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La huérfana
La huérfana (2009)
  • 6,1
    22.774
  • Estados Unidos Jaume Collet-Serra
  • Isabelle Fuhrman, Vera Farmiga, Peter Sarsgaard ...
6
Más curiosa que notable.
Tras debutar en el cine norteamericano en 2005 con la cinta de gore y parodia que fue "La casa de cera" (y tras la infumable entrega deportiva de "Gol 2" (2007), y lo digo siendo madridista), Jaume Collet-Serra nos deleitó con un largo de una calidad pareja a todos con los que ha continuado (ya sea con las intrigas de acción encarnadas por el veterano Liam Neeson o las comedias de aventuras protagonizadas por Dwayne Johnson): un thriller de terror tan cotidiano como eficiente.

Con ecos a todos los blockbuster de misterio criminal/paranormal y sustos de salón ("La huérfana" se pasea por los mismos lugares comunes de cintas como "El escondite" (2005), "The Ring" (2002), "El secreto de Marrowbone" (2017), "Winchester" (2018), "La casa" (2003), "Infinity Pool" (2023), "La mujer de negro" (2012), "Los crímenes de la Academia" (2022), "It" (2017), "El rito" (2011), "The Haunting" (1999), etc. Pues tenemos en el film las escenas obligadas de la protagonista a la que nadie cree, la que bucea por internet o bibliotecas para desentrañar al fantasma/criminal de turno, las secuencias de persecuciones y escondites por la casa tenebrosa y demás) lo cierto es que "La huérfana" nos presenta esta vez un elemento diferente al usual (esta vez no es un espíritu o un poseído el que deambula por la trama sino una "niña" con mucho que esconder) que además se basa (vagamente, claro está) en el caso de Barbora Skrlová (y no diré más para no dar spoilers). Una familia norteamericana que vive de manera bastante idílica (con traumas pasados, pero de esos que no impiden tener casas y cuerpos de revistas) decide adoptar a una niña rusa de unos 9 años. Pero esta "niña" que en principio resulta adorable va a ir poniendo a prueba la estabilidad familiar hasta límites criminales.

Hay que reconocer que "La huérfana" aun con sus limitaciones en el desarrollo argumental (constreñida a su género de thriller. No veremos aquí más dimensiones que las intrigas criminales y el suspense de temor. Olvídense de contar con retales de sentido del humor sagaz como en otros largos de suspense más notables (a lo "El secreto de sus ojos" (2009) o "Tesis" (1996)) o con sondeos dramáticos maduros e impactantes a lo "Memento" (2009)) es una película de género de calidad.

Porque aunque esto no sea ni "Zodiac" (2007) ni "El silencio de los corderos" (1991) ni "El club de la lucha" (1999) y sea algo más modesto en sus miras argumentales, su trama (que va discurriendo entre lo tópico y previsible y lo curioso de forma culpable) no evita triunfar en todos y cada uno de sus trucos de efecto, en todos sus comedidos sustos (es una película de esas "de terror, pero no mucho") y en la urdimbre perversa del personaje del título. Y es que la presentación de sus personajes posee un tempo perfecto, el nudo tiene una garra intensa de lo más atrapante, y el desenlace es coherente dentro de su propio universo (solo en esos minutos acaba tirando más de situaciones revistas en este tipo de cine que se estiran sin necesidad).

A un guion bien descrito por parte de David Leslie Johnson-McGoldrick (autor de los libretos de las aceptables "Caperucita Roja" (2011) o "Ira de Titanes" (2012)) pero nunca singular o sobresaliente se le suma una narración audiovisual con pericia por parte de Collet-Serra. Sin otorgarnos un solo plano novedoso o identificativo (que Kubrick tampoco es) y siguiendo por los cánones del thriller con los planos subjetivos de la malvada o encuadres dinámicos o mantenidos según lo pida la escena, el catalán nos sumerge con naturalidad y acomodo durante toda la película (aunque Collet-Serra se ha lucido mucho más como realizador en otros trabajos posteriores, y a "Sin identidad" (2011) o "Black Adam" (2022) me remito, cintas con libretos más grises a las que saca oro con su elección de montaje y rodaje). Ayuda que la cinta posea una fotografía competente, con un diseño de producción logrado (no hay alardes en los escenarios o el vestuario, pero es adecuado del todo y nos sitúa de forma innata en ese ficticio lugar de la norteamérica nevada) y una cinematografía grata.

Pero el punto álgido del conjunto es, junto a su decente guion, su elenco. Pues Isabelle Fuhrman se marca un tour de force increíble; capaz de dar a su papel de forma cercana una constante inquietud... para derivar en un pavor permeable para con el espectador. Y lo hace de forma creíble y diría que hasta carismática. En Vera Farmiga ("Up in the Air" (2009), "El pasajero" (2018), "Expediente Warren" (2013)) recae la otra mitad del peso del film y la actriz de New Jersey cumple sin despeinarse en su arquetípico papel (visto en otros largometrajes en manos de...
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Bob Esponja: Un héroe al rescate
Bob Esponja: Un héroe al rescate (2020)
  • 5,5
    1.180
  • Estados Unidos Tim Hill
  • Animación, Keanu Reeves (Voz: Tom Kenny) ...
4
Animación colosal, diversión desaparecida.
El tercer largometraje de "Bob Esponja" (más acostumbrado a la magnífica serie de 20 minutos de duración por episodio) nos llega directamente a Netflix en forma de telefilm (pues "Bob Esponja: La película" (2014) y "Bob Esponja: Un héroe fuera del agua" (2015) tuvieron sendos estrenos cinematográficos) y ya sin el fallecido Stephen Hillenburg (creador de estos brillantes dibujos animados) a cargo del guion... algo que por desgracia se nota demasiado.

Bob Esponja se ve envuelto en una nueva aventura submarina cuando su mascota, el caracol Gary, es secuestrada. Bob y su mejor amigo Patricio Estrella emprenden un viaje de rescate que les deparará supuestos momentos cómicos. Lamentablemente el sentido del humor de "Bob Esponja: Un héroe al rescate" baja el listón tremendamente respecto a lo acostumbrado en la serie original... o si me apuran en las dos películas predecesoras (que tampoco estaban al nivel del formato perfecto para este universo de curiosos desmanes: los 20 minutos). Pues Tim Hill (que escribe y dirige este largo), si bien está familiarizado con Bob Esponja al formar parte del equipo creativo, carece de esa chispa a la hora de tratar el surrealismo desatado a la par que cómplice (¡ay esos viajes psicodélicos en la máquina del tiempo de "Bob Esponja: Un héroe fuera del agua"!, ¡cómo se echan en falta escenas humorísticas tan bien configuradas como aquellas!) o esos toques de ironía punzante marca de la casa de la serie (este Calamardo amoroso con Bob Esponja no es capaz de otorgarnos escenas de pullas espabiladas). Por el contrario tenemos un sentido del humor descafeinado, que jamás hará reír a un público que sobrepase los 6 años de edad (e incluso esta franja puede que apenas esboce la sonrisa).

Y así, con una comicidad más propia de "High School Musical" (2006) o de "Patrulla Trueno" (2021) que de la serie de Bob Esponja (o de sus películas anteriores)... y con un devenir de los acontecimientos tan alongado y redundante como en los largos predecesores, pues tenemos una película plúmbea. Un largometraje que puede contentar a los muy muy pequeños de la casa o a los muy muy incondicionales de todo el universo esponjil. Pero que al público medio (niño y adulto) que busque un rato ameno digno... no llega a distraer en su justa medida, sino a hastiar por momentos y a atraer por otros.

Porque, si bien es cierto que el guion es del todo mejorable, la animación de la película es espléndida. Los que vayan con la idea preconcebida de que pasar estos bidimensionales dibujos al formato tridimensional de la animación por ordenador puede ser un espanto... que se quiten esa idea de la cabeza. Pues "Bob Esponja: Un héroe al rescate" sabe dar con las teclas precisas para otorgar la profundidad de campo justa para no desvirtuar la ternura y la distinción que estos personajes mantienen en su diseño original. Y así, ni Bob Esponja, ni Patricio, ni Calamardo, ni Cangrejo ni Arenita pierden su carácter. Unos protagonistas que se mueven por la escena con vivacidad y por unos escenarios de un colorido maravilloso y fascinante (atención a esa "Atlantic City" submarina).

Es esa atractiva y portentosa animación lo que hace encandilar al público por momentos, pero a nivel de desarrollo argumental resulta un film fallido. Solo recomendable a los muy muy niños o a los muy muy fans del universo Bob Esponja. Pues la cinta se equipara a "Casper: A Spirited Begining" (1997), "Hotel Transilvania: Transformanía" (2022) o "Halloweentown" (1998), y nunca llega al nivel estupendo de telefilm animado para toda la familia de "Luca" (2021), "Shreketefeliz Navidad" (2007) o "RED" (2022) (no esperen algo a la misma altura ni mucho menos).

Lo mejor: Su animación.
Lo peor: Su guion.
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And Just Like That... (Serie de TV)
And Just Like That... (2021)
Serie
  • 5,3
    1.805
  • Estados Unidos Darren Star (Creador), Michael Patrick King (Creador) ...
  • Sarah Jessica Parker, Kristin Davis, Cynthia Nixon ...
5
¡Han vuelto!... más comedidas pero igualmente carismáticas.
La comedia entre bucolismo metropolitano "Sexo en Nueva York" (1998-2004) nos ha ofrecido con "And Just Like That" (2021-) una digna pero inferior continuación (resultado que ya repitieron los dos largometrajes cinematográficos de 2008 y 2010 que sirven como puente entre la serie original y la que nos ocupa). Las tres mejores amigas (antes cuatro) Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker), Charlotte York (Kristin Davis) y Miranda Hobbes (Cynthia Nixon) siguen con sus vidas cosmopolitas entre (esta vez pequeños) líos de faldas y pantalones, y ocupaciones y trabajos enriquecedores.

"And Just Like That" (que vendría a ser "y justo así" (aunque la expresión más pareja al castellano sería "y exactamente así"), un encabezado con el que la protagonista termina su reflexión del capítulo en cuestión) es claramente inferior a "Sexo en Nueva York" pues faltan varios de sus elementos... básicamente dos, y esos son unas tramas osadas y expuestas en sus temas sexuales (aquí se nos muestran más descafeinadas... aunque también es por la evolución natural y madura de sus personajes) y por supuesto el carisma arrebatador del personaje de Samantha Jones (una Kim Cattrall desaparecida por desavenencias personales con sus co-protagonistas), la ninfómana del grupo que tantos momentos de oro nos dio en la serie con sus curiosas y divertidas excentricidades.

Dicho esto, es cierto que otros elementos de "Sexo en Nueva York" se mantienen a Dios gracias. La actuación afable, desenvuelta y vivaz de Parker logra la misma complicidad que antaño, la química con sus dos contrapartes es tan innata como podíamos esperar, las tramas (más cotidianas y no tan desatadas) mantienen un sentido del humor tan seductor como sagaz, y el despliegue audiovisual es repleto (esto no es televisión, es HBO) tanto en los decorados luminosos de ese Nueva York de élite como en ese adorado vestuario y maquillaje que es marca de la casa de este "universo".

Así pues "And Just Like That" logra en el público adulto (y en especial a los que disfrutaron de la serie predecesora) un entretenimiento ameno y lustroso... aunque la serie se acerque más al espíritu de "Modern Family" (2009-2020) o "Friends" (1994-2004) que al del "Sexo en Nueva York" que hizo acto de presencia por primera vez en la HBO.

Lo mejor: Me quedo con la actuación de Sarah Jessica Parker que tan cómoda se siente en el personaje para beneficio del espectador.
Lo peor: Diría que sus dos compañeras de reparto no gozan de tramas humorísticas tan audaces como las de Parker.
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Ámsterdam
Ámsterdam (2022)
  • 5,4
    5.018
  • Estados Unidos David O. Russell
  • Christian Bale, Margot Robbie, John David Washington ...
6
Se engrandece en lo extravagante, se empequeñece en lo usual.
Basado (muy vagamente) en el "Complot del Negocio" de 1933 (en el que un veterano General fue tentado por multimillonarias empresas norteamericanas para promover un golpe de Estado contra el Presidente Roosvelt en 1933. Pero la cosa no pasó de una tácita invitación que no llegó ni a orquestarse), el noveno largometraje de David O. Russell (buen director y, al parecer, peor persona) se nos presenta como un film detectivesco de época con tonos de humor irreverente.

Dos amigos y veteranos de guerra (Christian Bale y John David Washington) son contratados por la hija de famoso Comandante retirado para que investiguen la sospechosa muerte de su padre... lo que les hará descubrir el complot mencionado y aquí desarrollado con bastante desidia e infantilismo (para que se hagan una idea, el tratamiento argumental del misterio de este film es equiparable a los de largos como "Sherlock Holmes" (2009), "La casa torcida" (2017) o "Winchester" (2018) si de investigaciones criminales de época tan complacientes como olvidables se trata). No tenemos pues en "Amsterdam" unas intrigas astutas, serpenteantes, hondas y sorprendentes (¡vamos que esto no es ni un capítulo de "Daredevil" (2015-18) ni un largometraje a lo "El club de la lucha" (1999), "Abre los ojos" (1997), "El secreto de sus ojos" (2009) o "American Gangster" (2007)), ya que la trama criminal e indagadora (con unos "malos muy malos" cuyo trabajo de configuración es tan infantil como en productos a lo "Enola Holmes" (2020), y cuya captura es más simple que el mecanismo de un chupete) no pasa del mero sostén narrativo para un catálogo de frases, reflexiones y situaciones de comedia sarcástica y descarada por parte de sus personajes en general y del protagonista que encarna Bale en particular.

Porque en ese terreno "Ámsterdam" sí que dota al producto de una calidad gratificante y perspicaz. Completamente capaz de envolver al relato en una atmósfera que marida lo barroco con lo surrealista (tanto la elección de los encuadres (que entre plano/contraplano, se llenan de planos cerrados y planos recurso de detalles en todo tipo de ángulos) como en el gusto primoroso a la hora de combinar los tonos ocres y verdosos que son la tónica de la cinta (hay en "Ámsterdam" un empleo de los filtros completamente inspirada dentro de esa combinación de maderas lujosas y prótesis bizarras e innovadoras), "Ámsterdam" te cubre de forma confortable, cercana y ensoñadora en su microcosmos afable y singular (con una gran labor en el imaginativo atrezzo de ortopedias y mutilaciones, labor de maquillaje incluido. Y ojo a su apreciable banda sonora durante su visionado)) y muy lucida a la hora de aportar a todos los personajes principales de una dimensión de desparpajo arrebatador y fina ironía que el producto agradece como agua de Mayo.

Algo que por supuesto aprovecha el plantel de forma aceptable en líneas generales. Bale es el que más destaca, dotando a su personaje de un potente punto de carisma dentro de su peculiaridad. Un rol que imprime un marcado carácter de estar curado de espanto, de ir por la vida con un descaro ingenioso y un desdén merecido... y Bale ofrece un talento curtido enriqueciendo la experiencia cinematográfica con elegancia y calidad. Y, al estar casi siempre a su lado, John David Washington y Margot Robbie se evidencian más limitados y no tan capaces de exprimir sus roles y engrandecerlos con complicidad y agudeza. No están sobreactuados, ni mucho menos, pero no despiertan la curiosidad e interés que Bale logra para con su rol (sinceramente, la historia de este par vía flashbacks resulta de lo más distante y anodina). El resto de secundarios están muy limitados en el libreto, pero sí sacan partido a los instantes de humor sardónico que el film les ofrece (hablo por supuesto de ciertas escenas con el personaje de Bale en las que hace acto de presencia Andrea Riseborough, y a algunos diálogos que le tocan en suerte a Matthias Schoenaerts con el personaje de Bale).

Es, en definitiva, una película entretenida gracias a un entorno estilizado y confortable, y unas actuaciones competentes... pero no tanto por una trama de ficción que se denota trillada y poco esforzada. Pero en su defecto reside su virtud, y el film cuenta con muchas excepciones a la regla donde es capaz de alzarse con ese tono de mordacidad que hace a "Ámsterdam" una diversión inusitada.

En su conjunto se acaba situando por debajo de films del mismo corte y carácter como puedan ser "Malditos bastardos" (2009), "Fargo" (1996), "Jackie Brown" (1997) o "Quemar después de leer" (2008) pero por encima de largos como "Sherlock Holmes: Juego de sombras" (2011), "El buen alemán" (2006), "Enola Holmes", "La casa torcida", "Sherlock Holmes" (2009) y demás investigación de época con un enfoque irreverente. Digamos que es más bien equiparable a "Django desencadeno" (2012), "El gran Gatsby" (2013), "Infiltrado en kkklan" (2018) o los mejores exponentes del cine de David O. Russell (es decir: "El lado bueno de las cosas" (2012), "The Fighter" (2010) y "La gran estafa Americana" (2013). Porque bodrios como "Joy" (2015) o "Extrañas coincidencias" (2004) están a años luz de este film que es más potable y disfrutable). Es recomendable como pasatiempo pasajero de cierta categoría pero baladí tras su visionado. Y solo indispensable a los muy incondicionales de las comedias criminales de época, a los fans de su director o de sus intérpretes. No es una película que traspase géneros pero en líneas generales se deja ver con gusto.

Lo mejor: La parte del libreto que se encarga de configurar el sentido del humor del film. La actuación de Bale
Lo peor: La parte del guion que trata la trama criminal tan estereotipada y simplona.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ojo de Halcón (Miniserie de TV)
Ojo de Halcón (2021)
Miniserie
  • 6,4
    7.008
  • Estados Unidos Jonathan Igla (Creador), Bert & Bertie ...
  • Jeremy Renner, Hailee Steinfeld, Vera Farmiga ...
4
¿Por qué lo llaman "Ojo de Halcón" cuando quieren decir "un nuevo personaje con actriz joven y guapa pero monocorde e inexperimentada"?
Peor que "Bruja Escarlata y Visión" (2021), "Agentes de S.H.I.E.L.D." (2013-20), "Halcón y el soldado de invierno" (2021) o "Daredevil" (2015-18) pero mejor que "Loki" (2021-), "Iron Fist" (2017-18) o "Jessica Jones" (2015-19) si de series a imagen real de MARVEL Cómics se trata. Este "Ojo de Halcón" es un producto distraído, con una trama clásica de superhéroes contra supervillanos. Clint Barton alias Ojo de Halcón (Jeremy Renner) regresa de su retiro para aliarse con una joven llamada Kate Bishop (Hailee Steinfeld) y detener juntos al malvado de turno (un gerifalte de la mafia).

"Ojo de Halcón" no arriesga a la hora de desarrollar su relato, que es de lo más típico y sencillo en todos sus detalles (insisto en que aquí no veremos un trabajo en el desarrollo argumental al nivel de "Daredevil", aunque el planteamiento a priori sea similar de superhéroe contra villano). Los villanos se ven a la legua (a los actores les basta con poner cara enfurruñada o cara de culpabilidad) y los protagonistas no tienen más objetivos que dar caza al maleante mientras colaboran. Un desarrollo argumental superficial, unidimensional y resobado en este tipo de productos. Y aun así la trama fluye con naturalidad y comodidad, con un dinamismo agradecido y entretenido, y con un sentido del humor agradable (que no desternillante, esto no es "Deadpool" (2016) sino más bien "Guardianes de la Galaxia Vol. 2" (2017)).

Y es que el guion tiene mimbres suficientes como para sostener el devenir del conjunto que tiene sus mayores virtudes en la puesta en escena. Porque en "Ojo de Halcón" deambulan actores de categoría como un Renner que conoce al dedillo a su poco carismático pero hábil combatiente personaje, una Vera Farmiga que dota de elegancia y complicidad a su personaje o unos Florence Pugh y Vincent D'Onofrio que repiten en sus personajes más famados (y elaborados previamente en "Viuda Negra" (2021) y "Daredevil"). Y además el conjunto cuenta con una cinematografía impoluta, con una fotografía blasonada en cada escena, con una realización diestra, con unas escenas de acción estilizadas y atrayentes, con unos efectos especiales magníficos y hechizantes, y con un uso profuso de temas musicales navideños.

Así pues... si la serie se llamara "Kate Bishop", estaríamos hablando de un producto que sobrepasa el aprobado de forma ajustada. El problema viene con que la serie se llama "Ojo de Halcón", un engaño en toda regla. Es como si una serie sobre Jessica Jones se llamara "Superman". Desde luego quien busque una serie sobre el personaje del Clint Barton/Ojo de Halcón encarnado en productos anteriores por Renner... va a quedar sumamente decepcionado, pues su personaje aparece en el 20% del metraje mientras el 80% restante se gasta en un nuevo personaje que en principio no interesa a nadie y que está actuado con menos pericia y sí más abulia que el actuado por Renner. Si en "Bruja Escarlata y Visión" el metraje se gastara en... yo que sé, en Darcy Lewis (Kat Dennings) o en "Halcón y el soldado de invierno" los minutos pasaran olímpicamente de los personajes protagonistas... pues nos parecería un timo de producto. Y eso es lo que le pasa a "Ojo de Halcón", que es un timo... y si se llamara "Kate Bishop" no lo sería pero entonces no haría caja. Así pues hay que visionar el producto como una serie superheroica sin tener en cuenta el título ni el personaje con el que nos reclaman, más bien debemos presentarnos ante él con bajas pretensiones y dispuestos a pasar un rato de pasatiempo. Ahora bien, hay productos de comedia y acción superheroíca de mayor amenidad ("Guardianes de la Galaxia" (2014), "DC's Doom Patrol" (2019-), "Deadpool", "The Flash" (2014-), "Bruja Escarlata y Visión", The Boys" (2019-), etc.) mientras que este "Ojo de Halcón" se torna solo indispensable para los muy muy fans acérrimos de todo lo relacionado con MARVEL y Disney.

Lo mejor: Su cinematografía. Sus actuaciones.
Lo peor: Que la llamen "Ojo de Halcón" cuando este personaje es un secundario y hay una protagonista peor configurada a nivel interpretativo.
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Pinocho de Guillermo del Toro
Pinocho de Guillermo del Toro (2022)
  • 7,0
    12.058
  • Estados Unidos Guillermo del Toro, Mark Gustafson
  • Animación, (Voz: Ewan McGregor, David Bradley) ...
6
Pictóricamente prodigiosa, argumentalmente gris.
Guillermo del Toro (un creador que brilla más cuanto más deja liberar su imaginación a la hora de diseñar a sus criaturas (y para ejemplos ciertas escenas de "Hellboy 2: El ejército dorado" (2008) o "El laberinto del fauno" (2006))... y que se ensombrece más cuanto más tira por derroteros de tramas convencionales (y para muestras la mayor parte de las situaciones de "La forma del agua" (2017) o "Pacific Rim" (2013))) nos presentó en su undécimo largometraje su primera película animada. Del Toro opta con tino por el Stop-Motion, pues el tono sombrío y "pesadillesco" de sus largos casa a la perfección con una técnica artesana tremendamente lucida a la par que posee toques toscos buscados. A Del Toro le sucede lo mismo que a Tim Burton con el Clay-Motion de sus largometrajes.

Y esta vez Del Toro adapta un cuento que ha sido adaptado en pantalla multitud de veces (más de 30 veces para ser exactos): la novela infantil de Carlo Collodi que se publicó allá por el siglo XIX. La historia de un muñeco que mágicamente cobra vida y es cuidado por el ebanista Geppetto mientras aprende lecciones de vida y humanidad (con la ayuda de su inseparable Pepito Grillo). El largometraje más recordado es sin lugar a dudas el film animado de Walt Disney de 1940... y puedo decir sin lugar a dudas que sigue siendo a nivel global mejor que este "Pinocho" de 2022. ¿Y por qué digo esto?, pues porque el largo de Ben Sharpsteen y Hamilton Luske posee un diseño animado más singular y entrañable así como de un desarrollo argumental más fluido, cómplice y vivaz (y eso sin contar una banda sonora a todas luces superior a la de la cinta de Del Toro).

Y con esto no digo que estemos ante una mala película, ni muchísimo menos. Pero este "Pinocho" no es capaz de aportar un sello arriesgado en su desarrollo argumental que la haga tan única como memorable, tan sorprendente como alucinante (en el mejor de los sentidos). ¡Vamos, que esto no es una fantasía alegórica y ensoñadora del surrealismo arrojado de "Mulholland Drive" (2001), "Bitelchús" (1988), "Abre los ojos" (1997) o "Eduardo Manostijeras" (1990)! Este "Pinocho" suele ir caminando por unas aventuras infantiles bastante más convencionales que aquellas... unas aventuras algo rutinarias y resobadas más parejas a films animados familiares como "Big Hero 6" (2014), "Onward" (2020) o "Madagascar" (2005) que a otras películas simbólicas en su relato animado como "Número 9" (2009), "Los mundos de Coraline" (2009) o "La novia cadáver" (2005). Pero no todo en "Pinocho" es mundano y pueril a nivel de desarrollo argumental, hay en el libreto de Guillermo del Toro y Patrick McHale bastantes detalles astutos en el tratamiento argumental (como su reflexión sobre la vida y la muerte, como su burla velada pero imponente del fascismo en el que se sitúa la trama (la Italia delirante de Mussolini)) y es entonces cuando el metraje se eleva y capta la atención con gusto del adulto. Pero no es la tónica habitual de un largo que no se lanza de lleno en su imaginería metafórica, opta por el contrario por la trama más convencional y cumplidora (que ya hemos visto y de forma más cadenciosa y resolutiva en otras adaptaciones de este cuento). Algo que no está mal si se quiere abarcar a un público más amplio y no asustar a los niños (que tal vez es lo que pretenda el film), pero para los que buscamos una fantasía más temeraria y especial... este "Pinocho" se nos va a quedar como un pasatiempo fútil y pasajero. Y es una pena porque en los minutos que el largo gasta en ese inframundo (las hadas de la muerte y de la vida, lo mejor de toda la película en opinión de quien esto escribe) se asoma la patita de lo que pudo ser y no fue.

Pero lo que nos da es un lance (nada original...
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Mascotas
Mascotas (2016)
  • 5,7
    22.676
  • Estados Unidos Chris Renaud, Yarrow Cheney
  • Animación, (Voz: Louis C.K., Eric Stonestreet) ...
5
Pets (Regular) Story.
El director de la estupenda saga de "Mi villano favorito" (y de las más olvidable "Lorax: en busca de la trúfula perdida" (2012)) realizó en 2016 otra aventura animada que, no solo toca los palos de toda película para niños de dos compañeros a su pesar que se pierden por terreno desconocido ("Shrek" (2001), "La dama y el vagabundo" (1955), "Un Chihuahua en Beverly Hills" (2008), "Big Hero 6" (2014), "Del revés" (2015), "Madagascar" (2005), "Onward" (2020), "Buscando a Nemo" (2003), "Zootrópolis" (2016), "Up!" (2009), etc), sino que copia (atropelladamente, todo sea dicho) sin ningún rubor los instantes vividos por Woody Y Buzz Lightyear en la primera entrega de "Toy Story".

En lugar de dos juguetes (uno viejo y mimado, uno nuevo e inocente) que compiten por el cariño de un niño y que aprenderán a respetarse en un viaje inesperado por la ciudad, tenemos a dos perros (uno viejo y mimado, uno nuevo e inocente) que compiten por el cariño de una joven y que aprenderán a respetarse en un viaje inesperado por la ciudad. El planteamiento es el mismo y el desarrollo también (con los secundarios amigos del perro mimado que ayudan a los protagonistas, con esa "vida secreta" que tienen todos fuera de los ojos de los humanos, etc.)... aunque por supuesto no ofrece esas notas de inolvidable ingenio y sorna de "Toy Story" (1995).

"Mascotas" es un "Toy Story" de rebajas, que a pesar de ello se hace tolerable para todo adulto en un primer visionado gracias a una animación brillante (el C.G.I. se aprovecha con imponencia en los planos secuencia de acción que siguen a los personajes (atención a la escena del rescate de Jenny) mientras que nos regala una combinación de coloridos tonos de lo más atractiva, y un diseño y movimientos de los personajes tan tiernos como gamberros (destacan el Terrier Max o el conejito blanco Snowball). Y a los niños va a amenizar gracias a un progreso de los acontecimientos... si bien tan básico y pueril, también fluido y brioso.

Es, en definitiva, un producto familiar más orientado a los niños que a los niños y adultos por igual (esto no es "Del revés", "Coco" (2017), "Toy Story 2" (1999), "Rompe Ralph" (2012), "Shrek", "Ice Age" (2002), "Gru, mi villano favorito" (2010), o "Toy Story 3" (2010)). No es un film que ofrezca una banda sonora superlativa (a lo "Del revés", "Los increíbles" (2004) o "Wall.E" (2008)) o unos instantes de simbolismo plástico emotivo (cosa en la que la factoría Pixar o los clásicos de Disney son los maestros indiscutibles) o un humor sagaz y taimado (al estilo de la saga "Shrek"), pero aporta suficientes mimbres como para tornarse en una aventura soportable y más confortable cuanto más baja sea la edad de visionado. Solo recomendable para los más peques de la casa (que ellos sí se lo pasarán en grande de forma momentánea) y los más más incondicionales del cine animado familiar.

En cuanto a aventuras perrunas/gatunas por la ciudad digamos que "Mascotas" se sitúa por encima de "Bolt" (2008), "Beethoven 2" (1993), "Cats" (2019), "102 dálmatas" (2000) o "Un chihuahua en Berverly Hills" y por debajo de "101 dálmatas" (1961), "Beethoven" (1992), "Los aristogatos" (1970) o "La dama y el vagabundo" y su remake de 2019. Digamos que es equiparable a "101 dálmatas: Más vivos que nunca" (1996) a nivel global.

Lo mejor: Su animación, de 10.
Lo peor: Su guion (empeñado en copiar films ya vistos de forma poco esforzada).
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Ley y orden: Unidad de Víctimas Especiales (Serie de TV)
Ley y orden: Unidad de Víctimas Especiales (1999)
Serie
  • 6,4
    2.312
  • Estados Unidos Dick Wolf (Creador), David Platt ...
  • Mariska Hargitay, Ice-T, Dann Florek ...
4
Efectiva (y efectista) por norma general, aunque puntualmente se pase de rosca.
Una de las series dramáticas más longevas de los Estados Unidos (con nuevos episodios semanales desde 1999) es este "spin-off" de "Ley y orden" (1990-), una serie policiaca de la vieja escuela que presenta un caso episódico y a los policías y fiscales que indagan hasta que el juicio dé su resultado. "Ley y Orden: Unidad de víctimas especiales" sigue la misma pauta y divide sus 40 minutos de duración primero en el crimen en cuestión (que envuelve delitos sexuales. Admito que esto en puntos me incomoda... y no en el buen sentido) y la investigación policial, y después en el juicio y los dimes y diretes entre testigos, acusados, abogados y fiscales.

Es una fórmula muy eficiente para el espectador que busque un rato de evasión intrigante, pues los casos siempre guardan algo de misterio, giros y emociones... todo en su justa medida para atraer levemente al espectador, pero nunca para hacer del producto un serial memorable de profundidad dramática o de exquisito suspense. No se lleven a engaños, "Ley y Orden: Unidad de víctimas especiales" está más cerca de "Pacific Blue" (1996-2000), "Gotham" (2014-2019) o "CSI: NY" (2004-2013) que de "Principal sospechoso" (1991-2006), "Daños y perjuicios" (2007-2012) o "The Wire" (2002-2008). Pues los personajes, tanto los investigadores como las víctimas o los villanos no se salen del tópico. La protagonista es una santa mártir (lo peor que tiene el producto es cuando trata de hacer a la protagonista victima de delitos que investiga, en esos puntos la serie roza la calidad de una telenovela turca o mexicana. Y que me perdonen por la analogía, pero en esos episodios no hay mucha diferencia entre "Ley y orden: Unidad de víctimas especiales" o "María, la del barrio" (1995-1996)) y está acompaña por la novata incondicional, el jefe puñetero, el compañero de moralidad ambigua mientras indagan en casos donde los hombres son malvados sin más.

Desde luego es un producto simple, de tramas realmente similares en cada capítulo. Pero a pesar de esto se suceden a buen ritmo, generando su pertinente suspense con el oficio suficiente como para encandilar de forma culpable en bastantes de sus episodios, y con una realización tan ordinaria como competente. Los actores además otorgan la dignidad que los guiones no les dan, aprovechando el más mínimo atisbo de cercanía para con el espectador.

Las he visto mejores, pero si no se tienen altas las expectativas y se busca algo de distracción (a pesar de que se puede hacer otra cosa mientras se ve) "Ley y Orden: Unidad de víctimas especiales" puede surtir efecto para desconectar. Está a años luz de "True Detective" (2014 2019), "C.S.I.: Las Vegas" (2000-2015), "The Closer" (2005-2012), "C.S.I.: Miami" (2002-2012) o "Mentes criminales" (2005-2020) a la hora de urdir casos criminales y personajes que los traten (ya sea con sentido del espectáculo ("C.S.I.: Las Vegas", "C.S.I.: Miami" (2002-2012)), con un drama humano y real ("True Detective") o con protagonistas construidos de forma astuta ("Mentes criminales", "The Closer")) y se queda en un "Gotham", un "Pacific Blue" o un "El Comisario" (1999-2009) si de series policiacas reguleras (que no horrorosas, para eso tenemos "Homicidios" (2011) o "Cop Rock" (1990)) se trata. Solo recomendable a los muy muy fans del género policiaco-procedimental televisivo.

Lo mejor: Su digna puesta en escena.
Lo peor: Cuando los guiones pasan de lo rutinario a la directamente absurdo.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pesadillas 2: Noche de Halloween
Pesadillas 2: Noche de Halloween (2018)
  • 4,5
    2.007
  • Estados Unidos Ari Sandel
  • Madison Iseman, Wendi McLendon-Covey, Jeremy Ray Taylor ...
6
El producto más ameno y digno basado en las páginas de R.L. Stine.
En 2018 nos llegó una afable y divertida cinta que servía como secuela o como cinta independiente de la "Pesadillas" de 2015 (pues el único nexo entre ellas es el uso de un libro "mágico" que despierta a las criaturas de las novelas de R.L. Stine (interpretado de nuevo por Jack Black que esta vez realiza un mero cameo por el film). Una pandilla de niños y adolescentes abre por accidente un libro que despierta a Slappy, un muñeco diabólico de ventrílocuo que se dedica a hacer trastadas por el vecindario y a despertar a otras criaturas "monstruosas". La panda deberá entonces devolver al libro a todos estos seres mientras los adultos no parecen o no quieren enterarse de lo que sucede.

"Pesadillas 2: Noche de Halloween" mantiene el tono de la cinta predecesora a pesar de no compartir protagonistas (Jeremy Ray Taylor, Madison Iseman y Caleel Harris toman el relevo de Dylan Minnette, Odeya Rush y Ryan Lee) y opta por no tomarse en serio a si misma en el terror tan pueril y arquetípico por el que nos conduce. Y es que los libros de Stine no eran precisamente un dechado de virtudes literarias (ya les adelanto que Stephen King no es)... sino más bien un producto de consumo adolescente entretenido y poco más. Así pues "Pesadillas 2: Noche de Halloween" lleva a sus personajes con notas de humor irónico o paródico (en instantes algo más sagaz que en otros) entre descubrimientos, sobresaltos, huidas y peleas que envuelven fantasmas sin cabeza, ositos de goma peleones o el rey de la función que es un curioso muñeco (doblado en España por un Santiago Segura que se lo pasa pipa con el rol) necesitado de cariño y con un sentido retorcido de la venganza.

Con todo "Pesadillas 2: Noche de Halloween" resulta de lo más grata y festiva... sin llegar al nivel del terror humorístico de "Gremlins" (1984) pero llegando a un "Scary Movie" (2000) o un "Scary Movie 2" (2001) sin despeinarse. Desde luego supera con creces a la serie televisiva de los años 90 basada en los cuentos de Stine (que dadas las actuaciones tan descolocadas y esos "efectos especiales" tan horrendos... era un producto que incluso cansaba y aburría si se sobrepasaban los 12 años) que se tomaba más en serio a sí misma, y mejora un poco la cadencia un tanto gris y monocorde de "Pesadillas" (2015).

Pues aquí tenemos una trama bastante (no excesivamente) cadenciosa que nos distrae en todo momento a niños y mayores, y una puesta en escena competente tanto en sus efectos especiales (excelente la configuración de Slappy para que de un miedo comedido a los críos (y no les haga soñar malamente) a la par que infunde risa con esas ganas obsesivas de pertenecer a un grupo que le preste atención. Pero no le van a la zaga los ositos de gominola animados o esas calabazas de Halloween refulgentes) como en la elección de distinguidos (que no sobresalientes. A ver, esto no es "Alien" (1979) o "El resplandor" (1980) precisamente) escenarios tanto interiores como exteriores en los que la iluminación se cuida con esmero. Las actuaciones además resultan naturales y solventes (y con eso basta para configurar un deleite pasajero). La realización de Ari Sandel (en su tercer largo hasta la fecha) es por su parte tan común como fluida y orgánica, mientras que la banda sonora es olvidable (una pena que sigan sin utilizar el tema principal de la serie de los 90, pues era lo único reseñable de aquellos capítulos).

Así pues tenemos una película de entretenimiento que cumple su objetivo, pues mantiene un tono afable y desenfadado muy atinado que deja a o bien distracción o bien alguna que otra risa en todo tipo de público. Un película complaciente, para lo bueno y para lo malo (pues los que pasemos de la edad puberescente la olvidaremos bastante pronto... con permiso de Slappy y sus sinvergüenzas escenas. Pero aun así todos, peques y niños más grandes podemos pasar un rato de diversión moderada y fugaz).

Recomendable como pasatiempo familiar... o para aquellos que quieran adentrar en el género del terror a los más peques de la casa (admito que no es mi caso, no soy demasiado fan de las horror movies y a los niños de mi familia no les voy a aficionar si de mi depende. Pero los adolescentes seguro que quieren compartir este film con primos y hermanos más pequeños), indispensable para los fans de la comedia con fantasía o los incondicionales de R.L. Stine (en mi caso lo tengo algo en la memoria al haberme criado con el boom de la publicación de esos cuentos). El resto tiene largometrajes mejores a los que acercarse. "Pesadillas 2: Noche de Halloween" digamos que está bastante lejos de films (verdaderamente aterradores) como "Alien", "El exorcista" (1973) o "Pesadilla en Elm Street" (1984), y su tono (y calidad global) es más parejo a productos como "Déjame Salir" (2017), "Scary Movie", "La novia cadáver" (2005) o "Bitelchús" (1988)... y desde luego supera a otras parodias del terror como "Scary Movie 5" (2013) o "El incidente" (esta cinta de 2008 es una parodia sin pretenderlo).

Lo mejor: Sus efectos especiales. La forma que tiene el guion de ofrecer notas de gracia surrealista o sarcástica.
Lo peor: Que la trama troncal de la maldición y su resolución sea tan básica, tópica y pronosticable como acostumbra la cadena de montaje Hollywoodiense.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Obi-Wan Kenobi (Miniserie de TV)
Obi-Wan Kenobi (2022)
Miniserie
  • 5,7
    10.819
  • Estados Unidos Deborah Chow
  • Ewan McGregor, Hayden Christensen, Moses Ingram ...
4
Comparado o no con sus avatares por el cine; una anecdótico rescate por parte de Obi-Wan.
Disney vuelve a meter las manos en el universo "Star Wars"... y está vez se acerca más a "El libro de Boba Fett" (2022-) o a "Han Solo" (2018) que a "The Mandalorian" (2019-) o a "Rogue One" (2016). "Obi-Wan Kenobi" se conforma en su primera temporada (si habrá más o no dependerá de la acogida total que tenga el producto) como una serie de seis episodios con una duración de unos 45 minutos cada uno.

La trama nos lleva a los instantes justo después de "Star Wars Episodio III: La venganza de los Sith" (muy recomendable el film de 2005, por cierto), cuando Obi-Wan Kenobi (Ewan McGregor) se compromete a viajar a Tatooine para proteger en la distancia al bebé Luke Skywalker que va a ser criado por sus tíos. Pero quien espere a un Obi-Wan anclado en Tatooine vigilando en la distancia a Luke y salvándolo de peligros mientras es un pequeñajo (admito que es lo que esperaba)... pues que siga esperando. Pues la miniserie bien podría llamarse "Obi-Wan y sus misión de rescate a Leia por la galaxia".

Los que esperábamos algo que "completara el puzzle" entre los episodios III y IV (como tan bien lo logró "Rogue One" con los rebeldes que robaron los planos de la Estrella de la Muerte) pues no podemos sino quedar bastante decepcionados. Y digo bastante y no completamente porque "Obi-Wan Kenobi" ofrece una aventura interespacial de rescate lo suficientemente digna y progresiva como para entretener (se sea fan de la saga galáctica o "tan solo" fan de la fantasía épica).

Pues otra cosa no (ejem ejem, ese desarrollo argumental es tan típico en sus acontecimientos y andanzas (con malos muy malos sin nada más que rascar, por supuesto) como abandonado a la hora perfilar a sus personajes con personalidades multifacéticas y cómplices. Esto por desgracia no es "The Mandalorian") pero el diseño de producción es tan primoroso como nos lleva acostumbrando Disney desde que tomó las riendas de esta saga. Con una cinematografía de lo más definida y un diseño artístico copioso en todos los parajes galácticos (Tatooine, Alderaan o los viajes interestelares) que maridan a la perfección el C.G.I. con los elementos a imagen real (no tiene desperdicio el vestuario vetusto de tonos ocres que envuelve al protagonista, ni la exposición de todo el atrezzo en esas cuevas y viviendas en el desierto). Un cuidado milimétrico tanto en exteriores como en interiores dan lugar a una inmersión atractiva en esta rutinaria aventura.

Las actuaciones por su parte son aceptables, pero nunca brillan... probablemente porque son conscientes de que el material que tienen entre manos es bastante pobre.

En fin, no llega a ser el desastre torpe de "Star Wars Episodio IX: El ascenso de Skywalker" (2019) pero se pone a años luz de "Star Wars Episodio III: La venganza de los Sith", "Rogue One", "Star Wars Episodio IV: Una nueva esperanza" (1977), "Star Wars Episodio V: El Imperio Contraataca" (1980), "Star Wars Episodio VI: El retorno del Jedi" (1983) o "The Mandalorian". Más bien se pone al nivel de "El libro de Boba Fett" o "Han Solo". Solo recomendable como pasatiempo perecedero a los aficionados al universo "Star Wars" (admito que es mi caso).

Lo peor: Diría que la elección de su premisa (le viene a suceder lo mismo que a "Star Wars Episodio VII: El despertar de la fuerza (2015) que en lugar de optar por el funcionamiento de la Nueva República y los nuevos Jedi optó por hacer un remake malo de la cinta de 1977). Ya que, contando con un material tan jugoso como la infancia de Luke en Tatooine, el producto opta por alejarse de él.

Lo mejor: Su fotografía (en especial lo que envuelve el mundo de Tatooine. En esto "Obi-Wan Kenobi" mantiene la altura de "The Mandalorian" y "El libro de Boba Fett").
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2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Maixabel
Maixabel (2021)
  • 7,2
    16.424
  • España Icíar Bollaín
  • Blanca Portillo, Luis Tosar, Urko Olazabal ...
7
El terrorismo.
Antes de comenzar mi valoración sobre este producto ficcionalizado no puedo dejar de pasar por alto (porque hay que tener memoria histórica y memoria reciente) a la última víctima mortal de la banda terrorista E.T.A. en el año 2006: Carlos Palate, un inmigrante ecuatoriano de 20 años que estaba en el aparcamiento del aeropuerto de Madrid cuando unos gilis ególatras plantaron una bomba. Esa persona también tenía una vida, sueños y aspiraciones al igual que sus asesinos, pero ya no podrá vivir esa vida ni esos sueños y deseos porque así lo decidieron esos canallas egoístas. Decidieron que sus sueños y aspiraciones eran más importantes y superiores que los de la persona asesinada. No puedo dejar de reseñar el hecho de que nadie tiene el derecho a quitarle la vida a otra persona, ni porque no comparta las mismas ideas que el asesino ni por ningún otro motivo. Uno solo es dueño de su propia vida (de su cuerpo y de su mente) no de la de los demás.

Admito que, teniendo en cuenta los precedentes del cine patrio, no esperaba una película dramática tan incisiva, natural y multifacética como la que nos ha ofrecido Icíar Bollaín. Porque en "Maixabel" estamos hablando de una buena película de drama histórico. Basada en en los hechos que siguieron al asesinato del político socialista vasco Juan María Jáuregui, su viuda (Blanca Portillo) accede años después a hablar con el asesino de su marido con el fin de buscar la paz interior de ambos y trabajar el perdón.

El tema que trata "Maixabel" es altamente sensible y altamente potente (al menos para el público de España que ha convivido con el terrorismo etarra hasta hace nada) por lo que el film ya tiene ganado un interés y una emoción (que dependerá del público y sus sensibilidades) de serie que el libreto de Bollaín e Isa Campo aprovecha con un tacto, un respeto y una humanidad de lo más palpables. Porque "Maixabel" perfila a sus personajes con sensatez, matices e identificación. En ningún caso blanquea a los asesinos (henchidos de orgullo y felicidad y sin ningún tipo de remordimiento por la muerte provocada de otro semejante, y con cero empatía por el dolor tan trágico causado a sus familiares. Solo sintiendo pena y dolor si se les inflinge castigo a ellos, el castigo a los demás para su mente "es bien merecido" porque ellos son jueces y verdugos de los demás. Unas mentes psicópatas y egocéntricas que se dibujan con pasmosa identificación respecto al mundo real, por ello resultan tan terroríficas) ni tampoco los villaniza en un exceso artificial o una caricatura inhumana (y gracias a esto resultan tan turbadores, porque transmiten que cualquiera puede caer en el engaño de creer que sus ideales, su vida y sus deseos y aspiraciones son tan inmensos y superiores que todo le valga para imponerlos sobre el resto de ideales y anhelos de los demás) para dar pie luego a ese "despertar" humano al que se le va cayendo la careta de egolatría y superioridad de forma natural (algo que Luis Tosar aprovecha en las rectas finales de su personaje). La víctima en su caso se nos configura con sencillez a la par que con ciertos momentos de dolor muy profundo de los que Blanca Portillo (que, por razones evidentes tiene un personaje más rico que el de Tosar, y por ende se luce más) saca oro para con el espectador. Los diálogos resultan lógicos y corrientes a la par que evolutivos... mientras nos deja algunas que otras perlas de lo más astutas (que quedo con las conversaciones de la protagonista con otra de las viudas por culpa de la E.T.A., con cierta escena en la cárcel con la banda reunida y por supuesto con el primer encuentro este asesino y víctima). Lo único que se echa en falta en los personajes es algún velado detalle de humor (la medicina del alma) que reside en todo humano por muy mal que nos vengan dadas. Si así fuera estaríamos hablando de una película dramática a nivel de desarrollo de personajes del nivel de "El secreto de sus ojos" (2009), "Gran Torino" (2008) o "Mar adentro" (2004) si me apuran. Sin embargo esa falta de alguna que otra arista sitúa a "Maixabel" más equiparable a "Selma" (2014) o "Cinco minutos de gloria" (2009) si se trata de dramas históricos puntuales sobre hechos de terrorismo (en el caso de "Cinco minutos de gloria" y el I.R.A.) o de racismo (en el caso de "Selma" con la segregación norteamericana).

Tampoco es que contemos con una película de fotografía magnífica o de banda sonora inolvidable (esto no es ni "Mystic River" (2003) ni "La lista de Schindler" (1993) aunque a muchos nos gustaría. Tampoco es que tenga su presupuesto, claro.) y eso evidentemente baja el saboreo del film. Pero, a falta de inspiración en el uso de filtros o en la elección de planos (correcta y dinámica siempre, pero escasamente distintiva. Que Bollaín no es Scorsese ni Spielberg... ni los Coen) explota con gusto una cinematografía aseada de adecuada iluminación, y de escenarios estilizados tanto en los frondosos exteriores como en los vetustos interiores. Hay en la película además una bella labor de vestuario y maquillaje que pasa desapercibida sin dejar de resultar elegante

Así pues tenemos un conjunto de fondo poderoso y robusto (que da lugar a bastantes reflexiones en el espectador medio sin por ello dejar de entretener) y con formas dignas. Un largometraje con sustancia, siempre distraído y a bastantes ratos emocionante y emotivo de forma honesta y ponderada, que adolece de varios elementos como para tornarse en una obra maestra, pero que resulta un producto de lo más recomendable a todo espectador adulto familiarizado con el lamentable lore de ETA aunque solo sea en la superficie. Indispensable para los muy cinéfilos en general... y para los amantes de los dramas ascetas, los fans del cine español o de su directora o sus intérpretes. En mi caso admito que no soy demasiado fan del cine de Icíar Bollaín ("Yuli" (2018) y "También la lluvia" (2010) me resultaron olvidables, sinceramente. Y "Te doy mis ojos" (2003), si bien goza de...
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Victor Frankenstein
Victor Frankenstein (2015)
  • 4,7
    4.613
  • Estados Unidos Paul McGuigan
  • Daniel Radcliffe, James McAvoy, Jessica Brown Findlay ...
5
Frankenstein diluido.
El realizador cinematográfico y televisivo Paul McGuigan se puso al mando de un blockbuster en su séptimo largometraje, una cinta que cuenta con unos protagonistas de renombre (James McAvoy y Daniel Radcliffe) para atraer a la audiencia... y que posee una producción artística profusa y elegante.

En cuestión de desarrollo argumental "Victor Frankenstein" se basa muy muy vagamente en la obra maestra literaria de Mary Shelley (quien desee ver una adaptación más fidedigna tanto en los detalles dramáticos e intrigantes como en su tono claroscuro... tiene "Frankenstein de Mary Shelley" (1994) o el "Frankenstein" (1931) de Boris Karloff. Pues éste "Victor Frankenstein" utiliza el argumento del "científico loco" que quiere crear vida de forma realmente libre. Una cinta que toma prestados tan solo algunos elementos de la novela "Frankenstein" (1818) para ir hilando una trama criminal (las locuras de este excéntrico Doctor) y de amistad (la del Victor Frankenstein del título con este nuevo Igor) de forma establecida en el cine más comercial y superficial.

Así que el film viene a ser un "Yo, Frankenstein" (2014) o un "El jovencito Frankenstein" (1974), un producto que utiliza como excusa la temática de las páginas de Shelley para crear su propia trama. Una trama aceptable, pero en ningún caso sobresaliente. El Doctor Victor Frankestein (McAvoy) rescata a un "jorobado" sin nombre (Radcliffe) de un penoso circo londinense y le da dignidad, un nombre (Igor), un trabajo y su extraña amistad. Juntos tratar de generar vida a un cuerpo en su laboratorio con la policía pisándoles los talones. Y ya, no busquen más en un desarrollo argumental con personajes unidimensionales (el protagonista obsesionado con su sueño creador, el otro protagonista que se debate entre la lealdad a su amigo y el sentido común. No tienen más matices humanos trabajados con mimo y astucia. ¡Vamos, que esto no es "El secreto de Mary Reilly" (1996), "Entrevista con el vampiro" (1994) o "Nosferatu" (1922) si de loable terror gótico se trata!). Desde luego sus personajes no llegan a despertar el interés del espectador, y la intriga que nos aporta "Victor Frankenstein" es mínima... aunque suficiente para sostener de forma natural el avance de la trama. Una trama sencilla e inocua, sin aristas de humor o de introspección honesta. pero con un progreso en su evento de "creación de la criatura" conveniente y proporcionado para su propósito de entretenimiento inofensivo. Desde luego, aunque el guion no sea una maravilla, los he visto peores si se trata de thrillers sobrenaturales (para muestra cintas como "The Haunting" (1999), "Van Helsing" (2004) o "El incidente" (2008)).

Y la cinta logra elevarse por su cinematografía, pues hay un despliegue majestuoso de escenarios (esas bibliotecas, esos laboratorios, esas facultades o esas calles londinenses creadas en sets para la ocasión no tienen desperdicio) donde se mima cada detalle, cada artilugio y cada mobiliario. Todo combinado de forma que ofrece un cromatismo de ocres y azulados muy acorde con su temática. La dirección de McGuigan por su parte es tan tolerable como rutinaria, no erra plano pero tampoco aprovecha tras las cámaras los momentos del film para dotarlos de algo de impulso o subjetividad (que le hubiera venido de perlas al conjunto. Pero McGuigan no es Kubrick o Hitchcock, ¡ya quisiéramos!). La banda sonora es completamente olvidable, y los actores hacen lo que pueden dada la limitación con la que se encuentran en el film (aunque Radcliffe le gana la partida en naturalidad a un McAvoy algo sobreactuado, y ya duele decirlo porque habiendo visto "Expiación" (2007) o "Múltiple" (2016) cuesta).

Sea como fuera, lo que resulta en "Victor Frankenstein" es un producto de suspense frívolo pero eficiente como distracción... en un primer visionado. Solo recomendable a los muy muy incondicionales de las revisiones de clásicos de época (tipo "Sherlock Holmes" (2009), "Robin Hood" (2018), "Hércules" (2014), "La momia" (2017) o "Rey Arturo" (2017). Porque los tiros van por ahí) o a los fans de sus intérpretes o director. El resto tiene exponentes mejores para pasar el rato.

Lo mejor: Me quedo con la dirección artística.
Lo peor: Que pudo haber dado más tonalidades a sus personajes dado el material de base literario con el que contaban... y no lo hace.
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The Way Back
The Way Back (2020)
  • 6,0
    6.487
  • Estados Unidos Gavin O'Connor
  • Ben Affleck, Janina Gavankar, Al Madrigal ...
3
De cuando siempre sabes por donde van los tiros.
En su octavo largometraje Gavin O'Connor ("El milagro" (2004), "El contable" (2016)) nos presenta un relato de Brad Ingelsby (guionista y productor hijo de un afamado entrenador de baloncesto) que no es otra cosa más que un trillado drama de profesor/entrenador que debe educar a un grupo de renegados y marginados... mientras él también aprende en ese viaje. "Rebelión en las aulas" (1967), "Mentes peligrosas" (1995), "Diarios de la calle" (2007), "Hardball" (2001), "Déjate llevar" (2006), "Campeones" (2018), "La sonrisa de Mona Lisa" (2003), "Somos los mejores" (1992), "Música del corazón" (1999), "Coach Carter" (2005), "Los chicos del coro" (2003)... a los autores de este nuevo largometraje se ve que no les parece que hayamos tenido suficiente con todos esos largos que han protagonizados Sidney Poitier, Michelle Pfeiffer, Hilary Swank, Keanu Reeves, Antonio Banderas, Javier Gutiérrez, Julia Roberts, Emilio Estévez, Meryl Streep, Samuel L. Jackson, Gerard Jugnot y demás (éstos films son solo pocos ejemplos de lo profuso que ha sigo el Séptimo Arte con esta premisa) entre clases de matemáticas, música, lengua, hockey, literatura, arte, beisbol, baloncesto, baile y demás.

Y aquí nos llega una película que repite las mismas pautas. Con un Ben Affleck que encarna con gran habilidad y naturalidad a un alcohólico "perdedor" de trágico pasado, que toma las riendas de un equipo de baloncesto en decadencia del instituto en el que el protagonista fue jugador en sus tiempos mozos. Que conste que esta temática de aprendizaje mutuo, de esfuerzo personal, de recuperación tras las caídas y fracasos, y de trabajo en equipo es un argumento que, si se mima en el guion con notas astutas y multifacéticas, puede dar lugar a una gran obra (y tenemos ejemplos en largos como "El club de los poetas muertos" (1989) o "Campeones"). Pero por desgracia no estamos ante ese caso, y "The Way Back" jamás se sale de los arquetipos establecidos, haciendo suceder la trama con rutina y previsibilidad.

Poco puede hacer Ben Affleck que realza a su personaje con un punto incisivo en sus peroratas, pues este desarrollo argumental es tan simple como pronosticable. Al menos la cinta fluye de forma orgánica, y su elenco que encarna a los estudiantes resulta desenvuelto (compartiendo cierta química, además. Solo cierta, tampoco nos pongamos estupendos). La realización por su parte es de lo más común (pues no hay incoherencias chapuceras de saltos de eje ni demás, pero es incapaz de aportar un sello plástico que alce la experiencia cinematográfica) con mucho plano/contraplano y plano medio y semisubjetivo. Mientras que la fotografía triunfa en su apartado gracias a la elección de emotivos escenarios urbanos con filtros ocres y vetustos, y con una iluminación fulgurante justo en los momentos de espectáculo baloncestístico.

Estamos en definitiva ante un film ya visto en todo espectador mínimamente curtido... y tratado con algunos mimbres más que está cinta que nos ocupa. Un largo llevadero para el que nunca se haya adentrado en este subgénero (del drama de mentores entre aulas y equipos estudiantiles)... pero obviable para los que hemos disfrutado de cintas del mismo corte con un entramado más taimado. "The Way Back" se asemeja más a "Diarios de la calle" o "Somos los mejores" que a "El club de los poetas muertos", "Coach Carter" o "Campeones".

Lo mejor: Me quedo con la actuación de Ben Aflleck (tratando de emular con ese trágico pasado...
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Secuestro
Secuestro (2016)
  • 5,5
    5.570
  • España Mar Targarona
  • Blanca Portillo, Antonio Dechent, José Coronado ...
6
Un thriller correcto (en ningún caso sorprendente o memorable) que es alzado en cierta medida por su actuación principal.
Que el cartel promocional de "Secuestro" se nos anuncie como un largometraje de los mismos productores de "El cuerpo" (2012), "El orfanato" (2007) y "Los ojos de Julia" (2010) es solo engañoso en parte. Pues esta cinta que nos ocupa, si bien se plantea igual en su concepto de suspense con enredos criminales (o sobrenaturales) y juegos estratégicos de sus personajes, no comparte un guion de la misma astucia y brío que aquellas cintas.

No estamos ante un desastre de libreto ni mucho menos, pero no tiene un acabado tan refinado y sagaz como los de los films de Oriol Paulo y Juan Antonio Bayona. Aun así "Secuestro" supera a la media de cintas del género gracias a una propuesta jugosa a priori, con un manejo de sus tiempos que es muy bien calibrado en líneas generales (hay excepciones... que son el peor lastre del metraje), y con una puesta en escena distinguida (desde el mimo de sus escenarios hasta sus actuaciones a nivel global... pasando por un uso estupendo de los efectos especiales, más en spoilers).

Patricia (Blanca Portillo) es una exitosa (y algo turbia) abogada que busca venganza por el secuestro de su hijo (Marc Domènech), pero todo se complica cuando ni los villanos ni las víctimas acaban siendo lo que parecen. La cinta presume de tener un nervio narrativo eficiente... en sus dos primeros tercios. En esa hora inicial el espectador no va a evitar zambullirse en los misterios que implican a unos personajes presentados con decencia, sin embargo el guion poco a poco va distanciando al espectador por culpa de situaciones cogidas con alfileres, casualidades muy casuales y hechos que solo se ajustan a lo obligado del guion pero no a una verosimilitud cercana al espectador medio adulto. Digamos que en su inicio "Secuestro" es muy "El intercambio" (2008) o muy "Mystic River" (2003)... para acabar derivando en algo más parejo a "La fría luz del día" (2012) o "Más allá de la duda" (2009). Una pena porque los ingredientes estaban ahí y las situaciones de su presentación así lo muestran.

Y una pena también porque "Secuestro" cuenta con unas interpretaciones de categoría empezando por una Portillo que eleva la experiencia cinematográfica con un trabajo magnífico (y pormenorizado, ojo al lenguaje de signos habituado) y honesto (capaz de humanizar con potentes matices a este personaje claroscuro), pero sin desmerecer las aportaciones solventes de actores como Macarena Gómez, José Coronado o un Vicente Romero que pone la parte divertida (la poca que hay, que esto no es un enredo criminal a lo "Pulp Fiction" (1994), "Quemar después de leer" (2008) o "Fargo" (1996)) y de desahogo. Doménech resulta natural y eso ya es mucho en un niño actor. Tampoco le va a la zaga el diseño de producción, que no cuenta con una fotografía distintiva, pero sí depurada e ilustre. La elección de planos por su parte es correcta sin más (ni molesta ni conmueve) y prima el plano/contraplano con los planos medios y algún que otro foco alterno. Lo mismo se puede decir de una pertinente elección de vestuario y maquillaje que cumplen su función con cierto gusto sin pasarse (de nuevo, esto no es un largo de la categoría de "Joker" (2019), "American Gangster" (2007) u otros thrillers criminales que también presuman de un diseño artístico majestuoso).

Así pues tenemos entre manos una película que aunque pudo legar mucho más, lo que nos aporta es más que suficiente en su conjunto para evadir (e incluso emocionar gracias a la labor de Portillo que saca oro del personaje) en casi todo momento al público. Como cine patrio "Secuestro" resulta tremendamente superior a las cintas usuales en nuestro país, pero como película sin importar su nacionalidad... "Secuestro" no llega ni de lejos a thrillers como "El secreto de sus ojos" (2009) o "La milla verde" (1999). Más bien se queda al aceptable nivel de "El dragón rojo" (2003), "El inocente" (2011), "Regresión" (2015), "La visita" (2015) o "Mi prima Rachel" (2017).

Lo mejor: Me quedo con su actuación principal.
Lo pero:...
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El color púrpura
El color púrpura (1985)
  • 7,4
    23.636
  • Estados Unidos Steven Spielberg
  • Danny Glover, Whoopi Goldberg, Adolph Caesar ...
7
De la dignidad del sobrevivir.
En 1985 Steven Spielberg dirigió la que fue (tras ocho largometrajes a sus espaldas) su primera película dramática (el propio director le tiene un especial cariño a este largo, pues siempre ha comentado a la prensa que sin "El color púrpura" no existirían films suyos como "La lista de Schindler" (1993) o "Salvar al soldado Ryan" (1998)) tras muchas grandes obras de aventuras familiares e intrigas de terror y ciencia-ficción.

"El color púrpura" es una adaptación de la novela sureña del mismo nombre publicada en 1982 por Alice Walker (que ganó el premio Pulitzer por este trabajo) en la que se nos narran las desventuras de una mujer afro americana (Whoopi Goldberg en su debut actoral) de principios del siglo XIX, cuya vida es un catálogo de miserias que sobrelleva con la astucia y dignidad que es capaz de permitirse. Desde abusos sexuales, odios, racismo y maltratos en ingentes cantidades hasta la amistad, el amor, la esperanza y el compañerismo en pequeñas pero poderosas cantidades, esta mujer provoca en el espectador un compadecimiento honesto y unas ansias de justicia reparadora.

Y Spielberg aprovecha hasta los higadillos de un cabal y mesurado (que no brillante) guion por parte de Menno Meyjes. Un libreto que, si bien dentro del género dramático de calamidades de época no aporta sorprendentes novedades (eso se lo dejamos a Steven Zaillian y multitud de instantes de "La lista de Schindler" si de obras maestras "spielbergianas" se trata) se deja llevar por la trama con pasmosa fluidez (las casi tres horas de metraje se pasan con suma comodidad), con una orgánica naturalidad en sus momentos por muy tensionados y/o deplorables que sean, y con una elección muy sagaz a la hora de escoger situaciones de luz y oscuridad (que se dejan entrever de forma velada en más ocasiones que las que se nos muestran con impacto turbador) entre una rutina siempre narrada con elegancia y cadencia por parte del afamado director.

Y es que "El color púrpura" viene a ser un telefilm de época en su argumento... y de calidad y relumbrón en su desarrollo. Con unas escenas que no solo captan la atención del espectador, sino que lo hacen con cierta implicación. Pero esto no se debe solo a una trama conducida con equilibrio y juicio, sino también a un manejo de la cámara por parte de Spielberg de lo más avezado en los momentos de suspense dramático (aunque del autor de "Tiburón" (1975) o "E.T." (1982) no se podía esperar otra cosa) en los que mantiene planos cerrados de una forma de lo más inquietante para con el espectador ya mimetizado con las protagonistas del film. El elenco no le va a la zaga, con una debutante Whoopi Goldberg que otorga a su atribulada Celie una carismática franqueza (aunque no reluce como lo hiciera poco después en el género de la comedia) y unos secundarios que encajan como guantes en unos roles algo más estereotipados pero con pequeños retales de otras dimensiones humanas a las que le toman el pulso, ya sean los villanos del relato como Danny Glover o los personajes que dan algo de color (valga la redundancia) a la gris y desdichada vida de su protagonista como son los de Oprah Winfrey o Margaret Avery. La puesta en escena es, por su parte, de una calidad cinematográfica notable. Sin la cinematografía actual de tanta definición, pero con un diseño y ejecución de escenarios estilizado (ya sea en los exteriores frondosos y diversos o en los decorados interiores de una madera muy presente) y un vestuario y maquillaje competentes que Spielberg aprovecha con su forma de rodar académica pero eficiente (con una composición de planos medios muy bella y unos planos cerrados tan honestos como impregnantes en el drama).

Así pues tenemos una película de duro argumento (que no muestra con excesiva crudeza, el público más sensible podrá verla sin más problema que el de echar alguna lagrimilla. Pero no va a apartar los ojos de la pantalla con repulsión constante ni mucho menos) pero muy embaucadora gracias a una elaboración tanto a nivel de guion como de puesta en escena muy delicado y distinguido. Es una película muy recomendable a todo cinéfilo adulto (indispensable para los aficionados a los dramas de época), aunque no se me sitúa en el grupo de grandes obras maestras del cine de Steven Spielberg (a lo "La lista de Schindler", "Salvar al soldado Ryan" o "E.T.") ni tampoco (por poco) me llega al nivel de memorables obras de género como "Minority Report" o "A.I: Inteligencia Artificial" pero se me queda al relevante y revisable nivel de "Lincoln" (2012), "Caballo de batalla" (2011) y desde luego mejor que truños como "Hook" (1991), "La terminal" (2004), "La guerra de los mundos"" (2005) o "Amistad" (1997) sí es. Y supera a cintas aceptables pero dentro de lo rutinario por parte de Spielberg como "Mi amigo el gigante" (2016), "Los archivos del Pentágono" (2017), "El puente de los espías" (2015) o "Ready Player One" (2018). Digamos que "El color púrpura" es equiparable a dramas históricos sobre el racismo, machismo y clasismos norteamericano como "Selma" (2014), "Lejos del cielo" (2002) o "Figuras ocultas" (2016).

Lo mejor: Su dirección.
Lo peor: Su banda sonora (totalmente desapercibida y olvidable) de Quincy Jones.
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Matrix Resurrections
Matrix Resurrections (2021)
  • 4,9
    17.284
  • Estados Unidos Lana Wachowski
  • Keanu Reeves, Carrie-Anne Moss, Neil Patrick Harris ...
5
Código fuente atenuado.
Con el filón que se ha visto a la hora de regresar a afamados productos de ficción audiovisuales (que si "Star Wars", que si "Parque Jurásico", que si "Top Gun", que si "Gladiator", que si "Terminator") "rescatando" a los actores de las películas estandartes de cada saga... nos ha llegado este "Matrix Resurrections" a cargo de una de las dos autoras de la trilogía original (Lana Wachovsky) y con algunos (no todos) de los rostros conocidos de las tres película (en el film "cuatripiten" Keanu Reeves, Carrie-Anne Moss, Jada Pinkett Smith y Lambert Wilson, pero se ausentan Hugo Weaving y Laurence Fishbourne).

La trama se sitúa décadas después de los acontecimientos de "Matrix Revolutions" (2003), con una supuesta paz entre los humanos y las máquinas, Neo (Reeves) no es consciente de que ha vuelto a ser reinsertado en la nueva Matrix. Su huida al mundo real y el rescate a Trinity (Moss) marcan las pautas del desarrollo argumental que, todo sea dicho, es capaz de mantener una gran coherencia interna así como respeta a su propio universo de ciencia ficción establecido. Y esto no es moco de pavo, teniendo en cuenta que hablamos de Matrix (un mundo de realidades virtuales superpuesta y programas cibernéticos de evolución exagerada).

"Matrix Resurrections", al contrario que "Matrix Reloaded" (2003), sabe medirse en sus conspiraciones cibernéticas y el argumento se va sucediendo con concordancia y complacencia (hay en "Matrix Resurrections" mucho "fan service", con un montón de flashbacks/recuerdos de las entregas anteriores, y abundantes autorreferencias. Esto es algo que al cinéfilo medio puede exhasperar, pero los fans incondicionales de "The Matrix" (1999) en mayor medida y de "Matrix Reloaded" y "Matrix Revolutions" en menor medida... pues lo agradecemos sin lugar a dudas para cohesionar esta entrega con las demás). El problema de "Matrix Resurrections" no reside pues en su planteamiento, ni tampoco en su forma de abrir y cerrar esta trama que es un bonito añadido (sí, la obra maestra "The Matrix" no es... aunque solvente maravillosamente las ausencias actorales de Weaving y Fishbourne) o un largo distraído como cinta independiente de su producto original (una persona que no haya visto la saga "Matrix" puede entretenerse con esta cinta. Ahora bien, es un sacrilegio visionar este film sin haberse puesto antes la inconmensubrable obra de ciencia-ficción que es la cinta de 1999). El problema reside en el ritmo un tanto parsimonioso y redundante del asunto, porque lo que nos cuenta "Matrix Resurrections" no daba para dos horas y media de metraje, a la cinta le sobra la mitad de tiempo y gozaría de un ritmo tan enervado y vivo como "The Matrix". Y digo ritmo porque "Matrix Resurrections" es prácticamente incomparable a la primera parte de esta saga (aquella tenía unas escenas de acción memorables en composición de elementos, coreografías, atrezzo y banda sonora. Ésta se conforma con tener una acción tan vistosa como pasajera).

Puede compararse, eso sí, a las dos continuaciones. Esta "Resurrections" es un pasatiempo bastante parejo a aquellas (yo la pondría un poco por encima de "Reloaded" y un poco por debajo de "Revolutions"), pues su guion sci-fi es suficientemente curioso como para captar nuestra atención en suficientes ocasiones... en un primer visionado. Reeves y Moss les tiene tomado el pulso a sus personajes, y siguen tan naturales como distintivos, los nuevos invitados cumplen con solidez (aunque son tan solo unos acompañantes de la pareja virtual más prominente de Matrix) y Pinkett Smith mantiene el carisma interpretativo que acostumbra... aunque le toque un personaje tan unidimensional como éste (de "vieja pelleja"). El film mantiene además la estética tan atinada y característica en su vestuario, maquillaje y escenarios (con esa asepsia "perfecta" del mundo virtual y esa tecnología desvencijada del mundo real en tinieblas). Los efectos especiales mantienen el nivel de las película de "Matrix"... pero 20 años después es lógico que la definición y el trabajo C.G.I. tenga un nivel óptimo. La banda sonora por su parte es completamente obviable (y eso si que no mantiene la costumbre de esta saga).

Así pues tenemos una película de digna puesta en escena, y de guion aceptable... pero que se va diluyendo entre repetición y acción accesoria. Solo para aficionados al mundo "Matrix" (tengo el gusto de incluirme en este grupo. Por ello el film cala más dado que conocemos la historia que hay detrás entre estos dos personajes) o a los fans del cyberpunk o de las conspiraciones informáticas futuristas, el resto no se pierde nada (mientras que con "The Matrix" (1999) se pierde todo). Digamos que se queda en el grupo de "Alien 3" (1992), "Terminator 3: La rebelión de las máquinas" (2003), "Transformers: El lado oscuro de la luna" (2011), "Bloodshot" (2020), "Valerian y la ciudad de los mil planetas" (2017), "Alien: Resurrección" (1997), "Reminiscencia" (2021), "Alita: Ángel de combate" (2019), "Passengers" (2016) o "Transcendence" (2014) si de intriga y acción sci-fi se trata.

Lo mejor: El protagonismo de Neo y Trinity y que hayan regresado sus actores. Que respete sus propias reglas...
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Equalizer (Serie de TV)
The Equalizer (2021)
Serie
  • 3,8
    177
  • Estados Unidos Andrew W. Marlowe (Creador), Terri Miller (Creadora) ...
  • Queen Latifah, Chris Noth, Smitty Chai ...
4
Soy Queen Latifah y, para bien o para mal, resuelvo problemas.
Versionando la serie televisiva del mismo nombre de 1985-89 (que ya tuvo su adaptación cinematográfica protagonizada por Denzel Washington en 2014, con secuela en 2018 y la que llegará en Septiembre de 2023) nos ha llegado este producto que cuenta con la misma premisa (un ex-agente de "la compañía" (el apodo discreto para hablar de la C.I.A. que toman los personajes) que ve truncado su retiro cuando opte por proteger a varias víctimas de Nueva York, luchando fuera de la ley contra criminales que escapan de las garras de la policía. Para ello contará con un equipo de viejos amigos que harán las veces de técnicos policiales como si de una serie procedimental más se tratara).

Tan solo cambia el sexo y la raza de la protagonista (que aquí, por razones obvias, ya no se llama Robert McCall sino Robyn McCall), pero los avatares de investigaciones criminales, escenas forenses, momentos indagadores y secuencias acción se mueven exactamente por la misma temática que la serie original (sí, esta protagonista también tiene una hija y está divorciada, como el Robert McCall original de la serie ochentera). Yo esto no lo veo como una degradación del material original (que tampoco es que fuera una obra maestra de la televisión, seamos serios) a priori... el problema viene con la fisionomía de la protagonista (a ver (desde la perspectiva de una persona que siempre ha tenido un IMC entre normal y bajo) que Queen Latifah tiene sobrepeso, sí, pero tampoco es una persona obesa (en Estados Unidos diría que incluso se la puede considerar "delgadita", teniendo en cuenta comparaciones con programas como "Mi vida con 300 kilos")) que transmite poca credibilidad a la hora de toparnos con las escenas de acción de combates y huidas, que no pueden estar más trucados tanto en su ejecución como en su edición (hay mucho corte entre plano cerrado y plano cerrado) para que no notemos las evidentes carencias de una actriz que no es una especialista de la acción y las artes marciales (Gina Carano ya les adelanto que no es, y Michelle Yeoh tampoco).

Pero lo que en la parte de acción física adolece Latifah lo suple con su carisma actoral que es mucho. Pues la nominada al Oscar en 2002 contagia al espectador una sensación de acogedora cercanía y curiosa complicidad, que tan necesaria es en este tipo de productos que acaban ofreciendo "más de lo mismo" (una serie procedimental episódica de crímenes, investigaciones y resolución por parte de "los buenos") y que acaban tornando a sus capítulos en algo intercambiable con los de series como "El cuerpo del delito" (2011-13), "Ley y orden" (1990-), "C.S.I.: Miami" (2002-12), "Scorpion" (2014-18), "C.S.I.: Cyber" (2015-16) y demás (no faltan los análisis forenses de lo cadáveres a pie de calle, el trabajo de los hackers para dar con la identidad de los criminales, etc). Pues la de New Jersey está de lo más cómoda en su papel, siempre que se trate de escenas de diálogos, observaciones y averiguaciones (que por fortuna son más que las de acción de persecuciones y topetazos, que son sin duda la pata más corta del conjunto) así como de las escenas del terreno "personal" de la protagonista (pues comparte química Laya DeLeon y Lorraine Toussaint) a las que aporta una solidez muy agradecida para la audiencia.

Y la imponente presencia de Latifah parece ser suficiente para este producto que apenas toma más esfuerzo que el de su gran casting (Chris Noth también hace acto de presencia, por cierto) y el de un diseño de producción muy esforzado (hay en "The Equalizer" un elegante uso de la iluminación, un diseño de escenarios de gran profusión de elementos y de estilizada composición dentro de la "mundaneidad" neoyorkina por la que navegan los relatos, un digno sonido, un vestuario competente, y una cinematografía pulcra en todo momento). Pues las tramas villanas que nos propone parecen recicladas (torpe y marrulleramente, todo sea dicho) de los episodios de "Elementary" (2012-19), "El mentalista" (2008-15), "Navy: Investigación criminal" (2003-), "Rizzoli & Isles" (2010-16)... y esto no lo digo como un cumplido ni para aquellas series ni para esta que nos ocupa. A ver, que no son guiones horribles, pero sí revistos, rutinarios, superficiales y nulamente ilustrativos. Y ojalá pudiera decir que estamos ante "True Detective" (2014-) o un "Daredevil" (2015-18) si de excelentes series de inspectores policiales o justicieros paralelos se trata, pero solo puedo decir que estamos ante una "Batwoman" (2019-22), un "Bones" (2005-17), un "Gotham" (2014-19), un C.S.I.: NY" (2004-13) o un "El cuerpo del delito" más. Algo que entretiene en casi todo momento por elementos ajenos a lo que se nos está contando (sus actuaciones, su puesta en escena) pero que no se torna recomendable para el espectador casual que busque una distracción de cierta categoría (para eso es mucho más recomendable "The Closer" (2005-12), "Mr. Robot" (2015-19), "Señoras del (h)AMPA" (2019-21), "Cómo defender a un asesino" (2014-20) o "Expediente X" (1993-2002) entre otras), aunque para los espectadores que (como yo) se traguen casi todo lo que huela a serie policiaca procedimental y episódica por muy bajas que tenga las miras... pues sí se torna recomendable. Pero la reina "CSI: Las Vegas" (2000-15) le sigue ganando la partida a nivel global. Digamos que en su conjunto final "The Equalizer" es peor que "C.S.I.: Miami" o "NCIS: Los Ángeles" (2009-23) pero mejor que "Homicidios" (2011) o "Mentes criminales: Conducta sospechosa" (2011). Se deja ver en su conjunto (por tres temporadas va ya, por algo será).

Lo mejor: La actuación de Queen Latifah en las escenas pausadas de diálogos y miradas.
Lo peor: La actuación de Queen Latifah en las escenas de acción.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El vuelo del Fénix
El vuelo del Fénix (2004)
  • 5,2
    10.267
  • Estados Unidos John Moore
  • Dennis Quaid, Giovanni Ribisi, Tyrese Gibson ...
5
"Survival" de juguete.
En 2004 el director John Moore ("La jungla: Un buen día para morir" (2013), "Max Payne" (2008)) nos ofreció un remake de la cinta del mismo nombre de 1965 (basada a su vez en la novela de 1964 de Elleston Trevor). En ella un grupo de norteamericanos se dispone a regresar a su país tras unas prospecciones petrolíferas en el desierto del Gobi, pero el avión tiene un destino fatal y este grupo se verá obligado a sobrevivir en medio del desierto y con escasos medios.

Si bien "El vuelo del Fénix" cuenta con una puesta en escena competente e inmersiva (el diseño de escenarios es elegante y detallado, y sus efectos especiales están verdaderamente logrados) y con un reparto de relumbróm (Dennis Quaid, Hugh Laurie, Miranda Otto, Giovanni Ribisi, Tyrese Gibson, Jared Padaleki, etc.)... lo cierto es que hay algo en el conjunto que no acaba de funcionar.

Y no funciona porque su elaboración argumental es tan limitada y rutinaria como necia y majareta. Y es que estamos ante una cinta que se deja llevar por los tópicos sin darles motivos y precedentes que les otorguen (al menos) cierta verosimilitud. El protagonista (Quaid) es un cretino pero como es el protagonista guaperas... no solo todos le siguen ciegamente sino que ¡hasta el único personaje femenino se enamora como una tonta! (esto lo puedo comprar en una película de instituto adolescente, pero en personajes que ya peinan canas resulta tan absurdo como artificial y forzado), todos los personajes cuentan con las herramientas (soldadoras, sierras mecánicas, etcétera) precisas para ir sorteando los obstáculos que se les van presentando, hay unos villanos que aparecen de tanto en cuanto para alargar el metraje... unos villanos que convierten a los moradores de las arenas de "Star Wars episodio IV: Una nueva esperanza" (1977) en unos seres complejísimos y sus berridos en diálogos instruidos (aquí los malvados ni siquiera tienen un mísero diálogo), y los secundarios nunca aportan nada más que el estereotipo que les ha tocado en gracia (el empresario adicto a su portátil, el sociópata amoral, el novato ingenuo, el graciosillo, y la fémina que se pasea como boba alrededor de Quaid para darle ánimos inmerecidos).

El escaso trabajo del libreto, que se conforma con ser un film estandarizado dentro del género del "survival film" (no nos da extras que realcen el desarrollo argumental a lo "127 Horas" (2010), "Naúfrago" (2000) o "El renacido" (2015)), donde los personajes las pasan canutas aunque cada traba y discusión sea incoherente e impostada. Ante tal percal los actores por desgracia no se acaban de creer a sus personajes, así que se les nota desubicados e incómodos y no en el buen sentido... solo Ribisi logra dar unas dimensiones perturbadores a su rol (pero solo sirve para que su papel tenga algo de dignidad dramática, no para que se nos torne completamente plausible).

Una lástima porque "El vuelo del Fénix" contaba con una premisa de aventuras y desventuras que pudo legarnos un pasatiempo más ameno, abstraído y disfrutable. La estilizada puesta en escena en decorados (tanto exteriores como interiores), la pulida cinematografía, los resultones efectos visuales, el maquillaje y vestuarios tan preciso, y la realización resuelta y natural de Moore logran compensar el desaguisado actoral y argumental en cierta medida. Pero no es suficiente como para que "El vuelo del Fénix" sobrepase el pasatiempo distraído en líneas generales (que a ratos capta la atención y a otros distancia sin remedio).

Desde luego en cuanto a cine de catástrofes y supervivencia... esto no es la delicia de "Salvar al soldado Ryan"(1998), "Titanic" (1997), "Apocalypto" (2006), "El coloso en llamas" (1974) o "K-19" (2002). Es más bien un "Bajo cero" (2006), "Territorio comanche" (1996) o un "Infierno blanco" (2012) cualquiera. Podría decirse que es el mejor largo de Moore... pero eso no es decir demasiado, En fin, solo recomendable a los muy muy incondicionales de los "Survival films" o a los fans del cine de Moore, Quaid y demás gente de su elenco actoral.

Lo mejor: Me quedo con la actuación de Ribisi que saca petróleo donde casi no existe.
Lo peor: Diría que el poco mimo de su guion a la hora de desarrollar la trama.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pearl Harbor
Pearl Harbor (2001)
  • 6,1
    75.291
  • Estados Unidos Michael Bay
  • Ben Affleck, Josh Hartnett, Kate Beckinsale ...
7
Más oficio que beneficio.
Con los dos artífices de cine palomitero a lo grande (en efectos visuales del momento, no en lo que se refiere a los relatos) de por aquel entonces, el director Michael Bay ("La roca" (1996), "Armageddon" (1998)) y el productor Jerry Bruckheimer ("Top Gun" (1986), "Black Hawk derribado" (2001), "Marea roja" (1995), "Días de trueno" (1990)), "Pearl Harbor" se nos presentaba como una superproducción bélica que pretendía dejar sonrojada en sus tragedias, romanticismos y acción de catástrofes a la mismísima "Titanic" (1997). Ya, pues ja ja ja. Porque decir que "Pearl Harbor" es peor que "Titanic" es una obviedad. Y esto no es porque tenga un nivel inferior en su pulso narrativo o en su tratamiento argumental... pero sí concatena una catarata de tópicos y situaciones forzadas más abundante que la obra maestra comercial de James Cameron. Tampoco goza "Pearl Harbor" del ingenio en el diseño de producción y en la banda sonora de la cinta de 1997.

Así que lo mejor es no disponerse a ver el film como nos lo vendieron en su momento en todos los medios publicitarios (el lema fue "la nueva Titanic", lo recuerdo bien) sino como una cinta de romances y aventuras bélicas tan superficial como disfrutable. Y es que la cinta nos desarrolla un triángulo amoroso tremendamente básico, no torpe pero sí trivial y anecdótico (por mucha cara de circunstancia que pongan Ben Affleck, Josh Hartnett y Kate Beckinsale... el guion les ofrece unas relaciones que son meros rolletes cuasiadolescentes) adornado con bombas pero siempre con excesiva simpleza emocional nada cómplice en un espectador que haya pasado la adolescencia (y ojo que los personajes se supone que rozan la treintena). Y no es que no te creas lo que estás viendo, es que te resulta banal y accesorio... como una relación líquida. Estos escarceos no molestan, los actores comparten química de compadreo y ligoteo, y las situaciones se suceden con ritmo... pero para que acabe resonando más en el espectador la historia tan secundaria del personaje de Cuba Gooding Jr. (tal vez se denote más real por estar basada en un soldado real) en lugar de la trama principal... pues ya dice mucho del poco esfuerzo que se puso a la hora de aportar humanidad, complejidad y hondonadas a estas circunstancias (tampoco es que esperara un romance profundo e intrincado a lo "Brokeback Mountain" (2005), pero es que al lado de "Pearl Harbor" hasta la historia de Jack Dawson y Rose DeWitt parece una obra maestra del cine romántico. Ésta de "Pearl Harbor tiene más del cine de Josh Harnett luciendo palmito cuando era un ídolo adolescente, como los revolcones de "The Faculty" (1998) o de "Aquí en la Tierra" (2000)).

La vertiente de estrategias y acción bélica demuestra un poco (solo un poco) más de eficiencia. También deja relates de postureo ultranacionalista estadounidense (pero esto es el cine de Michael Bay, no el cine de Michael Moore) pero son esparcidos de forma bastante disgregada como para que no molesten en demasía al espectador que no sea de aquellos lares (sin ir más lejos, "Armageddon", "El patriota" (2000) o "El francotirador" (2014) espantan mucho más por culpa de un empeño mayor en poner a los Estados Unidos como "el mejor país del mundo mundial en todo y para todos"). Y lo que cuenta en la narración de su argumento no llega a hastiar, se sucede con una marcha adecuada y con circunstancias que en líneas generales no chirrían (a ver, la película dura más de 3 horas. Hay mucho arquetipo y tópico, pero también hay muchos estados naturales que son los que hacen fluir la trama con comodidad para con el espectador).

Es un desarrollo argumental que pasa sin pena ni gloria. Que no llega al aprobado por culpa de ese empeño en darnos estereotipos... pero que aun así Bay logra capear el temporal con un oficio sublime en la puesta en escena. Porque "Pearl Harbor" goza de unas escenas de acción majestuosas, con unos vuelos que en nada tienen que envidiar a las otras producciones bélicas de Bruckheimer (y eso es decir mucho teniendo en cuenta a largos como "Top Gun: Maverick" (2022), "Black Hawk derribado" (2001) o "Marea roja"), con unos cortes de plano perfectos y enérgicos, con elección de los mismos ensalzadora y estilizada, con unos efectos C.G.I. elegantes y logrados, con un sonido extraordinario, con unos elementos escénicos exquisitos (desde el vestuario refinado hasta el modelo de armamento militar de pega más clásico) y profusos. Lo cierto es que la realización de Bay es la más extensa y variada que ha realizado hasta la fecha (ojo a los filtros utilizados en la secuencia del hospital)... y la más atinada a mi parecer.

Y con esto el espectador medio acaba sumergido en estos avatares que sobre el papel no resultarían creíbles por culpa de ese postureo tan de tanto en cuanto. Y por fortuna en "Pearl Harbor" prima más todo lo que envuelve la acción de evasiones aéreas, ataques submarinos o tiroteos a gran escala que lo que envuelve a ese triángulo olvidable (digo que su trío protagonista resulta natural, pero tampoco está carismático. Pues ni Ben Affleck es Heath Ledger, ni Josh Harnett es Leonardo DiCaprio ni Kate Beckinsale es Kate Winslet interpretativamente hablando (aunque esta última es la que ha demostrado mayor pericia actoral de los tres actores principales. Y para muestra "Amor y amistad" (2016))).

Así pues en "Pearl Harbour" acaban ganando el pulso sus virtudes a sus defectos, y se conforma un conjunto de drama y acción que entretiene siempre y atrapa por momentos... más por su ejecución audiovisual que por su planteamiento y desarrollo argumental. Es una película recomendable a todo público adulto medio como distracción de categoría (y solo indispensable para los muy fans de cine de Bay, Bruckheimer o sus intérpretes) pero no esperen una obra maestra del cine bélico (para eso se tornan mucho más recomendables películas como...
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sonic 2: La película
Sonic 2: La película (2022)
  • 5,6
    4.637
  • Estados Unidos Jeff Fowler
  • James Marsden, Jim Carrey, Tika Sumpter ...
5
Entre el tedio y la inspiración.
Tras el taquillazo que supuso "Sonic, La película" (de los pocos taquillazos del aciago 2020), nos llega esta obligada continuación que también sirve, como su predecesora, de adaptación de la saga de videojuegos más afamada de SEGA.

Esta vez el erizo azulado que ya ha sido aceptado como miembro de una familia del planeta Tierra (interpretada de nuevo por James Marsden y Tika Sumpter) se ve envuelto en una nueva aventura cuando el malvado Doctor Robotnik (Jim Carrey repitiendo como carismático villano) regresa a la Tierra con el fin de hacerse con una esmeralda de gran poder destructivo. Sonic cuenta con la ayuda o los obstáculos de nuevos personajes que viajan a la Tierra (y que muchos conocemos por los clásicos videojuegos de la saga: Knuckles y Tails. Nos faltan Shadow, Amy Rose o Metal Sonic... pero dado el éxito de esta nueva franquicia no dudo que habrá un tercer largo para su introducción).

La cinta mantiene el tono afable e irreverente de su primera parte, y en ella se suceden lances superheroicos con un ritmo pasable y con un sentido del humor que en varias ocasiones lega perspicacia y olfato (principalmente se trata de varias frases de ironía que suelta el personaje animado principal, de la sorna asocial de la que se aprovecha Carrey con su oficio, o de como explota Natasha Rothwell la absurda intensidad de su personaje). Un tono divertido que aligera bastante el visionado a un adulto (no de forma superlativa elevando al producto a las cotas de comedia memorable, pero al menos sí se nos torna un largo simpático, vivo y cómplice de tanto en cuanto), porque a los niños ya los tiene ganados con su trama de aventuras infantiles pero bien armadas y con coherencia interna dentro de su mundo de fantasía.

Aun así puede que a tanto a los adultos como a los niños se les haga un poco cuesta arriba ese desenlace de acción estirado como un chicle con sus momentos repetitivos de persecuciones y golpes. Se ve que han querido dar más que en la cinta predecesora y, como suele suceder en este tipo de productos, menos es más y su primera parte (que tampoco es que sea una obra maestra) le gana la partida en su sentido del entretenimiento y la evasión con un desarrollo argumental más conciso y confortable.

Aun con los defectos del guion (que los tiene, dado su conformismo al llevarnos por una trama completamente establecida y trillada en el sub-genero de aventuras de superhéroes afables. Una trama que nunca pasa de lo básico y lo infantil (con permiso de la brillantez en su humor de tanto en cuanto)) "Sonic, la película 2" sucede con suficiente brío, mientras que Jeff Fowler repite con una dirección habilidosa (que no maravillosa) en todos sus planos clásicos (lo mismo se puede decir de la música y el sonido del film), los actores se sienten cómodos en sus ligeros roles y ese buen rollo se transmite a la audiencia, el diseño de producción es competente (que no sobresaliente, que esto no es "Avatar" (2009) o "El Señor de los Anillos"" (2001)) y los efectos especiales son vistosos tanto en sus tiernos personajes animados como en la tecnología colorista de Robotnic y la magia de otros mundos y su energía.

Un pasatiempo para lo bueno y para lo malo. Está más orientada a los niños (a pesar de que su excesivo metraje haga pensar lo contrario. La cinta supera las dos horas) pero un adulto no quedará espantado a lo "Turbo: Una película de los Power Rangers" (1997), "102 dálmatas" (2000) o "Solo en casa 3" (1997), sino que sonreirá, reirá con ciertas salidas... y se sentirá atraído por las actuaciones robustas, la animación estilizada y los vivos colores durante la acción. Es recomendada principalmente para los más peques de la casa (pero se puede ver junto a ellos pasando un pasajero rato de distracción) y los muy muy fans del cine de aventuras superheroicas en general (por muy pueriles que estas sean) o de la saga Sonic en particular. Y por supuesto los que disfrutaron con la primera entrega no van a quedar decepcionados... del todo (pues si esperan algo justo al nivel de su predecesora... verán en "Sonic, la película 2" algo que mantiene la esencia desenfadada y liviana pero que baja tan solo un pelín el escalafón de su primera parte). "Sonic, la película 2" no es una cinta para todos los públicos que intercale la imagen real y animada a la altura de cintas memorables como "Mary Poppins" (1964), ni tampoco está a la altura (por poco) de largos como "Encantada" (2007) pero puede equipararse a "Space Jam" (1996) o "Los pitufos" (2011) (y desde luego supera a "Space Jam: Nuevas leyendas" (2021) o "Los pitufos 2" (2013)).

Lo mejor: El humor que presenta y las actuaciones de Carrey y Rothwell.
Lo peor: Que el desenlace se alonga sin necesidad alguna más que gastar metraje para superar en eso a su predecesora (que duraba hora y media y acababa siendo mejor producto).
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