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Pequeñeces (1950)

Pequeñeces
129 min.
5,8
281
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Sinopsis
La condesa de Albornoz es una mujer bella y rica a la que no le importa lo que piensen los demás. Sus amigas la odian por los numerosos escándalos que ha protagonizado; de hecho la condesa tiene amores adúlteros, se aprovecha del apellido de su marido y tiene a su hijo Paquito olvidado en un internado, donde se siente el niño más infeliz del mundo. Pero, pronto, su desenfrenada forma de vivir le pasará factura y, poco a poco, la buena sociedad se apartará de ella. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Siglo XIX
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
Pequeñeces
Duración
129 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
6
Nimiedades
Superproducción realizada por Juan de Orduña (1900-74) en un momento de gran actividad creativa. El guión, de Vicente Escrivá, Ángel Jordán, Vicente Coello y Juan de Orduña, desarrolla un argumento basado en la novela “Pequeñeces” (1891), del jesuita P. Luis Coloma (1851-1915). Se rueda en escenarios reales (Teatro Real) y en platós de los Estudios Sevilla Films (Madrid), con un presupuesto de 4 M PTA: 400.000 se destinan a 19 vestidos de seda natural para la protagonista y más de 100.000 a la construcción de los decorados de vestíbulos, salones y calles de Madrid, como la de Alabarderos, próxima a la Plaza Mayor. Obtiene el tercer premio del Sindicato Nacional del Espectáculo y el premio Fotogramas al mejor actor español (Tordesillas). El film es producido por la Compañía Industrial Film Español (CIFESA) y se estrena el 11-III-1950 (Cine Rialto, Madrid).

La acción dramática tiene lugar en Madrid y París entre finales de 1872 y enero de 1874, a lo largo de unos 15 meses. Más concretamente, la acción se desarrolla entre el comienzo de la tercera y última legislatura del reinado de Amadeo de Saboya, su abdicación (11-II-1873), la proclamación de la I República y la caída de la misma a raíz del golpe de estado del general Pavía (3-I-1874). Curra Albornoz (Bautista) está casada con Fernando Luján (Vázquez) y son padres de un hijo de 13 años al que llaman Paquito (Larrañaga). Ella es joven, hermosa, atractiva, licenciosa, frívola y apasionada. No le importa lo que la gente piensa y le gusta desafiar a la opinión pública no ocultando sus devaneos y amores extramatrimoniales. Es condesa titular de Albornoz y dispone de una posición propia acomodada. El marido, corto de luces y débil de carácter, es manejado por ella a capricho. El niño, inteligente y aplicado, estudia en un internado religioso de las afueras de Madrid.

El film suma drama de época, melodrama, comedia, estudio de costumbres e historia. Presenta una descripción detallada y cálida de la personalidad de la protagonista, una mujer de espíritu libre, ajena a las convenciones sociales, independiente, desenvuelta y hábil, que enamora a los hombres y los maneja a voluntad. Representa el contrapunto de la mujer virtuosa, sacrificada, dedicada a las labores de la casa y al cuidado de los hijos, propuesta como modelo oficial. Es una persona con iniciativa, de potente sexualidad, dada a vestir con elegancia y lujo. No presta atención a las cosas de la casa y se preocupa poco del hijo. El contraste que se produce entre el comportamiento de Curra y el comportamiento común de la aristocracia brinda la ocasión de componer lances de irónicos y burlescos dirigidos contra la aristocracia. Presta especial atención a su charlatanería, ociosidad, hipocresía, mediocridad, torpeza y necedad.
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26 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Grandioso melodrama
Igual que en el anterior éxito con “Locura de amor” la productora CIFESA une a la gran estrella Aurora Bautista, Juan de Orduña como director en otro melodrama de época, con la historia de España como telón de fondo, un melodrama arrebatador de unos decorados y ambientación fastuosos. Basada en una novela del Padre Coloma, que no elude una velada crítica a una sociedad burguesa y materialista. La historia de una mujer atormentada como eje central del relato, egoísta, vanidosa y pérfida, vamos, que no es ejemplar precisamente, protagonista en la vida social de aquel Madrid decimonónico. El cineasta maneja con maestría las fiestas pomposas con el drama intimista de la protagonista, pese a ser una mujer frívola logra que el espectador sienta empatía con ella. El personaje del niño es, por otro lado, de una gran importancia porque es como el espejo de la inocencia, la pureza y la modestia.

La condesa de Albornoz (una bellísima Aurora Bautista) lleva una vida disoluta, pese a estar casada con un pelele, el cual maneja a su antojo, mantiene relaciones con distintos hombres, entre ellos Jacobo, Marqués de Sabadell (Jorge Mistral), reina de las fiestas frívolas y banales, rodeada de chismosas y cotillas, descuida la atención y el amor de su hijo adolescente (Carlos Larrañaga) quién sufre en silencio desconsoladamente la falta de cariño y comprensión de unos padres indolentes. Un folletín ambientado entre 1871-1876, históricamente entre el reinado de Amadeo de Saboya, la primera República y la restauración borbónica, que mezcla la intriga política, con amoríos, espionaje, duelos, infidelidades y otras desgracias derivadas.

Al cineasta le interesa más los sentimientos que la crónica histórica, la historia de la frívola Curra Albornoz constituía una síntesis perfecta en la que no sobraban los momentos apasionados, el suspense y los grandes bailes; todo estaba mediatizado por la coartada cultural que suponía su origen literario y que rezumaba una religiosa moraleja. De ahí que al principio de la película se cite a Hamlet en su frase "Hay algo en Dinamarca que huele a podrido". Técnicamente el cineasta exhibe un virtuosismo deslumbrante en la puesta en escena, planos generales y “travellings” de exquisita elegancia, una película de una calidad asombrosa que incluye hasta una jovencísima Sara Montiel.
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8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
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