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Al final del túnel
Al final del túnel (2016)
  • 6,4
    7.771
  • Argentina Rodrigo Grande
  • Leonardo Sbaraglia, Clara Lago, Pablo Echarri ...
7
A grandes males... medidas desesperadas.
De entrada, podemos afirmar que "Al final del túnel" se aleja de las comedias que nos ha ofrecido su director Rodrigo Grande en estos últimos años, tales como "Presos del olvido" (Rosarigasinos, 2001) o "Cuestión de principios" (Id., 2009)... para conformar un thriller policíaco de suspense con una atmósfera inspirada en los relatos de Edgar Allan Poe, de casas habitadas por fantasmas del pasado y ladrones que las rodean. Cabe mencionar también que vuelve a contar con Pablo Echarri y su actor fetiche Federico Luppi; aunque este último en un rol más secundario, pero no por ello menos importante.

La premisa se centra en Joaquín, un hombre que está en silla de ruedas, y que vive con su perro en una lúgubre y oscura casa. Un día, la bailarina de striptease Berta y su hija Betty llaman a su puerta respondiendo a un anuncio que puso para alquilar una habitación. Su presencia dará alegría a la casa y animará la decadente vida de Joaquín.

Una noche, mientras trabaja en su sótano, donde repara ordenadores, Joaquín escucha un ruido casi imperceptible. Acerca la oreja contra la pared y se da cuenta que un grupo de ladrones, liderado por Galereto está construyendo un túnel que pasa bajo su casa para robar un banco cercano. Desde entonces, Joaquín vigilará a los ladrones, tomando notas, logrando conocer al detalle el plan del robo, y ejecutará un plan contrarreloj con el fin de intentar frustrar los propósitos de Galereto y su banda.

Lo más destacable de la película reside en su alto nivel interpretativo de su elenco actoral, con un Leonardo Sbaraglia magnífico, que encarna a nuestro atormentado protagonista. Su 'voyeurismo' (entre comillas) nos recuerda claramente al James Stewart de "La ventana indiscreta" del maestro del suspense Alfred Hitchcock, y su habilidad innata para crear artefactos al delirante McGyver de la serie televisiva ochentera. Con el robo, nuestro protagonista ve la oportunidad de superar sus traumas, derivados del accidente automovilístico que le arrebató a toda su familia; y además, evidencia el doble significado del título del filme, ya que al final de ese túnel encontrará tanto el botín como la luz que ilumine su existencia. También sobresale la estupenda interpretación de Clara Lago, que da vida a la bailarina de streptease Berta, y la cual cabe reseñar el gran esfuerzo que ha realizado por conseguir dominar el acento argentino; y además Pablo Echarri, que encarna al despiadado y violento Galereto. Asimismo, la puesta en escena impregnada por su director Rodrigo Grande es maravillosa, teniendo la capacidad para mantener un suspense in-crescendo hasta el final del filme... y más, por el hecho de desarrollar el noventa por cien de la trama en dos o tres escenarios, dejando bien patente aquello de que menos es más. Por lo cual, la casa se convierte en un personaje más, repleta de claroscuros que potencian la opresión del espectador y remarcando los sonidos, como los quejidos de tuberías, suelos que crujen, sonidos de puertas que chirrían y desagües... que acentúan la paranoia y las amenazas que acechan al protagonista aún cuando no las ve, remarcando su estado emocional.

En definitiva, "Al final del túnel" es un fibroso thriller de suspense, con grandes interpretaciones y que te mantiene pegado a la butaca hasta su estupendo final; pero esencialmente, nos relata la interesante historia personal de Joaquín, que recupera la ilusión por la vida, gracias a ese robo en el que se ve inmerso de rebote. Ya sabéis... a grandes males, medidas desesperadas.
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11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viva
Viva (2015)
  • 6,5
    1.132
  • Irlanda Paddy Breathnach
  • Héctor Medina, Jorge Perugorría, Luis Alberto García ...
7
Viaje de redención familiar
Producida por el célebre actor puertorriqueño Benicio del Toro, y tras su paso por el prestigioso Festival de Sundance y estar pre-seleccionada a los premios Oscar por Irlanda (siendo, a decir verdad, un dato bastante curioso, dado que es una película rodada, hablada e interpretada íntegramente por cubanos), "Viva" de Paddy Breathnach aterriza en el Festival Internacional de Cine de Valencia "Cinema Jove", que se exhibió en la ceremonia de Inauguración de su 31ª Edición.

“Viva” nos conduce por la difícil vida de un joven habanero de 18 años cuyo padre los abandonó cuando tenía 3, y tiempo más tarde falleció su madre. Jesús es un chico que está intentando encontrar su verdadera identidad cuando un día de repente aparece su padre, a quien no conocía.

Ángel, padre de Jesús, fue un exitoso boxeador que en pleno apogeo de su fama mató a una persona en una pelea callejera. Tras permanecer años en la cárcel reaparece de nuevo en la vida de su hijo, quien para sobrevivir corta el pelo, se prostituye como jinetero, y aspira a formar parte de la plantilla de artistas 'drag queen' del cabaret regentado por Mama.

El punto fuerte de "Viva" reside principalmente en la brillantez de las interpretaciones de su elenco actoral, en el que sobresale Héctor Medina, que vimos recientemente en la irregular "El Rey de La Habana" (Agustí Villaronga, 2015), que encarna de forma soberbia a Jesús, un muchacho que intenta sobrevivir inmerso en la soledad de un ambiente decadente, ya que todos se aprovechan de él, decido a su ingenuidad. Mientras tanto, intenta busca su identidad, romper con los tabúes de su sexualidad y cumplir el sueño de ser artista. También destaca Jorge Perugorría, que se mete en la piel de Ángel, el padre de Jesús. Él es un hombre fracasado después de su larga estancia en prisión. De talante violento y alcohólico, irrumpe en la vida de Jesús, y es aquí donde empieza un gran viaje. Porqué "Viva", en esencia, es un viaje de redención a dos bandas, de segundas oportunidades y de descubrimiento, ya que padre e hijo son dos extraños, dos desconocidos que a pesar de su condición paterno-filial no se conocen. Los dos realizan un esfuerzo por entenderse, Jesús desde la perspectiva de la soledad que le ha proporcionado crecer como un huérfano, y Ángel desde la soledad derivada de su temperamento y adicciones; además, le cuesta aceptar que su hijo quiera exhibir su homosexualidad en público. Su director Paddy Breathnach trata esta relación de forma entrañable y conmovedora, teniendo su punto álgido en la aceptación final, tras un impresionante numero musical que rebosa emotividad y en la que solamente podemos decir... "Viva".

La música juega también un papel importante en el filme, ya que se convierte en el hilo conductor de ese "viaje" de descubrimiento, destacando las actuaciones y una exquisita banda sonora repleta de maravillosos boleros clásicos y versiones dance de canciones conocidas, que envuelven el filme de romanticismo y que inspira a los hombres del relato para llegar a ser verdaderamente ellos mismos.

En definitiva, aunque no cuente nada nuevo, "Viva" es una película preciosa, debido al alto nivel interpretativo de sus protagonistas, los pasionales números musicales y una maravillosa historia de amor entre padre e hijo, que se esfuerzan por encontrar la ansiada luz que ilumine la oscuridad que envuelve sus vidas.
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13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Warcraft: El Origen
Warcraft: El Origen (2016)
  • 5,6
    21.856
  • Estados Unidos Duncan Jones
  • Travis Fimmel, Toby Kebbell, Paula Patton ...
6
La guerra entre orcos y humanos por Azeroth
Antes de nada querría dejar bien claro que no he sido muy dado a jugar a videojuegos. Digamos que siempre he preferido otras formas de emplear el tiempo, como leer un buen libro o disfrutar de una película, por descontado. Así que partiendo de esa base, la valoración de esta película estará centrada única y exclusivamente por los valores que pueda tener a nivel cinematográfico, sin comparaciones con su fuente original, la cual desconozco por completo.

Por otra parte, cabría decir que hasta la fecha no ha habido apenas ninguna adaptación cinematográfica de videojuegos que le haya hecho justicia. No vamos a citar como ejemplo casos como "Super Mario Bros" (Annabel Jankel y Rocky Morton, 1993) o "Street Fighter, la última batalla" (Steven E. de Souza, 1994), que no es que le hagan justicia, es que como películas son infumables... pero si podríamos destacar "Lara Croft: Tomb Raider" (Simon West, 2001) y su secuela de 2003 dirigida por Jan de Bont, que sin ser una maravilla al menos eran bastante dignas y entretenidas... o también "Resident Evil" (Paul W.S. Anderson, 2002) que es de las pocas que han recreado decentemente la experiencia del videojuego; aunque ésta última se encuentra a años luz del videojuego, que por cierto es de los pocos que he jugado (debido a su temática zombie, que me encanta).

Llegados a este punto, podríamos citar a "Warcraft: El origen" como una de las mejores adaptaciones de videojuegos, ya que como película a mi me ha gustado, siendo un filme de fantasías medievales bastante digno, sin caer en las comparaciones (que como sabéis son odiosas) con la cumbre del género; es decir, "El Señor de los Anillos", que pese a compartir su espectacularidad, carece de la complejidad argumental de la saga de Tolkien. Si lo analizamos con perspectiva, es algo lógico dado que "El Señor de los Anillos" es un clásico de la literatura fantástica, siendo obviamente fuente de inspiración a Chris Metzen para crear la historia del videojuego.

La historia nos sitúa en el pacífico reino de Azeroth, que está a punto de entrar en guerra con unos terribles invasores: orcos guerreros que han dejado su destruido mundo para colonizar otro. Al abrirse un portal que conecta ambos mundos, un ejército se enfrenta a la destrucción, y el otro, a la extinción. Dos héroes, uno en cada bando, están a punto de chocar en un enfrentamiento que cambiará el destino de su familia, su pueblo y su hogar.

Sin duda, lo más destacado de la propuesta reside en sus espectaculares efectos especiales, que recrean el fantástico mundo de Warcraft. Las motivaciones de poder y sacrificio de los personajes están bien relatadas; no obstante, no tienen la riqueza de matices de los personajes de la saga de Tolkien. Me ha gustado el personaje de Durotan, el orco protagonista interpretado por Toby Kebbell, así como los de Garona encarnado por Paula Patton y Anduin Lothar que interpreta Travis Fimmel, que atesoran cierto carisma, representando las numerosas caras de la guerra. Por otro lado, su director Duncan Jones le aporta sobriedad al conjunto; sin embargo, no está al nivel que ofreció en su rutilante opera prima "Moon" (Id., 2009), que poseía una atmósfera desasosegante y una elegancia en su puesta en escena.

En definitiva "Warcraft: El origen" es una película interesante de fantasía medieval, repleta de batallas épicas y efectos deslumbrantes, que sirve como un buen punto de partida al gran universo de Warcraft, aquel que ha deleitado a millones de 'gamers' durante años.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Corazón gigante
Corazón gigante (2015)
  • 7,0
    6.371
  • Islandia Dagur Kári
  • Gunnar Jónsson, Ilmur Kristjánsdóttir, Margrét Helga Jóhannsdóttir ...
7
Bondad infinita...
Situado en el extremo noroeste de Europa, a escasos mil trescientos kilómetros de las costas británicas, no cabe duda que Islandia es un país peculiar. A pesar de ser un país pequeño, y no tener una industria cinematográfica prolífica, no por ello las escasas películas que nos llegan del país más norteño carezcan de calidad. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en "Rams (El valle de los carneros)", que el pasado año 2015 obtuvo la Espiga de Oro (a la Mejor película) en la Seminci del Festival de Valladolid, así como el premio a la mejor película (Un Certain Regard) en el prestigioso Festival de Cannes.

La película que nos concierne, titulada aquí en España "Corazón gigante" ("Fúsi" en su versión original, que es el nombre del protagonista, siendo digamos un título más que acertado), es otra muestra de que en Islandia también se realiza buen cine.

Su premisa se centra en precisamente en Fúsi, que a sus 43 años, es un hombre inadaptado, con sobrepeso, que nunca tuvo novia y cuyo único interés son las batallas de la Segunda Guerra Mundial, que reproduce en miniatura en el apartamento en el que vive con su madre. Un día recibe un cupón para acudir una escuela de baile, donde conoce a Sjöfn, una mujer solitaria, como él, y con profundas heridas psicológicas.

Lo que más destaca de esta pequeña gran película es la inmensa bondad que rezuma su protagonista, interpretado de forma magistral por Gunnar Jónsson, que construye un personaje entrañable, repleto de matices y tremendamente cándido y sensible. Fúsi podría ser el claro ejemplo de que las apariencias no son lo que parecen. Él es un gran hombre, más bien enorme... pero en todos los sentidos, ya que su enorme cuerpo contiene un alma aún más grande, más bien infinita. Sus compañeros se meten con él, y a pesar de ello, es incapaz de buscar cualquier tipo de venganza o afrenta... hasta incluso se presta a ayudar a alguno de aquellos, como de perdonar lo imperdonable al irresponsable padre de aquella niña que vive al lado de su casa. Podríamos afirmar en este sentido, que Fúsi es una especie de niño grande; sin embargo, a pesar de tener esa personalidad tan especial, vive (o mejor dicho, sobrevive) inmerso en la rutina más absoluta. Todo cambia cuando conoce a Sjöfn, una mujer de la que se enamora hasta las trancas y le cambia totalmente su existencia, permitiéndole salir de la monotonía permanente y teniendo una ilusión por la que vivir. Esa mujer (aunque sea algo inestable), le da ese pequeño empujón que le faltaba para madurar y dejar de lado a esa personalidad de niño inocente. Él ayuda a pecho descubierto a todo aquel que lo necesita, sin pedir nada a cambio... y su gran bondad nos enternece el corazón. En resumidas cuentas, su gran mensaje y valores morales, sumados a la gran delicadeza con la que su director Dagur Kári nos relata la historia, hacen de esta película una propuesta más que interesante, y a la par recomendable.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
X-Men: Apocalipsis
X-Men: Apocalipsis (2016)
  • 5,9
    28.427
  • Estados Unidos Bryan Singer
  • James McAvoy, Michael Fassbender, Jennifer Lawrence ...
6
Un 'Apocalipsis' de medio pelo
Antes de entrar de lleno en la valoración propiamente dicha de la última entrega de la segunda trilogía de los X-Men, me gustaría hacer un pequeño repaso retrospectivo para ponernos en situación. En primer lugar, huelga decir que "X-Men" (Bryan Singer, 2000) supuso un importante punto de inflexión en el cine de superhéroes, ya que desde "Batman" (Tim Burton, 1989) podríamos afirmar perfectamente que el género estaba bastante estancado en la mediocridad cinematográfica, careciendo de películas que hicieran justicia a los personajes de los cómics. 'Casposidades' como "Capitan América" (Albert Pyun, 1990), "Los 4 Fantásticos" (Oley Sassone, 1994), "The Phantom" (Simon Wincer, 1996) o las catastróficas entregas de "Batman" firmadas por Joel Schumacher ("Batman Forever" y "Batman & Robin")... entre otras tantas, son claros ejemplos de como se las gastaba el género por aquellos lares.

La primera de "X-Men" de Singer devolvió la seriedad a las adaptaciones cinematográficas de superhéroes de cómic, con una trama argumental sobria y adulta, además del correspondiente avance tecnológico, con unos efectos especiales verdaderamente brillantes y novedosos. Digamos que fue la antesala de la corriente de adaptaciones que actualmente inundan nuestras carteleras.

Una vez vista su importancia dentro del género, vamos a analizar la saga desde un plano más argumental. La primera trilogía mutante, iniciada por Bryan Singer con las dos primeras entregas (estrenadas en el 2000 y 2003 respectivamente) y terminada por Brett Ratner en 2006 con "X-Men: La decisión final", tenían un hilo argumental autoconclusivo. Tras el tremendo desaguisado perpetrado por Ratner en su "Decisión final" (con diversos superhéroes fallecidos y otros tantos perdiendo sus poderes, entre otras calamidades), a la productora Metro Goldwyn Mayer no le quedó otra que centrarse en los 'spin offs' protagonizados por su mutante estrella, Lobezno.

No fue hasta el 2011, cuando la Metro fichó al siempre interesante cineasta británico Matthew Vaughn (que por aquel entonces acababa de firmar la estupenda "Kick Ass"), que revitalizó una saga mutante herida de muerte con "X-Men: Primera generación", que supuso un verdadero soplo de aire fresco a la franquicia. Una precuela que nos relataba los años mozos de Charles Xavier y Erik alias Magneto, como se conocieron y los motivos que los llevaron a enfrentarse en el futuro.

Después de este genial reinicio, el director estadounidense Bryan Singer (que hasta esa fecha solamente ejercía como productor, excepto de la desastrosa "X-Men 3"), decidió ponerse tras las cámaras con la que posiblemente sea la mejor entrega mutante Marvelita de todas, ya que "X-Men: Días del futuro pasado" elevó muchísimo la calidad argumental, con una historia compleja que funcionaba, a partes iguales, como secuela tanto de la primera trilogía como de la "Primera generación", arreglando los disparates de la susodicha entrega de Ratner.

Llegados a este punto, y ya entrando en la valoración propiamente dicha de la película que nos concierne "X-Men: Apocalipsis"... con las 'espadas' en todo lo alto (viendo los precedentes), las expectativas con esta nueva entrega eran máximas; aunque igualar el alto nivel ofrecido por "Días del futuro pasado" era tarea ardua complicada. Digamos que ésta solo supera a la 'Decisión final' de Ratner, suponiendo un paso atrás en la franquicia.

La premisa nos sitúa diez años después del incidente en Washington (acontecido en la subtrama de 1973 de "Días del futuro pasado"), cuando despierta tras miles de años Apocalipsis, el primer y más poderoso mutante del universo X-Men de Marvel, que desde los albores de la civilización fue adorado como un dios. En pleno 1983, Apocalipsis se encuentra desilusionado con el mundo en que se encuentra y decide reclutar un equipo de mutantes poderosos, entre ellos a un descorazonado Magneto, con el fin de limpiar la humanidad y crear una nueva orden mundial, sobre la cual él reinará. A medida que el destino de la Tierra está en juego, Raven con la ayuda del Profesor X se unirán junto a un equipo de jóvenes X-Men para detener a su mayor enemigo y salvar así a la humanidad de la destrucción total.

Aunque visualmente sea maravillosa (como es costumbre en las últimas producciones de este tipo), argumentalmente se reduce a la clásica lucha entre el bien y el mal, con un villano todopoderoso de manual carente de matices... llamado Apocalipsis, el cual va acompañado de sus cuatro jinetes (para rizar más el rizo, si no estaba ya rizado de por si). Las motivaciones del malo de la función es destruir el mundo sin más, porque posee el poder para hacerlo. Más plano y previsible no puede ser la cosa; sin embargo, la película es muy entretenida, y está repleta de fibrosas escenas de acción épica que deleitarán a los fans del género. En definitiva, un filme de superhéroes más para aquellos que solamente buscan evadirse durante un par de horas largas.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El hombre perfecto
El hombre perfecto (2015)
  • 6,4
    3.793
  • Francia Yann Gozlan
  • Pierre Niney, Ana Girardot, Ludovic Berthillot ...
7
Las consecuencias de la usurpación literaria
En la segunda incursión tras las cámaras del casi desconocido director francés Yann Gozlan, el realizador deja de lado el terror de su opera prima "Captifs" (Id, 2010), para conformar una historia que gira en torno a un joven escritor frustrado que se apropia del manuscrito de un anciano solitario que acaba de morir, convirtiéndole en la nueva promesa de la literatura francesa; sin embargo, con el tiempo las presiones de la editorial por escribir una segunda novela, y las de alguien que conoce su secreto, le harán entrar en una espiral de mentiras que le obligarán a tomar decisiones drásticas para preservar a toda costa su secreto.

Cabe decir que la premisa del filme de Gozlan no prima por su originalidad que digamos, ya que recuerda bastante a otras películas como "El ladrón de palabras" (Brian Klugman y Lee Sternthal, 2012), "Deathtrap" (Sidney Lumet, 1982), "Conocerás al hombre de tus sueños" (Woody Allen, 2010); así como a algunas novelas de Patricia Highsmith, tales como "Las dos caras de enero", que fue llevada a la gran pantalla por Hossein Amini en 2014; o también "El talento de Mr. Ripley" que ha sido adaptada de forma exitosa en dos ocasiones, siendo la primera en 1960 con "A pleno sol" (Plein soleil, René Clément), filme que llevó al estrellato al gran Alain Delon, y la segunda en 1999 con "El talento de Mr. Ripley" (The Talented Mr. Ripley, Anthony Minghella). Pero a pesar de su falta de originalidad, Gozlan (que también firma el guión) nos relata una historia muy bien orquestada, la cual hay dos partes bien diferenciadas. La primera es una larga introducción donde procede a presentarnos al protagonista, mostrándonos su falta de talento que le imposibilita salir de su mediocridad literaria... y que tras un oportunista golpe de suerte (según se mire), le lleva a usurpar la identidad de otro escritor que le cambia radicalmente su existencia. Por otro lado, en la segunda parte, la película vira hacía un más que efectivo thriller, en el cual nuestro protagonista se verá obligado a realizar cualquier cosa para preservar su mascarada, introduciéndose sin remisión en una espiral de mentiras y crímenes, que a medida que avanza le será cada vez más difícil salir de ella.

Pierre Niney, que vuelve a demostrar que es una de las jóvenes promesas del cine francés, tras protagonizar "Yves Saint Laurent" (Jalil Lespert, 2014) película por la cual estuvo nominado en los César, encarna al joven Mathieu, protagonista absoluto del filme que recuerda muchísimo al Mr. Ripley de las novelas de Highsmith; no obstante, no llega a los niveles intelectuales del mismo, siendo algo más ingenuo, y que personalmente me ha recordado bastante al Chris Wilton que Jonathan Rhys Meyers encarnaba en la soberbia "Match Point" (Id, Woody Allen, 2005), y en algunos momentos, también se han visto trazas del Norman Bates que el gran Anthony Perkins interpretó en la obra maestra de Alfred Hitchcock, "Psicosis" (Psycho, 1960). El hecho de que se equivoque tanto en sus decisiones, propicia que se mantenga la opresiva atmósfera de tensión 'in crescendo' hasta su final, que aunque sea coherente y certero, se intuye de lejos por ese desafortunado y sobrante 'cliffhanger' del inicio.

Es necesario indicar que a pesar de ser su segunda película, Gozlan demuestra dominar a la perfección los mecanismos del thriller, imprimiendo una puesta en escena elegante y sofisticada, con claras influencias al cine del maestro del suspense Alfred Hitchcock (con el tema del crimen perfecto), así como ese genuino cine francés de los setenta, con las intrigas de Claude Chabrol a la cabeza, que le convierten en un director muy prometedor y del que habrá que seguirle la pista en filmes venideros.
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11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El libro de la selva
El libro de la selva (2016)
  • 6,6
    28.092
  • Estados Unidos Jon Favreau
  • Animación, Neel Sethi (Voz: Bill Murray) ...
7
Apabullante aventura en la selva
De todos es bien sabido que en estos últimos años, la factoría Disney está adaptando en acción real sus clásicos animados, sirva como ejemplo "Alicia en el país de las maravillas" (Tim Burton, 2010), "Maléfica" (Robert Stromberg, 2014) o "Cenicienta" (Kenneth Branagh, 2015) entre otras... así que en este 2016 le ha tocado el turno a "El libro de la selva", que versiona el filme de animación que Wolfgang Reitherman filmó para la compañía del ratón en 1967, que a su vez se basaba en la novela homónima de Rudyard Kipling.

Para llevarla a cabo, Disney ha contado con Jon Favreau, que tras estar algún tiempo inmerso en producciones digamos más modestas, vuelve al mundo del blockbuster por la puerta grande, y es que podemos afirmar que "El libro de la selva" es la mejor adaptación en acción real realizada por la factoría en estos últimos años. Tanto es así, que el éxito cosechado con la película que nos concierne, ha propiciado la posibilidad de que Favreau volviera a ponerse tras las cámaras de un filme del "Marvel Cinematic Universe".

La conocida premisa por todos se centra en Mowgli, un pequeño cachorro humano criado por una familia de lobos, después de que fuera abandonado en la selva. Entre ellos están su ferozmente protectora madre loba Raksha y Akela, el macho alfa de la manada. Gracias a ellos Mowgli sale adelante hasta ser capaz de enfrentarse por sí mismo a los peligros de la selva; sin embargo, con la llegada del peligroso Shere Khan, el niño deja de ser bien recibido en la selva. Este temible tigre, resentido por las heridas que le ha ocasionado el hombre, ha prometido eliminar toda amenaza humana en la selva. Así que no le queda más remedio que abandonar el único hogar que ha conocido en toda su vida, emprendiendo entonces un arriesgado y fascinante viaje de autodescubrimiento, para regresar junto a su especie, acompañado de la siempre fiel Bagheera, la pantera mentora del niño, y el despreocupado y divertido oso Baloo. En su camino encontrarán toda clase de aventuras y peligros, además de personajes como Kaa, una seductora serpiente con no muy buenas intenciones, que trata de hipnotizarle, o al embaucador Rey Louie, que está obsesionado por descubrir el secreto del fuego.

A simple vista, lo más llamativo de esta nueva revisión es su alto sentido de la maravilla, gracias a una factura técnica verdaderamente impresionante, en la cual Favreau ha recreado una selva combinando escenarios fotorrealistas y animales generados por ordenador que destaca por su increíble realismo, recordando muchísimo a la propia creada por James Cameron para la alabada "Avatar" (Id, 2009); asimismo, el diseño de las criaturas es magnífico, sobretodo el de un tigre Shere Khan acojonante —si tenéis ocasión vedla en voz original, debido al impactante 'vozarrón' de Idris Elba, que por momentos pone los pelos como escarpias—.

Es necesario indicar que el hecho de trasladar a acción real el cuento animado, ha ocasionado que se haya cambiado el tono infantil del cuento por uno mucho más aventurero y familiar, sacrificando las deliciosas canciones del clásico (a excepción de la que canta el entrañable oso perezoso Baloo, siendo éste el personaje más fiel a la fuente original); aunque Favreau mantiene la esencia que hizo especial la cinta de dibujos animados de Disney, como su mensaje ecologista y valores como la amistad y la importancia de la familia.

En conclusión, "El libro de la selva" es una película notable, con una selva y diseño de los animales apabullante que rezuma viveza por todos los lados, muy entretenida, y con una estupenda historia con algo de calado, que hará las delicias tanto del público adulto como también el de los más jóvenes; y que además, devuelve a su director a la élite cinematográfica.
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La bruja
La bruja (2015)
  • 6,2
    29.985
  • Estados Unidos Robert Eggers
  • Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie ...
7
Perturbador cuento folclórico!!!
Tras su triunfal paso por el Festival de Sundance en 2015, siendo galardonado su director (el debutante Robert Eggers), "La bruja" llega a las carteleras españolas con la certeza de ser la nueva sensación del desgastado cine de terror. Es necesario recalcar que la tendencia del género en la actualidad se caracteriza esencialmente en sobresaturar de sustos y sobresaltos de tres al cuarto, llevados a cabo por la utilización de estridentes bandas sonoras y un exceso en derramamientos de sangre y vísceras, que en la mayoría de las veces esconden las carencias cinematográficas de los filmes en cuestión. Así que llegados a este punto, y tras lo anteriormente citado, me gustaría dejar bien claro que todos aquellos que esperen los frenéticos mecanismos por los que se mueve el género actualmente, que desista de ver esta película, porqué seguro que les decepcionará de manera irremediable, ya que "La bruja" se aleja de los convencionalismos, siendo más bien un drama psicológico intimista con pinceladas fantásticas y de terror; es decir, se trata de una película de terror a la vieja usanza.

Bajo el lema de 'Un cuento folclórico de Nueva Inglaterra', su premisa nos sitúa en la región estadounidense en la década de 1630, concretamente sesenta años antes de los depravados juicios de Salem, que marcaron el final de aquella histeria colectiva sobre la práctica de brujería, en los cuales fueron condenadas a arder en la hoguera numerosas personas (muchas de ellas mujeres), que presuntamente eran culpables de llevar a cabo estas prácticas. La historia se centra en un granjero inglés, que ante la amenaza de ser repudiado por su iglesia, decide abandonar el pueblo colono y establecerse en plena naturaleza con su esposa y cinco hijos, en medio de un inhóspito bosque donde habita algo maléfico y desconocido. Enseguida empiezan a pasar cosas extrañas: los animales se vuelven agresivos, la cosecha no prospera y uno de los niños desaparece mientras que otro parece estar poseído por un espíritu maléfico. Las sospechas y la paranoia aumentan, y la familia acusa de brujería a Thomasin, la hija adolescente, algo que ella niega rotundamente. Las circunstancias empeoran, y la fe, lealtad y afecto de los miembros de la familia son puestos a prueba de manera inimaginable.

Quizás estemos ante una de las operas primas más potentes de los últimos años, en la cual Robert Eggers demuestra una sobriedad insólita para ser su primera incursión tras las cámaras, dotando a la cinta de una brillante puesta en escena y una poderosa atmósfera inquietante y aterradora. Como he comentado al principio de la reseña, Eggers huye de los excesos y golpes de efecto que predominan en el género actualmente, para conformar un relato de tensión 'in-crescendo' que te atrapa y acongoja a medida que transcurren los acontecimientos, vislumbrándose claras influencias de Ingmar Bergman y el Carl Theodor Dreyer de "Dies Irae", así como al Stanley Kubrick de "El Resplandor". No en vano, en numerosas entrevistas el realizador ha confesado ser aficionado al cine de estos grandes cineastas, al igual que también ha mostrado tener un gran afecto por la cinta de Kubrick.

Uno de los puntos fuertes de "La bruja" reside en el inmenso trabajo de su elenco actoral, que al ser una historia minimalista, el mencionado plantel se reduce a unos pocos actores, siendo prácticamente desconocidos todos ellos, a excepción de Ralph Ineson y Kate Dickie (que encarnan al cabeza de familia y su esposa respectivamente) los cuales ambos han trabajado en la célebre serie de televisión "Juego de Tronos". Aunque todo el peso narrativo lo lleva la joven Anya Taylor-Joy (que encarna a la adolescente Thomasin), siendo el corazón de la historia, ya que en ella se centran todos los miedos y deseos de los demás miembros de su familia (que es tremendamente supersticiosa y se encomienda a la fe como ley de vida). Todo ello causa que contraste con el resto, debido a su rebeldía en contra de las arraigadas convicciones religiosas, y por ello tiene un alto poder simbólico dentro del filme, chocando tanto con el mundo de los adultos (mostrado por sus padres) como el infantil (mostrado por los odiosos hermanos gemelos).

Es destacable también el ritmo pausado que le impregna su director, así como su guión bien cohesionado para que todo lo narrado cale bien hondo en el espectador. Durante gran parte del metraje prevalece un carácter digamos onírico, un tono interior repleto de silencios y miradas sesgadas, que está marcado por el fanatismo religioso que profesa la familia de colonos, y que se romperá definitivamente en el último tercio del filme, en el cual la satánica presencia hará acto de aparición, haciendo que los personajes se enfrenten a la cruda realidad que les acecha, y conformando uno de los finales más extraños, hipnóticos y fascinantes de los últimos tiempos. De igual modo, es notoria su portentosa factura técnica, con una fotografía sublime de Jarin Blaschke (en la que abundan los tonos grises) otorgando un delicioso look pictórico, que junto a la genial banda sonora (a cargo de Mark Korven) acentúan su atmósfera perturbadora y malsana, haciéndonos partícipes de la pesadilla que viven los protagonistas.

En síntesis, "La bruja" es un filme notable, que combina de manera certera numerosas leyendas, mitos y cuentos tradicionales, que la convierten en un angustioso cuento que deleitará a aquellos que aún creen en un cine de terror más clásico, que no esté basado en sustos fáciles por doquier y fuegos de artificio, que tan de moda están en los últimos tiempos.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Capitán América: Civil War
Capitán América: Civil War (2016)
  • 6,8
    41.436
  • Estados Unidos Anthony Russo, Joe Russo
  • Chris Evans, Robert Downey Jr., Sebastian Stan ...
7
El Universo Marvel alcanza su madurez
Cuando parecía que se había instaurado la rutina en el extenso y saturado "Universo cinematográfico Marvel", y más tras la descafeinada (aunque entretenida) segunda entrega de "Los Vengadores: La era de Ultrón" (Joss Whedon, 2015) y la también entretenida (y poco más) película de "Ant-Man" (Peyton Reed, 2015); la compañía de Stan Lee y Kevin Feige se han sacado un as de la manga con ésta que nos concierne, titulada "Capitán América: Civil War", la cual seguro que marcará un importante punto de inflexión en la saga de los superhéroes Marvelitas. Los grandes artífices de ello son los cineastas estadounidenses Anthony y Joe Russo, que ya con la segunda parte del "Capitán América: El soldado de invierno" ya apuntaron maneras, y con ésta, sin duda han alcanzado la madurez plena, equilibrando de maravilla la sobriedad de los acontecimientos relatados en su trama, con verdaderas pinceladas humorísticas.

De entrada, cuando se supo que en esta tercera entrega del Capitán América iba a reunir a casi la totalidad de los superhéroes, todo hacía apuntar que se trataría de una especie de entrega 'encubierta' de Los Vengadores; sin embargo, se trata más bien de la secuela del "Soldado de invierno" que una versión 2.5 de los Vengadores, y eso se agradece.

Cabe decir que "Civil War" adapta la novela gráfica de Mark Millar, que para que os hagáis una idea de por donde van los tiros, es necesario indicar que es responsable de "Kick-Ass" y "Kingsman. Servicio secreto" (entre otras). Así que de primeras podemos afirmar que estamos ante una de las mejores entregas gráficas de la Marvel. Aunque es importante recalcar que los hermanos Russo utilizan la novela como punto de partida, ya que de haberla plasmado 'a pies juntillas', las consecuencias de los acontecimientos hubieran repercutido de forma catastrófica en el universo cinematográfico (de ahí que algunos fans acérrimos de los cómics hayan criticado negativamente esta película); no obstante, "Civil War" es la película que tenía que ser (ni más ni menos), después de como se han ido desarrollando los acontecimientos en los filmes anteriores, cumpliendo con creces su cometido, y siendo una entrega de alto nivel que roza la perfección.

Su premisa nos sitúa después de la batalla en Sokovia (relatada en "Los Vengadores: La era de Ultrón"), que unida a la batalla de Nueva York (plasmada en "Los Vengadores"), la batalla final en Washington (narrada en el "Capitán América: El soldado de invierno") y los eventos que abren esta entrega, que tienen lugar en Lagos (Nigeria)... traen terribles consecuencias, ya que los daños colaterales de las citadas contiendas se cobran demasiadas vidas civiles, haciendo que la gente deje de creer en los superhéroes, viéndolos como una amenaza para la humanidad. Debido a esto, el General Ross (interpretado por un estupendo William Hurt) se cita con los Vengadores y les propone firmar un tratado aprobado por 117 países que propone regular las actividades de los superhéroes a través de un comité de las Naciones Unidas, y así evitar más desastres. Tony Stark alias "Iron Man", tras sentirse culpable debido a la muerte de un joven en los incidentes de Sokovia, está de acuerdo con firmar la moción; sin embargo, Steve Rogers alias "Capitán América" rehúsa. Esta nueva situación dividirá a Los Vengadores, mientras intentan proteger al mundo de un nuevo y terrible villano.

Llegados a este punto, huelga decir que "Civil War" no es una excusa para reunir a los Vengadores sin más (tal y como hacía "La era de Ultrón"), sino más bien el hecho de que se vuelvan a reunir en la gran pantalla está más que justificado, y sus desavenencias abren un importante brecha entre ellos. Los hermanos Russo hilvanan de maravilla el sólido guión, en el cual la construcción de los personajes es realmente brillante, con las inquietudes bien definidas y teniendo cada uno su momento de lucidez en el filme. Aparte de los protagonistas Capitán América e Iron Man (que están impresionantes), destaca la incursión del elegante e intimidante Rey T'Challa alias "Pantera negra" (interpretado por Chadwick Boseman), y sobretodo un carismático joven Peter Parker alias "Spiderman" (encarnado de forma soberbia por Tom Holland) que ofrece los momentos más hilarantes (ya no de esta entrega) sino de todas las películas de la Marvel (impagable el chascarrillo de "El mensajero del miedo" y el guiño a Star Wars); asimismo, el contar con un Spiderman más joven implica que Tía May sea también más joven, llevada a cabo por Marisa Tomey. Por lo que se refiere a los efectos especiales son realmente espectaculares, que le dan brío a los fibrosos combates entre los superhéroes; por el contrario, quizás lo más flojo del filme sea su villano Zemo (encarnado por el actor alemán de origen español Daniel Brühl), que a diferencia de la novela gráfica aquí carece de su habitual traje violeta, siendo más bien un sibilino villano que se mueve entre las sombras, moviendo los hilos para desestabilizar la unidad entre los Vengadores... aunque se trata de una nimiedad sin apenas importancia que no empaña para nada el filme.

En definitiva, "Capitán América: Civil War" se erige como el mejor largometraje del Universo Cinematográfico de Marvel, y también en uno de los mejores en su género de todos los tiempos, que nos ofrece una simbiosis perfecta entre una película de acción superheróica (repleta de épicas y grandiosas luchas) con una trama profunda e inteligente... que supone el inicio ideal de la Fase 3, y que hace presagiar que a la franquicia de Stan Lee y Kevin Feige aún le queda cuerda para un buen rato.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El hijo de Saúl
El hijo de Saúl (2015)
  • 6,6
    12.434
  • Hungría László Nemes
  • Géza Röhrig, Levente Molnár, Urs Rechn ...
8
Desgarradora mirada al infierno del Holocausto.
El tema sobre el holocausto judío ha sido llevado a la gran pantalla en numerosas ocasiones. Prácticamente se ha tratado de todas las formas habidas y por haber, y que a priori parecía que no se podía contar nada nuevo, pero nada más lejos de la realidad. Porque el cineasta húngaro László Nemes, en su opera prima titulada "El hijo de Saúl", nos sitúa en el corazón de Auschwitz, pero tomando un camino completamente diferente al habitual en la realización de dramas históricos, cuya dimensión suele ser muy amplia y cuya narración se caracteriza por presentar múltiples puntos de vista. Su director no nos narra la historia del Holocausto, sino que se centra en la historia de un hombre atrapado en una situación espantosa, limitado en el espacio y en el tiempo. Dos días en la vida de un hombre que se ve obligado a perder su humanidad y que encuentra la supervivencia moral en el rescate de un cadáver.

El cadáver del niño es ese clavo ardiendo al que se agarra Saúl, para no perder la cordura en la locura más absoluta la cual está sumergido. No se sabe a ciencia cierta si es o no su hijo, pero él se aferra con todas sus fuerzas, es su razón para seguir. Con el pretexto de darle un entierro digno tras una muerte injusta e indigna, la cual somos testigos a través de los ojos del protagonista (en una de las escenas más impactantes y desgarradoras que recuerdo haber visto nunca), mantiene su esperanza, que como bien dice el refrán, es lo último que se pierde; sin embargo, no se trata de la esperanza por vivir (o mejor dicho, sobrevivir, dadas las circunstancias), ya que él es consciente de que tarde o temprano morirá, sino que se trata de la esperanza sobre el futuro, ya que el niño simboliza ese futuro, que aunque los nazis los estén masacrando sin escrúpulos... nunca podrán exterminarlos, como representa a la perfección el impresionante final del filme.

La manera de llevar a cabo la historia es completamente novedosa, en el que a lo largo de la película seguimos los pasos del protagonista, con primerísimos planos en el que solamente vemos su cara, su espalda y en algunos casos, de manera subjetiva, viendo únicamente lo que ocurre a su alrededor. Nemes ha creado un espacio fílmico de reducidas dimensiones, más cercanas a la percepción humana. Esta técnica con poca profundidad de campo, con una presencia constante de elementos fuera de plano en la narración de tomas largas, y la limitada información tanto visual como basada en hechos, a la que tanto el protagonista como el espectador tienen acceso, crea una sensación claustrofóbica y perturbadora (aún más si cabe), haciéndonos partícipes en primera persona del horror por el que atraviesa nuestro protagonista, interpretado de forma sublime por Géza Röhrig, que le hace estar siempre expuesto a los ojos del espectador. Esa forma de narrar la historia, junto con la ausencia de banda sonora (solamente se escuchan fragmentos de algunas canciones a través de tocadiscos de los alemanes), permite que sea una película extremadamente realista; sin embargo, cabe puntualizar que no es una película apta para todos los espectadores, dada su incomodez y técnica utilizada.

En definitiva, "El hijo de Saúl" es una obra maestra absoluta, filmada de una forma insólita con respecto del resto de propuestas similares, retratando los sucesos de forma fiel (pero fragmentados), lo que le otorga un potente poder de sugestión, que permite al espectador dar rienda suelta a su imaginación, y que ofrece posiblemente la visión sobre el holocausto más descarnada y desoladora de todos los tiempos.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hermanísimas
Hermanísimas (2015)
  • 4,6
    2.717
  • Estados Unidos Jason Moore
  • Tina Fey, Amy Poehler, Maya Rudolph ...
6
Las hermanas Ellis se divierten
Muchos veces los críticos buscamos la excelencia, o que se acerque lo más posible a ella, cuando visionamos y posteriormente reseñamos una película; sin embargo, este hecho no es una condición indispensable para que el filme en cuestión sea bueno o tenga su interés, ya que de vez en cuando puedes toparte con alguna propuesta desinhibida y sin pretensiones, que aunque no llegue a ser una buena película, si que nos permite pasar un buen rato, sin pedir nada excepto dejarse llevar y evadirse de las rutinas diarias. También es necesario comentar que es mucho más difícil hacer reír que realizar un drama, o una cinta de acción o aventura, ya que se necesita de un toque ingenioso o contar con un comediante que tenga la suficiente capacidad y talento para arrancarnos las carcajadas. Por desgracia, en la película que nos concierne, titulada "Hermanísimas", no hay nada ingenioso en su propuesta; no obstante, tenemos la suerte de contar con un comediante (o en este caso dos, mejor que mejor) que eleve la calidad de un producto rutinario, o hasta la tontería más grande jamás imaginada. Y es aquí donde entran en escena Tina Fey y Amy Poehler, unas cómicas surgidas de esa estupenda "cantera estadounidense de cómicos" llamada "Saturday Night Live", y que quizás sean en la actualidad las mejores comediantes femeninas de su generación (junto con Kristen Wiig y Melissa McCarthy, claro está).

Fey y Poehler en la vida real son muy amigas, y esa química y complicidad se nota y está impresa en cada uno de los fotogramas de este largometraje. Asimismo cabe decir que son muy populares en tierras norteamericanas, sobretodo por las excelentes series de televisión como "Rockerfeller Plaza" (30 Rock) y "Parks and Recreation"; también han realizado diversas películas juntas, como "Chicas malas" (Mean Girls, 2004) estando en un segundo plano tras la protagonista Lindsey Lohan, y "Mamá de alquiler" (Baby Mama, 2008) siendo en ésta protagonistas absolutas. Aunque en nuestro país no son demasiado conocidas, salvo por haber presentado en múltiples ocasiones las ceremonias de entrega de los premios Globos de Oro.

La película se centra en Kate y Maura, dos hermanas de treinta y tantos completamente distintas entre si. La mayor Kate (interpretada por Tina Fey) es una caótica madre soltera y sin empleo, que a su vez es muy juerguista y ordinaria; por otro lado, la menor Maura (interpretada por Amy Poehler) es más responsable, meticulosa y servicial, y además trabaja como enfermera en un prestigioso hospital de la ciudad. Tras estar alejadas la una de la otra desde hace algún tiempo, se vuelven a encontrar en la casa que vivieron en su infancia, la cual sus padres les comunican que planean venderla. Así que ambas deciden montar una grandiosa fiesta de despedida para la casa, invitando antiguos amigos de la adolescencia convirtiendo este regreso a la nostalgia en un auténtico desfase.

Su director Jason Moore, en su segunda incursión tras las cámaras —después de la estimable "Dando la nota" (Pitch Perfect, 2012)—, nos presenta una comedia absurda, trillada y gamberra protagonizada por unos adultos inmaduros que no aceptan el paso del tiempo ni asumen sus responsabilidades, algo conocido como el síndrome de 'Peter Pan'. A pesar de no transmitir demasiado bien su mensaje emocional, debido al flojo guión de Paula Pell (una guionista veterana del "Saturday Night Live" en su primer trabajo en la gran pantalla), la película funciona bastante bien cuando se muestra alocada y desmedida... y es que no hay nada mejor que una fiesta salvaje para crear gags y situaciones desternillantes... o sino, que se lo digan al granuja con ritmo John Belushi y su "Desmadre a la americana" (National Lampoon's Animal House, 1978), también a Tom Hanks y su "Despedida de soltero" (Neal Israel, 1984), a Will Ferrell y "Aquellas juergas universitarias" (Old School, 2003) o los adolescentes impúdicos de "American Pie" (Paul Weitz, 1999).

Aparte del desparpajo y alta capacidad de improvisación de las 'hermanísimas' Poehler y Fey, por la fiesta desfilan diversos personajes realmente pintorescos, como el 'roba planos' pasado de vueltas Bobby Moynihan (impagable su imitación del Tony Montana de "Scarface"); también a un cachondo John Leguizamo; a una jovial Greta Lee (la cual podemos destacar la genial escena en el salón de belleza); así como a una melodramática Maya Rudolph; y sobretodo al pétreo John Cena (conocido especialmente por su faceta de luchador profesional) que encarna a Pazuzu, un peculiar y musculoso vendedor de droga.

En definitiva, a pesar de no estar al nivel de algunas propuestas similares (como las firmadas por Paul Feig o Judd Apatow —este último muy habil en contar siempre lo mismo pero con diferentes matices—), "Hermanísmas" es una película graciosa, ligera y muy entretenida, que nos hará disfrutar y pasar un buen rato, caso tanto como Fey y Poehler al filmar esta comedia; y es que con la que está cayendo, se agradece que de vez en cuando haya alguna película bobalicona nos hagan reír un poco.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia
Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia (2016)
  • 5,5
    37.428
  • Estados Unidos Zack Snyder
  • Ben Affleck, Henry Cavill, Amy Adams ...
6
El inicio de la liga justiciera de la DC.
Para empezar esta reseña me gustaría dejar bien claro que nunca he sido un fan devoto de los cómics, ni los de DC ni los de Marvel, concretamente, no soy fan de ninguno en absoluto. Razonemos, ¿esto es bueno o malo a la hora de abordar una película de superhéroes que ha levantado tantas ampollas como elogios? Pues ni una cosa ni la otra, simplemente es lo que es tal cual. Y ahora pregunto, ¿es necesario leer los cómics de la DC para apreciar "Batman v. Superman"? Pues no, y sí... me explico. No hace falta leerse ninguno de los cómics, al igual que tampoco hace falta (por ejemplo) leerse las novelas de "El dragón rojo" y "El silencio de los inocentes" de Thomas Harris para poder disfrutar de la obra maestra de Jonathan Demme "El silencio de los corderos". Con esto quiero decir que cuando un individuo se sienta a ver una película, ve una película sin más, lo demás no vale, no es necesario; sin embargo, si te has leído los cómics (en este caso) puedes (más que apreciar) complementar ambas visiones, la cinematográfica y la plasmada en las viñetas. Así que llegados a este punto, el que no sea aficionado de los cómics no va a influir para nada en la valoración de esta película, porque es realmente eso, la valoración de una película nada más. Luego está la oleada de opiniones tan radicales y enfrentadas sobre este filme, o lo amas o lo odias. De primeras, no entiendo tales posturas, ya que este crossover de superhéroes ni es infumable como muchos dicen, ni tampoco es la octava maravilla del mundo, simple y llanamente es una película con sus virtudes y defectos, como cualquier otra.

Así que empecemos... ¿me ha gustado? Pues sí, pero no me ha encandilado. De entrada ya puedo decir que supera (con creces) a "El hombre de acero" (Zack Snyder, 2013), la primera entrega de este Universo cinematográfico de la Justicia de DC, la cual tenía muy buenas ideas pero mal aprovechadas, resultando finalmente una película un tanto decepcionante. En esta segunda entrega, ha corregido muchos de esos errores; sin embargo, continua teniendo algunos que lastran bastante su resultado final. El más importante es su guión, con demasiadas subtramas (que con el atropellado montaje) hace que por momentos el desarrollo del filme sea confuso. Quizás (o mejor dicho, casi seguro) que ha influido en esto el "Universo cinematográfico Marvel", su competencia más directa, que durante la última década ha podido ensamblar un notable universo repleto de películas conectadas entre sí. En "Batman v. Superman" han querido contar demasiadas cosas en poco tiempo, algo así como empezar una casa por el tejado, pero la demanda económica es la que manda. Por lo menos, Snyder ha corregido las absurdeces que tenía "El hombre de acero", como ese humor mal integrado en la trama y hologramas respondones con ¿inteligencia artificial?. Esta segunda entrega es mucho más oscura y eso se agradece. Su tono sobrio y discursos como ¿son necesarios los superhéroes para la humanidad? (que también planteaba, aunque mucho mejor, la infravalorada "Watchmen", también de Snyder); propician que "Batman v. Superman" sea interesante.

A todo esto, también podemos destacar el elenco actoral, con unos Ben Affleck y Jesse Eisenberg verdaderamente notables en sus respectivos personajes. Confieso que he conectado poco con el Batman de Christian Bale, a pesar del altísimo nivel argumental que atesoran sus adaptaciones firmadas por el siempre excelente Christopher Nolan; no en vano, está considerada como la mejor trilogía de superhéroes de la historia. No obstante, cabe decir que aunque Bale sea un gran actor, digamos que como hombre murciélago no me ha convencido demasiado. Ben Affleck, bajo mi punto de vista, construye mejor el personaje, viendo a un Batman veterano con cicatrices a la espalda en su particular guerra contra los criminales de Gotham, que le proporcionan la frustración perfecta para el idealismo que se percibe sobre todo lo que representan Superman y sus seguidores. Por otro lado, Eisenberg demuestra su talento como actor encarnando al malísimo Lex Luthor, que con sus matices le imprime una personalidad distinta respecto a los anteriores villanos, llevados a cabo por Gene Hackman (1978 - 1987) y Kevin Spacey (2006) en la saga clásica del "Superman" de Christopher Reeve y el "Superman Returns" de Bryan Singer respectivamente. También me ha gustado ese Superman dubitativo y en conflicto consigo mismo, llevado a cabo de maravilla por Henry Cavill, que se despoja de los arquetipos del personaje. Aunque es necesario indicar que sigue sin convencerme Amy Adams como Lois Lane; y además, esa subtrama de la bala es totalmente innecesaria (puro relleno) que entorpece de mala gana el desarrollo del filme. Del mismo modo que ese Doomsday creado enteramente por ordenador, que parece sacado de algún videojuego de tres al cuarto que tanto abundan en el catálogo de las consolas de última generación. Cabe decir también que Gal Gadot está bastante desaprovechada como "Wonderwoman", aunque su aparición es interesante y nos deja con ganas de saber más sobre este personaje, que próximamente tendrá su propia película.

En conclusión, "Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia" es una película interesante y bastante entretenida, que pese a su farragoso desarrollo de la historia, contiene los suficientes argumentos para satisfacer a los fans, y crearnos ciertas expectativas a las próximas entregas de este nuevo Universo cinematográfico de la DC.
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Hitchcock/Truffaut
Hitchcock/Truffaut (2015)
Documental
  • 7,0
    2.853
  • Estados Unidos Kent Jones
  • Documental, (Intervenciones de: David Fincher, Martin Scorsese) ...
8
Profundo estudio a la genial obra de Hitchcock
Corría el año 1962. Un joven cineasta francés, que unos años antes había iniciado con sus primeras películas (sobretodo "Los 400 golpes"), y junto a directores de la talla de Jean Luc Godard, Claude Chabrol, Alain Resnais o Jacques Rivette, entre otros, el movimiento cinematográfico conocido como la "Novelle Vague"; y que al mismo tiempo, publicaba críticas de cine en la prestigiosa revista francesa "Cahiers du Cinéma"; decidió ponerse en contacto con el maestro del suspense Alfred Hitchcock, al que había conocido unos años atrás mientras éste se encontraba inmerso en el rodaje de "Atrapa a un ladrón", y al que tanto admiraba, para hacerle una entrevista. Fueron ocho intensos días, los cuales tanto el maestro como su admirador (y luego también discípulo predilecto), sentados uno frente al otro alrededor de una mesa de los estudios Universal, debatieron minuciosamente todos los entresijos de la trayectoria de uno de los autores más importantes del momento (y posteriormente del Séptimo Arte), que por esa época había estrenado la considerada su obra cumbre "Psicosis", y asimismo, se encontraba en la postproducción de "Los Pájaros". El cineasta francés registró en numerosas cintas (para no perder ni el más mínimo detalle) una conversación que años después fue plasmada en el libro "El cine según Hitchcock", lectura indispensable para cualquier cinéfilo que se precie, y que este año 2016 cumple medio siglo de su publicación.

Así que con motivo del aniversario del aclamado libro, el crítico y también cineasta estadounidense Kent Jones, del cual cabe decir que atesora una experiencia más que suficiente en el mundo del documental, tras filmar los estupendos "Lady by the Sea: The Statue of Liberty" (2004), "Val Lewton: el hombre en la sombra" (2007) y sobretodo "Una carta a Elia" (A Letter to Elia, 2010) —este último centrado en la figura del gran director Elia Kazan—; se ha hecho cargo de llevar a la gran pantalla el ya mítico encuentro entre estos dos grandes genios. Para llevar a cabo este documental, Jones ha plasmado la esencia del libro, a través de sus mejores textos, acompañados de una importante cantidad de imágenes de archivo. Por si esto fuera poco, y es aquí donde el filme que nos concierne destaca y se torna interesante; el director ha invitado a diversos de los mejores realizadores del panorama cinematográfico actual, entre los que se encuentran Martin Scorsese, David Fincher, Richard Linklater, Wes Anderson, Peter Bogdanovich, James Gray, Kiyoshi Kurosawa u Olivier Assayas, entre otros... que nos cuentan sus experiencias al visionar las películas del maestro británico, conformando un inteligente retrato de la evolución en la forma de hacer y entender el cine a lo largo de su historia; y a su vez, es interesante comprobar de primera mano la influencia que el cine de Hitchcock ha tenido sobre todos ellos. Quizás el que más me haya gustado ha sido Scorsese, sobretodo cuando nos relata (con su habitual efusividad) lo turbador que le supuso visionar tales obras por primera vez, pero como después le alentaron para definir ese estilo característico de su cine.

Sin duda, este documental es verdaderamente fundamental para analizar la genial obra del maestro del suspense, desgranando los aspectos psicológicos y filosóficos de sus películas. ¿Eran obras de arte o puro entretenimiento? ¿O tal vez eran las dos cosas? Hitchcock decía que solamente el espectador tenía la respuesta a tales cuestiones. Lo que queda claro es que el cineasta británico fue un maestro a la hora de promocionar sus películas (un pionero, vamos); además, la quintaesencia de su cine era reconocible más allá del círculo cinéfilo, ya que sus películas atesoraban un discurso válido para los intelectuales como para el espectador medio. Así que el documental se puede entender como todo un ejercicio de estilo sobre cine dentro del cine, en el que el libro de Truffaut sirve como hilo conductor del mismo, estando estructurado de manera notable por Jones, tratando desde su periodo mudo hasta sus filmes más importantes; por otro lado, su corta duración y su preciso montaje propicia que no decaiga el ritmo en ningún momento y sus 80 minutos pasen sin darte cuenta.

En definitiva, "Hitchcock/Truffaut" es un documental totalmente imprescindible, que sirve para explorar las maravillosas obras del maestro británico, a la par de darlas a conocer a las nuevas generaciones... también da a conocer el impacto que ha tenido (y aún sigue teniendo) en la hornada de cineastas actuales; y que además, como no podía ser de otra manera... rinde un sentido homenaje a Hitchcock, ensalzando la figura de uno de los autores más grandes e impresionantes que ha dado el Séptimo Arte en toda su historia.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Truman
Truman (2015)
  • 7,0
    29.479
  • España Cesc Gay
  • Javier Cámara, Ricardo Darín, Dolores Fonzi ...
7
La despedida de dos grandes amigos
El que una persona sea consciente del tiempo que le queda de vida, es un hecho que podríamos calificar como muy duro; no obstante, también te permite tener, digamos algo de tiempo, para arreglarte (en cierto sentido) todos tus asuntos en la vida, además de poder despedirte debidamente de tus amigos y seres queridos. El excelente director Cesc Gay, conocido por ser responsable de estupendas películas como "Krámpack" que realizaba un retrato a la adolescencia, o "En la ciudad" que describía con lucidez los sufrimientos e inquietudes de la sociedad actual; nos propone con su última película, titulada "Truman", la despedida de dos grandes amigos, en el que la gran distancia que se interpone entre ellos no ha conseguido cambiar ni un ápice de su gran amistad. También es una mirada certera sobre como reaccionamos ante lo imprevisto, el desconsuelo y lo desconocido. Un intento de perder el pánico que a todos nos invade cuando la vida nos sitúa ante la enfermedad y un final que se acerca.

Su premisa se centra en Julián y Tomás, dos amigos de la infancia que han llegado a la madurez, reuniéndose muchos años después y pasando juntos unos días inolvidables. Cabe decir que aunque su premisa sea sencilla (pero efectiva y ambivalente), lo más destacado se encuentra en el trabajo de sus dos intérpretes protagonistas: Ricardo Darín y Javier Cámara. Darín es sin lugar a dudas el mejor actor argentino de su generación, con un talento innato para la interpretación. En "Truman" encarna de forma titánica a ese individuo conocedor de su trágico desenlace, que acepta su destino honorablemente y decide disfrutar del poco tiempo que le queda en compañía de sus seres queridos, y enmendando errores del pasado. Por otro lado, Cámara también está excelente, demostrando su talento y gran química con Darín, y encarnando al contrapunto perfecto de su compañero; en menor medida, también me ha gustado el rol secundario de Dolores Fonzi, que hemos podido verla últimamente en "Paulina" (o como se conoce en el país argentino "La Patota").

A modo de una deliciosa comedia agridulce y sin caer en sentimentalismos baratos, pero con ese trasfondo triste y amargo que pesa sobre nuestros protagonistas... el filme aborda los cuatro últimos días que pasaran dos verdaderos amigos, irradiando positivismo y honestidad.

En definitiva, "Truman" es un filme notable, sobre la amistad y la relación entre dos hombres ante una adversidad como el terrible cáncer, visto desde sus dos puntos de vista (el que la padece y el que acompaña); en resumidas cuentas, una película grande en su sencillez.
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El regalo
El regalo (2015)
  • 6,4
    19.733
  • Estados Unidos Joel Edgerton
  • Rebecca Hall, Jason Bateman, Joel Edgerton ...
7
Los fantasmas del pasado
"El regalo" supone el debut tras las cámaras del actor australiano Joel Edgerton, que también firma el guión, y que además produce y se reserva un papel secundario. Su premisa se centra en un joven matrimonio que se acaba de mudar. Cuando todavía están instalándose en su nuevo hogar se encuentran con un hombre, un conocido del pasado del marido. Desde ese casual encuentro, el individuo empieza a dejarles misteriosos regalos, a la par que deja al descubierto un horrible secreto oculto durante veinte años, que alterará irremediablemente sus vidas.

Este filme contiene dos partes bien diferenciadas. En primer lugar, Edgerton nos sumerge en un thriller con tintes de terror, que bien puede recordar vagamente a cintas como "De repente un extraño" (John Schlesinger, 1990) y "La mano que mece la cuna" (Curtis Hanson, 1992), entre otras similares, la cual contiene un par de pequeños sustos muy bien administrados. Aunque en un principio pueda reflejar una sensación de 'Deja vu', que nos haga pensar que es la misma trillada historia vista miles de veces en telefilmes de sobremesa. Esta sensación solamente es un espejismo, ya que en su segunda mitad, los acontecimientos dan un interesante vuelco, sacando a relucir el verdadero tema del filme, desgranando las terribles consecuencias que ese tema acarrea (el cual no pienso desvelar para no estropear las sorpresas que esconde este "regalo" de película). Es ahí donde radica su encanto, ganando enteros y sorprendiendo al espectador en cada giro de su historia, hasta su inesperado final. Un desenlace que te deja mal cuerpo, una inquietud instaurada en tu interior, y que por consiguiente, te hace reflexionar sobre si realmente conocemos a las personas que tenemos a nuestro alrededor, dejando patente que cualquiera (hasta el más insospechado) puede tener escondidos secretos oscuros, turbios e inconfesables en su interior.

Uno de los puntos fuertes del filme (aparte de su sólido guión), son el trío de actores protagonistas, compuesto por Jason Bateman, Rebecca Hall y el mismo Joel Edgerton. Sobre Jason Bateman cabe decir que me ha sorprendido muchísimo, en un rol que se aleja del tipo de papeles cómicos que habitualmente suele realizar; también destaca Edgerton, con un personaje que tiene un halo misterioso, inquietante y ambiguo, y que su irrupción tambalea la aparente estabilidad del joven matrimonio; sin embargo, es Rebecca Hall la más destacada del reparto, encarnando a esa mujer aterrada, atrapada y dolida con todo lo que se va sucediendo a su alrededor.

En definitiva, "El regalo" es un thriller psicológico muy interesante y sorprendente, que posee un halo de complejidad y anfibología en su premisa bien hilvanada, que rehuye de las típicas historias de telefilme barato de sobremesa, y que evidencia el talento que atesora Edgerton, tanto en la confección del guión como en la puesta en escena y dirección de actores.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Janis
Janis (2015)
Documental
  • 6,8
    1.554
  • Estados Unidos Amy Berg
  • Documental, (Intervenciones de: Janis Joplin, Cat Power) ...
8
Retrato a la mejor vocalista de rock de todos los tiempos
Se puede afirmar perfectamente que en estos últimos años el documental musical está atravesando un buen momento, ya que se han realizado numerosos filmes muy interesantes que acercan al gran público (además de retratar) a los artistas en cuestión. Pueden servir como ejemplo excelentes documentales como el oscarizado "Searching for Sugar Man" (Malik Bendjelloul, 2012) centrado en la figura de Sixto Rodríguez; "Queen: Days of Our Lives" (Matt O'Casey, 2011) sobre la banda británica Queen; "Marley" (Kevin McDonald, 2012) sobre la figura del reagee Bob Marley; "George Harrison: Living in the Material World" (Martin Scorsese, 2011) centrado en el ex-Beatle; o los más recientes "What Happened, Miss Simone?" (Liz Garbus, 2015) sobre la cantante de soul Nina Simone, y el ganador como mejor documental en la pasada edición de los Oscar "Amy (La chica detrás del nombre)" (Asif Kapadia, 2015) sobre la carismática Amy Winehouse. Es necesario indicar que han ido pasando los años y para Janis Joplin no se había hecho ningún biopic (pese a que su historia de superación, fulgor y combustión prematura es puramente cinematográfica), ni tampoco un nuevo documental (desde aquel "Janis" canadiense de Howard Alk, estrenado en 1975). Así que la reputada cineasta estadounidense Amy Berg ha puesto punto final a la incertidumbre, realizando uno de los documentales más esperados de la historia, titulado "Janis: Little Girl Blue" (que traducido al castellano viene a decir "pequeña chica triste"), centrado en la cantante con la voz más rasposa de los años sesenta, que triunfó en el rock, pero que su blues personal acabó condenándola a morir joven.

Hablar de Janis Joplin es hacerlo sobre una de las mejores cantantes de rock de todos los tiempos. Una auténtica pionera que influyó (y aún en la actualidad sigue influyendo) a muchísimas artistas a lo largo de la historia musical. Atesoraba una potente voz desgarrada y muy característica; y cabe decir que su agitada vida, repleta de drogas y excesos, unidos a su prematura muerte a los 27 años de edad, le han llevado a ocupar un puesto de honor entre los grandes mártires de la música moderna, formando parte del famoso y fatídico "Club de los 27"; de hecho, el impulso para la creación del citado club fueron las muertes de Joplin, junto con las de Brian Jones (guitarrista y multi-instrumentista de la banda The Rolling Stones), Jimi Hendrix (considerado como el guitarrista más grande de la historia), y Jim Morrison (legendario vocalista de la banda de rock psicodélico The Doors), todas ellas comprendidas entre 1969 y 1971. Huelga decir que más tarde se agregaron a la lista artistas como el genuino bluesman de los años 30 Robert Johnson; el mítico líder de Nirvana Kurt Cobain; y la genial cantante de pop Amy Winehouse.

Para llevarlo a cabo, su directora Amy Berg, con una amplia experiencia en el género, siendo responsable de los notables documentales "Líbranos del mal" (2006), "West of Memphis" (2012) y "An Open Secret" (2014); confecciona una completa pieza sobre la icónica cantante. La premisa se sostiene en un triángulo de investigación consistente, archivo en directo y documentos íntimos para mostrar una historia familiar y singular: aquella de la moza ambiciosa, y rebelde por naturaleza, que huye de su hogar para buscar fortuna y sentirse valorada. Es digno de mención que la cantante de folk alternativo Cat Power presta su voz, leyendo (a modo de 'voz en off') las cartas personales que Janis escribía a su familia; asimismo, contiene entrevistas deslumbrantes y meticulosas, en el que algunos de los entrevistados se han visto por primera vez aquí, como los hermanos pequeños de la artista; además de sus numerosos amoríos (que narran con candidez la experimentación sexual de la cantante tejana); y por descontado, los miembros de "Big Brother & The Holding Company", la banda que le dió la oportunidad de subirse a un escenario. El filme incluye mucha música, siendo una auténtica gozada ver imágenes en los estudios de grabación en el que Janis y su banda daban forma a grandes temas como "Summertime" o "Piece of my heart", al igual que diversas entrevistas televisivas, como las grabaciones en el backstage y actuaciones en vivo, de los míticos festivales de "Monterrey '67" y "Woodstock '69"; sin embargo, también resalta a la mujer detrás del mito, respetando su figura con afecto, profundidad y sin la menor morbidez. En resumidas cuentas, se trata de un apasionante, honorable y riguroso tributo que se postula como el definitivo.
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La habitación
La habitación (2015)
  • 7,6
    46.486
  • Irlanda Lenny Abrahamson
  • Brie Larson, Jacob Tremblay, Joan Allen ...
8
El amor incondicional de una madre hacia su hijo
El genial novelista estadounidense Stephen King, un verdadero especialista en plasmar sobre el papel historias de terror y de ciencia ficción, afirmaba que los monstruos son reales, viven dentro de nosotros, y que a veces suelen ganar. Pienso que el bueno de Stephen tiene toda la razón del mundo al afirmar tal cosa, solamente basta con ver las barbaridades que han hechos diversas personas, a lo largo de la historia de la humanidad; tanto si son seres conocidos, como dictadores políticos responsables de auténticos genocidios que hielan la sangre; al igual que gente desconocida realmente perturbada capaz de asesinar, violar o tener cautiva a otra persona. En la película que vamos a tratar, titulada "La habitación", uno de tantos esos monstruos que pululan entre nuestra sociedad, tiene secuestrada a una joven mujer y encerrada en una pequeña habitación, junto con su hijo de cinco años, fruto de las múltiples violaciones que le inflige el desalmado. Para ese niño pequeño, esa habitación es todo el mundo que conoce, donde desarrolla toda su vida, donde ha nacido... no conoce otra cosa que no sea ese pequeño habitáculo. Todo lo demás, lo que se encuentra fuera de esas cuatro paredes, es el espacio exterior, la nada más absoluta. Para la joven madre, ese lugar es el mismísimo infierno. El sitio donde lleva encerrada siete años. Aquel que le ha arrancado toda la esperanza, los sueños y aspiraciones de su vida. Lo único por lo que vale la pena luchar y seguir respirando es ese niño, el pequeño churumbel ajeno a la cruda realidad. Él es la débil luz que ilumina su oscuro túnel, y quizás la única esperanza de escapar de allí.

Podría afirmar con total seguridad que no existe ningún precedente cinematográfico que sea igual a esta historia, que para más inri, está basada en los hechos reales que venían plasmados en la novela homónima de Emma Donoghue, la misma que firma también el guión. Posiblemente, la valentía que derrocha esa joven madre coraje para proteger a su hijo de tal barbarie, manteniéndolo al margen de la terrible realidad todo lo posible, y haciéndole creer que todo ello es un juego maravilloso; se puede equiparar a los actos de Guido Orefice para salvar la vida de su hijo, en aquel maldito campo de concentración nazi, de la cinta de Roberto Benigni "La vida es bella" (1997). Y es aquí donde su director nos muestra la dualidad del comportamiento humano (llevados al extremo). Por una parte, tenemos el amor incondicional que le profesa una madre a su hijo; y por otro lado, el retrato de una criatura detestable con apariencia humana, capaz de infligir dolor por puro entretenimiento (y encima siendo consciente de ello), tal y como razonaba el popular escritor estadounidense Mark Twain. Unas actitudes tanto irreprochable como despreciable según el caso, que pone de manifiesto la complejidad del ser humano con respecto a las otras especies del planeta, capaz de lo mejor y de lo peor.

Brie Larson se ha doctorado definitivamente con esta película. Apuntaba maneras con la interesante cinta independiente "Las vidas de Grace" (Short Term 12, Destin Cretton, 2013). Su interpretación de Joey, la madre que protege la integridad de su hijo, es tremendamente titánica, y total merecedora del premio Oscar; aunque tampoco debemos olvidarnos del debutante Jacob Tremblay, que encarna a nuestro pequeño protagonista, aquel que con sus inocentes ojos nos hace ver aquello que nos decía el novelista Ernest Hemingway: "El mundo es un hermoso lugar por el que vale la pena luchar"... a pesar de que hayan monstruos habitando en él.

En síntesis, "La habitación" es una película demoledora, sin concesiones ni medias tintas. Es una auténtica pedrada en la cara. Una imprescindible obra maestra que te zarandea y hiere; pero también te inspira, te hace reflexionar sobre la condición humana y te deja un profundo calado. Sin duda alguna, es recomendable afrontar la experiencia de visionar este largometraje sin saber demasiado sobre él, dejando que te sorprenda, te golpee y deje tu corazón y tus nervios hechos añicos.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca es tarde
Nunca es tarde (2015)
  • 6,0
    2.845
  • Estados Unidos Dan Fogelman
  • Al Pacino, Annette Bening, Jennifer Garner ...
7
La carta perdida de John Lennon
La película que nos concierne "Nunca es tarde" ("Danny Collins" en su título original) coge como punto de partida uno de los hechos más curiosos de la historia del rock. Así que situémonos en 1971, cuando un joven músico de 21 años que hacía folk afincado en Liverpool, llamado Steve Tilston, realizó una entrevista para la (hoy desaparecida) revista ZigZag, en la cual opinó que la fama y la fortuna podrían tener un efecto nocivo para su música. John Lennon, que por aquel entonces tenía 30 y recientemente había abandonado The Beatles para iniciar su carrera en solitario, leyó ese artículo y le escribió una carta de su puño y letra, en la que rebatía sus argumentos y le aconsejaba: "Ser rico no cambia tu experiencia de la manera en que piensas. La única diferencia, básicamente, es que no tienes que preocuparte por el dinero; pero todo lo demás, las emociones, las relaciones, son iguales que las de cualquiera. Lo sé. Fui rico y pobre, y también lo fue Yoko. Entonces, ¿qué piensas sobre eso?."

Eso era el contenido de la famosa carta, además de contener debajo de su firma, el teléfono personal del ex-Beatle, por si quería ponerse en contacto con él y continuar el diálogo. Tilston jamás pudo responderle, porque nunca recibió ese mensaje, aparte de desconocer la existencia de la misma durante 34 años, hasta que en 2005 un coleccionista estadounidense que compró la carta, contactó con el músico de folk para confirmar si él era el destinatario que mencionaba, para poder autentificarla.

En la actualidad, casi cuatro décadas después, Tilston no debe preocuparse por las penas del dinero y la gloria. Sigue haciendo su música como un "desconocido", aunque como un miembro bastante respetado de la escena folk británica, con más de 20 discos y hasta una novela editada; sin embargo, ¿cómo sería su vida de haber recibido aquellas palabras a tiempo?

Cómo decía al principio de la reseña, esta interesante, y a la par, peculiar historia de la carta, con la punzante duda existencial que plantea, se ha convertido en el punto de partida para la creación de nuestro protagonista Danny Collins, un decadente rockstar ficticio, que se encuentra perdido por los excesos que conlleva ser una celebridad de un solo éxito (o como se conoce en el mundo de la música, One Hit Wonder). La aparición de la misiva de su ídolo Beatle 40 años después de haberse escrito, propicia que se replantee su vida.

Dan Fogelman, conocido por crear las series "Vaya vecinos" (2012) y "Galavant" (2015), debuta en la dirección y firma el guión de esta historia, que trata el tema de las segundas oportunidades en la vida. Para darle forma ha contado con un buen elenco actoral encabezado por Al Pacino, que encarna a Danny Collins de forma genial, en el que posiblemente sea su mejor interpretación en mucho tiempo. Su personaje busca expiar sus pecados, la redención de su familia que desconocía hasta ese momento; y a su vez, volver a componer canciones, cansado de cantar una y otra vez su único éxito. Pacino está francamente muy divertido, y sostiene sin duda la película. Además, se atreve a cantar algunas de las canciones que componen la banda sonora, la cual huelga decir que es magnífica, ya que está repleta de grandes éxitos de John Lennon, siendo toda una delicia para el buen amante de la música. Asimismo, el hecho de que grandes intérpretes como un descacharrante Christopher Plummer, una encantadora Annette Bening, y unos solventes Jennifer Gardner y Bobby Cannavale, le aportan categoría a un filme con una premisa, que a pesar de ser singular, es bastante sencilla.

En definitiva, "Nunca es tarde" es una buena película que nos devuelve al mejor Pacino, tras estar vagando demasiado tiempo entre la mediocridad; y al mismo tiempo, nos permite descubrir uno de los más interesantes y peculiares "What if..." de la historia del rock.
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17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brooklyn
Brooklyn (2015)
  • 6,6
    13.287
  • Irlanda John Crowley
  • Saoirse Ronan, Emory Cohen, Domhnall Gleeson ...
7
En busca del sueño americano
Estrenada hace más de un año en el pasado Festival de Sundance, llega a nuestras carteleras "Brooklyn", la cual a pesar de irse de vacío fue la ganadora moral de dicho festival, iniciando una más que digna carrera hacia la presente edición de los premios Oscar, cosechando galardones y nominaciones por doquier, como el BAFTA al mejor filme británico, y a la mejor actriz para Saoirse Ronan en el Círculo de Críticos de Nueva York, Satellite Awards y los Globos de Oro, entre otros muchos.

Dirigida por John Crowley, "Brooklyn" nos traslada a la Irlanda de principios de la década de los 50, aquella en que las medidas económicas proteccionistas de principios del Siglo XX debilitaron su economía, haciendo que hubieran escasas oportunidades. Nuestra protagonista, una muchacha joven llamada Eilis Lacey, con el beneplácito de su familia, decide emprender un viaje a los Estados Unidos (concretamente a la ciudad de Nueva York), en busca del sueño americano. Su ingenuidad choca con un país extranjero, en el que su cultura y forma de vida es completamente opuesta a la de su Irlanda natal. Así que con su esfuerzo y determinación deberá madurar si desea adaptarse y prosperar en su nueva vida. Un sacerdote irlandés afincado en Nueva York (interpretado por un desaprovechado Jim Broadbent), sus chismosas compañeras y la encargada de la pensión donde se hospeda (interpretada por una genial y descacharrante Julie Walters), junto con el chico que conoce (y que más tarde se enamorará), serán los artífices que propiciarán el cambio en la personalidad de nuestra Eilis, convirtiéndola en toda una mujer; sin embargo, las graves noticias que recibirá desde Irlanda le harán volver de nuevo atrás, y es aquí donde se le presenta un dilema moral, que consiste en decidir entre quedarse en su tierra natal o continuar con esa nueva y esperanzadora vida llena de oportunidades en Norteamérica.

Me ha gustado mucho el contraste de realidades entre esos dos mundos completamente distintos: la Irlanda natal conservadora y rústica, y la moderna y liberal Norteamérica. El estupendo vestuario del filme cobra una especial importancia en este aspecto, que deja bien patente las diferencias entre un lugar y otro; además del comportamiento de los dos entornos de nuestra protagonista, en el que se puede destacar a los dos pretendientes que se le presentan a Eilis. Por un lado se encuentra Tony (interpretado por un estupendo Emory Cohen), un italo-americano que al igual que ella comparte el mismo afán y lucha por labrarse un futuro digno, en un país que no es el suyo. Por otra parte, tenemos a Domhnall Gleeson (en un breve pero intenso papel), que encarna a un adinerado joven que a pesar de la madurez y convicción que atesora, permanece demasiado arraigado a su tierra; o dicho de otro modo, no tiene grandes aspiraciones en la vida, siendo el contrapunto perfecto de Tony.

Aunque lo más destacable de la película es Saoirse Ronan, que interpreta de forma magistral a esa frágil muchacha, que tiene que enfrentarse a una nueva vida en un lugar totalmente diferente al suyo. Ella es, sin duda, el corazón de la historia, dotando al personaje de carisma, y en el que sus impresionantes y expresivos ojos nos muestran la melancolía que siente en un principio, y la posterior felicidad y esperanza que irradia; y por consiguiente, la han llevado a estar nominada merecidamente en la presente edición de los premios Oscar, siendo ésta su segunda vez, tras "Expiación" (Joe Wright, 2007). De igual modo, sobresale el sobrio guión del reputado escritor británico Nick Horny, que fue también candidato a los Oscar en 2009 con "An Education" de Lone Scherfig, y que en esta ocasión adapta la novela homónima de Colm Toibin. Con "Brooklyn" construye un encantador y conmovedor melodrama de corte clásico, en el que las ganas de prosperar en la vida, y valores como el compromiso familiar y el amor cobran vital importancia; asimismo, la cuidada ambientación, junto con la preciosa fotografía, y la deliciosa banda sonora, ayudan a que se desmarque del resto de propuestas similares, como los empalagosos dramas "made in Nicholas Sparks", erigiéndose como una de las más destacadas y recomendables del género.

En definitiva, "Brooklyn" es una buena película, con una sencilla historia pero muy solvente, que cuenta con la gran interpretación de la actriz estadounidense de origen irlandés Soairse Ronan y una fascinante factura técnica; además de poner de manifiesto el buen momento del cine irlandés, ya que tanto ésta como "La habitación" (Room, Lenny Abrahamson), que también llega a nuestras carteleras esta misma semana, son realmente notables y están repletas de merecidas nominaciones a los Oscar.
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La verdad duele
La verdad duele (2015)
  • 6,2
    10.747
  • Estados Unidos Peter Landesman
  • Will Smith, Gugu Mbatha-Raw, Alec Baldwin ...
6
El descubrimiento de la conmoción cerebral en el fútbol americano
La National Football League (en español Liga Nacional de Fútbol Americano), mejor conocida por sus siglas en inglés, NFL, es la mayor liga de fútbol americano profesional de los Estados Unidos. A pesar de que el béisbol se considera el Pasatiempo Nacional estadounidense, el fútbol americano es sin duda el deporte más popular de dicho país. Este deporte se caracteriza por ser de contacto físico; o mas bien se podría describir como de impacto, el cual se utiliza principalmente para proteger al jugador de tu equipo, o para bloquear al que lleva el balón si eres del equipo contrario. Cabe decir que una práctica prolongada de este deporte puede acarrear a la larga ciertas secuelas, y que aparezcan lesiones, como la conmoción cerebral. La película que nos concierne, titulada de mala gana aquí en España, como "La verdad duele" ("Concussion" en su certero título original), nos sitúa a mediados de la década de los noventa, cuando el neuropatólogo forense, Bennet Omalu, descubrió el síndrome postconmoción cerebral (también conocido por sus siglas en inglés CTE), que causó daño a numerosos jugadores de fútbol americano, provocando incluso el suicidio de muchas estrellas de la liga NFL afectadas por el síndrome, como Dave Duerson y Junior Seau; además, del posterior revuelo que se originó con un descubrimiento de esa envergadura, ya que este haría tambalear los cimientos del negocio deportivo más grande del país americano.

Con esta película, basada en el artículo periodístico "Game Brain" publicado en 2009 por Jeanne Marie Laskas, el conocido actor Will Smith vuelve a la senda del drama, que tan buenos resultados le ha proporcionado en el pasado, sirva como ejemplo "Ali" (Michael Mann, 2001) o "En busca de la felicidad" (Gabriele Muccino, 2006), entre otras. En esta ocasión se podría decir que baja el listón considerablemente, a pesar de que el actor se esfuerza por realizar una interpretación, que le lleve a levantar la preciada estatuilla dorada; hecho que por lo visto tendrá que esperar.

Aunque pueda parecer irónico tras lo reseñado antes, lo más destacable de este drama radica en su elenco actoral, que a pesar de no sobresalir ninguna interpretación en particular, siendo todas simplemente correctas, el hecho de que en la cinta participen actores como Will Smith, Alec Baldwin, Albert Brooks, David Morse, Eddie Marsan, o Luke Wilson, le aportan empaque al filme. De igual modo, su premisa está bien hilvanada, manteniendo el interés prácticamente durante todo el metraje; de hecho, la historia de la que parte "Concussion" es interesante y creó bastante controversia en su época, ya que hasta ese momento no se veía el fútbol americano como un deporte que pusiera en riesgo la vida humana. No obstante, en contraste con lo anterior, es necesario indicar que la película naufraga en sus formas, a raíz de una factura técnica demasiado convencional, que le acerca peligrosamente al nivel de los telefilmes de la sobremesa de un fin de semana, y este hecho juega en detrimento de su valoración generalizada que se tenía de ella en un principio. La película parecía que iba a ser una de las apuestas seguras de cara a la próxima edición de los Oscar, pero nada más lejos de la realidad. Su ausencia provocó que la familia Smith emprendiera un enfrentamiento abierto contra la academia de Hollywood, acusándola de falta de diversidad. Unas protestas a las que se sumó también el cineasta Spike Lee. Aunque huelga decir que su ausencia sea más por méritos propios; o mejor dicho, deméritos de un filme convencional, carente de chispa y cogido con pinzas (de plástico).
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
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