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Críticas ordenadas por:
La guerra del planeta de los simios
La guerra del planeta de los simios (2017)
  • 6,4
    25.963
  • Estados Unidos Matt Reeves
  • Andy Serkis, Woody Harrelson, Amiah Miller ...
7
Simios unidos jamás serán vencidos
La trilogía de César cierra el círculo... el mismo que dio comienzo hace unos años con el asombroso reinicio de una de las cumbres de la ciencia ficción, tanto en cine como en la literatura, como es el clásico protagonizado por Charlton Heston en 1968 y la impresionante novela distópica de Pierre Boulle respectivamente. Aquella nueva trilogía iniciada en 2011 se centró en contarnos el origen de la historia, ofreciendo un punto de vista novedoso a una franquicia que cuenta con numerosas secuelas, series de televisión varias y hasta un descafeinado remake a cargo de Tim Burton. Recapitulemos pues... todo empezó con aquel experimento para tratar el alzheimer que provocó el desarrollo de las capacidades cognitivas de los primates, al mismo tiempo que el retrovirus de la gripe simia convirtiera a los humanos afectados en seres erráticos y sin habla. Tiempo después, con el planeta devastado y la humanidad prácticamente desvanecida, ambas civilizaciones se enfrentaron entre si por la supervivencia de la especie dominante. Y ahora, tras estar años sumidos en encarnizados enfrentamientos, nos meten de lleno en la guerra entre simios y humanos... una guerra entiéndase a diferentes niveles, mostrando tanto el campo de batalla como ahondando en la moralidad de ambos bandos, así como en la deshumanización del individuo, predominando un tono entre el western crepuscular, las historias de fugas carcelarias y el cine bélico.

Se podría decir que Matt Reeves es un verdadero artesano. Antiguo socio de J. J. Abrams en series como "Felicity" (1998 - 2002) y en películas como "Monstruoso" (Cloverfield, 2008), así como responsable del estimable remake de "Déjame entrar" (Let Me In, 2010)... cabe decir que con la sobriedad que le caracteriza, ha sido capaz de otorgarle alma y profundidad a una historia que a priori podría instaurarse en el ridículo, tal y como ya hiciera en la segunda entrega con el hecho de mostrar a los simios montando a caballo. De por si, ésto ya es un logro importante. Caso aparte es el impresionante trabajo de Weta Digital con el tema de la captura de movimiento, que en esta nueva trilogía sustituyera al maquillaje imperante en los clásicos. Y más concretamente, destacar el trabajo de un profesional como Andy Serkis, que ha demostrado que además de ser todo un especialista en éste campo también es un excelente actor. Suyas son las creaciones de personajes tan maravillosos y ambiguos como el Gollum de "El Señor de los anillos", el Captain Haddock del "Tintín..." de Spielberg o como este César de la trilogía simiesca. Una caracterización que va mucho más allá de los efectos especiales, ya que Serkis ha creado un personaje con alma propia, dotándolo de sensibilidad y valores. Acosado por los fantasmas del pasado y el dolor infundido por la pérdida de sus seres queridos, en "La guerra del planeta de los simios" vemos a un César cegado por la ira, pero también a un ser abatido y con el anhelo de descansar de una vez por todas, de terminar con el sufrimiento y vivir en paz con su pueblo. Huelga decir que con el notorio trabajo de Serkis es muy fácil identificarse en los conflictos morales de César, siendo uno de los puntos fuertes de la propuesta que nos ocupa.

Por otro lado, el coronel encarnado por Woody Harrelson se convierte en el contrapunto perfecto de César. Un señor de la guerra megalómano y sin compasión que es capaz de cualquier cosa por ganar la contienda. Personalmente, me ha recordado en muchos momentos al coronel Kurtz interpretado por Marlon Brando en la monumental "Apocalypse Now" (Id., Francis Ford Coppola, 1979) —solo basta con ver la primera aparición de éste en las cuevas con la cara pintada casi al completo de negro—. Su fanatismo ideológico hace que someta a los simios a través de la violencia y el miedo en un improvisado campo de concentración; del mismo modo que ya hicieran otros en conflagraciones pasadas, como por ejemplo los nazis a los judíos en la segunda guerra mundial.

Destaca también, como en las anteriores entregas, su factura técnica, compuesta por unos rutilantes efectos visuales y una banda sonora a cargo de Michael Giacchino, que sin ser brillante, adereza de maravilla al broche final de una serie ejemplar (sobresaliendo en una época trazada por la proliferación de remakes, reboots, precuelas y spin-offs de toda índole). En resumidas cuentas, un fantástico filme que disuelve los desvaríos del ser humano entre agua, fuego y nieve, tres elementos de una naturaleza desprovista de su esencia.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Señor, dame paciencia
Señor, dame paciencia (2017)
  • 4,6
    9.118
  • España Álvaro Díaz Lorenzo
  • Jordi Sánchez, Megan Montaner, Eduardo Casanova ...
4
Familia disfuncional
Con un par de trabajos previos a sus espaldas ("La despedida" y "Café solo o con ellas"), el director y guionista madrileño Álvaro Díaz Lorenzo vuelve con una nueva comedia, titulada "Señor, dame paciencia", que del mismo modo que en las anteriores, se ha rodeado de un buen puñado de caras conocidas del panorama televisivo español. Jordi Sánchez en su eterno personaje gruñón y entrañable a la vez, Eduardo Casanova con otro rol que recuerda a su homólogo en "Aida", las hermosas hermanísimas Megan Montaner y Silvia Alonso, Salva Reina que vuelve a deleitarnos con otro personaje "tontuno" como el de "Villaviciosa de al lado", el guapete (entre comillas) David Guapo mismo alter ego que el visto en "Tu cara me suena", el "vigilante de la playa" guaperas Andrés Velencoso, una pasada de vueltas Rossy de Palma (como en "Anacleto, agente secreto"), y un cura muy "Hombres de Paco" llevado a cabo (como no) por Paco Tous.

Todos ellos forman, como he comentado anteriormente, un variopinto grupo de rostros televisivos conocidos que, sobre el papel y a priori, son buenos pretextos para orquestar una comedia de enredo divertida y entretenida. Sin embargo, tras visionarla en una sorprendentemente abarrotada sala cinematográfica, no paro de preguntarme: ¿Cuál es el principal problema que tiene esta comedia, con los argumentos antes expuestos, para que no funcione?

Tal y como un servidor lo ve, el problema reside en su ejecución. Me explico. Huelga decir que toda comedia de enredo (generalmente hablando) sigue unos patrones muy concretos: presentación de los personajes, planteamiento de una situación, un desarrollo en el que esa situación se enreda de sobremanera (la cual provoca la comedia pura y dura) y el desenlace de la función. Tras esta pequeña aclaración y prosiguiendo con la reseña de la película que nos ocupa, cabe puntualizar que el fallo está en el enredo del entuerto. En primer lugar, cabe decir que la presentación de los personajes está muy bien, el planteamiento de la sátira sobre el patetismo que destila el "facha" más clásico en yuxtaposición con las tendencias modernas y liberales de los años "milenial" está también bastante acertado (que por cierto, recuerda muchísimo a otras propuestas como la estimable "Ocho apellidos vascos" y sobretodo a la divertidísima "Dios mío ¿Pero qué te hemos hecho?); no obstante, en el momento de enredar el entuerto... ¡Vamos! tal y como se dice, ¡de liarla bien parda!, la película naufraga de todas todas en un empalagoso y deslavazado buen "rollismo", perdiendo el rumbo como un barco a la deriva, comandado por un "listillo" e insensato capitán formado con tutoriales colgados en youtube. No hay embrollo al respecto, ya que la comedia está íntegramente sustentada en la repetición (hasta la saciedad) de clichés racistas y "futboleros" sin apenas gracia y salero, que definen una "comedieta" un tanto simpática (por el hecho de ver desfilar esas caras conocidas que os enumeraba al principio), pero totalmente prescindible y olvidable a los cinco minutos de abandonar esa sorprendentemente abarrotada sala cinematográfica de turno.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La casa de la esperanza
La casa de la esperanza (2017)
  • 6,1
    3.919
  • Estados Unidos Niki Caro
  • Jessica Chastain, Daniel Brühl, Johan Heldenbergh ...
6
El zoo de la esperanza
El Holocausto Nazi en la Segunda Guerra Mundial ha sido un tema bastante recurrente a lo largo de la historia del Celuloide. Desde inicios de la década de los cuarenta del Siglo XX, con la obra maestra de Charles Chaplin "El gran dictador" (The Great Dictator, 1940); pasando por obras centradas en el conflicto bélico tan memorables como "El diario de Ana Frank" (The Diary of Anne Frank, George Stevens, 1959) —ganadora de tres premios Oscar y un Globo de Oro—, "Kapo" (Id., Gillo Pontecorvo, 1960) —que fue nominada a los Oscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa, representando a Italia—, o "Jakob, el Mentiroso" (Jakob, der Lügner, Frank Beyer, 1975) —que fue nominada a los Oscar en la categoría de habla no inglesa, representando a Alemania del Este—; así como magistrales filmes relacionados con el tema, como la multipremiada cinta de Stanley Kramer "¿Vencedores o vencidos? (El juicio de Nuremberg)" (Judgment at Nuremberg, 1961), "El prestamista" (The Pawnbroker, Sidney Lumet, 1964), o "La decisión de Sophie" (Sophie's Choice, Alan J. Pakula, 1982) —gran película que permitió a Meryl Streep ganar su segundo premio Oscar—. Sin embargo, fue el rey midas de Hollywood Steven Spielberg quién redefinió el subgénero, dando un 'mazazo' importante con la que posiblemente sea su obra maestra (y por descontado, una de las películas más impresionantes de la historia del séptimo arte)... con "La lista de Schindler" (Schindler's List, 1993), consiguiendo numerosos premios, tales como siete estatuillas doradas (incluyendo mejor película, director y guión), 3 Globos de Oro, o 7 Premios BAFTA, entre otros tantos. Luego vendrían otros cineastas que, influenciados por el buen hacer de Spielberg, quisieron mostrar su visión del conflicto, siendo Roman Polanski el que más se acercó al nivel ofrecido por el Rey Midas, con la también magistral "El Pianista" (The Pianist, 2002), logrando ganar también numerosos premios, los cuales destacan los tres galardones de la academia al mejor director, actor para un Adrien Brody descomunal y al guión adaptado.

Llegados a este punto, es necesario puntualizar que desde la obra maestra de Polanski, no ha habido ninguna película que haya ofrecido alguna novedad sobre el manido tema del Holocausto, quizás exceptuando "El hijo de Saúl" (Saul Fia, 2015) de László Nemes, que su principal innovación respecto a las obras anteriormente citadas reside en su tesitura formal. En resumidas cuentas, la historia es la que es, y de sobra es (valga la redundancia) conocida por todos.

La película que nos concierne, titulada en nuestro país "La casa de la esperanza" ("The zookeeper's wife" en su título original en inglés, que vendría a referirse a la esposa del guardián del zoo), nos traslada a los días previos al inicio de la Segunda Guerra Mundial, concretamente a un zoo situado en la ciudad polaca de Varsovia regentado por Jan y Antonina Zabinski, que ayudaron a salvar a cientos de personas (y también a muchos de los animales del Zoo) de los nazis tras la invasión de Polonia en 1939.

La historia está basada en la estupenda novela "La casa de la buena estrella", escrita por la poeta y ensayista estadounidense Diane Ackerman, y está dirigida por la cineasta Niki Caro, que demuestra sus tablas y buen hacer tras las cámaras, y sobre todo, en la dirección de actores; de hecho, sus filmes previos ya destacaron por contener interpretaciones más que notables, como las estupendas "Whale Rider" (Id., 2002) y "En tierra de hombres" (North Country, 2005), las cuales sus protagonistas principales, Keisha Castle-Hughes y Charlize Theron respectivamente, fueron nominadas a los premios Oscar. En esta ocasión, la interpretación de Jessica Chastain destaca sobre el resto, encarnando a una mujer fuerte en tiempos de guerra, con una benevolencia y compasión a prueba de bombas. En segunda instancia, podríamos destacar el rol del actor alemán de origen español Daniel Brühl, que al igual que ya hiciera en la notable "Malditos Bastardos" (Inglourious Basterds, 2009) de Quentin Tarantino, vuelve a encarnar a un odioso oficial Nazi.

A pesar de contar con una más que correcta ambientación y factura técnica, el filme adolece de falta de contundencia, más aún si tenemos en cuenta todos los referentes cinematográficos sobre el tema, y huelga decir que no aporta prácticamente ninguna novedad al respecto, más allá de un cambio de escenario y poco más; no obstante, se trata de una historia basada en hechos reales... y como os decía al principio de la reseña, la historia es la que es y de sobra conocida por todos.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Quién puede matar a un niño?
¿Quién puede matar a un niño? (1976)
  • 7,2
    13.586
  • España Narciso Ibáñez Serrador
  • Lewis Fiander, Prunella Ransome, Antonio Iranzo ...
8
La isla de los niños malditos
Hablar de Narciso Ibáñez Serrador es hacerlo sobre uno de los personajes más ilustres de la historia de la televisión española, responsable de numerosos programas, tales como la mítica serie "Historias para no dormir" (1966 - 1982), también el especial que escribió junto con el cineasta Jaime de Armiñán "Historia de la frivolidad" (1967), o el popular concurso "Un, dos, tres... responda otra vez" (1972 - 1994, 2004), entre otros muchos... que crearon escuela en la forma de hacer y entender el medio televisivo. A pesar de ser conocido como ser uno de los pioneros de la televisión española, 'Chicho' es un hombre inquieto, que ha ejercido de director teatral, actor, dramaturgo, guionista y realizador de cine y televisión.

Cabe decir que en el panorama cinematográfico se prodigó poco, dejando apenas un par de largometrajes; no obstante, es necesario indicar que es todo un experto en el cine de terror, la gran pasión de su padre Narciso Ibáñez Menta, escogiendo este género para sus dos largometrajes como director de cine: "La residencia" y "¿Quién puede matar a un niño?".

Por lo que se refiere a "La Residencia" fue protagonizada por la veterana Lili Palmer, que interpretaba a Madame Fourneu, una severa directora de una residencia para señoritas con problemas... en un filme que contó con una esmerada puesta en escena, inspirada en las producciones británicas de Hammer, y un guión brillante, convirtiéndola en una de las mejores cintas de terror jamás rodadas en España. Por otro lado, "¿Quién puede matar a un niño?" es una espeluznante cinta de terror, basada en una novela de Juan José Plans, considerada como un clásico de culto y una de las películas de terror más impresionantes realizadas en nuestro país.

En “¿Quién puede matar a un niño?” las influencias al maestro del suspense son más que evidentes, sobre todo con el clásico “Los Pájaros” (The Byrds, 1963); de hecho, él mismo ha confesado ser un reconocido admirador de Alfred Hitchcock, de quien intentó seguir sus pasos (solo basta con ver las presentaciones que realizaba en la mítica serie "Historias para no dormir"); a su vez, contiene fuertes influencias al clásico de Wolf Rilla, “El pueblo de los malditos”. Cabe mencionar también que hay mucha gente que cree erróneamente que ‘Chicho’ se inspiró (o incluso plagió) al filme, “Los Chicos del Maíz” (Children of the Corn, Fritz Kiersch, 1984), que a su vez adapta un relato corto de Stephen King, recogido en el libro "El umbral de la noche" (Night Shift, 1978); sin embargo, es necesario recalcar que tanto la novela como la película son posteriores, y posiblemente el clásico de culto español sirviera de inspiración al novelista estadounidense.

El prólogo de la cinta es ciertamente inquietante, con varias fotografías y fragmentos de documentales de escenas reales de adultos torturando y maltratando a niños en distintas guerras y hambrunas, sobre las que se intercalan los títulos de crédito y con la escalofriante música de Waldo de los Ríos (que recuerda bastante a la que Krzysztof Komeda compuso para la película "La semilla del diablo" [Rosemary's Baby, Roman Polanski, 1968]). Luego nos introduce en un filme clásico de terror psicológico, donde la intriga, la tensión y el suspense amenazan en todas las habitaciones, pasillos, rincones de la isla desierta… y a plena luz del día. Posiblemente tarde un poco en arrancar la trama, teniendo un ritmo pausado; aunque por el contrario, a medida que los personajes van descubriendo la terrible verdad de los hechos, el relato va adquiriendo tintes cada vez más grotescos y terroríficos, con una media hora muy arriesgada y valiente en el que se suceden escenas realmente sobrecogedoras; como aquella en la cual los niños juegan a la piñata ‘humana’; también aquella en la cual muere la protagonista embarazada; o cuando el protagonista ametralla a la multitud de niños ‘malditos’.

Debido al contenido truculento, en algunos países fue estrenada con cortes (como por ejemplo Argentina, Australia, Francia, Suecia y Estados Unidos), y cuando no, fue prohibida (como sucedió en Islandia y Finlandia aunque, en el país escandinavo, la película finalmente se estrenó en 2006, como parte del Night Visions Film Festival de ese año). Este hecho hizo que la cinta se estrenara con otros títulos, siendo conocida como “Los niños” y, por otra parte, aunque en algunos países de habla no española fue estrenada con el título “Who Can Kill a Child?” (la traducción literal al inglés del título de la película), también fue presentada como: “Death Is Child's Play”, “Island of Death”, “Island of the Damned”, “The Killer's Playground”, “Would You Kill a Child?” o “Trapped”, entre otros.

Como dato curioso cabe decir que su primera edición en DVD está considerada una de las peores de la historia del formato en nuestro país, presentando una calidad de imagen y sonido ínfima, además de no incluir la versión original; por otra parte, el director estadounidense Eli Roth (Hostel) considera “¿Quién puede matar a un niño?” como su segunda película favorita por detrás de “Mil gritos tiene la noche” (Pieces, Juan Piquer Simón, 1983). Cabe mencionar también que originalmente Ibáñez Serrador quería a Anthony Hopkins para el papel de Tom pero, por compromisos adquiridos con anterioridad, Hopkins tuvo que rechazar la oferta, por lo que el papel terminó en manos del actor australiano Lewis Fiander. Posteriormente, el director declaró sentirse inconforme con la interpretación de Fiander, aunque sí quedó muy satisfecho con el trabajo de Prunella Randsome, la actriz que interpreta a Evelyn, la esposa de Tom.

A pesar del gran talento para la dirección de largometrajes de ‘Chicho’ Ibáñez Serrador, es una verdadera lástima que no se prodigara más en el cine, centrándose como todo el mundo sabe en el medio televisivo; aunque en todo caso, propició que realizara grandes programas que están considerados de los mejores realizados en la historia de la pequeña pantalla.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Contratiempo
Contratiempo (2016)
  • 6,7
    27.813
  • España Oriol Paulo
  • Mario Casas, Ana Wagener, Bárbara Lennie ...
7
El misterio de la 'Habitación Cerrada'.
El gran escritor Edgar Allan Poe, considerado como el inventor del relato detectivesco, dijo: "Es dudoso que el género humano logre crear un enigma que el mismo ingenio humano no resuelva". Este interesante razonamiento del maestro es una de las normas esenciales del conocido sub-género literario de novela policíaca, denominado “el misterio de la habitación cerrada” en la que un delito, casi siempre asesinato, se ha cometido en circunstancias aparentemente imposibles. Pero, por supuesto, el escritor siempre da una solución en el último capítulo.

Precisamente, el relato de Poe, “Los crímenes de la calle Morgue” (1841) es generalmente reconocido como el primer ejemplo de este sub-género literario de la "habitación cerrada", puesto que los crímenes se producen en un apartamento en París, cerrado desde dentro con llave, y plantea un enigma aparentemente insoluble.

Después de Poe, un gran número de escritores de novela detectivesca se unieron al género de “la habitación cerrada”, entre los más conocidos Agatha Christie o Arthur Conan Doyle; y por supuesto, el mundo del celuloide también se ha nutrido de las grandes intrigas de los maestros de las letras detectivescas... sin ir más lejos, el gran Alfred Hitchcock, el maestro del suspense, que fue el responsable de asentar las bases del misterio de la "habitación cerrada" y el "crimen perfecto" en el cine. Hitchcock, que en más de una ocasión ha confesado ser un gran admirador de la obra de Poe, dijo: "Es muy probable que fuera por la impresión que me causaron las historias de Poe por lo que me dediqué a rodar películas de suspense. No quiero parecer inmodesto, pero no puedo evitar comparar lo que he intentado poner en mis filmes con lo que Poe puso en sus narraciones."

Por otra parte, el realizador español Oriol Paulo, podríamos afirmar que es un buen conocedor de todos los entresijos del suspense clásico, al más puro estilo 'hitchckoniano', y por extensión, de aquellos alumnos aventajados del maestro británico que supieron perpetuar el inconfundible estilo en años posteriores, como el también grande Brian De Palma. Autor de guiones tan interesantes como el de "Secuestro" (Mar Targarona, 2016) (a pesar de no estar tan bien bien ejecutado en sus formas) y el thriller psicológico "Los ojos de Julia" (Guillem Morales, 2010); así como autor tras las cámaras de la estimable "El Cuerpo" (2012), su opera prima en la cual coqueteó hábilmente con el terror psicológico y el cine negro... y esta que nos ocupa, "Contratiempo", que sin duda es su mejor película hasta la fecha.

"Contratiempo" nos cuenta la historia de Adrián Doria, un joven y exitoso empresario, que despierta en la habitación de un hotel junto al cadáver de su amante. Acusado de asesinato, decide contratar los servicios de Virginia Goodman, la mejor preparadora de testigos del país. En el transcurso de una noche, la asesora y el cliente trabajarán para encontrar una duda razonable que le libre de la cárcel.

Con este filme, Oriol demuestra su buen gusto y oficio tras las cámaras y en la concepción de un sólido guión, en el que nos ofrece un complejo juego de espejos al más puro estilo hitchconiano (tal y como os comentaba al principio de la reseña), exprimiendo de maravilla todos los detalles y recovecos que ofrece la historia... desgranada poco a poco a modo de flashbacks o reconstrucciones desde diferentes puntos de vista, que dan forma a un enmarañado puzle con constantes giros y sorpresas. La puesta en escena es prácticamente impecable; de igual modo que el trabajo de los actores, sobretodo el impresionante 'tour de force' interpretativo entre un sorprendente Mario Casas y una Ana Wagener que se come literalmente la pantalla, siendo el 'alma mater' del filme. Bien respaldados, claro está, por un excelente (como siempre) José Coronado (que también lo pudimos ver en "El cuerpo"), y una espeluznante Barbara Lennie, que perfila a la perfección a la 'Femme Fatale' de turno.

Aunque algunos giros argumentales, sobretodo en su parte final, puede que sean inverosímiles y algo forzados... hecho que Conan Doyle justificaba con aquello que decía: "Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad"... y la verdad, queridos amigos... es implacable y es la que siempre acaba por desmontar todo 'crimen perfecto'... huelga decir que "Contratiempo" es una película asfixiante, que te atrapa desde el primer segundo y te mantiene pegado a la butaca hasta su sorpresivo final. Qué no es poco!!! y por descontado, deja en evidencia (una vez más y ya van...) que el thriller español sigue estando en un estado de forma extraordinario.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Déjame salir
Déjame salir (2017)
  • 6,8
    48.287
  • Estados Unidos Jordan Peele
  • Daniel Kaluuya, Allison Williams, Catherine Keener ...
7
Negros con la conciencia enmudecida
Con un presupuesto irrisorio, solamente unos pocos siete millones de dólares (incluyendo gastos de distribución), todo ello unido a un enorme ingenio y mucha mala leche, el debutante director afroamericano Jordan Peele nos presenta la que posiblemente sea la película de terror del año: Déjame salir. Y en lo que a terror se refiere, no estoy hablando de la típica película repleta de sustos fáciles y música estridente; sino que se trata de una cinta que aborda el terror psicológico, aquel que basa su miedo en lo desconocido, dándole la vuelta a los clichés establecidos del género.

De entrada, Peele toma la premisa inicial del clásico de Stanley Kramer "Adivina quién viene esta noche" (Guess Who's Coming to Dinner, 1967) y le da la vuelta, pasando de una deliciosa comedia, sobre la normalización de las relaciones interraciales tras el asesinato de JFK, a una cinta de terror psicológico que pone en evidencia la supremacía del poder blanco en la actual "Era Trump". Aquí no hay ninguna orden religiosa al estilo Ku Klux Klan, en la cual sus miembros queman cruces y oprimen a sus víctimas de color, ni tampoco paletos tarados con motosierras y caretas hechas de piel humana; sino que Peele aboga por la sutileza, mostrando unos "blancos" de clase media, educados y adinerados, que se esfuerzan en agradar a nuestro anfitrión negro, regocijándose incluso de haber votado a Obama, pero que albergan un profundo racismo en su interior. Sin lugar a dudas, podríamos definirlo como pura hipocresía, y por supuesto, un fiel reflejo de la sociedad estadounidense actual. En este sentido, la película funciona a las mil maravillas, la cual podríamos puntualizar que Peele remata la "faena", con un impresionante chiste final, que define a la perfección las claves del reciente movimiento "Black lives matter".

En lo que se refiere a su aspecto formal la película es impecable, con una puesta en escena brillante, con evidentes reminiscencias a clásicos como "El Resplandor" (The Shining, 1980) de Stanley Kubrick (con esos encuadres prácticamente simétricos), "La noche de Halloween" (Halloween, 1978) de John Carpenter (el barrio residencial del magnífico prólogo es prácticamente idéntico al de Michael Myers), "La semilla del diablo" (Rosemary's baby, 1968) de Roman Polanski (con esa angustia 'in crescendo' que sufre nuestro protagonista) y "Las esposas de Stepford" (The Stepford Wives, 1975) de Bryan Forbes (cambiando el feminismo por el racismo)... hasta incluso, también recuerda muchísimo a la perturbadora cinta de Karyn Kusama "La invitación" (The Invitation, 2015), que se estrenó en nuestras carteleras el pasado año 2016 y que comparte numerosos puntos en común.

Conviene resaltar el genial modo de mostrar la presentación del novio negro a los padres de ella, desde la lejana perspectiva del jardinero; también el ingenioso uso de la hipnosis con una taza de café (resaltando el escalofriante sonido de la cucharilla), sirviendo como la metáfora perfecta para mostrar a los negros con la conciencia enmudecida dentro de un cuerpo sin voz, algo parecido al clásico zombie negro surgido de la magia negra y el vudú, que protagonizara el clásico de Serie B "Yo anduve con un zombie" (I Walked with a Zombie, 1943) de Jacques Tourneur, salvando las distancias, evidentemente. Asimismo, es reivindicable los antológicos encuadres con perspectiva y prácticamente simétricos que os indicaba anteriormente, que conforman una auténtica virguería técnica, demostrando la mano firme y el exquisito gusto que atesora el cineasta estadounidense.

Las interpretaciones son destacables también, sobretodo las de Daniel Kaluuya, Allison Williams y Betty Gabriel. En lo que respecta a Kaluuya (conocido por la serie "Black Mirror"), se encarga de interpretar a nuestro protagonista, que forma pareja sentimental con el personaje de Allison Williams (conocida por la serie "Girls"), la cual su frialdad expresiva en el último tercio del filme pone los pelos como escarpias. De igual modo que una Betty Gabriel (vista en la distópica cinta criminal "Election: La noche de las bestias"), que encarna a la inquietante sirvienta, y de la que cabe reseñar que tiene un par de secuencias demoledoras.

Quizás el último tercio del filme baje un poco el pistón, con ese giro hacia el terror cómico con pinceladas pulp en el que la violencia hace acto de presencia, que rompe con el tono formal y sutil mostrado hasta el momento, en el que vemos un desarrollo de los acontecimientos algo atropellados y forzados; sin embargo, no acaba por entorpecer una cinta la mar de estimulante, que una vez vista y conocidos todos los secretos que esconde en su interior, gana (y mucho) en posteriores visionados (y si es en versión original, aún mejor).
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19 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Smoking Club (129 normas)
Smoking Club (129 normas) (2017)
  • 4,5
    417
  • España Alberto Utrera
  • Rodrigo Poisón, Jimmy Castro, Natalia Mateo ...
6
Embrollo de fumados
En los últimos años, al amparo de una regulación legal ambigua, han proliferado en España las asociaciones de consumidores de cannabis, unos clubes sociales que se abastecen y la distribuyen entre sus socios, todos mayores de edad y en un ámbito privado, reduciendo los riesgos asociados al mercado negro o a su cultivo indiscriminado. De hecho, solo el año pasado 2016, en una ciudad como Barcelona se registraban más de 150 clubes y asociaciones cannábicas, donde sus socios podían acceder con plena libertad a disfrutar (solos o en compañía) de ese momento de armonía cósmica que solo proporciona un buen canuto. Este tipo de clubes, cada vez más numerosos, han sido enormemente criticados en los últimos años, no solo por el hecho de que en su interior los socios y socias tengan la posibilidad de fumar marihuana de forma totalmente legal, sino porque, al mismo tiempo, se han visto relacionados con un nuevo modelo de turismo que, hasta ahora, solo tenían cabida en ciudades como Ámsterdam.

En relación al auge de los clubes cannábicos en España, el director Alberto Utrera con su opera prima titulada "Smoking Club (129 normas)", nos sumerge de pleno en uno de esos clubes, situado en Madrid, a través del cual, siempre en clave de comedia, quiere hacer llegar al espectador una interesantísima reflexión alrededor de la libertad del ser humano y, por supuesto, la legalidad de la hierba. La premisa se centra en Óscar, un hombre cerca de los cuarenta años que, tras una crisis vital, deja su trabajo de funcionario y a su novia para montar un club de fumadores de cannabis junto a un amigo de la universidad, el abogado Danny, con una solo norma básica: "El club es un espacio de libertad, un lugar donde refugiarse del mundo y sentirse libre"... Esta norma resulta ser algo incierta, por lo que tienen que incluir 128 más que garanticen la libertad que tanto quieren ofrecer a sus clientes. El problema viene cuando desaparecen 3 kilos de marihuana que no debían estar allí.

Conviene subrayar que a pesar de ser el primer trabajo de su director, y de haber contado con bajísimo presupuesto, la película atesora una gran calidad técnica, dejando ver una producción mimada al detalle; y que además, se nutre de un elenco coral en estado de gracia, sobre todo de un Rodrigo Poisón, Jimmy Castro y Natalia Mateo maravillosos. La enrevesada premisa de "Smoking Club" nos presenta unos personajes pintorescos, como el jefe que atraviesa la crisis de los 40, así como la anciana facha y racista, pasando por la pija con pocas luces, el 'chulito' que quiere impresionar a la chica guapa, hasta el nerd 'sabelotodo' y acomplejado. Al mismo tiempo, apuesta por la mezcla de géneros aparentemente contradictorios, sirva como muestra evidente el hecho de imbuir más de un centenar de normas a un espacio que se autodenomina de "libertad"; asimismo, juega con elementos de la tradición española del esperpento, conjugados ingeniosamente con acción deudora del cine 'guyritchiano', con puntos en común con el ya considerado clásico moderno "Lock & Stock" (Lock, Stock and Two Smoking Barrels, 1998), y en el que también puede recordar vagamente al estilo que siempre imprime Alex de la Iglesia en todas sus películas.

Aunque quizás le falte algo de desparpajo y desfase en su conjunto; los flashbacks y los continuos cambios de perspectiva; junto con los maravillosos recursos gráficos, los cuales incluyen un fantástico 'mannequin challenge' de aire oriental; así como los genuinos guiños cinéfilos, como el de "Casablanca" (Michael Curtiz, 1942), conforman una cinta de lo más simpática e interesante.
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1 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Negación
Negación (2016)
  • 6,0
    3.619
  • Reino Unido Mick Jackson
  • Rachel Weisz, Tom Wilkinson, Timothy Spall ...
7
Negando el Holocausto
De acuerdo con el autor Paul O'Shea, el Negacionismo es el rechazo a aceptar una realidad empíricamente verificable. Este termino aplicado al Holocausto, sigue la doctrina según la cual el genocidio perpetrado por la Alemania Nazi contra los judíos no existió; sino que afirman que es producto de la fabulación, el mito y el fraude. Estos negacionistas, o también conocidos como revisionistas históricos, se mueven principalmente por su antisemitismo y la voluntad de defender al régimen Nazi y sus colaboradores (incluso negando la realidad de los hechos).

Sin lugar a dudas, el caso más famoso en torno al Negacionismo del Holocausto es el de David Irving, que llevó a los tribunales a Deborah Lipstadt por difamación. Un proceso que puso en tela de juicio los crímenes del Holocausto, negando la existencia de las cámaras de gas en los campos de concentración (como en Auschwitz, por ejemplo), en el que también se afirmó que Hitler no tenía conocimiento (ni responsabilidad) sobre las ejecuciones en masa, en el que además, el señor Irving tuvo la desfachatez de manifestar (en palabras textuales) que "No se debía sentir lástima por unos pocos muertos de tifus"; asimismo, dicho litigio tuvo la particularidad de contar solamente con el testimonio de expertos en el ámbito académico, es decir, sin llamar a declarar a un sólo superviviente de la Shoah, siendo (a decir verdad) un dato bastante curioso.

La película que nos ocupa, titulada "Negación" ("Denial" en su título original en inglés), nos relata la querella entre Irving contra Lipstadt, que tuvo lugar en los tribunales del Reino Unido a principios del año 2000. Para llevarla a cabo, su director Mick Jackson (conocido por "El Guardaespaldas" y "Fuego sobre Bagdad", entre otras), toma como punto de partida el libro escrito por Deborah Lipstadt "La negación del Holocausto", misma obra que inició la célebre denuncia por difamación de Irving contra su autora, a mediados de los años noventa.

Lo más destacable de esta propuesta, aparte de la interesante historia que nos refiere, es que cuenta con un elenco de actores en estado de gracia, encabezado por la ganadora del premio Oscar Rachel Weisz, que encarna a la historiadora estadounidense, y que personalmente me ha recordado a otros personajes bastante parejos, como la brillante astrónoma Hypatia de la película de Alejandro Amenabar "Ágora" (Id., 2009) y también a la intrépida Marlee del notable drama judicial basado en la novela homónima de John Grisham "El jurado" (Runaway Jury, Gary Fleder, 2003), salvando las distancias evidentemente. De manera análoga, podemos distinguir a Timothy Spall, que brilla magistralmente dando vida a David Irving, en un personaje digamos literalmente odioso, así como un maravilloso (como siempre) Tom Wilkinson, que se mete en la piel de uno de los expertos académicos llevados al estrado por Lipstadt y su abogado, interpretado también de forma pertinente por Andrew Scott.

En resumidas cuentas, aunque su desarrollo de la trama peque de ser un tanto convencional y no arriesgue prácticamente nada (exponiendo los hechos tal cual sucedieron), la importancia y calado de la historia junto con las magistrales interpretaciones perfilan una película más que interesante, y por supuesto, recomendable.
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2 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Redención
Redención (2015)
  • 6,5
    11.791
  • Estados Unidos Antoine Fuqua
  • Jake Gyllenhaal, Forest Whitaker, Rachel McAdams ...
7
Enfrentarse a tus propios deminios
"Redención" narra la fascinante historia de Billy “El Grande” Hope, campeón del mundo de los pesos semipesados de boxeo. Aparentemente, Billy Hope lo tiene todo: una impresionante carrera, una hermosa y enamorada esposa, una hija adorable y un estilo de vida con todo tipo de lujos. Cuando llega implacable la tragedia y su mánager y amigo de toda la vida le deja, Hope toca fondo y se presenta ante su inusual salvador en un decadente gimnasio local: Tick Willis, un bombero retirado y entrenador de los boxeadores amateur más duros de la ciudad. Con su futuro dependiendo de la dirección y la tenacidad de Tick, Billy se enfrenta a la batalla más dura de su vida: recuperar la confianza de los que ama.

En un principio, "Redención" iba a ser remake del clásico de boxeo "Campeón" (The Champ, 1979) de Franco Zeffirelli, y el artista de hip hop Marshall Matters (conocido mundialmente como Eminem) se postulaba como el protagonista; sin embargo, al guionista Kurt Sutter (conocido especialmente por crear la estupenda serie "Sons of Anarchy"), no le acababa de convencer la idea de hacer una mera revisión de una película clásica. Así que se dispuso a explicar la historia personal del rapero, aquella en la que perdió a su mejor amigo Proof y sobre la estrecha relación que mantiene con su hija Hailie Jade. Todo ello fueron piezas clave que inspiraron a Sutter para perfilar la historia de nuestro púgil protagonista.

Cuando ya estaba todo dispuesto para empezar a rodar el filme, Eminem tuvo que abandonar el proyecto a última hora para dedicarse a la confección de un disco, y acabaron contratando como sustituto a Jake Gyllenhaal. A pesar de no estar para nada familiarizado con este deporte a antes de incorporarse al proyecto, pienso que fue ha sido la decisión más acertada, ya que sin lugar a dudas, el actor de "Prisioneros" o "Nightcrawler" (entre otras) se erige como lo más destacado de la película. Su impresionante cambio físico, al igual que el haber filmado las escenas sin dobles, le aportan muchísima credibilidad al personaje; además, el talento interpretativo a la hora de ahondar en la caída en espiral de nuestro protagonista, propicia que realice una interpretación magistral. De igual modo, podemos destacar también a Forest Whitaker, que encarna de forma genial al entrenador Tick Willis, siendo una pieza indispensable en la 'redención' de Billy Hope.

Su director Antoine Fuqua se mueve como pez en el agua, demostrando su experiencia en el mundo del boxeo. Es necesario puntualizar que Fuqua ha estado en el ring, ha boxeado y ha sido sparring; por lo tanto, tiene un ojo clínico para este deporte y se nota. Toda esa experiencia le ha llevado a construir una película de boxeo excepcionalmente realista. Si bien es cierto que "Redención" no cuenta nada nuevo, su premisa está muy bien relatada. Se trata de una historia clásica de superación personal. Nuestro protagonista es un tipo que se ha construido a sí mismo a partir de su propia rabia, labrándose una carrera con ello, en la que tuvo un gran éxito y ganó mucho dinero. No obstante, toda esa ira acaba por destruir toda la vida que se ha labrado. Pierde su estatus de campeón, su licencia, a su familia y amigos; es decir, lo pierde absolutamente todo. Así que no le queda otra que enfrentarse a sus propios demonios... no le queda más remedio que reconstruir su vida de cero... de volver a empezar... de ahí su título en nuestro país "Redención" (ya que su título original "Southpaw" significa literalmente zurdo). Pero para poder recuperarse definitivamente se replantea todas las decisiones que ha ido tomando a lo largo de su vida. Este viaje introspectivo y de autodescubrimiento, junto con las interpretaciones de sus actores, la convierten en una propuesta interesante y altamente recomendable.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sputnik (C)
Sputnik (2016)
Cortometraje
  • 5,8
    51
  • España Vicente Bonet
  • Nikita Yashchuk, Sofía Feord, Oleg Kricunoff ...
8
Maravillosa fábula sobre la amistad, la infancia y los sueños
De bien es sabido, que tras el término de la Segunda Guerra Mundial, las tensiones internacionales entre la Unión Soviética y Estados Unidos crecieron exponencialmente hasta el punto de dar paso a lo que se conoce como la Guerra Fría. Dentro de aquel conflicto, la carrera espacial se puede definir como una subdivisión dedicada exclusivamente al ámbito espacial. En ella, ambos países centraron sus esfuerzos en explorar el espacio exterior con satélites artificiales, de enviar humanos al espacio y de colocar a un ser humano en la Luna. Los soviéticos fueron los que se adelantaron finalmente, tras el lanzamiento del Sputnik 1, el cohete que pusieron en órbita a finales de 1957, convirtiéndose en el primer satélite artificial en alcanzarla; y más tarde, concretamente en abril de 1961, el cosmonauta ruso Yuri Gagarin, a bordo de la nave Vostok 1, se convirtió en el primer ser humano en alcanzar orbitar en el espacio exterior. Sin embargo, ¿fue realmente Gagarin el primer cosmonauta en realizar tal hazaña? Desde que el ser humano lograra salir al espacio exterior, circulan numerosas teorías que aseguran que otros con anterioridad fueron lanzados al espacio pero nunca regresaron.

Esta es el más que interesante punto de partida de "Sputnik", cortometraje de Vicente Bonet, director entre otros de los cortometrajes "Love Wars", "Jornada de puertas abiertas" o "Miniaturas", que se centra en una misión secreta, la del Sputnik 4, comandada por Kinolay Novikov. Mientras se encuentra orbitando en el espacio exterior, un fallo técnico hace que la misión fracase, impidiéndole volver con vida. Así que se verá abocado a vivir desterrado en la soledad espacial hasta que un encuentro fortuito cambie su suerte.

Su director Vicente Bonet nos cuenta una entrañable historia con un claro corte humanista, sobre la amistad entre dos personas completamente distintas entre si, pero que comparten la misma esencia, los mismos sueños e inquietudes... y todo ello, relatado desde la nostalgia, sobre aquel cine que se hacía en los ochenta, al más puro estilo 'Spielbergiano', ofreciendo una preciosa visión sobre la infancia y la ingenua forma de ver la vida, que contrasta (siendo ésto lo más interesante del corto) con un mundo adulto regido por el absurdo conflicto entre soviéticos y estadounidenses. En resumidas cuentas, "Sputnik" es una maravillosa fábula que te atrapa y te conmueve; en el que además, está realizada con una factura técnica magistral y una banda sonora que evoca la magia de John Williams.
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Logan
Logan (2017)
  • 6,9
    36.841
  • Estados Unidos James Mangold
  • Hugh Jackman, Patrick Stewart, Dafne Keen ...
8
Impresionante y violento epitafio mutante
¿Cuál es el límite entre realidad y ficción? El genial escritor Ángel Gómez Rivero, en el prólogo de su último libro, titulado "Imaginario", reflexiona sobre ello, haciendo un interesante paralelismo entre el género fantástico con las matemáticas. Veamos. En primer lugar hay que dejar bien claro que el arte y las matemáticas conjugan elementos reales con imaginarios; no obstante, igual que ambas partes se suman de manera independiente en matemáticas, en la fantasía también se han de respetar la independencia entre ellas.

Podemos fantasear con lo imaginario; es decir, crear seres inexistentes con poderes inusitados, pero tenemos que ser concienzudos y veraces con los personajes reales, sometidos a las leyes físicas. De igual manera que es menester definir bien las sombras para que brille la luz, hay que definir bien la realidad para que brille la fantasía.

Este más que interesante razonamiento es totalmente aplicable a la nueva entrega de la saga lobezno, punto y aparte (dicho sea de paso) dentro de la saga mutante, ya que sin lugar a dudas estamos ante una modélica muestra argumental de cotidianidad bien dibujada, que se altera por la irrupción de lo fantástico.

Centrándonos ya en "Logan", vemos un lobezno desprovisto por primera vez de sus poderes, hecho que le hace ser más vulnerable; y a la par, más realista, más humano. Después de una vida repleta de dolor y angustia, sin rumbo y perdido en el mundo donde los X-Men son ya leyenda, un mero recuerdo perdido en el pasado... su mentor Charles Xavier (interpretado de nuevo magistralmente por Patrick Stewart, y que también se perfila como más realista y humano sin sus poderes) lo convence de asumir una última misión: proteger a una joven que será la única esperanza para la raza mutante.

James Mangold firma la que probablemente sea la mejor entrega de la saga mutante, y una de las mejores películas de superhéroes de todos los tiempos. Mangold ha tenido la certera capacidad de depurar muy bien las líneas entre lo real y lo imaginario, ya que traslada a los pocos mutantes a la realidad más cruda, impuesta por el árido oeste fronterizo y por las mugrientas carreteras, por las cuales nuestros mutantes transitan hacia delante... hacia el epílogo de una saga... hacia el excepcional epitafio inevitable. Nuestros mutantes sangran, sufren y enferman sin remisión, en un mundo sin memoria ni piedad. Hugh Jackman perfila la mejor y más impresionante actuación de lobezno hasta la fecha, totalmente genuina y soberana como la monumental canción (When the man comes around) del mítico Johnny Cash, que suena en los títulos de créditos, y que el cantautor lanzó en el ocaso de su vida. Merece también una mención especial la portentosa interpretación de Dafne Keen, siendo el 'alma mater' del filme, el eje principal por el cual gira la trama argumental.

Ni las más de dos horas emborronan la grandeza que destila esta notable entrega mutante, bien escrita, interpretada como nunca antes vista y con una ambientación y puesta en escena que pone los pelos de punta. Sin duda, "Logan" es una de las películas del año; sin tonterías ni salidas de tono absurdas y estúpidas... un filme sobrio, elegante, violento y totalmente adulto.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
I Am a Hero
I Am a Hero (2015)
  • 6,0
    5.774
  • Japón Shinsuke Sato
  • Yo Oizumi, Masami Nagasawa, Miho Suzuki ...
7
Buscando al héroe que hay en el interior
Los zombies están de moda. Sí. Como si de un virus se tratara, el género zombie ha conseguido "infectar" a una gran parte de la población hasta convertirlo en todo un fenómeno de masas; no obstante, este fenómeno no es nuevo. El célebre intelectual estadounidense Noam Chomsky, en una teleconferencia que dio para el Massachusetts Institute of Technology, reveló la razón de porqué están tan de moda los muertos vivientes, afirmando que se debe a un reflejo del miedo y de la desesperación del ser humano. Sea como fuere, esté en lo cierto (o no) el ensayista, cabe decir que desde hace unos años, los zombies han asaltado masivamente todos los formatos y géneros que tiene el entretenimiento, como las novelas, los cómics, los videojuegos, los mangas, las series de televisión, las películas y hasta las obras de teatro.

Precisamente de un manga japonés parte esta película que nos concierne, titulada "I am a Hero", que llega a las carteleras españolas impulsada por la imperecedera moda zombie actual, el gran éxito de la serie de Robert Kirkman "The Walking Dead", y el estreno este año 2017 de dos cintas zombiescas muy potentes (que también pasaron y fueron premiadas en Sitges), como son "Melanie: The girl with all the gifts" (Colm McCarthy, 2016) y sobretodo "Train to Busan" (Yeon Sang-ho, 2016). El manga, de título homónimo, fue creado en 2009 por Kengo Hanazawa, que también se encarga de escribir el guión (junto con Akiko Nogi), siendo todo un éxito en el país nipón. Sería algo así como meter en una batidora metafórica la serie de "The Walking Dead" junto con el videojuego "Dead Rising", pero en un tono mucho más gamberro, sangriento y políticamente incorrecto; de hecho, hay una brillante pullita en el filme que define perfectamente este razonamiento, la cual uno de los personajes, tras reventar literalmente la cabeza de un zombie con un bate metalizado, alude que si tal acción se desarrollara en una película estadounidense, con un disparo en la testera hubiese bastado. El concepto queda más claro que el agua. Cuanto más bestia, bizarro y sanguinolento, mejor que mejor. Así que, con todo, conforma una de las películas más cruentas de los últimos tiempos.

Shinsuke Sato, un verdadero experto en la materia, ha sido el encargado en llevar a la gran pantalla el delirante manga de Hanazawa. Sato ya demostró su maestría cuando en 2010 encabezó la adaptación cinematográfica de uno de los mangas y animes más transgresores de las últimas décadas, "Gantz", y convirtió ambas películas en grandes éxitos de taquilla. Un éxito que ha repetido con "I am a hero", y que fue presentada inicialmente en España en el Festival de Sitges 2015, suponiendo una auténtica revolución dentro del certamen, siendo galardonada con el Premio del Público y a los Mejores Efectos Especiales.

La premisa se centra en Hideo, un mediocre dibujante de manga que dedica la mayor parte del tiempo a soñar despierto. Un auténtico "loser" con una realidad en la que es el héroe que siempre está dibujando. Un día una epidemia empieza a extenderse por Japón, convirtiendo a los infectados en unos monstruos hambrientos de carne humana y forzando a Hideo a huir de Tokio a toda prisa. Movido por su cobardía y el instinto de supervivencia, por el camino irá encontrando a nuevos compañeros que le mostrarán el verdadero rostro del ser humano, y obligándole a decidir si de verdad quiere ser el héroe que siempre ha soñado.

Sería pertinente reseñar que "I am a Hero" es mucho más que una simple película de "zombies", ya que trata el tema del fracaso en la vida y sobre las segundas oportunidades; sobre si te empeñas lo suficiente, puedes conseguir todo aquello que te propongas. Con perseverancia, fe... y las condiciones adecuadas (claro está). Nuestro protagonista se encuentra abatido por su fracaso profesional, en el que nunca ha dejado de ser la eterna promesa; y a esto hay que añadirle los problemas en su relación sentimental, mostrados a la perfección en la demoledora escena en que la novia le cierra la puerta en los morros, diciéndole aquello de que "Eres tan normal"... la misma novia que intentará, unas horas después, arrancarle la mano a bocados tras caer bajo el influjo del virus zombie de turno. Por si esto fuera poco, Sato se atreve a dotar a sus retornados (o ZNQ, como aquí se llaman) de un mínimo de consciencia, como ya hiciera el maestro George A. Romero en sus clásicos: "Zombi" (Dawn of the Dead, 1978), "El día de los muertos" (George A. Romero's Day of the Dead, 1985) y "La tierra de los muertos vivientes" (George A. Romero's Land of the Dead, 2005). El eco de la vida pasada; o dicho de otro modo, esa repetición de algunas acciones de su vida anterior, en el que incluso algunos hablan para expresar la metáfora de aquello que "ya estábamos muertos", que sin lugar a dudas se convierte en un auténtico y voraz reflejo de la sociedad actual, aquella que se encuentra en un estado casi mortal y vegetativo, marcada enormemente por los roles, el consumismo atroz con las nuevas tecnologías (sobre todo si cabe en la palma de la mano), así como la competencia entre clases sociales. Toda esa esencia subyacente entre litros de sangre, vísceras y acción a raudales, elevan por encima de la media una película de estas características, haciéndola una propuesta sugerente y sumamente interesante; qué no es poco.
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2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El fundador
El fundador (2016)
  • 6,5
    12.912
  • Estados Unidos John Lee Hancock
  • Michael Keaton, Nick Offerman, John Carroll Lynch ...
7
Crónica de los orígenes de McDonald's
"El fundador", inspirada en hechos reales, nos mete de lleno en plena década de los cincuenta, cuando Raymond Kroc no era más que un vendedor de batidoras malteadas de tres al cuarto, que recorría Estados Unidos tratando de ganarse la vida. Un pedido inusual le llevó al sur de California donde conoció a los hermanos Dick y Mac McDonald, los cuales dirigían una particular hamburguesería que servía hamburguesas perfectas en 15 segundos, con una calidad y trato social excepcional. Nuestro asombrado protagonista vio en ello una oportunidad de negocio única, así que consiguió los derechos exclusivos de McDonald’s para convertirlos, primero en una franquicia a nivel estatal y luego en el imperio mundial de comida rápida que conocemos en la actualidad.

El cineasta estadounidense John Lee Hancock, guionista de la notable cinta de Clint Eastwood "Un mundo perfecto" (A perfect world, 1993) y director de las interesantes "Al encuentro de Mr. Banks" (Saving Mr. Banks, 2013) y "The Blind Side (Un sueño posible)" (Id., 2009), nos relata la amarga crónica sobre los inicios y creación del imperio McDonald's, siguiendo un esquema narrativo similar a otras propuestas, como "Pozos de ambición" de Paul Thomas Anderson o "La red social" de David Fincher... y centrada exclusivamente en el trepa Raymond, un auténtico oportunista que no le tembló el pulso a la hora de adueñarse de las ideas y trabajo de otras personas. Michael Keaton es el encargado de dar vida a ese emprendedor sinvergüenza y sin escrúpulos, un lobo con piel de cordero en el que Keaton demuestra toda su versatilidad como actor, al interpretar tanto al héroe como al villano de la función; y además, evidencia el buen momento por el que atraviesa el actor estadounidense, tras su resurgimiento hace unos años en "Birdman o (La Inesperada Virtud de la Ignorancia)" de Alejandro González Iñárritu.

Aparte de la gran interpretación de Keaton, me ha gustado bastante el inicio, cuando los hermanos McDonald desgranan como gestaron las ideas de su proyecto. Es fascinante y sumamente interesante ver como crearon la innovadora forma de trabajar en la cocina (genial la escena del croquis marcado con tiza en el suelo!!!), así como el verdadero control de calidad que tenían sus productos en la época; antes de que se adueñara de todo Kroc e impusiera sus "prefabricados" métodos. Tras este rutilante principio, el desarrollo se muestra bastante convencional, pero sin perder el poder de sugestión que ya de por si desprende la historia. No se puede decir lo mismo del elenco de secundarios, todos ellos totalmente desaprovechados y ensombrecidos por el carisma y rol protagónico de Keaton, sobretodo una Laura Dern desangelada y prácticamente sin personaje.

En definitiva, "El fundador" es una película interesante, que nos cuenta los inicios del restaurante de comida rápida más famoso del mundo, pero que se queda a medio camino; aunque bien podría complementar al notable filme de Richard Linklater "Fast Food Nation" y sobretodo al imprescindible documental de Morgan Spurlock "Super Size Me".
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fences
Fences (2016)
  • 6,3
    9.456
  • Estados Unidos Denzel Washington
  • Denzel Washington, Viola Davis, Stephen Henderson ...
7
Las barreras físicas y psicológicas de Troy Maxson
De bien es sabido que Denzel Washington es uno de los mejores actores (no solo afroamericanos) que existe en la actualidad Hollywoodiense; no obstante, aunque no se haya prodigado demasiado, también ha demostrado en sus tres películas detrás de las cámaras que es un buen cineasta. Posee un estilo que recuerda a otros actores que también se han convertido en directores, como por ejemplo Clint Eastwood o Ben Affleck; sin embargo, Washington no ha llegado todavía al nivel que han alcanzado tanto el clasicismo que destila Eastwood, como la solidez argumental que aporta Affleck en cada uno de sus films... pero se acerca bastante, ya que es un excelente director de actores, como ha demostrado perfectamente en la película que nos ocupa, titulada "Fences".

Cabe decir que "Fences" está basada la obra de teatro de August Wilson, con una historia que se nutre de la fuerte presencia de unos actores en estado de gracia, como son Denzel Washington y Viola Davis, dando forma a unos personajes que conocen al dedillo, y que les valió ganar el premio Tony en 2010 y estar nominados en los premios Oscar como mejor actor y actriz secundaria, respectivamente. Washington encarna a Troy Maxson, un hombre ordinario repleto de acritud hacia el mundo y los suyos... su impresionante expresión perfila un personaje poderoso y verdaderamente magnético; por otro lado, no hay que desdeñar a su compañera de reparto, una también impresionante y conmovedora Viola Davis, que da vida a Rose, la esposa de Troy. Ella, ama de casa y madre sufridora, tiene que lidiar con el fuerte carácter de su marido y mantener la estabilidad de una familia que se tambalea. La complicidad entre ambos es asombrosa y se convierte, sin lugar a dudas, en el principal atractivo de la propuesta. El resto del elenco de secundarios también están de maravilla, complementando a los portentosos protagonistas y dando empaque al filme.

Aunque bien es cierto que Washington ha filmado la cinta desde el cariño hacia una historia que le gusta y aprecia de todo corazón, la película resulta excesivamente larga. Dicho de otra manera... que al estar basada en una obra de Broadway, hay ciertos códigos narrativos que no son compatibles al trasladarlos a la gran pantalla, ya que la acción transcurre prácticamente en tres escenarios, los cuales corresponden a la parte delantera, el interior y el patio trasero de la casa de los Maxson; en el que además, los encuadres de cámara (pese a ser magníficos) son casi estáticos, dando la sensación de asistir a un monólogo de más de dos horas, que pese a tener su mensaje bien claro e intacto, éste queda perjudicado por algunos diálogos que aportan poco a la trama principal.

La premisa queda reflejada en su inteligente título "Fences", que viene a significar "cerca" o "barrera", teniendo diversos significados, ya que bien podría referirse a esa cerca que están construyendo padre e hijo en el patio trasero, así como la barrera psicológica que a veces nos separan de nuestros seres queridos, y en un espectro mucho más amplio, representa la barrera racial que dividía a los afroamericanos del resto del pueblo estadounidense, y más en una época en que la segregación racial estaba en su punto más álgido.

En definitiva, "Fences" es una buena película, posiblemente la mejor que ha realizado tras las cámaras Denzel Washington, repleta de buenas intenciones y unas interpretaciones de órdago, pero con un metraje alargado en exceso y que lastra considerablemente su resultado final. Una lástima.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hasta el último hombre
Hasta el último hombre (2016)
  • 7,2
    33.230
  • Estados Unidos Mel Gibson
  • Andrew Garfield, Sam Worthington, Hugo Weaving ...
8
La fe mueve montañas
Mel Gibson es un tipo verdaderamente peculiar, capaz de sacar lo mejor como lo peor de si mismo. Digamos que es un hombre sin complejos y con unas ideologías más bien claras. Su manera de ver las cosas y de actuar le ha acarreado multitud de problemas sociales a lo largo de estos últimos años, por temas que nada tienen que ver con el mundo del cine; pero una cosa está clara, el tipo sabe hacer películas y muy bien, oiga!! Solamente hay que ver su trayectoria como director para dar buena cuenta de ello, a pesar de haber realizado muy pocos largometrajes. Debutó en 1993 con la estimable "El hombre sin rostro" (The Man Without a Face), para luego arrasar dos años después con su obra maestra "Braveheart", obteniendo el reconocimiento de la crítica y el público, además de ser galardonada con cinco premios Oscar, entre los cuales se incluyen el de mejor película y director.

En la cresta de la ola, y recién entrado el nuevo milenio, vino el punto discordante de su carrera: "La pasión de Cristo" (The Passion of the Christ, 2004). Una película que levantó mucha controversia por su truculencia, una polémica que fue acentuada (aun más si cabe) por las desafortunadas declaraciones antisemitas, echando al traste la buena reputación que había obtenido con su trabajo. Si analizamos detenidamente y en frío la polémica "Pasión", se trata de una película bastante interesante, y por descontado, muy bien filmada. En 2006 realizó la notable "Apocalypto", que al igual que la "Pasión", volvía a filmarla en lenguas nativas (para darle más autenticidad); sin embargo, su temperamento le jugó malas pasadas y a punto estuvo de acabar su carrera.

Las idas y venidas, algunas ayudas de grandes amigos (como por ejemplo Jodie Foster que le permitió protagonizar "El Castor" —The Beaver, 2011—) y sus esporádicos papeles en diversas cintas de acción marcaron la tónica de estos últimos 15 años... hasta que llegó Desmond Doss.

La historia de Desmond Doss ha sacado del ostracismo al veterano cineasta australiano, para demostrar (si no había quedado suficientemente claro) que Mel sabe hacer películas y que posee un dominio de la técnica cinematográfica como pocos en la actualidad... y ahora es momento de volver al principio de esta reseña, y recordar aquello que os comentaba de que Mel Gibson es un hombre peculiar, sin complejos y con las ideas bien claras; es decir, que tiene personalidad. Así que no había nadie mejor cualificado para trasladar a la gran pantalla la épica historia de Desmond Doss, un hombre con unas convicciones de acero, que le propiciaron realizar una de las hazañas más impresionantes en el peor escenario posible, la terrorífica batalla de Okinawa (Japón) de la Segunda Guerra Mundial... una gesta que lo convirtió en el primer objetor de conciencia, en la historia estadounidense, en recibir la Medalla de Honor del Congreso.

En la película se pueden apreciar claramente dos partes, una primera más tranquila y de corte clásico y la segunda centrada exclusivamente en el campo de batalla. Con lo que respecta a su primera parte, Mel desarrolla de forma muy inteligente la historia de Desmond Doss, su vida idílica (entre comillas) que tiene junto a su familia y el romance que inicia con una enfermera. En esta parte, podemos destacar la enorme interpretación de Hugo Weaving, que encarna a un atormentado padre de Desmond, destruido por haber combatido en la Primera Guerra Mundial. Aunque en un principio pueda recordar su historia romántica a la vista en "Pearl Harbor" de Michael Bay, no tiene nada que ver la una con la otra, ya que está muy bien narrada, sin sentimentalismos baratos y para nada estereotipados; además, también nos relata muy bien las convicciones del protagonista en la negación a coger y utilizar armas de fuego.

El que Mel nos haya situado en una cinta que rezuma clasicismo tiene su razón de ser, ya que al entrar la segunda parte, ésta cobra una fuerza mayor (aún más si cabe), ya que contrasta a las mil maravillas con el infierno que les espera a nuestro protagonista y su batallón en la colina japonesa. El idílico mundo relatado en su primera parte se desmorona por la violencia sin contemplaciones, ni medias tintas, de la guerra. Mel no escatima y demuestra con mano firme de que pasta está hecho, con una cruenta batalla que le da vuelta y media a la vista en nuestro conocido "Soldado Ryan" de Spielberg. Aquí no hay banderas ondeantes ni discursos sensacionalistas, aquí se narra el horror puro y duro, una inmensa dosis de realidad en el que Mel nos golpea en toda la cara y con la mano abierta. Los inquebrantables principios de Doss cobran más fuerza todavía, y muestran a un joven que, pese a no coger ni un arma no es para nada un cobarde, sino que se erige como el más valiente a ras del campo batallado. Con ello, Mel lo ha conseguido... ofrecernos una película sumamente violenta pero antibelicista y pacifista, valga la paradoja... y de paso, darnos una auténtica lección de buen (o mejor dicho) cine puro.

En definitiva, "Hasta el último hombre" es una película impresionante, posiblemente la mejor del género bélico en lo que llevamos de Siglo XXI, que posee unas interpretaciones sobresalientes, destacando a unos sorprendentes Sam Worthington y Vince Vaughn (quizás su mejor papel hasta la fecha), una hermosa Teresa Palmer y un Andrew Garfield que se consagra como un actor de nivel (tras haber trabajado también con Martin Scorsese).
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comanchería
Comanchería (2016)
  • 7,2
    31.719
  • Estados Unidos David Mackenzie
  • Jeff Bridges, Chris Pine, Ben Foster ...
8
La lucha contra viento y marea de dos hermanos para la dignidad
De bien es sabido que el western está considerado como 'El cine americano por antonomasia', ya que relataba en clave heroica (o crítica) la conquista del oeste de Estados Unidos y la difícil gestión de la nación americana... y a pesar de haber estado denostado durante parte de los setenta y toda la década de los ochenta (siendo denominado de forma injusta como un género anticuado), en estos últimos años se ha convertido en uno de los géneros cinematográficos que más ha evolucionado. Todo ello gracias, en gran medida, a ese clásico contemporáneo de Clint Eastwood llamado "Sin Perdón" (Unforgiven, 1992) que arrasó en los premios Oscar a principios de los noventa, y allanó el camino (dicho sea de paso) a cineastas como Quentin Tarantino, Kevin Costner o los Hermanos Coen, por citar algunos ejemplos.

Como decía anteriormente, el western no es para nada un género anticuado, me atrevería a afirmar que es un género generoso (valga la redundancia), ya que al igual que la ciencia ficción, es un género que puede dar pie a desarrollar otros géneros dentro de si mismo; es decir, que con una ambientación precisa o partiendo de una historia puramente western, puede derivar hacía el drama, el fantástico o el terror, entre otros. El hecho de su 'generosidad' propicia que las historias relatadas alcancen un cierto grado de matices que enriquecen la narración. Este razonamiento se puede aplicar claramente a la película que nos concierne, titulada "Comanchería".

A primera vista, La historia de "Comanchería" es bastante sencilla: dos hermanos con mala suerte roban bancos para saldar sus deudas, y serán tenazmente perseguidos por un legendario Texas Ranger a punto de retirarse. Sin embargo, por debajo de las dos claras líneas entrelazadas de la trama, se encuentran las corrientes que profundizan en la lealtad, la masculinidad, la familia y sus ciclos históricos y la forma en que un nuevo mundo de codicia sin rostro está colisionando con el viejo oeste individualista.

Así que no es descabellado puntualizar que esta película no es la típica de "atraca bancos" que se hacían en la edad dorada de Hollywood, protagonizada por los típicos villanos con sombrero negro y sheriffs respetables. Sin lugar a dudas, "Comanchería" es un western crepuscular, moralmente complejo y mordaz, ambientado en un nuevo Oeste donde los bancos atracados son ahora los más degenerados y crueles villanos de la historia. Una historia verdaderamente brillante, plasmada en un asombroso guión, repleto de de humor y humanidad, y escrito por Taylor Sheridan, quien es conocido tanto por interpretar al ayudante del sheriff David Hale en la exitosa serie "Sons of Anarchy", como por ser el autor de la aclamada por la crítica y nominada al Oscar, "Sicario" (Denis Villeneuve, 2015).

Hay que mencionar además, que destacan unas interpretaciones magistrales de prácticamente todo el elenco del filme, con unos Chris Pine y Ben Foster que dan replica a los hermanos atracadores de bancos; así como Gil Birmingham, y sobretodo un Jeff Bridges nacido expresamente para interpretar este tipo de papeles, que interpretan a los veteranos Texas Rangers que siguen el rastro de los violentos 'rateros' sureños.

Su pausado ritmo evidencia la sobriedad con la que David Mackenzie ha filmado la cinta, el cual intercala de maravilla secuencias intimistas con portentosas escenas de acción, protagonizadas por unos personajes con identidad propia. Merece también una mención especial la deliciosa banda sonora, compuesta por el tándem Nick Cave y Warren Ellis, que atesoran una experiencia notable en el género western, del que cabe recordar que son autores de la genial partitura del largometraje "El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford" (The Assassination of Jesse James By The Coward Robert Ford, 2007) de Andrew Dominik.

En síntesis, "Comanchería" es una película notable, auténtica 'pata negra' interpretada de maravilla y que cuenta una historia con un trasfondo social importante y con un cierto aroma del mejor western de los Coen, el genuino Eastwood de "Un mundo perfecto" (A Perfect World, 1993) y (por momentos) a la impresionante "Bonnie & Clyde" (Id., 1967) de Arthur Penn.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Melanie. The Girl With All the Gifts
Melanie. The Girl With All the Gifts (2016)
  • 6,0
    6.663
  • Reino Unido Colm McCarthy
  • Sennia Nanua, Paddy Considine, Gemma Arterton ...
7
La niña-zombie con todos los dones
La excelente propuesta que tantas alegrías nos ha dado el pasado mes de enero llega a su fin. Me refiero al "Ciclo Sitges Tour", llevado a cabo por el prestigioso Festival Internacional de Cinema de Cataluña y la productora A Contracorriente Films. El pistoletazo de salida de esta iniciativa llegó con la magistral película de zombies "Train to Busan" (que comentamos largo y tendido AQUÍ), luego llegaron la estupenda "La autopsia de Jane Doe" (que también comentamos AQUÍ), la interesante "Shin Godzilla" y el retorno tras las cámaras de Mike Flanagan con "Somnia: Dentro de tus sueños"... para terminar con la película que nos concierne: "Melanie: The Girl with all the Gifts".

De entrada, su planteamiento es muy interesante y novedoso, cinematográficamente hablando, puesto que tanto en la literatura como en el mundo del videojuego ya se había visto algo similar. Me explico. Me estoy refiriendo al tema del hongo que contiene el virus "zombie" que infecta a la población. En el ámbito literario, obviando la novela de Mike Carey titulada "Melanie: Una novela de zombis" que es la originaria del filme en cuestión, la visión del hongo como conductor del virus ya venía plasmado en las páginas de la magistral trilogía "Apocalipsis Z", del escritor español Manel Loureiro; aunque es poco probable que haya servido de inspiración tanto para la novela como para el susodicho filme que nos abarca. Caso muy distinto es el del videojuego "The Last of us", que fue lanzado al mercado en junio de 2013, tan solo unos meses antes de que saliera la novela de Carey, que fue en enero de 2014. Sin duda, un hecho para nada casual que deja bien patente que el videojuego, desarrollado por Naughty Dog, ha servido de inspiración directa para la novela. Cabe recordar que en "The last of us" un fatídico "hongo zombie", llamado Cordyceps, sucumbió a la humanidad.

Sea como fuere, original o inspirado en tal o cual, sea novela o medio 'videojueguil', el tema del "hongo zombie" es innovador en el ámbito cinematográfico, y por descontado, arroja una bocanada de aire fresco a un género bastante estancado desde hace muchos años.

El cineasta escocés Colm McCarthy, curtido en el mundo de las series de televisión, responsable de haber dirigido episodios de "Sherlock" o "Peaky Blinders" entre otros, es el encargado de plasmar en la gran pantalla la genial novela de Carey. La premisa nos sumerge de lleno en un futuro distópico con la humanidad asolada casi en su totalidad por un virus zombie. En medio de este apocalipsis total, un grupo de científicos está investigando a una segunda generación de nacidos bajo estas circunstancias, unos niños los cuales son mitad "hambrientos", mitad humanos.

El arranque del filme es sencillamente brutal, por como nos presenta a los personajes y a los zombies, terminando en una adrenalítica secuencia que te hace palpitar todos los sentidos. Tras la primera hora, el ritmo decae un poco, en el que alterna momentos de exploración con algunos de tensión muy logrados, en el que también nos plantea diversas cuestiones filosóficas que nos hacen reflexionar sobre la condición humana; todo ello envuelto en un tono oscuro que prevalece hasta el final. Si acaso, podríamos afirmar que el epílogo es lo peor de la propuesta sin duda... un ingenuo 'happy end' que desentona bastante con el resto de la historia.

A su vez, el hecho de contar con un elenco tan destacado es un buen punto a favor, que eleva considerablemente la calidad del mismo; en el que podemos encontrar actores del talante de Glenn Close, que encarna de forma brillante a la 'mad doctor' de la función; también a una sorprendente Gemma Arterton, que quizás sea su mejor interpretación hasta la fecha; y el británico Paddy Considine, que encarna al rudo militar; aunque, es Sennia Nanua la que se lleva el gato al agua (o a la boca, según se mire), que da vida de forma soberbia a la Melanie del título, siendo el 'alma mater' del filme... una actuación que le valió el premio a la mejor actriz en el Festival de Sitges.

Hay que decir también, que dejando a un lado el manido tema del 'hongo', este estupendo filme británico me ha recordado bastante al clásico de Danny Boyle "28 días despues" (28 Days Later, 2002), de igual modo que a su segunda parte, la estimable "28 semanas después" (28 Weeks Later, 2007) de Juan Carlos Fresnadillo; de manera análoga, por momentos me ha recordado a la serie de Robert Kirkman "The Walking Dead", así como al clásico del maestro George A. Romero "El día de los muertos" (The day of the dead, 1985), y a la magistral cinta de ciencia ficción "La semilla del espacio" (The Day of the Triffids, 1962) de Steve Sekely y Freddie Francis.

En definitiva, "Melanie: The Girl with all the Gifts" es una película de zombies notable, con un planteamiento original y novedoso en este tipo de propuestas, que a pesar de no tener demasiada acción, lo compensa con una historia con enjundia; es decir, que no trata como un imbécil al espectador.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Figuras ocultas
Figuras ocultas (2016)
  • 6,9
    18.641
  • Estados Unidos Theodore Melfi
  • Taraji P. Henson, Octavia Spencer, Janelle Monáe ...
7
Las 'Computadoras Humanas' afroamericanas de la NASA
Tras el término de la Segunda Guerra Mundial, de bien es sabido que las tensiones internacionales entre la Unión Soviética y Estados Unidos crecieron exponencialmente hasta el punto de dar paso a lo que se conoce como la Guerra Fría. Dentro de aquel conflicto, la carrera espacial se puede definir como una subdivisión dedicada exclusivamente al ámbito espacial. En ella, ambos países centraron sus esfuerzos en explorar el espacio exterior con satélites artificiales, de enviar humanos al espacio y de colocar a un ser humano en la Luna. Todo ello se inició debido al lanzamiento del Sputnik 1, el cohete que los soviéticos pusieron en órbita a finales de 1957, convirtiéndose en el primer satélite artificial en alcanzarla. Por sus implicaciones militares y económicas (cabe recordar que el Sputnik era una versión modificada de un misil ICBM) el cohete ruso causó miedo y provocó debate político en Estados Unidos, dando inicio a lo que se conoce como el 'Proyecto Mercury', que básicamente se trataba de llevar a una persona a la órbita terrestre, tan pronto como fuera posible.

Durante el programa Mercury, los ingenieros estadounidenses se vieron presionados ante los desafíos que implicaban la construcción de una nave segura, que permitiera a un astronauta llegar hasta la órbita terrestre sin ser destruido por las enormes aceleraciones que ello implicaba, así como las diversas situaciones extremas propias del ambiente espacial: el vacío, las bruscas fluctuaciones de temperatura y la recién descubierta radiación del espacio. Para lograr construir tales artefactos, y teniendo en cuenta que los ordenadores estaban prácticamente en pañales, todos los complicados cálculos matemáticos los tenían que realizar manualmente, y ahí es cuando entran Dorothy Vaughan, Mary Jackson y Katherine Johnson.

La película que nos concierne, titulada "Figuras ocultas", nos relata la fenomenal historia de estas tres mujeres matemáticas afroamericanas, que trabajaban en la NASA y cuyos cálculos impulsaron uno de los mayores logros espaciales de Estados Unidos, conseguir que el astronauta John Glenn girara en órbita alrededor de la Tierra. Ellas estuvieron en la vanguardia del movimiento feminista y por los derechos civiles, y su talento les hizo convertirse en verdaderas pioneras, propiciando que formaran parte de las mentes mas brillantes de su generación. En primera instancia, estas mujeres eran relegadas a enseñar matemáticas en las escuelas publicas segregadas del sur; sin embargo, fueron llamadas a servir durante la escasez laboral de la Segunda Guerra Mundial, cuando la industria aeronáutica de Estados Unidos se encontraba en extrema necesidad de alguien con conocimientos. Repentinamente, estas profesionales tenían acceso a un empleo digno de sus habilidades y respondieron a la llamada del 'Tio Sam', se mudaron a Hampton, Virginia, y pasaron a formar parte del fascinante mundo del Laboratorio Aeronáutico Langley Memorial. A pesar de que las leyes de Jim Crow de Virginia les obligaba a estar separadas de sus homólogos blancos, el grupo de mujeres afroamericanas (conocidas como las 'Computadoras del Oeste') ayudaron a los Estados Unidos a alcanzar una de las metas mas deseadas, tener el completo dominio de los cielos sobre la Unión Soviética.

El cineasta estadounidense Theodore Melfi es el encargado de dirigir la historia, basada en hechos reales recogidos en el libro homónimo de Margot Lee Shetterly, consiguiendo una película interesante, con buenos toques de humor, demostrando que se desenvuelve bien en la comedia, como ya evidenció en su anterior filme, la estimable "St. Vincent" que contaba con un divertido y canalla a partes iguales Bill Murray; asimismo, cabe indicar que destacan las interpretaciones de su excelente elenco, como la recientemente nominada a los Oscar, Octavia Spencer; también una brillante Taraji P. Henson, que bajo mi punto de vista es la mejor del reparto; además de unos solventes Janelle Monae, Kirsten Dunst, Jim Parsons y Kevin Costner. No obstante, a pesar de contar con un punto de partida muy bueno, Melfi no consigue profundizar demasiado, perdiéndose entre demasiada jerga científica, en vez de centrarse en la odisea racista que sufrieron estas mujeres para convertirse en las mentes mas brillantes de su generación.

En conclusión, "Figuras ocultas" es una cinta simplemente correcta, que plasma en la gran pantalla la crónica de aquellas "computadoras humanas", que con sus lápices, reglas de cálculo y máquinas de sumar ecuaciones cambiaron sus vidas a lo largo de casi tres décadas, enfrentándose a numerosos desafíos, alianzas y utilizando su privilegiado intelecto para cambiar el futuro de su país.
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3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La ciudad de las estrellas (La La Land)
La ciudad de las estrellas (La La Land) (2016)
  • 7,5
    60.192
  • Estados Unidos Damien Chazelle
  • Emma Stone, Ryan Gosling, John Legend ...
8
Haciendo realidad los sueños en un mundo de fantasía
Cada vez que pienso en Damien Chazelle me acuerdo de los inicios del gran director Ridley Scott; y es que sus trayectorias en sus tres primeros filmes son muy parecidas, salvando las distancias evidentemente. Chazelle se abraza al musical del mismo modo que Scott al cine fantástico. Si lo analizamos detenidamente, el razonamiento tiene su lógica, veamos: Ridley Scott debutó con una estimable película titulada "Los duelistas" (The Duellist, 1977), para luego confeccionar dos obras maestras, como son "Alien, el octavo pasajero" (Alien, 1979) y "Blade Runner" (Id., 1980), que lo consagraron como un cineasta de prestigio. Algo semejante ocurre con Chazelle, ya que debutó con el interesante musical "Guy and Madeline on a Park Bench" (Id., 2009), para luego realizar dos obras maestras, como "Whiplash" (Id., 2011) y sobretodo, ésta que nos concierne, "La ciudad de las estrellas (La La Land)" (La La Land, 2016), que de entrada lo confirman como uno de los mejores cineastas del panorama cinematográfico actual, y posiblemente le haga hacer historia en los premios más importantes del mundo del celuloide, los Oscar de la academia de Hollywood; más aún, tras haber arrasado recientemente en los Globos de Oro.

Como he dicho en el razonamiento anteriormente expuesto, "La La Land" es una obra maestra, que si bien es cierto que no es la mejor película de este siglo XXI, sí que es una de las diez mejores sin duda; y dentro del genero musical, es la mejor por descontado. Lo primero que salta a la vista, es que su planteamiento es totalmente original; es decir, que no adapta ninguna obra de Alexandre Dumas como en "Moulin Rouge" (Id., 2001) de Baz Luhrmann; o una famosa obra de Broadway de Bob Fosse como la oscarizada "Chicago" (Id., 2002) de Rob Marshall; o tampoco se inspira en las canciones de los Beatles como en "Across the Universe" (Id., 2007) de Julie Taymor, por citar algunos ejemplos.

Por lo que respecta a "La La Land", nos trae una historia de amor universal, del tipo 'Chico conoce Chica' pero con connotaciones distintas evidentemente, que discurre en nuestro tiempo y que no adapta absolutamente nada; o dicho de otro modo, que el director se la ha sacado de la manga. Podría ser como una visión onírica de la historia basada en hechos reales de dos personas, que van a la cuna de las estrellas a hacer realidad sus sueños; porque una de las características que más me han gustado del filme, es que su premisa es realista en su esencia, y que perfectamente puede entenderse como un retrato de la presente generación Millennial y sus problemas rutinarios. Así que en la historia tenemos a Mia, una aspirante a actriz que trabaja como camarera, y a Sebastian, un pianista de jazz que se gana la vida tocando en sórdidos tugurios. Ellos se encuentran, se enamoran y luchan por hacer realidad sus sueños; sin embargo, la manera en que Chazelle nos lo cuenta propicia que nos cuestionemos ciertas cosas, como ¿hasta donde estamos dispuestos a llegar para hacer realidad nuestros sueños y aspiraciones en la vida? ¿Hasta donde podemos aguantar el rechazo? ¿amor y vocación son compatibles juntos? ¿se puede tener todo en esta vida? Si tuvieras que elegir ¿qué sacrificarías, el amor o tus sueños?

Es más que evidente, que en su tesitura formal, "La La Land" bebe de los clásicos musicales de la época dorada de Hollywood, siendo "Cantando bajo la lluvia" (Singing in the rain, 1952) de Stanley Donen y "West Side Story" (Id., 1961) de Robert Wise y Jerome Robbins los más evidentes; no obstante, también recoge influencias de los musicales de los setenta y ochenta, tales como "All that jazz (Empieza el espectáculo)" (Id., 1979) de Bob Fosse, "Grease" (Id., 1978) de Randal Kleiser, "Fama" (Fame, 1980) de Alan Parker o "Dirty dancing" (Id., 1987) de Emile Ardolino; así como influencias de musicales más modernos, como los de John Carney "Once (Una vez)" (Once, 2007) o "Begin Again" (Id., 2013), o también de "Moulin Rouge" (Id., 2001) de Baz Luhrmann, entre otros. Con todo, podemos destacar el genial número musical del arranque del filme, que convierte algo tan banal como un atasco en algo atractivo y verdaderamente bonito. Chazelle nos deleita con sus vivaces movimientos de cámara, repletos de fantásticos planos secuencia y encuadres con perspectiva y milimétricos; que junto con las preciosas canciones de Justin Hurwitz, su brillante fotografía y una puesta en escena increíble, nos cautiva todos los sentidos. A todo ello, podemos añadir las magistrales interpretaciones de su pareja protagonista: Emma Stone y Ryan Gosling, que atesoran una química realmente notable, algo evidente si tenemos en cuenta que es su tercer filme juntos, tras "Crazy Stupid Love" (Id., Glenn Ficarra y John Requa, 2011) y "Gangster Squad (Brigada de élite)" (Id., Ruben Fleischer, 2013); además, merece una mención especial ese final tan impresionante, que eleva a "La La Land" al firmamento cinematográfico.

En fin... No quiero desvelaros nada más, y os insto a que os dejéis caer por el cine y disfrutéis de esta obra maestra, ya que vale muchísimo la pena... porque está realizada para todos los soñadores, o aquellos que alguna vez hayan tenido sueños y aspiraciones... también para los románticos, tanto da si son empedernidos o no, así como aquellos que estén desencantados con el amor... al igual que es válida para todos aquellos que amen la música en su plenitud, sin importar si les va el jazz clásico o ese híbrido sintetizado que se lleva hoy en día; en fin, se trata de una película para todos los públicos, que bien podría definirse como: Cine puro.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La autopsia de Jane Doe
La autopsia de Jane Doe (2016)
  • 6,2
    16.490
  • Reino Unido André Øvredal
  • Emile Hirsch, Brian Cox, Ophelia Lovibond ...
7
Los secretos de Jane Doe
El Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges, sin duda uno de los encuentros internacionales más importantes del panorama cinematográfico actual, junto con la productora española A Contracorriente Films, han iniciado en este año 2017 una fantástica iniciativa, que consiste en dar distribución a algunas películas que se proyectaron en la pasada edición del citado festival, que consiguieron algún premio y que, a priori, tienen más dificultades a la hora de llegar a nuestro país. Así que, gracias a ello, han llegado títulos a nuestras carteleras como la adrenalítica cinta de zombies surcoreana "Train to Busan" de Yeon Sang-ho (que comentamos largo y tendido AQUÍ), "Shin Godzilla" de Hideaki Anno y Shinji Higuchi (20 de enero), "Somnia: dentro de tus sueños" de Mike Flanagan (27 de enero), "Melanie: The Girl With All the Gifts" de Colm McCarthy (3 de febrero) y ésta que nos concierne, "La autopsia de Jane Doe" de André Øvredal (13 de enero).

Antes de entrar de lleno en la reseña, me gustaría realizar un pequeño inciso para explicar a que se debe el apelativo de Jane Doe. Resulta que en Estados Unidos y Canadá se llama John, Jane o Baby Doe a los cuerpos de hombres, mujeres y niños respectivamente, que llegan sin identificar al depósito de cadáveres. Esta denominación tiene un origen muy antiguo que se remonta a la Inglaterra del rey Eduardo III (a mediados del siglo XIV) donde, legalmente, ya se daba este nombre a los restos de personas anónimas. Por similitud, en el ámbito hispanohablante se suele decir Juan Nadie, Juan Pérez o Fulano de Tal; así como las iniciales NN, del latín 'Nomen Nescio' (nombre desconocido) y que, en castellano se suelen traducir como 'ningún nombre' y, en inglés, 'no name'.

Una vez quedado claro tal apelativo, la Jane Doe del título en cuestión se refiere al cadáver de la mujer sin identificar que llega a la morgue de una pequeña localidad, regentada por el forense experimentado Tommy Tilden y su hijo mayor Austin. El cuerpo fue hallado misteriosamente en el sótano de una casa donde se produjo un homicidio múltiple. Sin signos de violencia aparente, y a medida que van haciendo la autopsia, descubrirán aterradoras revelaciones que despertarán una fuerza sobrenatural que se apoderará del crematorio y pondrá en peligro a nuestros protagonistas.

La película posee dos partes bien diferenciadas: una primera centrada en la autopsia propiamente dicha y la segunda en la cual nuestros protagonistas se enfrentan al ente. La primera parte es verdaderamente muy interesante y original, en el que la susodicha Jane Doe se convierte en una caja de pandora repleta de inquietantes secretos, sorpresas y numerosos peligros para nuestros forenses protagonistas, interpretados de forma solvente por Emile Hirsch y el veterano Brian Cox.

El cineasta noruego André Øvredal (que ya sorprendió a propios y extraños con su anterior película "Troll hunter"—Trolljegeren, 2010—), da validez a aquello de 'menos es más' sacando el máximo partido al espacio reducido de la morgue y a los pocos personajes de la historia, creando una enrarecida atmósfera realmente inquietante y malsana a partes iguales, que consigue mantenerte pegado a la butaca de forma expectante, a pesar de tener una segunda mitad más convencional que busca el sobresalto; aunque son bastante efectivos debido a la originalidad de su premisa, el claustrofóbico ambiente y una escalofriante Jane Doe que sin moverse pone los pelos como escarpias.

Así que, llegados a este punto, podemos afirmar que "La autopsia de Jane Doe" es una refrescante pequeña joya de terror, que bien vale la pena darle una oportunidad, y que confirma a André Øvredal como uno de esos cineastas a tener muy en cuenta en un futuro próximo.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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