "Sing Street"; y como no podía ser de otra manera, relacionado también con la música y su proceso creativo. Podríamos afirmar que Carney es un verdadero especialista en contar siempre la misma historia, pero con matices distintos... y es que en lo que se refiere a la música, sabe y mucho; de hecho, él es músico desde hace muchos años, ya que fue bajista del grupo de rock irlandés The Frames, liderado por Glenn Hansard, protagonista de "Once".

En esta ocasión, "Sing Street" nos sumerge en plena década de los ochenta, en una ciudad de Dublín completamente decadente, golpeada por la crisis financiera y por la emigración masiva hacia las islas británicas. Conor, un adolescente quinceañero, se ve obligado a abandonar la comodidad de la escuela privada en la que estudiaba, para sobrevivir en la escuela pública del centro de la ciudad, donde el clima es mucho más tenso. Allí encontrará un rayo de esperanza en la chica misteriosa y cool Raphina, y con el objetivo de conquistarla, le invita a ser la estrella en los videoclips de la banda que quiere formar. Ella accede, y ahora Conor debe cumplir su palabra. Se cambia el nombre a "Cosmo" y se mete de lleno en las vibrantes tendencias de la música new wave y synth pop del momento, componiendo canciones y grabando curiosos videoclips.

La película ofrece una perspectiva honesta y emotiva sobre los peligros y maravillas de la vida adolescente. Nuestro protagonista Ferdia Walsh-Peelo es todo un descubrimiento, ya que es el alma mater del filme. Cantante, músico, irlandés, adolescente,... esas son algunas de las cualidades que caracterizan al carismático y melancólico Conor (alias Cosmo); que además de tener que lidiar con los problemas que acarrea la búsqueda de su personalidad, tiene que sufrir las complejidades del convulso matrimonio de sus padres. Cabe recordar que en aquellos años el divorcio no estaba permitido en Irlanda; asimismo, no se podían tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, haciendo que los padres se casaran demasiado pronto por razones equivocadas, y llegado el momento, no había posibilidad de separación porque el divorcio estaba considerado tabú. Lo único que se podía hacer era vivir separados en la misma casa, creándose una atmósfera tóxica en el ámbito familiar, que repercutía irremediablemente en los hijos.

Destaca también Lucy Boynton que encarna a Raphina, una joven hermosa y sofisticada, que vive la vida siguiendo sus propios instintos... algo que la convierte en el contrapunto perfecto de Conor, que aún está formándose como persona. Juntos tienen una historia de amor interesante y más bien inocente, ya que en realidad no se consuma de una manera real. Por otro lado, Mark McKenna que encarna a Eamon, es el contrapunto musical de Conor. El director nos muestra a ambos en la gestación de las canciones del grupo, de igual modo como lo hicieron los más grandes, John Lennon y Paul McCartney en The Beatles; el pelo al estilo escarabajo de Ferdia y las gafas de Mark no son casualidad. Asimismo, me ha gustado el conjunto de chavales que forman el grupo... todos ellos muy simpáticos, divertidos y entrañables. Merece una mención especial los padres de Conor, interpretados por los televisivos Aidan Gillen y Maria Doyle Kennedy, conocidos por las series "Juego de Tronos" y "Orphan black" respectivamente; de igual modo que Jack Reynor, que da vida a Brendan, hermano mayor de Conor, siendo su instructor musical y gran apoyo en el tenso ambiente familiar.

Cómo en todas las películas de Carney, la música juega un papel muy importante. Aquí podemos encontrar grandes canciones de Motörhead, Duran Duran, Starship, The Clash, Hall & Oates, Joe Jackson o The Cure, entre otros... que se entremezclan con los maravillosos temas que ha compuesto John Carney para la banda sonora, junto con Gary Clark (integrante de la banda Danny Wilson), Glenn Hansard (que ya trabajó en "Once") o Adam Levine (líder de la banda Maroon Five, que ya trabajó con Carney en "Begin Again").

En definitiva, "Sing Street" es una película notable, repleta de buenas intenciones y gran corazón, que disfrutaran mucho todos aquellos que han crecido en los ochenta, les guste la música de la new wave o hayan sido integrantes de una banda en su juventud... Todo esto y mucho más lo encontraréis en la película musical de este año 2016.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vida de Adèle
La vida de Adèle (2013)
  • 7,4
    39.711
  • Francia Abdellatif Kechiche
  • Adèle Exarchopoulos, Léa Seydoux, Salim Kechiouche ...
8
Retrato de un apasionante y visceral primer gran amor
Según la definición del diccionario, el amor se podría describir como un concepto universal relativo a la afinidad entre seres; un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, resultante y productor de una serie de actitudes, experiencias y emociones, que pueden ser extremadamente poderosas, llegando con frecuencia a ser irresistibles. El director franco-tunecino Abdellatif Kechiche desarrolla dicho concepto a través de la historia del primer gran amor de una adolescente quinceañera, llamada Adèle.

La película empieza en una clase de instituto, en la cual el profesor explica a sus alumnos la concepción de lo que conocemos como 'flechazo', que vendría a ser un arrebato pasional y emocional que nos altera profundamente, que nos hace sentir mágicos y milagrosos, dándonos un extraordinario bienestar y cambiándonos la vida de color; en este caso, a la protagonista se le podría atribuir el color azul como detonante de aquel sentimiento, desconocido por ella hasta aquel mismo instante, ya que a renglón seguido de aquella clase, nuestra protagonista vive en primera persona el 'flechazo', el mismo que explicaba su profesor, la certeza que se presenta una vez en la vida (tal y como decía sabiamente Clint Eastwood a una dubitativa Meryl Streep en una de las escenas de la obra maestra "Los puentes de Madison").

En la novela gráfica en la que el director se basa, llamada "El azul es un color cálido" ("Le bleu est une couleur chaude" en su título original en francés), su creadora Julie Maroh juega con ello de forma muy inteligente, ya que el primer color que aparece (tanto en las viñetas como en la vida de la protagonista), es el azul, algo que Kechiche ha sabido plasmar de un modo brillante.

El trabajo de las dos actrices es impresionante: Léa Seydoux dando vida a la joven del pelo azul Emma, y sobretodo Adèle Exarchopoulos, que se erige como protagonista absoluta del filme, metiéndose en la piel de Adèle; la convicción que demuestra la joven actriz francesa de origen griego es descomunal, remarcando los hábitos del personaje, que van desde la forma de comer, de tocarse el pelo, de llorar, o de mirar. La reiteración de esta clase de hábitos va marcando su madurez y personalidad de una manera sutil, a medida que avanza el metraje.

La trama está muy bien desarrollada, cocinada a fuego lento, en la que se va desgranando, con una naturalidad pasmosa y excepcional, la relación amorosa de estas dos jóvenes, de forma visceral, apasionante y conmovedora; buena prueba de ello es la morbosa (y algo excesiva) escena de sexo entre las dos protagonistas, en cuyos siete minutos de duración Kechiche lo muestra absolutamente todo (a pesar de haberse rodado con genitales de látex). Cabe mencionar que el rodaje de la misma duro prácticamente una semana, que hizo a las actrices (sobretodo Seydoux) afirmar que el director franco-tunecino era un tirano, debido a la multitud de veces que las obligó a repetir cada plano, lo cual provocó mucha controversia en Francia; no obstante, el motivo de su ausencia en los Oscar se debe al hecho de que la productora no quiso adelantar la fecha de estreno prevista, afirmando que a nadie le importaba el premio a la categoría de película de habla no inglesa, además de no aportar nada a la Palma de Oro, obtenida anteriormente en Cannes.

Si dejamos de lado la polémica suscitada por la citada escena; además de los prejuicios derivados de la relación homosexual entre dos mujeres, ni que decir tiene que Kechiche desliza la cámara con brío y nos muestra el devenir de esta chica, el descubrimiento de su sexualidad, al tiempo que experimenta por primera vez el amor verdadero, con sugerentes primeros planos, y otros tantos que evocan belleza poética; asimismo, a pesar de que su premisa se pueda escribir en una servilleta, su guión es grande en su sencillez, debido a que está repleto de diálogos entre los personajes verdaderamente profundos y muy inteligentes.

En resumidas cuentas, "La vida de Adèle" es una obra maestra, posiblemente la mejor filmada sobre una relación homosexual —junto con "Brokeback Mountain" (Ang Lee, 2005) y la reciente "Carol" (Todd Haynes, 2016)—, y que sin duda, nos cuenta una de las historias de amor más fascinantes que ha dado el séptimo arte en toda su historia.
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2 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
No respires
No respires (2016)
  • 6,4
    27.656
  • Estados Unidos Fede Álvarez
  • Jane Levy, Dylan Minnette, Stephen Lang ...
8
La casa del terror ciego
En estos últimos años, con un deslavazado género terrorífico, han ido apareciendo pequeñas joyas, con ajustado presupuesto y talento a raudales que destacan por encima de grandes superproducciones palomiteras sin alma y totalmente olvidables. Geniales películas de corte independiente en el que sus directores, influenciados por los clásicos del género, le otorgan una vuelta de tuerca ofreciendo un punto de vista distinto y sorprendiendo al espectador. Se podrían citar ejemplos como "Déjame entrar" (Låt den rätte komma in, Tomas Alfredson, 2008) que incluso cuenta con un estimable remake estadounidense, llevado a cabo por Matt Reeves en 2010, "It Follows" (Id., David Robert Mitchell, 2014), "Green Room" (Id., Jeremy Saulnier, 2015), o incluso, el interesante remake de "Posesión infernal" (Evil dead, 2013) que llevó a cabo Fede Álvarez, que supuso su carta de presentación, demostrando de que pasta está hecho este prometedor director uruguayo.

Con el beneplácito del gran Sam Raimi que vuelve a ejercer labores de producción, y el mismo equipo que ya trabajó en su opera prima, formado por los españoles Rodo Sayagues (que colabora con Álvarez en el guión), el gran Roque Baños orquestando una estupenda banda sonora y Pedro Luque en el apartado de fotografía, en el que aquí toma verdadera importancia; el cineasta uruguayo consigue asentar su estilo con su segunda incursión tras las cámaras, mucho más personal que su debut, ya que en "No respires" podríamos decir que la historia es completamente original, en el sentido de que no adapta nada, ni versionea ninguna película, sino que es una historia nueva.

Su premisa es sencilla. Tres jóvenes amigos de Detroit se dedican a desvalijar viviendas de lujo de la ciudad, gracias a que uno de ellos cuenta con copias de llaves al estar su padre trabajando en una empresa de seguridad. Unos ingenuos ladrones que creen haber encontrado la oportunidad de cometer el robo perfecto. Su objetivo será un ciego solitario, poseedor de millones de dólares ocultos. Pero tan pronto como entran en su casa serán conscientes de su error, pues se encontrarán atrapados y luchando sin cuartel por su supervivencia.

Como decía, su premisa es sencilla, tan elemental que se podría resumir en una línea... no obstante es efectiva como pocas, ya que Álvarez exprime todos los recursos que tiene a su alcance, jugando con el estado de ánimo del espectador, filmando con brío y personalidad y demostrando su dominio total de la técnica cinematográfica. Su apabullante inicio es toda una declaración de intenciones, con un flashforward que nos muestra por que derroteros nos va a llevar. Tras una fugaz presentación de los personajes, Fede no pierde el tiempo y nos mete de lleno, y sin concesiones, en la morada del terror. Una casa que el ciego conoce a pies juntillas cada polvoriento recoveco, cada estrecho pasillo, cada roída ventana, cada puerta cerrada... entran en su terreno, que pasa de ser una vivienda a un asfixiante laberinto, repleto de trampas y obstáculos que potencian la sensación de horror de los jóvenes ladronzuelos.

Un inteligente plano secuencia nos muestra el escenario, los encuadres de cámara son precisos, los claroscuros de la ausencia (o escasa) luz interior juegan un papel muy importante... ya que hay que tener en cuenta, que en la oscuridad el ciego es el rey... un ciego que en un visto y no visto pasa de ser víctima al peor de los verdugos. Todo ello gracias a una interpretación escalofriante de Stephen Lang, que se vale de sus tablas y oficio para conformar uno de los villanos más fascinantes y ambiguos de estos últimos años. Su ceguera ofrece múltiples sorpresas y formas inimaginables de atemorizar al espectador, que no tiene más remedio que aguantar la respiración y dejarse llevar.

En definitiva, "No respires" es una 'home invasion' notable... un visceral y muy entretenido thriller con pinceladas de auténtico terror elevado al cubo, que se postula como la cinta más destacada del género de este año 2016 y consolida al director uruguayo Fede Álvarez, como uno de los cineastas a tener en cuenta en años venideros.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
You're Gonna Die Tonight (C)
You're Gonna Die Tonight (2016)
Cortometraje
  • 4,4
    111
  • España Sergio Morcillo
  • Mónica Aragón, Antonio Zancada, Francisco Reyes ...
7
Noche pesadillesca!!!
Sergio Morcillo es una persona con una pasión desbordante por el cine de terror... pero del que se hacía antes, aquel que llenaba la grandes pantallas de los cines de finales de los setenta y toda la década de los ochenta, el mismo que llenaba estanterías de los videoclubs... ese realizado por maestros como Tobe Hooper, Dario Argento, Wes Craven o Sam Raimi. También es un enamorado del rutilante "Cinéma de la Cruaté" desarrollado a principios del Siglo XXI en nuestro país vecino; es decir Francia... historias salvajes y sangrientas protagonizadas por mujeres repletas de rabia y dolor... historias impactantes pero con profundidad dramática, con razón de ser y para nada gratuitas... llevadas a cabo por los ya grandes del género actual como Alexandre Aja, Xavier Gens, Pascal Laugier, Alexandre Bustillo y Julien Maury, entre otros.

Desde que Sergio empezó su andadura por el cortometraje, ha ido plasmando todo aquello que le apasiona del genuino género terrorífico, que junto con sus buenas intenciones y su entusiasmo, nos ha ido deleitando con cada uno de sus trabajos; como por ejemplo "Tus gritos me dan risa" (2012), en el cual un payaso deforme aterrorizaba a una familia el día de Nochebuena; o "Metamorphose" (2013) que nos plasmaba una brutal y sanguinolenta venganza. Así que, siguiendo su evolución como cineasta, este año 2016 nos presenta el que probablemente sea su trabajo más ambicioso hasta la fecha, titulado "You're gonna die tonight" (que traducido al castellano sería "Vas a morir esta noche").

Su premisa se centra en una mujer que llega a casa de madrugada, agotada después de una larga noche de fiesta. Mientras disfruta de un placentero baño relajante, su teléfono móvil suena, en el que un extraño empieza a realizar llamadas, cada cual más perturbadora. De pronto, la chica se dará cuenta que no está sola, que alguien la vigila de cerca... convirtiendo esa noche en una lucha sin cuartel por sobrevivir.

Decía anteriormente que éste es quizás su trabajo más ambicioso, porqué viene apadrinado por uno de los mejores directores españoles de terror de estos últimos años: Miguel Ángel Vivas, responsable de la impresionante "Secuestrados" (2010) o la película 'zombiesca' "Extinction" (2015). Así mismo, Sergio lo ha filmado en inglés para tener una proyección más internacional; y además, ha contado con Mónica Aragón, una actriz con solera, que con su carisma y personalidad nos atrapa, y que sin lugar a dudas, se convierte en lo más destacado del cortometraje. También sobresale un perturbador Antonio Zancada, que con su sola presencia nos sobrecoge de mala manera, poniéndonos los pelos como escarpias.

La historia se nutre de multitud de referencias y guiños al cine de terror que tanto nos apasiona. Así que encontramos brillantes pinceladas slasher que bien recuerdan a "Maniac" (William Lustig, 1980), entremezcladas con el 'home invasion' de "Alta Tensión" (Haute tension, Alexandre Aja 2003), "Al interior" (À l'intérieur, Alexandre Bustillo y Julien Maury, 2007) o "Scream" (Wes Craven, 1996)... siendo esta última la más evidente; no obstante, no se limita a copiar tales referencias, sino que se nutre de ellas para perfilar su estilo personal, que en este caso y en contraste con sus anteriores trabajos, está mucho más asentado, destilando una madurez como cineasta que posiblemente muy pronto le propicie dar el salto al largometraje.

En resumidas cuentas, "You're gonna die tonight" es un corto interesante, que pone de manifiesto el talento que atesora su director, que poco a poco va puliendo ese diamante en bruto del que se empieza ya a vislumbrar parte de su chispeante brillo... el mismo que en su salto a la gran pantalla lo convertirá en uno de los mejores cineastas del género en nuestro país; al tiempo.
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Gernika
Gernika (2016)
  • 4,5
    2.405
  • España Koldo Serra
  • María Valverde, James D'Arcy, Jack Davenport ...
7
Visión del bombardeo que cambió la historia de España
A lo largo de la historia del cine español, una multitud de películas han tratado el tema de la "Guerra Civil Española" desde diferentes puntos; sin embargo, ninguna de ellas se había centrado en el bombardeo de Guernica, aquel que llevó a cabo el ejercito alemán en abril de 1937 y que se cobró la vida de miles de personas, inspirando unos meses después al genial pintor malagueño Pablo Picasso, para crear una de sus obras más emblemáticas: El Guernica.

El director vasco Koldo Serra, con solo una película a la espalda (la estimable "Bosque de sombras", que fue protagonizada por Gary Oldman), pero del que es necesario puntualizar que posee una amplia experiencia en el mundo de la televisión, es el encargado de llevar por fin a la gran pantalla el fatídico bombardeo; coincidiendo además, con el 80 aniversario de un suceso que cambió la historia de España para siempre.

El inicio de la película es sencillamente brillante: Un spot publicitario (narrado por la voz de Hugo Silva) nos mete de lleno en la época. Luego, mediante un estupendo travelling hacia atrás, la camara sale del spot dejándolo ubicado en una pantalla cinematográfica, situándonos en una sala de cine hasta acabar en un primerísimo plano de nuestro protagonista, Henry (interpretado por el actor británico James D'Arcy). Sin lugar a dudas, toda una declaración de intenciones por parte de su director, que da a entender su gran dominio de la técnica cinematográfica... un realizador que en numerosas ocasiones ha confesado ser un apasionado del mundo del celuloide en general, y del cine de Steven Spielberg y Sergio Leone en particular; de hecho, en la película que nos concierne, titulada simple y llanamente "Gernika", hay influencias latentes a lo largo de su metraje, como por ejemplo la secuencia del baile nazi que evoca al clásico "Indiana Jones: En busca del arca perdida" (Indiana Jones: Raiders of the Lost Ark, Steven Spielberg, 1981), o la capacidad que atesoraba Leone en sus películas de empequeñecer la historia de los personajes, con sus miedos, sus defectos, sus alegrías y sus sueños, formando parte de una historia mucho mayor, en este caso el bombardeo de la ciudad vasca.

Este rutilante inicio da paso a la visión periodística de la Guerra Civil Española, ya que nos introduce al interior de una oficina de prensa republicana, en la cual trabaja la joven Teresa, que chocará con los ideales de Henry, un periodista americano en horas bajas que está cubriendo el frente norte. Teresa, cortejada por su jefe, Vasyl, un asesor ruso del gobierno republicano, se sentirá atraída por el idealismo durmiente de Henry y querrá despertar en él la pasión por contar la verdad que un día fue su único objetivo.

Destaca el buen trabajo que realiza el plantel de actores, sobretodo el de una encantadora actriz española María Valverde, que encarna a Teresa... junto con el de unos portentosos actores británicos James D'Arcy, que da vida a Henry y Jack Davenport, que interpreta a Vasyl. Los tres conforman un interesante triángulo amoroso, solamente lastrado por la poca química entre Valverde y D'Arcy y su affaire cogido con pinzas, siendo lo menos destacado de la propuesta. También cabría reseñar que los personajes de Victor Clavijo e Irene Escolar podrían haber tenido mucho más peso en la historia, y que de ser así le hubieran dado algo más de empaque, sobre todo en la sosegada primera parte del filme. Sin embargo, ese desarrollo 'in crescendo' que imprime su director, propicia que la tensión y el suspense aumenten a medida que se va desarrollando la trama, culminando en unos últimos treinta minutos realmente impresionantes, los cuales recrea de maravilla el trágico bombardeo, con unos planos cenitales que quitan el hipo y unos estupendos efectos visuales que no tienen nada que envidiar a las grandes superproducciones de Hollywood. Una muestra más que clara es, que a pesar de haber contado con un presupuesto bastante ajustado (solamente seis millones de euros), con un poco de ingenio y talento a borbotones, se ha podido realizar una película bien hecha e interesante.

Posiblemente los hechos relatados no estén plasmados con exactitud, no estoy del todo seguro ya que obviamente los temas históricos no son mi competencia; no obstante, cabe tener en cuenta que se trata de una película, y si se desea saber con rigor los hechos históricos, ya están los libros y documentales al respecto. Por lo tanto, y en contraste con lo anterior, "Gernika" ofrece un interesante entramado bélico, muy entretenido y por momentos resulta emocionante y sobrecogedor.

En síntesis, "Gernika" es una película notable, que pretende mostrar la barbarie de la guerra, donde no hay ni ganadores ni vencidos... solamente víctimas y destrucción; de igual modo, que rinde un sentido homenaje a aquellos periodistas que se juegan la vida por contar al mundo la verdad sobre la absurda contienda... unos periodistas como Robert Capa y Ernest Hemingway (ambos citados en el filme) o George Lowther Steer, el primer y único periodista que contó al mundo lo ocurrido, jugándose su puesto en el New York Times... y que el personaje de Henry Howell comparte muchos de sus rasgos.
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9 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
El árbol de la vida
El árbol de la vida (2011)
  • 5,9
    52.113
  • Estados Unidos Terrence Malick
  • Brad Pitt, Jessica Chastain, Hunter McCracken ...
10
Complejo y fascinante puzzle sobre la vida y la muerte.
Terrence Malick es un director estadounidense que ha dirigido muy pocas películas en su trayectoria, concretamente siete en poco más de 40 años; todo aquello unido a sus escasísimas apariciones públicas, y la dificultad de encontrar alguna fotografía suya, hacen que tenga similitudes con el gran Stanley Kubrick.

A principios de la década de los setenta debutó en la dirección con la recomendable "Malas Tierras" (Badlands, 1973), una densa historia de amor ambientada en los años cincuenta con Martin Sheen y Sissy Spacek. El gran éxito que obtuvo hizo que la Paramount le apoyara en su segundo largometraje, titulado "Días de cielo" (Days of heaven, 1978), una tempestuosa historia de amor a tres bandas durante la Gran Depresión; la lenta posproducción del film (dos años) casi acabó con la paciencia del productor Bert Schneider, aunque posteriormente la película fue un éxito, que logró el premio a la mejor dirección en el prestigioso Festival de Cannes y el Oscar a la mejor fotografía.

Tras aquel largometraje Malick empezó a escribir un guión titulado “Q”, que versa sobre el origen de la vida, pero lo dejó a un lado, mudándose a París (Francia), y alejándose de la dirección hasta su regreso, veinte años después con la también muy recomendable: “La delgada línea roja” (The Thin Red Line, 1998), una película bélica que nos trasladaba al corazón de una pequeña isla del Pacífico llamada Guadalcanal, en la cual libraban una cruenta batalla los norteamericanos contra los japoneses por la conquista de una estratégica colina.

El libreto mencionado anteriormente sirvió como borrador inicial de la película que nos ocupa: "El árbol de la vida", posiblemente la más lograda de toda su carrera. Puede ser debido a que alberga muchos elementos autobiográficos, de los cuales citaremos los más destacables: el relato está ambientado en la ciudad de Waco (Texas, EE.UU.), su ciudad natal; el director también era el mayor de cuatro hermanos (de los cuales hubo uno que se suicidó a la temprana edad de 19 años, que coincide con la edad en la que muere el hermano mediano en la película), como consecuencia del fracaso en su carrera como guitarrista; el niño que fallece en la cinta también tocaba la guitarra; en último lugar, el personaje de Jack (interpretado por Michael Koeth en la infancia, y por Sean Penn en su etapa adulta) que posiblemente sea el alter ego del director.

"El árbol de la vida" posee todas las características de la obra de Malick: la descripción de la belleza de la naturaleza en clara oposición a la ambición y la crueldad del hombre, la desesperación por la pérdida de un ser querido, el amor de los padres hacia sus hijos desde dos puntos de vista distintos (la madre que los educa con cariño y generosidad y el padre con austeridad y una gran obsesión por que tengan una vida próspera, la misma que él no ha podido tener tras fracasar en la consecución de sus sueños, como aquel de ser músico), además del origen del universo y la creación de la vida desde sus orígenes (como el big bang, la creación del planeta Tierra, los Dinosaurios y su extinción, y la irrupción del ser humano); todo ello lo muestra como si fuese un poema plasmado en imágenes, colocando de manera logradísima la cámara, con el objetivo de captar en cada fotograma el esplendor de toda su belleza, apoyándose en una impresionante fotografía de Emmanuel Lubezki (que se encargaría dos años después de retratar la genial película espacial “Gravity” [Alfonso Cuarón, 2013]).

Aunque, lo que verdaderamente nos cuenta “El árbol de la vida” es nada más y nada menos que la historia de la vida y la muerte, trazando un complejo mapa simbólico sobre la creación de todas las cosas e invitándonos a la reflexión. Todo este despliegue se justifica ante la necesidad del ser humano por comprender la razón misma de su existencia, así como la caprichosa fugacidad de esta. El fallecimiento de un muchacho a sus 19 años, hermano del niño protagonista del film (cuya versión adulta interpreta Sean Penn), es el eje en torno al cual gira el desarrollo de su premisa. Un funesto acontecimiento que impulsa a los personajes a buscar la respuesta de la que quizás sea la cuestión más importante que nos formulamos los humanos: ¿por qué morimos?

El estilo narrativo del filme es arriesgado, para nada convencional, sin apenas diálogos y con un orden cronológico desordenado. La emocionante banda sonora de Alexandre Desplat está llena de sensibilidad y un gusto exquisito. Destaca también el magnífico trabajo por parte de su elenco, con un genial Brad Pitt interpretando a un padre de familia autoritario, y sobre todo una inconmensurable Jessica Chastain en el rol de la madre, que realiza una interpretación compleja y llena de matices; cabe decir que Sean Penn se sintió bastante molesto con el resultado final de la película, debido a que muchas de las escenas en las que él salía se cayeron del montaje definitivo. El filme ganó la Palma de Oro en Cannes (a pesar de la polémica), numerosos premios de los gremios de Hollywood, y obtuvo tres nominaciones a los Oscar (incluyendo el de mejor película y director); en conclusión, "El Árbol de la Vida" es una verdadera obra de arte en su estado más puro, una película conmovedora, filosófica, apasionante y hermosa, que estremece todos nuestros sentidos.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El valle oscuro
El valle oscuro (2014)
  • 6,1
    1.584
  • Austria Andreas Prochaska
  • Sam Riley, Tobias Moretti, Paula Beer ...
6
La venganza es un plato que se sirve frío... MUY FRÍO!!!
El western es posiblemente uno de los géneros cinematográficos que más ha evolucionado en los últimos tiempos. Originariamente estaba considerado como 'El cine americano por antonomasia', ya que relataba en clave heroica o crítica la conquista del oeste de Estados Unidos y la difícil gestión de la nación americana. Sin embargo, a mediados de los cincuenta, vino el 'Spaghetti western' con Leone, Corbucci, Sollima y Barboni como principales exponentes, que redefinieron las claves, algo evidente si tenemos en cuenta la localización geológica. Aunque a principios de los ochenta parecía que era un género estancado, devaluado y pasado de moda... hasta que llegaron cineastas como Quentin Tarantino, Robert Rodríguez, Kevin Costner o Tommy Lee Jones que volvieron a actualizar los mecanismos del western a los cánones que rigen en la actualidad, brindando una visión contemporánea, pero manteniendo la esencia que hizo especial a uno de los géneros más laureados e importantes de la historia del séptimo arte. Esa visión contemporánea consiste en narrar historias de venganza desarrolladas en ambientes sombríos y difusos, así como tener un protagonista que carece de los atributos que antaño daban la identidad al vaquero, pero que insiste en desempeñar una tarea épica. Sirva como ejemplo películas como "Django desencadenado" y "Los odiosos ocho" de Tarantino, "Los tres entierros de Melquiades Estrada" y "Deuda de honor" de Lee Jones, o "Bailando con lobos" y "Open range" de Kostner, entre otras muchas.

Andreas Prochaska, director del filme que nos ocupa "El valle oscuro", se basa en la novela homónima de Thomas Willmann, y nos presenta a un forastero que llega al escenario en cuestión con propósitos desconocidos, en una trama que pasa del tenso y sosegado planteamiento a un desenlace violento y desenfrenado. Algo similar a lo que proponen cineastas como Tarantino, principal influencia de Prochaska a la hora de confeccionar este interesante western. Cabría decir que la figura de ese individuo ajeno al territorio, que en esta ocasión lo encarna el actor británico Sam Riley, remite claramente a filmes como "Por un puñado de dólares" (Per un pugno di dollari, 1964) de Sergio Leone —la cual huelga decir que es uno de los exponentes del 'spaghetti western'—, en el que un forastero llega a un pueblo en el que dos familias enfrentadas entre si pugnarán por sus servicios. En "El valle oscuro" Greider (el forastero) se presenta en un pequeño pueblo aislado de los Alpes y pone en alerta a los miembros de la familia Brennen, que domina el lugar. Estas claras influencias al spaghetti western en general, y al filme de Leone en particular, manifiesta la esencia del género a nivel formal y narrativo; sin embargo, la novedad está en su tesitura formal, en la cual Prochaska nos ofrece un western ambientado en un lugar distinto al habitual (los Alpes austriacos sustituye el árido desierto), retratados con una fotografía impresionante, haciendo que ese cambio de contenido sea novedoso e interesante, a la vez que impide que aquello que pretende representar se despoje de su naturaleza original, siendo sin duda lo más destacado de esta propuesta.

La parquedad en palabras de sus personajes, los arrebatadores paisajes nevados, la visceralidad de la violencia desatada en el último tercio, así como esos rostros que muestran de forma notable los sentimientos tanto de rabia como de amargura, definen exponencialmente la cinta de Prochaska, dirigida con elegancia, sutileza y mano firme, a pesar de su poca experiencia en largometrajes de primer orden —viendo su filmografía repleta de telefilmes podemos darnos cuenta de ello—; no obstante, hay algunas pérdidas de ritmo que merman un poco el conjunto, además de la inclusión de esa canción pop que, particularmente, no me ha acabado de gustar del todo. Aunque en resumidas cuentas, "El valle oscuro" es una buena película, que pone de manifiesto ese resurgimiento del cine western actualizado... llevado a cabo por cineastas que profesan su admiración y respeto por la cultura fundacional norteamericana.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Infierno azul
Infierno azul (2016)
  • 5,3
    14.439
  • Estados Unidos Jaume Collet-Serra
  • Blake Lively, Óscar Jaenada, Brett Cullen ...
7
Encarnizado duelo por la supervivencia
Es ya una realidad plausible que Jaume Collet-Serra, cineasta español afincado desde su mayoría de edad en Estados Unidos, se ha consagrado como uno de los realizadores españoles más respetados y valorados en la industria del cine estadounidense. Capaz de llevar con soltura encargos como "La casa de cera" (House of Wax, 2005) o "¡Goool! 2: Viviendo el sueño" (Goal! 2: Living the Dream..., 2005); fibrosas cintas de acción con la estrella Liam Neeson en "Sin identidad" (Unknown, 2011) "Non-Stop (sin escalas)" (2014) o "Una noche para sobrevivir" (Run All Night, 2015); así como deliciosas muestras de terror como "La huérfana" (Orphan, 2009). Ahora cambia de registro para presentarnos una tensa y visceral película de suspense, a medio camino entre el "Tiburón" (Jaws, 1975) de Spielberg y el genuino suspense deudor del maestro del suspense, Alfred Hitchcock (cineasta el cual a profesado su más gran admiración), con "Infierno azul" (The Shallows en su título original en inglés).

Su argumento gira en torno a Nancy, una joven estadounidense de buena familia que trata de superar la pérdida de su madre. Un día, practicando surf en una solitaria playa mexicana se queda atrapada en un islote a unos pocos metros de la costa. El problema está en que un enorme tiburón blanco se interpone entre ella y la otra orilla.

"Infierno azul" te atrapa a un nivel muy primario, ya que esencialmente nos muestra un gran duelo por la supervivencia, entre nuestra protagonista y un gran tiburón blanco. Blake Lively, que saltó a la fama con su papel en "Gossip Girl" (Stephanie Savage, 2007-2012), y recibió grandes elogios de la crítica por su interpretación en "El secreto de Adaline" (The Age of Adaline, Lee Toland Krieger, 2015), encarna a Nancy; y sin lugar a dudas es el 'alma mater' del filme, ya que durante todo el metraje realiza una interpretación que le hace estar expuesta en todo momento, y Lively la resuelve de forma notable. Su personaje busca algo de consuelo tras la muerte de su madre, y aunque es una aplicada estudiante de medicina, se va a esa playa remota para hallar la paz interior subida a su tabla de surf. No obstante, sin darse cuenta, se mete en el territorio de caza de un gran tiburón blanco, causando que se quede atrapada a escasos 200 metros de la costa. Así que no le queda más remedio que hacer acopio de todas sus fuerza, su valor, su inteligencia, su creatividad y sus pocos recursos de los que dispone para poder salir del atolladero en el que se encuentra metida. Este hecho hará que su fuerza de voluntad se ponga a prueba una y otra vez, derrumbándose y fortaleciéndose mientras lucha por sobrevivir; sin embargo, por muy ingeniosa que se vuelva Nancy, cabe decir que el tiburón también está decidido a sobrevivir y proteger su fuente de comida (el cadáver de una ballena jorobada), dando lugar una enconada lucha de voluntades.

Es digno de mención el breve (pero interesante) rol del actor español Óscar Jaenada, que da vida a Carlos, un lugareño que sirve de guía a Nancy para llegar a la playa. El es quien conoce el camino para llegar a esa playa tan bien escondida y que resulta bastante difícil de encontrar; asimismo, el dominio del suspense por parte de su director Jaume Collet Serra es magnífico, sabiendo administrar muy bien los golpes de efecto del filme, permitiendo que sus poco más de 80 minutos pasen en un suspiro; además, las escenas de surf están filmadas de manera soberbia y totalmente realistas, y tanto la banda sonora como la fotografía son bastante notables. Es posible que el final sea lo más flojo de la propuesta, pero no resta brillo a su resultado global.

En definitiva, "Infierno azul" es una película interesante, con una historia prácticamente minimalista e increíblemente visceral, que cuenta con una Blake Lively brillante, dando vida a una mujer que tiene que hacer frente a sus peores miedos por sobrevivir y que consagra a su director Jaume Collet Serra como uno de los mejores cineastas españoles en Hollywood; que no es poco!!!
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de ti
Antes de ti (2016)
  • 6,3
    14.428
  • Estados Unidos Thea Sharrock
  • Emilia Clarke, Sam Claflin, Matthew Lewis ...
6
Encantador 'pastel' amoroso...
En estos últimos años, ha habido un resurgimiento, tanto en el mundo del cine como en la literatura, de las historias románticas imposibles envueltas con un pequeño halo de tragedia, sirviendo como ejemplo excelentes filmes como "Ahora y siempre" (Now Is Good, Ol Parker, 2012), "Bajo la misma estrella" (The Fault in Our Stars, Josh Boone, 2014) o "Amor bajo el espino blanco" (Shan zha shu zhi lian, Zhang Yimou, 2010). Es una realidad que generalmente al público le gustan este tipo de historias. La película que nos concierne, "Antes de ti" (Me Before You), es la última del género en estrenarse en la gran pantalla, y de la que cabe decir que se basa en la exitosa novela homónima de Jojo Moyes.

La premisa se centra en Louisa "Lou" Clark, una joven peculiar y creativa que reside en un pequeño pueblo de la campiña inglesa. Vive sin rumbo y va de un trabajo a otro para ayudar a su familia a llegar a fin de mes; sin embargo, un nuevo trabajo pondrá a prueba su habitual alegría. En el castillo local, se ocupa de cuidar y acompañar a Will Traynor, un joven y adinerado banquero que se quedó paralítico tras un accidente de tráfico.

Irremediablemente, lo más destacado del filme son las notables interpretaciones de la pareja protagonista: Emilia Clarke y Sam Claflin. Con respecto a Emilia, que es conocida especialmente por su fascinante Khalessi de la célebre serie televisiva "Juego de Tronos" (Game of Thrones, David Benioff y D.B. Weiss), está realmente brillante, conformando un personaje con una personalidad risueña, una melosa mirada, una luminosa sonrisa y con esa excéntrica forma de vestir... que ilumina literalmente la pantalla, siendo el 'alma mater' de la película, logrando transmitir esperanza y 'buenrollismo' allá por donde pasa. Por otro lado, Sam Claflin (conocido por salir en la franquicia juvenil "Los juegos del hambre" —The Hunger Games—) encarna de forma maravillosa al guapo parapléjico, totalmente misántropo a causa de las consecuencias de su accidente.

El hecho de que la propia autora del libro Jojo Moyes de forma al guión es otro punto a favor, sabiendo escoger lo más interesante de la novela, la cual plasma muy bien su esencia y administra a la perfección los toques cómicos. Así que cabría decir que "Antes de ti" (en este sentido) está por encima de la media, cumpliendo su cometido, que alberga una bonita historia que entretiene, divierte y conmueve a partes iguales, siendo un claro canto a la vida. No obstante, personalmente pienso que le falta algo de fuerza dramática, quedándose en este caso en la superficie; es decir, para ser una persona postrada en una silla de ruedas que ansía la muerte como liberación de su sufrimiento constante, nosotros no lo vemos sufrir, no hay un solo momento en el desarrollo del filme que veamos las graves derivaciones de su enfermedad. Sin duda, ésto es un fallo importante ya que le resta mucha fuerza a ese sentimiento de desear la muerte, y por supuesto, credibilidad. Asimismo, hay cierta parte de su discurso que no me acaba de convencer del todo, ya que se utiliza la discapacidad del protagonista solo como un medio para que el personaje femenino se enriquezca y mejore su vida. En ese sentido, la película naufraga porque no sabe transmitir un mensaje positivo sobre cómo vivir con una discapacidad, siendo la única opción plausible la muerte. Para el que escribe estas líneas, y más teniendo un amigo postrado en silla de ruedas, tengo que decir que es totalmente falso, ya que estas personas para nada desean acabar con su vida; es más, diría que es todo lo contrario, irradian una fuerza de voluntad y ganas de vivir que te embriagan por completo. Este discurso estaba muy bien mostrado en la exitosa película francesa "Intocable" (Intouchables, Olivier Nakache y Eric Toledano, 2011), que por descontado es más realista y mucho mejor que ésta que nos abarca.

En definitiva, "Antes de ti" es una película interesante, bastante divertida y con buenas interpretaciones, pero sin llegar a las altas cotas de otros filmes como "Esplendor en la hierba" (Splendor in the Grass, Elia Kazan, 1961), "Love Story" (Id., Arthur Hiller, 1970), "Elegir un amor" (Dying Young, Joel Schumacher, 1991) y las anteriormente citadas... aunque encantará a aquellos que les guste las sencillas historias románticas, con un pequeño toque dramático y buenas intenciones.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Expediente Warren: El caso Enfield
Expediente Warren: El caso Enfield (2016)
  • 6,5
    24.251
  • Estados Unidos James Wan
  • Vera Farmiga, Patrick Wilson, Frances O'Connor ...
7
Bajo el influjo de la monja demoníaca
Es una realidad que James Wan es el cineasta que mejor domina los entresijos del género del terror en la actualidad, viendo las estupendas películas que nos ha brindado a lo largo de la década y media de lo que llevamos de Siglo XXI; de hecho, cabe recordar que la primera entrega de Expediente Warren" (The Conjuring, 2013) es la segunda película más taquillera del género, por detrás de todo un clásico como "El Exorcista" (The Exorcist, William Friedkin, 1973), casi nada! Así que era inevitable que Wan conformara una segunda entrega de su exitosa película.

De igual modo que en la primera entrega, "El caso Enfield" está inspirada en un caso real llevado a cabo por los demonólogos Ed y Lorraine Warren, que en esta ocasión viajan al norte de Londres para ayudar a una madre soltera que vive con sus cuatro hijos, en una casa plagada de espíritus malignos.

Sin duda, lo más terrorífico de la propuesta es comprobar que se trata de un caso real, al igual que la primera entrega, así como en grandes clásicos como "El Exorcista" o "Poltergueist: fenómenos extraños" (Tobe Hooper, 1982)... principales influencias del director malayo. Según la verdadera Lorraine Warren, afirmaba que cuando se le aparecía el espíritu maligno lo hacía en forma de vórtice. Uno de los grandes aciertos de Wan es haber sustituido el vórtice por una monja demoníaca bastante turbadora (de la cual ya se está preparando un spin off). Cabe decir que los Warren son una familia con unas creencias religiosas muy arraigadas, y el hecho de que ese espíritu maligno se represente en forma de monja, corrompiendo uno de los principales símbolos religiosos, les hace quebrantar su fe y perfilar un terror psicológico que funciona a las mil maravillas.

Esta estremecedora monja protagoniza el largo prólogo del filme y que nos sumerge en otro escalofriante caso real... quizás el más famoso de todos los acontecidos en tierras norteamericanas: la casa maldita de Amityville. Los brutales asesinatos de la familia DeFeo inspiraron multitud de películas y libros al respecto, tales como "Terror en Amityville" (Stuart Rosenberg, 1979), otra de las grandes influencias de Wan... que irremediablemente ha dado con la tecla para actualizar los clásicos para ofrecer al espectador películas de terror interesantes y terroríficas, jugando con su estado de animo del mismo modo que un niño juega a las canicas. Y todo ello gracias a su gran dominio de la técnica cinematográfica, en el que la banda sonora, así como la excelente fotografía, o la maravillosa puesta en escena... y los efectivos plano-secuencia... son las mejores herramientas para que Wan nos aterrorice hasta la médula.

Las interpretaciones de sus protagonistas son también bastante destacables, sobretodo las de Vera Farmiga y Patrick Wilson, que encarnan al matrimonio Warren y del que es necesario indicar que atesoran una complicidad notable. Frances O'Connor también está fantástica como la sufridora madre soltera inglesa. Y además, Madison Wolfe está verdaderamente magnífica encarnando a Janet Hodgson, la niña poseída que nos brinda grandes momentos espeluznantes.

Aunque, por contra es procedente reseñar que obviamente se ha perdido la frescura que rezumaba la primera entrega; de hecho, ésta contiene la misma estructura narrativa, es decir: prólogo + presentación de la familia acosada + los Warren solucionan el entuerto + desenlace. Asimismo, en su nudo narrativo hay unas pérdidas de ritmo que ralentizan el desarrollo de la trama, haciendo que se alargue hasta las dos horas, sobrando claramente entre quince o veinte minutos... pero es una nimiedad que no afecta demasiado a su resultado general.

En definitiva, "Expediente Warren: El caso Enfield" es una recomendable y más que digna secuela, que confirma a su artífice, James Wan, como un verdadero especialista del género, a la par de ser el mejor realizador de cine de terror en la actualidad, casi a la misma altura de los más grandes.
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