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Críticas ordenadas por:
Training Day (Día de entrenamiento)
Training Day (Día de entrenamiento) (2001)
  • 7,4
    64.503
  • Estados Unidos Antoine Fuqua
  • Denzel Washington, Ethan Hawke, Scott Glenn ...
7
¡Eva Mendes en pelotas!
Training Day es una de esas películas que encantan a la crítica especializada. Un thriller oscuro tanto por ambientación como por desarrollo que, sin embargo y perdonadme por el chiste fácil, no es ni la sombra de la buena película que intenta ser.

Antoine Fuqua parece que siempre ha tenido claro qué clase de cine quiere hacer. En Training Day le llega a las manos su gran oportunidad y lo cierto es que no puede decirse que la desaproveche. Fue aquí donde el director se ganó un nombre en Hollywood, aunque puede que su trabajo no sea como para ir haciendo caballitos con la moto por mitad de la sierra y gritando su nombre. Cierto es que consigue meter al espectador en situación, pero desarrollándose la película en torno a dos únicos personajes aliñados con una docena de secundarios, sería complicado no hacerlo. Fuqua tiene clarísimo que quiere dejar retratada la porquería que hay entre policías corruptos y maleantes de mayor y menor envergadura y pone todo el empeño en que el espectador se entere de que esa es la idea. El guion de David Ayer no es la edición inédita de Don Quijote pero sí es una historia con cierta densidad y, a mí, me da la sensación de que podría haber sido una película mucho mejor en unas manos que no fuesen las de Fuqua.

Denzel Washington se sobra y se basta para convertir a Training Day en un buen producto. Los cinéfilos verán en él una interpretación portentosa, de una brutalidad ilimitada; los consumidores esporádicos de cine, verán en su personaje un elemento que les atrapará desde el principio, algo de lo que el actor tiene un 90% de culpa, así calculando a vuelapluma. El actor afroamericano, en el mejor momento de su carrera, nos deja la que para muchos es su mejor interpretación. Ethan Hawke secunda la moción y dice que, si Denzel Washington hace un trabajo de la hostia, él no quiere afear la pantalla, así que se enfunda el traje de gran actor con el que se nos presentó hace ya algún tiempo y realiza una labor soberbia. Dios, o Buda, o Zeus o alguien sabrá qué ha pasado con Hawke en su carrera y los motivos que le han llevado a quedarse sin llegar a la élite. A partir de ahí, un sinfín de secundarios desfilan por pantalla, entre los que destacan los raperos Dr. Dre o Snoop Dogg y la preciosa (y aquí un poco novata) Eva Mendes, que se deja ver como dios la trajo al mundo. Quizás con un poco más de pelo, sí.

Resumiendo, que es gerundio: Training Day no es la excelente película que parece ser a poco que uno se haga un par de preguntas. No obstante, cuenta con una de las mejores interpretaciones de la década y eso no es moco de pavo. Además, Fuqua deja claras las líneas maestras de lo que sería su cine desde entonces: cámaras encima de la acción, muchos planos cortos y secuencias intensísimas. Si tuviera que decir si me gusta su trabajo o no, diría que sí, que me gusta, pero no dejo de reconocer sus carencias.
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1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Déjame entrar
Déjame entrar (2008)
  • 7,3
    60.365
  • Suecia Tomas Alfredson
  • Kåre Hedebrant, Lina Leandersson, Per Ragnar ...
8
Perturbadora preciosidad
La aclamadísima Déjame entrar es una película sueca de terror, en principio. Sin embargo, deriva en un poema vampírico sin parangón en el cine moderno y en un retrato humano de los herederos de Drácula como no se ha visto en mucho tiempo.

Tomas Alfredson dirige la película con pulso firme. Ahí está gran parte de la fuerza de la película, pues es esa seguridad que transmite lo que convierte a la película en un ejercicio de comprensión por parte del espectador, que lejos de esforzarse en entender, se deja llevar por los sentimientos que provocan los dos jóvenes protagonistas. El guion de John Ajvide Lindqvist enmarca el vampirismo, si bien no otorgándole el cartel de "normal", sí haciendo visible que los vampiros no son seres todopoderosos, como en las películas de acción, ni brillan cuando les da la luz del sol, como hemos visto en cierta aberración moderna; cuenta la historia interna de la mente del vampiro desde la soledad, desde el sufrimiento y desde la comprensión hacia sí mismo y utiliza la figura del protagonista para llegar de forma humana al público. El retrato de los dos personajes principales es una delicia tanto por separado como cuando se juntan, pues exhiben una química soberbia. En el apartado visual, las gélidas tierra nórdicas ponen el marco nevado sobre el que se dibuja un cuadro de sombría brillantez color sangre.

Kare Hedebrant protagoniza la película y se lleva una nota altísima en su trabajo. Su personaje debe mostrarse distante con el mundo que le rodea, pero cercano con el espectador casi sin mediar palabra y nunca tratando de explicar sus pensamientos, por lo que en el joven actor recae un gran porcentaje del éxito de su personaje. Lina Leandersson, la otra protagonista, destaca también con una interpretación maravillosa. Si bien ella sí utiliza la palabra en ocasiones (como para explicar al chico las diferencias entre ambos), lo cierto es que no desluce en absoluto al lado de su compañero de reparto, consiguiendo inquietar al público basándose en una mirada atormentada y un conocimiento enorme de lo que se pide de ella.

Resumiendo, que es gerundio: Déjame entrar es una película preciosa. Dentro del horror que conlleva su historia, claro. Pero es precisamente en esa oscura belleza donde se aloja el gran éxito tanto del director como del guionista, porque los turbios sucesos que vemos en pantalla llegan a parecernos normales y siembran dudas sobre cómo actuaríamos nosotros, con la edad de Oskar (así se llama el protagonista) en su misma situación. Película brillante.
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2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vida de Pi
La vida de Pi (2012)
  • 7,1
    69.236
  • Estados Unidos Ang Lee
  • Suraj Sharma, Irrfan Khan, Rafe Spall ...
6
Que me aspen
La vida de Pi adapta la novela de Yann Martel a la gran pantalla y lo hace convirtiéndose en lo que no pocos bautizaron como "la nueva Avatar". Estoy totalmente de acuerdo. Aunque en mi caso no es el mayor de los halagos.

Ang Lee, director con una sensibilidad fuera de toda duda, dirige La vida de Pi y hace un uso excelente de las posibilidades técnicas con las que contaba en el rodaje. Visualmente, la película es una joya de las más grandes del cine contemporáneo, con imágenes que permanecen en la retina del espectador durante mucho tiempo. Sin embargo, hay que preguntarse si lo que sucede tras la luminosidad y el efectismo de la película nos sirve de algo una vez que hemos terminado de verla o, ya puestos, si tiene algún sentido. La respuesta es sí, podría tener sentido. Lo que ocurre es que siempre hay un pero y, en este caso, es lo atiborrada de casualidades que está la historia (algo de lo que no tiene la culpa Ang Lee, obviamente). Más allá de eso o de entrar en temas espirituales, lo que está claro es que La vida de Pi tiene cierta magia que logra entretener durante dos horas con el mérito de no estar contando una historia demasiado entretenida (aunque sí una gran historia), aunque a mí personalmente se me queda cara de gilipollas cuando veo los detonantes de cada suceso o cuando me pregunto cosas sobre el desarrollo de la película.

Suraj Sharma es el protagonista principal de la película y su interpretación es excelente. No hay absolutamente nada que reprochar al actor de Nueva Delhi, pues plasma en su trabajo todas las fases, unas largas y otras puntuales, de su personaje. Irrfan Khan, otro actor hindú, interpreta al mismo personaje unos años más tarde y hace de narrador (durante una parte de la película, mientras Pi no escribe el diario) de la historia y para ello muestra mucha verdad en su trabajo, algo de agradecer en una historia tan "curiosa", por llamarla de alguna manera. El británico Rafe Spall, que se limita casi por completo a su rol de oyente, también aporta su granito de arena a la parte interpretativa, cuya nota global es sobresaliente.

Resumiendo, que es gerundio: más que resumier La vida de Pi (cosa bastante fácil, por otra parte), lo que haré es resumir lo que pienso del 3D: mola mucho, es muy vistoso, evolucionará en la visión envolvente... pero no puede jamás sustituir a un gran guion. El cine es cine, al fin y al cabo; una historia que se nos cuenta y que el 3D acerca en cierta manera, pero el cine no es como la vida. No vemos en pantalla un plano secuencia eterno, no vemos una película de 90 minutos en la que se nos cuente un suceso de 90 minutos y tampoco tenemos banda sonora. El 3D es un añadido, nunca un sustituto. Por eso Avatar y La vida de Pi a mí me parecen películas "menores", porque utilizan todos sus esfuerzos en apoderarse de nuestros ojos y no de nuestro cerebro.
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Reflejos 2 (Mirrors 2)
Reflejos 2 (Mirrors 2) (2010)
  • 4,0
    1.220
  • Estados Unidos Víctor García
  • Nick Stahl, William Katt, Emmanuelle Vaugier ...
1
Que baje Dios y lo vea...
Si Reflejos ya resultó, en general, una película bastante floja, su secuela es lo que se viene conociendo como una puta mierda pinchada en un palo.

El inefable Victor García dirige la secuela de Reflejos con poco presupuesto y menos talento. Hay que partir de la base de que ciertas cosas no pueden hacerse sin los medios necesarios, pero ahí es donde entra el talento y la imaginación de un cineasta. El cine de terror ha demostrado, a lo largo de los años, que la inventiva es el mejor sustituto de los medios económicos. En Reflejos 2, el guion da un vuelco y lo único que tiene en común con la anterior es que el "terror" viene provocado por la palabra que da nombre a la película. Más allá de eso, nos encontramos ante una trama muy similar a la de Gothika aderezada con diálogos minados de obviedades y metidos sin sentido alguno por Garcia, intentando enfatizar situaciones que son obvias. La película recuerda a secuelas como Samantha Darko o American Psycho 2, con toda la basura que la comparación pueda traer. A nivel estético, los filtros de luz son horribles y trabajan sobre una, de por sí, mala iluminación.

Nick Stahl protagoniza la película como quien va a por pan. Nunca llega a sufrir y, por consiguiente, no logra expresar lo que su personaje debería. Emmanuelle Vaugiér sí hace un trabajo aceptable, siendo posiblemente la única que se salva del reparto junto a un inspirado Evan Jones, pues Christy Romano, William Katt y Jo Michael Davis parecen robots de dos o tres movimientos, viéndose superados en expresividad por Stephanie Honoré Sanchez, cuyo único trabajo es salir (mal) maquillada de muerta y no hacer nada más que fijar la mirada en un punto.

Resumiendo, que es gerundio: para los amantes de las sagas, de las secuelas y tal, es una obligación verla. Por eso yo me he visto en esta tesitura. Pero una y no más, coño, que es mala de hartarse. Y lo de Victor Garcia tiene tela...
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reflejos (Mirrors)
Reflejos (Mirrors) (2008)
  • 5,3
    12.446
  • Estados Unidos Alexandre Aja
  • Kiefer Sutherland, Paula Patton, Cameron Boyce ...
4
Los espejos siempre me han dado yuyu
Reflejos es una película de terror moderna y, también, el enésimo remake de una película de terror asiática.

Alexandre Aja arranca la película con fuerza mediante una primera escena impresionante con un estilo fino dentro de la brusquedad de la situación. Tras eso, despega la historia principal, que se introduce con tacto para que el espectador vaya acomodándose en ella poco a poco. A partir de ahí, asistimos a un rutinario thriller de terror que confirma que Aja es excesivamente comercial y busca siempre gustar a un sector del público demasiado amplio. La parte más terrorífica de la película se mezcla, sin fundirse, con una historia humana, la del protagonista (llena de clichés) que sirve de eslabón para unir ambos caminos. El trabajo de Aja es correcto en el apartado de terror puro, atento siempre a conseguir sobresaltar al público (y consiguiéndolo), aunque en líneas generales no aporta absolutamente nada pues, a pesar de hacer bien lo que hace, no ofrece nada diferente a lo que ya hemos visto los aficionados a este tipo de cine. Destacable es su intento por reflotar el interés cuando llega el momento de cerrar la película, aunque su éxito es discutible. Los finales del terror asiático, ya se sabe cómo son.

Kiefer Sutherland no es su padre. No es un mal actor, pero no es su padre. En ocasiones, da la sensación de que cada vez que hace un papel "serio" trabaja exactamente igual, sin aportar ningún matiz que marque la diferencia entre un personaje y otro de una película distinta. Aquí, además, gran parte del peso de la película recae sobre él, con lo que nos parece estar viendo algo así como un "Episodio siniestro de la vida de Kiefer Sutherland". Paula Patton está más que correcta, mostrando la angustia que se le exige dadas las circunstancias y ofreciendo una escena sublime, al final, en plan Miss Camiseta Mojada. SU Amy Smart, muy seria, apuesta por la sobriedad en su interpretación y sale con buena nota de la película. Erica Gluck está correcta y el pequeño Cameron Boyce hace un papelón.

Resumiendo, que es gerundio: Reflejos tiene buenas maneras de cine de terror y su director, Alexandre Aja, hace gala de un conocimiento bastante importante de las reglas básicas del género. Sin embargo, la interesante apuesta que tanto juego da con los reflejos en la primera mitad de la película, se difumina y acaba convirtiéndose en parte de una película que resulta mediocre por el hecho de querer ser más intensa en lo humano de lo que realmente es y por no saber fusionar sus dos frentes hasta la escena final.
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2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
El ente
El ente (1982)
  • 6,4
    5.838
  • Estados Unidos Sidney J. Furie
  • Barbara Hershey, Ron Silver, David Labiosa ...
6
El ente cachondo
El ente adapta la novela de Frank DeFelitta en la que se cuenta la historia, supuestamente verídica, de una madre soltera que vivió un caso paranormal en sus propias carnes que la persiguió durante gran parte de su vida.

Sidney J. Furie se había hecho con un nombre en el cine dirigiendo películas protagonizadas por actores de gran calibre, incluyendo al mismísimo Marlon Brando. En El ente, Furie hace gala de una imaginación interesante que se plasma en un planteamiento de escena realmente inquietante, jugando con los espejos así como con el suspense que puede crearse con solamente seguir a un personaje y utilizar con pericia la música de tensión. Su único error parece estar en que patina en varias ocasiones en aspectos básicos del cine puro y duro, incurriendo en errores de principiante que, pese a todo, no empañan su capacidad para crear una atmósfera bastante acojonante sobretodo en el primer tercio de película. El guion viene de la mano de Frank DeFelitta, quien reconvierte su propia novela para llevarla al cine. Es lógico pensar, aun sin haber leído la novela (como es mi caso), que DeFelitta es todo lo fiel a sí mismo que puede, así que decir que su historia pierde interés cuando se enfrasca en una guerra entre diferentes aspectos de la psicología podría ser acertado tanto si es parte del guion como si es parte de la novela y, obviamente, también si se le da la misma relevancia que en la película en ambos sitios. Los efectos especiales, lejos de maravillar, quedan un poco chamuscados, aunque en esta película en concreto son meros adornos sin excesiva importancia.

Barbara Hershey hace un trabajo excelente. Lleva su trabajo hasta la perfección, haciendo creíble la crisis que atraviesa su personaje y las distintas fases por las que se ve obligada a pasar tanto a nivel anímico como psicológico. La labor de Ron Silver a mí, personalmente, me deja bastante decepcionado, pues es un actor al que le tengo bastante fe y, en esta ocasión, está muy lejos de su mejor nivel. David Labiosa es probablemente, de la parte del reparto con cierto peso en la película, el más flojo, sobreactuado en todo momento y tremendamente tenso en sus movimientos. Del resto, destacan Raymond Singer, siempre correcto y la siempre carismática Jacqueline Brookers.

Resumiendo, que es gerundio: El ente es una buena película de terror pero no una buena película. Aprovecha sus recursos con astucia, pero exprime sus virtudes al principio y va decayendo progresivamente, aunque sin perder el interés en ningún momento. Por momentos, resulta una película verdaderamente inquietante. En otros, sin embargo, el espectador se encuentra metido en una disputa dialéctica que no le importa lo més mínimo.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los miserables
Los miserables (2012)
  • 7,2
    43.900
  • Reino Unido Tom Hooper
  • Hugh Jackman, Russell Crowe, Eddie Redmayne ...
8
Si no te gustan los musicales...
Los miserables lleva a la gran pantalla el prestigioso musical que adapta la novela del polifacético Victor Hugo, una reflexión sobre la sociedad que parece no envejecer con el paso de los años.

Tom Hooper es un gran director. No creo que llegue a ser jamás de los más admirados entre el espectador medio y, probablemente, tampoco entrará en los rankings del público más experimentado. Hooper se mueve haciendo cine a su manera, con lo que seguro que sí tendrá una legión de fans que valoren su trabajo con admiración y entre ellos me incluyo. En Los miserables, Hooper extrae las emociones de los personajes a pesar de contar la película como si de un cuento dividido en diversas y variadas fases se tratase. A pesar del dramatismo imperante en el metraje, hay lugar para el amor, la intriga y el humor, aunándose, de este modo, cuatro de los géneros más relevantes del séptimo arte. Cada pequeño episodio está cuidado con esmero, narrado con extrema habilidad y concluido con un cerrojazo certero que no deja escapar nada más allá de los personajes secundarios, que se mueven alrededor del protagonista y su archienemigo aportando todos ellos frescura, cada uno desde el frente en el que se asienta esperando su momento. A nivel puramente artístico, en lo referente a decorados, vestuario (con protagonismo español de la mano de Paco Delgado), iluminación y banda sonora, la película es una verdadera joya.

El reparto está sobresaliente, empezando por un Hugh Jackman que hace, sino el mejor, uno de los mejores trabajos de su vida. Russell Crowe, por su parte, consigue competir de tú a tú con Jackman tanto en capacidad interpretativa como en carisma, algo que valorarán quienes hayan visto la película. Helena Bonham Carter y Sacha Baron Cohen encabezan con enormes virtudes la parte más cómica de la película, ella con uno de esos personajes desaliñados que tanto le gustan y él con un tipo de lo más peculiar, algo a lo que está más que acostumbrado. Amanda Seyfried, actriz de moda que a mí, personalmente, me convence cada día más a pesar de que no la tengo en tanta estima como la mayoría de la crítica especializada (ellos sabrán, para eso tienen más conocimientos que yo), está aquí realmente bien, tal vez algo deslucida por el enorme nivel actoral que la rodea. Eddie Redmayne es la cabeza visible de la parte más romántica de la película y el chico cumple con creces, haciendo de su amor algo verdadero, poniendo su interpretación física a la altura del amor que nos describe su personaje mientras canta. Anne Hathaway, actriz soberbia y a la que admiro muchísimo, se llevó el Oscar por una interpretación tan brillante como corta, como sucediera en su momento con Penélope Cruz en Vicky, Cristina, Barcelona. Cosas de la Academia...

Resumiendo, que es gerundio: Los miserables es una película hermosa. Puede gustar más o menos y, a quien no le guste, le parecerá una losa excesivamente pesada. A quien le guste, le parecerá canela en rama, arte del que entra por todos los poros de la piel. Yo soy de los segundos.
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Mentiras arriesgadas
Mentiras arriesgadas (1994)
  • 6,3
    38.790
  • Estados Unidos James Cameron
  • Arnold Schwarzenegger, Jamie Lee Curtis, Tom Arnold ...
7
Una de las grandes
Mentiras arriesgadas es una película de los 90. ¡Oh, Dios, qué visionario soy! No. Digo que es una película de los 90 porque representa a la perfección ese cine que tanto funcionaba entonces y que a pasos agigantados se fue deteriorando hasta desaparecer.

James Cameron dirige mentiras arriesgadas. Cameron es un tipo capaz de rodar obras magníficas como Aliens, Terminator y Terminator 2, pero también es capaz de hacer superproducciones de las que dan sentido a la palabra que las define, como pueden ser Titanic o Avatar. Con qué cine de Cameron se quede cada uno, ya es a gusto del usuario. Entre unas cosas y otras, a Cameron le surgió la posibilidad de dirigir una comedia sin renunciar, obviamente, a la espectacularidad que ha marcado toda su carrera. El trabajo del laureado cineasta es aquí realmente bueno, pues consigue meter dos películas en una. Empieza con acción y con ella termina, pero entre medias nos ofrece un recital de humor que sirve de asfalto para el bacheado guion, que logra así hilar lo que, aparentemente, no tiene conexión. El apartado técnico, obviamente, es una auténtica maravilla. Las escenas de acción son de las buenas, de esas noventeras de explosiones, tiros y hostia limpia.

Arnold Schwarzenegger protagoniza la película en una de sus múltiples incursiones en el humor. Arnie, siempre cómico hasta cuando intenta ponerse serio, nos deja un trabajo conseguido haciendo, como siempre, de sí mismo. Jamie Lee Curtis, otrora screem queen, secunda al actor austríaco con un trabajo impecable, aceptando el rol de mujer cansada de la monotonía con un acierto bárbaro. En el panel secundario encontramos la buena faena de Tom Arnold, el humor absurdo de Bill Paxton o el buen hacer de Art Malik, además de la imponente presencia de Tia Carrere.

Resumiendo, que es gerundio: Mentiras arriesgadas es una comedia de acción que llega ese crossover de géneros a uno de sus puntos más elevados. Divertida, dinámica, conseguida y rozando la excelencia a nivel técnico. Además, el reparto se ajusta a los personajes con increíble pericia.
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La casa de los 1000 cadáveres
La casa de los 1000 cadáveres (2003)
  • 5,2
    10.909
  • Estados Unidos Rob Zombie
  • Chad Bannon, Sid Haig, William Bassett ...
1
Madre del amor hermoso...
Antes de comentar algo sobre La casa de los 1000 cadáveres, diré que soy un fan absoluto del gore, de la serie B, del humor macabro y de todo lo escatológico. Pero esto no tiene nombre, amigos... o sí.

Si tiene nombre es el de Rob Zombie. Acojonante me resulta el hecho de que se considere a Ed Wood como peor director de la historia del cine cuando por ahí tenemos suelta a gente como Rob Zombie. En La casa de los 1000 cadáveres, el Zombie nos presenta un episodio excesivamente largo de Historias de la cripta. Debo decir que he visto muchísimos capítulos (¿todos?) de la serie con un nivel muy superior a la aberración que nos presenta el director de videoclips. El imbécil, porque no tiene otro nombre, de Zombie, se saca de la chistera una versión lamentable de La matanza de Texas, con claros "homenajes" (yo diría plagios) a sagas como Hellraiser o Halloween (franquicia, esta última, que cayó en las manos de Zombie por obra y gracia de algún retrasado mental). Centrándonos en su trabajo, o intentándolo, podría decir que sí, que Robertito tiene estilo propio. Es muy heavy, el tío, y lo demuestra cada dos por tres. El problema es que su "heavysmo" es de Pin y Pon, por lo que aquello que para él es gore, para los amantes del género es ridículo; aquello que para él es gracioso, para los amantes del género es patético; aquello que para él es inquietante, para los amantes del género es vergonzoso; aquello que para él significa ser original con la edición de la película, para cualquier aficionado al cine resultará espantoso; aquello que... Bueno, supongo que ya sabéis por dónde voy. Hablando de forma más o menos seria, diré que La casa de los 1000 cadáveres no tiene ritmo, no es entretenida, no divierta ni un instante, no es graciosa, no inquieta lo más mínimo y no logra generar interés alguno.

El reparto debería mencionarse si La casa de los 1000 cadáveres le hubiese dado algo de protagonismo. Pero Zombie, ególatra descontrolado, pasa totalmente de los actores para dar un mayor protagonismo a un trabajo, el suyo, que considera merecedor de ser dueño y señor de los menos de 90 minutos de metraje que, por desgracia, parecen alargarse durante semanas. Supongo que lo correcto será mencionar el trabajo sobreactuadísimo de la ya veterana Karen Black, la mediocridad de la "protagonista", Erin Daniels o el orgasmo constante en el que parece vivir Bill Moseley. Dennis Fimple está gracioso, Walton Goggins es un rayo de luz entre tanta mierda, Sid Haig tiene un punto de locura muy conseguido, Sheri Moon (esposa de Rob Zombie) se pasa de rosca con su "interpretación" pero está como un queso y Rain Wilson demuestra por qué su carrera es la mejor valorada entre los miembros del reparto.

Resumiendo, que es gerundio: La casa de los 1000 cadáveres no es solamente una mala película: es el nacimiento de ese engendro cinematográfico llamado Rob Zombie. Muérete, Zombie, dejarás una viuda de puta madre.
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7 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Hombre Lobo
El Hombre Lobo (1941)
  • 6,3
    2.715
  • Estados Unidos George Waggner
  • Lon Chaney Jr., Claude Rains, Warren William ...
6
Aportó una gran idea, pero dejó poco cine
El hombre lobo fue la primera gran película sobre esta criatura mítica, aunque no la primera. Sin embargo, sí fue la que inventó muchas de las características que, con el paso de los años, se le han atribuido a los licántropos. Un fenómeno cinematográfico de cuestionable calidad.

George Waggner hizo despegar su carrera en el cine con tres películas en un mismo año, entre las que se incluye El hombre lobo. El director nacido en Nueva York no hace una gran labor. Partiendo de la base, lógica, de los condicionantes a todos los niveles que se tenían que afrontar en aquella época, sería absurdo acusar a Waggner de intentar ser demasiado efectista. Sin embargo, el director se crece demasiado, dirigiendo (como dirían aquellos) por encima de sus posibilidades. Su selección de planos no contribuye a que el espectador se meta en una película que, por desarrollo, debería atraparlo desde casi el principio. Cierto es que el guion de Curt Siodmak, amén de instaurar las "reglas" de la licantropía, ofrece bastante poco. Una historia contada a partir de un "porque sí" metido para que todo tenga sentido (léase Macguffin) que, repito, no tiene demasiado interés, pero sí el suficiente como para mantener enganchado al público. Sin embargo, la labor de Waggner echa por el suelo cualquier buena intención narrativa, puesto que su incapacidad de imprimir ritmo, fuerza o verosimilitud a la historia rompe por completo cualquier esperanza del espectador.

Lon Chaney Jr. en el papel principal da la sensación, desde la perspectiva que da el tiempo, de estar intentando imitar a los grandes actores de su época, algo que no va con él (acabó siendo un "especialista" interpretando a monstruos). Eso es en parte culpa suya y, en parte, de la productora y de George Waggner por su elección y sus exigencias, respectivamente. Evelyn Ankers hace un muy buen trabajo, que la elevaría, a la postre, al nivel de reina de las acrices del cine de terror. Claude Rains es el más serio de la película, aunque su falta de intensidad acaba pasando factura a un personaje que podría haber tenido mucha más potencia. Maria Ouspenskaya es, probablemente, la mejor de la película a pesar de no ser, de entre el reparto, una de las que más tiempo está en pantalla. La testimonial aparición de Bela Lugosi, detonante de la historia, queda en anécdota.

Resumiendo, que es gerundio: a pesar de un trabajo de maquillaje fabuloso en su época y de varios buenos trucos visuales, El hombre lobo pasará a la historia más por ser un fenómeno que ha conseguido convertir en leyenda lo que no lo era gracias al cine que por ser una gran película.
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La leyenda del Zorro
La leyenda del Zorro (2005)
  • 5,1
    20.347
  • Estados Unidos Martin Campbell
  • Antonio Banderas, Catherine Zeta-Jones, Rufus Sewell ...
3
Una auténtica pena
En La máscara del Zorro vimos su verdadera leyenda. Aquí, en la secuela, nos encontramos una historia infantil más digna de un episodio de alguna serie animada infantil que de suceder a la infravalorada primera película.

Martin Campbell repite en la dirección y, por lo que sea, se le va la pinza. Partiremos de la base de que el guion viene de manos diferentes a las que escribieron el de la primera película; manos menos capacitadas (o menos inspiradas) que vulgarizan a los personajes y crean una historia bastante ridícula. A partir de ahí, entra en acción la labor de Martin Campbell, que nos presenta una película infantil alejadísima del espíritu aventurero serio de su predecesora. Campbell intenta hacer reír con demasiada frecuencia y con alarmantes carencias, lo que se va convirtiendo cada vez más en una losa que aplasta la diversión, dejando sólo pequeñas gotas dispersas en las que el espectador puede recrearse. Campbell, de forma pretendida o no, dirige La leyenda del Zorro a un público infantil, lo que rompe por completo los esquemas de la primera película, que podría haber marcado el inicio de una interesante saga.

Antonio Banderas repite papel y lo hace tan bien como en la primera película, con el valor añadido que tiene el hecho de que los personajes se ridiculizan en su evolución. Catherine Zeta-Jones es la más perjudicada, pues pese a que sigue a buen nivel, es su personaje el mayor damnificado al pasar de ser una mujer interesantísima a una ama de casa gruñona con complejo de espía. Buen trabajo también el de Rufus Sewell, que consigue hacer que su personaje sea casi creíble. El gran triunfador de la película es, para mí, un Nick Chinlund al que le encantan los papeles como el que tiene en La leyenda del Zorro. Por último, el pequeño de la casa está interpretado por Adrián Alonso, que hace un buen trabajo dentro de los parámetros que exige la película de Campbell, aunque no llega al nivel que exige el espectador, cosa que, en cierto modo, podría aplicarse también a todos los anteriormente citados.

Resumiendo, que es gerundio: La leyenda del Zorro significa la muerte del Zorro en el cine (al menos de momento). El estúpido cambio de enfoque planteado por vetetúasaberquién se carga, a lo guillotinazo, lo que podría haber sido una prometedora saga.
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La saga Crepúsculo: Amanecer - Parte 2
La saga Crepúsculo: Amanecer - Parte 2 (2012)
  • 4,8
    27.655
  • Estados Unidos Bill Condon
  • Kristen Stewart, Robert Pattinson, Taylor Lautner ...
5
Por fin
Esa costumbre ya arraigada de partir las últimas películas de una saga en dos partes para hacer caja tiene continuidad en la segunda parte de Amanecer. Tras años de agonía crepusculiana, por fin ha acabado todo.

Bill Condon de nuevo a los mandos de Crepúsculo, tras su desastre en la anterior entrega. En esta ocasión, Guillermo Preservativo mejora en su trabajo y nos ofrece un entretenimiento aceptable. Por fin, tras cuatro películas (que me han parecido un millar), encontramos entretenimiento aceptable. El trabajo de Condon no es ninguna maravilla pero al menos consigue huir de la puta costumbre que tenía la saga con el tema de edulcorar hasta a las mierdas pinchadas con palo y recubiertas de vómito. Aquí todo se resume a la guerra final entre los vampiros, los cachas-lobo y los tipos esos que viven en Roma y que se cargan a quien no les cae bien. Todo lo demás son añadidos que en libro debieron quedar de puta madre pero que aquí se utilizan con la única intención de rellenar, porque al partir una película en dos se necesita mucha paja para llenar minutos. A favor de Condon diré que enfoca el final con destreza.

Robert Pattinson hace su mejor trabajo en la saga, con diferencia. Por fin, los no crepusculitos-crepusculianos encontramos al actor que nos decían las mojabragas, ese que está totalmente enamorado de la chica. Kristen Stewart comienza de maravilla pero se va deshinchando y rehinchándose (permítaseme el término) a su puto antojo, la muy inexpresiva. Taylor Lautner sigue siendo, a mi entender, el mejor del trío la-la-la. Dakota Fanning cobra especial protagonismo y se convierte en la mejor de la película junto a, cómo no, la genial Ashley Greene, una actriz que se habrá forrado con la saga y todo lo que queráis, pero que tiene nivel para estar haciendo cosas que no sean putas mierdas. A partir de ahí, el desfile de secundarios es inmenso, pero yo seguiría destacando a Peter Facinelli y a Billy Burke, a los que añadiría el nombre de Michael Sheen por su buen trabajo.

Resumiendo, que es gerundio: acaba una de las sagas más exitosas, más rentables y más abominables de la historia del cine. Un fenómeno sin precedentes (sí, sin precedentes) que, por magnitud, solamente puede equipararse a su mediocridad. Yo ya he terminado de echar bilis por la boca, a no ser que Stephanie Meyer decida terminar su última novela de la saga, que se filtró por internet y a la que la escritora acabó renunciando. Ahora vienen 50 sombras de Grey, un fenómeno similar que, a diferencia de este, sí he leído. Os aseguro que la capacidad narrativa del ricachón al que le mola el sado es paupérrima. Esperemos que las películas no lo sean.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Intocable
Intocable (2011)
  • 8,0
    111.813
  • Francia Olivier Nakache, Eric Toledano
  • François Cluzet, Omar Sy, Anne Le Ny ...
9
Increíble
Estamos acostumbrados a que adapten a la gran pantalla dramas lacrimógenos con los que algunos cineastas masajean su consciencia al tiempo que intentan (con poco éxito) intentar que creamos que nos cuentan una historia bonita para hacernos entender cómo funciona el mundo. Intocable es todo lo contrario.

Olivier Nakache y Éric Toledano escriben y dirigen Intocable, una película que cuenta la historia real de Phillippe Pozzo di Borgo y Abdel Yasmin Sellou. Para ello, la pareja de cineastas huyen de cualquier estereotipo asociado a este tipo de cine. A ellos les basta con cortar la verdad. En Intocable, la historia que se nos cuenta es tan dura que no se necesita restregar una y otra vez la enorme desgracia que viven sus dos protagonistas. Queda implícito el dolor y Nakache y Toledano se limitan a ser fieles a la sencillez, la honradez, la madurez y la sinceridad de una historia de esas que ocurren en el mundo y nadie ve, lo cual significa un mayor canto a la esperanza de lo que podría haber resultado si los directores hubiesen tomado otro enfoque. Una sucesión de escenas que te arrancan más carcajadas que la gran mayoría de comedias del momento llenan el metraje, dejando espacio a unas cuantas en las que el dolor queda reducido por una soberbia banda sonora y una construcción de los protagonistas y de la química existente entre ellos pocas veces vista en una gran pantalla. El enfoque casero e intimista (perdón por el término gafapasta) hace el resto.

François Cluzet hace un trabajo soberbio, pasando de lo que es su personaje al principio de la película a lo que va siendo conforme avanza la misma con una naturalidad sobrehumana. Sin embargo, la luz de la película es Omar Sy, que brilla en su primer papel importante en el cine. El reparto "principal" lo completan la veterana Anne Le Ny, que probablemente se encuentre en el mejor momento de su carrera y la guapísima y en este caso sublime a nivel interpretativo Audrey Fleurot.

Resumiendo, que es gerundio: Intocable se ha ganado en muy poco tiempo el honor de ser considerada como una de las mejores películas del cine francés de todos los tiempos. Eso, en un país tan exigente, significa mucho. Película indispensable.
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Argo
Argo (2012)
  • 7,2
    78.471
  • Estados Unidos Ben Affleck
  • Ben Affleck, John Goodman, Alan Arkin ...
8
Affleck, ¿por qué no empezaste por aquí?
Argo cuenta la crisis de los rehenes de Irán, llevando a la gran pantalla una historia que gran parte del público desconoce, lo que le permite tomarse licencias.

Ben Affleck dirige una película sensacional. No somos pocos los que criticábamos al Affleck actor por tomarse a sí mismo demasiado en serio. Ahora, todos observamos atónitos la forma en la que aquel actor de segunda fila se ha convertido en un buen director que incluso gana capacidad interpretativa cuando se dirige a sí mismo. Affleck muestra en Argo el fantástico pulso narrativo que ya nos había sorprendido en la maravillosa Adios, pequeña, adiós y en la no menos interesante The Town. Una de las claves del cine de Affleck es una cuidadísima ambientación, que mete al espectador dentro de la pantalla gracias a los planos (generalmente) cortos y hace que éste se sienta parte relevante dentro de la historia. Su capacidad narrativa parece no tener límite y aquí, en Argo, es donde Affleck lleva ese don a su máxima expresión. Durante dos horas nos mantiene en vilo, pegados al asiento, para brindarnos un final digno del mejor cine de los últimos años gracias, sobretodo, a un montaje que cumple a la milésima con lo marcado por su director. Mención especial merece, también, el diseño de vestuario, así como el apartado de peluquería y maquillaje. Brillantes ambos.

Ben Affleck también protagoniza su película y, como ya sucedió en The Town, muestra al gran actor que ha estado ocultando durante muchos años, mientras no estaba a las órdenes de sí mismo. Bryan Cranston, John Goodman y Alan Arkin respaldan a Affleck desde Estados Unidos con buen hacer, sobretodo el último, al que la edad parece no pasarle factura. Tate Donovan, sublime, Clea Duvall y Christopher Denham (en el papel de pareja) están a un gran nivel y, por último, destacaría al mítico Victor Garber, fantástico.

Resumiendo, que es gerundio: no sé si Argo es la película del año, pero desde luego es una grandísima película. Cine en mayúsculas desde la primera letra del guion hasta el último fotograma de los títulos de crédito. Miren y aprendan, damas y caballeros.
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La máscara del Zorro
La máscara del Zorro (1998)
  • 5,8
    37.980
  • Estados Unidos Martin Campbell
  • Antonio Banderas, Anthony Hopkins, Catherine Zeta-Jones ...
7
Verdaderamente interesante
La máscara del Zorro cuenta la leyenda del mítico personaje moviéndose entre el drama de la historia principal y un humor bien introducido en la narración, consiguiendo un buen entretenimiento.

Martin Campbell dirige La máscara del Zorro con buen hacer. El director neozelandés sustenta la película en una sorprendentemente vigorosa capacidad narrativa, en unos diálogos fluidos y en unos personajes llenos de matices dentro de su relativa simplicidad. Campbell consigue entretener durante más de dos horas, lo que ya es mucho, pero además logra atrapar al espectador y hacer que éste se sienta parte de la historia. No contento con eso, organiza varias de las mejores escenas de duelos a capa y espada que hemos visto en el cine moderno, moviendo la cámara con brío y sentido de la acción, sobretodo en una memorable escena final en la que abarca dos frentes distintos sin que perdamos detalle en ninguno de ellos. El guion y la historia de James Eskow, Terry Rossio y Ted Elliott son formidables. En lo relativo a los personajes, consiguen ramificar las personalidades de ambos zorros de tal manera que al final acaban cruzándose entre sí. Puede que los secundarios queden un poco más descuidados, pero tampoco hacen ningún destrozo ya que son personajes que, a pesar de ser claves, cumplen una función de apoyo. El apartado técnico es simplemente sensacional.

Antonio Banderas se consagra de forma definitiva en Hollywood con La máscara del Zorro. Tras grandes trabajos como secundario y una labor genial como protagonista en Desperado, aquí tiene la oportunidad de ser cabeza de cartel en una gran producción tras la que está el nombre del mismísimo Steven Spielberg y Banderas la aprovecha. Anthony Hopkins, genio interpretativo ya legendario, hace un trabajo sencillo para él pero que no lo sería tanto para otros actores menos capacitados, pues De la Vega esconde muchísimos matices que Hopkins consigue normalizar hasta conseguir que pasen casi inadvertidos. Catherine Zeta-Jones, en su momento de mayor esplendor a niveles de belleza, hace un trabajo muy correcto. El británico Stuart Wilson consigue buena nota como villano en La máscara del Zorro, pero Matt Letscher logra una mayor credibilidad gracias a su apariencia impenetrable.

Resumiendo, que es gerundio: La máscara del Zorro es una película entretenidísima de dos horas. Eso habla tan a su favor que no haría falta añadir nada más, pero el buen hacer de todos los peldaños que componen su producción hasta llegar al apartado interpretativo merece una mención especial. Hablamos de una película con muy buenas maneras. Más de las que aparenta.
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Frankenweenie
Frankenweenie (2012)
  • 6,6
    27.503
  • Estados Unidos Tim Burton
  • Animación, (Voz: Catherine O'Hara, Martin Short) ...
7
Buen homenaje
Frankenweenie es un largometraje de Tim Burton con el que el director vuelve, en cierto modo, a sus orígenes. Retoma una historia que cobró vida 18 años antes de convertirse en largometraje y lo hace enseñando al mundo cuál es su estilo.

Tim Burton vuelve a la animación con stop-motion que tan buenos frutos le ha dado con anterioridad (quien niegue su presencia en Pesadilla antes de Navidad, dirigida por Henry Selick, es un loco de la vida). A mí personalmente es un estilo que me atrae, aunque el colorido que imprime Burton en Frankenweenie me acaba cargando bastante. Es una cuestión de gustos, nada más. La ciudad está construída con todo lujo de detalles, así como los interiores, pero lo mejor para mi gusto son los personajes, tan bien construídos a nivel estético como a nivel personal. Por otro lado, Danny Elfman compone una banda sonora atractiva pero que se parece (esta vez de forma descarada) a la que puso a disposición de Tim Burton en Eduardo manostijeras.

El guion de John August es una extensión del que escribiera Leonard Ripps para el cortometraje de 1984. August alarga la película y se toma alguna licencia. Lo principal en el trabajo de August es el diseño personal de los personajes, algo que Tim Burton pone en pantalla con maestría dejando claro cuál es el camino de cada uno de ellos. August y Burton homenajean, como no podía ser de otra forma, a Mary Shelley (creadora de Frankenstein) y a lo largo de la película nos encontramos con numerosas referencias a la escritora. Además, Burton respeta con una sobriedad acojonante la obra original durante la primera mitad del metraje. El director de los pelos raros saca la esencia gótica que lleva consigo a todas partes y profundiza en sus raíces para retratar, mejor que muchos de los que lo han intentado con anterioridad, la filosofía de una obra tan profunda como es Frankenstein. Sin embargo, a partir de la mitad de la película todo eso deja paso a una sección más dinámica que poco tiene que ver con la obra original.

Resumiendo, que es gerundio: Frankenweenie es un buen homenaje a Frankenstein durante la primera mitad de metraje y un buen producto comercial durante la segunda mitad. Película entretenida que gustará (más o menos) a casi todos los públicos gracias a que no se decanta por un espectador concreto y abarca lo que puede, sin intentar salirse de su terreno.
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Las aventuras de Tadeo Jones
Las aventuras de Tadeo Jones (2012)
  • 5,3
    20.053
  • España Enrique Gato
  • Animación, (Voz: Óscar Barberán, José Mota) ...
4
Entretenida. Nada más.
Las aventuras de Tadeo Jones es, según dicen, el mejor largometraje español de la historia en el cine de animación. También es el más comercial, y eso son hechos, no opiniones. Llevada a la gran pantalla después de dos cortometrajes, la película satisfará al espectador que quiera pasar un buen rato.

Enrique Gato debuta en el largometraje con el segundo personaje de su creación. Primero fueron Bicho (2003) y Superlópez (2005). El primero nació de la mente de Gato y el segundo adapta el famoso (y genial) tebeo de JAN. En 2004 vio la luz el primer corto sobre Tadeo Jones y tres años más tarde llegó el segundo, que fue galardonado con el Goya a Mejor cortometraje de animación. En 2012, tras una larga tarea de producción, vio la luz Las aventuras de Tadeo Jones, una película destinada, sobretodo, al público infantil. Sin embargo, Tadeo Jones es disfrutable para todos los públicos o, al menos, para públicos de todas las edades, ya que la edad y las pretensiones no llegan a ser ni primas lejanas.

Enrique Gato hace un buen trabajo proporcionando una idea atractiva sobre la que trabajar. Sin embargo, es el trabajo de Martin Landau con los secundarios lo más llamativo de la película. El guion en sí está bien, pero no deja de ser un producto de digestión rápida, de esos que se ven venir a varios kilómetros. No hay lugar para la sorpresa y eso se convierte, a la postre, en una losa con la que no pueden los personajes. A pesar de que consigue arrancar alguna (corta) carcajada y que tiene algún gag notable, no diría que Las aventuras de Tadeo Jones sea, ni de lejos, una de las películas más divertidas de animación que he visto en los últimos años. Ni si quiera diría que es de las más divertidas que he visto este año, ni aun siendo como es, el caso, de que he visto pocas de un tiempo a esta parte. En el apartado de animación dicen que es un gran trabajo el que hay detrás. Yo no sé de eso, pero sé lo que me atrae y lo que no, y Las aventuras de Tadeo Jones no me llaman la atención lo más mínimo a nivel visual, por mucho colorido, paisaje y elemento extraño que haya detrás de los personajes, que me gustan menos todavía.

Resumiendo, que es gerundio: Las aventuras de Tadeo Jones es un entretenimiento inocente sin mala baba ni pretensiones estratosféricas, lo que le concede cierto crédito por lo que a mí respecta (odio la arrogancia, sobretodo en gente o producciones sin talento). Para ver un domingo por la tarde está bien, pero no pidáis peras al olmo.
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Abierto hasta el amanecer
Abierto hasta el amanecer (1996)
  • 6,6
    62.076
  • Estados Unidos Robert Rodriguez
  • George Clooney, Harvey Keitel, Juliette Lewis ...
8
Grandes
Abierto hasta el amanecer es una película arriesgada. Mezclar una road-movie con cine de vampiros es algo que podría parecer absurdo, pero que aquí vemos realizado con maestría gracias a un giro tan repentino como inesperado.

Robert Rodríguez se abre las puertas de Hollywood a lo grande. Después de El mariachi, Rodríguez se coge de la mano de su amigo Quentin Tarantino para ofrecernos un espectáculo de grandes dimensiones. Es de sobras sabido que Tarantino es mejor guionista que director (aunque va mejorando mucho tras las cámaras) y en Abierto hasta el amanecer nos enseña cómo hacer un guion completísimo y sin fisuras sin necesidad de hacer un trabajo complejo. El (aquí) guionista se centra en los dos "villanos" principales y poco a poco va dando entrada al resto. Todo metido, como siempre, en medio de una niebla densa de tacos, insultos y comentarios con cierto ingenio (algunos de ellos son sublimes). Rodriguez, por su parte, lo que hace es aprovechar todos los medios de los que dispone, desde un buen elenco interpretativo hasta un montón de chismes con los que disparar, acuchillar, hacer explotar cosas y sacar litros de sangre, en general. La banda sonora es una auténtica pasada y el enfoque claustrofóbico que se le da a la segunda mitad de la película son dos verdaderas pasadas.

George Clooney está sembrado. Gamberro, chistoso y violento con una naturalidad asombrosa. Harvey Keitel, que ya colaboró (y de qué manera) en el despegue de Tarantino como director, hace lo propio ahora con Robert Rodriguez y utiliza su talento para interpretar al personaje que sirve de plomo para que el espectador no levante los pies del suelo. Juliette Lewis hace un trabajo aceptable, en el que por momentos se ven ciertas deficiencias. De Ernest Liu podría decirse lo mismo, aunque los defectos pueden ser más visibles porque no consigue distraer la atención por ninguna otra parte. Quentin Tarantino empieza casi como protagonista y hace el papel que suele hacer siempre que tiene algún cameo; uno bastante similar (pero mucho más violento) al que vemos hacer a Woody Allen en sus propias películas. Tom Savini, Danny Trejo y Fred Williamson hacen una gran labor en el reparto y hay que destacar, por lógica pura, a la hermosa Salma Hayek y, sobretodo, resaltar el baile que hace la actriz; un baile totalmente improvisado que está grabado a fuego en las retinas de cualquier hombre del mundo que haya visto la película.

Resumiendo, que es gerundio: Abierto hasta el amanecer es un peliculón. No es cine de altura, claro, pero sigue siendo una gran película. Si cogemos la parte del cine que nos habla del entretenimiento puro y duro, nos queda Abierto hasta el amanecer. Nada que reprochar.
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The Italian Job
The Italian Job (2003)
  • 6,5
    48.108
  • Estados Unidos F. Gary Gray
  • Mark Wahlberg, Edward Norton, Charlize Theron ...
4
Hola: ¿está la lógica?
The Italian Job es el remake de una película protagonizada por Michael Caine en 1969, aunque se permite tantas licencias que podría decirse que, simplemente, se basa en ella más que "remakearla".

F. Gary Gray dirige The Italian Job intentando imprimir ritmo y dinamismo para que el espectador esté entretenido en todo momento. No se le puede reprochar nada en ese sentido, pues lo consigue, pero para ello se olvida por completo de dar sentido a la película. Wayne Powers y Donna Powers, encargados del guion, se pasan por el forro de los cojones cualquier tipo de lógica. Es como si estuvieran pensando algo del estilo de: "ya lo arreglará el director". A mí eso me toca los huevos de sobremanera, pues lo veo como una enorme falta de respeto a la inteligencia del espectador. Todo está forzadísimo y los giros se dan después de acontecimientos absurdos ("confío en las personas, pero desconfío del diablo que llevan dentro", en el bar) que simplemente ocurren porque tienen que ocurrir para que la historia continúe, pero no obedecen a ninguna lógica. Se echa mano demasiadas veces de la casualidad y una, vale; dos, se aceptan; tres, son muchas; cuatro, cinco, seis... son un insulto. Por su parte, F. Gary Gray (director videoclipero al que se le nota su esencia) está correcto con el ritmo e intenta dar un enfoque con cierto regusto (mínimo) al cine de Guy Ritchie.

Mark Wahlberg hace un buen trabajo dentro de un personaje bastante bien puesto en pantalla. Charlize Theron, aunque correcta, está lejos de su mejor versión. Puede que sea debido a que su personaje tiene tantos matices absurdos que provoca cierta vergüenza ajena por momentos o puede que sea, simplemente, porque no estaba inspirada. Edward Norton, sublime. La foto de Edward Norton sale en las enciclopedias al lado de la palabra "actor". Este tío te hace de todo y todo lo hace mejor que nadie. Es, hoy por hoy, el mejor intérprete del planeta Cine. Seth Green, Jason Statham y Mos Def completan la banda de "mangantes" y cada uno cumple con su cometido de forma fantástica. La corta aparición de Donald Sutherland pone un punto grande de carisma.

Resumiendo, que es gerundio: The Italian Job es un ejemplo de cómo hacer una película entretenida pasándose el guion por la raja del retrete. Dinamismo puro al que, a poco que prestes atención, verás desmoronarse ante tus ojos. No todo vale para hacer una película taquillera.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Collateral
Collateral (2004)
  • 6,8
    65.356
  • Estados Unidos Michael Mann
  • Tom Cruise, Jamie Foxx, Jada Pinkett Smith ...
8
Michael Mann vuelve a reivindicarse
Collateral es una película grandiosa. Una historia sencilla que te ataca con nocturnidad y alevosía para apoderarse de ti durante todo el metraje gracias, entre otras cosas, a una ambientación magistral.

Michael Mann es un genio. Sinceramente, no encuentro ningún motivo por el que Mann no deba ser recordado en la historia del cine. El director de Chicago es al thriller moderno lo que fue Fritz Lang al suspense (sí, por encima de Hitchcock), John Ford al western o Woody Allen a la comedia. Son genios que utilizan un género determinado para hacer cine del bueno. Siempre he defendido la inmensa capacidad de Mann para construir personajes (ayudado en este caso por Frank Darabont) y utilizarlos como base sólida para edificar y, en Collateral, vemos cómo ese aspecto alcanza su máxima expresión. Dos protagonistas, un taxi y un montaje sublime son suficiente, metidos dentro de una atmósfera asfixiante, para atrapar al espectador desde el primer minuto en el que el asesino se sube al coche. Los protagonistas intercambian pareceres, acertados (excepto lo de ir matando gente) a poco que el espectador sea capaz de tener perspectiva; el taxi sirve de jaula en la que el asesino tiene como rehén al protagonista (no entenderé nunca que el taxista se considerase secundario) y el montaje nos deja escapar por momentos, llevándonos hasta la investigación de lo que sucede en las calles de Los Ángeles, unas calles oscuras en las que el mundo sigue su curso ajeno a lo que sucede dentro de ese taxi. Para rematar la faena tenemos una banda sonora de ensueño que va desde Miles Davis hasta Audioslave con todos los matices que podamos encontrar en medio.

Jamie Foxx es un actor como la copa de un pino. A estas alturas no hay dudas de su talento. En Collateral vuelve a hacer gala de una capacidad asombrosa para meterse en la piel de sus personajes. Tom Cruise, en un papel del que disfrutó muchísimo con total seguridad, se sale. Aquí se acentúan las virtudes de Cruise y se minimizan sus defectos. Así, vemos todo su potencial interpretativo pero sin llegar a caer en el histrionismo ni en dar al espectador la sensación de actor tonto que hace personajes que no le pegan. Jada Pinkett Smith hace mucho que dejó de ser la mujer de Will Smith para ganarse un nombre propio en Hollywood y fue gracias a trabajos como el que hace en Collateral. Mark Ruffalo, otro actorazo (muy infravalorado por el público, aunque no por la crítica) también demuestra su capacidad para adaptarse a cualquier papel. Por último, destacar la aparición de nuestro (aunque cada vez más suyo) Javier Bardem, que está bien en su corto papel.

Resumiendo, que es gerundio: Collateral es un peliculón se mire por donde se mire. Michael Mann tiene una legión de detractores que hablan de un cine pretencioso y sin sustancia. Yo estoy en el grupo de los que vemos en su trabajo un cine ambicioso, potente, dinámico, perfectamente planificado y soberanamente ejecutado. Digno de estudio.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
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