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Críticas ordenadas por:
Red
Red (2010)
  • 6,0
    27.574
  • Estados Unidos Robert Schwentke
  • Bruce Willis, John Malkovich, Morgan Freeman ...
6
Aquellos maravillosos espías
El realizador Robert Schwentke toma como punto de partida un cómic para ofrecernos un film que de entrada promete mucho. Para empezar, lo más vistoso, es su espectacular reparto: Bruce Willis, Morgan Freeman, Helen Mirren, Brian Cox, Mary-Louise Parker, Karl Urban, e incluso la breve aparición de Ernst Borgine. Otro aliciente que genera grandes expectativas es que se trata de una película de acción "a la antigua usanza", en la que un grupo de agentes secretos retirados, se ven obligados a salir de sus respectivas jubilaciones.

Es cierto que lo que nos propone Schwentke es un ejercicio retro. Aunque no tan retro como lo que podamos imaginar. Para hacernos una idea, la propuesta de Schwentke es bien diferente a la de Stallone quien también este año ha estrenado un film ("Los mercenarios") con el que trata de rememorar su época más gloriosa. Pero mientras que Stallone trata de entroncarse con los mismos motivos (aunque aprovechado las nuevas tecnologías) que le hicieron famoso en los años 80, sin plantearse seriamente una revisión, Schwentke busca precisamente enlazar con el cine de acción cuyo principal estandarte fue, curiosamente, el McClein que interpretaba Willis en "La jungla de cristal".

Más cerca de Bourne que de Bond, de McTiernann o Besson que de Stallone, Schwentke trata de sacar partido al estelar reparto en lo que es una trama que mezcla elementos típicos del cine de espias con el de acción pura y dura, al que adereza con ciertos toques humorísticos, a cuenta sobretodo de la edad de sus protagonistas y encomendándose al carisma de los mismos.

Sin embargo, la mezcla no es del todo satisfactoria. No cabe duda que los Willis, Mirren, Malkovich, etc son excelentes profesionales y saben lo que tienen que hacer, pero no resultan creíbles. Además otro el problema del film es que el realizador no consigue enlazar debidamente las secuencias de acción con las secuencias de "descanso", lo que hace que el film acabe avanzando a trompicones, de forma deslabazada, sin que los consabidos chistes ayuden a amenizar los tiempos "muertos", y sin que la relación entre Willis y Parker consiga rellenarlos tampoco. Por otro lado, el realizador desaprovecha el material para reflexionar sobre el cambio de los tiempos. En este sentido, se malogra lo que podía ser una de las mejores escenas del film que es el encuentro entre Ernest Borgine y Bruce Willis.

Al realizador no parece interesarle en absoluto dotar de cierto contenido el film, encomendándose al carisma y buen hacer del reparto y a las conseguidas escenas de acción que si bien es cierto que nos hacen pasar un buen rato, también lo es que el recuerdo en la retina y en la mente del mismo es ciertamente efímero. El film se acaba desinflando, en la medidad en que desde un punto de partida aparentemente original y con las expectativas en todo lo alto, se acaba por la vía del convencionalismo y la rutina habitual.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El halcón y la presa
El halcón y la presa (1966)
  • 6,7
    1.163
  • Italia Sergio Sollima
  • Lee Van Cleef, Tomas Milian, Walter Barnes ...
7
Otro personaje entrañable del "spaguetti-western"
Dirigido por Sergio Sollima y protagonizado por Lee Van Cleef (que en el western USA no pasó de ser prácticamente un figurante, mientras que en el desierto de Almería su figura aumentó varios enteros, encontrando un lugar donde terminó su carrera idolatrado como uno de los grandes del género). En él, Lee van Cleef interpreta a Jonathan Corbett, un cazador de recompensas tentado por los caciques de un pueblo para hacer carrera política, aunque antes, debe cazara a un último forajido: Cuchillo Sánchez (Tomás Milian). Sin embargo, pese a la habilidad de Corbett, el instinto de supervivencia de Cuchillo será muy acentuado, protagonizando una larguísima y accidentada persecución.

Sollima cocina y condimenta los ingredientes habituales del spaguetti-western: un protagonista tan experto en el su "oficio" como parco en palabras, un gusto por mostrarnos escenas violentas, unos paisajes "sucios", lo mismo que sus personajes, (no sólo físicamente sino también moralmente), algo de humor y ciertas dosis de carga sexual más que de romaticismo. A esto habría que añadir la introducción de cierta crítica social en lo referente al comportamiento de los poderosos sobre las clases más humildes (por no decir míseras).

Por lo demás el principal aliciente del film es seguir la persecución despiadada de Corbett (con un Lee Van Cleef repitiendo la caracterización del mismo tipo de personaje que interpretó con tanto acierto como repetición) tras los pasos de Cuchillo (excelente un Tomás Milian que nos ofrece la composición de un bandido simpático a semejanza del que creó Eli Wallach pero evitando los parecidos), en los que se mezclan secuencias divertidas con otras un tanto absurdas y alguna que roza el más puro surrealismo.

Con todo, los seguidores de este tipo de films tendrán su dosis de tiroteos, duelos, puyas y banda sonora "made in Morricone", con una historia que, con algunas variantes, no se puede decir que sea excesivamente original, y cuyo principal aliciente lo pone el personaje de Cuchillo, mucho más dinámico y divertido que el hierático Corbett, el cual acaba casi en un segundo plano ante la arrolladora personalidad del primero y convirtiéndose de largo en lo más interesante del film.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amor y otras drogas
Amor y otras drogas (2010)
  • 5,6
    20.410
  • Estados Unidos Edward Zwick
  • Jake Gyllenhaal, Anne Hathaway, Judy Greer ...
6
Peculiar historia de la viagra
El realizador Edward Zwick trata de ofrecernos una especie de comedia dramática, basada en la curiosa relación entre Jamie (Jake Gyllenhaal), un visitador médico y Maggie (Anne Hathaway) un precoz enferma de Parkinson. No hay mucha comedia en el film, aunque no se pueden negar algún que otro pasaje que nos puede hacer sonreir (en especial los diseñados a cuenta de la Viagra), pero en líneas generales, Zwick deriva el film hacia el lado más dramático, incidiendo con regularidad en la enfermedad de ella, quedando cada vez más apartado el trabajo de él, lo cual parece un error de bulto. Es cierto que Gyllenhall y Hathaway tienen buena química en pantalla, pero también lo es que aguantar más de una hora y media con una enfermedad incurable y que por tanto sólo puede ir a peor no ayuda a mantener una trama más o menos simpática ni mucho menos amena puesto que la relación entre ambos personajes se asemeja más a un tira y afloja a vueltas con la enfermedad, cuyos acontecimientos se tornan bastante rutinarios.

Zwick no se atreve a tirar por el camino de hablar de las farmacéuticas y de sus estrategias para vender un producto, independientemente de los verderos beneficios que pueda tener para un paciente. Se llega a atisbar la paradoja que a las farmacéuticas les interesa más los paliativos que no las curas definitivas. En este sentido, la inclusión de la aparición de la famosa Viagra se antoja no sólo innecesaria porque no aporta gran cosa a la historia entre Jamie y Maggie, sino también desaprovechada (limitada a unas cuantas juergas y chistes fáciles a costa de los "milagrosos" efectos de la píldora). Lo mismo que la presencia de un buen secundario como Oliver Platt, limitado a breves apariciones, cediendo todo el protagonismo a Gyllenhaal.

Pese a que los productores nos la quieran vender como una comedia, en realidad el film de Zwick tiene mucho más de drama que de comedia. Al mismo tiempo, pese a que aparentemente parece querer criticar los tejimanejes entre empresas farmacéuticas (a través de sus visitadores) y médicos, en realidad se va diluyendo a medida que avanza el metraje, de forma que progresivamente nos vamos olvidando del tema. Por ello pese a la presencia de Gyllenhaal y Hathaway el film se nos antoja con más carencias que virtudes.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El gran Vázquez
El gran Vázquez (2010)
  • 6,0
    8.818
  • España Óscar Aibar
  • Santiago Segura, Álex Angulo, Manolo Solo ...
6
Un jeta entrañable
El realizador Oscar Aibar ha querido rendir un sentido homenaje al creador de personajes como el Abuelo Cebolleta, Anacleto agente secreto, las hermanas Gilda, el tío Vazquez, es decir Manuel Vazquez hoy eclipsado por el prolífico Ibañez. La cita a Ibañez no es en absoluto gratuita ya que el prólogo del film parece sacado de una de las viñetas de "13 rue del Percebe", cuyo inquilino moroso del ático, está directamente inspirado en el propio Vazquez. Y es que el Manuel Vazquez que nos presenta el realizador Aibar es uno de los máximos exponentes de la típica picaresca tan típica en nuestro país, que hizo de la estafa y la morosidad una forma de vida en la Barcelona de los años 60. En la piel de Santiago Segura, Vazquez se nos muestra como uno de esos pícaros entrañables, con talento para crear historietas, pero con la necesidad de ser y sentirse libre de cualquier tipo de atadura, ya sea laboral o afectiva. Pese a ser lo que se suele conocer como un "jeta", Vazquez es uno de esos tipos simpáticos que saben caer bien a pesar de todo.

Este es principalmente el gran mérito del film: el de ensalzamiento de una figura a una altura casi mítica, pese a sus diversos defectos, convirtiéndolo en una especie de personaje "maldito", al más puro estilo Hollywood aunque trasladado a la realidad de la España de los 60. Santiago Segura se mueve como pez en el agua con un personaje al que acaba haciendo suyo, aunque no siempre consigue quitarse de encima la sombra de Torrente.

Otro aspecto interesante en esta propuesta de Aibar es sin duda la estética del film. Desde el inicio del metraje, queda clara la voluntad de asemejarse a una historieta de tebeo, la fotografía, vestuario, iluminación e incluso alguno de sus diálogos parecen una fiel recreación de los citados tebeos que leían habitualmente la gran mayoría de niños de nuestro país. Incluso la recreación de la tétrica oficina de Bruguera (con mucho de lo mejor de la película e incluso sus mejores secuencias tienen lugar en ese escenario), con sus empleados que casi parecían condenados a galeras y sus tiránicos jefes (excepcional la caracterización Alex Angulo. Esto nos hace pensar que los acontecimientos narrados en el film no sólo tienen un halo de historiera y por tanto no exento de cierta exageración. Esa es la impresión que queda tras visionar la película. Que hemos asistido a una série de anécdotas (reales o atribuídas) sobre su vida, contadas desde la admiración por quienes le conocieron. Aún así, el film es bastane entretenido, y que todos aquellos nostálgicos de las historietas publicadas por Bruguera valoraran muy positivamente la forma que ha tenido Aibar de acercarse al personaje. A pesar de sus defectos, el film acumula también buenos aciertos, y sobretodo la valentía por parte de sus responsables por sacar adelante un proyecto tan particular, rememorando a un personaje que hoy día está prácticamente olvidado.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conocerás al hombre de tus sueños
Conocerás al hombre de tus sueños (2010)
  • 5,9
    21.624
  • Estados Unidos Woody Allen
  • Josh Brolin, Anthony Hopkins, Naomi Watts ...
6
Allen agotado?
La historia gira alrededor de varios personajes (entre los que podemos reconocer las caras de Naomi Watts, Antonio Banderas, Josh Brolin, Anthony Hopkins, etc) y su búsqueda del amor en las más variadas y diferentes vertientes. Más que del amor, de la persona con la que compartir su vida, vamos su alma gemela. El muestrario comprende básicamente dos tipos: parejas casadas, alguno de cuyos miembros no parece muy feliz con el matrimonio y parejas divorciadas, contado por un narrador omniscente.

El realizador neoyorquino tira de oficio para construir una trama que tiene un cierto aire a “Hannah y sus hermanas”, y algúna que otra referencia a su filmografía. Hay que decir que el film carece de la fuerza visual y sobretodo narrativa que acostumbraba a imprimir en sus films. Los personajes que pululan ante la cámara de Allen se nos antojan endebles, muy poco trabajados, como si el hecho de ser interpretados por un actor o actriz conocidos fuera suficiente para el espectador. Por otro lado, tampoco se puede decir que haya trabajado excesivamente los diálogos, limitándose a breves intercambios de palabras con muy poco ingenio y sin la habitual labia no exenta de comicidad que acostumbraban a tener los personajes de Allen

Parece un film realizado con cierta desgana, incluso apresuradamente, como si esta vez fuera una obligación excesiva presentar su película anual. Sus imágenes se visionan con indiferencia, e incluso en ocasiones se puede llegar a hacer algo aburrido. No es habitual en el realizador, pero tal vez la presión de hacer una película por año, ahora prácticamente impuesta por los productores europeos (entre ellos algún español como Mediapro), está afectando seriamente a la calidad. Por otro lado, y esto es un tema que va en su beneficio aunque en perjuicio de la taquilla, Allen nos ofrece una mirada un tanto negra y bastante pesimista de como ve las relaciones sentimentales de diferente tipo y signo hoy día. Dicho pesimismo ya estaba latente en sus anteriores obras, aunque ciertamente diluido y personalizado en el típico esquizofrénico al que nos tenía acostumbrados. Pero en esta ocasión es mucho más generalizado. Parece que a medida que Allen envejece su optimismo en la raza humana baja proporcionalmente.

A estas alturas es fácil realizar un paralelismo entre Allen y las bandas llamadas de "dinosaurios" (tipo Rolling Stones por ejemplo), que parecen obligados a seguir en los escenarios pese a que ya han dado lo mejor de sí mismos, cuyos shows simplemente se limitan a ofrecer lo que se espera de ellos, sin más. Algo parecido parece sucederle a Woody Allen cuyo periplo europeo parece que se está torciendo en los últimos años, pese a ofrecernos alguna que otra obra interesante.

No quiero pensar que Allen ya no tiene nada que contar, aunque su larga trayectoria filmográfica hace pensar lo contrario. Prefiero pensar que con la próxima nos olvidaremos rápidamente de esta.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El discurso del Rey
El discurso del Rey (2010)
  • 7,4
    93.440
  • Reino Unido Tom Hooper
  • Colin Firth, Helena Bonham Carter, Geoffrey Rush ...
7
El hombre que no quería ser rey
El realizador Tom Hooper ha construido un film en el que ha sabido combinar en la figura de un rey un hecho real, una historia de superación y una especie de "buddy movie" a la inglesa. El protagonista del film es el príncipe Albert (Colin Firth), segundo en la sucesión al trono, para su alivio ya que además de no tenerse en alta estima, su problema de dicción le tiene totalmente acomplejado cada vez que tiene que hablar en público. Sin embargo, el destino le reserva un lugar de honor en el trono de Inglaterra, además en unos momentos cruciales para su país.

Hooper realiza un estupendo trabajo histórico (trajes y puesta en escena de época al margen), consiguiendo enmarcar a los personajes con una economía de medios ejemplar. Pese a tratarse de un momento histórico especialmente convulso, ningún espectador se sentirá desorientado gracias al excelente ejercicio de síntesis por parte de realizador y sobretodo de guionista.

En el fondo, esto lo consigue centrando el foco en el problema de dicción que tiene el joven príncipe. De hecho el film empieza y termina con un discurso. Del primer discurso al último media una enorme diferencia. Entre ambos está el "leif-motive" del film: la superación por parte del futuro rey de un problema que le acompleja no sólo para el ejercicio adecuado de la monarquía, sino también como persona. Aquí está el segundo acierto de Hooper. En la humanización de la figura del futuro rey. Al reducir a un miembro de la realeza a la mera categoría de mortal, con sus propias preocupaciones y problemas, semejantes al del resto de los súbditos, Hooper consigue que el espectador se acerque a la figura sin complejos y lo valore como lo que en el fondo es: una persona como cualquier otra.

A esto ayuda también el personaje interpretado por Geoffrey Rush, un peculiar logopeda (sin título) que precisamente conseguirá resultados grácias a sus métodos poco ortodoxos y que al mismo tiempo hacen desdender a una figura aparentemente superior para colocarlo a su nivel.

Otro gran acierto por parte de Hooper es de casting. Realmente, aunque encontramos nombres conocidos, la verdad es que no son precisamente actores taquilleros. Hooper se decanta por actores eminentemente británicos con los que conforma un reparto equilibrado, pese a que buena parte del peso del film descansa sobre las espaldas de un excelente Collin Firth. Éste es bien ayudado por un no menos excelente Geoffrey Rush, completando el reparto una comedida Helena Bonham Carter y Guy Pearce.

Por último mencionar el excelente trabajo de guión, mérito de David Seidler, que proporciona unos excelentes diálogos entre Firth y Rush, mezcla de elegancia, sutil ironía y ciertas dosis cómicas que sólo los ingleses saben hacer de forma tan eficaz. Aunque se trata de una buena película, tampoco es que sea un film completamente redondo.Los hechos están bastante aligerados, lo que le resta profundidad.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ahora los padres son ellos
Ahora los padres son ellos (2010)
  • 4,8
    18.485
  • Estados Unidos Paul Weitz
  • Robert De Niro, Ben Stiller, Jessica Alba ...
4
No se va a acabar nunca?
Tercera entrega de esta peculiar saga que empezó explotando la habitual (e inevitable) mala relación entre yernos y suegros para pasar a buscar directamente el choque diferencial entre dos familias políticas las cuales simplemente quedan unidas por las circunstancias.

A estas alturas, y tras dos películas en las que se han agotado las bromas en relación al apellido Fucker (aquí un modosito pero sonoro Folien) sería totalmente estéril hablar de la inutilidad de seguir explotando a una gallina que tal vez soltó algún huevo de oro en alguna ocasión pero que ya está totalmente extenuada.

El realizador, Paul Weitz (en sustitución de Jay Roach firmante de las dos primeras), y sus guionistas, después de verse de un tirón las dos primeras partes, afrontan esta tercera dando un salto adelante en el tiempo pero recurriendo a todo el catálogo de bromas, chistes fáciles y reunión de personajes, más alguna incorporación nueva para que no parezca que salen los de siempre. De esta forma a los ya conocidos Robert De Niro y Ben Stiller (auténtico eje sobre cuya relación tormentosa pivota toda la historia), junto a Teri Polo, Dustin Hoffmann y Barbra Streissand, se recupera al personaje de Owen Wilson, y aparecen las caras nuevas de Harvey Keitel y Jesica Alba (reducidos ambos a la mínima expresión, eso sí).

La verdad es que el film demuestra que pese al soplo de aire fresco que aportaron en su momento Hoffman y Streissand, a los cuatro guionistas y a su director se les ha apagado la bombilla de la creatividad, limitándose a recorrer situaciones que nos sonaran a ya vistas anteriormente. Seguir por la senda del enfrentamiento entre suegro y yerno tuvo su gracia en su primera parte (sobretodo teniendo en cuenta que el suegro era un ex-agente de la CIA) y aguantó el tipo gracias a que los Folien (Fuckers) padres eran a ún más pintorescos que su propio hijo. Pero esta tercera parte se nos antoja una especie de "greatest hits" intentando que quepan todos los personajes que han aparecido en las dos partes anteriores, con una suerte desigual, en función del tiempo que el metraje final es ha asignado.

Así, Weitz construye un producto de consumo inmediato, más bien rutinario, destinado a un público poco exigente y que seguramente servirá para finiquitar para siempre los desencuentros contínuos entre los personajes de De Niro y Stiller, o por lo menos que nos tomemos un merecido respiro.
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ladrones
Ladrones (2010)
  • 5,5
    8.947
  • Estados Unidos John Luessenhop
  • Matt Dillon, Paul Walker, Idris Elba ...
5
Vivir para robar
El realizador John Luessenhop nos ofrece un nuevo título que gira alrededor de un grupo de ladrones que planean un atraco prácticamente imposible, mientras que un par de policías (uno de ellos interpretado por Matt Dillon) siguen su pista tirando lentamente del hilo.

Pese a que el guión está firmado por el propio Luessenhop y tres guionistas más, no parece que se hayan estrujado excesivamente las meninges articulando la historia en paralelo de los ladrones por un lado y la de los policías por el otro. Por un lado tenemos a los ladrones encabezados por Gordon (Idris Elba, Hayden Christensen, Paul Walker y Chris Brown) acompañado por Michael Ealy, Chris Brown, ) viven una vida de lujo y derroche que es mantenida gracias a sus golpes esporádicos y perfectamente estudiados. Por el otro, tenemos a un par de policías, con problemas conyugales y económicos diversos, pese a lo cual se esfuerzan en cumplir con su deber.

Lo cierto es que el realizador no parece excesivamente interesado en dar empaque y profundidad a un tema que de por sí está lo suficiente sobado por parte del espectador como para no detenerse en demasiados detalles. Sólo cuando vemos a la banda de ladrones en acción, o cuando éstos son perseguidos de las formas más variopintas posibles, o cuando tiene que mostrarnos algún tiroteo, son los momentos en que el film sube algún entero. Aquí es donde el realizador se emera, con buenas escenas de acción y persecuciones que haran las delicias del espectador que ha venido precisamente a ver eso mismo.

El resto de pasajes del metraje parecen insertados prácticamente para rellenar o conectar las escenas de acción entre sí, e intentar dar una coherencia interna. Claro que en el fondo no queremos saber de los problemas familiares de uno de los bandidos (un inserto totalmente prescindible para la historia), ni de los policías (otro inserto que tampoco aporta absolutamente nada al desarrollo de la trama ni a su resolución), ni prácticamente nada que no sea ver como sus protagonistas son capaces de ejecutar el "más difícil todavía" con la poli pisándoles los talones.

Por otro lado, otro de los defectos del film son los momentos en que Luessenhop se pone excesivamente poético, creyèndose todo un Sam Peckinpah sólo por el mero echo de usar el ralentí y poner de fondo una música melancólica. Lamentablemente, Luessenhop se olvida que para que todo eso tenga una repercusión en el espectador, ha de haber algo más. Una historia más sólida y profunda por ejemplo. Un retrato más dimensionado de sus protagonistas que lo acerque al espectador. Un tono más decididamente melancólico o lírico que impregne todo el relato no unicamente un pasaje determinado.

Nada de eso encontramos en las casi dos horas de metraje, resultando un film que mezcla espectacularidad y rutina a partes iguales, y que en el fondo no aporta prácticamente nada no ya al subgénero de las bandas de ladrones, sino tampoco al cine en general.
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Predators
Predators (2010)
  • 4,8
    20.066
  • Estados Unidos Nimród Antal
  • Adrien Brody, Alice Braga, Topher Grace ...
5
Reinventando la saga
Veinte años después y tras una série de secuelas a cual más olvidable, el realizador Nimrod Antal, ha repescado la idea original de McTiernann, ofreciéndonos un film que se puede considerar como continuación natural del primero y al mismo tiempo una superposición reactualizada y adecuada a los nuevos tiempos.

El inicio de Antal es toda una declaración de intenciones y nos indica claramente por donde van a ir los tiros (nunca mejor dicho): En la primera secuencia vemos a Adrien Brody en plena caída libre hacia una jungla que luego resulta no ser tan terrícola como parecía. Dicho de otra forma, Antal nos lleva de nuevo a la conocida jungla de la primera parte, aunque por otro lado, los seguidores de la famosa série televisiva "Lost" también pueden decir que esa forma de empezar a contar una historia ya la han visto en otra parte. Con mucha habilidad, el realizado retoma la senda de la primera película, para atraer a los nostálgicos, sin perder de vista a las nuevas generaciones.

De esta forma, nos encontramos con un protagonista "normal" del siglo XXI, encarnado en la piel de un Adrian Brody cuya imagen dista mucho de los "musculators" de los 80, por mucho que tampoco aparece excesivamente enclenque, y que se postula como cabecilla de un "selecto" grupo acostumbrado a liquidar al prójimo que, reunidos en un lugar desconocido, están siendo cazados uno a uno.

La estructura del film sigue los pasos de la original de McTiernann, permitiéndose Antal, no solo ese parecido razonable sino algún que otro guiño para mostrarse como continuación de aquélla (y obviando la prácticamente olvidada continuación filmada por Stephen Hopkins y sobretodo sus batallitas contra los Aliens). Estéticamente el film no es excesivamente diferente del original, aunque la era digital se hace plenamente palpable a la hora de filmar varias algunas escenas de acción.

Curiosamente los peores momento del film tienen lugar cuando el realizador se intenta apartar del excesivo parecido con su original, insertando una secuencia protagonizada por Lawrence Fishburne que resulta de lo más prescindible del metraje. Sólo mientras se mantiene cercano a su referente, se hace interesante lo que nos cuenta.

Y ese es el principal problema de esta película. Se ha buscado tal parecido que al final no se le puede valorar más que como una secuela o incluso casi como un "remake", por lo que no tiene la sufienciente entidad propia como para ser valorado por sí mismo independientemente de su referente. Es cierto que el film en su mayor parte entretiene, que algunos pasajes están muy bien planificados, cuenta con un buen puñado de escenas de acción debidamente dosificadas y no defrauda en sus expectativas, pero también lo es que no aporta nada nuevo al tema de los cazadores alienígenas y que algunas secuencias parecen insertos de cara a la galería y con un resultado un tanto discutible, como el de la presencia de Fisburne o la escena filmada en plan duelo samuarai.
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Carancho
Carancho (2010)
  • 6,5
    9.710
  • Argentina Pablo Trapero
  • Ricardo Darín, Martina Gusman, Carlos Weber ...
8
Cine negro argentino
El realizador argentino Pablo Trapero nos cuenta una historia que podríamos calificar como de "al límite". Y esto en su sentido más amplio. La base del film es el negocio organizado alrededor de las indemnizaciones por accidentes de tráfico. Trapero nos cuenta esta historia "negra" a través de dos protagonistas diferentes pero condenados a encontrarse. Por un lado tenemos a Sosa (Ricardo Darín), un abogado sin licencia que recorre las escenas de los accidentes y las salas de urgencia de los hospitales en busca de clientes. Por el otro tenemos a Luján (Martina Gusman), una enfermera que trabaja atendiendo "in situ" a muchos de estos accidentados.

El encuentro entre ambos, teniendo en cuenta su actividad se nos antoja inevitable. Casi como una colisión. Sin embargo, antes que eso ocurra, Trapero ya se ha encargado de situarnos a ambos personajes, como dos seres atrapados en unas vidas insatisfactorias. Sosa busca reunir el dinero suficiente para volver a rehabilitarse como abogado, o, cuanto menos, liquidar las múltiples deudas (materiales y morales) y hacer borrón y cuenta nueva. Luján tiene que recurrir a las drogas para evadirse de una insatisfacción general que la oprime y no la deja ni respirar. Ambos, sobretodo Sosa, buscan una salida a lo deprimente de sus vidas.
Trapero nos ofrece un verdadero film de cine negro debidamente tamizado a lo que son los tiempos modernos, con todos sus ingredientes habituales: unos personajes marginales, unas instituciones corruptas, sujetos con pocos escrúpulos que buscan oportunidades de negocio, etc. Aunque también es cierto el film tiene puntos de contacto con el "thriller" norteamericano de los 70. Su sequedad, su contundencia y su estilo directo concuerda mucho más con esta corriente.

También es muy interesante el apartado visual y la puesta en escena que nos propone Trapero. Casi todas las secuencias del largo suceden de noche. También los interiores en los que se mueven los protagonistas son oscuros, pero al mismo tiempo estrechos que cumplen a la perfección de dar la sensación que el propio ambiente oprime a sus personajes. Para darle un toque de realismo, el realizador no duda en seguir a sus personajes cámara al hombro en algunas ocasiones, sobretodo en el aproximamiento al lugar de un accidente.

El resultado de todo esto es un film duro, cortante, violento, pero con una violencia más contudente que espectacular, y que destila un tremendo pesimismo. Este pesimismo lo arrastra sobretodo el personaje de la enfermera Lujan. Trapero nos ofrece un film interesante, mostrando una realidad bonaerense sirviéndose de recursos estilísticos similares a los de sus vecinos norteamericanos, aunque consiguiendo dar un enfoque personal a la historia que nos está contando. Una historia dura, sin concesiones, casi como un puñetazo en el estómago.
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El juego del ahorcado
El juego del ahorcado (2008)
  • 5,2
    4.665
  • España Manuel Gómez Pereira
  • Clara Lago, Álvaro Cervantes, Adriana Ugarte ...
5
Desacertado "thriller" a la americana
El realizador Manuel Gomez Pereira, se aleja voluntariamente de sus últimos registros ("El amor perjudica seriamente la salud", "Todos los hombres sois iguales") para contarnos una historia que tiene tintes de "thriller" negro.

Básicamente, Pereira nos narra la historia de una obsesión. La que siente el joven David (Alvaro Cervantes) por Sandra (Clara Lago), prácticamente desde niños (de lo que se encarga el realizador de hacernos ver, en el prólogo del film). En el tiempo presente, la amistad entre ambos jóvenes es muy estrecha, pese a las diferencias apreciables en los entornos de ambos. David tiene un padre autoritario que nunca le apoya ni le muestra su cariño, mientras que Sandra vive en ambiente que podríamos considerar como "normal", incluso sobreprotegida por sus padres.

En el fondo Pereria nos viene a contar una típica historia del despertar a la madurez de unos adolescentes que pese a sus apreciables diferencias, son algo más que amigos. Sin embargo, el realizador no acaba de sentirse cómodo ni seguro con lo que nos quiere contar, dando un giro de 180 grados a lo que nos estaba contando y aparentemente derivándola hacia un "thriller". Pero sólo es apariencia. En realidad más bien parece un truco de guión para mantener la atención del espectador, temeroso que sus jóvenes protagonistas no sean lo suficientemente carismáticos como para interesarnos sus problemas. El hecho de ir recurriendo a él a lo largo del metraje sin que al final tenga un resultado satisfactorio ni acabemos entendiendo los motivos del inserto ni del giro que sólo acaba sirviendo para desviar nuestra atención de la verdadera trama.

En este sentido, hay que decir que la interpretación de la joven pareja protagonista es bastante desigual. No se puede negar que tanto Clara Lago como Alvaro Cervantes se muestran voluntariosos, aunque claramente destaca el registro de Cervantes. Más que nada porque es mucho más vistoso. Un papel de inadaptado y amante obsesivo, que le permite mostrarse mucho más activo y extrovertido, que el papel de ella, mucho más pasivo e introvertido, destaca por fuerza. Hay que decir que, de todas formas, ninguno de los dos consigue transmitir gran cosa. Por su parte, el resto del reparto, apenas se sale del esquematismo y el estereotipo (padre autoritario en un caso, padre comprensivo en el otro, etc), incluso algunos personajes parecen estar insertados de relleno.

En general se trata de un film cuyas imperfecciones acaban lastrando sus resultados finales, y cuya resolución final resulta casi como un alarde de cara a la galería. Algunos tramos estan bien construidos, pero ciertos recursos del realizador suenan más a trampas argumentales que a resoluciones ingeniosas, que al final, tras crear una cierta espectativa acaba en nada.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Charlie y la fábrica de chocolate
Charlie y la fábrica de chocolate (2005)
  • 6,6
    96.189
  • Estados Unidos Tim Burton
  • Johnny Depp, Freddie Highmore, David Kelly ...
7
Esto sí es imaginación
La capacidad inventiva de Burton se pone a prueba al adaptar una novela de Roald Dahl, basado en la historia de un ingenioso fabricante de chocolate, llamado Willie Wonka (Johnny Deep). De todas formas, aunque todo el film gira alrededor de Wonka, el verdadero protagonista es un niño, Charlie Bucket (Freddie Highmore), verdadero hilo conductor de la trama, que vive en la extrema pobreza, en una pequeña casa junto a sus padres y abuelos, y cuyo mayor interés es visitar la misteriosa fábrica de chocolate de Wonka, el cual vive totalmente recluido, prácticamente como si fuera un exiliado en medio de la ciudad.

Centrándonos en la historia, es interesante como Burton estructura la historia, desde el punto de vista del joven Charlie, haciendo que compartamos con él las ganas de traspasar las rejas que separan la fábrica de Willie Wonka y ver que se cuece dentro. Además Burton consigue alargar al máximo la aparición del misterioso Wonka hasta prácticamente la mitad del metraje. Para entonces, ya ha conseguido acaparar toda nuestra atención e interés.

Destaca por encima de todo el apartado visual y estético. Pocos como Burton son capaces de recrear mundos basados en otras realidades o totalmente inventados. En esta ocasión consigue rizar el rizo al plantearnos dos niveles diferentes. Por un lado, la "realidad" que es el entorno en que vive Charlie y su familia, que tiene un tono visual está claramente inspirado en las novelas de Dickens. Por el otro, el universo particular del interior de la fábrica de chocolate, un universo lleno de colorido, extravagante, cambiante (Burton plantea diversos escenarios totalmente diferentes unos de otros) y poblado de curiosos seres (los upa-lumpa). Es en estos escenarios donde Burton da rienda suelta a toda imaginación visual recreando escenas y decorados que harán las delicias de pequeños e incluso mayores. Técnicamente se trata de un film soberbio.

Por lo demás, Burton sabe dotar la trama de sus habituales obsesiones temáticas. En este caso centradas en el personaje de Wonka, que interpretado por Johnny Deep vuelve a ser la extensión de Burton ante las cámaras, mostrándonos un personaje marginal, con ciertos problemas desde la infancia, capaz de construirse un reducto particular desde el que dar salida a sus traumas. Sí que hay que decir que la forma de hacer aflorar los citados traumas se antoja un tanto forzada. Por contra, si el personaje "oscuro"(por así decirlo) es Wonka, Charlie es justamente su opuesto. Aunque vive míseramente, su familia está muy unida, y no es capaz de renunciar a ella por nada, al contrario que Wonka.

Quizás su argumento es mucho más accesible, mucho más “para todos los públicos” que su obra anterior. De todas formas, Burton sigue demostrando su capacidad de asombrarnos, de inventarse mundos diferentes, y de plasmarlos perfectamente en la gran pantalla. No se puede negar, que los sueños salidos de los films de Burton tienen una etiqueta de calidad especial.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Medidas extraordinarias
Medidas extraordinarias (2010)
  • 5,5
    2.991
  • Estados Unidos Tom Vaughan
  • Harrison Ford, Brendan Fraser, Keri Russell ...
5
Telefilm de mediodía
Todo buen productor sabe bien que añadir la coletilla "basado en hechos reales" implica un porcentaje de expectadores mayor del habitual. Si además consiguen convencer a algún actor mediático, el éxito en taquilla está asegurado siempre y cuando la historia le llegue dentro. El realizador Tom Vaughan juega sobre seguro al adaptar una historia basada en hechos reales sobre la lucha de un padre en busca de una cura para una cruel enfermedad infantil. Dicho de otra forma y simplificando: hechos reales y niños un binomio muy taquillero si se hacen bien las cosas. Para ello, Vaughan coloca a un Brendan Fraser con ganas de interpretar un papel dramático en el papel de padre, y a Harrison Ford en el de huraño científico que va tras la cura.

A partir de aquí, sólo hay que darle un plazo a unos de los hijos de Fraser que se va a agotando a medida que avanza el metraje, y resaltar las dificultades que deben superar los protagonistas para conseguir llegar a la meta propuesta, y ya tenemos un film típicamente americano: Padre de familia dispuesto a todo para curar a su hijo, médico de trato áspero pero de buen corazón, y turbias corporaciones que sólo les preocupa los beneficios que pueden obtener.

El film tiene una factura televisiva más que evidente, por más que intervengan dos estrellas de Hollywood (aunque ambas no estan precisamente en su mejor momento). El desarrollo de la historia es simple y lineal. Por otro lado, el tratamiento de las corporaciones farmaceúticas se podría considerar como "políticamente correcto". Es una lástima que el realizador no incida más precisamente en el proceso de la creación de una medicina. Un proceso, al que se ha dejado en manos de intereses privados que lógicamente buscan hacer negocio.

En definitiva, al final del camino (un final que lleva el sello "made in Hollywood"), resulta que todos siguen siendo exactamente iguales que al principio. Nadie evoluciona, nadie cambia, ni hay ninguna lección que aprender excepto la de un "buen americano" haciendo lo necesario para salvar a su familia. Fraser nos ofrece un registro voluntarioso, intentando que veamos en él a un actor de verdad. Por su parte Harrison Ford, se limita a aparecer con su rostro prácticamente inexpresivo, demostrando una vez más que su tiempo de gloria es cosa del pasado. Su nombre todavía puede atraer espectadores a las salas de cine pero apenas tiene carisma ni fuerza ante las cámaras. Tampoco ayuda un guión excesivamente plano, que encorseta a los dos protagonistas, y que impide al resto la sufienciente entidad como para hacerles sombra.

Esta película se podría definir perfectamente como "telefilm de fin de semana", o, como decimos aquí, "película para hacer la siesta después de una buena comilona". Desde luego no es este el film por el que seran recordados director o actores.
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1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sunshine Cleaning
Sunshine Cleaning (2008)
  • 6,1
    4.651
  • Estados Unidos Christine Jeffs
  • Amy Adams, Emily Blunt, Alan Arkin ...
5
Un segundo intento fallido
Hace unos pocos años, una modesta película llamada "Pequeña Miss Sunshine", estuvo en boca de no pocos espectadores. Ahora, los responsables de aquélla, Jonathan Dayton y Valerie Faris, conseguido cierto renombre tratan de seguir los pasos con este nueva pequeña historia con la que intentan llegar al especador.

Es cierto que en lo que a trama argumental se refiere nada tiene que ver esta "Sunshine Cleaning" con la anterior. De hecho, aquí las protagonistas son dos hermanas, interpretadas por Emiliy Blunt y Amy Adams, cuyas respectivas vidas parecen estar en un punto muerto por diferentes motivos, por lo que ante las pocas perspectivas económicas (coronadas por un padre buscando inverosímiles oportunidades de negocio que nunca llegan a buen puerto). Pero es innegable que a cualquier espectador que conozca su anterior film, notará un tufillo de familiaridad con parecidos más que evidentes. Y que no se encuentran únicamente en el título.

Para empezar tenemos una familia "curiosa". Cuanto menos, de difícil encuadre en lo que se suele clasificar como "familia tipo". Tenemos unos personajes que se mueven prácticamente en la frontera del "sueño americano" y que miran el presente con cierto desencanto, viéndose obligados a limpiar las sangrientas escenas de crímenes para ganarse la vida (cualquier parecido con "Tú asesina, que nosotras limpiamos la sangre" acaba aquí). Tenemos, un drama que no tiende hacia su lado más oscuro sino que además está aderezado de ciertos tintes que le resta cierta acidez. Tenemos un formato de película "pequeña", que cuenta una historia simple y real como la vida misma sin excesivas pretensiones Y naturalmente tenemos niño.

El principal problema es que pese a que todos los ingredientes que provocaron el éxito en su anterior film, estan presentes, este ni se le acerca. Quizás hay un exceso de voluntad de querer emular los pasos de su antecesora. Pero afortunadamente para el espectador medio, el cine es algo más que una fórmula mágica capaz de reproducir una y otra vez el éxito. Se echa a faltar la frescura y la osadia de la anterior, así como ciertas dosis de mala leche. Es innegable el buen hacer de Emily Blunt y Amy Adams delante de las cámaras, asumiendo con profesionalidad sus respectivos roles. Pero donde antes había frescura ahora encontramos situaciones manidas y un tanto forzadas, donde antes había sorpresa ahora encontramos rutina y previsibilidad.

No se puede estar contando contínuamente la misma historia y esto lo acaban pagando con un film olvidable y bastante desacertado en términos generales. Hay algunos apuntes aceptables pero no son suficientes para salvar un film al que se le nota que se ha estado mirando demasiado en el espejo del éxito de su film anterior. Esperemos que Jonathan Dayton y Valerie Faris sepan rectificar a tiempo ya que esa mirada desencantada al gran sueño americano, guarda muchas más cosas que decir. Sólo es cuestión de sacarlas.
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Imparable
Imparable (2010)
  • 5,8
    17.436
  • Estados Unidos Tony Scott
  • Denzel Washington, Chris Pine, Rosario Dawson ...
6
Con el regusto de los años 70
Parece que al realizador Tony Scott le ha cogido el gusto por ambientar sus films de acción sobre los railes de una vía. Tras su intento de volver al cine de los 70, repescando una película de aquélla época que tenía lugar en las vías subterráneas de la ciudad, ahora busca impactarnos con una historia similar, basada en hechos reales, que básicamente trata sobre un tren sin conductor y cargado de mercancías peligrosas que debe ser detenido antes de llegar a una peligrosa curva donde con toda seguridad descarrilaría.

Y eso es todo. Scott recurre al carisma de Denzel Washington, al que acompaña del joven Chris Pine, que interpretan los dos maquinistas que se convierten en la única esperanza de frenar tan peligroso tren, tras fracasar todos los intentos en frenarlo. La verdad es que Scott y su equipo de guionistas no se han devanado excesivamente los sesos para ser originales.. Lógicamente ambos maquinistas tienen sus propias preocupaciones, Washington a punto de ser jubilado por la empresa y con unas hijas que le ignoran y Pine con problemas matrimoniales. Luego se buscan una seríe de personajes que van desde los directivos de la compañía más preocupados por lo que va a costar arreglar las cosas que por la posible pérdida de vidas humanas, los típicos incompententes que sólo se dedican a estorbar y los valerosos esforzados sujetos dispuestos a todo con tal de parar al peligroso tren. No se puede decir que se hayan esforzado demasiado. A estas alturas, al pequeño de los Scott ya se le puede considerar un director con bastante recorrido y tiene claro lo que debe ofrecer al público.

Por ello, la parte más destacada de la función, es sin duda su apartado técnico, optando por una vía más “artesanal” por decirlo de algún modo, que le acerca a la forma de hacer cine de los 70. Durante los 90 que dura la función intenta jugar con la tensión a base de mostrar continuamente numerosos planos tomados desde distintos ángulos del tren avanzando por la vía a toda mecha, intentando mostrarlo de la forma más amenazadora posible, mientras uno tras otro van fracasando los intentos por pararlo, de forma que todo quedará en las manos expertas del viejo maquinista. Desde luego Scott no es Hitchcock precisamente, pero para lo que nos quiere contar, su sencillo mecanismo es más que suficiente. Además, con buen juicio no alarga innecesariamente una historia que no daba mucho más de si, ni intenta despistarnos con subtramas que no vengan al caso. En realidad se trata de un film directo, sin trucos argumentales. En eso por lo menos el realizador ha sido honesto.

El resultado es una película que interesa lo justo, que se de deja ver, aunque no sea de las que dejen huella. No es desdeñable recuperar algunos aspectos de la forma de hacer cine en los 70, pero querer imitar el modelo totalmente 30 años después es peligroso, ya que el espectador ya lo ha superado totalmente, y siempre va a buscar quere algo más. Sobretodo en el cine de acción.
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3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stone
Stone (2010)
  • 4,0
    6.837
  • Estados Unidos John Curran
  • Robert De Niro, Edward Norton, Milla Jovovich ...
5
Una piedra muy pesada
El realizador John Curran trata de afrontar el reto con un drama carcelario que en realidad se podría hablar de un triángulo cuyos vértices son por un lado un funcionario de prisiones encargado de realizar informes para la junta de libertad condicional, interpretado por Robert De Niro, cuyo último caso antes de jubilarse es evaluar a un preso, Edward Norton, el cual usará la mejor arma que tiene para condicionar la decisión del funcionario: su bella mujer, Milla Jovovich.

El principal problema del film es que, una vez queda establecido el triángulo, la previsibilidad es evidente. Por más que el realizador intente vestir su historia con algunas pinceladas diferentes. Como el hecho de retratar al personaje de Edward Norton como un preso al que no acabamos de saber si realmente tiene serios problemas psicológicos o todo forma parte del juego para influir en la decisión del funcionario que le está evaluando.

Y aún contando con la colaboración de dos buenos actores, Curran se ve en la necesidad de realizar numerosos subrayados (como el prólogo del film, o algunos insertos del preso en la cárcel) para tratar de resaltar lo que nos quiere (o no nos quiere) contar. Algunas de las metáforas del film son excesivamente evidentes. El trazo grueso es el que predomina a la hora de hablarnos de esta historia, pretendidamente íntima, y que sólo se aguanta por la presencia de un De Niro quien, pese a unos últimos títulos ciertamente olvidables, todavía tiene cosas que decir ante la pantalla, y la de un camaleónico Edward Norton como siempre dándolo todo.

Por lo demás, el film de Curran carece de profundidad en todos los sentidos. Por otra parte, se desaprovecha totalmente la parte femenina. Las respectivas mujeres de los protagonistas femeninos hubieran dado mucho más juego para convertir el teórico triángulo en un cuarteto y que en la práctica es meramente un cara a cara.

Lo único que está medianamente bien logrado es el tono sombrío del film y la atmósfera opresiva que se muestra no sólo entre las rejas de la cárcel sino también en el domicilo de De Niro, lo más interesante de largo de la película. Éste, como cualquier norteamericano medio que se precie, vive en su típica casa, cuyo orden y tranquilidad que se respira sólo es aparente. Casi se desprende más desasosiego cuando la cámara visita la casa que cuando nos muestra a un Edward Norton en plena revelación espiritual. Es una pena que luego no consiga mantener el mismo nivel en el resto de escenarios. También es una pena que Curran desproveche la oportunidad de tocar, ni que sea de refilón, las particularidades del sistema penitenciario de su país. De esta forma, el resultado es un film un tanto extraño que tiene tantos buenos momentos como pasajes totalmente olvidables y que se encomienda al buen hacer tanto de Robert De Niro como de Edward Norton y la sensualidad (a cuentagotas) de Milla Jovovich.
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2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Phillip Morris ¡Te quiero!
Phillip Morris ¡Te quiero! (2009)
  • 6,1
    14.597
  • Estados Unidos Glenn Ficarra, John Requa
  • Jim Carrey, Ewan McGregor, Antoni Corone ...
7
Un verdadero soplo de aire fresco
Los realizadores Glenn Ficarra y John Requa han conseguido sacudir más de una conciencia con un film en el que sus principales estrellas, interpretan abiertamente y sin tapujos a dos homosexuales. Y lo mejor de todo es que está basado en una historia real.

Efectivamente, Jim Carrey y Ewan McGregor son los protagonistas de un film que si hubiera que ponerle alguna etiqueta sería la de "comedia romántica". Carrey interpreta a Steven Russell, un tipo aparentemente normal, casado y con hijos pero cuyas tendencias gays las mantiene ocultas hasta un día en que tiene un accidente y decide romper con todo. Incluso con su recta moral, lo que le llevará a prisión, donde conocerá a Philip Morris (McGregor) y de quien se enamorará perdidamente.

Lo primero que habría que destacar es la capa de "normalidad" con que los realizadores aderezan el relato. Es cierto que sus protagonistas son gays, pero también lo es que tienen un tratamiento normal, sin buscar deliveradamente el escándalo, ni la provocación, ni mucho menos caer en el chiste fácil que suele ser lo habitual y lo más fácil. Y es que tanto el realizador como el reparto asumen la homosexualidad como algo que existe, cotidiano, normal y tan habitual como las relaciones entre hombres y mujeres. Ese es uno de los grandes aciertos del film.

Otro buen acierto sería el excelente retrato que realiza de su protagonista, que no es Philip Morris, sino Steven Russell. La historia nos lo presenta como una especie de mentiroso compulsivo y amoral, capaz de llegar hasta las últimas consecuencias para conseguir sus propósitos, sin preocuparse en las consecuencias. Carrey logra componer un personaje curioso, pero totalmente alejado de cualquier histrionismo, consiguiendo dar una doble vertiente tragicómica poco habitual en un actor acostumbrado al exceso verbal e incluso facial. A su lado, un estupendo y camaleónico Ewan McGregor le da la vez consiguiendo una excelente química entre ambos personajes, lo que ayuda a hacer más ameno el film.

No sucede lo mismo con la credibilidad de lo que nos estan contando, lo cual resulta paradójico (se supone que es la historia verdadera de un mentiroso). Es como contar una mentira con otra mentira, y sin olvidar que el cine no deja de ser, a su manera, otra gran mentira. Claro que los realizadores no buscan ofrecernos un film excesivamente metafísico que se diga. Su propósito es ofrecernos un film entretenido, con toques originales que aporta un soplo de aire fresco al género.

Realmente, los realizadores lo consiguen, aunque en determinados momentos no pueden evitar que la película derive hacia territorios cada vez más convencionales. Aún así no deja de sorprendernos su resolución final por más que se pueda intuir. En todo caso, hay que destacar la valentía de sus realizadores al ofrecernos directamente y sin tapujos una historia de amor homosexual, sin caer en el chiste fácil ni en la provocación.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El americano
El americano (2010)
  • 5,2
    14.361
  • Estados Unidos Anton Corbijn
  • George Clooney, Violante Plácido, Thekla Reuten ...
6
Il Samurai
La propuesta de Corbijn puede parecer, además de extraña, novedosa, por cuanto la cámara sigue en todo momento el día a día de Jack (Clooney), deteniéndose especialmente en los aspectos más "técnicos" de su profesión, y en sus relaciones personales, sobretodo las que tienen que ver con la prostituta de quien se enamora y por la que empieza a plantearse dejar tan peligroso oficio. Pero cualquiera que conozca el nombre de Jean Pierre Melville, establecerá rápidamente una asociación entre la genial "Le samurai" y este film de Corbijn.

Desde luego, Corbijn no rehuye la comparación. El realizador es plenamente consciente que su obra va a ser medida a partir de la de Melville, protagonizada por un estupendo Alain Delon. Por otro lado, la mirada de Corbijn es fría, totalmente neutra. Se conforma con mostrarnos las andanzas de su protagonista sin emitir juicios de valor. En este sentido, el realizador muestra su habilidad a la hora de mostrar un día a día rutinario sin necesidad de estar repitiendo siempre los mismos planos o secuencias, lo que seguramente nos haría bostezar, ante el tiempo pausado que se toma para ir desgranando la trama. El hecho de mantener el misterio en todo momento sobre la vida de Jack le ayuda a que el espectador mantenga un interés mínimo por ver qué viene a continuación y si por fin se esclarecerán alguna de las incógnitas planteadas.

De todas formas, en este sentido el film de Corbijn no consigue aguantar la comparación con el de Melville. El entramado fabricado por el primero se antoja un tanto endeble muy falto de profundidad y totalmente encomendado al carisma ante la cámara de George Clooney. Con otro actor en peor forma o con mayor desgana la película se hubiera hundido irremisiblemente.
En lo que se refiere al apartado visual, Corbijn consigue salir airoso del envite. No en vano, proviene del campo de la fotografía. Corbijn controla a la perfección el encuadre, el cromatismo, los focos de luz, los colores de cada secuencia, etc. Estéticamente el film es irreprochable y es todo un ejercicio de estilo. Tanto es así que parece que Corbijn se muestra mucho más cómodo recreando escenarios y contextos físicos determinados que no estructurando una historia con la suficiente tensión dramática que sea capaz de aguantar los 90 minutos de rigor. Hay un cierto paralelismo entre el Ian Curtis de su primer film y el Jack del film que nos ocupa. No sólo estamos ante dos personajes que podríamos considerar como "extremos", también la forma de seguir sus andanzas y evoluciones son muy similares. Ambas estan tomadas desde la distancia, con mucha frialdad. Y en ambas, precisamente las mayores inconsistencias del film están en el apartado dramático (algo más disimulado en la primera al tratarse de un semi-documental), y los mejores aciertos en el visual.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rumores y mentiras
Rumores y mentiras (2010)
  • 5,7
    19.700
  • Estados Unidos Will Gluck
  • Emma Stone, Amanda Bynes, Cam Gigandet ...
5
Rumores que matan
El realizador Will Gluck nos ofrece un film orientado básicamente a jóvenes adolescentes, que tiene como protagonista a Emma Stone, la cual interpreta a Olive Penderghast, una estudiante normal y corriente quien se convertirá en algo así como "la guarra del instituto" debido a un rumor que como es lógico se propagará como la espuma. Pero lejos de desmentir el rumor, Olive empezará a sentirse cómoda con la popularidad que le otorga su difusión, alentándolo incluso más de la cuenta.

Realmente, Gluck no nos ofrece gran cosa nueva. El cine de institutos ha sido excesivamente trillado y maltratado en innumerables ocasiones como para que a estas alturas nos sorprendamos de algo. Por otro lado, al buscar deliveradamente a un público básicamente juvenil, el realizador no se preocupa demasiado de mostrarse sutil, jugando debidamente con todos los tópicos que se le supone a este tipo de cine, como la popularidad, la pérdida de la virginidad, etc. añadiendo elementos de la nueva cosecha del siglo como es la homosexualidad (cada vez más tolerada por el público) y su antítesis que son los estudiantes ultra-católicos.

En este sentido, Gluck desaprovecha lo que hubiera sido el gran acierto del film, a no querer entrar a fondo en paralelismos entre la historia de "La letra escarlata" (que no sólo se conforma con citar) y la actual. Se deja entrever que las reprobaciones que obtiene Olive por su supuesta conducta promíscua y la persecución que tuvo que vivir la protagonista de "La letra escarlata" son muy similares, y ambas a manos de grupos ultracatólicos, cuyo fervor religioso sólo es compoarable a su hipocresía. Pero el realizador no va mucho más allá de la cita, aunque la verdad es que no hubiera estado de más aleccionar algo más a las nuevas generaciones contra el peligro de ciertas ideas reaccionarias, ya que es innegable que han encontrado un excelente campo de cultivo en las jóvenes e influenciables mentes de los universitarios.

Es cierto que hay un cierta acidez en el tono general que predomina en el film, e incluso algunos diálogos están cargados de ironía. Pero en ningún momento el realizador se descuida de lo que es su verdadero cometido y que es fabricar un film que guste entre los adolescentes, y que sirva de vehículo a una Emma Stone cuya carrera va en ascenso, la cual no desaprovecha ninguna oportunidad de mostrarnos sus excelente (y casta) figura.

Y es mucho mejor no buscar mucho más allá de lo que vemos en las imágenes. No es este el espacio desde el cual se vaya a articular un discurso crítico sobre la educación o sobre las crecientes tendencias ultraconservadoras entre los adolescentes.
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The Town (Ciudad de ladrones)
The Town (Ciudad de ladrones) (2010)
  • 6,5
    37.963
  • Estados Unidos Ben Affleck
  • Ben Affleck, Rebecca Hall, Jon Hamm ...
7
Barrio duro
Tras la buena de su primer film Ben Affleck dirige y protagoniza su segundo largometraje. Affleck intenta asegurarse la jugada por diferentes vías. En primer lugar, el punto de partida es una novela de Chuck Hogan el mismo escritor en que se basó su anterior film. En segundo lugar, se reserva para sí mismo el papel de protagonista y eje principal sobre el que gira la trama, consciente que su presencia en pantalla asegura una cierta repercusión comercial.

La trama gira entorno a unos atracadores que tienen en el barrio bostoniano de Charlestone, su base de operaciones. Doug MacRay (Ben Affleck) dirige un organizado cuarteto bajo la supervisión del "capo" del barrio (interpretado por Pete Postleweake), al que ha puesto su punto de mira un eficiente e implacable agente de la ley (John Hamm). La cosa se complica cuando Doug pretende dejar atrás su vida de delincuencia al acercarse demasiado a una de sus "víctimas", sin que ésta sepa cual es su verdadera ocupación.

Visto así, queda claro que uno de sus referentes más inmediatos es "Heat" de Michael Mann. Con muy buen acierto por parte de Affleck, en ningún momento busca las mismas soluciones que Mann ni visuales ni estéticas, ni tampoco formales huyendo así de odiosas e inoportunas comparaciones. A diferencia de Mann, Affleck está mucho más interesado en mostrarnos a sus personajes dentro de un contexto muy particular, que es el barrio de Charlestown de Boston, un lugar con sus propias reglas y lazos los cuales son muy difíciles de romper para quienes viven al margen de la ley. Es lo que le sucede a Doug cuando a través de Claire (Rebecca Hall) busca el camino a la redención. Es justamente aquí donde encontramos los mejores aciertos del film, convirtiendo el barrio prácticamente en un personaje más.

Tampoco hay que olvidar las excelentes escenas de acción filmadas por Affleck, huyendo de excesivos artificos espectaculares y buscando sobretodo la eficacia y contundencia. Con un cierto aroma a los artesanos de los años 70 en general y a Frankenheimer en particular.

Lamentablemente no todo son aciertos. Uno de los aspectos más flojos es precisamente la propia presencia de Affleck ante las cámaras. Lo limitado de su registro no beneficia en nada a la profundidad que pretende mostrar, y además, acaba perdiendo el pulso contra un excelente Jeremy Renner quien consigue robarle todos los planos que comparte. Por otro lado, el romance con el personaje de Claire es de lo más inconsistente del film.

Pese a todo, hay que reconocer que Affleck sabe lo que tiene entre manos, ha sabido inspirarse de buenas fuentes, y al mismo tiempo ha huido de posibles comparaciones. Habrá que ver en el futuro si consigue algo más de libertad artística para corregir ciertos defectos, pero a día de hoy, no se le puede negar su buen hacer tras las cámaras y su capacidad para ofrecernos un producto que si bien no es del todo redondo, por lo menos es entretenido y contiene aspectos interesantes a considerar.
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5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
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