68 Críticas de los usuarios

Acabo de ver la última película de Richard Linklater, basada en una (otra) novela de Philip K. Dick, que ya diera obras maestras del cine como Blade Runner. En general, lo más destacable de la película es el efecto rotoscopio con el que ha sido rodada, de una belleza extremada, que hace que te pases la hora y media larga de película simplemente observando cómo se mueven los dibujos. Algunos planteamientos del film también son interesantes, y hacia el final de la película nos estaremos preguntando quiénes son los buenos y los malos, qué hay detrás del juego de las apariencias, de las máscaras, de las sombras chinescas, de ése gran teatro del mundo que apuntó Calderón. Sin embargo, hasta llegar al asunto central y realmente importante de la trama, ha pasado más de una hora en la que ha ocurrido menos que en Esperando a Godot, llena de diálogos sin sentido de drogadictos (porque ésta es una película de drogadictos en toda regla, sí señor) y de bajones de ritmo apabullantes (cosa que también ocurría en Walking Life, la anterior película de Linklater), de la que se salvan sólo la belleza estética de las secuencias (muy bien rodadas, por otra parte), algún que otro rompimiento de gloria en los diálogos, y poco más.

El guión en este punto es bastante inconsistente, y el hilo conductor que lo mantendrá vivo serán algunos detalles, muy de novela de K. Dick, que conseguirán mantenernos interesados gracias a una aparente confusión. También ayudan las interpretaciones Robert Downey Jr. (en su salsa, gran papel), Keanu Reeves (está bien pero sin grandes alardes) y Winona Ryder. En todo caso, la trama ganará muchos puntos a partir de que pasa la primera hora, donde toda la gran tela de araña se va destejiendo poco a poco y empezamos a ver lo que hay detrás del juego de nombres y de disfraces, donde por fin entenderemos de qué va A Scanner Darkly. Y entonces, cuando abramos los ojos, y sobre todo, cuando lleguemos a las secuencias finales, y cuando salgamos del cine (por cierto, escuchando la estupenda canción Black Swan extraída del último disco de Thom Yorke, The Eraser), cuando nos demos realmente cuenta del regusto agradable que la película deja en nosotros. Que lleva a pensar que, aunque no sea una obra maestra, sin duda sí es una obra muy digna de ver. Y no sólo por el preciosismo estético.

“A Scanner Darkly” no supone una novedad cinematográfica al existir “Waking life”, donde Linklater utilizó la técnica del rotoscopiado para llevar a cabo una tan interesante y original propuesta como pedante, que se perdía muchas veces en su excesivo uso de recargados diálogos filosóficos.

Esta vez toca una adaptación de Philip K. Dick sobre un mundo futurista donde la policía está omnipresente y en eterna vigilancia de una sociedad decante y consumida por las drogas.

Delimitar si el modo elegido para presentar la propuesta es simplemente un capricho o una ayuda para recrear las paranoias de los protagonistas y los “trajes” cambiantes de los investigadores resulta difícil. Por un lado se pierden parte de las interpretaciones del elenco de estrellas elegidas, pero por otro se gana más profundidad visual en la recreación de originales y surrealistas chutes o situaciones.

Algunos momentos episódicos son tremendamente divertidos y originales, aunque es en su desenlace donde aparece el drama y la tragedia agravados por la historia anterior.
Su giro final da algo de luz a esa oscuridad en la ha estado ahogado su protagonista conduciendo al espectador a analizar ese futuro idílico y nuestro presente real.

Una apuesta original, divertida, sorprendente y más acertada que su antecesora.

Philip Kindred Dick (1928-1982) no fué en vida un autor reconocido en base a sus obras escritas, bien es sabido por todos los que han leido su mencionadas obras que habitualmente consumía todo tipo de sustancias estupefacientes y tenía amistades de dudosa reputación con las cuales compartía toda clase inimaginable de experiencias.

Esta película en parte autobiográfica es una parte de esa vida tan intensa como degradante que tuvo, pero que nos otorgó como herencia relatos cortos y novelas de una indudable calidad e imaginación que el cine ha plasmado de manera más o menos acertada en posteriores producciones cinematográficas, no descartando por ello, el consumo habitual de dichas drogas para mantener un ritmo de producción y creatividad como ningún otro autor ha tenido a lo largo de su vida.

La película nos sumerge en ese mundo para mostrárnoslo con toda su crueldad y su decadencia personal, el fracaso de un sistema social incapaz de poner solución a todo este caos, excepto si por ello el protagonista ha de convertirse en una especie de espía al servicio del mencionado sistema al que se supone que eres y debe ser fiél para delatar a sus semejantes, con el consiguiente sacrificio que ello conlleva para si mismo.

La sensación que supone visionar el film en cuestión, es de autentico escalofrío e inquietud como si estuviera dentro de un oscuro tunel donde hay una entrada, pero no hay ninguna salida ni luz donde se vea el final de dicha ratonera para nuestro ilustre protagonista.

No sé cuán fiel será esta adaptación a la obra de Philip K. Dick, pero espero que el texto original llegue más lejos en sus críticas y conclusiones filosóficas, porque este film me ha decepcionado como hace tiempo no lo hacía ninguna película.
La animación rotoscópica la dota de un innegable atractivo visual, aunque ciertos detalles no queden muy bien con esta técnica (por ejemplo, las ruedas de los coches no parecen girar en ningún momento). Más allá de este tipo de animación Linklater no ha salido victorioso en ningún otro aspecto, aunque nada sea un absoluto despropósito, la verdad por delante. El montaje no es especialmente adecuado, ya que un buen número de escenas no parecen aportar nada aparte de resaltarnos el delirio y la paranoia de unos drogadictos. La banda sonora, pues ni me enteré de si había, y creo que en este caso para mal, porque la película ni me transmitió emociones ni me entretuvo en ningún momento.
Keanu Reeves está correcto en un papel que no pide casi nada, igual que Winona. Robert, Woody y Rory se pasan de rosca casi todo el tiempo, y a veces muchísimo. Quizás se pensaban que al convertirse en dibujos animados les quedaría bien, pero no es así, y menos aún con la sobriedad de Keanu y Winona.
El guión posiblemente sea fiel al espíritu de la obra de Dick, así que sus más acérrimos seguidores están de enhorabuena, aunque advierto que no está demasiado bien estructurado y, sobretodo, plasmado en pantalla. La película empieza de un modo curioso e interesante, y va ganando interés en poco tiempo, pero no tarda mucho en quedarse estancada y no progresar hasta casi el final. Se nos muestran un montón de escenas con Keanu, Robert y Woody en las que sólo contemplamos sus delirios, y la vertiente cómica que sí tenía 'Fear and Loathing in Las Vegas' aquí nunca asoma. Es aburrido comprobar sus delirios y paranoias, que además muchas veces parecen más una broma entre colegas, en un evidente y descarado mensaje moralizante, ya que ni como eso funciona. En sus 20 minutos finales la cosa mejora un poco cuando el mensaje final se nos muestra, pero entonces te quedas "Vale, muy bien, ¿nada más? ¿Todo estos minutos de locuras y paranoias descafeinadas para esto?". Pienso que un guión más extenso le habría ayudado bastante, ya que algunas reflexiones se anuncian de un modo muy repentino y breve, no están desarrolladas, además de que serviría para intentar enlazar mejor las diferentes escenas, las cuales en muchos casos se podrían intercambiar entre ellas sin el menor problema para el hilo temporal.
En resumen, decepcionante y mediocre cinta de animación que se salva gracias a su indudable atractivo visual y excelentes reflexiones filosóficas sobre las drogas y el control gubernamental, además del riesgo de pérdida de identidad en ciertos casos. Pero también tiene muy en contra su moralista mensaje, una desestructuración absoluta, unos histriónicos trabajos por parte de varios de sus actores y un ritmo decreciente que en ocasiones es nulo.

Grandiosa película de Linklater que nos deja multitud de mensajes camuflados en un argumento de drogas, traiciones, corrupción... y que nos hace preguntas del estilo... el fin justifica los medios? cuán manipulados estamos por los gobiernos? en qué tipo de sociedad vivimos? somos una sociedad alienada? o por el contrario somos los "alienadores"?

Más allá de los mensajes, es una entretenida película, con situaciones desternillantes por los delirios de los personajes debido al consumo de las drogas y por otra parte situaciones dramáticas que muestran el lado más oscuro de la drogadicción, como la manipulación de ésta sobre el individuo; y con un interesante final.

Recomendada 100%.

En general no me ha gustado, aunque la he visto de principio a fin. Me parece curioso que pese a estar hecha por ordenador, una vez te acostumbras la sigues como cualquier película de intriga habitual, pero me parece muy densa, compleja, difícil de entender y, a mí al menos, no ha me ha llegado ni a enganchar ni a despertar interés. La verdad es que tenía ganas de que acabara y no he entendido el final. No me ha gustado y me ha parecido un poco aburrida.

Una notable visión sobre el futuro del narcotráfico y las drogas en general. Hasta la fecha es la mejor adaptación del mundo de Philip K. Dick vista en la gran pantalla. Acierto con Suso que las actuaciones de todo el elenco son de gran calidad. Visualmente Linklater acierta en la utilización del método de animación por rotoscopia, ya que dota al film de la confusión exacta que Dick refleja en su obra literaria (nunca llegué a pensar que adaptarían tan bien la parte de Bob/Fred Arctor y la del traje de camuflaje óptico). También encontré muy acertada la banda sonora (en algunas partes me recordó a los buenos momentos de la serie de animación Lain) donde se da el lujo de introducir algunos temas de la banda musical Radiohead. El producto final que nos queda es una especie de híbrido entre el mundo visceral y psicodélico de Burroughs y el dramático y oscuro del Sr. Selby Jr.
Sin duda Linklater refleja en este producto que su talento es amoldable a cualquier fuente de inspiración.

Aunque sólo sea por ver los rasgos tan bien copiados por medio de animación, de Keanu Reeves o de Winona Ryder, ya merece la pena ver esta historia bastante pesada y agotadora.
Un film interesante, extraordinario, fuera de lo común, una propuesta animada que trata sobre la degenaración social en base al consumo de droga (aquí en vez de ser hojas de coca se trata de unas florecillas preciosas de color azul); pero tratado con un desarrollo que pesa tanto como el plomo y que por momentos (sobre todo al tener que observar esos personajes con trajes cuyas rostros y apariencia cambian constantemente) da la sensación de que el drogado que está sufriendo alucinaciones es uno, el propio espectador.

Fej Delvahe

Son de esas películas donde se mezcla la realidad con la animación, pero esta me ha llamado la atención por su estilo, ya que parece que los dibujos parecen estar pintados con acuarela encima de los propios actores, y ante esta estética, para mi gusto muy agradable, todo el mundo tendría que verla, aunque sea solo para opinar.

Respecto a la película y su desarrollo en si, es bastante entretenido, con una trama bien llevada, al estilo policíaco dando algún que otro vuelco durante su desarrollo.

Los diálogos me parecen interesantes, y algo alocados a veces, y sensatos en otros momentos, pero ese ritmo es lo que hace más que la película no se llegue a hacer aburrida, sino más interesante.

Lo que no entiendo, es como esta película no ha sido estrenada en el cine, sino que ha aparecido directamente en dvd, porque merece la pena gastarse un dinero en verla, y no como otras.

Como amante de la animación no podía resistirme a ver "A Scanner Darkly", la nueva película de Richard Linklater basada en una novela de Philip K. Dick. Con la ciencia ficción como transfondo nos encontramos con una cinta que puede presumir de tener una técnica asombrosa y, además, un guión más que digno que nos hace plantearnos determinadas cosas. La ambientación es perfecta, no es muy lejana al mundo actual en las formas pero sí en el interior, quizá ahí radique gran parte de su nivel, en no ofrecernos tecnología punta o efectos especiales de aupa sino en potenciar el realismo e introducir, a partir de ahí, distintos elementos fantásticos.

Con un reparto impresionante (Reeves, Robert Downey, Woody o Winona), la historia va resolviéndose poco a poco a medida que descubrimos un poco el submundo de cada uno, llevando la voz cantante Reeves quien, en esta película, no desentona demasiado gracias en parte a la animación. Sería muy, muy curioso, ver esta película sin la "cubierta", simplemente verla como cinta de acción real, a ver si el resultado del elenco de actores sería tan bueno o se verían mermados por la nula expresividad de algunos, especialmente de nuestro amigo John Constantine/Neo.

La música adecuada y, de nuevo, una técnica sobresaliente consiguen que junto a un magnífico guión nos veamos atrapados en este mundo futurista de drogas y corrupción. Y este sobresaliente final no hace sino reforzar todo lo visto previamente. A falta de ver Waking Life, me rindo ante la nueva película de Linklater. A ver si la próxima se ve atrapada en este estrambótico mundo o sorprende y despunta a nivel de guión también.

Interesante propuesta visual de Linklater, como ya hiciera en Waking Life. Aprovecha la animación rotostópica para mostrar un futuro distópico y cercano en el que se reflexiona sobre la identidad del ser humano en manos de las drogas, a través de una misión policial en el que un infiltrado sucumbe a la adicción, manipulado por el propio sistema. Alienado por el entorno psicodélico de la corrompida sociedad, el protagonista deambulará en una doble existencia que repercutirá en marginación vital y social, víctima de un sistema aniquilador y decadente.

La animación ayuda a plasmar diversas imágenes alucinógenas que, de otro modo, quedarían exageradas y en la narración se pronuncian diálogos que esconden filosóficos conceptos acerca de la sociedad, el sistema y el individuo, con la droga como punto de inflexión. En el reparto coloreado se aprecian las facciones de Keanu Reeves, Robert Downey Jr., Wynona Ryder y Woody Harrelson como rostros principales. Es una experiencia fílmica que va más allá de los efectos de animación, conlleva autorreflexión y no es apta para paladares cinéfilos convencionales. Un 7/10.

No son muchas las emociones o conclusiones que conseguí sacar de mi mala experiencia con esta película de Linklater, al menos no las suficientes como para ver en su cinta algo que sea digno de enmarcar, reflexionar o subrayar.

Aparte del argumento, bastante ruidosamente etructurado que impide seguir la película con toda la lógica necesaria, A Scanner Darkly tiene muchos puntos de indiferencia y ninguno que merezca realmente la pena. Ciertamente, el reparto, la técnica del rotoscopiado y esa temática sobre las drogas parecían un lienzo en el que iba a encontrar una pintura muy atractiva, pero pronto perdí el interés, en cuanto mis ojos se acostumbraron a esa técnica y empezaron a visualizar incluso fallos y efectos no tan bien conseguidos en algunas partes.

Pero lejos de los efectos y otros filtros, que en el fondo es lo único que hace merecer la pena a esta película, no tenemos nada más. Una historia no predecible pero tampoco sorprendente que no llega a transmitir ningún mensaje. Sí, la película va de drogas, pero ni se acerca a cosas como "Requiem por un Sueño" en carga reflexiva ni a "Miedo y Asco en las Vegas" en su facete estridente y psicodélica. Lo único que terminé pensando, es que esos colores y esa técnica de rotoscopiado incluso hacían daño al mensaje de la película, con tanto color para una temática tan gris.

A Scanner Darkly parece un dibujo a medio pintar, inacabado, que pretende ser original pero se queda en la intención y la obsesión por ofrecer algo único.

Después de ver "Waking Life", no me esperaba otra cosa que una muy buena película.

Un policia se hace pasar por adicto a una nueva droga en un futuro no muy lejano. Keanu va pasando informes a sus superiores, mientras que poco a poco se va haciendo más adicto.

Lo mejor del film son algunas situaciones que ocurren debido a la droga, algunas conversaciones que tienen, y el final, muy bueno.

Esta claro que este director, sabe como hacer buenas películas.

Finalmente, se agradece una película que capte en profundidad la esencia de la obra de Philip K Dick. Otros filmes basados en novelas de este autor pueden ser buenas, incluso clásicos indiscutibles, pero en ningún momento se alcanzó como en A Scanner Darkly la paranoia, la angustia, y la desconfianza que muchos libros de Dick transmiten.

Una presentación atrevida y poco común, así como muy vistosa, añaden una dimensión más a una historia acerca de la drogadicción y el sentirse permanentemente vigilado, sobre las alucinaciones y el control totalitarista gubernamental, y sobre todo, sobre el llegar a un punto en que uno mismo no sabe ni quién es, ni por qué está en el punto al que ha llegado.

A Scanner Darkly es un film atrevido con un guión que se va estructurando conforme avanza la película. Tiene momentos muy buenos, las paranoias de la droga son bastante graciosas, las conversaciones entre los tres personajes en este estado mantienen en gran parte un ritmo que podria haber sido muy denso. No es hasta el final de la película cuando realmente la aprecias del todo. Los últimos quince minutos son brillantes. Muy recomendable y las actuaciones, a pesar de estar dibujadas, son bastante buenas.

Debo decir antes de empezar que no he leido el libro y juzgaré la película como tal, no haciendo referencia en ningún momento a la obra literaria que adapta.
La película me encanta. Es un regalo a los ojos, y una película de las que transmite todo lo que ocurre y contagia al espectador. Por momentos crees enloquecer como uno más de los personajes, dada la carga argumental y la profundidad de los diálogos. Divertida, amena y densa al mismo tiempo (algo difícil de conseguir), dura, explícita y bien hilada. La película te hace sentarte a mirar y gritar: ¡cállate! a quien se le ocurra hablarte mientras la ves. Parece que la sigues, pero te engaña para más tarde darte la razón. Buenísima.

La verdad este título me llamó la atención por el autor del guión: Dick. Desde ya tengo que aclarar que el film apunta a tener temas centrales como: traición, pérdida de identidad, nihilismo, escepticismo y fundalmentalmente es una pelicula sobre drogadictos. Lo único de ciencia ficción que encontrarás es el entorno futurista (en un futuro no muy lejano a mi parecer). Olvídate de acción y entornos donde los autos vuelan, esta peli es comparable a Trainspotting. Respecto a los temas estéticos la animación rotoscópica es un acierto (dá la sensación de estar bajos los efectos de la sustancia D) y la actuación de Rory Cochrane es destacable (por ser el más afectado por dicha droga). El guión es lo mejor del film, en la parte final llega al climax, me despertó inquietud hasta cuánto una persona deja de tener identidad y es utilizada como medio para algún fin.

La estética y la imagen son muy originales y es lo único que pude encontrar de interés de la película.

Trama engorrosa, aburrida, difícil de seguir, inverosímil y de final típico y esperable.


Si lo se, no pierdo el tiempo viendola... Acabé con dolor de cabeza y un sueño terrible..

A scanner darkly, lejos de ser una obra maestra, nos propone ver a un hombre que se enfrenta a sus propios fantasmas personales, teniendo que tomar una decisión sumamente moral.
Keanu Reeves debe infiltrarse entre sus amigos de toda la vida y no confiar en ninguno de ellos, pues pueden traicionarle en cualquier momento.
Habiendo contado ya la historia principal de esta compleja y controvertida película, original por un lado pero no por el otro, comentemos la película en sí.
La historia es todo un manifiesto lleno de diálogos filóficos y decisiones morales que alteran esta imprevisible historia de lealtades y traiciones, donde nadie es lo que parece, ni siquiera el mismo. la animación no es original ( pues ya la usó en la injustamente olvidada waking life ) pero aún así está excelentemente diseñada y cada segundo pulido perfectamente.
La película en sí tiene muchos giros, pues como comentabamos anteriormente, los personajes son cuanto menos originales, y hablando de ellos, las interpretaciones son magistrales ( Robert Downey Jr. está a la altura de los grandes en su mejor interpretación hasta la fecha ).
General: 9,1 con sus fallos y sus virtudes, es una película extraña y compleja, pero que si se entiende se disfrutará al máximo y no se olvidará jamás.

Ninguna película hasta la fecha capta mejor la esencia inestable, irregular y genial de la prosa de Phil, daños pancreáticos permanentes. Uno se olvida de que está viendo una peli de animación a los diez minutos de metraje (gran palabra, metraje... muy ilustrativa). Ah, la habré visto diez veces. Creo ver metáforas donde probablemente no las haya. El concepto de dualidad esquizofrénica, una especie de Jeckyll-Hyde narcótico recorre los bandazos que da una historia alucinada que ni siquiera el sosainas del Keanu Reeves consigue estropearme.

No se merece un diez, pero ya sabes, la vida es así de zorra.