20 Críticas de los usuarios

Pelicula de entretenimiento y una lucha diferente la callejera.
Lo que me gusta de esta pelicula es que no tiene que matar a nadie para vengar a ningún familiar, solo recaudar dinero para su cuñada y sobrina.
Algo que simplemente un dato para las varias peleas una más logradas que otras y en solución una pelicula muy entretenida, con una música que acompaña al flim con mucho acierto.

Con Jean Claude van Damme ha pasado lo mismo que con actores tipo Schwarzenegger (o parecido) y Stallone, ha medida que han pasado los años sus películas han ido a peor, al contrario que los vinos. Yo siempre he sido un gran seguidor de este actor, a pesar de ser consciente de que sus películas eran flojas tirando a mediocres. "Lionheart", es de las mejores de su carrera. La razones son muy sencillas: No se mete a hacer comedia ni sobreactua como "En el ojo del huracán" y el guión no comete tantos excesos y estupideces como en tantas otras. Es un entretenimiento que mezcla acción y drama y el belga hace uno de sus mejores papeles.

Esta película me parece una de las mejores de las primeras protagonizadas por el actor belga. Al principio, cuando huye de la legión, me pareció muy forzada, pero progresivamente va mejorando la historia y llegamos al punto en que aquello tan forzado que parecía al principio al final tenía su justificación.
Es una historia muy humana, alejada de la muchas veces vista (aunque efectiva si los demás factores acompañan) historia de venganza, y que es el punto fuerte del film. Además, tiene un buen desarrollo y se consiguen momentos bastante buenos... Recomendable.

Al menos en mucho tiempo, aunque se dedique a la lucha por lo menos no en Oriente Próximo, esta vez son luchas callejeras y para conseguir dínero para su familia, lo que se agradece.
Los combates están bien destacando el final ante un animal que parece invencible.
Gran banda sonora de John Scott.

He aquí otra de mis películas preferidas de Jean-Claude Van Damme, ya que es cojonuda por ser de las mejores de este gran actor.
La diversión esta garantizada desde el primer momento de la película hasta el final de esta, ya que tiene unas escenas de lucha geniales, un guión correcto, que hacen de esta película una auténtica pasada que hará las delicias de todos los fans de Van Damme (yo entre ellos)
La conozco desde que era pequeño (cuando tenía 14 años) y en todo este tiempo no me he cansado de esta peli (aunque tengo que decir que estuve muchos años sin verla)

Y para terminar, decir que si eres fan de Jean-Claude Van Damme y no has visto todavía esta película, no te la pierdas porque es genial, al ser de las primeras que hizo (y digo de las primeras que hizo porque las últimas en que ha participado, no han sido gran cosa desde luego) o sea de las mejores ya que no te defraudará en absoluto al contrario, se convertirá en una de tus preferidas de este actor.

Una gran película del género que por motivos que se me escapan no logró alcanzar la fama que sí consiguieron otras del mítico actor de artes marciales Van Damme. Se hizo después de dos de sus mejores obras (Kickboxer y Contacto Sangriento) y justo antes de Soldado Universal, la película con la que alcanzó fama mundial. En ésta no desmerecen para nada sus escenas de pelea ni su historia, por otro lado muy típica del género. Como curiosidad, el doblaje del negro que le consigue las peleas es exactamente el mismo del morenito que le llevaba a todas partes con su furgoneta en "Kickboxer".

Para quien guste de pelis de artes marciales sobre peleas clandestinas, recomiendo ver: Rompiendo las reglas, Danny the Dog y El poder del Tai Chi.

Eso es lo que opino y digo. Esta pelicula argumentalmente bien lograda y en su línea durante toda su duración. Buena historia para un Van-Damme que solo "repartía" y nada más que hacía eso...

Un papel bien interpretado donde el es como siempre un luchador y en esta ocasión en doble sentido. Me acuerdo de la última pelea y todavía se me ponen los pelos de punta al ver todo lo que se jugaba en ese combate.

No es una más de Van-Damme pero si se refiere a las peleas, se puede decir que sí, pero detras hay una buena historia con la que nos deja un buen sabor de boca. Totalmente en discordia con el voto de la película, esperaba que al menos como mínimo tuviese un 5 de media.

Pero por favor, cómo he vivido todos estos años de mi existencia sin conocer esta película fundamental en la trayectoria del único, del inconfundible, del indescriptible Jean-Claude Van Damme. He vuelto a enamorarme.

¿Y qué podemos encontrar en «Lionheart» para que nos embargue esta pasión? Pues muchas peleas en plan paso-a-la-siguiente-pantalla, que es algo que tiene un gusto especial, con su música ochentera a tope y las coreografías bien montadas. Si es que Van Damme hace hasta combos. El argumento consigue aunar en una misma historia el drama sosegado, incluida su parte de crítica a la América de los bajos fondos, con el entretenimiento más agresivo y eficaz. Cuando no hay acción la trama se estanca un pelín, pero nada que aburra.

Lyon es un francesito exiliado a la Legión Extranjera que huye tras saber que su hermano anda herido de gravedad. En Los Ángeles entablará contacto con un corredor de apuestas de combates callejeros, una mujer fatal y una cuñada y una sobrina indefensas; pero que no se preocupen, que aquí llega el héroe para luchar por ellas. Por ellas, y por los amigos, por el pasado, por la justicia, por el honor, por él mismo. Apuesta segura, di que sí, león.

La belleza incuestionable de Van Damme hace muy fácil creerse que todas las damas se obsesionen con él, aunque algunas se resisten más que otras. Como toda masculinidad que se precie, cuanto más le desean, más inaccesible aparece, y este Lyon, un personaje serio, duro, resistente, introvertido, no dado a bromas, consigue mantener un aura de sensualidad intocable que aumenta su atractivo. Añádase a todas sus virtudes, su estilo de sudadera y pantalones de deporte, o las camisetas de manga corta. Este hombre me debilita las neuronas.

Al final podemos imaginarnos todo lo que va a pasar, lo que, curiosamente, no importa para nada, ya que por esa otra forma de hacer la acción, o por el carisma que desprenden actores y metraje, por lo que sea, nos emocionamos igual.

Yo siempre apuesto por ti, Van Damme.

Sin duda Lionheart (1990) es otro clásico de nuestro belga de oro, Jean-Claude Van Damme y además si la dirige el guionista de Contacto Sangriento y de Rambo III, un tal Sheldon Lettich, tenemos una película de tollinas de aquellas que movías el pie desde el sofá como si estuvieras tu aporreando al malo.

Lionheart fue la primera película estrenada para una major, Universal Pictures, y no le fue nada mal en taquilla ya que costó seis millones e ingresó más de 25 millones. Además se abre una vertiente más para nuestro actor belga, que aparte de repartir como nadie, Van Damme vislumbra en su interpretación un lado más humano ayudando económicamente a su familia tras ganar cada combate. Un buen toque sensiblero al film siempre aporta al espectador que cada golpe o “patada giratoria” propinada al rival, se valore más allá que un simple ataque.

Lionheart con sus defectos y sus virtudes, es una película con aires ochenteros que actualmente no tendría cabida en nuestro cine, pero si eres un fan de aquellos años, de las películas de artes marciales y sobretodo de Van Damme, no te la puedes perder.

El film posee unos combates muy conseguidos, a priorizar el del luchador escocés y el que se organiza en una piscina. Ojalá se pusiera de moda ese bañador. Y sin duda, valorar el combate final contra Athila, encarnado por el hermano de Tong-Po, o sea el hermano de Michel Qissi, que también aparece en el film como uno de los captores enviados por el ejército. Sin duda, el reparto queda todo en familia. Y destacar la presencia de Brian Thompson (el villano de Cobra), el único actor que ha sido “hostiado” por los tres reyes: Van Damme, Stallone y Schwarzenegger.

Subjetivamente, te gustará menos que Kickboxer o Contacto Sangriento pero te gustará más que Libertad para morir si se me permite realizar un improvisado ranking. Por último. afirmar que Lionheart forma parte de la historia de las películas artes marciales y de la mejor etapa de Van Damme.

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Una película bárbara, con un Van Damme en la flor de la vida repartiendo con la elegancia y contundencia acostumbrada, un Harrison Page persistente, chistoso y brillante, y una Deborah Rennard impecable en su papel de diva caprichosa, egocéntrica y avariciosa. Juntos hacen que este film sea una delicia para todos los públicos (como casi todas sus películas).

El final muy bueno, logra conmoverte y sacarte la lágrima.

Yo recuerdo la etapa del belga en los 90,a todo el mundo gustaba, solo cuatro frikis se atrevían a decir algo. Fue la prensa comprada con intereses globalistas la que se encargó de lapidar a este portentoso actor único e irrepetible en el cine, fue el Maradona de las artes marciales.

Los 90, década de oro sin duda para Van Damme, para otros como Chuck Norris fueron los años 80. Estadísticas aparte, dicen las malas lenguas y los fans del belga que 'Lionheart' es el mejor film de su carrera. Una afirmación demasiado grande, puesto que yo al menos considero, que no es su mejor cinta, pero sí de las mejores. Es cierto que tenemos a un Van Damme metido en un personaje mucho más humano, con un gran corazón. Con ello va jugando el director Sheldon Lettich y el propio Van Damme (escritor de la historia), aportando toques dramáticos a la trama para conmover al espectador de lágrima fácil. Hay que resaltar la música, sentimental y apropiada. También hay algún que otro toque de humor brindado por el personaje que acompaña a León, interpretado por el actor Harrison Page. Y como no, no podían faltar las secuencias de lucha ofrecidas por la estrella de artes marciales JCVD, como aquella que protagoniza contra un escocés en un garage, o en la que luce palmito en la piscina contra su oponente 'El Zorro'.

Aunque usted no lo crea pero hubo una época a finales de la década de los 80 y y si se quiere decir y hasta mediados de los 90, antes de que el cine Hollywoodense le cerrara las puertas ( injustamente) Jean Claude Van Damme era catalogado en el cine como una de las mejores estrellas de acción, y se colocaba a nivel de popularidad mundial solo por detrás de Arnold Schwarzenegger y Silvestre Stallone, que eso ya es mucho decir, y todo se debe en gracias a películas como Contacto Sangriento, Kickboxer, Hard Target,Soldado Universal, entre otras y la mencionada Lionheart también conocida en América latina como Corazón de león o El peleador callejero.
Aquí nos encontramos con un Van Damme interpretando a un legionario, de estos que sirven en la legión extranjera Francesa, de nombre Léon Gaultier quien esta de servicio en áfrica del norte que al enterarse que su querido hermano fue quemado vivo en la ciudad de los Ángeles ( Estados Unidos) por malos negocio con drogas, León hace lo posible para que sus superiores le den permiso para ir por lo menos a ver a su hermano que aun se mantenía con vida aunque en estado critico, ya que sufrió grandes quemaduras, pero León se ha dado cuenta que todas sus peticiones de permiso, han sido ignoradas, y no le queda otra opción que fugarse y convertirse en un desertor, al llegar a los Estados Unidos ( Nueva York) en un barco, León al llegar a América se da cuenta de una triste realidad, el hombre que no tiene ni un dolar en el bolsillo no es nadie, y la única opción que tiene León de tener dinero para poder ir a California a ver a su hermano,a su cuñada Helene y a su linda y tierna sobrina Nicole, es adentrarse en el mundo de las peleas callejeras en compañía de un viejo promotor llamado Joshua, pero al llegar a California ya su hermano había fallecido dejando grandes deudas monetarias a su cuñada Helene, quien esta al borde de quedarse en la calle, junto a su hija Nicole, por falta de dinero, pero Helene le guarda un gran rencor a León ya que no estuvo en los últimos momentos de su hermano, y se niega a recibir cualquier ayuda de su cuñado, y León sabe que la única forma de ganar dinero es con sus puños y patadas, para poder ayudar a sus seres que tanto adora, y ahí contara con la astucia de Joshua ahora su amigo, que lo vincula a una sexi organizadora de peleas para ricos de nombre Cynthia, no solo León tendrá que luchar por su vida dentro de las peleas sino también fuera de ellas, el gobierno Francés lo anda buscando para apresarlo.
Las peleas en este film si se quiere decir son las mejores logradas por Van Damme, y a diferencia de otros films protagonizado por Van Damme aquí el drama le roba gran protagonismo a la acción, de lejos es el mejor film protagonizado por Van Damme y su final es digno de cualquier bella película dramática, que a mas de uno le robara una lagrima, no entiendo esa puntuación de 4,7 la respeto, pero no la comparto por ser lo mejor de Van Damme en el séptimo arte le doy un 8.

Infravalorada película de Van Damme. Vuelve a la fórmula de combates uno contra uno. La película no es una maravilla pero está lejos de ser un desastre. La historia está escrita por Van Damme y cumple lo que promete. Veremos el típico protagonista de las películas de Van Damme, un gran luchador extremadamente noble que se fuga, en este caso de la legión, y se verá obligado a pelear contra luchadores estereotipados para sacar adelante a una familia. No falta su compañero negro que aunque es un diablillo tiene un gran corazón y por supuesto también Lion (Van Damme) tendrá que lidiar con dos tipos que le persiguen para arrestarle y mandarlo de vuelta a la legión (uno de ellos es Tong Po). Nada nuevo pero funciona.

Como suele común con Van Damme es una película entretenida con poco que rascar. Si es cierto que está vez hay más carga dramática en la historia y cuenta con una banda sonora un poco más decente que en sus pelis anteriores, pero tampoco nada digno de estudio. Respecto a las peleas se ve un pequeño salto de calidad en las coreografías pero le falta la epicidad de Contacto Sangriento y Kick Boxer.

Como curiosidad veremos a Van Damme sacar todo su talento interpretativo en una escena dramática mostrando por primera vez en la gran pantalla sus lágrimas. Se que es una frikadas de dato que no aporta nada pero hacerse un ciclo de Van Damme por orden cronológico hace que te fijes en estas cosas.

Como siempre, muy recomendable para la gente que le guste el cine de acción y en especial el cine de Jean-Claude Van Damme.

Si hay un director que pueda jactarse de haber estado, a las duras y a las maduras, al lado de los músculos de Bruselas, justo durante los respectivos brotes iniciales de apogeo y popularidad así como en su sucesivo relegamiento, es Sheldon Lettitch.
El guionista de la fundacional, dentro de la filmografía del astro belga, 'Contacto sangriento' (1988, Newt Arnold), -y sí, de todo un señor blockbuster, 'Rambo 3' (1989, Peter McDonald)-, tuvo su debut tras la cámara apoyándose en su más predilecto cliché argumental: el de los torneos y peleas clandestinas, suplementado aquí por una subtrama con deserción en la legión que no aporta más que la excusa para regalar un simbólico personaje a Michel Qissi -a quien conocimos en 'Kickboxer' como Tong Po-, pluriempleado en la coreografía de lucha junto al propio JCVD y el artista marcial Frank Dux (en quien se inspiró 'Contacto sangriento'). Su hermano, Abdel Qissi debuta como actor interpretando al imponente Attila.
La ex actriz, guionista y productora teatral Deborah Rennard es una seductora y embaucadora villana, y la renacuaja Ashley Johnson ('Los problemas crecen', 'Blindspot') debuta en la actuación.
No me atrevo a afirmar que ésta sea la más popular y querida de las colaboraciones de Jean-Claude Van Damme con Lettitch porque la distancia, comparándola con la cinta más inmediata en la que trabajaron juntos, es ajustadísima, pese a que 'Doble impacto', transcurrido un año, generaría el triple de beneficios. Tal vez 'Lionheart' sí sea la más melodramática.
Las patadas giratorias repetidas hasta la extenuación. El nombre de Jean-Claude Van Damme -igual que el de los Stallone o Schwarzenegger- en letras más grandes que el título de la película. Una nueva etapa con Universal Pictures.
Héroes mejores para tiempos mejores en el género de acción.

Las películas de Van Damme son más o menos así: muchacho (en los 90, por sia) noble que, se ve siempre obligado (venganzas familiares, injusticias, etc) a dar rienda suelta a sus habilidades marciales para la lucha (en este caso callejera) terminando en finales previsibles. A esto podemos variarle algunos argumentos de ciencia ficcion que para mi gusto desentonan un poco con él, pues el desarrollo de sus personajes es demasiado simple para películas de ese tipo (Soldado Universal, Timecop, etc), no lo desapruebo pues es lo que uno se imagina que va a ver cuando se trata de una película con Jean Claude de protagonista, sus clásicas patadas y coreografías con personajes simples pero que caen bien, lástima que peque de típico pues siempre es lo mismo: está siendo masacrado hasta que luego de una espectacular y poco creible recuperación vence al villano. Aquí le sacaba ventaja Seagal, ya que su acción estaba basada (ojo en pasado) puramente en un arte marcial (aikido), siendo más dinámica y práctica (aunque este último no caiga tan bien).
Pero bueno, salvando esos detalles, si te gusta Van Damme y estás con ganas de ver un poco de acción, esta "León peleador sin ley" (así se le conoció por estos lares) puede ser tu película.

En realidad "Lionheart" no es una gran película pero algo tiene que tener para que habiéndola visto por primera y única vez hace unos 20 años uno recuerde secuencias y diálogos completos. La historia, aunque parece una mera excusa para ver a Van Damme en acción, tiene cierto trasfondo, y sus peleas aunque con bastante poco realismo y bastante concesión a la estética, gustan de ver.

Como apunto en el título el planteamiento resulta atractivo por la similitud con los videojuegos. Unas cuantas peleas, diferentes escenarios y combates como si fuera el "Street Fighter 2". Claro que se echa de menos que ya puestos se hubiera jugado más con el escenario, que en el mismo hubiera algo más que haga las peleas más interesantes.

Película entretenida, con una buena banda sonora y con un mensaje bienintencionado, contiene momentos de cierto dramatismo por la grandeza del protagonista. Por ejemplo, el final es particularmente intenso. De todos modos, si no nos acaba tocando la fibra sensible siempre nos quedarán las patadas y puñetazos que suelta Van Damme a todos sus contrincantes.

Cierto que esta peli ni estará nominada a un Oscar, pero coño! Tampoco merece un suspenso... Evidentemente, es una peli de culto de lucha callejera de finales años 80, los ambientes chungos y demás; pero la peli fluye adecuadamente y no aburre, además se crea un relación entrañable entre Van Damme y su amigo negro, que es su manager en el submundo de las peleas clandestinas. Dios mío! Cómo resiste ese místico luchador las tentaciones de esa rubia rica encaprichada, no le da lo suyo en ningún momento, y eso que está bastante buena... Bueno, la peli hace su función correctamente, mola siempre que te vaya ese rollo en plan un poco serie B. Le doy un 8 para subirle la nota... Tampoco los críticos se esperarían ver un dramón argentino, digo yo.

Hoy no me apetecía ponerme algo para pensar y reflexionar y he elegido a uno de los mejores en el campo de cine para desconectar el cerebro como es el gran Jean-Claude Van Damme que ya en 1990 estaba haciendo de las suyas pateando culos con coreografías de la hostia y buenas películas cuando se podían juntar los astros, cosa que pasa en esta 'Lionheart: El luchador'.

En esta ocasión, Van Damme cuenta con un guion un poquito más elaborado de lo habitual donde tendrá que cuidar de la familia de su hermano quien se ha metido en un lío bastante gordo. 'Los músculos de Bruselas' tendrá que poner su habilidad para pelear, que como podrán adivinar no es poca, para que a su cuñada y a su sobrina no le falten de nada. Como nota curiosa, esta película supuso el debut de Ashley Johnson como la sobrina; mucha gente la conocerá ahora como la actriz que pone voz a Ellie en los videojuegos de 'The Last of Us'.

Dentro de lo previsible que suele ser el cine de JCVD, esta tiene algo más donde rascar ya que vemos el contraste entre ricos y pobres en una de las primeras secuencias como pequeña pulla a los Estados Unidos, si bien tanto ricos como pobres tienen el gusto por las peleas clandestinas, llave maestra que puede solucionar las cosas para Lyon, el personaje a quien interpreta el belga. Además, esta es de las ocasiones donde más putas se le ve pasar a pesar de que te puedas imaginar como acabará todo. La historia de un hombre cuidando de su familia y los vicios de la considerada gente de alto estatus hace que sea algo mejor que el nivel promedio del actor.

No es para darle una nota de notable ni aunque me paguen, aunque otra cosa es no reconocer que estamos ante un filme estimable con algo más de chicha y peleas marca de la casa, además de una decente banda sonora. No es una mala oferta esta ni mucho menos.

Hay días en los que te apetece comer bien cerdo. El cuerpo te pide una chorreante hamburguesa con patatas fritas ahogadas en ketchup o una grasienta pizza a reventar de carne y salsa barbacoa. Sabes que estás comiendo basura pero te gusta. Reconoce que te gusta pringarte y sentir la grasa dando vueltas en tu boca. A todos nos pasa a veces, es algo normal. Pues lo mismo me ocurre con algunas pelis de Van Damme. Cinematográficamente son un auténtico montón de mierda pero no me saben mal una vez las estoy viendo. "Lionheart" es un ejemplo de ello.

Aquí tragaremos fast food del bueno de la mano del belga, esta vez dedicado en cuerpo y alma a sacar pasta en la sombra para su cuñada en quiebra. La sombra serán reyertas callejeras organizadas para borrachos y drogatas y peleas a nivel profesional y semi profesional como negocio lucrativo de abyectos ricachones ahogados en un mundo de vicio y fornicio. Mostrado como si de un videojuego se tratara, nuestro musculado héroe irá atravesando por una especie de fases, niveles o peleas de orden creciente de dificultad que se iniciarán cascando a un pobre diablo bajo un meado y maloliente puente para ir progresando hasta el "jefe final" del videojuego, todo ello con sus correspondientes remuneraciones económicas y siempre de la mano de un autoproclamado manager muy necesitado de rehabilitación desintoxicadora. Esta especie de evolución será la típica de todas las pelis de Van Damme, sin aportar nada nuevo bajo el sol, en un corta y pega de toda la vida con las típicas patadas voladoras de toda la vida y su clásica muestra de trasero de toda la vida. Así que "Lionheart" es en esencia un deja-vú de "Kickboxer", "The Quest" o "Contacto sangriento", y solo cambiando el paisaje de fondo, la nacionalidad de los temibles adversarios o la técnica de noqueo final.

Creo que en estas películas intentar justificar la calidad en torno a la trama, el guión, el montaje o los diálogos es iniciar una divagación absurda acerca del sexo de los ángeles, de modo que su análisis se debe basar solamente en los instintos básicos más viscerales del ser humano, en limitarse a saciar el hambre salvaje sin entrar a analizar y desglosar la etiqueta nutricional del producto. Así que del mismo modo que toda persona de carne y hueso necesita comer, beber, cagar, mear, dormir y follar para mantener a flote la fisiología más elemental que permita su supervivencia, pues toda persona de carne y hueso también necesita de vez en cuando ver este montón de mierda para sobrevivir. Así que lo siento, pero NO puedo suspender a esta película.

Una hija perra/tonta de Rocky IV y Cowboy de medianoche más bien de día con algún toque de Million dollar baby. Un maqueta. Y una desgracia. Oligofrenia. Ella es lo único bueno, estupenda, cómo al final, cuando se masca la tragedia, respira, suspira/exhala, se agita, el aire inhala, la vida se le escapa, es Brigitte Nielsen de rebajas, mejor actriz todavía si cabe, y más guapa. Y el amigo es Apolo Dustin Hoffman cojo de plastilina/plástico la oreja, lo que le hicieron, prometía mucho hace ya tanto tiempo. También es como aquella de Denzel Washington con la niña Dakota Fanning. Y la legión francesa que tienta. Qué chula. Muy chic. Descalzaperros hermoso. Naíf. Duro de pelar, duro de pelar, la del gorilaz. Una de Bronson. A puerta gayola. Van Damme de guionista, ¿se nota? Música grandilocuente. Un poema que no rima. Se debería haber liado con la viuda, y con la jefa, es demasiado moral, pazguato, lerdo, un puritano, como un pollo cruelmente hinchado, qué le han hecho, y con los pantalones hasta el cuello puestos alzados como el tito Bogart a la última moda. De Djibouti a Los Ángeles cántame pasando por el Nueva York más arrabalero. Fuck el estilo. La costilla de Adán, la falda escocesa, la piscina de Cheever y la ira de Atila convertida en un mamarracho o gran mamarrachada. Un mito indio.