Return of the Secaucus Seven (1979)

“Return of the Secaucus Seven” es el debut en la dirección de John Sayles, que dicho sea de paso Quentin Tarantino hace referencia de ella en su libro “Meditaciones de cine” (Reservoir Books) y también era mencionada en la prestigiosa serie de televisión “La historia del cine: Una odisea”, de Mark Cousins.

Parece que hubiese, al cabo de las décadas, una especie de reivindicación. Pero la verdad es que, aunque nunca se estrenó en varios países incluido España, cómo no, resultó ser todo un éxito del cine independiente en Estados Unidos. Peligró mucho su posible distribución y, por total sorpresa, se convirtió en una película ensalzada por la crítica con una buena afluencia de público. Tanto fue así, que muchos llegaron a pensar que podía haber accedido como mejor film en la edición de los Oscars de 1980 entre otras categorías, lo cual le hubiera facilitado su estreno en muchos países, pero no fue así. Incluso la nominación a mejor guion original parecía que era segura, ya que fue galardonada por los críticos de Los Ángeles ese año o por el sindicato de guionistas, pero la Academia prefirió, en su época más hortera, nominar “La recluta Benjamin”.

Y es curioso, porque el guion de “Return of the Secaucus Seven” sirvió de referencia para muchos guiones que después se llevaron al cine, como por ejemplo la destacable “Reencuentro”, de Lawrence Kasdan que contaba con un reparto “no muy conocido” y que gracias al éxito del film, todos llegaron a ser muy famosos, incluso al que nunca se le llega a ver la cara en una decisión de última hora, (Kevin Costner) y que Kasdan prometió que le volvería a llamar para un protagonista, cosa que cumplió.

Kasdan parece que copió su fórmula y sí consiguió que “Reencuentro” fuera nominada a mejor película y guion, además de dar a Glenn Close otra nominación como actriz de reparto y catapultarla definitivamente al estrellato.
A mí Kasdan me gusta, a muchos de sus films les guardo cariño y creo que él es un estupendo guionista. No voy a cambiar de parecer a estas alturas no por obstinación, sino porque realmente se lo merece, pero no puedo dejar de experimentar una cierta decepción al ver de dónde salió su “inspiración” con “Reencuentro”. Algo me parecido me ha ocurrido recientemente al descubrir “Les lèvres rouges”, de Harry Kümel y compararla con “El ansia” de Tony Scott, que por cierto parece ser que Sayles anduvo también en ese guion aunque sin acreditar, como en muchas otras producciones comerciales.

Y es que al igual que en el film de Kasdan, aquí Sayles (que además se reserva un pequeño papel) cuenta con un buen reparto coral, en el que cuesta reconocer a uno de los más famosos, David Strathairn. Todos cuentan con unos ajustados papeles y desprenden gran comodidad al desempeñarlos, incluso algunos de ellos están muy implicados en el proyecto, cumpliendo, como buen film “indi” con otros cometidos, como la actriz Maggie Renzi, que desde entonces formó pareja con Sayles y lo compaginó con la producción.

Y es que Sayles, aunque entró en el cine de la mano de Roger Corman como guionista a prueba de bomba, ya que disfrutaba de buena reputación como novelista y trabajó en muchos films puliendo sus guiones, aunque varios films sin acreditar. Pero en su faceta de director y guionista resultó ser un gran tipo. No por su altura de casi dos metros, sino por la integridad y honestidad intachable de sus proyectos, llegando a rodar en 16mm para luego pasarlo a 35mm, o filmar con presupuestos bajísimos proyectos que difícilmente podían llevarse a cabo. De ahí que fuera agradecido con sus actores, con los cuales a veces establecía amistad y él volviera a trabajar con ellos.

Pero no todo son aciertos, de acuerdo. Sayles también es montador y en esta ocasión, en algunas secuencias, el resultado es abrupto, un “fallo” muy común al ser primerizo y que luego pulió brillantemente. También el ritmo hay momentos en que se le va, pero rápidamente lo vuelve a retomar.

En fin, buena película independiente, de espíritu libre y que en el spoiler explicaremos donde sobre todo se puede comprobar.

Sayles, autor poco conocido en España por desgracia, aunque haya sido nominado al “Oscar” un par de veces como guionista. Merecería una revisión de sus títulos, sea en filmotecas o en su defecto, que alguna plataforma se anime a poner disponibles todas sus películas. Yo al menos lo agradecería.

178/30(21/06/23) Film que promete más de lo que consigue, muy anclada en su tiempo esta producción notoriamente indie, hay que ver la en el contexto de finales de la década de los 70 en USA, nación que acababa de poner fin a la guerra que agrietó a la sociedad como fue la de Vietnam, un país sin referentes morales, y en este marco se da la reunión de estos amigos ya mayores de la universidad, donde fueron contestatarios, y ahora en la treintena de edad se encuentran en la encrucijada de sus vidas. Pero lo que presagiaba una comedia dramática con potencial, se queda a medio camino, exponiendo a unos personajes realmente poco interesantes, en medio de conversaciones la mayoría poco estimulantes, se me hace estar en plan voyeur forzado de unas existencias poco atractivas de seguir. Escrita y dirigida por John Sayles en su debut (tras de escribir guiones para Roger Corman, siendo protagonizada por desconocidos, Bruce MacDonald, Maggie Renzi, Adam LeFevr, Maggie Cousineau, Gordon Clapp, Jean Passanante, y David Strathairn, solo este último ha tenido una carrera prolífica destacable, resto la nada. Se nota no eran actores profesionales, parecen estar leyendo el guion mientras hablan, les falta expresividad, espontaneidad, frescura, parecen erigidos en sus roles. Cuenta la historia de 7 amigos que pasan un fin de semana juntos en New Hampshire, finde se ve empañado por la ruptura de una relación entre dos de los amigos, esto provoca un efecto dominó en el grupo y trae viejos deseos y problemas.

Los profesores Mike Donnelly (MacDonald) y Katie Sipriano (Renzi) se preparan para organizar una reunión de sus viejos amigos activistas universitarios en su casa rural de New Hampshire; Frances (Cousineau), ahora en la escuela de medicina, conduce con su antiguo novio, el aspirante a cantante de folk JT (LeFevre), a quien encontró haciendo autostop para llegar a la reunión, un perdedor en busca de financiador de su futuro en Los Ángeles; Irene (Passanante), redactora de discursos de un senador demócrata de EE. UU.; llega con su novio conservador, Chip (Clapp), no asistió a la universidad con los demás, tipo conservador; Maura (Trott) aspirante a actriz dice que ella y Jeff (Arnott) ya no son pareja, lo que sorprende a los demás y provoca una primera noche algo incómoda. Jeff se dedica a ser consejero de los que quieren quitarse de las drogas; En el pueblo se reencuentran con Ron (Strathairn), antiguo compañero de universidad que no ha salido del pueblo, allí trabaja en la gasolinera.

Esta es uno de esas historias en las que no pasa nada importante (ejemplo notorio de esto es la singular “Slacker” de 1990 de Richard Linklater), y lo peor es que se nota, esta sensación se evita aportando diálogos ingeniosos, humor chispeante, y personajes con los que empatizar, y nada de esto sucede aquí. Es una realización tan plana y supeditada al bajo presupuesto (60,000 $), con mucha cámara estática, con mucha charla intrascendente, mucho perroflauta jugando a querer cambiar el mundo mientras fuman porros. Todo me ha resultado reiterativo, con un tipo de humor que lo más que me ha llegado es a mueca. El fin de semana discurre entre el asombro por la ruptura de la pareja de amigos, van a teatro amateur, una noche de sexo furtivo en el comedor, un baño desnudo los hombres en el rio, ellas solo miran y no se desvisten (puritanas!), un partido de basket, una partida de cluedo, una noche en el bar local, cantan, flirtean, una noche en el calabozo (para mí, lo más divertido es como relatan su ‘curriculum’ de arrestos, también la charla que tiene sobre el ciervo), pasan cosas, pero ninguna te huinca el diente, todo me ha sido un quiero y no puedo, ponía interés, pero la peli no ponía en atraparme, y sobre todo charlan, y charlan, y me cansan. Film coral al que le reconozco su valentía, pero no me engancha.

Es un relato que se nota añejo, que pretende mostrar a unos adultos con buenas intenciones que deben decidir lo que quieren ser de mayores, aquí se nota ajada, personajes delineados con algunos aciertos y algunos defectos. Solo ofrece preguntas y ninguna respuesta, es una especie de finde semana antes de tomar decisiones, pero aquí los que más parecen divertirse son los intérpretes, más que el espectador. A Sayles le faltan ideas para hacer de su relato algo trascendente, le falta a los personajes para que me importe lo que les pase, la tensión o intensidad ni está ni se le espera. Acaba y me he quedado vacío.

El título: Siete amigos, durante sus días de universidad en la década de 1960, condujeron un automóvil desde Boston con marihuana en el maletero y fueron arrestados en Secaucus-Nueva Jersey, camino a una protesta por la paz en 1970 en el Pentágono de Washington DC.

Se pensó que la imagen inspiró The Big Chill (1983), película más conocida con una historia similar. El escritor y director Lawrence Kasdan ha negado haber visto “Return of the Secaucus 7” antes de trabajar en “The Big Chill” (1993), no me lo creo), también es notoriamente influencia para el film británico de Kenneth Branagh “Peter’s Friends” (1992). En 1997, la película fue añadida al Registro Nacional de Cine de la Biblioteca del Congreso por sus méritos históricos.

Film que pretende mucho más de lo que consigue. Gloria Ucrania!!!