Ésta película se convirtió en todo un clásico en mi casa, desde chiquito ya que me empezó a gustar, aún cuando no tenía idea de cine, algo tenía que me atrapaba completamente y me dejaba asombrado en cada visionado, era fascinante.

Hoy día la sigo viendo y disfrutando y ya resulta todo un ritual.

Larga vida a Alien y a éste Ridley Scott, no a la que nos quiere colar ahora con Marte (¿en serio ésto sólo tiene ¡1 punto! más que la otra basurilla?).

Que mal que estamos.

Hacer caso a el título de mi crítica y verla, será probablemente la mejor decisión que puedas tomar hoy.

Poesía hecha imágenes. 99 minutos para dejarse llevar y olvidar. Para mantenerte interesado y pensar y ver con ojo activo lo que te van mostrando. Mi aplauso para todo el equipo que conformó esta producción, se nota que lo hacen desde la pasión.

No os la perdáis, que es una reciente joya (sí, 2011 es reciente).