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Críticas ordenadas por:
Huracán sobre la isla
Huracán sobre la isla (1937)
  • 6,8
    919
  • Estados Unidos John Ford, Stuart Heisler
  • Dorothy Lamour, Jon Hall, Mary Astor ...
9
VIDA EN FORMA DE TRONCOS QUE EL MAR ARRASTRA
Observo que esta película no ha sido comentada todavía por ninguno de los ilustres compañeros de marinerías de esta web. Y es una sorpresa, porque la película lo merece y me es muy grato poder recomendársela a todos los amantes del cine en general. Es cierto que se rodó en los años 30 donde los efectos especiales eran cosa de artesanos que previamente, cual Potter en formación, debían haber pasado por una escuela de brujería tipo Hogwarts, y que si hacer películas “normales” ya era difícil y costoso, rodar producciones innovadoras y atrevidas era una ruinosa locura.

Pero nadie contó con un productor como el famosísimo Samuel Goldwyn, con un director como Ford, un guionista como Dudley Nichols, un genio de los efectos como James Basevi quien en 1936 ya rodó el famoso terremoto en “San Francisco“, con un director asociado como Stuart Heisler (según Ford la verdadera fuerza conductora de todo el proyecto). ¿El resultado?: Para muchos críticos, la película pionera de aquellas producciones catastrofistas de los 70, tipo Terremoto ó El coloso en llamas, con una calidad insuperable para la época por lo que a FX-Efectos climatológicos y naturales se refiere, aunque a mi parecer, un poquito de color le hubiese venido de perlas a esos mares del Sur cuya belleza presumimos mas que constatamos.

Pero salvando las inevitables distancias técnicas entre películas de los 30 y de los 70, Hurricane es mucho más que una producción catastrofista y, en este sentido, supera a las más modernas antes citadas.Aquí hay una historia plenamente interesante, de injusticias e impiedades, de amores y de convivencias entre pueblos. Y esa historia, por si sola, sin aderezos trágicos, ya resultaba cautivante. El huracán es la guinda a un hermoso pastel de uno de los chefs de pastelería por excelencia como John Ford y con unos ingredientes de primerísima categoría. La interpretación de Thomas Mitchell es algo para recordar y enmarcar. Pero, el resto de actores dan la talla absolutamente. Vean sinó a Raymond Massey en el papel de gobernador de la isla. La música de Alfred Newman acompaña a la perfección y la batuta fordiana es el toque final de una obra semidesconocida pero magistral.

Aquellos films de los 70 eran supervivencia, pura y dura, resistencia a unos elementos exageradamente adversos. La vida, algo que, como el valor, se suponía. En Huracán sobre la isla, la vida no se supone, la vida existe y se palpa, la contemplamos, con sus alegrías y sus injusticias, con sus despedidas y sus regresos. De alguna forma el huracán, aún destrozándolo todo a su paso, viene a poner las cosas en su sitio. Viene a devolver la cordura en forma de troncos que el mar arrastra solitarios después del desastre.
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22 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
El otro amor
El otro amor (1947)
  • 6,2
    248
  • Estados Unidos André De Toth
  • Barbara Stanwyck, David Niven, Richard Conte ...
7
ELLA Y SÓLO ELLA
No es la primera vez que confieso mi “enamoramiento” por esa gran señora de la pantalla que fue Bárbara Stanwyck. Bien cierto es que hay películas como Perdición que te impactan más pero, en cualquier caso, allá donde ella actúa deja su impronta. Y este es el caso de El otro amor, melodrama basado en una obra de Erich Marie Remarqué, con dirección de André de Toth y música de Miklós Rózsa, tres elementos que parecen suficientes para conseguir el aplauso del público y sin embargo, es ella, nuestra Bárbara, la que, con la magistral interpretación de una famosísima pianista aquejada de tuberculosis, confiere un valor a la película del que, probablemente, hubiese carecido con cualquier otra actriz.

Porque, no nos engañemos, David Niven, es buen actor pero demasiado británico para mi gusto y por ello, más frío que el paisaje alpino donde se ubica el sanatorio que dirige en la ficción. Y similar cabe decir de Richard Conte ó de Gilbert Roland, que aunque están bien y creíbles en sus roles, no dan “puntos” a la película. Pero Bárbara, sí. Su actuación es sobresaliente y dentro de esa línea de suma profesionalidad y buen hacer al que nos ha acostumbrado.

No quiero desmerecer a André de Toth, director atrevido del que ya comenté algo en Los crímenes en el museo de cera y del que también había visto Furia del Trópico con Richard Widmark. De las tres películas y analizando únicamente su faceta de realizador, me quedo con este trabajo donde la música de Rózsa es todo un lujo. Pero al final, lo que queda en nuestras retinas es ella y sólo ella.
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Camino de odio
Camino de odio (1958)
  • 5,9
    269
  • Estados Unidos Arthur Ripley
  • Robert Mitchum, Gene Barry, Jacques Aubuchon ...
6
DESCAFEINADA CULT MOVIE
Dennis Schwartz en Ozu´s World califica esta película como “ the ultimate road movie”, y tengo a Dennis como toda una autoridad en esto del cine pero, aunque la carretera es, sin duda, un elemento básico del film no creo que se trate de una “road movie”. Yo no diría tanto. Para mí, las “road movie” incorporan un cierto estilo de vida-carretera y aquí el estilo es el de fuera de la ley, aunque los presuntos ilegales nos parezcan buena gente y les cojamos cariño.

En lo que sí estoy plenamente de acuerdo con la crítica de Schwartz es en lo de película de culto. Claro que, esto de las películas de culto es la resultante de una serie de conjunciones astrales y no suele entrar, por lo general entre los objetivos de su director. Y como conjunción astral cabe calificar el hecho de que el “boss” Springfield se inspirase en un poster-anuncio de la película para componer su éxito Thunder road. No menos estelar, la oferta a Elvis Presley para que interpretase el papel que luego fue para el hijo de Mitchum y que no llegó a concretarse por que sus representantes se subieron a la parra, económicamente hablando. Y, además, el hecho de que el propio Robert Mitchum figurase en los títulos de crédito en distintos apartados ¡incluso componiendo la letra de la canción! pues ayuda a lo de la cult-movie. Y para remate, su propio hijo interpreta el papel de su hermano, con evidentísimo parecido.

De culto si, pero descafeinada, porque generalmente las llamadas películas de culto suscitan posturas enconadas, pasiones y odios extremos. Nada de términos medios. Aquí la cosa no llega a tanto. La peli está pasable y se deja ver, sobre todo porque Mitchum es mucho Mitchum y saca a flote muchísimos guiones que sin él se hundirían en las simas abisales de la mediocridad.

Entretenida sin más. Su director no pasará a la historia por ella.
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14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yuma
Yuma (1957)
  • 6,2
    1.333
  • Estados Unidos Samuel Fuller
  • Rod Steiger, Sara Montiel, Brian Keith ...
8
LOS PERDEDORES Y SU CONFLICTO PERSONAL
Western psicológico y polémico en su tiempo. Ese conflicto personal de los perdedores de la guerra civil americana producía ciertos escozores. Por otro lado, el retrato de los soldados de Grant como los malos de la película en contraposición a los “salvajes” indios tampoco se acepta de buen grado. Y si a eso le unimos la elección de Steiger como actor principal (cabezonería de Fuller) pues, que quieren que les diga...

Pero Samuel Fuller tenía razón y hay que dársela. Rod Steiger está fenomenal y absolutamente creíble en su papel de “perdedor” en busca de independencia y sentidos a la vida. Por otro lado, los espectadores menos “chauvinistas” agradecemos que los malos no sean los de siempre. Y además habrá quien satisfaga su orgullo patrio e hispano con la presencia de nuestra Saritísima, en un papel de cierta entidad pero tirando a breve. Lo resuelve con dignidad. Cumple. Sin exageraciones.

A Samuel Fuller se le tachó de director militarista. Tal vez su participación en el conflicto bélico europeo marcó en él ciertas tendencias. Sin embargo esta no es una película “militar” en el sentido estricto del término, y aunque existe violencia, sangre y algún que otro despellejamiento, exigencias del guión, el film explora más las profundidades personales que los conflictos colectivos y se interesa más por el respeto o no de los compromisos adquiridos que por las medallas o trofeos conseguidos a golpe de pistola ó de flecha.

Excelente la secuencia de la carrera “run the arrow” (que por cierto me recordó The naked prey de Cornel Wilde) como de excelente puede calificarse la fotografía y la labor de los actores, Brian Keith, Charles Bronson, Ralph Meeker y en especial, el antidivo Rod Steiger.
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21 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siete mujeres
Siete mujeres (1966)
  • 7,3
    2.127
  • Estados Unidos John Ford
  • Anne Bancroft, Margaret Leighton, Sue Lyon ...
8
ESCÁNDALO, ESTO ES UN ESCÁNDALO...
No podemos valorar esta película desde la óptica del 2008. Sitúense en 1966. Ciertamente resulta complicado. Miradas lesbianas pecaminosas. El varón domado. Una doctora en lugar del esperado doctor. La fuerza bruta de la incultura asiática. ¿Dónde está Dios? ¡Que baje a ayudar!... “Escándalo, esto es un escándalo...”

Y en medio de todo este berenjenal, un John Ford en el ocaso de su carrera y de su vida. ¿Pero no era machista este Ford? Tanto John Wayne, tantos Centauros del Desierto, hombres tranquilos y sargentos negros. Sorpresa, sorpresa. Ahora se descuelga con nada menos que siete mujeres y sin convencionalismos ni sexuales ni religiosos. Todo en cuestión. Disección a la psicología femenina. ¡Y lo hace bien! ¿Alguien lo dudaba? Y es que Ford aún en el fin de sus días, enfermo y con alguna copa de más, sigue siendo el Ford genial de Las uvas de la ira ó La Diligencia, machista relativo, baste recordar el imponente papel de Jane Darwell como madre de la familia jornalera que le valió el Oscar a la mejor actriz secundaria en el 40, e irlandés de pura cepa. Eso marca.

Ford tenía 71 años en 1966 y una larga trayectoria en sus espaldas. Un tema conflictivo y polémico como este, a cualquier otro lo hubiese hundido. No a Ford. Ford estaba en la élite de los intocables. En el Parnaso de los elegidos. Mas de 130 películas le avalaban.

No puedo omitir la fantástica interpretación del elenco femenino del film. Pero Anne Bancroft supone un punto y aparte. De quitarse el sombrero. Que lo lleva y bien puesto. A lo Wayne, como no podía ser de otra manera.

Los hombres a la altura del betún. Menos mal que Eddie Albert nos redime en el último suspiro de nuestra triste suerte...
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35 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
La dama en cuestión
La dama en cuestión (1940)
  • 5,7
    191
  • Estados Unidos Charles Vidor
  • Brian Aherne, Rita Hayworth, Glenn Ford ...
6
RITA MODOSITA CON AIRES DE NIÑA BUENA
Charles Vidor es otro exponente más del impulso dado al cine USA por los cineastas europeos. Desde su Hungría natal dio el salto a los Estados Unidos en 1924 y es el director de una de las películas míticas del cine norteamericano y universal: Gilda. Aunque lo mítico probablemente sea la archiconocidísima bofetada de Glenn Ford a Rita Hayworth.

Esto sucedía en 1946, pero seis años antes, justo en 1940, la pareja Ford-Hayworth ya se vio las caras en La dama en cuestión, romance incluido pero, eso sí, casto, castísimo, sin Put the Blame on Mame ni guante alguno que extraer. Algunos críticos califican el film de Película-escaparate, a gloria de Margarita, y probablemente sea cierto, aunque a mi modo de ver no estaba claro si se quería vender la Rita modosita y con aires de niña buena ó la bailarina sensual devoradora de hombres. En la dama en cuestión se elige la opción “chica buena en problemas” y claro, había que haber despedido al escaparatista porque de futuro... poco. Menos mal que Sangre y Arena de Mamoulian en el 41 puso las cosas en su sitio y a la Hayworth donde le correspondía, actriz regular tirando a floja y sex - simbol de la década.

La dama en cuestión respira un cierto tufillo vodevilesco, a comedia de enredo, a sainete de los Quintero, evidentemente sin el gracejo andaluz. La mano de Charles Vidor deja su toque personal, con lo que la obra se ve con agrado y cierto interés, pero poco más. Eso si, me ha resultado muy interesante la actuación de Brian Aherne, actor desconocido para mi y del que estoy intentando recuperar el tiempo perdido con algún otro trabajo suyo como por ejemplo Juarez de William Dieterle.

Si buscamos bien, siempre hay algo positivo. Sin duda.
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11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
El violín
El violín (2005)
  • 7,3
    1.418
  • México Francisco Vargas
  • Ángel Tavira, Dagoberto Gama, Fermín Martínez ...
9
EL CINE SE HIZO VIDA Y LA VIDA, CINE...
En mis escasas salidas de mi cueva de los clásicos me he topado, casi de bruces y sin saber como sucedió con esta maravilla de película donde el cine se hace vida y la vida, cine. Cine cabrón, por la identidad cine-vida, y porque la vida es cabrona a veces. Cine universal como pocos, porque atañe a las esencias mismas de la naturaleza humana, a los opresores y a los oprimidos, a la calma de la vejez y a la rebeldía de la juventud, a la propia existencia que se repite imperturbable, de padres a hijos, de abuelos a nietos...

Todo ello mecido por los acordes de un violín y de una música eterna. Música de paz y de revolución. Música de amor y de guerra. Para sensibilidades que no saben de uniformes. Incluso para almas en caminos equivocados porque la vida es cabrona a veces.

Película hermosísima de imaginar pero muy difícil de realizar. Gran mérito el de su director, el mejicano Francisco Vargas Quevedo, justamente premiado en diferentes muestras, en especial la de Cannes, donde también se reconoció el trabajo de Don Ángel Tavira como Plutarco Hidalgo. Un prodigio, no de interpretación, sino de naturalidad. Identificación plena Ángel - Plutarco, como si uno y otro se hubiesen encontrado en un pasado reciente. ¿Retrato ó interpretación? Seguro que en cada uno de nosotros está la respuesta.

¿Méjico? Casi una anécdota. En realidad podría ser Guatemala, Vietnam, Colombia. Lo que ustedes quieran. La codicia no entiende de razas ni de lenguas. La lucha por la libertad, tampoco.
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La senda tenebrosa
La senda tenebrosa (1947)
  • 7,3
    4.867
  • Estados Unidos Delmer Daves
  • Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Bruce Bennett ...
7
GRACIAS AGNES, GRACIAS LAUREN, GRACIAS HUMPHREY
La senda tenebrosa es un magnífico ejemplo de cómo hacer con un pésimo guión una buena película, gracias a la interpretación de una de las grandes damas de la pantalla grande (Agnes Moorehead) y al carisma de la pareja cinematográfica por excelencia (Humphrey Bogart - Lauren Bacall).

Y hablo del guión. No de la novela de David Goodis que, visto lo visto, parece tener elementos mas que suficientes para cautivar al espectador. Y aquí quien realmente nos cautiva es nuestra Agnes-brujita querida junto a los “Bacall eyes”. Bueno, y un poco también el amigo Bogart aunque no creo que sea una de sus mejores películas.

Zapatero a tus zapatos. Sin tintes políticos. Delmer Daves a dirigir, que lo haces bien. Ahí quedan El tren de las 3,10 para Yuma ó El árbol del ahorcado. Pero, suponiendo que no hubiese huelga de guionistas, había que haberle dejado a otro la concreción de la línea argumental. Tal vez así nos hubiésemos tragado la píldora de tantísimas casualidades, de tanto “caprichoso” azar al servicio de la historia, nada menos que en un San Francisco donde hay unos cuantos millones de individuos pululando por allí, para que la fatalidad se cebe siempre en los mismos.

Pobre Bogart. No pongas un circo que te crecerán los enanos, los leones se declararán en huelga de hambre y probablemente hasta el hombre-bala se atasque en el cañón. Tanta mala suerte no es creíble. Si es que paras a tomar un café y ahí está la pasma sospechando. Si es que vas en visita de “cortesía” y acabas tirando la casa y lo que no es la casa por la ventana. ¡Que ni pintada para habitación del pánico!.

¡Y aun así la película es buena!... Gracias Agnes, gracias Lauren, gracias Humphrey...
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37 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los crímenes del museo de cera
Los crímenes del museo de cera (1953)
  • 6,7
    4.108
  • Estados Unidos André De Toth
  • Vincent Price, Phyllis Kirk, Frank Lovejoy ...
7
ENTRETENIDA SIN ESCALOFRÍOS
Siempre me gusta contrastar mis propias opiniones con las de otros espectadores y en el caso de esta realización de André de Toth estoy completamente de acuerdo con la crítica publicada por Jeffrey M. Anderson que podrán encontrar en la página web “Combustible celluloid”.

Traduciendo del inglés, el señor Anderson dice algo así: “ House of wax no es particularmente espeluznante ni tiene mucho suspense pero resulta muy entretenida y crea una atmósfera de terror partiendo de colores vivos y de sombras...” Un resumen de lo más acertado al que no le resta más que añadir la interpretación excelente y profesional de Vincent Price así como la atrevida incursión por parte de Toth en el universo 3D, sin perder de vista que estamos en el inicio de los 50 y aunque la versión visualizada por mi se limite a las dimensiones de un único plano, se reconoce la novedad óptica de ciertas secuencias como las del paddel-animador, ó las bailarinas del can-can.

Es cierto que los años no pasan en balde y que aquellos terrores hoy incitan más a la sonrisa que al escalofrío pero hay que ser justos y reconocer el mérito de este trabajo del director húngaro que tuvo la osadía de rodar en tres dimensiones con parche en el ojo incluido y que, además, dio a Price su primer papel en un género que acabaría siendo suyo: el del terror.

Si buscan atmósferas inquietantes pero absolutamente inocuas para el corazón y además sin tanto ketchup de ese que ahora llaman gore, esta es una magnífica opción.
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9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Berlín Exprés
Berlín Exprés (1948)
  • 6,7
    1.125
  • Estados Unidos Jacques Tourneur
  • Merle Oberon, Robert Ryan, Charles Korvin ...
7
IMAGENES PARA EL RECUERDO.
No son las ruinas esplendorosas del Partenón griego ni las del Coliseo romano. Son las ruinas del pecado de exaltar el justo orgullo ario hasta los límites de la locura nazi. Esas imágenes, las de Frankfurt y Berlin absolutamente destrozadas, son las que quedan en mi retina después de ver Berlin Express, film de Jacques Tourneur que no pasará a la historia como joya del cine negro pero sí como documento histórico de una época que nunca deberá olvidarse.

No le busquemos otro sentido al film. No lo tiene. Y Tourneur lo sabe. El cineasta quiere que el recuerdo del horror se instale en nuestras neuronas y retrata el holocausto de las ciudades, los restos de su esplendor. No son siquiera ciudades muertas son ciudades derrotadas, destruidas, masacradas... Este es el activo de la película. La trama del asesinato del lider para la reunificación alemana no pasa de ser pura ficción con mucha moralina, que nos deja algunas secuencias y fotografías interesantes y sobre todo la atmósfera claustrofóbica del expreso nocturno.

El actor principal: El narrador. La voz en off que, como en todo documental que se precie, posiciona con precisión matemática a cada cual en su sitio. El americano en el compartimento A, la francesa en el B y así sucesivamente... La cosa incluso llega a parecerse a uno de aquellos chistes patrios: “Había un francés, un inglés, un americano, un ruso, un alemán...” Bueno, falta el español, con lo que la cosa ya no tiene gracia...

Bien por Robert Ryan, el mejor y tan profesional como siempre. Digna Merle Oberon y el resto, destacables comparsas de una película que consigue lo que pretende que no es otra cosa que impedir que aquel gran sin sentido histórico se apolille en las viejas páginas de los viejos libros de historia del siglo XX.
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16 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
La rosa tatuada
La rosa tatuada (1955)
  • 6,6
    912
  • Estados Unidos Daniel Mann
  • Anna Magnani, Burt Lancaster, Marisa Pavan ...
8
EL TERREMOTO MAGNANI
Anna Magnani, ciclón, tsunami, fuerza de la naturaleza. ¿Sobreactuando? ¿Sobreactúa un huracán? La fuerza y el temperamento en el país de las maravillas. Primera película en los United States y Oscar a la mejor actriz. Ahí queda eso. ¡Forza Italia! Nuestra Anna de las mil furias compartiendo cartel con un Burt Lancaster magistral pero humano. Anna no. Ella está en otra dimensión. Ella es la casta, la raza, el coraje... Ella es Sicilia, con su Madonna y sus siglos de historia y supervivencia.

No puedo negar que el terremoto Magnani conmueve mis estructuras. Y lo hace aún reconociendo que el bueno de Burt está sublime como nieto poco espabilado del tonto del pueblo. Mezcla explosiva esa de cuerpo atlético, cerebro en vias de desarrollo y viuda consolable siciliana. Con gotas de calor sureño y esas camisetas mojadas tan propias de Tennesse Williams. ¿El resultado?: Un cóctel Molotov rebautizado como Cóctel delle Rose. Un romance apasionado, tórrido e incandescente al que un director demasiado cohibido como Daniel Mann parece desposeer de esa fuerza bruta que, sin duda, debió transpirar la novela para sujetar la historia a los convencionalismos más pacatos.

Durante la primera parte de la película, la fuerza de Anna Magnani es tal, que no precisa rival que le dé cancha. Ella se basta y sobra para llenar el escenario. En la segunda parte, el contrapunto lo pone Burt Lancaster quien, a mi parecer, es el único actor capaz de "enfrentarse" a ella. Ese tandem presagiaba tardes de gloria incandescentes, hogueras de pasión y la cosa se quedó en fuegos artificiales por arte y parte de un director al que condicionaron demasiado los tiempos del qué dirán...

Tennesse Williams no pensó en Anna Magnani para el papel de Serafina delle Rose. No. En realidad, escribió el papel para ella. Creo que con esto se dice casi todo..
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25 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
La invasión de los ladrones de cuerpos
La invasión de los ladrones de cuerpos (1956)
  • 7,6
    16.908
  • Estados Unidos Don Siegel
  • Kevin McCarthy, Dana Wynter, Larry Gates ...
9
LOS VAINAS RENACEN DE LA VAINA
Vaina, del latín Vagina también significa persona vil y despreciable. Aquí tienen, en tono de humor, un pequeño resumen de la película: Los vainas renacen de la vaina. ¿Valdrá la redundancia? Tal vez. Lo que evidentemente si vale, y mucho, es este trabajo de Don Siegel con unos medios ridículos si los comparamos con cualquier producción de hoy en día pero con una profesionalidad a prueba de extraterrestres.

Y en este siglo XXI en el que la ciencia ficción va perdiendo su apellido y su misterio, es revitalizante encontrar y revisar aquellas viejas historias que acongojaban al personal. Y es todavía más satisfactorio darles esa segunda lectura visto lo visto y vivido lo vivido. Que había mucha bruja suelta por ahí y mucho MacCarthy al acecho. Aunque tampoco era cuestión de pasarse no fuese a suceder que los espectadores saliesen despavoridos de las salas de proyección para desplomarse bajo las ruedas de algún camión cargado de habichuelas mágicas. Que para eso ya se bastó y sobró Orson Welles y su invasión de marcianitos belicosos. Tal vez por ello y para evitar males mayores el tempo fílmico se desliza por la vía del flashback, es decir que se conoce parcialmente el desenlace pero no el nudo ni el intríngulis. Cierto consuelo, si señor, para espectadores aprensivos.

Este tipo de películas suele envejecer mal ante la avalancha de tecnologías, ordenadores y FX, pero no es el caso de este film de Siegel que, pasados los años, se sigue viendo con mucho interés, las antenas alerta y procurando no dormirnos por si las moscas, no sea que nos sorban las ideas, que no son muchas pero son nuestras y les tenemos cariño...

Muy buena.
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sodoma y Gomorra
Sodoma y Gomorra (1962)
  • 5,7
    899
  • Italia Robert Aldrich
  • Stewart Granger, Pier Angeli, Stanley Baker ...
8
MUCHO MAS QUE UNA ESTATUA DE SAL.
Las cinematográficas mezclas de historia y sacralidad no suelen estar demasiado bien vistas especialmente en estos tiempos que corren. Lo de los milagros no se lleva bien últimamente y la historia tampoco se corresponde demasiado con el carbono 14. Estos son los handicaps de partida con los que cuenta Sodoma y Gomorra máxime en el 2008. No obstante me siento dispuesto a otorgar una buena puntuación a esta película. Aldrich es un buen director que convierte lo que podría haber sido un peplum de tres al cuarto en una excelente recreación histórica ó pseudohistórica, como prefieran.

Excelente el trabajo de cámara y montaje en la batalla con los edomitas, espectacular la destrucción de las pervertidas ciudades por la cólera de Dios, espléndida la filmación de jinetes y cabalgaduras en la carga sobre los hebreos y muy bueno en general el trabajo de dirección de masas, que haberlas háilas y abundantes. Como verán la seducción del film no está tanto en la representación de una vida regalada, lasciva, hedonística y sensual que es lo primero que se nos viene a la cabeza al pensar en Sodoma y en Gomorra sino en otros aspectos de realce: fotografía, color, interpretación de los actores, música y por encima de todos ellos, esa habilidad de su regidor para mantener bien el "tempo" de la obra y con ello su interés para el espectador.

Es cierto que esa gama cromática con que se inicia la película parece un presagio de aquellas psicodélias alucinógenas tan propias de los 60 y es igualmente cierto que 154 minutos de película pueden acabar lastrando. Falsas premoniciones. La fotografía, el color y en general todo lo relacionado con el apartado imagen, ponen su genial contrapunto a una historia que creíamos conocer pero que acabamos descubriendo que no. Que, sin entrar en el eterno dilema de cine versus realidad ó pseudo-realidad, es mucho más que la famosísima estatua de sal. Y en ese interés, no diré que se nos figure corta, pero casi...
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28 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brigada 21
Brigada 21 (1951)
  • 7,3
    2.295
  • Estados Unidos William Wyler
  • Kirk Douglas, Eleanor Parker, Lee Grant ...
7
HISTORIA BUENA Y CON FUERZA, PERO...
El cine y el teatro tienen en común esa capacidad para comunicar ideas, emociones y sentimientos varios, pero difieren en los medios y, por lo general, las superposiciones de ambos géneros artísticos suelen dar malos resultados. En el supuesto que nos ocupa la cosa acaba bastante bien gracias a una historia central que mantiene intrigado al espectador por encima de historias secundarias de relleno que cual “Canción triste de Hill Street” son un pequeño y “light” exponente del día a día de una comisaría neoyorkina.

Hay que reconocerle sus méritos a este trabajo de Wyler pero no nos dejemos deslumbrar excesivamente. El trabajo de los actores es bueno pero Kirk Douglas le tiene tomada tanto la medida a este tipo de personajes psicológicamente complejos que acaba resultando repetitivo y con regusto a tragedia griega. Puestos a elegir, me quedo con la actuación de Eleanor Parker en su rol de esposa de detective. Francamente bueno. Y también con William Bendix, uno de esos grandes que dejan su impronta allá donde trabajan.

Pero miren ustedes, con todos mis respetos, eso de concederle a Lee Grant el premio a la mejor actriz del 1952 en el festival de Cannes, dice muy poco a favor del jurado y del propio festival. Porque todo el trabajo del personaje de Miss Grant se reduce a observar en primerísima fila lo que sucede en la comisaría y poner las expresiones faciales adecuadas. Vale, es un papel y muy digno, ¡ pero de eso a mejor actriz de Cannes! Para eso que nos den el premio a todos los espectadores que desde las butacas de nuestra home seguimos las peripecias sicológico policíacas. Seguro que nuestro grado de atención también se lo merece...

Bromas aparte, la película tiene sus méritos y hay que reconocérselos. Pero no la magnifiquemos en exceso. La mezcla de un guión teatralmente interesante, el histrionismo, la tragedia griega y el “cámara - acción” puede resultar un tanto claustrofóbica e indigesta. Menos mal que la historia es buena y tiene fuerza, que si no...
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5 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Campanadas a medianoche
Campanadas a medianoche (1965)
  • 7,6
    5.570
  • España Orson Welles
  • Orson Welles, Keith Baxter, John Gielgud ...
9
SI LAS PELÍCULAS OLIESEN, OLERÍA A WELLES.
Campanadas a medianoche es una película difícil de comentar. Es de Welles y eso supone siempre "algo distinto" que podrá convencernos en mayor o menor medida pero que, con toda seguridad, "romperá esquemas". Esos son los poderes de Orson Welles. Por encima incluso de su buen trabajo como actor está la lucha contra la monotonía, lo convencional y lo preestablecido. "Welles is diferent" podemos afirmar, y eso se nota. Se nota en los contenidos, en las formas, en los diálogos, en el montaje, en los movimientos y enclaves de cámara y hasta en los blancos más limpios y en los negros más siniestros. Si las películas oliesen, olería a Welles.

Y Campanadas a medianoche tiene su inequívoco aroma. Esas tomas desde planos insospechados en la posada de costureras modositas. Esa batalla medieval tan exactamente igual a tantas y tantas batallas edad-media y a la vez tan singularmente cruel. Espejo donde se mirarán otros cineastas. Recordemos a Bravehearth. Ese desfilar de lanzas sacado de las insignes pinacotecas patrias. Los gozos de la miseria y las sombras de una realeza que añora entre versos shakaspearianos el tranquilo descanso del grumete en la tormenta. Los gozos y las sombras en el fondo de todo, en el rey que rabió y en el rey que finalmente acaba rabiando y pasando página de amistades peligrosas. La ingratitud y la caja de pino. A eso se reduce todo. Pero desde la primera narración en off hasta la postrera, "hemos visto tantas cosas, eh, sir John"....

Vimos interpretaciones de quitarse el sombrero, el almohadón ó la cacerola. Por cierto, genial interpretación bufa de su majestad por parte del propio Welles como Falstaff. Ahí están John Gielgud, Margareth Ruterford y Jeanne Moreau, lujazo donde los haya. Pero también encontramos a Keith Baxter como el principe de Gales ó Alan Webb como Shallow, cuasi desconocidos pero magistrales. Vimos localizaciones capaces de remontarnos en el aire de los siglos y de los paises: Ávila, Chinchón, Cardona... Y sobre todo oímos Maese Shallow las campanadas de un cine que despierta nuestra cultura ancestral europea, la cultura de Shakespeare atravesando océanos y fronteras para retornar en la mirada de un norteamericano universal por los cuatro costados ¿Natural de Wisconsin?: Pura anécdota.

"Si, sir John, las oímos, las oímos..."
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25 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
El fantasma de Canterville
El fantasma de Canterville (1944)
  • 6,3
    979
  • Estados Unidos Jules Dassin
  • Charles Laughton, Robert Young, Margaret O'Brien ...
7
EL ENTRAÑABLE FANTASMA Y SU ECTOPLASMA
Entre comedia terrorífica y terror cómico me quedo con lo de película familiar de domingo por la tarde, con lady marisolera a la inglesa y Laughton incluido, lo cual ya garantiza cuando menos el aprobado en la nota final. Porque de terror, rien de rien, y de comedia... pongamos algunas sonrisas. Que no se preocupe nadie, el riesgo de descoyuntamiento máxilo-facial por desternillamiento es claramente inexistente. Pero, por favor, no me interpreten mal...

La película de Jules Dassin cumple con lo que pretende, es decir, entretiene a un público harto de complicaciones y falto de cosas sencillas. No pidamos al film aquello que no tiene, suspense, intriga, seriedad, terror, etc., ni siquiera la más leve inquietud, porque nunca nos lo dará. Pero si le pedimos una excelente interpretación de Charles Laughton, la tendremos. Si queremos niñas-lady-prodigio, las encontraremos. Y si nos place la presencia de Una O,Connor pues nuestra felicidad será practicamente completa.

¿Que más dará que el fantasma sea ridículo? ¿Que más dará que los soldados prefieran las individuales notas de un boogie boogie, excepcional por cierto, a bailar pegados con la sección femenina británica? ¿O que la peligrosísima bomba parezca de material super resistente, antichoques y casi sumergible?. La cosa entretiene. Y hasta el fantasma, ectoplasma incluido, nos resulta entrañable. ¿Verdad? Pues tómenlo así. Casi siempre la felicidad está en saber valorar las cosas, especialmente las insignificantes y pequeñas. Mírenlo por ese lado...
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19 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
La ley de la hospitalidad
La ley de la hospitalidad (1923)
  • 7,8
    2.238
  • Estados Unidos Buster Keaton, John G. Blystone
  • Buster Keaton, Joe Roberts, Ralph Bushman ...
7
¿HAY QUIEN DÉ MÁS?
Keaton me tiene ganado para su causa. La del humor original y distinto. No es el humor elegante de Chaplin ni el humor travieso de Stan Laurel y Oliver Hardy. Es el humor serio a la vez que el humor físico. Es el humor sorprendente e inesperado. Es el humor del que nos hace cómplices con su cara de palo.

La ley de la hospitalidad no está catalogada entre sus mejores películas. Puede ser. Pero la cantidad de momentos “ilustres” es tal, que contarlos siquiera someramente equivaldría a una completa sinopsis de la película. No obstante pongan el acento en aquella esquina con “muchísimo tráfico” o en aquel tren de recorrido variable según la terquedad de las mulas o en el rescate estilo “yo Tarzán, tu Jane” que nos regala el amigo Buster.

Detalles de calidad. Uno detrás de otro, especialmente en la primera parte de la película. La segunda quizás pueda calificarse de más convencional y previsible, pero aún así deja momentos dignos de mención. Y no olvidemos que estamos ante el primer largo dirigido por el propio Buster Keaton...

Actor, director, atleta ¿Hay quien dé más?
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3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que piensan las mujeres
Lo que piensan las mujeres (1941)
  • 6,7
    2.665
  • Estados Unidos Ernst Lubitsch
  • Merle Oberon, Melvyn Douglas, Burgess Meredith ...
7
LUBITSCH Y EL "JOGO BONITO"
La comedia fina, elegante, sutil e inteligente tiene un rey: Ernst Lubitsch. Rey de los diálogos irónicos y soberbios. Rey del toque de distinción (su famoso toque Lubitsch). Rey de oros cinematográfico. Rey para y por los espectadores inteligentes.

Claro que, entre Ninotchka y To be or not to be, esta comedia That Uncertain Feeling (literal: Esa sensación de incertidumbre) palidece un poquito y queda entre las sombras de dos de las mejores películas, en mi opinión, de todos los tiempos. Sería incorrecto hablar de obra menor porque ni lo es ni la filmografía de Lubitsch recoge mediocridades. Sencillamente, sucede que hay películas como las que he citado que cogen al espectador y no lo sueltan. Hacen con nosotros lo que quieren. Y esta no. Le falta ese gancho que nos suspenda en el genio de un gran cineasta. Tiene diálogos, ironía, chispa y toque pero no acaba de enganchar. Tal vez sea la convencionalidad de la propia historia, aburridos maridos, mujeres incomprendidas, terceros al acecho, unas cuantas típicas situaciones para dar volumen a la historia y aquí paz y después gloria. No hay sorpresas. El pescado está totalmente vendido desde el principio. Pero no importa. Si esto fuese fútbol lo importante no sería el resultado sino ver un buen juego. Y con Lubitsch el “jogo bonito” está asegurado y si además de los elementos Lubitsch contamos con la excepcional interpretación de los tres primeros actores, la calificación no puede por menos que ser alta.

Un detalle final. Mi discrepancia respecto de la consideración de “comedia femenina” dada por algunos críticos. Aquí tanto monta monta tanto Melvin como Merle. Con permiso de Burgess naturalmente. Y además, para más redundancia, es apta para espectadores masculinos. ¿O debo gritar a los cuatro vientos como Jack Lemmon en Con Faldas y a lo loco...”¡Soy un hombre!” ?
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35 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una pistola al amanecer
Una pistola al amanecer (1956)
  • 6,7
    792
  • Estados Unidos Jacques Tourneur
  • Virginia Mayo, Robert Stack, Ruth Roman ...
8
TOURNEUR: UN GRANDE, SIN DUDA
Sinceramente no alcanzo a comprender el sentido de la traducción al castellano del título original del film de Tourneur, pues pistolas hay al amanecer, al atardecer, y hasta en la hora de la siesta. Es cierto que algunas marcan (¿ o debería decir “matan”?) más que otras, pero eso no es suficiente para singularizar de forma preferente las balas matutinas. Curiosidades aparte he de decir que Jacques Tourneur me sigue sorprendiendo y cada nueva película suya que veo me reafirma en lo que ya venía sospechando, que debo andar bastante verde en esto del cine para ignorar que Tourneur es mucho más que La mujer pantera y que debo " retornar al pasado" y repetir tantas y tantas asignaturas pendientes.

Estamos ante un buen western sin duda. No alcanza la categoría de Wichita ni la originalidad de En tierra generosa, pero es un buen western, con una Ruth Roman sobresaliente, por encima de Virginia Mayo y de Robert Stack, un guión excelente y con bastantes elementos diferenciadores de las películas del Oeste “más convencionales”. Así, no es frecuente plantear la difícil convivencia previa a la guerra civil norteamericana, entre unionistas y sudistas, con sus odios y sus fanatismos. Y tampoco resulta moneda común plantear historias del salvaje oeste con estas cargas de pasión, celos y deseos que inclusive conducen a la muerte. En este contexto de perfidias y frustraciones, la figura de Raymond Burr, aquel incorruptible Perry Mason de nuestras primeras andanzas televisivas pierde el in como pierde el dinero y hasta el idus. Y su trabajo cabe considerarlo como muy reconocible.

Dejo para el final uno de los aspectos que más me impresiona en las películas de Tourneur, la fotografía y el color. Ese color vívido pero templado, como suavizando la dureza de la sangre con la sal acuosa de las lágrimas. Tourneur, ya lo dije en otros comentarios, es el color pero también la vida y que concibe el western como un reflejo de la historia americana, donde las personas no son autómatas que disparan o que caen como muñecos de feria por el impacto de las balas, sinó personas que matan y personas que mueren, personas que sufren y que entierran a sus muertos, que pecan y se condenan o se redimen. Ese es Tourneur. Un grande, sin duda…
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30 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wichita, ciudad infernal
Wichita, ciudad infernal (1955)
  • 7,0
    1.646
  • Estados Unidos Jacques Tourneur
  • Joel McCrea, Vera Miles, Lloyd Bridges ...
9
EL MARSHALL INCORRUPTIBLE COMO EL BRAZO DE SANTA TERESA
Asistimos, de la mano de Tourneur, al nacimiento de una ciudad del Oeste americano, de una nueva Babilonia sin jardines colgantes, agraciada con la fortuna del ferrocarril, que los prohombres capitalistas del lugar han conseguido acercar a la "town" para favorecer sus intereses comerciales.

Somos privilegiados espectadores contemplando un espléndido y colorista tapiz donde las suavidades pictóricas se entrelazan con el sonido desenfrenado de las balas, donde los principios morales se corrompen con facilidad ante la previsión de beneficios y la cuenta de resultados...

Cinismo por doquier. La ley del dinero frente a la ley de la horca. Pero...

La música redobla. Llegó Wyatt Earp. El marshall incorruptible como el brazo de Santa Teresa. La horma del zapato de cualquier ganadero delincuente, facineroso y forajido. Llega sin apenas hacer ruido, como el que no quiere la cosa... ¡Tirar las armas, muchachos, que habla en serio!, con el poder que le da la puntería y el plomo entre ceja y ceja y su aplomo en las más duras circunstancias.

Western genial de Tourneur, director al que ya califiqué en Tierra generosa, de diferente y cuyo retrato del salvaje Oeste es bastante menos salvaje y mucho más humano. Donde la violencia no es solo un gaje del oficio sino que es muerte de bandidos, pero también de mujeres y niños, y eso provoca dolor, indignación, rabia...

Joel Mc Crea me ha parecido el Wyatt Earp más auténtico de cuantos han pasado por las pantallas cinematográficas, a la altura y sin desmerecer a Henry Fonda en Pasión de los Fuertes. No obstante, la complexión de Fonda no daba demasiado la talla, circunstancia que, evidentemente, superó a base de cualidades artísticas.

La música introduce y acompaña una historia que si bien no es absolutamente concordante, hecho a hecho y fecha a fecha con la del sheriff más reconocido del Wild West, se ajusta en lo fundamental, que es de lo que se trata. La fotografía en technicolor casi pastel y la filmación en Cinemascope son el complemento ideal de una historia atractiva y un guión sólido.

El resultado: Aunque un tanto escondido en el cajón de los olvidos, uno de los mejores westerns de todos los tiempos.
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25 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
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