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69 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
3
Buena idea con mala ejecución
Cuando me enteré de que existe un bosque al cual los japoneses van a suicidarse me resultó una idea bastante más que inquietante. Desde luego, hacer una película de terror con esa idea es algo que resulta altamente tentadora.
La historia empieza bien, con una hermana desaparecida a la que su gemela (con esa famosa unión mística que tienen los gemelos) se entera y no duda en ir al otro lado del mundo para "rescatarla".
A continuación, se suceden los típicos sustos de película de terror estándar con cierta categoría: el cadáver que no sabe si moverse o no, el pasillo oscuro con algo al fondo o no, la pesadilla de turno... a partir de aquí la cosa empieza a perder algo de cuajo pero como la idea original era buena, se le da aun un voto de confianza.
Por último, llegamos al momento en el que esto se convierte en película de terror cutre: la protagonista empieza a hacer estupideces una detrás de otra. De esas en las que piensas "¿pero como se le ocurre?; esta chica no tiene dos dedos de frente..." y otras tantas.
Y ya, la gota final, esa que te deja para mear y no echar gota, es la resolución final. Lo que supongo que empezó como lo que se esperaba que fuera un giro brutal de guión de esos que no se ven venir, acaba resultando un final absurdo con una moraleja objetiva que desde luego me resulta poco acertada.

Daré más detalles en la sección de "spoiler", no vaya a ser que a alguien le jorobe este peliculón, pero en mi opinión, lo que podría haber dado un lugar a una decente película de terror ha acabado llevando a más de lo de siempre.
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63 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Aokigahara no se merece esto
La intrahistoria que nos ofrece el bosque Aokigahara, a los pies del Monte Fuji en Japón, siempre origina especial interés en el público. Jason Zada ha pensando que sin calidad y con una película de terror sin creatividad podría salvarse de la quema, sólo con adentrarse en el folclórico bosque saliendo airoso... error.

La estrafalaria premisa para adentrarse en Aokigahara es simple y trillada: Una chica estadounidense busca a su hermana gemela que se ha adentrado en el fatídico lugar y acaba viajando a tierras niponas para conocer que le ha llevado a realizar tan desesperada acción. Se pierde entre una agotadora trama entre las hermanas y su pasado dejando a un lado el misterio que les lleva hasta ese destino.

Natalie Dormer (Margaery Tyrell en Juego de tronos) aprovecha su tirón comercial para encabezar el reparto y prácticamente hacerlo un monólogo, gracias a unos secundarios horribles. Rodada en el mismísimo Aokigahara, bajo una batuta hastía y deambulando pausiblemente hacia el suicidio narrativo, el filme acaba en una combinación de historias que no despiertan ningún interés y aún menos originalidad.

Escenas interpuestas aleatoriamente simplemente para buscar el susto, sin ningún sentido argumental, con una ambientación conseguida aunque repetitiva en situaciones y decorados. El montaje es espantoso, haciendo que la sensación de perdida narrativa sea mayor, acompañado todo de una música meramente formal. Lo más pésimo es la sensación de estafa que nos deja esta cinta, pues algunas de las escenas más potentes vistas en el tráiler promocional no están incluidas en el montaje final...

El bosque de los suicidios de Jason Zada se deja en el propio Aokigahara el ritmo narrativo, la original y la calidad general que podía haber conseguido gracias una licencia tan apetitosa como la del conocido bosque japonés. La presencia de Dormer y la ambientación no consiguen salvar los muebles en esta insulsa cinta de terror.
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29 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Ni dos Natalís Dormer levantan este bodrio...
Título original: Grave Halloween (The Last Halloween) (TV)
Año 2013
Género: Terror | Sobrenatural.
Sinopsis :Maiko (Kaitlyn Leeb) es una estudiante de intercambio en Japón que pretende descubrir la verdad detrás de la muerte de su madre biológica dentro del conocido “Bosque del Suicidio”. Para ello ira junto con unos compañeros que filmaran todo como parte de un trabajo escolar, aunque esto perturbará a los espíritus. (FILMAFFINITY)

¿ALGUNA VEZ SALDRÁ UNA PELÍCULA CON UNA IDEA QUE A NADIE SE LE HAYA OCURRIDO ANTES? QUÉ LO TIRÓ...

Vi este film porque había leído que ella hacía un doble papel, y a mí me gustaría tener una esposa que fuera parecida a Natalie Dormer, y engañarla con una amante que también se parezca a Natalie Dormer.

A quién no le gusta, con la fea belleza de sus raras facciones (“El alien más sexy del mundo”, como acertadamente la definió un usuario de IMDB) y su voz fuertona y gutural que recuerda en algo a la de Lauren Bacall, a la que Natalie ya personificó sin hablar en el cortometraje "Electric Cinema: How to Behave" (2012). (a Bogart lo hacía Benedict Cumberbatch, que ahí sí que no se parecían ni de lejos).

Conocida mayormente por sus roles en Game of Thrones, Hunger Games y como la ocasional antagonista en Elementary, la inglesa sin duda merecía que su debut como protagonista absoluta transcurriera en un producto mejor que este.

En esta historia, tenemos a la blonda en tierras niponas, en pos del objetivo de adentrarse en el infame bosque Aokigahara con la esperanza de encontrar a su hermana gemela desaparecida.

Un poco de investigación internerda sobre el lugar confirma que los japoneses están bien locos. El bosque está a los pies del monte Fuyi –ese que aparecía en Mazinger Z- y fue bautizado informalmente como “el bosque de los suicidios” debido a que, por inspiración de relato de 1960 de un escritor famoso llamado Seicho Matsumoto - en cuyas pátinas una pareja de amantes se quitaba la vida en el lugar- ahora todos lo que se quieren matar en ese país van a hacerlo a su vegetación para seguir la moda. Vendría a ser la versión ponja del Golden Gate de San Francisco. Ya saben, ese dichoso puente en el que en todas la películas de Hollywood hay uno que se quiere tirar, y siempre aparece el protagonista para intentar salvarlo y hacerlo recapacitar sermonéandole con que “no lo hagas, la vida es buena” y eso.

En este bosque tanta gente se quita la vida, que las autoridades han hecho colocar en sus ingresos también cartelería con mensajes esperanzadores pidiendo a la gente que piense en sus familiares, que pida ayuda, que se comunique con asistencia al suicida, que siempre hay una luz al final del tunel, etc.
Los productores de Hollywood también están adquiriendo esta conciencia social, y empezaron a poner carteles con mensajes similares a la salida de las salas donde se proyectó la última película de Keanu Reeves dirigida por Eli Roth.

Dicen los datos que se estima que solamente en 2010 hubo en el bosque 200 intentos de suicidio, de los cuales 54 personas terminaron muriendo, lo que revela que los japoneses hacen buenos equipos de audio pero tienen una efectividad de mierda para esto otro. Contrariamente a lo que esperaba este amistoso servidor, la metodología más común en los suicidios en el bosque ha sido por ahorcamiento y sobredosis de drogas, y no por harakiri, dato que nos descubre que TODO LO QUE NOS MOSTRARON DURANTE DÉCADAS DE CINE CLÁSICO JAPONÉS ERA UNA MALDITA ESTAFA. Los ponjas también tienen la creencia de que el Aokigahara está habitado por los llamdos yūrei (“espíritus enojados”). Aparentemente, están enojados de que siempre los usen sin permiso en películas de terror de mierda.

La atropellada presentación del “conflicto” en los minutos iniciales, más un confuso montaje de ida y vuelta a flashbacks, ya nos indica desde el principio que la cinta va a ser bien mala. Natalia, angustiada, se va a un bar donde se engancha a un guapo guía y se adentra en el bosquecillo, ya allí arranca una aburrida Proyecto Blair Witch sin cámara subjetiva y con sustos baratos de alucinaciones apareciéndose de golpe con ruidos fuertes. La parte que intenta dar más miedo, es una en que Natalia abre lentamente la cremallera de la puerta de tela de una carpa amarilla estilo iglú, muy, muuuuuuy lentamente, haciendo esperar al espectador que algo horroroso finalmente aparezca desde el interior.

Bajar una cremallera nunca fue ni será algo aterrador, a menos que hubiese sido la cremallera de la espalda del vestido de la Duquesa de Alba.
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23 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
"No debes alejarte del camino"
'El bosque de los suicidios' es como si te regalaran un pastel, un pastel que viene bien envuelto y el primer trozo sabe bien, pero cuando empiezas a probar más, notas que el resultado no es tan bueno. Esto es lo que pasa con la cinta de Jason Zada, que empieza bien, continua medio-bien y termina regular. No es un truño, ni es la peor película de terror de la historia… pero tampoco es buena. Se queda a mitad de camino entre lo bueno y lo regular, ni es buena ni es mala, simplemente es un quiero y no puedo.

Hay un buen material para hacer una buena película de terror, pues cuenta con una ambientación acojonadora como pocas (el bosque Aokigahara) y su reparto cumple más que loablemente ya que sus responsables abogan por no acudir a los adolescentes atontados que suelen pulular por el género… y han contratado a un puñado de personajes decentes, con una Natalie Dormer en un doble papel que solventa bastante bien. Además, la historia tiene un enganche que se enmarca en un principio en lo psicológico más que en lo sobrenatural. Entonces… ¿Cuál es el problema? Pues os puedo citar el sobre-abuso del "jumpscare", los golpes de efecto de que si giro la cámara ahí habrá algo, los objetos y el típico final que abunda en el género… y así, al final, lo que al principio pintaba bien, termina siendo más de lo mismo, pero sin ser espantosamente malo como en otras producciones.

En definitiva: ‘El Bosque de los suicidios’ contaba con una excelente ambientación, un reparto que sobrepasa la mediocridad y un director correcto, sin embargo, termina siendo una película más del género. Ahora bien, no se le puede negar su entretenimiento y que aun siendo un film que no pasará a la historia, al menos, no es de esas que, tras acabarla, quisieras tirar a la basura.

-Lo mejor: El Aokigahara. Natalie Dormer y un reparto competente. La banda sonora de Bear McCreary. La correcta dirección de Jason Zada.

-Lo peor: Que el mal del cine de terror actual y comercial está muy presente en esta película.

-Más en: www.cineycine.com
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14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
El frondoso bosque del torpe novato
No es nada habitual encontrarse dentro del género de terror con una película que esté por encima de las expectativas. Al revés, la inmensa mayoría sucumben a la mezcla destructiva que resulta de un bajo presupuesto, unos actores de bajo perfil y sobre todo una dudosa historia. Como se estarán imaginando ‘El bosque de los suicidios’ está por pleno derecho dentro de éstas últimas, consolidándose como una de las peores películas de lo que llevamos de año. La película además incurre en multitud de problemas, los cuales su director –el novel director de videoclips y experto en marketing digital Jason Zada– no ha sabido solventar a pesar de –en esta ocasión sí– tener una historia y una ubicación con potencial más que suficiente: el bosque de Aokigahara.

Antes de adentrarse en el calamitoso cúmulo de errores que hacen del film una pérdida de tiempo, es interesante al menos ahondar en la historia de Aokigahara, lugar que sí merece la pena detenerse por unos instantes. El bosque de Aokigahara está ubicado en Japón al noroeste del Monte Fuji, sobre una cama de sedimentos muy fértiles gracias a las antiguas lenguas de lava que durante siglos expulsó el volcán. Ya desde los más antiguos escritos y poesías que recorren la mitología japonesa se dotaba al bosque de un encantamiento y maleficio que provocó que sobre él mismo se creara un aura de misticismo inigualable. Dicha leyenda se incrementó tras la época feudal japonesa, cuando las hambrunas y enfermedades asolaban la población y recurrían al bosque para abandonar a los más débiles, niños y ancianos, quienes tendrían más complicado sobrevivir ante tan complicada situación. Ya desde principios del siglo XX el bosque era uno de los lugares preferidos por los nipones para morir (Japón es el país del mundo con mayor número de suicidios) algo que para más inri se fomentó tras la exitosa novela del prestigioso escritor japonés Seicho Matsumoto, El negro mar de árboles, en la que uno de sus protagonistas se adentraba en el bosque para morir. El bosque ha aumentado su popularidad e incluso se sitúa como uno de los sitios con mayor número de afluencia de turistas, un lugar siniestro con un aura especial en el que la ausencia de animales y la escasa luz provocan que domine en él una extraña sensación de calma, casi mágica. Hoy día los visitantes que allí entran cuentan cómo sorprende ver la cantidad de restos, cuerdas y cordones para no perderse así como una gran cantidad de carteles que animan a no suicidarse y a pensar en las familias. ¿No me dirán que no hay una gran materia prima para realizar un trabajo más que notable?

Protagonizada por Natalie Dormer –más popular por la serie Juego de tronos y por su azulada mirada felina que por sus dotes interpretativas– y por Taylor Kinney –modelo y actual pareja de la rareza humana llamada Lady Gaga–, la película tiene un comienzo esperanzador: Sara (Dormer) recibe una llamada que le indica que su hermana gemela Jess ha desaparecido al adentrarse en el bosque Aokigahara, algo que motivará a la protagonista a viajar hasta Japón con el único objetivo de encontrar a su hermana, fundamentalmente con vida, a pesar de los riesgos que la empresa pudiera conllevar. Sara decidirá introducirse en solitario en el bosque con la esperanza de encontrar indicios sobre su hermana, momento en el que conocerá a Aiden (Kinney), un reportero que le animará a acompañarlo juntoa un guía del bosque. Ya dentro de Aokigahara, Sara se encontrará con Michiko y restos de la tienda de su hermana. A partir de ahí empezará un juego de misterio y yüreis (fantasma según la mitología japonesa) que harán que la protagonista dude de lo que ve y siente.

La película utiliza el flasback a medida que la historia se va desarrollando, algo que ayudará a entender –levemente– la relación entre las gemelas y el pasado familiar y a su vez tratar de entender los motivos que llevaron a Jess a adentrarse en tan siniestro bosque. El problema del film radica en la desgana y poca intensada con la que está rodada, algo que a pesar de su temática la hace morosa en gran parte de su desarrollo. Dormer trata a través de su mirada y gestualización provocar la empatía y el temor en el espectador, sin embargo lo tibio del libreto y la falta de chispa emocional en varios momentos clave de la película provocan la ausencia total de interés en el devenir de la trama. La banda sonora, realizada por Bear McCreary (habitual de series como Battlestar Galactica, The Walking Dead o Da Vinci’s Demons) es de manual, aprovechándose de los clásicos sonidos huecos y susurrantes para potenciar la tensión de las secuencias, algo que logra parcialmente dada la poca intensidad y el sinsentido en muchas de las decisiones que la protagonistas va tomando en el transcurrir del film.

En definitiva una película de muy pobre resultado, con una filmación excesivamente clásica de cine de terror con fantasmas en la oscuridad, con poco riesgo e innovación y donde tan sólo me complace –moderadamente– cierta resolución final. Dormer pone todo de su parte en un producto vacío a pesar de la historia y del propio bosque, un lugar con historia sobre el que no es la primera película que se filma: en él se desarrolla lo último de Gus Van Sant (The see of trees) con McConaughey, Watanabe y Naomi Watts, estrenada a concurso en Cannes 2015 y al parecer con también un pobre resultado; amén de la versión japonesa de Tomoyuki Takimoto en 2004 y llamada Ki no Umi.

Deficiente debut de Jason Zada, quien deberá de ofrecer mucho más en su próximo film si quiere ganarse la vida como realizador de largometrajes.

Lo mejor: El suspense inicial. La resolución
Lo peor: Todo lo demás. La falta de intensidad de toda la narración.

Valoración:
Banda sonora: 5
Fotografía: 4
Interpretación: 3
Dirección: 1,5
Guion: 2,5
Satisfacción: 3
NOTA FINAL: 3,1

@hilodeseda - www.habladecine.com
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10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Otra muestra de la falta de ideas y talento para abordar el género de terror.
Una tia se va al "Bosque de los Suicidios" a buscar a su hermana; una adolescente chorreras con problemas de identidad. Se trata de un bosque muy particular (como el patio de mi casa), al que van las personas que se quieren matar de un chorrazo. Y claro, el bosque está plagado de espíritus atormentados (no se ve ná, sólo una tia en pijama con ojeras y muchas ramas). Ritmo atropellado y desarrollo inconexo, no sabes de donde viene o adonde va, con los típicos "insustos" predecibles. En fin, un producto muy poco creíble que aburre. Otra tomadura de pelo yanqui que pone de manifiesto la falta de ideas y talento par abordar el género.
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8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Una más de sustos sin parar.
Así es lectores, estamos como todos sabréis en la era digital, y esta película no es diferente a la que visteis la semana pasada en taquilla, ni de la que veréis la semana siguiente. Es una de esas películas que dependiendo del tipo de público que seáis, os entretendrá e incluso sobresaltará mientras comes palomitas u os aborrecerá, pero en común ambos consumidores de cine, meteréis en el mismo cajón de los olvidos, o confundiréis a susodicho film el nombre con otra producción de índole bien similar al contarle a alguien que se interese por que habéis visto últimamente.

Empezando a hablar de la película y siendo positivo, la nota más destacable es que esta sea la ópera prima de un director, Jason Zada, está bien rodada y detalle no le falta, no busquéis fallos técnicos como tal porque será querer rizar el rizo a un trabajo bien hecho. Obviamente el film es lo que es gracias a un equipazo técnico y un presupuesto de unos diez millones de dólares, eso lo hace todo más fácil ¿no creéis?

El bosque de los suicidios, es un film rodado en Japón con protagonistas americanos, nos cuenta la historia de una chica que se ha adentrado en el conocido bosque de Aokigahara, (conocido como mar de árboles de 35 kilómetros de extensión a la base del monte Fuji y famoso por las historias de demonios de la mitología japonesa y el número de suicidios desde tiempos inmemoriales allí sucedidos), su hermana gemela tratará de encontrarla penetrando en el tupido bosque a sabiendas de lo que allí se pueda encontrar.

La historia está conducida por la conocida actriz de Juego de Tronos, Natalie Dormer y el actor Taylor Kinney, aunque siendo justo diré que quienes más destacan en la película son esos actores y actrices japoneses que ocupan un pequeño espacio de tiempo en pantalla.

El film empieza como ya hemos visto varios centenares de veces, una protagonista guapa y con éxito, pero que arrastra un trauma de infancia, el cual normalmente y este no es una excepción, resulta muy poco creíble.
Los primeros minutos de metraje son una introducción más que forzosa y ligerita, por suerte para nosotros donde no sabes si la protagonista va de turismo a Japón o en busca de su hermana desaparecida, imagino que una vez allí pensó, ¿por qué no aprovechar?
Todo ello sirve para empezar a ofrecer situaciones descaradas donde introducir sustos y bocinazos al ritmo de unas vocecillas y música típica de película de terror y suspense, para hacernos saltar de la butaca o para que aquellos que sufren del corazón pongan a prueba sus constantes vitales sin fallecer en el intento.

Algo que sigo preguntándome tras su visionado es como catalogar la película, ¿es un thriller de suspense con psicópatas y giros locos al final?, ¿una historia de fantasmas?, ¿es terror?, del fácil, de sustillos, pero terror. Ved y juzgad vosotros mismos.

Ordenador y efectos visuales, bocinazos y sustos por doquier, ese es el verdadero leitmotiv de esta obra, sin demasiado argumento por parte de los tres guionistas que la firman.

http://www.terrorweekend.com/2016/03/el-bosque-de-los-suicidios-review.html
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6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Certero entretenimiento a la basura por el final
La película tiene un buen material de partida que puede hacer las delicias de los fans del género y servir al realizador para dejar su sello en la industria. Un bosque precioso con una tenebrosa historia real, en Japón (inevitable acordarse de El Grito [Takashi Shimizu, 2004]), una protagonista femenina potente (la consagrada actriz de la serie de TV Juego de Tronos Natalie Dormer), una conexión especial entre dos gemelas (ambas interpretadas por la misma actriz), una pérdida de percepción entre lo real y las alucinaciones…
El espacio es un personaje más. No es solo la base del argumento, sino que se llega a percibir como una entidad amenazadora del film. De noche es terrorífico, una amenaza inmensa en la que no puedes defenderte. Es una pena que la mayor parte de la acción transcurra de día, y desaprovechen la larga e intensa noche que tenían ante ellos. Esa elipsis de la primera noche con apenas un susto entre medias no es justificable en film que tiene tanto para aprovechar. Lo mismo ocurre con los cadáveres. Estamos en el bosque de los suicidios. Ya sea por la realidad o por alucinaciones de la protagonista, tiene que estar el espacio repleto de cadáveres, espíritus… todo aquello que inquiete. En contados momentos juegan con ello, y cuando lo hacen, volviendo al tiempo, es de día, lo cual le hace perder efectividad. Corregir estos defectos y una mayor belleza de planos habría contribuido a mitificar aún más el bosque.
¿Hay más espacios? Sí, claro, pero no pierden el tiempo. Saben que el bosque es el eje, y antes de él cuentan lo justo y necesario. Al principio, sorprenden los primeros planos con cámara muy tambaleante de muy corta duración, con ritmo, tanto para transmitir el agobio y rapidez de la protagonista como para acelerar la llegada. Mientras que muchos realizadores habrían optado por largos planos panorámicos e introducir una rutina innecesaria con la excusa de introducir a los personajes, la película se reserva ese derecho a explayarse para un mejor lugar: Japón, una tierra mítica para el terror, tanto por las historias que se han realizado en ella como por los realizadores que en la vida real cobija. Buena introducción. Si bien es cierto que pecan de alguna situación excesivamente estereotípica para meter un susto o estirar la duración, cuentan bien y brevemente la historia de la hermana para que cuando lleguemos al bosque tengamos la información suficiente. Sin embargo, lo más reseñable es el recurso de los flash-backs. Como he mencionado, han optado por no alargar los preliminares como en tantas y tantas películas recientes del género, pero eso no significa que no tengan que contarnos la historia. A lo largo del recorrido del bosque, utilizan a veces excusas argumentales (una entrevista, un sueño, una llamada telefónica…) para contextualizar más y darnos la información necesaria gradualmente, para irnos sorprendiendo poco a poco.
El tono de la película es la clave que lo puede diferenciar. Últimamente, muchas películas de terror tienden hacia la racionalidad y dejan a un lado el horror (explicaciones y parafernalia paranormales) y giran más hacia el thriller psicológico (todo es cosa de humanos). La película que nos incumbe juega un poco a dos bandas, y realmente hasta el final no deja claro en cuál de los dos polos se sitúa. Durante todo el planteamiento y hasta mitad de película, todas las pistas nos hacen entrever un desfile de espíritus y voces inquietantes. Sin embargo, de repente el argumento da un giro (demasiado evidente, la verdad), y durante bastante tiempo todo el tema paranormal queda de lado. Un tiempo más adelante, tras un correcto desarrollo de esta parte de la trama, lo sobrenatural vuelve a ir poco a poco cobrando relevancia, combinándose con toda la parte más o menos racional expuesta hasta entonces. Si bien logran casar sin que se note mucho el salto, lo cierto es que haber ido a por todas con uno de los puntos de vista (preferiblemente, el sobrenatural) habría dado un resultado mucho más meritorio.
A pesar de esta dualidad en el guión, lo que sí se mantiene en todo momento, tanto en lo literario como en lo técnico, es un ambiente oscuro, de inquietud y de incertidumbre. Vivimos pegados a una magnífica Natalie Dormer que, si bien no es la gran actriz del año, sí que es capaz de librarse dignamente de ese lastre de secundaria que hasta ahora había cargado. Además una destacada caracterización, buenos juegos de planos y una marcada interpretación hacen que el juego de las gemelas funcione visualmente; sí, es creíble. La conexión entre ellas es un buen hilo vertebrador durante la película, una buena excusa que, si no se hubiera insistido tanto en ella (viéndola, hablándola…), no habría sido tan crucial y necesaria. Quizás este es el único cabo que encaja perfectamente con el final. El final. Por llamarlo de alguna manera. ¿Cómo es posible que cuatro guionistas se reúnan y no salga una idea mejor que la que ha quedado en pantalla? Tampoco lo habían enrevesado tanto como en Un Ciudadano Ejemplar (F. Gary Gray, 2008), donde un magnífico desarrollo se estropea con un final que era un callejón sin buena salida. Sorprende, desde luego. Impacta, y visualmente es muy potente. Pero de poco sirve que lo que veamos sea una delicia cuando lo que cuenta no tiene pies ni cabeza. Haber dejado la parte visualmente potente para el desarrollo, que es donde hacía más falta. Todo es muy brusco y forzado, ya que (siguiendo con las comparaciones) quieren lograr un final tan impactante como el de Presencias Extrañas (Charles Guard, Tomas Guard, 2009), pero el tener un final impactante no significa que encaje con todo lo visto hasta ahora.
Entretiene. Asusta. Empieza muy bien. Se disfruta mucho. Tiene muy buenas intenciones, y destacados logros. Pero las cosas a medio cocinar y tropezar hasta el fondo en el último paso es cometer un suicidio filmográfico.
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6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
No te salgas del camino que cascas
Natalie Dormer debe de estar encantada de haberse conocido. La actriz secundaria en “Juego de tronos”, “Los Tudor” o “Los juegos del hambre” ha sido mucho más secundaria en otras series como “The fades” o “Elementary”.
Ignoro si esta película es la primera de su carrera en la que es protagonista, pero seguro que de momento no tiene muchas más. Y eso se nota porque la chica lo aprovecha para acaparar la cámara de manera casi absoluta en este film. No pasan muchos segundos entre primer plano y primer plano. Parece como si la hubiera producido ella (que no lo sé), porque chupa cámara de forma muy exagerada. Para colmo de males, encarna a dos hermanas gemelas. Es curioso que en alguna escena comparten plano, y al igual que en la serie “Orphan black”, no se nota el montaje y realmente parece que son dos personas distintas.
Al menos no actúa nada mal, y en mi opinión sabe asustarse de manera bastante creíble en esta película de terror estándar.
La historia es de ficción, pero el bosque japonés es totalmente real. Dado que mucha gente lo utiliza para quitarse la vida, las leyendas de fantasmas son inevitables, y tarde o temprano tenía que llegar una película ambientada en este lugar maldito.
El punto de partida promete, pero según va avanzando la historia, nos daremos pronto cuenta de que no es ni más ni menos que una película de terror más. Los sustos se ven venir fácilmente y el argumento no da demasiado de sí. Quizás se le podría haber sacado mucho más fruto a las leyendas de este bosque.
A pesar de eso, creo que la película, aunque tarda en arrancar, sabe como enganchar y entretener. Llama la atención lo del bosque, y una vez allí mantiene la intriga hasta el final, a pesar de no contar con ninguna secuencia que vaya a permanecer en el recuerdo.
Es una película para “fans” del género de terror que, aunque estemos hartos de ver siempre lo mismo, en el fondo nos gusta cualquier historia que esté mínimamente bien hecha y bien contada.
No entiendo tan malas críticas y puntuaciones, cuando no es ni más ni menos que más de lo mismo.
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6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
¿Qué te hace pensar que lo mejor que puedes hacer en un bosque es sentarte sola a esperar, cuando te han dicho que es mejor que no lo hagas y unas horas antes has sentido a un muerto respirar?
En el bosque de Aokigahara, durante la época feudal japonesa, las familias sin recursos solían abandonar a los niños y sobre todo a los ancianos, al pie de la montaña, en lo que se conoce como el ubasute. Las dos películas llamadas La balada de Narayama (una remake de la otra) mostraban este crudo y primitivo aspecto de la Historia de Japón y reflejaban así cómo la moral y el sacrificio del hombre varían según la persona. El bosque de Aokigahara, por otra parte, también ha desarrollado, a lo largo de los siglos, una intrahistoria de espíritus, misticismo y mitología que a día de hoy sigue viva por la cantidad de personas que se adentran en el mismo para suicidarse.

El bosque de los suicidios, la película protagonizada por Natalie Dormer, se adentra en este bosque bajo esta premisa y la convierte en algo rutinario y aburrido, tristemente (por lo que podría haber ofrecido). La cinta no cuenta con la atmósfera adecuada, pero es que ni la busca, desde que empieza. Los guionistas y el director deciden tirar por la calle de en medio desde el principio y pasarse su propia lógica por el forro al final. No sólo por no explorar y explotar el bosque como auténtico protagonista de este drama de terror, sino porque basa la premisa del argumento -y la tozudez y cerrazón de la protagonista- en que Natalie Dormer siente a su gemela y, aunque todo el mundo le informa de que si ha ido a ese bosque y no ha salido de él es porque se ha suicidado, ella sabe que no, que para eso son gemelas. La hermana no es japonesa, por lo que el suicidio no formaría parte de su cultura (y si es que sí, no tiene la costumbre de ir al bosque a hacerlo): ¿por qué ninguna patrulla policial inicia una búsqueda con seriedad? Bueno, lo aceptamos como lógica interna del guion; pero aun así, es de suponer, entonces, que el sentimiento entre gemelos es recíproco y el otro también te siente a ti y sabe si has tenido sexo o si has muerto o no, por ejemplo.

Porque la duda está ahí, claro. Si es verdad que su hermana ha ido al bosque y se ha salido del camino, es porque se quiere suicidar, sino no iría y se quedaría tantos días (volvemos a lo mismo). Es eso o han sido otros los que la han llevado; luego la película te mezcla dos géneros, uno de terror y otro de misterio, y lo triste es que ninguno de los dos funciona. No todo vale para darnos miedo, ni añadir escenas con alguna vieja decrépita con ganas de un abrazo, ni una niña o un cadáver abriendo mucho la boca. Menos vale -esta falta de esfuerzo o interés- si ya antes de adentrarnos en el bosque se aparecen los fantasmas, o si se pretenden provocar algunos sustos sin sentido, ni motivo justificado, ni criterio, como ocurre aquí, en El bosque de los suicidios. Es que es lamentable, la verdad. Lamentable porque uno espera que de una fuente tan enigmática, terrible y oscura como es la leyenda y la realidad que hay detrás de este bosque, se podría haber realizado algo mucho mejor, pero incluso también un poquito mejor (no sería tan difícil).

En fin, cuenta otra leyenda que el equipo de rodaje no grabó las escenas en el bosque Aokigahara porque ellos de verdad tuvieron miedo de entrar en él. Lo malo es que ese miedo nunca traspasó el poder de la pantalla, aunque se pretenda con grandilocuencia, mientras los intérpretes recitan frases con un tono de enorme profundidad para decir cosas tan obvias como que hace frío u oscurece antes en invierno.
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5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Muchos sustos que no asustan
Esta es mi primera critica, así que seré breve. No me ha parecido tan mal como se podría pensar por la nota que tiene...pero si pienso que usando de base ese bosque podian haber creado una película mejor. Lo que menos me ha gustado es el abuso de esa tendencia en el cine de terror actual de buscar el susto fácil a base de subir el volumen a tope y la cara de un fantasma ocupando toda la pantalla, unas veces sin ton ni son y otras lo ves venir tanto rato antes que cuando pasa ya no asusta ni nada. Las decisiones de los protagonistas muchas veces no tienen sentido, vamos que en el mundo real una persona normal no haría las cosas de esa manera. Si es verdad que consigue mantener la duda continuamente sobre las intenciones del acompañante de la protagonista y sobre que ha ocurrido con la hermana. El final es algo sorprendente. Si la ves siendo benevolente con ciertos fallos de guión consigue mantener tu atencion y que la veas con tensión hasta el final. Los dos protagonistas cumplen con su papel. Lo peor: abuso de los sustos fáciles, y que es demasiado comercial. Lo mejor : que te mantiene la duda sobre lo que ha ocurrido y lo que esta pasando hasta el final.
Mi nota , pues que se puede ver...un 6.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El club de las almas cabronas
Qué esperaba me digo, si al entrar en la sala las filas traseras están abarrotadas de adolescentes con gana de pegar gritos y huyo a las primeras buscando tranquilidad...pero se pusieron unas niñas detrás... encima con varias bolsas que no dudaban en acabar, mientras rumían y me silbaban.
La película parte de una idea muy atrayente, al menos para mí! No es que busque mi suicidio pero a veces soy una persona atormentada, maldito poeta. El acompañante distrae mi atención, por qué se parece tanto a Dicaprio?
La historia está bien, peli de sustos, con un final aceptable y con un desarrollo que se deja ver con facilidad. Me ha gustado.
Sigo sin comprender por qué denostar el género de terror, al menos en esta web. Un género que por mucho innoven es sometido a continuo desprestigio.
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9 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Agradable de ver
Leo críticas por los sustos. Vaya, por una vez que los sustos están justificados y tienen relación con el argumento...
Defiendo la película por varias de sus virtudes.
La idea es original, el bosque es una maravilla, la actriz principal le da fuerza a la historia, el desenlace es psicologicamente
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6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Ese final...
Interesante debut de Jason Zada, que se adentra en el escalofriante bosque de “Aokigahara”, un lugar donde la gente de Japón va a suicidarse. Natalie Dormer encabeza el prácticamente desconocido reparto (cabe destacar que ella interpreta dos papeles) y ofrece un buen recital (imprescindible su visionado en V.O), demuestra su potencial como actriz y es, sin duda alguna, el motivo clave para ver la película.
La trama no es novedosa (hermana “buena” busca a hermana “problemática” mientras lo sobrenatural las rodea), tiene como elemento diferente ese bosque de pesadilla, aterrador y por desgracia, real. Una película sobre este lugar tiene muchas papeletas para ser una suculenta propuesta para ver y pasar un mal rato. Nada de eso, es “otra más”. Nunca llega a explotar todo el potencial de su premisa y supone una oportunidad un tanto desaprovechada. Se queda corta, vamos.
Durante la primera e intrigante media hora, el filme te intriga a más no poder, queriendo saber más y más. Una vez nuestra protagonista se adentra en el oscuro bosque, la película empieza a dar bandazos sin encontrar el rumbo adecuado; pocos sustos, tensión que va y viene (aunque bien manejada y mantenida) y un acto final precipitado, un tanto desconcertante y poco satisfactorio.
Una vez empiezan los créditos finales, tienes la sensación de que han estado dando vueltas como condenados a tu cabeza para evitar ofrecer una conclusión gratificante.

En definitiva: No aburre, pega algún sustillo y Natalie Dormer es agradable de ver.

LO MEJOR:
-La trama, interesantísima y acojonante
-Dormer, sabe actuar

LO PEOR:
-El conjunto daba para más
-El final deja bastante que desear

VALORACIÓN: 6/10
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5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
No aporta nada al género pero se pasa un rato entretenido con algo de thriller psicológico y Taylor Kinney, claro.
Cuando empieza la película pues ves que tiene buena pinta, cuando lleva veinte minutos aparece, que no lo sabía, Taylor Kinney —«Crónicas vampíricas», «Chicago fire»— y ya piensas; pues aunque sea una bazofia el solo hecho de verlo ya me la va a hacer llevadera y cuando termina la película te da la sensación de que aunque no aporte nada nuevo al género has pasado un rato entretenido.

Creo que uno de los aciertos fue el hecho de que el terror es más bien psicológico, no del tipo de películas asiáticas, sino más como los thrillers psicológicos en los que no sabes lo que está pasando hasta el final y te crea una cierta paranoia —agent, por poner un referente al anime japonés—. Otro de los aciertos es que no hay relleno en absoluto, dura hora y media y no pasa absolutamente nada más ni menos de lo que tiene que pasar. No se pierde en subtramas.

Para terminar y como dato anecdótico decir que me esperaba una película llena de referentes japoneses pero los referentes que aparecen son a los fantasmas, a cómo los llaman allí, a algunas escenas de Tokio, incluida la Tokio Tower, y al idioma japonés. Y además, me esperaba también que Taylor se quitara la camiseta, cosa que no pasa, así que creo que la peli se toma algo en serio no usando de reclamo a los actores.
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Bodrio supremo
En Japón, los familiares de los suicidas tienen que correr con los gastos económicos que pueda provocar el suicida, sean del tipo que sean, por ejemplo si alguien decide arrojarse a las vías del tren, la familia tendrá que acarrear con el coste de los retrasos en el trayecto a todos los pasajeros del mismo e indemnizar a la compañía ferroviaria por todos los inconvenientes que pueda causar.
En el bosque suicidarse es gratis y no conlleva ningún gasto.
De la película mejor no destriparla por si alguien quiere verla, lo único bueno es que es más corta que Ben-Hur, aunque se hace más larga que esta.
El bosque parece real, y la historia tiene un final.
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
¿Qué pasó aquí?
Al terminar esta película quedé con la amarga sensación de haber perdido mi tiempo, por lo que en un esfuerzo por rebelarme contra aquello, he decidido escribir un comentario. Desde ya manifiesto que no me gustó en lo más mínimo. Creo que los problemas de la cinta son evidentes en su visionado, ya que pareciera haber sido rodada con el guión a medio acabar, sin repensar las ideas que se querían desarrollar y mucho menos la profundidad de los personajes. Y no, no esperaba una obra maestra, pero aquellos componentes son mínimos para que una historia tenga consistencia, sentido y coherencia interna. En fin, una nueva mancha para el cine de terror.

Para quienes no lo sepan, el bosque de Aokigahara es un místico lugar ubicado en las cercanías del Monte Fuji, en Japón, que debido a su histórico historial de muertes (muchos suicidios desde mediados del siglo XX), ha sido asociado, desde antaño, con una serie de mitos, leyendas y creencias sobrenaturales de la cultura nipona. Pese a ello o gracias a ello, la zona goza de una alta concurrencia turística. Ahora bien, olviden todo lo interesante que puede resultar este sitio para una película de terror, ya que su participación en la cinta que nos convoca es meramente anecdótico, curioso. Probablemente, si se hubiera cambiado la locación principal su impacto habría sido mínimo en el argumento.

Algo que me llamó poderosamente la atención es que en el guión trabajaron cuatro personas (Nick Antosca, Sarah Cornwell, David S. Goyer y Ben Ketai). ¿En serio? ¿Cuatro personas para escribir una floja historia sobre gemelas que enfrentan un "peligro sobrenatural"? Fatal. El problema es que el relato es tan inconsistente, que el reciente dato mencionado no es creíble. Los personajes son demasiado planos, en especial los secundarios, que no aportan nada en la película, sino confusión acerca de varias situaciones que plantean problemas sin resolverse. Quien no me crea puede intentar relacionar a Aiden (Taylor Kinney), en el modo en que lo hace la cinta, con la hermana desaparecida. Incluso, el propio pasado y trauma de la protagonista y su hermana es descuidado en unos insuficientes flashbacks. Simplemente no hay explicaciones que contextualicen las decisiones que vemos en pantalla, entonces ¿cómo se puede empatizar?

Lamentablemente, ni siquiera Natalie Dormer se salva, quien adopta una expresión de indiferencia durante todo el metraje. Tal pareciera que su interés en la película era el mínimo. En mi memoria quedó aquella escena donde mira su mano llena de gusanos como si fuera algo cotidiano y sin importacia. Tal vez la culpa haya sido de su personaje, no obstante, aquello me distrajo de la trama en muchas ocasiones.

Otro inconveniente fueron las innecesarias escenas que buscaban, desesperadamente, asustar al espectador. Me refiero a los sueños, a la fantasma-escolar en la cueva y a todos esos gratuitos sustos de brinco. Para pesar de la película, ninguno de estos momentos tenía sentido, coherencia o relación con la historia en cuestión, sino que eran forzados para justificar la clasificación en el género de terror.

Mención aparte para el final, toda una oda de la incomprensión. Y no es que no lo haya entendido, pero es tan inverosímil como absurdo. Tal vez lo único que pude rescatar fue el comienzo, que parecía prometer algo decente, pero que se convirtió en una ilusión rota en menos de veinte minutos. Para finalizar, debo decir que disfruto mucho de las malas películas, tengo una curiosa debilidad por el cine cutre, pero ésta en particular carece tanto de carisma, que se me hizo imposible simpatizar con ella. Lo siento.

Para destacar: mmm...
Para olvidar: ¿No es evidente?

benevolocine.blogspot.cl
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Para aficionados al terror que tengan buena visión nocturna
Película que representa todo lo que no me gusta del cine de terror japonés: excesiva dependencia de la trama con elementos culturales propios del país no suficientemente explicados y un concepto absolutamente determinista de los fenómenos paranormales que condenan irremediablemente al sujeto una vez que los ha desencadenado consciente o inconscientemente. Y todo ello agravado por el hecho de estar producida con dinero norteamericano e interpretada por actores occidentales tan perdidos o más que yo en una historia que les resulta absolutamente ajena y a la que su director, también americano, tampoco termina de coger el punto.

¿Hay fantasmas en el bosque? ¿Energía negativa acumulada? ¿Animales salvajes asesinos? ¿Juegos mentales provocados por sugestión ambiental? Si es por lo que se nos cuenta en pantalla, resulta imposible saberlo. La dirección no sabe resolver el problema de hacer que una historia resulte comprensible si tiene lugar en escenarios poco iluminados y nos trae locos intentando vislumbrar si allí hay una chica, un payaso, un conejo o un pedrusco. La trama resulta únicamente atractiva cuando los escasos actores interactúan en modo expositivo y plantean un inquietante escenario bastante sugerente que daría mucho juego en un programa de Cuarto Milenio. Todo bastante incomprensible, pero da repelús que es de lo que se trata. Aparte, “El bosque de los suicidios” ofrece la esperada ración de sustos y sobresaltos para los que disfruten de que le amarguen la tarde.

Ingredientes aceptables para una receta que no termina de estar bien ejecutada. Ganaría puntos si la programasen antes de una tertulia de Iker Jiménez.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
EL BOSQUE DE LOS SUICIDIOS
De entrada me esperaba poco o nada de este film, al leer la cantidad de criticas que la favorecen muy poco, pero tengo que admitir que me encanto me pareció un buen film, mejor de lo que podía esperar, aquí no encontramos con Sara una joven americana, que viaja a Japón para buscar a su hermana gemela de nombre Jessica, quien trabaja como maestra de una escuela, pero Jessica, (también llamada Jess en el film) esta perdida y la ultima vez que fue vista fue entrando al bosque Aokigahara, donde cuenta la leyenda que el que entra al bosque Aokigahara no sale con vida, es decir cuerpo que entra con alma sale sin ella, y gracias al suicidio, pero Sara como buena hermana que es, aun tiene la esperanza de encontrar a Jessica con vida, pero cuenta con un problema no encuentra a nadie que la acompañe a adentrarse al bosque Aokigahara, hasta que hace amistad con un periodista y un guía que se animan a llevarla al bosque Aokigahara, pero lo que no sabe la buena de Sara es que el bosque tiene su propia vida, se aprovecha de los débiles, utiliza sus miedos, sus traumas y urja en el alma de los seres humanos, y toma lo mas oscuro de ella y las utiliza contra la misma persona, así que Sara tendrá que luchar con sus traumas para mantenerse con vida, y sobre todo luchar con un recuerdo tormentoso que comparte con su hermana, y diferenciar muy bien la realidad de la ficción.
El director Jason Zada se va por lo seguro, utiliza los planos abiertos del bosque, la oscuridad, los sustos desprevenidos etc, y hay que entenderlo es su primer largometraje y no se le puede criticar severamente, que sí tomo prestado varios elementos del cine del terror Asiático, si es verdad, pero también es cierto que la leyenda del bosque de los suicidios, es una leyenda japonesa, que data de unos cuantos siglos atrás, así que es valido desde mi punto de vista que el director Jason Zada tomara algo mas que prestado que la leyenda Asiática del bosque de los suicidios,de la actriz Natalie Dormer cumple con su rol de interpretar a las hermanas gemelas Sara y Jessica, tal vez se esperaba que esta película la taquilla Americana le sonriera un poco mas, ya que para nadie es un secreto que mas de un canal especializado en genero de terror en youtube, contiene vídeo del bosque Aokigahara, lo que le daba una publicidad extra, pero no fue así, recaudo algo mas de 25 millones de dolares, y esta bien si la comparamos con otras películas actuales del genero como The withc (La bruja) que recaudo algo parecido, ya para terminar El bosque siniestro no deja de ser una película redonda, consistente y entretenida en muchos aspectos, que tiene sus carencia, si también es cierto, pero es un film para disfrutarlo plenamente.
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6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Aokigahara, el lugar más enigmático del planeta.
No entiendo esas críticas tan negativas. Vale, la película no es una obra maestra ni asusta demasiado. Pero es entretenida, tiene sustos que funciona bien y una historia que sirve de hilo. Tiene varios giros de guión bastante bien jugados, y que sorprenden, a pesar de que al principio la película arranque regular, pensando que va a ser la típica película barata. A los que se quejan de que no se hace honor al bosque... Hablan muchísimo de la historia del bosque, incluso cosas que se pueden ver en documentales como lo de las cintas o tiendas de campaña. La película está rodada en el mismísimo bosque, así que no entiendo esas quejas. Quizás "The Forest" no es de lo mejorcito que hay actualmente en cuanto a terror se refiere, pero de ahí a llamarla mala hay un paso... Si quieres pasar un buen rato, y pegarte algunos sustos con una historia más o menos buena, esta es tu película. Sino vete a ver una de Iñarritu, que al parecer triunfa más.
P.D: Lo que si que me decepcionó bastante es que muchas de las escenas que se muestran en el trailer no aparecen en el metraje final.
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5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
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