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El vuelo (Flight)
El vuelo (Flight) (2012)
  • 6,6
    36.072
  • Estados Unidos Robert Zemeckis
  • Denzel Washington, Kelly Reilly, Don Cheadle ...
7
Lástima del final
Después de varios años embarcados en proyectos de animación, el realizador Robert Zemeckis nos ofrece un film "convencional", es decir, con actores reales. En esta ocasión el film gira alrededor de Whip Whitaker (Denzel Washington) un veterano piloto quien pese a que es capaz de salvar a la mayoría de pasajeros de un avión averiado, su problema con el alcohol y otras drogas corre el riesgo de salir a la luz.

El realizador plantea todo el film alrededor del accidente aéreo y siguiendo los pasos de Whitaker. El prólogo es ejemplar, mostrando al protagonista en la habitación de un hotel con una cámara fija. Sólo con unos breves minutos ya lo ha situado ante el espectador. Posteriormente, nos muestra la secuencia completa del vuelo y su incidente, desde dentro del avión, tal y como lo viven no sólo el piloto, sino el copiloto, las azafatas, pasajeros, etc. Curiosamente, Zemeckis confía tanto en el material que tiene entre manos que muestra una de las mejores secuencias casi al principio, que es el accidente y cómo las maniobras de Whip consiguen evitar un desastre, que por cierto son excelentes.

A partir de aquí comienza otra película, que es la carrera por parte de su protagonista para evitar que salgan a la luz sus problemas con el alcohol mientras se esfuerza por apartarse de él, negando rotundamente que tiene un problema. Queda claro que se trata de un film de corte dramático, pero no es una de esas historias autocomplacientes. Zemeckis trata de mostrar la evolución del protagonista desde el accidente hasta la catarsis final, que viene a ser la asunción que tiene un problema y necesita ayuda. Por el camino van quedando personas como la heroinómana (Kelly Reilly), su abogado (Don Cheadle) y un antiguo compañero de armas (Bruce Greenwood). Es interesante como el retrato de un alcohólico incapaz de rehabilitarse, dispuesto a mentir y obligar a sus compañeros a hacerlo para salvar su trasero, acabe ganándose al espectador. Buena parte de culpa la tiene la medida interpretación de Washington, mostrando a un personaje real, sin excesos. También es inteligente por parte de realizador el mostrar a su personaje bebiendo pero nunca totalmente borracho, sino que más bien lo que vemos son las consecuencias.

Lamentablemente los últimos minutos del film acaban malogrando lo que hasta entonces era un excelente film, capaz de mostrar la hipocresía y la bajeza moral de una persona (que podría perfectamente representar al norteamericano tipo), sin que sintamos repulsión, sino más bien compasión por él. De alguna forma, durante buena parte del film Zemeckis nos muestra el descenso a los infiernos del “american way of life”. Pero el giro que toman los acontecimientos, rompen totalmente el tono general de la historia, y se acaba antojando como un postizo difícil de creer. Lo mismo que la última escena. Esa moralina que en sus últimos fotogramas parece desbordarse sobre el espectador era justamente contra lo que luchaba la historia que nos cuenta el realizador. En todo caso, Zemeckis nos demuestra que sigue conociendo su oficio y seguramente conseguirá que sigamos hablando de él y de sus películas.
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Django desencadenado
Django desencadenado (2012)
  • 7,9
    118.582
  • Estados Unidos Quentin Tarantino
  • Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio ...
8
El spaguetti western según Tarantino
Aunque no ha sido excesivamente prolífico, la trayectoria del realizador Quentin Tarantino es lo suficientemente larga como para que, visto en perspectiva, veamos que película a película ha ido repasando sus géneros favoritos, desde el género negro (con sus dos primeras películas), la blaixpotation, pasando por los antiguos programas dobles, y siguiendo con el cine de artes marciales y el género bélico, para acabar con el spaguetti-Western (que cada uno le ponga el título donde corresponda), su última entrega hasta la fecha.

Para los que le lleven siguiendo desde el principio, esta nueva película no les defraudará en absoluto. Quizás salgan algo más decepcionados quienes esperen ver una rememoración de aquéllos spaguetti-westerns que se hacían en el desierto de Almería. Algo hay de eso, pero como es habitual en él, Tarantino se sirve de múltiples referencias perfectamente reconocibles (tanto en los nombres como en las bandas sonoras) para mezclarlos convenientemente y ofrecernos algo con aspecto totalmente diferente. Ese ha sido siempre el gran mérito del realizador. Y lo mejor de todo es que no engaña a nadie. Desde el principio ya nos damos cuenta que lo que ofrece Tarantino no es un típico "spaguetti-western", ni las referencias a Corbucci se limitan a su emblemático film "Django". Hay también algo de Leone, como no, y otros realizadores de la época. Como siempre, un juego interesante en las películas de Tarantino es descubrir sus referencias en una segunda (o tercera lectura).

El realizador imita la fotografía, ciertos paisajes y los zooms de cámara típicos de este tipo de films a la perfección, y los dota de su particular verborrea. Nunca se ha hablado tanto en un "spaguetti-Western". A pesar de lo cual, la trama se sigue con interés. No en vano se trata de un sinuoso camino de la venganza que inicia el esclavo Django (Jaimie Foxx) con la ayuda del cazarrecompensas doctor Shultz (Christoph Waltz), en busca de su mujer, que les lleva por un buen puñado de escenarios del profundo y esclavista Sur. Un camino sembrado de cadáveres y es que la violencia mostrada por Tarantino en este film se aproxima en muchas ocasiones al gore.

Pese a que el resultado final es más que aceptable, queda la sensación que no acaba de ser redonda del todo. Quizás la excesiva duración de la cinta (185 minutos) ayuda a ello. Da la impresión que el realizador se recrea en exceso en la mayoría de escenas y pese a la presencia de Leonardo DiCaprio, Samuel L. Jackson (estupendos los dos) y los cameos de Don Johnson, Jonah Hill e incluso del propio Franco Nero, el ritmo del film es algo irregular. Eso no quita para que Tarantino sea capaz de ofrecernos secuencias magistrales con un excelente sentido del movimiento de cámara, de la puesta en escena y de la dirección de actores, en las que la tensión va subiendo escalón a escalón, simplemente con unos personajes sentados y conversando aparentemente de forma amistosa. Por otro lado, la presencia de Christoph Waltz que se come prácticamente a todos los que le rodean en escena (en especial a Foxx), le ayuda a subir muchos enteros.

En resúmen un nuevo film de Tarantino que sigue las pautas de anteriores films, que incluso recuerda a la controvertida "Kill Bill" pero sin distorsiones temporales, y que sigue demostrando que el cine de Tarantino no deja indiferente a nadie.
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El enigma del cuervo
El enigma del cuervo (2012)
  • 5,6
    6.769
  • Estados Unidos James McTeigue
  • John Cusack, Alice Eve, Luke Evans ...
6
Las aventuras de Alla
El cineasta John McTeigue es el firmante de este que film que de la mano de los guionistas Ben Livingston y Hannah Shakespeare fabulan sobre el misterio de la muerte de Edgar Allan Poe, encontrado en extrañas circunstancias delirando y muriendo a los pocos días.

John Cusack se mete en la piel del escritor para narrarnos la caza de un perverso asesino que ha tomado como modelo las obras de Poe, que le obliga a dejar de vagar por las tabernas del Baltimore de mediados del siglo XIX, para localizar al misterioso tipo que no sólo sitúa al escritor en el punto de mira de la policía, sino que también ataca lo que más quiere.

El film, pese a que está lleno de referencias a la obra de Poe (desde el "Péndulo de la muerte" a los crímenes de la calle Morgue, pasando por el "Tonel de amontillado" o "Enterrados vivos", sin olvidar su poema "El cuervo"), realmente apenas aporta nada a la personalidad del escritor. Al final del film acabamos sabiendo lo mismo que al principio: que escribió estupendos relatos de intriga y terror. A medida que avanza el metraje, la figura de Poe parece más un "mcguffin" que no un personaje sobre el que gire la trama. Se acaba concediendo más terreno al enigma de averiguar la identidad del asesino con lo que el resto de elementos simplemente tiene un caracter utilitario.

Los responsables del film han optado por elaborar un "thriller", con "serial killer" de por medio y con tintes góticos que no puede evitar las comparaciones con "Seven" (por decir un ejemplo representativo). Y lo peor es que la comparación deja muy malparado el resultado final de la película. Es cierto que el diseño de producción es excelente, reconstruyendo una ciudad del siglo XIX, e incluso se nota un especial cuidado en la puesta en escena de determinadas secuencias. Pero todo este envoltorio efectista, no puede cubrir un fondo prácticamente hueco, que se limita a una trama detectivesca con sorpresa final. Pese a la esforzada interpretación de John Cusack (sin que en ningún momento veamos a Poe a través de él), secundado de forma eficiente por Luke Evas, Brendan Gleeson o Alice Eve, la verdad es que para cuando se descubre al asesino o ya lo habíamos intuido o ya nos habíamos desconectado.

Personalmente el film hubiera sido más interesante si se hubiera acercado más a la persona, que no a utilizarlo como excusa de un argumento sacado de una mezcla de sus relatos. Es decir, que la búsqueda del asesino sirviera de excusa para mostrar la personalidad del escritor y no al revés. Si al menos sirve para que más gente descubra su obra, al menos la película habrá merecido la pena.
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Somewhere
Somewhere (2010)
  • 5,7
    10.984
  • Estados Unidos Sofia Coppola
  • Stephen Dorff, Elle Fanning, Chris Pontius ...
7
Lost in the life
Hace ya tiempo que la carrera de Sofia Coppola se está valorando por sí misma y por el hecho de ser hija de quien es. Pese a que sus producciones se hacen al amparo de la productora de su padre. Y pese a que no su carrera todavía no es muy prolífica sus títulos no pasan inadvertidos (normalmente para bien) pese a que la mayoría de ellos se realizan en la línea del cine "indie", o por lo menos alejados de grandes campañas promocionales.

En esta ocasión, Sofia Coppola sigue con su cámara el itinerante día a día de Johnny Marco (Stephen Dorff) una estrella del cine. Pero lo de seguir con la cámara es prácticamente literal. Durante algo más de 90 minutos asistimos a diversos episodios de la vida de Marco, una vida no tan glamourosa como podamos pensar, y también nos descubre aspectos de su vida más personal, como sus esporádicas relaciones sexuales, o, y mucho más importante la relación con su hija, con la que pasa unos días antes que ésta se vaya a un campamento.

Con una producción muy simple que combina secuencias en exteriores rodadas cámara al hombro y un buen número de habitaciones de hotel la realizadora transmite un gran realismo a través de sus imágenes, y pese a que el protagonista es Marco (estupendo Dorff), en realidad el tema central del film es la relación con su hija de 11 años, quien le acompaña por su itinerante vida durante unas semanas. En muchos momentos, el film nos recuerda a uno de sus éxitos más sonados ("Lost in traslation"), en el sentido en que los personajes parecen ir algo perdidos, como la deriva y hay una clara incomunicación, entre ellos y entre el resto del mundo. Aunque es en este film donde la realizadora parece mostrar con más claridad que en otras ocasiones una relación paterno-filial que bien podría ser un reflejo de la relación que tiene con su propio padre. No en vano, temas como la soledad, cierta tendencia a la deriva o la incomunicación son bastante recurrentes en su obra.

De hecho, así es como podríamos definir la vida de Johnny Marco: una deriva permanente, entre habitaciones de hotel, interpretaciones, actos promocionales y relaciones sexuales esporádicas, y con una relación sentimental rona. Una especie de huida hacia delante sin un destino fijo que la realizadora muestra de forma ejemplar en los último minutos del film. En medio de esa deriva, se encuentra con su hija, a punto de entrar en la adolescencia y que se siente tan perdida como su padre, sin ser capaz de transmitirlo. No llega a existir una relación especialmente abierta entre padre e hija, pese a ser evidente que se quieren. La secuencia en la que ambos están tomando el sol en una piscina mientras la cámara se va alejando lentamente explica sin palabras la relación entre ambos: comparten un instante de tranquilidad en silencio.

El film puede hacerse tedioso en algunos pasajes, sobre todo por la distancia con que Sofia Coppola filma las andanzas de Johnny Marco. Es su forma de expresar la deriva y la soledad sin palabras, renunciando a interiorizar en los personajes y haciendo que el espectador participe de alguna forma en lo que está viendo.
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Mañana, cuando la guerra empiece
Mañana, cuando la guerra empiece (2010)
  • 4,4
    3.184
  • Australia Stuart Beattie
  • Rachel Hurd-Wood, Phoebe Tonkin, Caitlin Stasey ...
4
Un piloto de una serie para adolescentes
Película de producción australiana dirigida por Stuart Beattie, tambien autor del guión basado en la obra de John Marsden, el cual fabula sobre una posible invasión en Australia mientras un grupo de jóvenes está de acampada. Curiosamente, pese a declarar sus orígenes, la mayoría de espectadores con cierta edad pensarán en "Amanecer rojo", del año 1989 y dirigida por John Milius. Y el film de Beattie no consigue sustraerse en ningún momento de la sombra de esta obra norteamericana.

Lo cierto es que ambas películas tienen descaradamente identificado su "target" en el público adolescente, sus protagonistas representan esa edad en una muestra de posibles valores jóvenes anglo-australianos (Rachel Hurd-Wood, Phoebe Tonkin, Caitlin Stasey, Lincoln Lewis, Masa Yamaguchi, Deniz Akdeniz, Ashleigh Cummings, Chris Pang....) como lo fueron los protagonistas de "Amanecer..." (Patrick Swayze, Charlie Sheen, Lea Thompson), y la diferencia más evidente es que la nómina femenina no sólo es más equilibrada, sino que además llevan la voz cantante del grupo, demostrando cuanto han cambiado los tiempos. Por otro lado, el film de Beattie está prácticamente desprovisto de cualquier actitud patriotera de andar por casa.

Por lo demás, pese a sus esfuerzos por mostrar como un grupo de adolescentes pasan en un sólo día de pensar en disfrutar de la vida a luchar por su supervivencia, el de Beattie naufraga totalmente debido sobre todo a un retrato simplista y esquemático de los personajes, en los que claramente tira de cliché para representar un amplio abanico de personalidades (desde la reina de la fiesta a la inteligente, pasando por el guaperas y terminando en el "Macho man") tratadas sin la debida profundidad.

Pero no sólo eso. Además hay que decir que la mayor parte de las situaciones son muy poco creíbles. Y no me refiero al hecho que invadan Australia. Aún aceptándo eso como premisa ineludible, es muy difícil creerse que unos jóvenes despreocupados, se conviertan casi de la noche a la mañana en el azote de un ejército aparentemente organizado y profesional. Digo aparentemente, porque muchas de sus acciones contradicen la afirmación anterior. Lo cual hace que desconectemos a medida que avanza la acción.

La impresión general es que se trataba de un piloto de serie televisiva que al final se decidió llevar a la gran pantalla, quizás para ganar futuros seguidores ansiosos de seguir las aventuras del grupo. Sólo así se explica que Beattie deje el final de una forma tan abierta, ya que si lo que pretendía era iniciar una saga cinematográfica..... mejor que se busque otra historia.
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Ira de Titanes
Ira de Titanes (2012)
  • 4,6
    14.879
  • Estados Unidos Jonathan Liebesman
  • Sam Worthington, Liam Neeson, Ralph Fiennes ...
5
Donde están los titanes?
Se puede entender que tras un éxito comercial los responsables traten de aprovechar para hacer una segunda parte (y una tercera). Lo que es más discutible es ofrecer una segunda parte cuando la primera sin llegar a ser un fracaso, tampoco es que quedara grabada en las retinas de los espectadores. Y desde luego si algo quedó no fue gracias a un apresurado 3-D de andar por casa. Pero parece eso no ha desanimado a los productores de "Furia de titanes", que, de la mano de un nuevo director, Jonathan Liebesman, nos ofrecen la segunda entrega de las andanzas de Perseo.

No se puede negar que esta segunda parte es mucho mejor que la primera. Parece que incluso se han destinado más medios, por lo que técnicamente podemos decir que es una película conseguida. Hasta se ha hecho un mayor esfuerzo para mejorar el 3-D de la primera entrega. En general el film es mucho más ambicioso, con un Perseo (de nuevo interpretado por Sam Worthington) que tendrá que hacer frente a la conspiración de su hermanastro Ares (Edgar Ramirez) y su tio Hades (Ralph Fiennes), contra su padre Zeus (Liam Neeson). Para ello contara con la ayuda de Andrómeda ( XXX que aporta el único toque femenino del film), Agenor (Toby Kebbell), hijo de Poseidon y de Hefesto ( Bill Nighy aportando cierto toque cómico). El film puede verse como una sucesión de acontecimientos épicos en los que el espectador apenas tiene tiempo para tomar aire. La acción domina este film por encima de todo lo demás.

Pero eso no es necesariamente bueno. Al estar todo el film supeditado a la acción, Liebesman descuida (no sabemos si de forma voluntaria o no) algo tan importante como el argumento. La plantilla de dioses del Olimpo ha quedado reducida drásticamente sin que sepamos el motivo (quizás los efectos especiales no dejaron suficiente presupuesto para algún secundario de lujo), luego los dioses envejecen, rejuvenecen o mueren sin que tampoco tengamos demasiada explicación, lo que sucede en el Tártaro con Cronos..... mejor no preguntar. Y ya no hablemos de las relaciones entre Perseo y Andrómeda.

Al final sólo queda una acumulación de situaciones, una encima de la otra sin preocuparse demasiado en mantener una coherencia interna. No se trata tanto de un purismo con los Dioses, ya que en el cine se pueden tolerar las licencias. La cuestión es que tenga algún sentido, o, por lo menos algún trasfondo. Unos Dioses relegados por unos humanos que buscan su propio camino no hubiera estado mal. O asumir el fin de una era de mitos y leyendas sustituida por otra más realista (como tan bien hizo Boorman con la gran "Excalibur"). Pero el hecho que todo el envoltorio esté totalmente hueco no ayuda para nada al resto, por muchos escenarios exóticos donde suceda la trama o por mucha acción que haya. Afortunadamente, su metraje es de 96 minutos lo justo para que no empecemos a bostezar y a mirar el reloj. Con eso está dicho todo.
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La senda tentadora
La senda tentadora (1948)
  • 7,0
    391
  • Estados Unidos André De Toth
  • Dick Powell, Lizabeth Scott, Jane Wyatt ...
7
Una joya a descubrir
André de Toth es el realizador y coguionista de este modesto film que podemos circunscribir sin claramente dentro del género negro, y pese a ser un film de los llamados de "serie B", contiene ciertos matices que lo hacen valorable en sí mismo.

John Forbes (Dick Powell) es un agente de seguros que viene a representar el "american way of life": casado, con hijos vive en una apacible urbanización alejada de la urbe, y tiene un trabajo que le permite mantener ese estado de vida. Sin embargo, Forbes siente que su vida se ha convertido en una aburrida rutina. Así es presentado durante los primeros cinco minutos del metraje. Así, cuando conoce a Mona Stevens (Lizabeth Scott) una atractiva mujer cuya anterior pareja acabó en la cárcel por endeudarse en exceso para hacerle costosísimos regalos, sin pretenderlo ella, Forbes cae prendido puesto que ve en ella una salida a la monotonía en que se ha convertido su vida. El pero no son tanto los remordimientos, sino la presencia de un tercero, McDonal (Raymond Burr) un detective privado de métodos expeditivos que se ha obsesionado con Mona.

En film está planteado de forma que todas las acciones giran alrededor del personaje de Mona Stevens, pese a que el protagonista es Forbes. El detonante de todo son los regalos que Forbes debe recuperar porque su pareja, Bill Smiley (Byron Barr), se endeudó en exceso. Así acaban conociéndola McDonald y Forbes y ambos acaban prendados de ella. Mona Stevens es sin duda la "mujer fatal" del cine negro. Y ello sin proponérselo, ya que se ve arrastrada por las circunstancias, y por McDonald, el cual obsesionado con ella, maniobra para quitarse de en medio a quien considera un competidor, Forbes. Para ello recurrirá a cualquier método a su alcance, lo que acaba provocando una espiral de violencia de consecuencias trágicas.

En poco menos de 90 minutos el realizador teje una tupida red en la que se entremezclan el amor, el deseo, la obsesión, pero también la mentira y la traición. Todo ello tratado de forma muy ambigua. Es el caso de Forbes (excelentemente interpretado por Powell), el cual comete un desliz y vuelve al redil aunque no sabemos si porque se siente culpable o por la amenazante presencia de McDonald, o simplemente por miedo. En el fondo se trata de un personaje que se muestra siempre atado. Al principio a una vida monótona, luego por una mentira a la que se tiene que agarrar para no poner en peligro su matrimonio. O también es el caso de Mona (muy convincente Lizabeth Scott), aunque en su caso de forma involuntaria, ya que desconoce que Forbes está casado, y posteriormente tampoco es capaz de evitar las maquinaciones de McDonald cuya obsesión le lleva a retorcidas conspiraciones.

Lamentablemente, "Pitfall" es un film que ha quedado relegado a la sombra de otras obras. Pero es precisamente en las sombras donde mejor se disfruta esta pequeña gran obra cuya resolución es curiosamente realista.
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One Day (Siempre el mismo día)
One Day (Siempre el mismo día) (2011)
  • 6,3
    16.210
  • Estados Unidos Lone Scherfig
  • Anne Hathaway, Jim Sturgess, Patricia Clarkson ...
7
Años perdidos
Desde un punto de partida nada original para ser una comedia romántica ("chico encuentra chica...."), la realizadora de origen danés Lone Scherfig nos ofrece una historia que al menos intenta ser original y busca otros caminos en un genero tan trillado como agotado, de la mano del escritor David Nicholls, también guionista de la función.

El film repasa la relación de encuentros y desencuentros que se producen entre Emma (Anne Hathaway) y Dexter (Jim Sturgess), durante prácticamente dos décadas, desde que son estudiantes. Pero dicha relación es diseccionada en base a un único día del año: el 15 de Julio. Es decir, que nos vamos asomando a las vidas de ambos personajes a base de saltar de año en año pero siempre la misma fecha. De esta forma, a base de elipsis, vamos viendo la evolución de Emma y Dexter, dos personas hasta cierto punto antagónicas, a las que la huella del primer encuentro les ha unido más de lo que quisieran reconocer.

Sherfig aprovecha la historia de Nicholls para ofrecernos un film que sin abandonar del todo cierta retirada cómica se va adentrando más y más en el drama. Es de alabar no sólo la voluntad de ser original, y el esfuerzo de condensar una relación tan larga en un puñado de microhistorias que tienen lugar siempre el mismo día del año, ofreciendo un tratamiento adulto y cierta retirada realista, huyendo del glamour habitual de este tipo de producciones. Mientras van pasando los años, vamos viendo como se van sucediendo sus sueños, sus relaciones fracasadas, sus frustaciones, y es que al espectador más maduro no le resultará difícil no identificarse con algunos pasajes del film. A fin de cuentas, la trayectoria de cada persona está trufada de experiencias diversas, unas positivas, otras no tanto, y también de personas que vamos conociendo, cuya importancia en la vida de cada uno puede fluctuar, algunas nos acompañan un trecho, otras se quedan por camino, otras aparecen y desaparecen, y todas ellas juntas suman lo que solemos llamar vida. Quizás por este motivo, no sea casualidad que la resolución de los protagonistas tenga lugar pasadas un par de décadas y nos deje un cierto sabor agridulce.

Sin duda, es Anne Hathaway la que se acaba erigiendo como el principal protagonista del film. Jim Sturgess no consigue estar a su altura y este es uno de los motivos del desequilibrio del film. Otro puede ser la irregularidad de las elipsis que acaban funcionando más por acumulación de acontecimientos que por micro-historias con entidad propia. Finalmente la necesidad de explicar una relación tan larga nos lleva a un film con un metraje excesivamente alargado y tras un inicio que se nos antoja ágil, la segunda mitad del film se nos acaba haciendo un tanto larga y pesada.

En cualquier caso, hay que valorar una propuesta inteligente, adulta y con cierto riesgo en la que Anne Hathaway brilla con luz propia. Seguramente se trata de un film que ganará con el tiempo.
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El exótico Hotel Marigold
El exótico Hotel Marigold (2011)
  • 6,2
    12.238
  • Reino Unido John Madden
  • Judi Dench, Bill Nighy, Maggie Smith ...
6
Geríatrico hindú
El realizador John Madden reune a un puñado de veteranos actores británicos en un film de tono agridulce ambientado en la India, y que cuenta en sus filas con el actor revelación de "Slumdog Millionaire".

La trama no es más que una excusa argumental para que un puñado de jubilidos británicos acaban atraídos por la propaganda de una web india que promete un paraíso que una vez llegados al destino no lo es tanto. La anécdota empieza con las motivaciones de los personajes para buscar fuera de su país un retiro más acomodado y en la práctica termina cuando se personan en lo que debería ser un palacio hindú. Pese a que Madden trata de contarnos los hechos en clave cómica, a medida que avanza el metraje las sonrisas van escaseando, hasta que asistimos a su conclusión en medio de cierta indiferencia generalizada.

Por el camino, lo más interesante de largo es la composición de los personajes interpretados por Tom Wilkinson, Judi Dench, Maggie Smith y Bill Nighy. De hecho, son prácticamente los únicos que tienen un papel en condiciones mientras que el resto del reparto (Celia Imrie, Penelope Wilton, Ronald Pickup o Diana Hardcastle) apenas tiene entididad más allá de unas breves y esporádicas apariciones por la pantalla.

Madden podría hablar, aunque fuera en tono cómico, de lo complicado de la jubilación para los que viven en los países llamados "desarrollados", o como tras una larga vida de trabajo, parece que todas las instituciones del país tratan por todos los medios de quitárselos de encima a cualquier precio. Aunque eso incluya instruir gratis a las generaciones más jóvenes del país de destino. Madden hace más de un apunte en este sentido, y seguramente hubiera funcionado bastante mejor tirando del irónico humor inglés. Pero la verdad es que no parece que pretenda más que hacer una simple pincelada, puesto que la mitad del reparto no se dedica a actividades tan productivas como sus "primeros espadas". Lo cierto, es que simplemente se encomienda al buen hacer de sus actores habituales dejando que sean ellos los que terminen de componer un fresco ciertamente exótico, que podría tener diversas lecturas pero que a la hora de la verdad el contenido está hueco del todo en aras de fabricar una amable comedia que sin obviar algún tinte más dramático, tiende hacia las buenas intenciones.

En conclusión, se trata de un film que se va desinflando poco a poco y que sólo aguantan grácias a la presencia de Dench, Wilkinson, Smith y en menor medida, Nighy.
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El legado de Bourne
El legado de Bourne (2012)
  • 5,8
    28.360
  • Estados Unidos Tony Gilroy
  • Jeremy Renner, Rachel Weisz, Edward Norton ...
6
Un nuevo Bourne
Pese a que la principal fuente de ideas que eran los tres libros escritos por Robert Ludlum ya se había agotado, los responsables de la saga tenían claro que no podían dejar así como así una trilogía tan trepidante como exitosa. De esta forma, el que fuera guionista, Tony Gilroy recibió el encargo de buscar una continuación. No importaba que ya no estuviera Matt Damon, ni siquiera que no estuviera Jason Bourne. La cuestión era intentar seguir donde se había quedado el último film.

Al final, con Gilroy no sólo como guionista sino como director, y con Jeremy Renner interpretando a un sosías de Bourne, pero con nombre propio, Aaron Cross, son la carta de presentación de esta continuación que el tiempo (y la taquilla) dirán si se convertirá en saga o no. De momento, lo que queda claro es que la sombra de Bourne es ancha y alargada porque más de la mitdad de las dos horas y media de metraje se dedican a buscar una continuación más o menos coherente que legitime la presencia de otro tipo como Bourne pero que no se llama Bourne. En esta parte tienen algo más de presencia Edward Norton y Stacey Keach en el papel de altos cargos de la CIA, quienes van desgranando los acontecimientos en secretas y oscuras reuniones.

No hace falta decir que al film le cuesta mucho arrancar, tratando de despegar desde un territorio conocido para el espectador que ha devorado la primera trilogía, para seguir una trayectoria que que más que diferente se puede decir que es paralela. En el fondo, se trata de la misma caza del hombre de siempre pero con caras diferentes. Incluso se permiten repetir el esquema de introducir un personaje femenino "inocente", con la figura de Martha Shearing (Rachel Weisz). Renner cuya figura se está haciendo habitual dentro del cine de acción de los últimos años, cumple con eficacia su papel, sin complejos y evitando las comparaciones con Damon.

Aunque le cuesta arrancar, el último tramo del film recupera el ritmo trepidante de persecuciones por lugares "exóticos" del mundo, mientras Cross más que buscar su identidad trata de evitar que lo liquiden, y de paso a la doctora que le acompaña. En esta ocasión, la parte más espectacular de la acción se ha situado en Filipinas, donde no falta de nada: persecuciones en moto, coches, algo de cuerpo a cuerpo..... En ese sentido, Gilroy y el equipo de producción no muestran ningún cambio y se mantienen las coordenadas principales de la saga: acción trepidante, contundente y efectiva, alejada de artificios.

Habrá quien diga que no era necesario volver sobre lo mismo, y también habrá quien se incorpore a una posible nueva saga. Lo que sí espero que los responsables hayan tomado buena nota e intenten ser algo más originales, ya que lo que es innegable es que pese a que el film entretiene en sus apartado de acción, no aporta gran cosa nueva a lo ya visto anteriormente.
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Los lioneses
Los lioneses (2011)
  • 6,7
    4.938
  • Francia Olivier Marchal
  • Gérard Lanvin, Tchéky Karyo, Daniel Duval ...
7
Quien tiene un amigo....
Puede dar la impresión que el realizador francés Olivier Marchal ha querido dar su propia versión de la mafia francesa, a través de una adaptación bastante libre de una autobiografia de Edgar "Momon" Vidal, uno de los cabecillas de lo que se denominó "el clan de los lyoneses", especializados en violentos atracos sobre todo en los años 70. Pero Marchal huye deliveradamente de similitudes con Scorsese, Coppola o Tarantino. En realidad su espejo lo tiene en su propia casa y quizás algúna influencia italiana ("Romanzo Criminale").

En realidad la historia está organizada en un doble "flashback" justo en el momento en que un maduro "Momon" (Gérard Lanvin) se ve metido en una encrucijada. Ya alejado de la violencia de la juventud y con una vida apacible junto a su mujer se ve empujado de nuevo a volver a la acción debido a su particular código de honor, para ayudar a uno de sus mejores amigos Serge Suttel (Tchéky Karyo).

El film recorre en paralelo la vida de ambos personajes saltando alternativamente de los orígenes al presente en el que Serge está metido en un buen lío de difícil salida. La figura de "Momon" Vidal se erige prácticamente desde el principio como la más destacada de la película, grácias sobre todo a la excelente composición de Lanvin, sin desmerecer el buen hacer del siempre convincente Tchéky Karyo, y la presencia de otro veterano como Daniel Duval. Lo cierto es que la presencia de estos tipos de apariencia dura, cuya vida se puede leer en los surcos de las arrugas de sus rostros es la que hace subir muchos enteros a la historia de Marchal. Mucho más que las vivencias de juventud (interpretadas por los jóvenes Dimitri Storoge y Olivier Chantreau y Nicholas Gereau), que nos sirven para ponernos en antecedentes pero que no consiguen una entidad propia como si lo consiguen los actores maduros.

A nivel estilístico Marchal también realiza dos películas, con coloridos muy diferentes según si está narrando los hechos de los 70 o los más actuales. También hay que destacar su buena planificación a la hora de exponer las partes más violentas del film, huyendo de la espectacularidad y buscando más bien la contundencia y la efectividad que no recrearse en ella. Es cierto que la mayor parte del film retrata la vida de una banda criminal, pero Marchal la dota de cierta ambiguedad, tratando de exaltar unos valores que aunque no se dice explicitamente, sabemos que ya han pasado de moda, incluso el propio "Momon" es consciente de ello pero no puede evitarlo.

Evitando las odiosas comparaciones Marchal consigue configurar el retrato de una amistad, a la "antigua", en un ejercicio retro totalmente asumido del que sale bastante bien parado.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Amazing Spider-Man
The Amazing Spider-Man (2012)
  • 5,8
    51.155
  • Estados Unidos Marc Webb
  • Andrew Garfield, Emma Stone, Rhys Ifans ...
6
Buscando un público más joven
Tras la trilogía de Sam Raimi y el abandono del proyecto de sus dos principales protagonistas (Maguire y Dunst) a los responsables de la Marvel no les ha quedado otro remedio que reiniciar la saga. Algo que, por otro lado ya están haciendo desde que tomaron el control de las adaptaciones cinematográficas de sus cómics.
Así, bajo la batuta de Marc webb, y con las nuevas caras de Andrew Gardfield y Emma Stone, empezamos de nuevo con las aventuras del hombre araña. Lo más curioso es que el lavado de cara también ha significado un rejuvenecimiento del personaje. Si tradicionalmente Peter Parker era un joven universitario que mientras trepaba por los edificios de New York trataba de abrirse camino como fotógrafo, en esta versión, nos encontramos a un adolescente de secundaria, traumatizado por la desaparación de sus padres en extrañas circunstancias, acogido en casa de sus tíos (interpretación de Martin Sheen en el papel del tío Ben). Y aunque no supone un gran cambio, el personaje de Mary Jane es sustituido por Gwen Stacey (Emma Stone) una de las primeras novias del hombre araña.
Por el resto la estructura del film sigue los primeros episodios de la génesis del héroe sin excesivos cambios. En esta ocasión el malo será el Lagarto, quizás dejando a otros super-malos para las siguientes entregas. En realidad la parte de la acción, con el hombre araña deambulando por el "skyline" de la ciudad, sus primeros pinitos como guardian (enmascarado) de la ley, y sus peleas con el Lagarto, no aportan gran novedad pese a que se ha hecho en versión 3D. Tal vez los trajes tengan tonalidades diferentes, y los efectos digitales del 2012 no son los de hace diez años, pero no hay gran diferencia entre uno y otro. Lo único es que hay una pátina más "teen", haciendo de Parker un adolescente algo inadaptado y cierta retirada a la rebeldía, lo que irá corrigiendo poco a poco debido a las circunstancias.

Sin desmerecer las secuencias de acción, lo más interesante es la construcción de la relación de Parker con sus tios primero (sustitutos de sus padres) y posteriormente con Gwen y el padre de ésta (Denis Leary). A esto hay que añadir el proceso de maduración del protagonista, quien desde un punto de partida de un niño abandonado por sus padres va asumiendo sus responsabilidades y su lugar en el mundo. Aquí es donde realmente vemos la mano de Webb y donde se siente más cómodo, creando relaciones reales, de carne y hueso, y aderezándolas con un cierto tono cómico aunque muy mesurado.
En cuanto a personajes, Gardfield y Stone cumplen aunque hay que reconocer que no son unos papeles excesivamente exigentes. A ella le liberan de la comparación con Mary Jane, al acometer un personaje diferente, mientras que la diferencia de edad juega a favor de eludir si Tobey Maguire lo hace mejor que Gardfiel. Claro, que el hecho que Maguire sea tan inexpresivo ayuda bastante y en el apartado físico, este nuevo Spiderman parece mucho más atlético que el anterior.
Total, que quizás no era necesario empezar de cero, pero dado que ha habido una renovación total (actores, directores, etc), los responsables han aprovechado para atraerse a un público más joven que el habitual consumidor de cómics o los fanáticos de la saga.
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Venganza: Conexión Estambul
Venganza: Conexión Estambul (2012)
  • 5,4
    17.961
  • Francia Olivier Megaton
  • Liam Neeson, Maggie Grace, Luke Grimes ...
5
Repartiendo galletas por Estambul
Después de la buena acogida que tuvo la implacable búsqueda de un padre desesperado por sacar a su hija de una red de prostitución, era inevitable que Luc Besson, responsable último del film, lo rescatara para ofrecernos una segunda parte, esta vez ambientada en Estambul.

Así, Besson productor y coguionista del film, cede los mandos a un "especialista" del cine de acción, Olivier Megaton (en serio se apellida así?), volviendo a poner en escena a Bryan Mills (Liam Neeson), enfrentándose esta vez a la venganza de los parientes que liquidó en el anterior film. De esta forma, se busca una legitimación para seguir prácticamente donde quedó el film. Aunque argumentalmente, el apartado personal queda un tanto flojo, y muy forzado que la ex mujer e hija de Mills acaben en Estambul, justo al mismo tiempo que se lanzan sobre él y su familia unos airados albaneses.

De todas formas, hay que decir que en un producto de este tipo buscar coherencias argumentales, verosimilitudes y realismo es exigirle demasiado a una película que lo que busca es ofrecer un buen entretenimiento al espectador y que durante al menos hora y media se olvide de sus preocupaciones. Hay que decir que lo consigue. Besson, buen conocedor del cine de acción norteamericano, se mueve como pez en el agua con un argumento en el que tras una breve puesta en situación, va directamente al grano, sin rodeos, hasta el final del metraje, que dura exactamente lo que tiene que durar ni un minuto más ni un minuto menos. Lo suficiente para que podamos ver un buen puñado de persecuciones por las pobladas callejuelas de Estambul, tiroteos, explosiones y un amplio abanico de peleas cuerpo a cuerpo. Todo ello rodado de forma tan convincente como contundente.

Si en la primera parte se trataba de un padre en busca de su hija secuestrada, en esta segunda es un padre tratando de defender a su familia, ambas situaciones muy poco rebuscadas pero que consiguen sintonizar inmediatamente con el espectador. Además todo resulta mucho más creible si el padre tiene los amables rasgos de Liam Neeson, el cual, hay que decirlo, empieza a estar algo mayor para estos trotes. En cualquier caso, el film cumple sus objetivos siguiendo prácticamente la misma línea de la primera parte, sin quedar ni muy por encima ni muy por debajo de ésta, y en definitiva, sin aportar nada nuevo a lo ya visto en el cine de acción.
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Skyfall
Skyfall (2012)
  • 6,6
    54.338
  • Reino Unido Sam Mendes
  • Daniel Craig, Judi Dench, Javier Bardem ...
8
Bond never die
Pese al gusto de Hollywood por las secuelas, no hay ninguna saga que haya conseguido aguantar ni más ni menos que 50 años. Es cierto que ha tenido sus altibajos, pero si hay algo de lo que pueden presumir sus responsables es que pocas entregas se han recibido con indiferencia. Por no decir ninguna.

En esta ocasión es Sam Mendes el escogido para llevar el timón en un film que trata de aunar tradición y modernidad al mismo tiempo en una trama que gira mucho más alrededor de Bond que no de cualquier malvado que quiera destruir el mundo. Es curiosa la capacidad de adaptación que ha tenido la saga. Cuando se desplomó el telón de acero parecía que un agente secreto ya no tenía cabida en el nuevo orden mundial. Sin embargo, sus responsables se las han ingeniado para mantenerlo en primera línea. Daniel Craig, discutido al principio se consolida dando vida a un personaje más humano, menos glamouroso y algo más realista.

Por otro lado, Mendes ha sido el firmante de una de las películas más oscuras de la saga Bond, por no decir la más negra. La historia gira alrededor de un Bond que tiene que volver del mundo de los muertos (tras un prólogo espectacular) para evitar el desprestigio en que ha caído el M.I. 6 en general y su jefa M (Judi Dench) en particular. De hecho, las motivaciones del malo de turno, Silva (Javier Bardem), son muy personales. Es curiosa la sensación que tenemos del paso del tiempo, sobre todo en lo que se refiere a la etapa de Daniel Craig. Si en la primera película era un agente relativamente novato, en esta ocasión se le tacha de agente anticuado. Y es que Mendes ha conseguido elaborar un film en el que no sólo está plagado de guiños a la saga, algunos incluso auto-paródicos, sino que al mismo tiempo parece marcar un punto de inflexión hacia los nuevos tiempos.

Y esto lo hace cerrando un ciclo que termina en la tierra natal de Bond, como si fuera un viaje al pasado que se ve obligado a hacer debido a que los nuevos criminales pueden hacer saltar el edificio más seguro con un solo clic. Son los nuevos tiempos, en los que los métodos expeditivos de Bond deberán encontrar algún encaje que ya veremos en próximas entregas.

Uno de los aspectos que hace más interesante este film es una trama que aunque no se olvida de ofrecer al público escenas espectaculares (y que tienen muy poco de gratuitas), sino sobre todo porque profundiza en la relación entre M y Bond, a raíz de la aparición de Silva en escena. Una relación que tiene ecos de tragedia shakespeariana y que Mendes sabe contar a partir de los espacios en blancos, sin que nunca llegue a ser del todo explícita.

Por todo lo expuesto, se trata de un film muy recomendable, que hará las delicias de los fans de la saga pero que también tiene la capacidad de atraer a un público nuevo, larga vida a Bond, James Bond.
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El caballero oscuro: La leyenda renace
El caballero oscuro: La leyenda renace (2012)
  • 7,5
    100.826
  • Estados Unidos Christopher Nolan
  • Christian Bale, Anne Hathaway, Tom Hardy ...
8
Fin de la trilogia?
Tercera entrega de las aventuras del hombre murciélago según la visión de Christopher Nolan con la que parece cerrar el círculo. De hecho, no sólo sigue la línea argumental de la segunda parte sino que además recupera algún aspecto de la primera.

La acción da un salto de ocho años, tras los acontecimientos narrados en la segunda parte. Bruce Wayne (Christian Bale) vive recluido en su mansión, y con Batman fuera de la circulación, mientras las calles de Gotham parecen libres de criminales. Pero el mal nunca descansa. Primero una ladrona-gata (interpretada por Anne Hathaway) y luego, Bane (Tom Hardy) un malvado duro de pelar y con un plan tan destructivo como anarquista, harán salir de su escondrijo al hombre murciélago. El reparto lo completan caras habituales como la de Gary Oldman, Michael Caine y Morgan Freeman, más nuevas caras como las Marion Cotillard y los citados Hardy y Hathaway.

Pese a que hemos tenido que esperar varios años en total, Nolan ha completado una trilogía de gran coherencia argumental. Tanto es así que en realidad se debería considerar como un todo. Es difícil hablar de esta tercera parte sin referirse a acontecimientos de sucesos anteriores. Se ha tenido que enfrentar a diversos y bien diferentes villanos pero siempre se han mantenido las sombras que han rodeado al personaje principal. Lo que empezó como una venganza personal, en la que Wayne se sirve de Batman para desfogar su frustración por la pérdida de sus padres, se ha acabado convirtiendo en una lucha por un bien mayor. Wayne/Batman ya no pelean por motivos personales, sino que definitivamente asumen su papel de héroe y su responsabilidad para luchar contra lo que podríamos llamar "las fuerzas del mal". Ha sido una búsqueda larga y trabajosa, pero cuando por fin se encuentra a sí mismo y las motivaciones para seguir adelante, es el momento de pasar el testigo.

Visualmente, Nolan no aporta más de lo que ya nos ha enseñado en entregas anteriores, y en cuanto a la acción, mantiene prácticamente el mismo tono de las anteriores, lo que confirma que la trilogía se ha concebido como un todo, y el realizador no sucumbe al "más difícil todavía". Aunque se mantiene una coherencia interna, algunos acontecimientos, como la toma de Gotham por parte de Bean y sus posteriores acciones, tienen cierto paralelismo con movimientos como "ocupa Wall Street" o la primavera árabe. Aunque Nolan es lo suficientemente inteligente como para dejarlo en un paralelismo, puesto que su mensaje es algo más crítico con una sociedad que parece entregarse al primer "mesías" que se presenta ante ellos para "salvarles" de algo de alguien.

No hemos de perder de vista que se trata de una película comercial, destinada a romper la taquilla y hacer las delicias de los fans del super-héroe. Se agradece que revista todo eso con un envoltorio más "serio" y algo más profundo, y eso es quizás lo que le hace una película atractiva en general, pero sólo para quienes sigan enganchados tras las dos primeras partes, puesto que si no se ha seguido la historia desde el principio seguramente se desorientarán un poco.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Argo
Argo (2012)
  • 7,2
    78.456
  • Estados Unidos Ben Affleck
  • Ben Affleck, John Goodman, Alan Arkin ...
8
Rescate en Teheran
Nueva demostración del dicho aquel que dice que "la realidad siempre supera a la ficción". Porque la verdad si no nos dijeran que está basado en hechos reales, la última pelìcula de Ben Affleck podría pasar por una especie de "thriller fantástico". Y es que montar todo el tinglado que organiza el agente de la CIA Tony Mendez para intentar rescatar a 6 miembros de la embajada americana en Irán, parece más bien obra de un loco visionario, o peor, de alguien con sobredosis lisérgica.

Y sin embargo, parece ser que así fue y así nos lo cuenta Affleck quien cada vez parece más cómodo detrás de las cámaras, configurando un estilo de hacer cine que tiene muchos puntos de contacto con el de los 70, siendo sus maestros Scorsese, Coppola, Cimino y cía. Al mismo tiempo, los personajes que interpreta cada vez tienen mejores hechuras y dimensiones. El Tony Méndez que interpreta es un personaje que pasa casi inadvertido de forma voluntaria, dejando espacio a los excelentes secundarios como John Goodman o incluso evitando apropiarse en exceso de la trama. Una trama que de forma ingeniosa trata de insertar un ficción imaginaria (e infumable) dentro de otra ficción que su vez trata de representar un hecho real, un juego que funciona bastante bien, toda vez consiga que el espectador se introduzca de lleno. Dentro de esta representación real, el mérito consiste en hacer creíble un proyecto que sus propios responsables reconocen que no vale ni el papel en el que está escrito el guión. Y esta es la mágia del cine. Quizás no sea voluntaria, pero a Affleck le ha salido bastante bien, con cierta crítica incluida, puesto que al final, el mérito no se lo pueden apuntar quienes realmente participaron en la farsa.

Por otro lado, Affleck consigue enmarcar de forma excelente los acontecimientos en Irán, con una introducción simple pero que nos pone en antecedentes a todos. Por otro lado, también hay que destacar la habilidad del realizador consiguiendo despolitizar los acontecimientos. Apenas se toca la religión islámica, y aunque los miembros del gobierno del Ayatolah no aparece con connotaciones positivas precisamente, en la introducción no se deja de destacar el papel de los Estados Unidos en la imposición de un tirano, con el que luego tuvieron que cargar y que en definitiva fue el detonante del asalto a la embajada norteamericana.

Además, pese a que la historia tiene el campo abonado a un discursos que ensalzara a la gran nación de los Estados Unidos de America, Affleck huye deliveradamente del triunfalismo, limitándose a narrar los hechos ampliando el foco en los principales protagonistas, es decir, los funcionarios que intentan huir y el agente de la CIA que intenta hacerlo posible, y dejando prácticamente fuera de campo al resto. Incluso el final deja al espectador una sensación un tanto agridulce. Quizás se ha conseguido una victoria, pero no se ha ganado la guerra.

Se trata de un film sobrio, sin excesivas estridencias que emula en su fotografía y gama de colores al tipo de cine de los 70, e incluso cierto aire de semi-documental, que Affleck dirige con eficiencia, teniendo muy claro lo que quiere contar y como hacerlo. Y ello sin renunciar a la faceta comercial. Se confirma que Affleck es mejor director que actor.
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El pacto
El pacto (2011)
  • 5,2
    7.001
  • Estados Unidos Roger Donaldson
  • Nicolas Cage, Guy Pearce, January Jones ...
5
Extraños en una sala de espera
De la mano del realizador Roger Donalson (autor de "No hay salida" del 1987), nos llega una nueva entrega de la errática carrera de Nicholas Cage en la que parece aceptar compulsivamente cuantos proyectos caen en sus manos, sin seguir una línea clara. En esta ocasión interpreta a un modesto profesor, Will Gerard, cuya esposa (January Gerard) es víctima de una brutal violación. En esa tesitura aparecerá un tipo misterioso, llamado Simon (Guy Pierce), el cual se ofrece a vengar a su mujer no a cambio de una suma de dinero sino de realizar un favor cuando sea requerido para ello.

El film de Donalson pese a que contiene algún que otro acierto (como ambientar la trama en la Nueva Orleans post-Katrina, incluso su desenlace se produce en un centro comercial abandonado tras el huracan que trata de reflejar el deterioro ético y moral de una sociedad que no parece tener un futuro muy claro), no pasa por ser un "thriller" más, en el que un ciudadano normal y corriente se ve arrastrado a su pesar a una situación que parece sobrepasarle.

La venganza es un tema muy habitual en el cine, y en cierto modo este film refleja perfectamente como han cambiado los tiempos. En los 80, los ciudadanos "normales y corrientes" como los que interpretaba Charles Bronson, se echaban a la calle pistola en mano para administrar por su cuenta la justicia que parecía proteger a los criminales. 30 años después, una oscura organización que parece estar en todas partes, es la que se encarga de hacer justicia. Eso si, a cambio de algo.

Donalson nos ofrece, dentro de sus posibilidades una película sólida, de clara vocación comercial, en el que la estrella principal es Nicholas Cage, el cual al menos parece convincente en su papel. Se le podría pedir algo más de profundidad en su crítica a las fuerzas del orden y la justicia, incluso a la sensación de indefensión, o incluso a cómo afecta un hecho tan traumático en una pareja. Hasta se hubiera podido tratar algo más a fondo esa sensación de corrupción general en todo lo que nos rodea, cuyo tono acaba dando una mirada un tanto pesimista al conjunto. Pero el film llega hasta donde llega y no se le puede pedir mucho más.
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Cadena de favores
Cadena de favores (2000)
  • 6,7
    38.796
  • Estados Unidos Mimi Leder
  • Kevin Spacey, Helen Hunt, Haley Joel Osment ...
6
Haciendo el bien
La realizadora Mimi Leder nos sorprende con un film que se aleja deliberadamente del cine de acción ("The peacemaker") o de catástrofes ("Deep impact"), a través de una historia de aire mucho más intimista y cargada de buenas intenciones.

La trama gira principalmente a través de tres personajes principales, Trevor (Haley Joel Osment), un niño cuya madre Arlene (Helen Hunt) apenas tiene tiempo para educarlo entre los diversos trabajos que ejerce en Las Vegas, y cierta adicción al alcohol. Mientras que su padre, también alcohólico está ausente. Todo empieza a cambiar, cuando inspirado por el nuevo profesor, Eugene Simonet (Kevin Spacey), decide ayudar a otras personas con la condición que devuelvan el favor a otra persona. Pese a que empieza por intentar ayudar a los que le rodean, la acción del joven Trevor llegará más lejos de lo que se puede imaginar.

De hecho, gran parte de la historia es un "flashback", en el que el espectador va conociendo cada vez más detalles, mientras un periodista de Los Angeles, agraciado con uno de esos favores, va tirando de la cadena hacia atrás con la finalidad de averiguar quien lo inició.

Lo cierto es que el periodista en cuestión tampoco es que tenga que hacer un gran esfuerzo, ya que no son demasiados eslabones, lo que parece entrar en contradicción con "el movimiento" que se dice que ha creado. Esta parte está cogida con pinzas, y el hecho que algunos de los beneficiados sean un drogadicto (interpretado por Jim Cavieziel) y un delincuente, no ayuda mucho a ver los "eslabones" de la cadena como una apresurada recogida de clichés que tiene la finalidad de mostrar lo variado que es el mundo. Por este lado, el film flojea en exceso, al menos para las expectativas que genera.

Mucho más acertado es el enfoque de la relación entre Trevor y su madre Arlene y su profesor Eugene. Aquí es donde Osment pese a su corta edad brilla con luz propia mientras que Hunt y Spacey saben componer unos personajes reales que transmiten al espectador. Por motivos diferentes ambos andan perdidos, Arlene con una vida que la asfixia, ligada a un marido alcohólico que aparece y desaparece, y con continuas tentaciones de caer en el alcohol. Mientras que él, esconde un trauma lejano que esconde bajo su aspecto afable pero distante a una persona que se ha encerrado en sí misma. Trevor será el catalizador que termine cambiando sus vidas.

Por este lado el film funciona bastante bien. Sin embargo, la realizadora malogra gran parte de sus resultados al tratar de cargar las tintas con un exceso de sentimentalismo que trata de buscar con cierto giro dramático de los acontecimientos y con un final que queda totalmente artificial y poco creíble.
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Proyecto X
Proyecto X (2012)
  • 5,9
    29.972
  • Estados Unidos Nima Nourizadeh
  • Thomas Mann, Oliver Cooper, Jonathan Daniel Brown ...
6
El fiestón del siglo
Película de adolescentes, que parece querer entroncar con aquellos films emblemáticos de los 80 ("Desmadre a la americana",y sucedáneos diversos) pero que en realidad recuerda mucho más a films como "Supersalidos" o "Viaje de pirados", y es que aunque el que firma como director es Nima Nourizadeh, quien está de productor es Todd Philips responsable de los citados títulos.

Claro que la forma de exponer lo que en principio iba a ser una fiesta de cumpleaños tranquila y que se acaba convirtiendo en el "fiestón del siglo", no deja de tener ciertas similitudes con "Chronicle", puesto que todo el film está rodado con cámara subjetiva, casi a modo de documental. En cierta forma, no sólo la forma sino algunos aspectos en el tratamiento de los personajes también tienen parecidos razonables. En el film de Nourizadeh/Philips, se trata de tres adolescentes (cuatro si contamos al que lo filma todo), estudiantes de secundaria (con las hormonas disparadas), que responden perfectamente al estereotipo de "pringaos". Los responsables del film no les ahorran ninguna dosis de patetismo, no son precisamente los más populares del instituto, y sus posibilidades con el sexo opuesto están por debajo de cero, a pesar de lo cual no les priva de hacerse ilusiones con la "gran juerga" que están preparando. Claro que sus previsiones van a quedarse bien cortas.

Esta claro que a diferencia de "Chronicle" el tono es mucho más festivo y desenfadado. Sin embargo, tampoco se puede negar que deja un poso un tanto amargo, en lo que se refiere sobre todo a la mirada hacia los adolescentes de esta época, quienes no parecen tener demasiadas inquietudes excepto el disfrute inmediato (alcohol, sexo y drogas), aunque hay que decir que los adultos tampoco es que salgan excesivamente bien parados, con especial incidencia en el padre de uno de los jóvenes que no tiene demasiada buena opinión de su hijo.

Pese al tratamiento de cámara subjetiva, que intenta ser novedoso, el film no deja de ser una historia convencional de adolescentes "losers" y patéticos. Además, el uso de la cámara acaba siendo bastante tedioso, sin contar que en la mayoría de ocasiones su presencia se hace forzada, en especial en los momentos íntimos de los personajes. Y ello pese a que no se desaprovecha ninguna ocasión para darle un toque de "videoclip" que en el fondo supone traicionar los principios.
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Vera Cruz (Veracruz)
Vera Cruz (Veracruz) (1954)
  • 6,9
    6.942
  • Estados Unidos Robert Aldrich
  • Gary Cooper, Burt Lancaster, Denise Darcel ...
9
Un truhan y un señor
Western que firma Robert Aldrich ambientado en plena revolución mexicana. Aunque más bien el conflicto es un telón de fondo que sirve para enmarcara dos personajes bien diferenciados como son Benjamin Trane (Gary Cooper), un antiguo oficial sudista que parece vagar sin rumbo, y Joe Erin (Burt Lancaster) un pistolero que trata de sacar partido de la situación mexicana. Todo el film pivota alrededor de estos dos personajes, que pese a que aparentemente no tienen gran cosa en común, no son muy diferentes el uno del otro y aunque sabemos que acabaran enfrentándose, los acontecimientos parecen unirles más que separarles.

Aldrich sabe dotar de la necesaria ambigüedad a ambos personajes. Por un lado, el desencantado Trane, derrotado en una guerra, trata de dejar atrás su idealismo con sus acciones, pero sabemos que en el fondo no es un sinvergüenza como Erin. Eso si, un sinvergüenza simpático, que es capaz de esbozar una sonrisa incluso cuando Trane se la juega, pero con la misma sonrisa puede apretar el gatillo a sangre fría. Incluso la elección de las mujeres tiene un punto paradójico: mientras que Erin se siente atraído por los modales fríos y distantes de la condesa Duvarre (Denise Darcel), simpatizante del emperador Maximiliano, Trane elegirá a Nina (Sara Montiel) una humilde mexicana partidaria de la causa juarista, que prefigura el enfrentamiento entre ambos personajes.

Aldrich construye un western ágil y con ciertas dosis de violencia y en el que a la sombra de los dos protagonistas podemos reconocer a excelentes secundarios como Ernest Borgnine, George Macready, Jack Lambert o César Romero. De forma casi imperceptible Aldrich se acerca al western crepuscular, mostrando a un veterano personaje, con cierto aspecto de cansancio (y es que Gary Cooper estaba ya casi al final de su carrera), al mismo tiempo que aparece otro personaje más joven pero totalmente falto de moral, de gatillo fácil y cuyo único móvil es el dinero.

Aún a día de hoy "Veracruz" es un excelente espectáculo para los amantes del western, que pese a todo ha sabido envejecer bien. Una de las claves es sin duda la curiosa relación entre ambos protagonistas, dos hombres que en otras circunstancias hubieran sido buenos amigos pero que las mismas circunstancias parecen condenarles a enfrentarse.
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