152 Críticas de los usuarios

A ver muchachos.. qué buscan en una película? Hay muchísimas probabilidades de satisfacción desde lo estético, lo narrativo, lo filosófico, lo político.. en fin. Una de las posibilidades sería simplemente entretenerse con una historia real, bien contada, y con aristas para analizar. Ahora bien.. si este film les parece aburrido, inconexo, chato, superficial o mal actuado, puedo aceptarlo aunque no comparta esas calificaciones. Lo que no puedo entender es que algo tan real, tan normal y tan humano como el desenlace de esta historia sea descalificatorio por sí mismo, y catalogado rápidamente como "moralina".. Muchachos, esas cosas pasan!! pasan todo el tiempo, en todas las sociedades del mundo!! El de esta película, es un final posible, tan posible como cualquier otro.. en valores absolutos ni bueno ni malo. Dejemos de sobrevalorar a lo raro, lo friki o lo violento!! Miremos más el cómo se cuenta una historia que su resultado final.. Esto no es fútbol, ni el balance bursátil. Sepan disculpar esta digresión. En definitiva, creo que ésta es una buena película, espléndidamente actuada y con interesantes reflexiones sobre la humanidad, mas allá de la moral y las costumbres de cada época.

Cuando en unos títulos de arranque suena ‘Cousins’ de Vampire Weekend y en esa misma película se referencia una portada en vinilo del memorable ‘Hunky Dory’ , a su autor y para colmo de orgásmicos placeres una Annette Bening se atreve con ‘All I Want’, a capella, de Joni Mitchell uno entiende que “The Kids Are All Right” no es otra de esas pasajeras alucinaciones del cine independiente americano. Mark Ruffalo le hace los coros en su peculiar (re)visión del tema parido del imprescindible ‘Blue’. Prácticamente el filme de Lisa Cholodenko se podría resumir en las interpretaciones de sus actores al ser el mayor sustento y debilidad, por eclipse.
Es precisamente en esa secuencia donde se resume la película, en ese duelo entre los personajes que interpretan Bening y Ruffalo. Está en juego el poder por el cetro familiar aunque quién lleva todas las riendas y voz principal es Nic frente a un coro y ‘falsete’ de Paul.

El cine independiente americano siempre destapa y nos revela temas que posteriormente son prostituidos o adaptados a sus necesidades por los grandes estudios. Se nos presenta una pareja de lesbianas con sus dos respectivos vástagos como nuevo epicentro de las nuevas familias que pueblan el planeta. Como en toda prole no están exentos los problemas y vicisitudes. Joni, la hija mayor, va a empezar la universidad y tiene que romper su doble cordón umbilical; el pequeño, Laser de quince años, está carente de feromonas masculinas y de una figura que nunca tendrá. Aquí aparece el nuevo integrante de la familia, un solitario Paul, que comienza a convertirse en un nuevo satélite de alto poder gravitatorio y emocional incluso para una de las madres, Jules como siempre interpretada por una excelente Julianne Moore, ante el atónito de la matriarca y rol masculino-familiar, Nic.

Hay comicidad y dramatismo con el mero hecho de cruzar una línea, de cambiar levemente de gesto, de arquear la ceja o esbozar una sonrisa. La película de la directora de “High Art” contiene todo lo anterior en pequeñas dosis aunque le falta el último aliento que la convierta en algo mayor. Tal vez el mayor error sea pecar de prudencia e intentar salvaguardar el régimen de unidad indisoluble de una familia con padres-madres homosexuales a cualquier precio dramático en el guión. Tres son multitud, efectivamente.

Un detalle fundamental para entender emocionalmente la película. La letra de ‘All I Want’, que interpretan Mark Ruffalo y Annette Bening, desvela las motivaciones de los personajes:

Voy por un camino solitario y estoy de viaje
viajo, viajo, viajo
Buscando algo, algo lejos de ti
Oh, te odio, te odio un poco
Y te amo un poco también
Oh, te amo cuando me olvido de mí
Quiero ser fuerte, me quiero reír
Sentirme parte de la vida
Estrenar un vestido, salir a divagar
Romper mis medias de tanto bailar
No lo ves, no lo ves, no lo ves

[…]

No ves cómo me lastimas
Y yo te lastimo a ti
Por eso nos ponemos los dos tan tristes.

Lo más triste es que he adivinado toda la trama y no es porque sea adivina, es porque es totalmente previsible de principio a fin. Teniendo en cuenta que hablamos del supuesto cine independiente americano, esperaba que me sorprendiera un poco más. A veces me ha dado la impresión de estar viendo un telefilm de sobremesa o un capítulo de una serie por la simpleza del guión. Desde luego que tengo claro que está totalmente sobrevalorada y, aunque no es una mala película, no se merece la nominación en los Oscars.

Lo único "original" es que la pareja protagonista es una pareja de lesbianas con dos hijos adolescentes. La desilusión llega cuando se ve como la directora decide mostrar su vida sexual de forma floja y en cambio nos regala varias escenas de sexo explicito heterosexual ¿Por qué? Podrían haber sido valientes y mostrar una escena de sexo lésbico, pero se ve que el puritanismo americano no lo permite.

Los personajes son estereotipos (la madre doctora y dura, la otra madre moderna y más dulce). El papel del donante de esperma también tiene tela que cortar ya que es un hombre al borde de los 40 pero un soltero empedernido que no para de ligar con mujeres (que original...). Hay un buen trabajo a nivel de actuación pero la historia empieza fuerte y va decayendo y frente a eso poco puede hacer una actriz aunque se llame Annette Bening o Julianne Moore. A veces es malo escuchar tantas alabanzas a una película, porque las expectativas son tan elevadas que solo nos desilusionamos ante lo que creíamos que iba a ser y no es.

Ya desde el inicio, sonando Vampire Weekend sin venir a cuento, uno se teme lo peor, pero lo peor es que se confirma. The Kids Are Allright es un desfile de clichés y tópicos del cine independiente americano (que de independiente cada vez tiene menos) con los que tratar de dar la vuelta -sin conseguirlo- a un argumento que ya huele a rancio, adoptando una pose de originalidad y frescura en su planteamiento que acaba siendo eso, pose en la búsqueda de la fórmula de la comedia dramática indie cómoda y confortable, esa que agrade a todo el mundo y que no moleste a nadie, en la que se evita preocupantemente ir con honestidad al fondo de las relaciones familiares y sociales en las que nos encontramos hoy, porque parece que en el mundo de la piruleta se vive mejor.

Es difícil lograr una película tan intrascendente con una historia como con la que cuentan, muy difícil, pero de unos personajes tan planos que se quedan en el estereotipo lo es aún más lograr sacar algo. No se consigue un ambiente real en las relaciones de los personajes ni en ese seno familiar, no se explota ninguno de los complejos temas que se tocan, se echa en falta valentía en los diálogos y mayor incorrección. Claro, que Cholodenko no es Todd Solondz ni Noah Baumbach precisamente. Se echan de menos tantas cosas y se echan de más demasiadas, que tanta corrección y ausencia de personalidad llega con su final a unos límites de moralina dignos de la casa de la pradera.

Podríamos hablar también de la forma en la que (no) muestra el sexo en el film para refrendar la idea de producto para contentar a las masas bienpensantes y no alterar el status quo a pesar de que la película esté protagonizada por dos lesbianas. Por ejemplo. Podríamos hablar de la fotografía tan luminosa que deslumbra -en el peor de los sentidos- y acaba dejando sin luz interior a sus personajes. Podríamos hablar del constante y abusivo uso de cancioncillas indies para dar sustento a las secuencias, en su incapacidad de transmitir o tener algún tipo de vida. Pero de lo que no podremos hablar dentro de un tiempo es de la película, muy pronto la habremos olvidado. El siguiene indie hit wonder está al acecho.

Así son las cosas, de Entrecopas, Transamerica y Pequeña Miss Sunshine a Juno, Up in the Air y esto, lo que ha cambiado el cuento. La realidad es que la obligada representación del cine "indie" en la gala de los Oscars está perdiendo por completo el sentido, excepto el del ridículo.

47/16(18/02/11) Sobrevalorado film, con un envoltorio ‘indie’ de pretendida valentía transgresora a la hora de retratar una familia moderna, pero que a la hora de la verdad se queda en las apariencias externas pues los temas que trata están ya muy trillados y la originalidad brilla por su ausencia. El tratamiento del núcleo familiar es como si de una pareja hetero se tratara, no hay diferencia, no tienen dificultades por ser lesbianas y para colmo sus hijos son ideales, no tienen más dificultades que conocer que su padre-donante de esperma, que para colmo resulta ser divino de la muerte, guapo, simpático y con dinero, que por supuesto al relacionarse mucho con una de las madres la tormenta se desata, derivando en un melodrama manido donde un triángulo amoroso pone en crisis una familia, nada que la haga especial hay en esta cinta, las situaciones discurren de modo previsible y con un tono moralista bastante casposo, únicamente salvado por la actuación de sus protagonistas, Annette Bening y Julianne Moore, el resto podría ser un telefilm de sobremesa sin calado alguno. La historia no transmite emociones, la ves sin más, no te empatizan unos personajes planos, no te mueven a reflexión alguna, decepcionante, esperaba algo y me encontrado con un producto tan políticamente correcto que las escenas de sexo entre las mujeres son debajo de una manta y las de hombre-mujer son explicitas, se ven cambiando de posturas, se les ve toda la carne, autocensura? Leo que es una comedia y me quedo perplejo, debo haber visto otra obra pues en esta la dosis de este género estaba desaparecida, tampoco entiendo que este guión este nominado al Oscar, tan mal ha estado el cine este año? O es que se siente mejor consigo mismos si nominan un relato de una pareja de lesbianas? Y en lo de drama la única forma que hay de imprimírsela es a base de temas musicales, un artificio bastante manipulador que intenta tapar las evidentes carencias que tiene la narración. Nada en la película la saca de algo inane. Fuerza y honor!!!

No hay problema alguno en buscar buenas intenciones con las historias que contamos en el cine, ninguno. Tampoco considero un problema el intentar dar un mensaje moralizante; el problema lo veo en la forma en cómo se intenta trasladar ese mensaje. Lo fundamental son las acciones que se eligen a la hora de transmitir la historia con la que pretendemos enviar al público nuestro mensaje.
En esta cinta, la narración está tan condicionada por una cantidad ingente de errores y lugares trillados que me parece que el foco sobre el que se quiere poner el dedo índice pasa desapercibido, nos perdemos en lo accesorio porque no existe un guion de peso detrás de cada personaje que nos merezca la pena el camino de ver qué nos quieren contar.
Empecemos por uno de los actores más sobresalientes que encuentro en las pantallas de los últimos años, Mark Ruffalo, actor consistente que está mejorando mucho con los años y que elige sus películas, de momento, con sentido de carrera. Aquí da muestras, de nuevo, de su buen oficio, y, me parece, que es lo más digno de toda la película.
Otro cantar es su personaje. ¿El guion se detiene, aunque sea en una línea, a mostrar una sola razón de su repentino cambio de valores?, no. Y el asunto se las trae incluso desde un punto de vista estético porque despreciar a Yaya DaCosta por una entrada en años y descuidada Julianne Moore merece muchas explicaciones. Insisto, ¿cuáles son los porqués del enamoramiento que sufre Paul/Ruffalo con sus hijos biológicos y Jules?, la película no ofrece ninguno, a no ser una ligera insinuación al hecho de que con esto de la edad uno debe sentar la cabeza. Pero, y eso es algo que olvidan muchas cintas de este estilo, madurar es un proceso en el que la reflexión debería jugar un papel. Al menos es lo que parece en la vida real. Llevar un proceso madurativo al cine no es fácil, pero otros lo han hecho y muy bien,;por tanto, no es excusa para este guion la dificultad del asunto para haber fracasado en este punto estrepitosamente.
En cuanto al resto de actuaciones, no veo nada poderoso en una Wasikowska que destrozó, por momentos, la Alicia de Burton, ni en un Hutcherson con demasiados dejes de Disney. Annette Bening tiene la gracia de las actrices recuperadas y es cierto que quien tuvo retiene algo de aquello que fue. Julianne Moore me sigue ofreciendo una cosa buena y otra mala y sigue sin parecerme una actriz de primera línea sólo que ahora tiene muchos años más encima. Probablemente lo que me ocurre es que nunca le perdonaré The Forgotten (Misteriosa obsesión/ 2.004 Joseph Ruben).
Sigo en spoiler por falta de espacio

Una comedia dramática bastante interesante que en ningún momento decae. Aborda abiertamente un tema delicado para alguna gente, el de los matromonios gays, en este caso el de dos mujeres, Moore y Bening (magníficas en sus roles), y para más inri de esos suceptibles de moral, este matrimonio cuenta con dos hijos naturales inseminados artificialmente.

El argumento es interesante, el guión divertido, las actuaciones están a muy buen nivel, tanto las dos mujeres, los dos adolescentes y Mark Ruffalo sacan un aprobado con comodidad, especialmente destaco a Annette Bening como el "hombre de la casa" que lo hace con un realismo impresionante, muy lejos de la belleza y femeneidad que le conocemos.

Arranca varias sonrisas pero también cuenta con su parte dramática, muy profunda, ya que trata sobre un conflicto matrimonial como cualquier otro. Es muy recomendable, del grupito exclusivo de lo mejor del año 2010: Inception, Toy Story 3, Please Give, Winter's Bone...

Nunca me había gustado tan poco una película que pagué por ver en las salas de cine. Desvirtúa completamente la relación entre mujeres hasta dejarla a la altura del betún. No la recomiendo a nadie.

Está película me ha dejado bastante perpleja, tanto que me he decidido a escribir una crítica porque la verdad es que no sé como puntuarla.

De entrada, he de reconocer que mis expectativas eran muy altas debido a las buenas críticas que tuvo la película en su momento. Al principio me gustaba mucho, me parecía una película simpática y bonita que reflejaba bien los problemas con que puede encontrarse una pareja de lesbianas (similares a los de una pareja con hijos adoptados) al criar a sus hijos y concretamente en una situación como la que se plantea, en la que buscan y encuentran a su padre donante. Me gustaban los personajes y el trabajo de los actores, y durante el transcurso de la película me parecía que "todo iba bien", en cuanto a cine, me refiero. Pero, de pronto, da un vuelco final y la simpatía desaparece y se convierte en una película hiperconservadora, de defensa a ultranza del matrimonio y la familia tradicional, que al fin y al cabo es lo que es aunque esté formada por una pareja de mujeres, y totalmente falta de empatía por el personaje masculino al que se castiga sin compasión. No hay ninguna valentía en su final, más bien al contrario. No deja ningún resquicio a la libertad y a mi entender se convierte en un panfleto de militancia gay con moraleja. El optimismo desaparece y llega el desconcierto.

Dando naturalidad a la vida liberal; promoviendo esa onda indirecta y muy new age de los diálogos sugerentes, plagados de psicología al uso; desviando la atención, como cuando una gallina cacarea pero los huevos están en otro lado (lo hace en varias secuencias, en algunas de forma notable); armando un mundo aparentemente distinto e intentando vendérnoslo como un nuevo sentido común, una nueva ley humana. Lo que al mensaje conservador le suena a "freak"...aquí eso no parece tener cabida alguna...¿o miento?

No miento, pero algo atenta contra el progresismo, o ni siquiera puedo afirmar que atenta...digamos que abre las puertas de universos ya conocidos: y es que Los chicos están bien se vuelve conservadora al atentar contra la integridad familiar. Allí surge la noción del pecado, la idea del error. Entonces no están del todo liberados, no está mal que así aparezca. Estaría mal que el desenlace o la forma de encarar el nudo del conflicto hubiese sido otro puesto que el lema y/o moraleja sigue siendo la misma, siempre tan polémica: el precio de la libertad está en la eterna vigilancia. Criticable por volverse moralizante, pero realista desde el aspecto de representar sucesos no del todo inesperados, la obra de Cholodenko tiene la particularidad de poder complementar aspectos que suelen considerarse incompatibles.

Uno de esos ejemplos que me hacen plantearme si lo que estoy viendo es lo mismo que lo que ve todo el mundo. Los chicos están bien es una pelicula, que simplemente puede como mucho a llegar estar bien.

¿De verdad alguien piensa firmemente que una película como esta merece tanto premio y alabanza? La pregunta puede ser mucho más inmoral si se plantea de otra manera. ¿De verdad alguien cree que si esta película hubiera ido acerca de un matrimonio formado por un hombre y una mujer, tal y como es la película, hubiera llamado la atención de alguien? ¿No es eso acaso discriminación? Será que veo este tipo de matrimonios entre personas del mismo género como algo tan normal que el comprobar como una película que versa sobre ellos recibe tales premios probablemente solo por eso.

Dentro de años veremos esta película, y será todavía más común. Estoy convencido de que hay trescientas películas televisivas, propias de una sobremesa, que han tenido un argumento e incluso guión parecido, ¿qué es por tanto lo que hace especial a esta película? Que el matrimonio es de dos personas del mismo sexo, lo cual solo demuestra el todavía atraso mental de gran parte de la población en estos temas.

Como película, que es realmente lo que importa, es normalita sin más. Annette Bening está acertadísima, aunque Julianne Moore ensombrece un poco todo (nunca fue mi actriz favorita, ni de lejos). El resto acertado, artísticamente, interpretativamente y todo lo demás, pero sin despuntar en nada.

Me lo dices o me lo cuentas, Cholodenko?

Esta señora, a la que supongo señora porque de nombre de pila se llama Lisa, pretende entregarnos un filme en el aparezcan como totalmente normales y naturales las relaciones lésbicas tanto en su variante sexual como familiar. Es decir, nos muestra a una familia de dos madres y dos hijos en la que esta circunstancia prácticamente es algo anecdótico, como si fuera el pan de cada día.

Bueno, tengo que puntualizar algunas cosas.

1. Creo que las lesbianas no son personas tan insoportables como las dos tipejas estas. Al menos no por sistema; habrá algunas que sí, pero no creo que sea el prototipo.

2. Que algo sea natural no implica necesariamente que sea normal. Una familia como ésta puede parecernos perfectamente natural pero hoy por hoy la realidad es que aún no está normalizada en la sociedad, lo que significa que no puedes mostrármela como si lo estuviera y lo más normal en los USA fuera tener dos madres. Qué sociedad más guay y más moderna somos, wawwwwww!

3. Si de verdad te parece tan natural la situación por qué cuando las sacas en la cama, se supone que follando, sólo se ve la carita de éxtasis de la una y se intuye a la otra bajo las sábanas, se supone que haciendo sexo oral? Si fueran un hombre y una mujer serías igual de pudorosa para las escenas eróticas? No te explayarías una mijita más con los besos, los cuerpos restregándose y toda la parafernalia del sexo made in USA? Aunque no enseñaras los aparatos reproductivos, que tampoco hace falta. Los señores que se hayan hecho ilusiones de regodearse visualmente con algo parecido a la tijereta que se vayan olvidando.

4. Realmente para que veamos lo bonito, natural y encomiable que puede ser el amor lésbico necesitas que tus dos lesbianas tengan la mentalidad de la abuela cleta y crean a pies juntillas en la fidelidad conyugal, en el amor eterno y en la indisolubilidad del matrimonio por encima de todas las cosas?

En definitiva, muy buenos propósitos con un resultado bastante chusco y hasta pelín hipocritilla. Si algo te parece natural, pues trátalo con naturalidad y no me pongas a dos bollos que viven juntas y no se dan en dos horas de película ni un beso con lengua.

Ah, se me olvidaba. Julianne Moore está abominable. Qué horrorrrrr! Su interpretación ha destruído cualquier posibilidad de que yo alguna vez me decantara por lo sáfico. Ni muerrrta.

Dulce e inesperada, como agua de mayo, así llega esta película en este aciago año para el cine en general, del que pocas películas se salvan de la quema y donde las series han ocupado el un lugar privilegiado. Comedia de sonrisas y no de risas, de un atípico triangulo amoroso, por otro lado tópico a más no poder, pero tremendamente bien encauzado por las tres actuaciones. Annette bening, perdedora habitual de la gala de los Oscars, se tuvo que conformar con el globo de oro a mejor actriz de comedia (y porque el de drama se daba por otro lado, sino Natalie Portman también se lo hubiera arrebatado). Una lástima Annette, tu momento se fue en 1999 con American Beauty y ya no lo volviste a tener claro en tu vida, que yo soy el primero que piensa que los Oscars son una gilipollez, pero tú, nominada cuatro veces, tiene que ser duro. En cualquier caso, es la mejor de la película con diferencia. A su lado, otra clásica del cine, Julianne More, menos laureada que Annette, pero igual de sobresaliente que ella y por último Mark Ruffalo, paradigma de la normalidad interpretativa, aunque me gusto mucho en Zodiac.
Por otro lado, tenemos los vástagos de la homopareja de féminas. El trabajo de Mia Wasikowska es de diez. Cautiva con su sonrisa y sabe transmitir una enorme cantidad de sentimientos interpretando muy bien su papel de adolescente en conflicto continuo y ojito que debuta con Gust van Sant y obviamente con veintiún años ya está consagrada. El chaval... ahi está...

Es entretenida a rabiar y, aunque al final siempre nos empeñamos en hacer todos lo mismo, consigue que pases un buen rato. Pero como siempre en todas las comedias románticas salpicadas de algo de drama, al final el vivieron felices y comieron perdices es excesivo. Pero supongo que es parte del encanto. Cine a parte, lo que la directora, homosexual de, canto y de frente, nos quiere transmitir algo que no sé muy bien en que queda. Por un lado, lo guay que es tener una familia con mamá y mamá y que sus hijos no sean unos raros abocados a la homosexualidad. Bien por la directora. Sin duda, un duro golpe visual a los conservadores que hablan de la familia heterosexual como el pilar inamovible de la sociedad. BRAVO. Pero por otro lado, es algo así como una demostración (innecesaria) de la posibilidad de tener una vida "normal". No sé exactamente con cual quedarme.

Mi nota es un 7 y medio, pero como no se puede pues un 8, porque me gusta la directora, me gusta Annette Bening, Julianne Moore sale muy favorecida y el tema es muy recurrente.

Llamar comedia a este telefilme es abrir el género comedia a cualquier cosa. Si sólo fuera tópica y aburrida no me habría indignado tanto como ver a dos buenas actrices esforzándose por poner sentimentalismo a una historia predecible, sin ritmo narrativo y cuyo único valor es reflejar un entorno familiar de lesbianas para normalizar todo tipo de familia actual, sin embargo como película es sosa, cursi y aburrida.
Si hay algún ranking de guiones nefastos querría empezarlo con este bodrio autocomplaciente.

Película aburrida, llena de tópicos trasnochados, chistes fáciles y con una más que negativa visión de la vida de pareja en una relación entre lesbianas. Cómo se pueden rodar escenas de cama entre mujeres de una manera tan ridícula! Sin contar la falta de química entre los personajes tanto principales como de reparto. Un horror!! Huyan los que esperen ver una buena película! hay mejores maneres de pasar 105 minutos!

Y aquí tenemos a otra de las películas rescatadas de Sundance 2010, la que junto a "Winter's Bone" (que por cierto, es ligeramente superior) aspira a comerse todos los premios habidos y por haber no sólo del cine independiente, sino que incluso suena para los Oscar. Cuánto hizo la notable "Little Miss Sunshine" por este tipo de películas pequeñas. "The Kids Are All Right" no tiene ningún problema grave, simplemente pasa que es poquita cosa. Y que si no fuese por las fantásticas interpretaciones de casi todo su reparto, con unas geniales Moore y Bening (aunque ambas han estado mejor en otras películas) o un carismático Ruffalo encabezando el grupo de cinco principales (Wasikowska tampoco lo hace nada mal), el film de Cholodenko no habría hecho ni la mitad de ruido. Bueno, también está "el tema".

"El tema" en este caso es ir de liberales. El guión de la Cholodenko y Stuart Blumberg apela por la igualdad desde un prisma amorfo en el que al final se cae en la convención, en la crítica por la crítica y la moralina más pobre que se puede imaginar. La historia va sobre dos lesbianas que viven con sus hijos, una familia feliz que se rompe, o que comienza a titubear, cuando los chavales quieren descubrir a su padre biológico (las mujeres, evidentemente, fueron fecundadas artificialmente). Y claro, llega el drama. La Bening se pone celosa, la relación lésbica se agria a pesar de lo bien que se lo pasan viendo porno gay mientras usan el dildo y la Moore, que sale bastante poco favorecida (nada que ver con "A Single Man", donde enamoraba a la cámara), empieza a tener necesidad de tapar agujeros. En un sentido literal.

La última media hora de película se anima, se hace más divertida pero no de forma buscada sino por los dramas absurdos y lo surrealista que resulta la forma en que quieren cerrarlo todo, apelando al final por lo más fácil: la moralina barata. Lo dicho: no es "The Kids Are All Right" un film demasiado terrible, sólo es modesta, simple y no llega tan lejos como pretende. Pero tiene grandes interpretaciones y una historia que se ve -y se escucha - casi sin molestar. Podría ser peor: podría ser "Precious".

Ojala hicieran más películas como esta porque sinceramente hacía tiempo que no visionaba una película tan simpática, tan alegre, tan fresca y tan libre como esta. Lo tiene todo y gran parte de culpa la tiene el reparto, elegido a la perfección. Qué decir de Julianne Moore y Anette Bening que no se haya dicho ya, unas grandes de la interpretación que cada papel que interpretan es mejor que el anterior, increíbles. Y por otra parte dos grandes promesas, bueno aunque ya se podría decir que son el presente de lo que es y puede ser una gran generación de actores, Mia Wasikowska borda su papel, es guapísima y tiene un gran futuro por delante, se ve venir a leguas. Y Josh Hutcherson, siempre me ha encantado, lo sigo desde sus principios allá por Zathura. Punto y aparte para Mark Ruffalo, un grandísimo actor pero muy infravalorado, una pena. En conclusión, una muy buena película que entretiene y te engancha de princípio a fín gracias a un buen argumento, grandes actores y la alegría que derrochan.
No se arrepentiran.

Bueno, casi que ni quiero escribir esto. Esta película no se merece nada, salvo silbatina y abucheos. Es el colmo de la convención puesta al día, o sea lo mismo con distinto olor. Pocas veces vi tal suma de convención barata escondida entre pliegues de modernidad cool. Lamentable ejercicio de falsedad, de caradurez intelectual, de oportunismo de segunda mano. Los personajes no se merecían semejante historia. Es de lo peor esta película. Injusta, arbitraria, muy superficial. No comprendo tanta alharaca, es pura -y peligrosa- obviedad republicana este exaltado triunfo de la injusticia social, de la pacatería en los sentimientos, de la levedad insoportable del ser. Tampoco los actores están bien, llenos de mohines simpáticos, lágrimas huecas y vaciedad moral e intelectual para enfrentar los dramas de la vida.

Parece light y hasta naif pero no lo es. Las funciones maternas y paternas pueden desempeñarse independientemente del género de quien la ejerza. Aunque tampoco es lo mismo criarse con una que con dos mamás. Este film aborda una realidad cada vez más normal, que es la pareja homoparental. Cuestiona y rescata a la vez ciertos valores familiares y da cuenta de como en este tipo de familias, aparecen los mismos o similares conflictos, virtudes, afectos y miserias que se dan en un clan convencional.
No es mejor, ni peor, es distinto nada más, aunque en la manera en que se configuran los lazos no varía mucho de cualquier vínculo neurótico.
Este ensayo, podríamos llamarlo así, es apoyado por las magistrales actuaciones de estas dos señoras actrices (Julianne Moore y Annette Bening), quienes a través de interpretaciones brillantes logran retratar de maravillas, la función que ocupa cada una en la estructura familiar.
En fin, se trata de una película que requiere unos cuantos análisis en estos tiempos, más allá de los cinematográficos.

Odio los folletines, las historias románticas tipo "EL DIARIO DE NOA" Tampoco me gustan las películas de lesbianas porque...

Los Chicos están Bien es una magistral película cuajada de secuencias interesantes, gestionadas desde la normalidad, interpretadas con fluidez y perfectamente dirigidas por Lisa Cholodenko.

Todos sin excepción están bien, todos, comenzando por Mark Ruffalo, hasta quienes hacen de hijos de Annette Bening y Julianne Moore.

Pensando en las razones por las que me ha gustado, al final descubrí que en el guión se refleja a todos los personajes como unos inadaptados, siempre en los límites de la marginalidad; que actúan por sus propias razones, desde esa búsqueda que poco o nada tiene que ver con lo convencional.