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19 Críticas de los usuarios

Críticas de los usuarios:
9
Sin pestañear.
Creación – destrucción; fabricación – consumo; imprescindible – reemplazable. El mayor acontecimiento audiovisual al que he asistido nunca en una sala de cine. Vuelve Ron Fricke 20 años después para dejarnos, una vez más, con la boca abierta. Siguiendo las pautas de su predecesora Baraka, nos abre las puertas de un mundo desconocido, un mundo por el que deambulamos a diario sin percatarnos de lo que alberga. Un despliegue de medios excepcional, rodada completamente en 70mm nos muestra de manera asombrosa el ciclo vital, el Samsara, palabra utilizada en la cultura India para referirse al ciclo de nacimiento, vida y muerte. Eso es lo que encontraremos en la cinta, un ciclo perfecto, que se cierra y a su vez se hace eterno, pues la eternidad es el principio y el final.
Llena de contrastes, en el contenido, el todo y la nada, el bien y el mal, riqueza y pobreza; y también en el ritmo que se muestra igual de irregular, calmado, apacible relajado por momentos, hasta que se vuelve trepidante, salvaje, descarnado.
El documental es mucho más cercano que la antes mencionada Baraka, llena de primeros planos, más centrada en interiores y grandes superficies, buscando siempre la armonía, armonía de colores, de sonidos y formas, armonía en las transiciones y saltos de plano. Espeluznante por momentos, nos abruma mostrándonos lo pequeño que es el ser humano en comparación con la magnitud de sus creaciones. Eso es algo que comparten todos los “no” protagonistas de esta obra, todos son una pequeña sombra de sus creaciones, tanto el que vive para su trabajo, como aquel que trabaja para poder vivir; hilarante en otros, nos colaremos en fábricas y lugares a los que jamás tendríamos acceso para comprobar lo peculiar de nuestro propio comportamiento. Hola Charles Chaplin.
Una hora y media de deleite sensorial, la narración inexistente hará que el transcurso sea lento, agradable y en definitiva, disfrutable, a menos que se tenga prisa, en ese caso, ésta no es tu película. No encontraremos acción, solamente imagen, sonido y la posible interpretación de un universo fascinante. Crítica, sagaz, irónica, resultado de 5 años de rodaje, más 100 lugares distintos en 25 países diferentes, muchos de los cuales se guardan bajo riguroso secreto. Un 10 para el director y para todo el equipo encargado de la localización geográfica de cada plano. Cada segundo vale la pena.
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56 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Poema visual sobre la impermanencia
Ron Fricke, autor de "Chronos" y "Baraka", firma con "Samsara" la obra mayor de su trilogía. Si en su mediometraje "Chronos", el director buscaba en la expresividad de la imagen en el tiempo y en "Baraka" ofrecía una imagen caleidoscópica (y más humana) de nuestro mundo, con "Samsara" consigue el más difícil todavía, una conjugación de amor a la imagen y una reflexión ética de nuestro mundo.

"Samsara" pide un espectador capaz de mirar y pensar. No es "Samsara" una película adecuada para el espectador común, aquel que espera palabras, mensajes claros, direcciones. "Samsara" abraza desde el comienzo su carácter de rapsodia, de poema visual. Las imágenes dicen, pero connotativamente. En muchos compases, se puede asistir a "Samsara" bajo el hechizo de la imagen. Sin embargo, no es ésta la cualidad más señalada del trabajo de Fricke.

El director nos lleva de la mano de la imagen, estableciendo conexiones que repentinamente nos fuerzan a la reflexión: la perversa armonía de los mataderos, nos conduce a la manipulación del mercado sexual; la alucinógena armonía de Dubai, nos lleva a una reflexión sobre la artificialidad; la fascinante coreografía de los presos en Filipinas, dirige nuestra mirada a los ojos húmedos de un preso. Hay algo en ese bascular entre ética y estética que puede pasar desapercibido, y sería lástima. Fricke ha calculado cuánto de pensamiento late en la imagen comprendida: en ello radica la habilidad del filme.

Existen, no obstante, algunos momentos mejorables, momentos que ya eran perceptibles en anteriores filmes: abusos de la imagen programa (time-laps cinema), especialmente lastrante en "Chronos", recaídas en el cliché (como en la contraposición de la mujer con velo musulmana y la publicidad de hombres en ropa interior) e inserción de forzados extrañamientos (como la performance del actor con barro en su rostro).

Todo eso lo disculpa una película que nace de la raíz de la tierra (metaforizada en las dunas del desierto) y vuelve a la tierra.

Hay momentos que les aseguro les conmoverán: la lágrima solitaria en el rostro de la geisha, el mandala de arena creado con primoroso detalle y vuelto confuso polvo al final del metraje. Ojos, miradas, conexiones que van de la causa a la consecuencia, y de la consecuencia al polvo, esto es lo que nos ofrece Fricke. Y en eso, el director nos ha dado una lección de verdadero cine. Obra maestra en el género, sin duda.
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34 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Huevo de pascua
Es materialmente imposible que después de 20 años y con la más perfecta de las tecnologías cinematográficas, Ron Fricke haga una mala película. También porque es él, un poderoso poeta de la imagen. No sólo sabe construir imágenes de una belleza embriagadora, sino que también, en su técnica perfecta, sabe esconder un sin fin de significados de considerable profundidad.

Sin embargo, aunque se trate de un filme muy notable, "Samsara" está muy lejos de la profética dirección y narración de "Baraka". Cuando ésta se encontraba perfectamente cohesionada en un mensaje claro y tajante, "Samsara" parece que navega un poco sin rumbo en sus imágenes de infarto. Hay discurso, sí, pero parece que demasiados; y las imágenes escogidas, aunque bellas y poderosas, no acaban de estallar en la mente como sí lo hizo "Baraka".

No sé si es así por la banda sonora, que se me antoja un poco insustancial (y en las películas de Fricke, la banda sonora es crucial), pero tengo la sensación de haber visto la más grande y sobrecogedora película de Imax de toda la historia pero que, muy a mi pesar, no me ha enseñado absolutamente nada, ni me ha conmovido.

Eso sí, os recomiendo encarecidamente que la veáis, porque la calidad de cada uno de sus fotogramas no tiene parangón. Nunca he visto, ni siquiera en "Baraka", imágenes tan nítidas ni con semejante tratamiento de color y luz.

Es una delicia inigualable para la vista, no existe todavía nada parecido. Pero me ha dejado el corazón frío, no está llena de vida.
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22 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
El Aleph
``Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América [...],vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó [...], vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena [...], vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, y en la tierra otra vez el Aleph y en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo.´´
Jorge Luis Borges - El Aleph

De existir tal Aleph con gran seguridad en el se podría ver algo parecido a lo que Ron Fricke nos muestra en este espectacular documental. Todos los colores tienen cabida en esta obra, todas las culturas, todos los continentes, todos los climas, y todas las personas están representadas en la misma.
Los sutiles movimientos de cámara, calibrados al milímetro, captando simetrías de una forma impresionante así como el transcurrir del tiempo. Retratos de personajes anónimos que hielan por la humanidad que desprenden. La forma de jugar con las magnitudes y las multitudes.
Todo ello para transmitir una gran lección de humildad, señalando que cada uno de nosotros no somos mas que uno más.
En definitiva, un regalo para la vista, y en mi opinión una obra necesaria.
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15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Baraka 20 años después
Los creadores de la maravillosa y trascendental "Baraka" estrenan 20 años después este nuevo documental. El resultado es notable, pero no llega al nivel del original, en parte porque han pasado 20 años, en parte porque el mensaje que transmite es muy parecido, y en parte porque se repiten algunas escenas y muchos recursos narrativos...

Las imágenes son poderosas pero no superan a las de Baraka, y eso que los medios técnicos seguro que ahora son infinitamente superiores, además se aprecia un exceso de retoque digital en las imágenes (ese colorido...).

La banda sonora es muy buena, pero no deja huella, como si lo hacía la compuesta por Michael Stearns para Baraka, o la inolvidable "The Host of Seraphim" de Dead Can Dance que acompañaba a aquella escena imborrable de la anterior película.

Además ciertas secuencias novedosas del nuevo documental se me antojan excesivamente teatrales (y yo diría que hasta frívolas).

En cualquier caso se trata de un notable documental que recuerda a Baraka en cada minuto del metraje, 99 minutos para evadirse y disfrutar del espectáculo.
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11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Siete cuartos de hora esenciales
Siete cuartos de hora de música relajante y a veces estresante, de timelapse, de imágenes bellas, de imágenes abominables, que muestran lo mejor del las civilizaciones antiguas y lo peor del hombre 'civilizado' actual, incluidas las mayores atrocidades del capitalismo mas feroz. Ese tipo de películas que todos deberíamos ver, el tipo de películas que te llega al estómago, de las que no se olvidan en tres dias.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
¿Existe la perfección?
¿Es posible meter toda la belleza del mundo en 100 minutos? ¿Enlatarlos, exponerlos al cine y ahorrarnos miles de euros en viajes? Quizás no sea imposible, ya que su director, Ron Fricke, se acerca a base de una composición de imágenes rodadas en todo el globo, en un proyecto que tardó 5 años en rodarse y ha contado con la últimisima tecnología para dejar más de una boca abierta ¿Brutal, no? Pues no... quizás la perfección aburre
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7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Sobrecarga visual de emociones de la naturaleza y vida humana
El primer largomentraje documental que veo en el cine (o al menos pagando). Grabado durante más de cinco años en venitincinco países diferentes, Samsara ha sido fabricado con la idea de crear las más remotas sensaciones que se puedan producir en el ser humano a base de mostrar tan sólo imágenes y música, simplemente grabando momentos de realidad con la cámara.

Aquí no hay más hilo argumental que el de la existencia de la idea que vayas generando en tu cabeza a lo largo de todas sus escenas del largometraje. El director de esta rarezra, y también al mando de la fotografía, es Ron Fricke.


-> ¿Qué significa "samsara"?

Samsara es el ciclo de nacimiento, vida, muerte y reencarnación en las tradiciones filosóficas de la India.

Según estas religiones en el transcurso de cada vida el karma (acciones hechas para bien o para mal) determina el destino futuro de cada ser en "el proceso del llegar a ser" (evolución o devolución). Este proceso cíclico termina con el logro del moksha.


-> Naturaleza y humanidad. Dos polos opuestos conviviendo en un mismo planeta

Este el eje básico del largomentraje. La insignificancia del ser humano en este mundo en comparación con los actos naturales que surgen a nuestro alrededor y nos superan en relevancia. Al final acabmos muriendo, pero las montañas prevalecen.

Aún así, aparecen muestras de pequeños granos de arena de todo lo que la humanidad ha aportado al encanto de éste nuestro planete Tierra.


-> Mostrando el lado escalofriante de los seres humanos

En cierto modo, el documental me ha parecido algo pretencioso en la manera de mostrar el estilo de vida de la sociedad avanzada. Mientras que las imagenes de algunas tribus y civilizaciones orientadas al budismo y religiones parecidas se muestran de una manera apacible, casi a modo de curiosidad, otras tantas como las de ciudades hiperpobladas, industria, producción en serie, trato hacia los animales y estilo de vida se muestran de un modo más explícito.

La música, que por supuesto puede llegar a influir en la manera de percibir el mensaje, es mucho más impactante que en el resto de imágenes. Ademas, ya de por si veremos imágenes que nos crearán un alto grado de incomodidad interior, ya que nos veremos identificados como seres humanos en la parte de esta sociedad que no nos gusta reconocer.

En mi casó, he acabado creando una idea algo perturbadora del ser humano como especie, inclinando la balanza al estilo de vida de civilizaciones más atrasadas, con la sensación de que este sentimiento ha sido algo hecho a posta por el director.

Original en: http://www.ignacionario.com/2012/12/samsara-documental-critica-de-cine.html
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4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Imágenes que hablan
Samsara: es el ciclo de nacimiento, vida, muerte y encarnación, utilizado en tradiciones filosóficas y religiosas tales como el hinduismo, budismo, etc.
Este documental, por así llamarlo, nos lleva a un viaje en el cual podemos observar, sin relato alguno, animales, paisajes, personas y culturas de lo más diverso, recopilando imágenes de una gran variedad de países.
No es un documental convencional donde encontramos una explicación, una hipótesis o una descripción de determinado lugar, sino que es enfocado en el poder encontrar una armonía entregada por las esplendidas tomas con las que cuenta, y describir el Samsara, pero solo y exclusivamente a través de imágenes.
Impresionante material, recomendado para aquellos que sepan apreciar la belleza y para todos aquellos que deseen viajar con solo presionar el botón "play"


Joa Vottero
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Samsara es, lo que el mundo es
Diecinueve años después y siguiendo la línea de forma y contenido de Baraka, el cineasta estadounidense Ron Fricke presenta este nuevo trabajo documental, donde nuevamente realiza un repaso alrededor del mundo para demostrar las distintas culturas de la actualidad, dando énfasis ahora a la evolución tecnológica y la producción en masa intensificada, centenares de personas que pasan frente a una mesa realizando un trabajo de forma infinita y nuevamente el paralelismo de la masa humana en movimiento frente a una granja de pollos, ambos consumidos por un sistema.

Detalla en los grandes contrastes existentes en el mundo, la cultura de guerra que ha contagiado a todo el planeta sin importar de donde sean, además de la división de la sociedad y continuando con la representación de distintas religiones moviéndose en masa frente a sus creencias. Samsara consigue un impacto, menor que su antecesora es cierto, pero no deja de sorprender la forma en como se mueve la cámara alrededor de los distintos lugares que desea mostrar, de forma que visualmente es muy atractiva y sútil. Otro hermoso trabajo bien conseguido.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Transmitir tanto sin decir nada.
Samsara no es un documental, es una explosión de sensaciones y emociones llenas de simbolismo que te harán reflexionar sobre la vida, la muerte, la religión, la explotación de animales y personas, sobre la belleza de nuestro mundo y la crueldad de los seres humanos... En definitiva, sobre un mundo lleno de contrastes.

Ron fricke, el director de este maravilloso documental, transmite muchas mas emociones con imágenes que muchas películas donde suceden infinidad de escenas de acción o donde los actores recitan monólogos pseudofilosoficos. Esa es la grandeza de esta cinta, que no necesita decirte nada para contarte todo lo que desea, que consigue que comprendas cosas que suceden en todo el mundo las cuales muchas veces desconocemos o ignoramos.

Ademas, todo esto lo hace con una delicadeza y una magia increíble, ya que podemos observar su perfecto manejo de los colores y la iluminación en todas y cada una de las escenas, jugando a su antojo con las sombras y las diferentes tonalidades de los colores para llevar a la cúspide lo que cada fotografía nos transmite. Por si no fuera suficiente, también sabe manejar con mucho talento el tempo de las secuencias, acelerando o pausando cada fotograma para imprimir la velocidad que cree correcta.

No nos podemos olvidar tampoco de la genial banda sonora que acompaña a este reportaje,la cual es de vital importancia debido a que estamos hablando de cien minutos de metraje, los cuales podrían llegar a hacerse pesados al tratarse de un documental mudo. Pero en este caso no es así, el director nos guía a través de sus imágenes acompañadas por esta genial banda sonora y nos deja petrificados durante la hora y media de duración, sin que puedas pestañear hasta que aparezcan los créditos finales.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Un bonito álbum.
Si establecemos como cierto que cualquier cosa grabada con una cámara es cine, entonces Samsara es una buena película. Sin embargo a mí no me lo parace. Es una preciosa exposición de video, o un carísimo y precioso folleto de viajes. En mi opinión, y sólo es una opinión, el cine necesita algún conflicto que exponer y tratar. Por eso se me hace difícil catalogarla y mucho menos puntuarla de uno a diez. Por supuesto que técnicamente merece un diez, es un trabajo precioso y ha de valorarse. Como cine no puedo calificarlo, pues ni tiene argumento ni lo pretende. Lo que sí puedo es recomendar su visionado. Y si tuviera que explicarle a un extraterrestre las cosas que hay en La Tierra y lo que hacemos los Humanos, seguro que utilizaría Samsara.
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4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Samsara, Baraka, Chronos.
La verdad que pocos documentales me han dejado tan marcado como Baraka, a esto hay que añadirle, Chronos y Samsara, el antes y el después de Baraka.

Un cine inteligente, bello y sobre todo reflexivo, comento los tres documentales a la vez porque es como de Chronos el director aprendiera, en Baraka llega a su punto de máximo esplendor y con Samsara nos hace un regalo para aquellos que disfrutamos de Baraka.

Sin duda, los tres documentales están entrelazados, no solo por la técnica que utiliza, sino por el fondo moral que los documentales encierran.

Un canto a la naturaleza, a la fuerza de Dios en la grandeza de lo natural, una visión religiosa y espiritual, algo místico y crítico, y al mismo tiempo poético, se pueden disfrutar de las escenas sin tener que buscar en ellas un mensaje social.

Los tres documentales tratan los mismos temas, una reflexión sobre lo natural, el contacto del hombre con la naturaleza como una manera de vivir en paz consigo mismo y con un Dios que creo esto que tenemos a nuestro alrededor.
De cómo esto que llamamos civilización destruye el espíritu del hombre. La guerra, el egoísmo, son el ejemplo de esta evolución que nos aleja de la naturaleza y de ese contacto natural con Dios.

Las ciudades son el ejemplo de la evolución pero también de la destrucción, una destrucción del alma. Las escenas que se muestran son muy duras, los grandes bloques de viviendas comparada con los cementerios, es un ejemplo directo de como nos hemos alejado de Dios y de lo natural.

Baraka y Samsara son una profunda reflexión sobre esas tribus que no han “evolucionado” como lo han hecho en las grandes urbes y de cómo sus miradas son puras, quizás las clasificaríamos de pobres pero estoy seguro de que muchos de ellos viven en paz.

Los documentales son el ejemplo de la unión entre inteligencia y sensibilidad, con mano de poeta se muestran detalles que te hacen reflexionar, dependiendo de quien lo veo, verá una cosa u otra, yo he visto todo lo que anteriormente he comentado, quizás otro se haya fijado más en otro tipo de cosas, en mi caso, me ha hipnotizado, la hora y media de Baraka se me pasó volando, quizás a otro le parezca una tortura porque no sucede nada…

Son unos documentales que pondrán a prueba la sensibilidad del espectador.
Creo que son una obra maestra.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
9
Verla
Hacer caso a el título de mi crítica y verla, será probablemente la mejor decisión que puedas tomar hoy.

Poesía hecha imágenes. 99 minutos para dejarse llevar y olvidar. Para mantenerte interesado y pensar y ver con ojo activo lo que te van mostrando. Mi aplauso para todo el equipo que conformó esta producción, se nota que lo hacen desde la pasión.

No os la perdáis, que es una reciente joya (sí, 2011 es reciente).
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
10
Llevarse y pensar
Un viaje doble, desde el interior de la mente y por toda la humanidad. Un paseo diferente y necesario para despegarse del ritmo actual del mundo y reconocerlo desde afuera.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El Discurso Espiritual Industrial
Volátiles pasos se aseguran con fluidez mientras su fé sedimenta aquella certeza capaz de movilizarlos. La reproducción de sus movimientos se contrasta desde la amplitud de sus santuarios y estos a su vez, pretendiendo imitar la inmensidad de su naturaleza contemplada, ubican a sus más esenciales expresiones desde símbolos de culto. Allá afuera abisales artificios bajo la firma del hombre se entreveen hasta el más inusual moldeado natural sobre roca calcinada, comprobamos los deleites de un espacio que a pesar de su silencio no puede mantenerse quieto, y es esa quietud la que dicta el primer desplazamiento; nadie puede negar la sublime dedicación de una cultura en armonía con sus creencias. De repente todo va constituyéndose desde una velocidad más insinuante, detrás de la adoración existe también una necesidad material por sobrevivir. Sistemas arcaicos facilitan una comunicación incomoda y el acoplamiento de las ciudades no logra sino distanciar más a sus integrantes. Grandes idolos emergen desde una necesidad que se convirtió en miedo y de repente este frenético lapso llega hacia un paisaje industrial. Aquí se ubica la contradicción de todos los preceptos antes señalados, aquí la inmensidad abraza el miedo pero solo porque aquellos monarcas no han desprendido sus brazos de las espaldas del poder. De aquí en adelante toda ley y toda inventiva en pos del progreso sólo podrá ser justificada bajo la sed de sus voluntades. Después de este momento de austero infinito habremos intentado olvidar cuántos sacrificios se convirtieron en la abstracción de una simple cifra.
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10
Ante un espejo
El mensaje de Samsara, a mi modo de ver, no existe o, quizá eso pretende, existan todos los que uno crea o quiera descubrir. Básicamente, es una sucesión de imágenes; tampoco es un documental al uso. Imágenes espectaculares, apabullantes, muy bellas, sí, también muy descriptivas, sugerentes, evocadoras, con mucha denuncia social, mundial y propósitos varios que recogen paisajes, retratos, monumentos, ciudades, multitudes, fábricas, edificios, ejércitos y todo aquello que despierte el encanto o el espanto o, al menos, la curiosidad implicada del espectador. En definitiva y como ante un espejo, asistimos a un catálogo del mundo nuestro como es, con sus grandezas, sus posibilidades y sus deplorables miserias: todo lo que es, lo que el hombre hace y lo que puede hacer.
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8
Imágenes desgarradoras y sublimes en una oda a la cultura humana
Al igual que sus predecesoras, impacta en la forma en que están grabadas muchas se las secuencias. El hilo musical es el narrador de una historia que metafóricamente comienza con el nacimiento y no sabemos hacia dónde va a terminar.
Todo el desarrollo nos lleva a creer en el ser humano como especie, pero también nos hace pensar el mucho dolor que nos causamos a nosotros mismos y nuestros semejantes.
Samsara es ese viaje del ser....
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9
Cuasi Síndrome Stendhal.
372/25(25/10/21) Hipnótico documental dirigido por Ron Fricke (DP de los documentales "Koyaanisqatsi" de 1983 y sus secuelas "Powaqqatsi" de 1988 y "Naqoyqatsi" de 2002, todas del director Godfrey Reggio) y producida por Mark Magidson, siendo parte de la por ahora trilogía del cineasta con Baraka (1992), y la primigenia Chronos (1985). Obra envolvente que sin narraciones y solo con la fuerza de las imágenes y un prodigioso montaje es capaz de atraparte con su fascinante recorrido por los cinco continentes para deconstruir la belleza y las miserias contrastadas de este nuestro planeta (impactante ver los estragos de un huracán seguido por la belleza del palacio de Versalles y su Salón de los Espejos). Completado durante período de 5 años en 25 países diferentes de todo el mundo, se filmó en formato de 70 mm y se imprimió en formato digital. Teniendo crucial importancia la fotografía del propio Fricke ello en miscelánea fenomenal con la música compuesta por Michael Stearns, Lisa Gerrard y Marcello De Francisci. Stearns colaboró con los cineastas en Baraka y Chronos , y Gerrard también colaboró con ellos en Baraka. A diferencia de Baraka, Samsara se editó sin música y los compositores trabajaron en numerosas secuencias como piezas separadas. Magidson explicó de las piezas: "Es una pieza musical que puedes escuchar como música y que interpreta sus sentimientos para conocer visualmente esas imágenes en esa secuencia, por lo que la interpretan musicalmente"

El sitio web oficial describe la película, "Ampliando los temas que desarrollaron en Baraka (1992) y Chronos (1985), Samsara explora las maravillas de nuestro mundo desde lo mundano hasta lo milagroso, examinando los alcances insondables de la espiritualidad de la humanidad y la experiencia humano. Ni un documental tradicional ni un diario de viaje, Samsara toma la forma de una meditación guiada no verbal". Saṃsāra significa 'nacimiento, muerte y renacimiento' o 'impermanencia'".

Cinta que es una oda a la naturaleza (esas atronadoras secuencias de un volcán en erupción; esa luna a toda velocidad surcando las dunas del desierto; Las nobles montañas de Yosemite), a la espiritualidad humana (ejemplo los monjes tibetanos creando los mandala [rueda de la vida] con enorme paciencia; las secuencias de miles de personas que rodean la Qaaba en la gran Mezquita de La Meca; judíos rezando frente al Muro de las Lamentaciones en Jerusalén; las místicas secuencias del interior de Notre Dame de París o el Vaticano, así como las vistas aéreas desde loa alto de Moint Saint Michel; ese montaje de niños siendo bautizados), a la supervivencia (las imágenes devastadoras del Katrina, las colas de trabajadores recogiendo azufre en Java; Los ‘espigadores’ en las montañas de basura, e incluso esas cadenas de trabajadores que se mueven cual autómatas en ‘1984’), pero también un ataque a nuestras lacras, desde como conviven la pobreza y la riqueza en un mismo plano (las inmundas favelas frente a los rascacielos de Sao Paolo), el consumismo (ejemplo esas granjas de pollos barridas por una máquina, o esas marranas enjauladas dando de amamantar, seguido por la cadena de descuartizamiento y como esto genera la fast-food para que obesos sigan poniéndose más obesos), la decadencia (con las clínicas de operaciones estéticas con eso orondo tipo delineado por un cirujano, o las fábricas de muñecas sexuales), la artificiosidad humana (ese Dubai de ensueño; la maraña de autopistas de Los Ángeles con los autos creando a cámara rápida destellos de ensueño psicodélicos), contra la guerra (con un perturbador funeral de una persona que entierran en un ataúd con forma de revólver; las cadenas de montajes de armas; la cultura de las armas en USA con todo tipo de armas tuneadas para toda la prole, con hasta un rifle rosa para la chica dela casa; y por supuesto esto con las consecuencias de este belicismo tóxico cuando vemos en el cementerio de Arlington a un soldado desfigurado su rostro), contra las barreras que nos dividen (Los muros de Korea del Sur y del Norte, el de Israel, el de USA-México), contra la deshumanización (esos empelados de oficina trabajando en cubículos cual abejas en un panal; ese gentío montándose cual ganado en los vagones de metro; ese artista de performance oficinista que delira con un maquillaje de terror), los contrastes humanos (como esos presos filipinos haciendo en masa una coreografía en el patio de la cárcel). Es un documental que te hace pensar en nuestro mundo, en la complicada comunión del humano con la naturaleza que nos ha tocado. El Humano como destructor y reconstructor de nosotros mismo, el hombre es un lobo para el hombre.

Toda esta armonía que fluye de modo alegórico y a la vez directo nos muestra con una potencia visual tremenda. Una sinfonía de cromatismos que te cala, unas transiciones orgánicas que te hacen removerte por su fuerza dramática, ese modo de rodar a personas quietas ante nosotros con suaves zooms que enfatiza lo que nos transmiten. Siendo shockeante algunas sabrosas transiciones como ese feto en el útero que se transforma en un cuerpo preservado en ceniza volcánica; O de como las laberínticas paredes de roca de Petra dan paso a los cañones de hormigón de una megalópolis moderna; O esos minaretes de Estambul emparejados con puentes modernos; Vemos una mujer vestida con burka de pie frente a una valla publicitaria adornada con una modelo semidesnuda.
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