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Voto de La Taverna del Mastí:
7
Thriller. Intriga Adrián Doria, un joven y exitoso empresario, despierta en la habitación de un hotel junto al cadáver de su amante. Acusado de asesinato, decide contratar los servicios de Virginia Goodman, la mejor preparadora de testigos del país. En el transcurso de una noche, asesora y cliente trabajarán para encontrar una duda razonable que le libre de la cárcel. (FILMAFFINITY)
8 de junio de 2017
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El gran escritor Edgar Allan Poe, considerado como el inventor del relato detectivesco, dijo: "Es dudoso que el género humano logre crear un enigma que el mismo ingenio humano no resuelva". Este interesante razonamiento del maestro es una de las normas esenciales del conocido sub-género literario de novela policíaca, denominado “el misterio de la habitación cerrada” en la que un delito, casi siempre asesinato, se ha cometido en circunstancias aparentemente imposibles. Pero, por supuesto, el escritor siempre da una solución en el último capítulo.

Precisamente, el relato de Poe, “Los crímenes de la calle Morgue” (1841) es generalmente reconocido como el primer ejemplo de este sub-género literario de la "habitación cerrada", puesto que los crímenes se producen en un apartamento en París, cerrado desde dentro con llave, y plantea un enigma aparentemente insoluble.

Después de Poe, un gran número de escritores de novela detectivesca se unieron al género de “la habitación cerrada”, entre los más conocidos Agatha Christie o Arthur Conan Doyle; y por supuesto, el mundo del celuloide también se ha nutrido de las grandes intrigas de los maestros de las letras detectivescas... sin ir más lejos, el gran Alfred Hitchcock, el maestro del suspense, que fue el responsable de asentar las bases del misterio de la "habitación cerrada" y el "crimen perfecto" en el cine. Hitchcock, que en más de una ocasión ha confesado ser un gran admirador de la obra de Poe, dijo: "Es muy probable que fuera por la impresión que me causaron las historias de Poe por lo que me dediqué a rodar películas de suspense. No quiero parecer inmodesto, pero no puedo evitar comparar lo que he intentado poner en mis filmes con lo que Poe puso en sus narraciones."

Por otra parte, el realizador español Oriol Paulo, podríamos afirmar que es un buen conocedor de todos los entresijos del suspense clásico, al más puro estilo 'hitchckoniano', y por extensión, de aquellos alumnos aventajados del maestro británico que supieron perpetuar el inconfundible estilo en años posteriores, como el también grande Brian De Palma. Autor de guiones tan interesantes como el de "Secuestro" (Mar Targarona, 2016) (a pesar de no estar tan bien bien ejecutado en sus formas) y el thriller psicológico "Los ojos de Julia" (Guillem Morales, 2010); así como autor tras las cámaras de la estimable "El Cuerpo" (2012), su opera prima en la cual coqueteó hábilmente con el terror psicológico y el cine negro... y esta que nos ocupa, "Contratiempo", que sin duda es su mejor película hasta la fecha.

"Contratiempo" nos cuenta la historia de Adrián Doria, un joven y exitoso empresario, que despierta en la habitación de un hotel junto al cadáver de su amante. Acusado de asesinato, decide contratar los servicios de Virginia Goodman, la mejor preparadora de testigos del país. En el transcurso de una noche, la asesora y el cliente trabajarán para encontrar una duda razonable que le libre de la cárcel.

Con este filme, Oriol demuestra su buen gusto y oficio tras las cámaras y en la concepción de un sólido guión, en el que nos ofrece un complejo juego de espejos al más puro estilo hitchconiano (tal y como os comentaba al principio de la reseña), exprimiendo de maravilla todos los detalles y recovecos que ofrece la historia... desgranada poco a poco a modo de flashbacks o reconstrucciones desde diferentes puntos de vista, que dan forma a un enmarañado puzle con constantes giros y sorpresas. La puesta en escena es prácticamente impecable; de igual modo que el trabajo de los actores, sobretodo el impresionante 'tour de force' interpretativo entre un sorprendente Mario Casas y una Ana Wagener que se come literalmente la pantalla, siendo el 'alma mater' del filme. Bien respaldados, claro está, por un excelente (como siempre) José Coronado (que también lo pudimos ver en "El cuerpo"), y una espeluznante Barbara Lennie, que perfila a la perfección a la 'Femme Fatale' de turno.

Aunque algunos giros argumentales, sobretodo en su parte final, puede que sean inverosímiles y algo forzados... hecho que Conan Doyle justificaba con aquello que decía: "Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad"... y la verdad, queridos amigos... es implacable y es la que siempre acaba por desmontar todo 'crimen perfecto'... huelga decir que "Contratiempo" es una película asfixiante, que te atrapa desde el primer segundo y te mantiene pegado a la butaca hasta su sorpresivo final. Qué no es poco!!! y por descontado, deja en evidencia (una vez más y ya van...) que el thriller español sigue estando en un estado de forma extraordinario.
La Taverna del Mastí
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