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235 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
10
EL MEJOR PAPEL DE HOPKINS
El magnífico actor Anthony Hopkins siempre tendrá mucho que agradecerle a esta película, pues sin duda gracias a ella, se ha ganado la inmortalidad en la historia del cine.
Y es que "El silencio de los corderos", que ya de por si es una gran obra, siempre será recordada por la magistral interpretación de su actor masculino protagonista.
Pero hay mucho más en esta trama, la cual es una maravillosa adaptación del famoso libro de Thomas Harris. Jodie Foster tampoco se queda atrás en sus registros interpretativos y esa colosal contienda entre ambos personajes, es lo que hace principalmente elevar tanto las cotas de este trabajo de Jonathan Demme.
En "El silencio de los corderos" se pueden encontrar grandes dosis de intriga, de suspense, de misterio y por encima de cualquier cosa, unos diálogos geniales y una historia perfectamente llevada desde su principio hasta su fin.
Si además el final no desmerece en absoluto, pues nos encontramos ante una grandísima película en todos los sentidos, ante la cual, lo mejor que se puede hacer es disfrutar.
Para mí forma parte ya de la historia del cine, con escenas y pasajes inolvidables, así que si piensan como yo, no duden en tenerla entre sus favoritas y recomendarla.
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151 de 170 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
El silencio de Clarice Starling
¿Hay algo que se pueda añadir a uno de los mejores thrillers de los noventa?
¿Se puede mejorar algo el magnífico guión de Ted Tally?

La justa recompensa y también sorpresa en la ceremonia de los oscars la catapultaron a formar parte de la historia del cine, pero también a convertirse en un producto de consumo. A formar parte de la habitual parrilla televisiva. A estar colocada en un videoclub junto con "Gladiator" o "Braveheart". A desprenderla de esa etiqueta de "cult movie" que tendría si los pronósticos se hubiesen cumplido.

¿Pero hay alguien que no la haya visto todavía?

Simplemente Jonatham Demme y Ted Tally desde sus títulos de crédito nos adelantan lo que vamos a ver: una mujer brillantísima que consigue todo a base de sacrificio, arrojo y esfuerzo. La soledad que le rodea y que le hace sentirse "diminuta" en un mundo de hombres. La ropa que luce en todo el filme, dos tallas más grande, así lo demuestra.

Lista como un demonio. Capaz de mimetizarse y lidiar con su jefe a modo de trepa, con un baboso con mucha pluma que intenta ligársela (no conozco a nadie que le caiga bien) y sobre todo con el asesino más sádico y caballero de la historia en un quid pro quo que ha creado escuela.
Sale por la puerta grande.
¡Con las dos orejas y el rabo!

Porque Clarise guarda un as en la manga. Un golpe de efecto que da título al filme y posiblemente la razón por la que una mujer tan fría y sádica como ella no se convirtió en lo que hay al otro lado del cristal o encerrado un sarcófago. La elección de los tres personajes principales: Clarice Starling, Hanibal Lecter y Buffalo Bill. Los tres con ojos azules, no es una mera coincidencia.

Cuentan que mucha gente abandonó la sala de cine en EEUU en la secuencia de la autopsia. Que fue uno de los filmes estrenados en salas comerciales más provocadores en su momento. Que ningún "final cut" o censor a golpe de tijeras evitó que la versión inicial no prevaleciese.

Por otro lado el tiempo pasa factura. Y en estos momentos resulta para nada repulsiva y mucho menos provocadora. Su estética ochentera tampoco ayuda mucho.
De ahí tal vez que no me parezca un filme con sabor a clásico. Con suficiente fuerza para perdurar dentro de cincuenta años. De conseguir las mismas y controvertidas emociones desde su estreno.

"El silencio de los corderos" se convirtió en todo un referente para numerosos filmes que intentaron repetir la fórmula sin asomarse de lejos al mismo resultado. Pero aunque en mi opinión envejezca mal, queda el esqueleto de un guión brillantísimo resuelto con elegancia por Demme y con dos pedazos de actores dispuestos a “comerse” el mundo.
Y los cuatro acertaron el 30 de marzo de 1992.
La favorita de ese año, "J.F.K.: caso abierto", pagó los platos rotos y fue devorada vivita y coleando. Como le gusta a Lecter.
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212 de 301 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
"Quid pro quo Clarice, tu me dices yo te digo"
Cuando pienso en el "Silencio de los corderos", aparte de que es un film de culto y posiblemente el thriller más relevante y popular de los noventa que triunfo por sorpresa contra todo pronóstico, lo primero que me viene a la cabeza es la escena del manicomio en que Miggs, el vecino chalado de Lecter, riega a la agente Starling con cierta substancia de elaboración propia.

Que barbaridad, como cambian los tiempos, lo que por aquel entonces a los que eramos niños nos parecía una escena de lo más fuerte hoy suena a tontería comparado con lo que se escucha por la tele (razón por la que me alegro de haber sido niño por aquel entonces y no ahora) y probablemente ahora lo sea... pero que placer malvado constituía en aquel entonces ojear esta cinta para contemplar la susodicha escena... ¿a que si?

Guarrerías a parte, si bien "El silencio de los corderos" no constituyó en si la primera aparición del asesino en serie más culto (y de culto) y refinado de la historia, pues el personaje del Dr. Lecter ya aparecía en la anterior y desapercibida "The hunter", Anthony Hopkins, en el que sin lugar a dudas es el papel de su vida, le supo dar un aire tan refinadamente macabro y perturbador y hacerse el personaje tan suyo que es difícil hoy imaginar al doctor sin que acuda el rostro de Hopkins a la mente, lo que probablemente además constituya uno de los oscars más justos jamás concedidos.

Una historia buena y pegadiza, con múltiples ramificaciones, en la que no solo salen a la luz los demonios personales de los psicópatas, sino también los de los propios héroes, y otro chalado de lujo como "Buffalo Bill" junto a una agente intimidada por vivir en un mundo de hombres conforman el panorama de este auténtico clásico moderno, cuyo paso a la posteridad lamentablemente se vió (y vete a saber si verá) enturbiado por diferentes subproductos en forma de secuelas de desigual calidad.

"Me... follaría... me follaría a mi mismo... hasta el fondo"
"Fefefefefefefefe" (Que bueno era ese sonido de Lecter)
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81 de 110 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
el thriller de la historia del cine
Es una de mis películas favoritas y aunque la he visto innumerables veces, me sigue pareciendo extraordinaria. Jonatan Demme acabó con todas sus neuronas para realizar un filme que reinstaló el thriller policial como género después de haber permanecido aletargado en los ochentas. Mas allá de las soberbias actuaciones de Jodie Foster y Anthony Hopkins (un ícono para la posteridad), la película se sostiene en un argumento inteligente y realmente duro para los estándares de entonces. Los "serial killers" estaban confinados a filmes gore de bajo presupuesto, pero aquí Demme ubica a sus Hannibal Lecter y Buffalo Bill como verdaderos "star systems" capaces de sostener una historia a pesar de lo horripilantes que sean sus fechorías. El choque veladamente sexual entre la virginal y novel agente del FBI Clarise Sterling y el oscuro Dr. Lecter es una de las subtramas que enriquecen la historia de por sí sórdida del destazador Buffalo Bill, a su vez de la admiración (deseo sexual?) de Sterling por su jefe Jack Crawford (Scott Glenn). Sin embargo, es Hopkins quien sin duda hace creíble todo con su performance del terrible Dr. Lecter, componiendo un personaje detestable y a la vez atrayente por su misma malignidad. Hay muchos mensajes subliminales en la película, pero es dificil encontrarle peros porque desde el comienzo te atrapa y no te suelta hasta su electrizante final. Escenas notables las de la fuga de Lecter y el enfrentamiento de Clarise con Buffalo Bill en el cuarto oscuro (de primera) hacen de esta película una verdadera joya de los noventas. Olvídense de la catarata de óscares que ganó, porque es un filme imprescindible para cualquier aficionado al cine que se respete.
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60 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Un villano de altura
Es un legado para los amantes del cine, el brillante villano que nos regala Anthony Hopkins.
Un villano peligroso que es altamente mortífero, macabro, psicológico y misterioso.
Rey en la galeria de los villanos de la historia del cine. Y es que este tipo de engendros siempre nos han fascinado… tienen el magnetismo de un depredador siempre al acechó, cierta magia, cierta sensualidad que atrapa a la victima sin remedio.
Mi mente no entiende el “modus operandi” de un asesino como Haníbal Lecter.
Solo otra mente enfermiza como la de él, lo entiende. Por eso siempre habrá quien cace a la bestia. En este caso la agente Starling se pude vestir de heroína, pero solo es otro espécimen tan raro como el mismo Dr. Haníbal Lecter.
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40 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
UN SOLO DETALLE HACE QUE NO SEA PERFECTA.
Tanto que se habla de maravillosas películas (que no pasan de ser mediocres), acá señoras y señores si tuviese sombrero me lo sacaría, porque estamos ante una obra casi maestra, que mereció todos los premios que se le otorgaron. Es la combinación perfecta de suspenso, acción, horror, actuaciones magistrales, una dirección perfecta y película comercial del mayor nivel. Creo que casi todo el mundo la vió porque era la de visión obligada cuando la estrenaron. Asesino serial de jovencitas robustas, una bella policía que comienza a investigar el caso, homosexualidad, juegos de seducción y en medio de todos, el villano más amado y querible por su elegancia y misterio, que se llama Dr. Lecter. El detalle por el cuál no logra un 10 lo voy a comentar en el spoiler, pero es sólo una tontería que no empaña a una de las mayores películas de la histotia del cine.
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48 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
"Quid pro quo, Clarice." (Hanibal desde el silencio)
Lo que, en manos de cualquiera, habría sido otro thriller truculento sobre un psychokiller, aquí obró el milagro y se convirtió en todo un referente del género y, por demás, en un clásico. ¿Los culpables? Una espléndida Jodie Foster interpretando a una frágil, pero a la vez poseedora de una hermética y extraña fortaleza, Clarice Starling, un Jonathan Demme en plena forma y, sobre todo, un actor, un personaje, un rostro, una voz y una mirada que han calado en el imaginario colectivo como pocas veces en la historia del Séptimo Arte. Hablo, claro, de Anthony Hopkins y su Hanibal Lecter, toda una magistral (y terrorífica) recreación que provoca fascinación, amor, odio, repulsión, admiración y miedo, mucho miedo, todo ello junto aunque pueda parecer una locura. Pues su Hanibal "el caníbal" (impagable rima) nace de la propia locura, se introduce en tu mente (como hace con Clarice) y te seduce con sus palabras, cuando en realidad te está aterrorizando con los miedos más oscuros y profundos y que él conoce tan bien. Hopkins se convierte, como por arte de magia, en todo un hito del cine con la figura del psicópata más inquietante, inteligente, elegante y turbador que se haya visto jamás, un virtuoso de la palabra y del horror con un gusto exquisito (aunque, bien mirado, según de lo que estemos hablando...).

Por supuesto, no sería la gran película que es sin su afilado guión, lleno de suspense, sin su sobria dirección y sin esa atmósfera opresora que la envuelve a cada instante. No resultaría tan notable, también, de no ser por su seco y elegante uso de la violencia (nunca gratuita), por su estupenda narración y por esos brillantes diálogos que están presentes en las demoledoras sesiones entre dos personas a merced de una especie de relación psicólogo-paciente, aunque ésta es mucho más íntima y abrupta, siendo imposible discernir realmente quién interpreta qué papel.

Así se desarrolla la película, a través de tétricos pasadizos repletos de oscuros recovecos y horribles sorpresas. Y el resultado es el siguiente: un peliculón que llegó a ser (y es) uno de los mejores thrillers de los 90. De los 90, y de siempre.



"¿Han parado ya de chillar los corderos, Clarice?".



Puntuación: ****/5



PD: desde luego, Hanibal está hecho todo un sibartia y, sin embargo, invitarle a casa a cenar sería un auténtico ahorro económico, ¿no creen?
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29 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Un triángulo criminal
Sin duda, junto con Psicosis o El Coleccionista el recorrido más claustrofóbico y apasionante de la mente enferma de un psicópata. Con "El silencio de los corderos" se abrió paso a una fórmula que utilizarían todos los thrillers hasta ahora pero que todavía no ha sido superada.
Lo brillante de la historia no sólo es un guión fantástico que alterna el más puro terror (las escenas de Buffalo Bill, claramente inspirado en el asesino real Ed Gein) con momentos pura tensión emocional (los diálogos entre Hannibal y Clarice). Además, establece una especie de triángulo criminal entre los tres protagonistas, inevitablemente unidos por una historia altamente inquietante.
Sin duda, una de las películas más emblemáticas de los noventa.
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25 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La debilidad es el mayor miedo
Increíblemente un director (Demme) y un guionista (Tally) que no me gustan hicieron un enorme y gran trabajo para crear uno de los mejores thrillers policiales de la historia del cine, y que además está muy aderezado con toques magistrales de terror. Haciendo un poco de memoria Tally es guionista de basuras como "La jurado" (Brian Gibson, 1996). Y Demme pese a ser más conocido reconozco que no soy fanática de sus trabajos ("Philadeplphia", 1993; o "El casamiento de Rachel", 2008).

Centrándonos en el guión digamos que funciona gracias a que brinda los detalles justos en el momento indicado, regalando pistas de a poco y ayudado por el buen montaje, del que hablaremos luego. Además tiene diálogos geniales, sobre todo los que comparten Foster y Hopkins.

Un truco muy bien jugado tanto por Tally como por Demme es la debilidad del personaje de Foster. Siempre genera inseguridad y miedo ver la desventaja en la que se encuentra la Foster, muy bien remarcado en escenas como la del ascensor donde hay varios hombres altos y entra Foster con 1 metro 60; o la escena en el velatorio donde el Jefe le dice a uno de los alguaciles que no quiere mostrar determinadas cosas delante de una mujer. Si bien estas escenas pueden tener en un principio otro significado, subliminalmente nos están invadiendo de dudas y miedos sobre las posibilidades de Foster al enfrentarse a Hopkins o a Levine.

Las actuaciones son uno de los grandes pilares del film. Yo destaco la escena donde Foster actúa "a lo oscuro" mientras Levine la mira por los prismáticos infrarrojos. Hopkins, por su parte, tiene la oportunidad de interpretar a uno de los villanos más significativos del séptimo arte y lo deja a la altura de Norman Bates ("Psicosis", Alfred Hitchcock, 1960) o de Jack Torrance (El resplandor, Stanley Kubrick, 1980). Y aunque el rol de Brooke Smith sea menor creo que tiene méritos sobre todo por la escena donde canta el temazo "American girl" de Tom Petty.

Como dije antes el montaje es un gran cómplice, no sólo porque alterna muy bien las circunstancias intercalando escenas de Bill con las de Lecter, sino porque además tiene grandes momentos como la escena donde van a ingresar a la casa de Levine, ese paralelismo está logradísimo y genera un suspenso insuperable.

Para terminar contaré que mi escena favorita, y eso que hay muchas para elegir, es la secuencia en la nueva prisión (la aclaro en SPÓILER).

Lo mejor: el reparto, sobre todo Foster, claro está que por más que lo intentó Moore no le rozó ni los talones en la secuela.
Lo peor: hay poco para criticar negativamente, pero sin lugar a dudas lo "menos" creíble es que Foster sepa más que el resto de la policía junta.
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19 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Algunas sutilezas
Una crítica superficial diría en primer lugar que se trata de una película "comercial", pero identificar lo "comercial" con lo "malo" es uno de esos clichés de los que se alimenta la crítica "culta" para desprestigiar determinadas creaciones. Así dirían que el filme se basa exclusivamente en el efectismo "psicótico" que hace que las escenas macabras, escabrosas, necrofílicas o caníbales estén dirigidas al "espectador - hembra" que las capta, las digiere, y luego las vomita a amigos o conocidos, contribuyendo con ello al éxito sistemático del "producto". Otra crítica nos podría hablar de la inverosimilitud del guión. A mí me da la impresión que quien dice esto ignora que el arte es una pura "convención" y que su objetivo primordial es estimular la imaginación y la fantasía, y no dar fe notarial de los hechos de la vida corriente. En este sentido, el protagonista, que no es otro sino Hannibal Lecter, es tan verosímil como pueda serlo Jack el Destripador o Treblinka.
Otra sutileza: ¿por qué no considerar al protagonista como una imagen, un símbolo tal vez un "iluminado"? Al fin y al cabo, han existido pueblos caníbales. ¿Por qué no podría proceder el "horror" del error de considerar a nuestra cultura como el "patrón indiscutible" de cualquier cultura? En ese sentido, el personaje es perfectamente lúcido y verosímil: la lucidez del individuo que se enfrenta al entramado social con una única arma, su "psicosis". Y naturalmente, como en la trama se trata de atrapar a un psicótico, nada mejor que recurrir a otro psicótico. La relación Clarice - Hannibal va también un poco más lejos de la simple evidencia, de nuevo recurrimos al símbolo. Precedentes los hay: King Kong, La bella y la bestia, las dos caras del Dr. Jeckill etc etc. Tal relación, profusamente ilustrada en toda la historia del Arte Narrativo, incluso de todas las Artes, tal vez no tenga otra justificación más que la de enfrentar al Bien y al Mal para ver las dos caras de una misma moneda. Otra conclusión: la fascinación mutua entre Clarice y Hannibal no puede perderse de vista, porque a la postre es la fascinación que sufre el espectador.
Y por último, ¿no podemos ver al protagonista como símbolo asimismo de la "libertad", la libertad sin condiciones, lo que también provoca fascinación y miedo al miedo al mismo tiempo?
¿Acaso no es Hannibal Lecter uno de los personajes más carismáticos del cine de todos los tiempos precisamente por escenificar al hombre libre, auténticamente libre, sin presión social alguna? Claro está que esta libertad es simbólica, utópica, de ahí que esté preso, amordazado, y en ese sentido preciso, el absoluto "control" que ejerce la policía y las instituciones manicomiales no son más que el reverso de la absoluta libertad a la que aspira. Ultima conclusión: ver más allá de la subtrama secundaria es absolutamente necesario para valorar este filme. Y el final abierto no deja de ser otro símbolo inquietante.
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21 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Metamorfosis
Conozco la película desde niña. Y siempre que la recuerdo, me viene a la mente la escena donde Clarice confiesa la razón de su huida del rancho de su tío (los corderos). Recuerdo su mirada cristalina y temblorosa, su rostro tenso y su ceño fruncido, mientras cuenta su pequeño gran trauma, envuelta en penumbra opresiva. A un psicópata, nada más y nada menos. Sincerarse, contar lo que jamás te habías atrevido a contar a nadie... ¡con un psicópata a quien estás interrogando! La conexión que se establece entre ambos es tan intensa, que llegas a sufrirla, a anhelarla. Y el clímax de dicha tensión, para mí, se produce en el momento en que, al entregarle los folios, le roza delicadamente la mano con un dedo (y, por supuesto, Clarice no siente rechazo... más bien todo lo contrario). Magistral, bellísimo.

¿Qué siente Hannibal por ella? Hay muchas conjeturas, y por lo que he leído, en "Hannibal" (una de sus secuelas) se deja claro ese tema. Pero yo, sin verla, sino basándome únicamente en lo que he visto en "El silencio de los corderos", presupongo que ha visto en ella un diamante en bruto, y decidió utilizar sus elevadas capacidades para hacer el Bien (¿una vez más?); es decir, transformarla, convertirla en una mariposa hermosa, y así regalar algo bueno al mundo. Se convierte en su obsesión, en un proyecto. Por eso no la mata. No quieres matar lo que tanto quieres, lo que has creado.

Y ella metamorfosea. Se convierte en una resplandeciente mariposa. Lo consigue, y Hannibal le dio la llave para ello: le permitió enfrentarse a sus propios fantasmas y madurar, salir adelante, en definitiva, acallar los gritos de los corderos en su mente. Desde luego, seguro fue un buen psiquiatra antes de meterse a devorar gente.

Pobre Buffalo Bill. Cuando cayó fulminado por el arma de Clarise, sentí congoja. Una infancia terrible, unos imperiosos deseos de cambiar, de salir de sí mismo y ser otro... como la crisálida a la que tanto mima. Despellejar y ponerse la piel de otro para así saciar sus más viscerales impulsos. Nada más que un animal trastornado, infeliz. El Thánatos autodestructivo. Y al final lo consiguió: acabaron con él, acabaron con su miseria y sus penurias. Sentí congoja, pero al mismo tiempo alivio. Ya no tendrá que padecer más la existencia, el permanente estado de crisálida, la frustración de no poder superarlo y estar por fin a gusto consigo mismo, ser normal.

En fin, una película grandiosa, puro thriller psicológico de calidad.
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13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
El aceptar de los borregos.
Meter caña a una de las películas más idolatradas por parte del rebaño cinematográfico que el becerro de oro por los israelitas, es no sólo un placer, sino una obligación.

Afirmo que se trata de un thriller para personas de bajo nivel cultural, y que si tiene algún mérito es recuperar el cine para la masa después del bajón de los ochenta, donde el vídeo club iba ganando a la gran pantalla y Demme consigue equilibrar de nuevo el asunto, eso sí, lo hace como no podía ser de otra forma, con sangre, violencia, y efectismo.


Lo de los premios Oscar influyó y mucho. Yo también recuerdo como dice otro compañero la sala semivacía y como meses después la gente se agolpaba para entrar al cine a verla. Pero dentro de un año muy flojo -desde luego que ese año no fue muy bueno para la historia del cine- películas como “J.F.K.” es cien veces mejor que esta, incluso sin apurarme mucho prefiero el remake de “El cabo del miedo”.

En cuanto a la historia en sí, me llamó siempre la atención las conversaciones de patio de colegio entre las dos “supermentes” protagonistas, desconozco lo que pensará algún psiquiatra al respecto, pero me imagino que se echará unas risas a costa del Demme y los suyos.

Además la narración no se sustenta. Vamos a ver señores, los alumnos del FBI no son agentes de la autoridad y no llevan placa sino una identificación sin placa. Los alumnos del FBI no van por ahí de solanas ni están asignados a casos en concretos. La niñata alumna del F. B.I. no puede ir con pistola, no les dejan, les cuenten lo que les cuenten, ni siquiera tirándose al jefe, y esta mosquita muerta en principio no lo hacía -si hubiese sido jefa aún-.

Pero eso es lo de menos, lo importante es que es un thriller tramposo, cada vez que hay que explicar algo Demme prefiere la elipsis para evadirse de la lógica y que por tanto Hannibal se escape como quien se evade de una camisa de fuerza al estilo Houdini o David Copperfield.

Por no hablar de que no tienen ni idea de como se trasladan los presos peligrosos en los Estados Unidos. Una estupidez como “Con Air”, está mucho más acertada. Pero repito que lo que busca es efectismo.

Es más, ¿Por qué esa forma de rodar final, con una vergonzosa cámara lenta, buscando qué? ¿Y por qué al transexual, para que no parezca la película homofóbica se le pinta de nazi, tiene idea Demme el sentido de las esvásticas o las utiliza como quien escribe en la tapias Puxa Asturies?

Y la interpretación de Hopkins, excesiva. Pero la gente es así, el cine es hijo del teatro y el público quiere dramaturgia. Jodie Foster, bastante tiene con poner en su curriculum que es la mar de lista. De momento eso no parece claro, visto que su novia-productora tiene su mayor éxito con “Mr Bean”.

Para yuppies americanos que lean best-seller de Los Ángeles a Nueva York puede estar bien, desde luego no para cualquiera que viese por ejemplo una estupenda serie como “La huella del crimen” made in Spain.
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62 de 112 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Un amigo de Clarice.
Tal vez ahora, que se me ha borrado la crítica que he hecho antes (por el morro) ésta la escriba mejor.
Comentaba que la película fue estupenda en su momento, como lo es ahora, y que la primera vez que la ví fue el fin de semana de su estreno en Madrid, que estaba en primera fila y que además, tuve una bronca con mi novio de entonces, volaron las palomitas y me pasé la película con granitos de maíz clavándoseme en el culo. Como vds comprenderán no pude disfrutarla y, mucho menos aún, entenderla, así que una semana después, yo sólo y en la sesión del Lunes a las 16:00H, la volví a ver.
Entonces si que ví todo (o casi) de lo que hay que ver en esta cinta, que es mucho. Escuché atentamente la música de Howard Shore, miré fijamente a los ojos de Clarice y Hannibal, como ellos lo hacían en los míos. Me dejé llevar por la magia de un montaje que hasta la fecha no había sido aceptado como tal, simplemente porque aún no existía, y me agarré fuetemente a la butaca porque "Buffalo-Bill" parecía estar a mi lado rozándome con sus sucias manos, para sentir el tacto de mi piel y hacerse después, un traje con ella. Con esto quiero decir que sentí miedo, y que al mismo tiempo, disfruté en la (casi) soledad de la sala porque la película que estaba viendo parecía real. Y eso, hablando de cine, son palabras mayores.
Por todo eso la veo, la veo, la veo..., y no me canso de hacerlo, porque a pesar del tiempo, la película sigue ahí, inamovible. Enseñándonos que en el buen cine hay muchos más secretos de los que en un principio, parece.
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14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
El inconsciente
Estoy de acuerdo: Anthony Hopkins es un actor perfecto. Es un imán para el personaje (no el mejor de su carrera, imposible) y, por inercia, para el propio espectador, que no puede más que aplaudirle y admirarle como verdadero gentleman de la interpretación. Porque él es así: sigue estando elegante aún encerrado en una celda y con camisa de fuerza. Eso sí que es terrible.

Foster no está mal, pero parece mimetizarse tanto con su personaje que al final pasa completamente desapercibida. También quiero destacar a Scott Glenn, que ha mejorado muchísimo con la edad, y que encima nos brinda el personaje (para mi gusto) más atractivo de la película, de gran humanidad, entereza, brillantez y con cierto magnetismo nunca detallado que atrapa inconscientemente a la joven Clarice, incluso más que el propio Lecter.

¿Y qué es Hannibal Lecter? Personalmente creo (y la película parece confirmarlo) que hay una intención clara de identificar al personaje con ciertos elementos del vampirismo. El doctor Lecter aparece envuelto en sombras, siempre despierto, combinando una gran inteligencia y una gran fuerza, junto con una penetración psicológica y un poder casi hipnótico que raya lo sobrenatural; su primera aparición, de pie y rígido en medio de la celda, es extrañísima. Además, el culmen de todo es su gusto por la carne humana, una forma extrema de vampirismo, en el que llega a morder a la víctima y se llena toda la boca de sangre, cual clásico vampiro. Estoy convencida de que gran parte de la fascinación que en muchos despierta el personaje se debe a estos elementos que a nivel inconsciente llegan al espectador. A mí su maldad me supera y solo deseo que se pudra en una cárcel.

Por lo demás, un thriller entretenido pero que verdaderamente no tiene una investigación sobresaliente, entre otras cosas porque es Hannibal Lecter quien posee todas las claves. Tampoco el trauma de Clarice me parece un conflicto que tenga auténtico interés, o es que quizás hay algo que se me escapa. Quién sabe. El enfrentamiento final, directamente, está mal planteado.

Nota y Oscar incomprensibles para una película pasable que impactó en su momento pero que ha envejecido mal. Hopkins, por supuesto, se merece lo que le den.
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19 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Dr. Hanibal Lecter: El Villano del Siglo.
"El Silencio de los Corderos" es sin duda un clásico del cine, pienso que esto se le debe a la gran gran actuación del señor Anthony Hopkins, interpreta a un psicópata con una personalidad realmente perturbadora, si bien es cierto que no es más que otra película de asesinos seriales también es cierto que el personaje de Hopkins ha trascendido a lo largo de los años y difícilmente podemos encontrar una persona que no haya visto este film.

No es que la película sea sobrevalorada lo que sucede es que fue, sin duda, la inspiración de filmes como "Seven" y tantas otras, "El Silencio de los Corderos" hizo importantes aportaciones al género y eso hace que permanezca vigente en la mente de las personas que tanto disfrutamos este tipo de películas.

Hanibal Lecter es uno de los villanos criminales clásicos de la literatura y el cine, no podía ser interpretado por nadie más que por Hopkins quien podría tener esa personalidad y esa mirada tan expresiva y espeluznante???
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14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
17 MINUTOS EN PANTALLA
Cuando al final de mi segundo visionado de esta película me enteré que Anthony Hopkins necesitó sólo 17 minutos en pantalla aproximadamente para ganar el Oscar a mejor actor con el papel más corto de la historia en conseguirlo y para convertirse en el Villano No.1 de la historia del cine para el AFI, me quedé asombrado. El principal motivo de ese asombro era tomar conciencia acerca de cuan profunda y magistral fué dicha interpretación que esos pocos minutos le bastaron para introducirse en el imaginario colectivo como el actor más importante de la película. Con mi hijo Francisco nos pareció increíble el dato porque teníamos la impresión de que había estado en pantalla por lo menos cuatro veces el tiempo que en realidad estuvo. Esto era obviamente una sensación equivocada pero debida sin duda a los kilates de la actuación de Hopkins. Su presencia amenazadora sobrevuela el film permanentemente como si siempre estuviera apareciendo. Obviamente este fué el ingrediente principal pero no el único para que esta película se transformara en una obra maestra indiscutible, tercera en la historia en ganar los 5 Oscar principales: destaca también sin duda la contenida interpretación de Jodie Foster, la dirección de Demme y un guión muy pulido. Me gustó mucho también el montaje, la fotografía y la banda sonora. Imprescindible !!!
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Por una vez un doblaje supera al original.
Como ya está aquí todo dicho sobre esta película, resaltaré algo que no he leido. Y es que el doblaje de Hopkins es realmente magistral. Nada más aparecer por primera vez, en su celda de la cárcel, y nada más abrir la boca, te das cuenta que la voz del doblaje acojona mucho, pero mucho más que la del propio Hopkins.

Soy defensor de la versión original, pues el doblaje no es más que una adulteración y una falta de respeto al trabajo de los actores que se han trabajado un papel, pero por una vez, y sin que sirva de precedente, me quedo con la versión doblada sólo por oir esa voz tan perturbadora que le adjudicaron a Hopkins. No sé quien es el doblador, pero si existieran premios al mejor doblaje, debería ser suyo. Impresionante.
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12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Un referente del cine de los 90
Volverla a ver ha supuesto volver a presenciar un ejercicio de derroche visual ajustado a una narración irreprochable. He leído algunas críticas negativas para valorar los puntos de vista que discrepan con el mío y por lo visto a Jonathan Demme se le recrimina cosas que suponen los mejores momentos de la película como son las conversaciones entre Foster y Hopkins. Sin ese juego entre el preso y la investigadora novata no habría película, de hecho hasta el título de la película se basa en la especial relación que se establece entre ellos. Las cuestiones puntuales de que un aspirante a agente del FBI lleve pistola y placa y se ocupe de un caso tan importante sí pueden ser censurables, incluso la habilidad pasmosa para espacarse de Hannibal, pero por suerte para la mayoría no son losas, son sólo detalles porque lo que realmente importa es que la película funciona.

Funciona por el enorme personaje de Hannibal y la enorme interpretación por parte de Hopkins, cuyas apariciones son sencillamente lo mejor de la película. Que sea un asesino no impide que caiga bien, de manera que sus intervenciones, aunque sea con sangre por en medio, elevan el nivel de la película. La historia es completísima y sobre todo tengo claro que tiene el mérito de haber supuesto aire fresco en esos inicios de los años noventa. Vista hoy conserva la fuerza de entonces y sigue produciendo muchísima inquietud. No hablamos de banalidades, es una película sobre un asesino en serie que está libre y otro que está preso, enfermos mentales ambos con una doble cara muy peligrosa.

A menudo volver a ver películas de las que guardamos un buen recuerdo no es buena idea. En este caso sólo puedo asegurar que vale la pena revisitarla, "El silencio de los corderos" va a permanecer como un referente.
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10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Climax final espectacular
Por los comentarios que había escuchado sobre ella me esperaba una obra maestra de principio a fin, pero el planteamiento inicial y demás me decepcionó un poco. Sin embargo, la mejora fue haciéndose progresiva a partir de cierto punto, y llega un momento en el que te sumerge de lleno.
El impresionante climax final y la espléndida actuación tanto de Jodie Foster como de Anthony Hopkins (que clavó su papel de manera muy sobresaliente) les ha hecho ganar muchísimos puntos a esta película. Thriller por excelencia. Un 10 a la etapa final y un 8 a la película en general. Imprescindible.
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12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Haz el favor de decirle a los corderos que se callen
Viendo lo que fue y en lo que se ha convertido esta tristemente llamada saga, ahora se ve con otros ojos la que fue una de las grandes películas de los 90. Es una de las películas que demuestran que ni secuelas ni precuelas suelen ser buenas. Brillantemente interpretada por Jodie Foster y por Anthony Hopkins la película marco un antes y un después en las películas de psicokillers. Hannibal Lecter no tenía nada que ver con Norman Bates ni con los grandes de las sagas slasher de los 80. El caníbal es culto, refinado, descaradamente homosexual y lo que es peor, que aunque no quieras el hijo de puta te cae bien. El único dato que tengo difuso en toda la trama es el capitulo de la agente Starling y su padre. Será cuestión de revisarla. Es una pena también que después de esta película y de Philadelphia, no haya vuelto a hacer algo notable
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11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
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