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465 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
10
¿Qué me has hecho, Roberto?
Al acabar de ver "La vida es bella" me quedo quieto como una estatua ante los créditos finales. Quedo con la mirada clavada en la pantalla y con mis pensamientos divididos en dos: La primera división rememora distintas escenas haciendo que se me vuelvan a erizar cada vello de mi cuerpo. La segunda división de mi consciencia va soltando preguntas a la nada... ¿Qué hizo Roberto Benigni el día anterior al día en que inventó esta historia? ¿con quién habló? ¿qué ceno? ¿con qué soñó? Quiero saber en qué momento de su maldito día anterior se produjo la chispa que le llevó a crear semejante monumento audiovisual. ¿Qué hay de distinto en el alma de Roberto a la de cualquier otra persona en el mundo? Algo seguro que hay: Esta impresionante historia es tan hermosa que sólo un dios es capaz de imaginar y ser lo bastante generoso como para compartirla con el resto de la humanidad.

Roberto, me has hecho reír y me has hecho llorar. Al principio te tomé por un loco y al final por un dios.
Los créditos finales se acaban, toca meter el dvd en su funda... deseo olvidarla, deseo volver a verla nuevamente por primera vez.



Nota para Roberto:

Cuando tengas otra chispa como la de aquella vez, te lo suplico... vuelve a compartirla con todos nosotros.
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624 de 732 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
CANTO AL OPTIMISMO
"La vida es bella", posiblemente sea el más hermoso canto a la vida y al optimismo, que haya hecho la industria del cine jamás. Roberto Benigni logra crear una película, donde los momentos de comedia y de drama, se suceden con una gran inteligencia y sobre todo, con una maestría fuera de toda duda.
La historia es desenfadada, tierna, pero al mismo tiempo posee una gran profundidad y desde una óptica positiva, el italiano recrea lo que significó el holocausto nazi. Todo ello, impregnado con su peculiar estilo y su manera tan personal, de entener el cine y los aspectos de la vida.
Hay escenas geniales, planos bellísimos, momentos en los que aparecerán sonrisas y otros, donde incluso se escapará alguna lágrima. Además, la banda sonora es magnífica y las interpretaciones de los actores, increíbles.
En definitiva, todo es maravilloso en "La vida es bella" y se trata de una película, que con el paso del tiempo adquirirá el carácter de clásico y que no dejará indiferente a nadie. Así que pocas veces, tantos premios fueron tan merecidos en una obra, donde por encima de todo reina el amor y eso, cuando se está rodeado de tanta barbarie, tiene sin duda mucho mérito.
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200 de 252 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
El día en que Roberto Benigni me salvó La vida
9:30 Me despierto. Bostezo 3 veces.

10:34 Me ducho y me visto. Desayuno.

11:04 Suena el timbre de mi casa. He quedado con un amigo de mi infancia, un buen amigo.

14:00 Oímos casi sin quererlo la mascletá de Valencia.

14: 27 Llegamos (andando) hasta una pizzería que ofrece una gran oferta.

14:28 Estupefactos descubrimos que la oferta es sólo aplicable entre semana.

14:29 Vamos al McDonalds.

14: 54 Está como una pastelería en frente de un gimnasio para obesos. Vamos al Burger King.

15: 04 Hacemos 12 minutos de cola.

15:17 Incluso nos toca estar de píe para esperar un asiento disponible.

15: 21 Empezamos a comer. Me pregunta si sigo enamorado de la chica de toda la vida.

15: 22 Le contesto que sí. Me pregunta si ya se lo he confesado.

15:23 Le contesto que no. Me dice que es una pena. Pienso que me arrepentiré toda la(mi) vida si no me declaro ahora que estoy a tiempo.

17:16 Ya en mi casa, solo, decido mandarle a ELLA un sms.

17:21 Le digo que la quiero, que me encantaría verla.

17:23: Me rechaza. Me mata.

17:24 - 22:34 El vacío.



22:36 Decido introducir en mi reproductor DVD "La vida es bella"
Roberto Benigni me hace reír. Me recuerda la sonrisa que puedes poner cuando la vida te golpea. La vida es bella, sí.
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194 de 264 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
La película más sorprendente que jamás he visto
Me faltan palabras para describir esta maravilla. Roberto Benigni me ha demostrado ser uno de los mejores directores de cine de todos los tiempos. Con ésta, su ópera prima, ha roto todos los moldes de calidad y de BELLEZA en el cine. Si existe la película perfecta, tal vez ésta sea la que más se aproxime, porque jamás he visto una historia tan maravillosa, ni tan bien ideada, ni tan sorprendente, ni tan entrañable, ni tan mágica... Y así podría seguir hasta el infinito.
La manera en que la fantasía y la magia impregnan la vida cotidiana, primero en un pueblo de la Toscana, y después en un campo de concentración nazi; la manera en que un hombre dotado de una desbordante imaginación consigue llenar su vida y la de sus seres amados de pura felicidad, amor, esperanza; la asombrosa manera en que logra proteger a su familia de la terrible amenaza que se cierne sobre ellos.
Esta es una película que nos habla de que la esperanza y la imaginación son el camino para remontar todas las desdichas. Nos anima a no perder la sonrisa, a apurar la vida al máximo, a AMAR sin restricciones, a recurrir a la magia de un gesto o un detalle que sirva para hacer feliz a alguien. Es un canto a la superación, a la capacidad de resistir el miedo con la mejor cara para dar fuerzas y esperanzas a nuestros seres amados cuando están en peligro. Y también una oda a la paz, haciéndonos ver, con su tierna ingenuidad, el absurdo de las guerras y de los odios y de las ideologías que atentan contra la integridad humana.
Se nos muestra que los milagros se pueden hacer realidad si tenemos la fe suficiente, si el amor es lo bastante fuerte.
Todo se desarrolla con una naturalidad apabullante tocada por lo milagroso; es algo así como un realismo mágico tan bien desplegado y tan magistralmente desarrollado, con el humor y el dramatismo tan perfectamente dosificados y complementados, que una se lleva toda la película con la boca abierta de la sorpresa y con las risas mezcladas con el llanto.
Y eso es un PADRAZO y un MARIDAZO.
Imprescindible. Absolutamente bella. Un hermosísimo cuento agridulce ambientado en tiempos de guerra. No puedo verle ningún fallo.
Me quedo con la escena en la que llegan al campo de concentración y Guido se pone a "traducir" lo que dice el oficial alemán. ¡Estaba riéndome y llorando al mismo tiempo! Excepcional.
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171 de 237 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
El circo de Benigni
Me cabrea muchísimo ver al típico nazi estúpido en algunas películas de Hollywood, la mayoría dirigidas o producidas por Mr Dólar, pero aquí no hay un nazi tontorrón, aquí hay un batallón entero de idiotas en el que no se salva ni el pastor alemán. Por lo tanto el cabreo fue más que mayúsculo, superlativo.

La primera parte de la película esta bastante bien, el cortejo de Guido a su princesa y la llegada del pequeño Josué. Pero Benigni convierte el campo de concentración en su circo particular, confunde la forma, y aunque tenga buenos monólogos para hacernos reír con la muestra de ternura hacia su hijo, desentona como una puta en un convento ¿pero de qué nos estamos riendo? Los nazis no son nazis, los presos no son presos y hay un payaso suelto, haciendo lo que le da la gana, en un lugar en el que en personaje así, recibiría un balazo antes de cruzar la puerta.

“El tren de la vida” trata el holocausto, también como una fabula y en forma de parodia, pero con mucho más respeto que Benigni en “La vida es bella”. Los malos dan miedo y toda la comedia está bien contextualizada en el drama histórico, cosa que aquí no ocurre.

Y para rematar, la Academia le dio el oscar a mejor actor a Roberto Benigni en detrimento de Edward Norton en su gran interpretación en “American History X” ¿Por qué? porque Edward interpretaba a un nazi, un nazi que no es estúpido, grave error, y al qué se le permite argumentar en algunos momentos en defensa de sus más que discutibles ideas, algo intolerable para los académicos, para ellos era más lógico concederle un oscar a un tipo que se interpretaba a si mismo, vaya tela.
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188 de 318 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Sencillamente perfecta
Sin duda esta fábula de Benigni pasará a la historia como la película más entrañable y tierna de todos los tiempos basada en una guerra.
Sin necesidad de efectos ni grandes pantomimas visuales, sinó con un guión grandioso y unas actuaciones sublimes (¿quién podía imaginar una relación padre-hijo más conmovedora?), "La vida es bella" se ha ganado un lugar por méritos propios entre los clásicos del cine de todos los tiempos. Es simplemente una de las pocas películas que consigue que llores de emoción y a la vez rías de felicidad; un canto a la libertad, a la vida, a los sueños y al amor.
Una obra maestra.
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85 de 121 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Uno de los mayores bluff de la historia del cine.
Bien, para empezar tengo que decir que soy consciente de que hablar mal de ésta película es ir contracorriente. Sé que le gusta, o le encanta incluso, a mucha gente. Pero mi visión sobre la misma no es tan bonita.
Sí... es muy emotiva, muy alegre en su primera parte, el niño que es enternecedor, la conquista de la dama superando adversidades y encima con final dramático. Tiene tooodos los ingredientes necesarios para emocionar y conquistar el corazón de mucha gente.
Ahora la parte realista; cuando uno hace un guión, aunque éste sea ficticio, si tiene un trasfondo histórico debe respetarlo, cosa que no sucede aquí. ¿Por qué?, muy simple: trata a los nazis como auténticos imbéciles y por ende al espectador. Los nazis eran muchas cosas pero de tontos no tenían un pelo.
Lo hace primero a la llegada a la estación cuando separan a hombres, mujeres y niños y el niño le pregunta al padre que dónde se los llevan y éste le cuenta la primera milonga. Recuerdo que pasan por delante de un oficial y como si tal cosa siguen adelante en la fila. No pasa nada... se llevan a todos los demás pero a ti no porque eres especial.
Pero el verdadero ejemplo del trato infravalorado que se le da a los nazis, es cuando vemos que el niño consigue evadir la seguridad del campo y campar a sus anchas por él en busca del padre. Lo cruza dos veces, habla con el padre y no lo ve nadie. Pues ya tiene mérito para la inocencia del niño.
Por otra parte el señor Benigni no debe estar muy documentado de cómo eran realmente los campos de concentración. Si bien es cierto que no parece un hotel de cinco estrellas, tampoco lo primero. Eran mucho más destructivos e inhumanos que lo que nos muestran aquí. Dejémoslo en la impresión de un campo de trabajos forzados.

Hasta aquí en lo que se refiere al trasfondo histórico. Ahora me meteré con la trama ficticia. Si la segunda parte de la película fuera extrapolable a la realidad, alguien se puede creer que a un niño de unos cuatro años le vayas a tener engañado con el dichoso tanque más de 2 ó 3 horas. Pasado ese tiempo va a empezar a llorar porque quiere ver a su madre, comer en condiciones cuando le empiece a picar el hambre e irse a su casa. ¿El tanque?, lo manda a la mierda a las primeras de cambio junto con su padre si se sigue poniendo pesado. Pero no... en lugar de actuar con pura lógica y ser objetivo, es mejor que al niño le contemos que hay que estar callado y escondido y hacer caso a esos señores con uniforme porque así con 1.000 puntos nos darán un tanque.
Hijo... tú no te preocupes por el hambre, por no ver a tu madre, por no volver a casa, por no saber quién es toda esta gente que está con nosotros, por tener que dormir casi unos encima de otros, ni siquiera lo hagas por no saber el tiempo que estaremos aquí. Tú tan sólo piensa en el tanque. Concéntrate en él aunque nos tiremos aquí hasta que te salga barba.
Pregunto: ¿de verdad alguien se puede creer toda esta historia?. Es ficción sí, pero la ficción tiene que ser realista; a uno le tienen que hacer creerse lo que le están contando, si no vale cualquier cosa.
Al hilo de esto tengo que decir que en el making off de la película el propio Benigni cuenta como anécdota que al comienzo del rodaje cuando apenas llevaban 3 horas, el niño (cansado) preguntaba si ya habían acabado porque asociaba que como las proyecciones duran más o menos 2 horas pues el rodaje también. Y se reía de su inocencia porque el pobre no sabía que los rodajes duran entre 2 y 3 meses. Pues si esto es la realidad, como todos sabemos que es, en la ficción no tiene porque ser distinto.
Luego que encima le hayan dado el oscar (además de otros premios) al mejor actor a Roberto Benigni por hacer de sí mismo tiene tela también.

Lo más destacable de la película, pero como de aquí a la Luna, y esto quiero dejarlo bien claro, es la maravillosa música de Nicola Piovani quien ya hubiera dejado muestras de su arte con la música por ejemplo de "La teta y la luna" de Bigas Luna. Sin ella creo que incluso la gente que está enamorada de éste bluff no lo estaría tanto. Aquí sí que está de sobra justificado el oscar.
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108 de 173 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Título de mi crítica
Resulta curioso que sea un italiano quien desbanque al padrino de mi lista; al que sólo conocía de hacer un papel extremadamente cargante en nosecual película de Astérix, y, de repente, me lo encuentro dirigiendo y protagonizando la película que, desde ayer, es la número 1 en mi lista personal. Qué felicidad, que arte, que forma de pasar de todo tipo de reglas y hacer lo que para mí es la ópera prima del optimismo. Dicen que en el arte no es lo que te explica, sino lo que te transmita; pues bien, lo que me transmite a mí este film no es ni comparable al momento más feliz de mi vida. Tras el final, mi explosión de júbilo transgredía el orgasmo más intenso de mi vida. Increíble. 9 años hace ya desde que salió la película y hasta hoy no me había decidido a verla puesto que no la veía con buenos ojos. Me esperaba una peli super optimista a la par que vacía... pero no!!! que pedazo de peliculón, esto no es cine, es terapia y de la mejor. Sólo elogios puede recibir una obra maestra de tal calibre, de verdad, que patada a los convencionalismos y que maestría al enlazar los puntos aparentemente vanos de la película.
Tanto la primera parte, como la segunda en el campo de concentración me encantaron, y hoy, 24 horas despues de verla sigo emocionado y tatareando la melodía... Me costará verla otra vez, pues no estoy capacitado para recibir tal bomba de sentimientos de nuevo, debo descansar y reponer energías para volver a ser blanco de tan sublime puerta a la esperanza, a la vida, y es que, nos guste o no, la vida es jodidamente bella...
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56 de 80 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Probablemente el film más sobrevalorado de la historia.
69/10(16/04/16) Una burla al sentido común (el menos común de los sentidos), que este film tenga tantísima consideración en FA, pero por el Santísimo Dios del Cine, si está en el puesto 17 de la Historia, menudo atropello a films como “Ciudadano Kane, “Los Siete Samurais”, “Casablanca”, “Ladrón de bicicletas”, o “Atraco perfecto” (y muchas más), a las que “según” la puntuación supera en calidad. Una cinta con una calidad de guión tan ínfima en su romanticismo almibarado, como de grima en su (siendo benévolo) sonrojante recreación del genocidio de los campos de concentración nazis. Ello en un film partido en dos, primera parte un almibarado pastel hiperazucarado, de peligro de muerte para los diabéticos, y la segunda parte, sencillamente un insulto a la inteligencia y a los millones de asesinados durante el holocausto nazi. Indignante que se la tenga en tan gran consideración. Escrita por el mismo junto a Vincenzo Cerami, derivando en un sentido del humor que va de lo chusco y cursi, a lo zafio, en una mezcla de tonos que resulta vergonzosa. Lo sangrante es que fue un gran éxito taquillero y de crítica, estando nominada a 7 Oscars, ganó tres , a la Mejor banda sonora, al Mejor Actor y a la Mejor Película Extranjera. Asco me da que este mediocre Roberto Benigni se pueda codear con genios italianos como Rosselini, Visconti, de Sica, o Fellini.

No es que no se pueda hacer humor de la tragedia, pero debe tenerse mucho cuidado y no caer en lo burdo, hay que desplegar inteligencia, y en este caso es al contrario, se toma al espectador por un niño ingenuo. Asimismo su mensaje de que es mejor ser un ignorante, ser engañado para vivir eternamente en el país de la piruleta resulta una moralina propia de los idiotas, por cierto como nos toma a nosotros (voy a decir por vez primera su nombre en la crítica) Roberto Benigni.
Su primera parte cubre la mitad del metraje, se ciñe al clásico romance en que un tipo de poco dinero debe conquistar a una mujer adinerada y que está con un gerifalte del pueblo. Este tramo resulta cargante hasta el hartazgo, tedioso, lo de “Princesa” por aquí, “Princesa” por allí, en todo momentos hace cansino, los gags se suceden de modo estúpido, intentando copiar, sin éxito alguno a los grandes del cine mudo, no hay momentos mínimamente ingeniosos, se suceden los momentos empalagosos en un tsunami inaguantable. Pues con lo dicho es mucho mejor que la segunda parte, esta es un insulto a la inteligencia, si tú quieres hacer comedia del Genocidio debes partir de hacer creíble el campo de concentración y de ahí intentar burlarte de los nazis, pero esto brilla por su ausencia, nos cuela un campo de concentración que es más un parque temático, no se ve crueldad alguna de los nazis, el insoportable Josué campa a sus anchas por el lugar como Pedro por su casa, llegando a comer con los niños de los nazis, menuda imbecilidad vomitiva el modo torticero de tomarnos el pelo. Los nazis eran malísimos, pero no ceporros, en un campo de concentración nazi (está documentado), los niños eran junto a los ancianos los primeros, en cuanto llegaban, en ser asesinados, no podían trabajar, no producían, pues los mataban. Apenas se ven guardias por el lugar, no se ve sufrimiento alguno, el trabajo de los presos era llevar yunques de risa, eso sí, sin que haya guardias nazis vigilándolos. Donde Guido levaba su hijo a poner una sesión de música clásica con mensaje incorporado en los altavoces del campo de concentración y no pasaba, por supuesto que Guido arriesgue por esto la vida propia, y lo que es peor la de su hijo, no tiene importancia en esta idiota (y para idiotas) fábula.
Un tontorrón canto al optimismo antropológico, vive como un payaso, se un payaso, haz vivir a tu hijo en una mentira permanente, total estas en un campo de concentración de chichinabo, para el niño hay Guerra, no hay nazis, no hay racismo, no hay maldad en el mundo, menuda estulticia. . A niño de cuatro años nos quieren hacer ver que se le puede engañar durante días sin que le importe comer, sin que le importe volver a su casa, sin que le importe ver a su madre, le dices la palabra mágica tanque y ya está, estupidez. Un mínimo realismo es algo como la inteligencia en este film, ni está, ni se le espera.

Roberto Benigni debe ser un gran payaso, pero como actor es el ejemplo hiperbólico del histrionismo, se puede ser un gran cómico como lo era Gila o los Tip y Coll, pero no por ello ser buenos actores, esta tan pasado de rosca que da enojo, y en el colmo de la broma le dieron el Oscar a la actor principal, menudo insulto a Edward Norton que había encarnado de modo Colosal a un neonazi, pero como bien he leído la penitencia estuvo en el circo que montó saltando por las butacas, un esperpento. En el lado contrario está Nicoletta Braschi, está no sobreactúa, pues ello implicaría actuar algo, cosa que no hace, no se puede transmitir menos, su rostro está impertérrito da igual lo que le pase, las emociones que transmite son las de un arenque, sosa, insípida, plana, pero quien se podría enamorar de esta fría mujer a no ser un idiota. Y luego está Giorgio Cantarini, un tierno niño, pero o tenía enchufe con el encargado de casting o este tuvo un mal día cuando lo escogió, pues no se puede estar peor, no hay sentimiento alguno un su cuerpo, parece que siempre está leyendo lo que decir, su inexpresividad es mayúscula, la naturalidad y frescura que se le supone a un niño es algo nulo en el chaval. El único que demuestra tablas como actor es Horst Buschholtz. Y si hablo de los extras de los presos en el campo de concentración es de risa, si no fuera por que debieran de provocar empatía, menudas caras indolentes.

La puesta en escena también queda muy partida en dos, marcada por el diseño de producción de Danilo Donatti (“Amarcord”), en la parte primera rodada en Arezzo (Toscana Italiana), bellísimos recorridos por el pueblo,... (sigue en spoiler)
r)
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64 de 98 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
No sé si me atrevo
La verdad es que no sé si me atrevo a decir lo que realmente pienso de la película, porque cuando opino lo que pienso delante de amigos y conocidos llegan a mirarme mal. He visto está película unas 10 veces, convencido de que es que no había sabido apreciarla, ya que viendo las críticas y lo que opina la gente que conozco, la humildad me lleva a pensar que es que no estoy sabiendo entenderla. Cada vez que la veo me parece peor y entiendo menos el éxito que ha tenido entre crítica y público. ¿Será el cuento del rey desnudo?
Parto de que el mensaje me parece completamente incorrecto ( aunque sea un cuento no entiendo como a la gente le puede parecer bien el mensaje). ¿El mensaje es que aunque te estén dando de ostias debes pensar, que bonito, que bien, mira como me parten la cara? ¿No puede llevar a que unos pueblos machaquen a otros haciendo jabón con ellos literalmente? ¿Es eso lo correcto, que te machaquen vivo y tu busques lo bello de la vida? Creo que eso no nos proporcionará mucha justicia social. Los logros de la humanidad no se han conseguido parándose a ver lo bello de la vida mientras te masacran. El hombre no ha progresado diciendo, me invaden pero bueno, la vida es bella. Mira, la Peste, cuantos millones ha matado pero venga, a disfrutar, o, la guerra, que mala es, pero yo voy a tratar de ver que la vida es bella, o ¡Vaya! Como mastica este dinosaurio mi pierna, pero, qué bello es vivir. Las mejoras que se han conseguido han sido gracias al espíritu inconformista y luchador. Por eso no me parece nada correcto el mensaje.
Por otra parte me parece de muy mal gusto hacer humor a lo chorra con el tema del holocausto, desde luego, para quienes lo hayan vivido o sus familiares, no creo que sea de agrado pintar a los Nazis como unos bobalicones tontorrones inocentes de pura cepa de los que te puedes reír y burlar con un par de chistes malos. Lo que se hizo durante la Segunda Guerra Mundial es muy grave y en mi opinión no es un tema para contar cuentos con moraleja “Que bello es vivir”, sino mas bien, que jodidas se ponen a veces las cosas, vamos a intentar que esto no vuelva a pasar nunca más.
Por último, aparte de que el mensaje me parezca incorrecto y el tema elegido para hacer humor, de mal gusto, no le encuentro la gracia por ningún lado. El humor de la película me parece de lo mas patoso, no me reí en ningún momento, no me hizo nada de gracia ni me pareció bonita la historia, sino ñoña a tope, falta de todo sarcasmo o ironía, las gracias son del tipo payaso de circo (sin menospreciarlos en absoluto, me refiero a que hacen humor para niños muy pequeños). Es decir, el humor es del tipo, te tiro un tiesto en la cabeza, te doy una patada en el culo o me meo en tu felpudo. Lo digo en serio y sin malicia de verdad, pero para eso prefiero a Pajares y a Esteso. No digo que me gusten sus películas, digo que para hacer ese tipo de humor ellos por lo menos eligen un telón de fondo adecuado, no los campos de exterminio de millones de personas.
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123 de 219 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Inmejorable!
Es difícil creer que esta película tenga promedio de 8. En mi opinión se encuentra entre las 20 o 30 mejores películas de la historia.
Los actores son sublimes, la ambientación es extraordinaria y el Guíon se encuentra entre los mejores del mundo.
Rompe el molde que venían trayendo las películas sobre la Segunda Guerra Mundial y presenta el tema desde otro rincón. Creo sin duda que es una película para tener en la videoteca y guardarla por siempre.
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65 de 104 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Magistral.
Para mí, era una de esas películas que a sabiendas de que es bastante buena, no la ves por la razón que sea. En mi caso, me la imaginaba buscando la lágrima fácil con elementos clásicos como nazismo etc… Además la imagen de Benigni en la ceremonia de los oscar no la entendí del todo bien, pues me pareció que llamaba la atención más de lo necesario. Pero claro, eso son los típicos prejuicios que uno hace al valorar algo sin haberlo visto.

La acabo de ver y me parece magistral. La he disfrutado como pocas. Sinceramente me ha emocionado. La encuentro inteligentísima, con un mensaje precioso que si bien es cierto que no es nuevo porque se encuentran antecedentes en algunas de Chaplin (por ejemplo), al menos a mí me ha llegado como no lo había hecho ninguna otra. Además, consigue hacerte reír cuando quiere ser cómica y conmoverte cuando es trágica. La música la conocíamos todos, pues mil veces había sonado en los medios, pero todavía es mucho mejor cuando la oyes acompañada de las imágenes para la que fue creada. Los actores fantásticos, con un Benigni que realmente lo borda.

Hay algunas películas que además de ser buenas, te aportan algo nuevo o te dan un punto de vista distinto de las cosas. Esta es una de ellas. Te hace reflexionar. Si bien sabíamos que la vida es mejor o peor dependiendo de cómo afrontemos las situaciones, y de cómo encajemos los golpes, aquí se muestra de una manera convincente y a la vez imaginativa. Y eso es precisamente lo más destacable que ofrece. La imaginación. De todos modos hay que reconocer que un personaje como el protagonista resulta inimaginable en la vida real. Pero para eso está el cine, ¿no?

En mi opinión, sin duda una de las diez mejores películas de los 90.
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45 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
El paradigma de lo reaccionario
Hola, ésta es la primera crítica que escribo aquí y en realidad voy a cederle la palabra a un crítico cualquiera, un tal Richard Schickel, que expresó claramente por qué esta película es, simple y llanamente, la PEOR película de todos los tiempos. Dijo el amigo Richy:

"El sentimentalismo es un tipo de fascismo que nos roba el juicio y la capacidad moral, y que debe ser combatido. La vida es bella es un buen lugar para empezar".

Empecemos, pues.
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120 de 219 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
Falsa
La peli es engañosa. Se deja ver con facilidad e inspira ternura. Pero, una vez vista se me quedó en el cuerpo la desazón de haber contemplado no una fábula, sino una mentira siniestra que escudándose en la inocencia infantil oculta el horror de la situación en general y de la matanza nazi de judíos italianos. El optimismo que respira es repugnantemente falso. La situación en el campo es tan forzada que resulta grotesca.
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64 de 107 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Cómo están las cabezas, Manolo
No seré yo quien condene hacer uso del humor para acercarse incluso a los temas más escabrosos. Pero el sentido del humor, al menos el que yo considero auténtico, va ligado a la inteligencia, al sentido común y siempre esconde un trasfondo crítico, con un tono a medio camino entre el cinismo y el desengaño. En cierta manera, es un acto de rebeldía, una forma de protesta contra una realidad ingrata, a menudo invencible, que se trata de doblegar, aunque solo sea dialéctica y momentáneamente. Solo los idiotas viven en una broma constante; solo los idiotas no son conscientes de cuándo una broma deja de tener gracia, si es que la ha tenido en algún momento; solo los idiotas pueden hacer una mofa tan burda, infantil y manipuladora de una tragedia como la del holocausto nazi; solo los idiotas pueden pretender que convertir un genocidio en un absurdo juego de niños mueva a la hilaridad. Pero no conozco a un solo idiota al que no le guste la pasta, y aquí viene a huevo. Pero es que además el guión es demencial, las interpretaciones vomitivas. No tengo palabras.

Muchos otros han tratado el tema del nazismo desde la óptica humorística, desde Lubitsch (brillante) hasta Chaplin (decepcionante), pasando hasta por Tarantino (irreverente). Pero ni estos tres ni los restantes se han meado en la cara de los muertos ni en la inteligencia de los espectadores. Tal vez porque los tres aludidos son personas inteligentes y los dos primeros vivieron de primera mano aquellos años oscuros. Es lamentable comprobar cómo a una notable mayoría de público le gusta la morralla pornográfica. Porque esto es pura obscenidad, está fuera de escena, de sitio, de lugar y de moral. ¿En serio que la gente puede maravillarse con este atentado al entendimiento, el buen gusto y la memoria de millones de personas? Durante años me he negado a ver esta bazofia, pero finalmente me la he tragado, casi obligado por las circunstancias, y mis peores presagios se han cumplido.

Benigni, aparte de esta mierda, ¿qué coño ha hecho? Echar una ojeada a su filmografía es correr un serio riesgo de apretón. Por lo que a mí respecta, sólo le queda una cosa por hacer: morirse. Le sugeriría un campo de concentración a pleno rendimiento, a ver si entonces llega a los mil puntos. En mi humilde opinión, que es la que valoro cuando cuelgo uno de mis comentarios, la película más sobrevalorada de la historia, y una de las más nocivas, pues banaliza de un modo impresentable un tema que únicamente a un indocumentado, a un ingenuo, o a un corrupto sin escrúpulos, puede hacerle gracia. Quiero creer que la peña peca de ingenuidad.

Si fuera judío, me cagaría en su puta madre, pero como no lo soy, le mando a este tipejo un afectuoso saludo a su caballo, el verde. Hala, a cebarse.
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112 de 204 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
La Vida Es Bella, así que riámonos del Holocausto nazi...
Durante la Segunda Guerra Mundial los nazis, a la par que invadían Europa e incendiaban el Mundo entero provocando el peor conflicto bélico hasta la fecha, aniquilaron la vida de 6.000.000 de personas, mayoritariamente judíos, pero también de otras minorías, así como enfermos mentales, homosexuales, discapacitados...La maquinaria de aniquilación fría, industrial, deshumanizada y genocida se puso en marcha en algunos de los lugares más aterradores de la historia de la Humanidad. Lugares que hoy son y deben ser dolorosas estacas clavadas para siempre en la piel de Europa, en la piel del mundo, que existen aún para gritarnos y hacernos recordar que la historia, aquella terrorífica historia, no debería repetirse nunca más. Nombres como Belzec, Sorbibor, Auschwitz-Birkenau, Chelmo, Madjaneck, Treblinka y otros resuenan vergonzosamente en el eco de la historia. Allí, en esas instalaciones exterminadoras, en esos campos de la muerte, unos verdugos que se creían superiores racial y moralmente al resto pusieron en marcha la peor y más nefasta maquinaria genocida que se recuerda.

Pero todo eso a Roberto Benigni le da igual. Porque para hacer una película sensible y comercial que te dé un óscar está justificado que se pueda hacer una reinterpretación de la historia y convertir un campo de exterminio (no debe emplearse el eufemismo de “campo de concentración”) en una especie de parque temático nazi donde el sufrimiento existe pero está descafeinado, donde el dolor apenas es visible, donde si quieres y lo deseas (ay, ese voluntarismo tan absurdo que nos rodea desde hace tiempo) la realidad atroz, vomitiva, nauseabunda se transforma, gracias a las payasadas del protagonista, en una especie de cuento donde colorín colorado hay una moraleja muy clara: nada ni nadie pueden estropearte tu optimismo y tus ganas de vivir. Un lugar donde los trabajos forzados consisten en llevar un yunque de dibujos animados que debe pesar bien poco. Una especie de campamento de scouts, vaya. Un sitio donde el protagonista, vestido con chaqueta a pesar de vivir en un campo de exterminio, se ríe de sus captores y hace graciosas chanzas sobre ellos en sus propias narices. Un lugar en que la maldad de las SS es de cartón piedra y la imbecilidad de un personaje histriónico y pasado de rosca puede con todo. Si comparamos la cara de bobalicón de Roberto Benigni durante toda la película con los rostros sacados de cualquiera de los prisioneros de un campo de exterminio liberado podremos dar medida de lo que estoy diciendo. Compárese ese sujeto estirado y payasete, que se ríe de todo, con los rostros enjutos, pálidos, cadavéricos, los cuerpos miserables, enfermos llenos de pústulas de los prisioneros de Auschwitz y podremos ver la magnitud del pecado de Benigni.

Pero es que además del punto de vista desenfocado y absurdo que adopta el director, la película es pura basura cinematográfica. El edulcorado mensaje de buenismo tontaina, de ilusión bobalicona esconden una película muy mala. El primer tramo de la misma es una sucesión de gags cómicos de tercera categoría, una manida historia de amor entre un pesado histriónico y una insulsa e imperturbable profesora que no muda el gesto ni cuando le pisan el callo del dedo gordo, mientras él se pasea por toda la ciudad llamándola “princesa” por aquí “princesa” por allá (qué pesadez, qué exceso, cuánta bobería). Por cierto, deberían darle el antióscar, el antigoya, el anticésar o lo que sea a esa actriz (a la sazón esposa de Begnini) llamada Nicoletta Braschi por ser tan mala. Mala no, malísima.

El resto está prácticamente dicho. Una de las bazofias más grandes de la historia. Una película mala (de calidad) y mala (de malvada).
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38 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
La vita è bella
¡Forza Italia! Una muy bella película. La inteligencia del personaje de Roberto Benigni es magistral, sobre todo por el amor que le tiene a su hijo. Y esto le permite presentarle al niño, una perspectiva muy divertida de una vida en la cual esta pasando el fantasma de la guerra. Sin embargo como alguien dijo: se trata de una fábula, si; pero muy bien contada.
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37 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
3
¡Que asco de vida!
No puedo entender como esta chorrada de película puede gustarle a alguien. Lo respeto, por supuesto, pero no lo entiendo.

La primera parte es insoportable viendo al payaso Benigni diciendo "buenas días princesa" a su santa mujer en la vida real (debe ser santa para aguantarlo.)

En la segunda parte sale un campo de concentración de juguete con un niño que parece ser que no se entera de nada, un niño que por otra parte debería estar muerto o de cobaya ya que los nazis no querían alimentar a "parásitos" en balde.

Suena cruel, pero es que el holocausto lo fue, por sí alguien no se había dado cuenta.
Aún encima dice que si gana, el premio sera un tanque, pacifista Benigni.

En fin, un castañazo de los gordos, con un payaso como protagonista (pido perdón a los auténticos payasos de profesión) y un guión patético que convierte a esta película en una de las mas sobrevaloradas que he visto en mi vida.

Le pongo un 3 para que no se me quejen los del 10.

PD: No sé cómo pueden comparar esta "película" con Fellini o con Chaplin, eso si que me parece una ofensa para ambos autores.
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73 de 128 usuarios han encontrado esta crítica útil
1
Simplemente insultante
"La vida es bella" es una película obscena, en la que la ética y el buen gusto queda aparcada en beneficio no sólo del sentimentalismo más zafio, sino, lo que es más peligroso, de la bufonada más rastrera, con el propósito de conmover mediante los atajos más inmorales. Ya no es sólo que un tema tan espeluznante como el Holocausto, el cual no puede ni debe tomarse a la ligera, quede reducido a una mera y recurrente anécdota sobre la cual montar una verdadera oda a la payasada, sino que, además, se hace de manera pueril y sin gracia, con chistes estúpidos y vergonzosos (de puro tópicos) recursos sentimentaloides destinados a conmover vulgarmente al rango más bobo de espectador. No es falta de sentido del humor, es simplemente decencia y dignidad.
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53 de 88 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
6. La vida es valla
No voy a extenderme mucho en esta película, no me inspira. No es una mierda completa porque en la primera parte Benigni hace un despliegue romántico-creativo que resulta tan imaginativo y simpático que hasta se le perdona la inevitable cursilería. Pero ¡ah, la segunda parte! La segunda parte es un desastre. El protagonista no tiene un director que le diga: oye macho, córtate un pelo. No lo tiene porque primeramente el director es él mismo y se encanta tal y como actúa. Por demás, no se puede sacar de donde no hay. Cambia el orden al título "Qué bello es vivir", añade un niño tiernecito, unos nazis malotes, un padre consagrado y "chaplinesco" (en el peor sentido de la palabra) y un final del modelo standard conocido como "for your consideration" y tenemos el clásico pufo multipremiado de casi todos los años.

A pesar de que al traje de rayas se le notan mucho las costuras, al parecer el público se tragó tamaña falta de respeto a la inteligencia y a la naturalidad con un entusiasmo que condensa muy bien aquello de que "el cine es el Prozac del pueblo". Quizás porque llegados a un punto, el lloro catártico y facilón deja mucho mejor cuerpo que atreverse a adentrarse en el terreno de otro cine inmensamente más jodido. Me parece una opción muy legítima. La vida no es en absoluto bella, así que tampoco está mal que de vez en cuando las películas te engañen y te hagan creer todo lo contrario. Ahora bien ¿obra maestra? ¿o el placebo del año?
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78 de 139 usuarios han encontrado esta crítica útil
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