arrow
Críticas ordenadas por:
Hasta el fin del tiempo
Hasta el fin del tiempo (1946)
  • 6,1
    202
  • Estados Unidos Edward Dmytryk
  • Dorothy McGuire, Guy Madison, Robert Mitchum ...
7
POR FAVOR, NO COMPAREN.
Desde el momento en el que establecemos un atisbo de similitud entre Hasta el fin del tiempo y Los mejores años de nuestra vida, ambas del 1946 y de idéntica temática, tendemos a colocar el film de Dmytryk un escalón por debajo, y es que siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas y además no imparten justicia. Y mucho menos cuando un director como Dmytryk es de los salpicados por el aquelarre McCarthy.

Pero ¿porqué culpabilizamos también a la película de los presuntísimos pecados de su progenitor?. ¿En que le afectan las desviaciones heréticas de su realizador? ¿Acaso en una agrupación ultraderechista de veteranos de guerra que, dicho sea de paso, es un pegote en el contexto de la obra?. “Ni católicos, ni judíos ni negros” llegan a decir. ¿Pero en qué país vivimos? En la USA post world war evidentemente...

El retorno de los militares de los tres ejércitos no fue una circunstancia más. Tres años y medio es mucho tiempo cuando la vida ha seguido su curso “normal” sin ti. Y volver a subirse al tren es muy trabajoso para los que vuelven con sus facultades íntegras y prácticamente imposible para quienes enterraron sus órganos en el Wounded Knee europeo. Eso sin hablar de los traumas psíquicos que dejan huellas tan indelebles como las manos sobre el boulevard hollywoodiense, ni de los Dean “rebeldes sin causa” a los que no les sobran los motivos sino mas bien les faltan.

Este es el trasfondo gris que Dmytryk retrata. Sobre él, tanto el amor pasional como el paternal dejan un brevísimo destello de color. El resto, un cóctel de oscuridad eso sí, con su buen chorro de esperanza. La del soldado caminando con sus piernas artificiales y sus muletas.

En cuanto a las interpretaciones me quedo con los ojos de Dorothy y el estilo Mitchum. Cumple con profesionalidad Bill Williams en su papel del discapacitado Perry. Y en cuanto a Guy Madison, ni fu ni fa. Será que la sombra de James Dean es demasiado alargada...
[Leer más +]
15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Juntos hasta la muerte
Juntos hasta la muerte (1949)
  • 7,6
    1.799
  • Estados Unidos Raoul Walsh
  • Joel McCrea, Virginia Mayo, Dorothy Malone ...
8
EXCELENTE PRODUCTO DE LA FACTORIA WALSH
Sin anticipar desenlaces parece existir un cierto “toque Walsh” evidente tanto en Juntos hasta la muerte (por cierto, otro de esos “afortunados” títulos castellanos impuestos por las preclaras e insignes mentes de la época) y Al rojo vivo. Tan solo hay que cambiar el poblado indio de la luna por la cima del mundo. El resto, festival de pólvora, es idéntico. Ambos films del mismo año, el 39 y con una Virginia Mayo pluriempleada y en franco progreso artístico. Todo lo contrario de un Joel McCrea del que he visto cosas mejores, especialmente en su etapa Tourneur.

Pero no hay que confundirse, la película está bien pero, eso sí, tiene el lastre de ser un duplicado de otro trabajo del mismo Raoul Walsh. Me estoy refiriendo a El último refugio (High Sierra), año 1941, con un Bogart que sin ser el Bogart genuino que todos conocemos brinda una interpretación excelente al lado de una gran Ida Lupino. Pusieron el listón muy alto y eso lo acusa Colorado Territory, pero aún así Walsh le saca provecho.

Y es que Raoul Walsh es un cineasta de primer orden que no se limita a poner la cámara entre sus ojos y los actores. Va mas allá. Filma interiores, sentimientos, relaciones humanas, amores y traiciones, lealtades y egoísmos. Por ello los teóricos bandidos lo son menos y encajan como stars que se ofertan a un público un tanto harto de malos malos y buenos impolutos y al que le apetecen héroes de carne y hueso, con una mediocridad capaz de equivocarse y rectificar, de enamorarse de quien no deben y corregirlo.

Esta es la lectura con la que me quedo. La del excelente producto de la factoría Walsh, con su amplísimo catálogo de sentimientos, con especial dedicación al amor, la ambición y la superación. Una factoría a la que podría llamarse “La cima del mundo”, por ejemplo.
[Leer más +]
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La princesa prometida
La princesa prometida (1987)
  • 7,4
    65.401
  • Estados Unidos Rob Reiner
  • Robin Wright, Cary Elwes, Mandy Patinkin ...
9
SILENCIO, SE SUEÑA...
No es una película apta para todos los públicos sino tan sólo para aquellos que tengan intacta su capacidad de soñar. Abstenerse incrédulos y quienes presuman de estar de vuelta de todo. Altamente recomendada para niños, abuelos y Peterpanes de vocación.

Porque La Princesa prometida es como un Viaje con nosotros pero sin animadores gesticulantes, donde nos sonríen los gigantes y las brujas, los resucitadores y, malévolamente, los asesinos de los seis dedos. Donde un español de nombre Íñigo Montoya repite incesantemente su estribillo. Donde el incandescente pirata Robert transmite sus poderes de generación en generación. Donde los bosques se visten de fuego y trampas de arena. Donde el amor verdadero se baña en las notas sublimes de una BSO genial de un Mark Knopfler que hace de su guitarra lámpara mágica de sus deseos.

¿Dónde está la realidad? se preguntarán. En ninguna parte. ¿Para que la queremos? ¿No nos basta soñar? Solo son 98 minutos. Ya tendremos tiempo después para dispararle al pianista de la realidad cotidiana. Escuchemos al abuelo. Silencio, se sueña...
[Leer más +]
65 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dodge, ciudad sin ley
Dodge, ciudad sin ley (1939)
  • 6,8
    1.849
  • Estados Unidos Michael Curtiz
  • Errol Flynn, Olivia de Havilland, Ann Sheridan ...
8
¿QUE PASÓ EN EL 39?
Uno se pregunta ¿qué pasó en el 39? Me explicaré. Se dice que hasta entonces el western era un género en decadencia. Y en el 39 tenemos: La diligencia de John Ford, Dodge City de Curtiz y Arizona de George Marshall.

¿Fue año de nieves? Porque no me negarán que estas películas revitalizaron un género dormido. Y lo hicieron desde distintos enfoques. Ford, con su cámara de retratar caracteres humanos, Curtiz cargando las tintas en la acción y en la ley de la bala y por último Marshall abanderado del western antiviolencia. Sin duda la línea que prosperó más fue la del western de los revólveres de inagotable munición con malos muy malos y buenos encantadores, porque el público y el box-office mandan y dictan veredicto final.

En esta línea de argumentación les diré que aunque me encanta el western “vital” de Tourneur, donde lo importante no son las balas sino sus consecuencias, los muertos, los vivos y en general, las personas, no dejo de reconocer el atractivo del western tópico de hombres duros en plan “muerde la bala” o “tu perdonas, yo no”, y si encima nos encontramos con la típica y más maravillosa pelea de “saloon” que en el “wild west” ha habido, ejemplo y modelo para la posteridad, pues la cosa deja muy buenas vibraciones.

Curtiz es un buen director que hace las cosas bien y el tandem que formó con Errol Flynn, garantía de buen cine y éxito de taquilla. Taquilla a la que no es ajena la parejita habitual Flynn - de Havilland con sus habituales dosis de odio-amor o viceversa (recordemos El capitán Blood). Respecto a Flynn y sin ser santo de mi devoción, (me encajaría mas en La verbena de la paloma, a lo Pichi madrileño), le reconozco su profesionalidad y buen hacer, aunque donde se ponga el fugitivo de Port Royal que se quite el pacificador de Dodge City.

La presencia de Bruce Cabot y especialmente de Alan Hale, a quien he visto recientemente en Stella Dallas y Estrellas en mi corona, todo un lujo y, hablando de lujos, la música de Max Steiner y la buena fotografía de Sol Polito.

En definitiva, una película que supuso un punto de inflexión en el género del western y que resulta de visión obligada para los amantes del cine.
[Leer más +]
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stella Dallas
Stella Dallas (1937)
  • 7,4
    1.275
  • Estados Unidos King Vidor
  • Barbara Stanwyck, John Boles, Anne Shirley ...
8
SOLA Y APOYADA SOBRE LA FRIALDAD DE UNA VERJA
Stella Dallas quizás no sea una gran película pero sí un excelente personaje de esos con los que sueñan las grandes actrices. La variedad de matices que ofrece hace que sólo esté al alcance de las más grandes. Y aquella Bárbara Stanwyck de los años 30, era una actriz en formación pero que ya había dejado excelentes muestras de su talento. Recordemos, sin ir más lejos, La mujer milagro y La amargura del general Yen, ambas de Capra.

Bárbara coge el papel y, para mi, lo borda. Lo hace suyo. Bárbara y Stella se confunden. ¿Quién es quién? Esa es la grandeza de la interpretación. Luego está la película en si. Un tanto ñoña y si me apuran cursi, especialmente en el personaje de Laurel, o, si lo prefieren, demasiado efectista buscando reacciones lacrimógenas por parte del espectador antes que reflejar situaciones verosímiles. Pero esto es cine, y el cine tiene sus artimañas y sus trucos y sus reglas de juego. En el cine de siempre, igual que ahora ocurre en la guerra de las televisiones, se buscaban audiencias, cuantas más mejor. Y el estudio psicológico del espectador aconsejaba regalarle situaciones de melodrama puro y duro. De los de rompe y rasga. De los que hacen inevitable una lágrima cayendo sobre las arenas tapizadas de las butacas.

Pero el personaje de Stella Dallas, con su colección de estrambóticos sombreros, pieles de zorro baratas y vestidos cuajaditos de volantes, es algo especial. Duro de pelar. Sólo para actrices privilegiadas como ella.

Momentos cumbres de la película hay muchos y en todos ellos está Bárbara Stella. En algunos, como en las literas del tren, está con su hija Laurel (Anne Shirley) y en otros, como la noche de Navidad está sola con ella misma eligiendo y retocando su vestido en una especie de postrero canto del cisne ante un amor que se escapa irremediablemente. Y por descontado, en el momento cumbre de su vida está sola y apoyada sobre la frialdad de una verja
[Leer más +]
30 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vida de Galileo
La vida de Galileo (1975)
  • 6,7
    568
  • Reino Unido Joseph Losey
  • Topol, Edward Fox, John Gielgud ...
8
¿HUBIESE EL PAPA ABOLIDO EL CIELO?
La película intenta ser un homenaje a un científico tan magistral como poco reconocido. Pero no un homenaje donde todo son flores y parabienes, sino uno donde también afloren la crítica y las dudas. La propia crítica y las propias dudas que Galileo Galilei se hace a si mismo respecto a su incapacidad para haber aprovechado un momento único en el que había conseguido movilizar la voluntad del pueblo. De ese pueblo que se debatía entre la fe ( y con ella el dominio de la Iglesia) y la evidencia.

Aquel “ y sin embargo se mueve” se me antoja tan explícito como insuficiente. Y por ello, me cuestiono que hubiese sucedido si el pueblo hubiese encontrado su mártir. Creo que ese es el gran acierto de Losey, que acabemos formulándonos esta pregunta. El resto son, magníficos complementos. Las actuaciones de Topol, Gielgud y Fox, francamente buenas. La ambientación y el vestuario absolutamente creíbles y logradas. Y supongo que las canciones del tiempo serían tan ilustrativas de la historia como armoniosas. Lo digo porque en la versión vista por mi no se subtitularon.

Me encantaron las luces y las sombras al más puro estilo expresionista alemán e incluso recordando los trabajos de Eisenstein y también los diálogos agudos e ingeniosos.

Siempre hay un pero, y es este: Está claro que Losey intentó deliberadamente que la película conservase un cierto aspecto teatral procedente de la etapa de representaciones anterior, tal vez para enfatizar determinados aspectos trágicos de la historia. Es una opción. Pero cuesta un tanto de asimilar.

Resumiendo, una obra magnífica, ciertamente poco popular como el propio personaje pero que inquieta.

¿Qué podría haber pasado? ¿Hubiese el papa publicado una encíclica aboliendo el cielo?
[Leer más +]
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viento salvaje
Viento salvaje (1957)
  • 6,7
    247
  • Estados Unidos George Cukor
  • Anna Magnani, Anthony Quinn, Anthony Franciosa ...
7
A LA MAGNANI LE SOBRABA FUERZA.
Una de las mejores actrices de todos los tiempos ha sido Anna Magnani. Lo digo sin el menor asomo de duda después de haberla visto actuar en Roma, ciudad abierta, Bellíssima, Mamma Roma y La rosa tatuada. He vuelto a verla en Viento Salvaje de Cukor y confirmo que es de lo mejor nunca visto en cine aunque su papel como Gioia no esté al mismo nivel que sus anteriores interpretaciones.

Y Anna lo borda, es cierto, y por ello la nominaron al Oscar a la mejor actriz, pero el papel es de un nivel inferior a otros que interpretó anteriormente. Tiene garra pero no tanta. Derrocha sensualidad, pero no tanta. En definitiva es como la cerveza, pero en light. Un papel a la alturas de sus dotes interpretativas la hubiese encumbrado sin duda de nuevo a lo más alto, pero Gioia es, por ejemplo, mucho más contenida que Serafina delle Rose y claro, cuando el guión constriñe Magna Magnani no luce igual.

Un especialista como Cukor no le sacó todo lo que ella lleva dentro, quizás el personaje no lo necesitaba. Y en cuanto a Antonny Quinn más de lo mismo, tiene mas fuerza de la ofrecida pero aún así lo hace bien y gracias a ello, consiguió la nominación a mejor actor.

¿Franciosa?: Pues, un poco como es él. Discretito y regulín.

Lo mejor y un auténtico lujazo la música de Tiomkin especialmente la canción Wild is in the wind que abre la película, bien interpretada por Johnny Mathis.
[Leer más +]
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
El jardín de la alegría
El jardín de la alegría (2000)
  • 6,4
    11.535
  • Reino Unido Nigel Cole
  • Brenda Blethyn, Craig Ferguson, Martin Clunes ...
7
FUMATAS POCO PAPALES
Excelente humor británico, rompiendo los esquemas del llamado humor inglés, irónico, punzante y poco divertido si no se está en la onda adecuada, cosa que nos sucede con frecuencia al resto de los mortales. Pero esta película es de una comicidad clara y diáfana que, partiendo de una situación evidentemente trágica como es la muerte - la película se inicia con un funeral - va tomando los derroteros mas inverosímiles, para sorpresa de unos espectadores, nosotros, que, a medida que nos vamos dando cuenta de lo que va el negocio, aplaudimos la iniciativa y nos solidarizamos con la digamos “viuda alegre”, dicho lo de alegre por las fumatas poco papales necesarias para el control de calidad de la mercancía.

Vamos, que la pelicula, no es para desternillarse pero tiene momentos de un humor sublime y eso sí, siempre absolutamente inteligible. A lo cual debemos sumar una fotografía magistral de paisajes magistrales así como una banda sonora que acompaña como anillo al dedo un argumento bastante original y muy bien desarrollado.

No obstante, hay que decir toda la verdad y nada más que la verdad. Y a fuer de ser sinceros, la película decae en su tramo final, donde comulgan situaciones hilarantes con otras previsibles y ramplonas. Lo de los granujas de medio pelo me parece por debajo del nivel ofrecido. La historieta del libro y los “shows” televisivos también se me figuraron como de relleno. Ahora bien la fumata colectiva de amas de casa y fuerzas de seguridad con los “escudos” bajados pone una hilarante guinda al pastel de una buena película. Y todo ello, con lo difícil que resulta hacer reír al personal...
[Leer más +]
30 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
El trompetista
El trompetista (1950)
  • 7,1
    1.313
  • Estados Unidos Michael Curtiz
  • Kirk Douglas, Lauren Bacall, Doris Day ...
8
UNA NOTA INEXISTENTE EN LOS OJOS DE UNA MUJER FATAL
Para quienes nos encanta aquel Jazz de los pioneros, en aquellos viejos tugurios de New Orleans, “El trompetista” es un magnífico exponente de este género musical representativo por excelencia del alma negra (expresión tan gráfica como desafortunada, lo reconozco). Y lo más curioso es que recoge aspectos biográficos de un músico de raza blanca: Bix Beiderbecke, uno de esos genios “malditos” al que destrozó la bebida.

Para más curiosidades, la impagable presencia de Hoagy Carmichael, actor (recordemos su presencia en Tierra generosa de Jacques Tourneur), músico y compositor además de amigo personal de Beiderbecke, para quien compuso temas como “Riverboat Shuffle”. Hoagy lleva el hilo conductor de la película desde su posición de amigo y camarada de sesiones jazzísticas.

Y por si todo ello no fuese suficiente, la presencia de un actor y dos actrices de primerísima línea como Kirk Douglas, Lauren Bacall y Doris Day. Esta última cantando por ella misma temas como With a song in my heart. Si le añaden un director de los buenos como Michael Curtiz de quien se han dicho y repetido tantas cosas, pues tendrán al joven con la trompeta bajo el brazo, película digna e interesante que, sin llegar a la categoría de obra maestra, se ve bien y en la que podemos apreciar la profesionalidad de sus actores, especialmente Douglas, quien se preparó a conciencia para este papel, aunque en cuanto a la música fuese doblado por un profesional de la trompeta como Harry James.

Y en la misma coctelera, un evidente chorrito de lesbianismo tan “inapropiado” para los guardianes de la decencia de aquellos tiempos que incluso limitó la explotación comercial. Hoy, superados suficientemente este tipo de cosas la película queda como una obra mas que notable, especialmente si, como es mi caso, se es aficionado al jazz de los Ellington, Armstromg, Gillespie ó Coleman Hawkins y a la que tal vez le falte algo más de osadía en su tramo final.

La bebida como remedio a las penas. ¿Pero cuales eran las penas? ¿La búsqueda de una nota inexistente ó los ojos de una mujer fatal?. La respuesta no está en el viento. La tienen delante de ustedes.
[Leer más +]
39 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
La boda del Monzón
La boda del Monzón (2001)
  • 6,7
    10.567
  • India Mira Nair
  • Naseeruddin Shah, Lillete Dubey, Shefali Shetty ...
6
HAWAI BOMBAY
No suelo adentrarme mucho en el siglo XXI, en cuanto a trabajos cinematográficos se refiere. Probablemente sea porque, salvo honrosísimas excepciones, mis escasas incursiones se han saldado con derrotas y eso enfría los ánimos. Tomemos por ejemplo La boda del Monzón. Inicialmente atractiva. Filmografía india. León de Oro en Venecia año 2001. Nominación a los Globos de Oro como mejor película extranjera...

Uno se sienta en su butaca, pensando en encontrar algo original y distinto, una pequeña joya de un cine exótico con su buen chorrito de esas filosofías orientales de la vida que tan extrañas nos parecen a los occidentales y tanta falta nos hacen. ¿Y que se encuentra? Pues algo así como Hawai Bombay con 9 partes de insulseces occidentales (Hawai) y 1 de principios transcendentales: culto a los antepasados, integridades personales, respeto y entrega a la familia (Bombay).

Está muy bien eso de romper esquemas de que la India solo es miseria, hambre y pobreza. Está muy bien eso de mostrarnos sociedades occidentalizadas bailando rítmicamente canciones hindúes del verano (por cierto, de lo mejor del film). Todo eso está muy bien. Pero resulta que, eso, o algo muy parecido lo encontramos todos los días en pelis del montón de factorías Hollywood (con H) donde chico guapo busca chica guapa preferiblemente con pocas luces y eso no es lo que esperaba encontrar aquí en una película tan laureada.

Tal vez el problema esté en mi mismo porque los árboles de mis ideas preconcebidas no me dejan ver el bosque de una buena realización. Tal vez. Pero de una cosa ando seguro, el cine oriental nos ha dejado y nos seguirá dejando momentos mucho más sublimes que este.
[Leer más +]
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En las rayas de la mano
En las rayas de la mano (1947)
  • 6,2
    234
  • Estados Unidos Mitchell Leisen
  • Ray Milland, Marlene Dietrich, Murvyn Vye ...
6
NI SIQUIERA MARLENE PUEDE AVIVAR UNA HISTORIA QUE LANGUIDECE
En Recuerdo de una noche descubrí la filmografía de Mitchell Leisen, director más que interesante aunque un tanto olvidado. Me propuse darle un repaso a su filmografía y acabo de hacerlo con “En las rayas de la mano” (Golden Earrings), película del 47 con Marlene Dietrich y Ray Milland, dos actores “Wilder” (por decirlo de algún modo), recordemos Días sin huella ó Berlín Occidente, pero sin apenas “química” entre ellos.

Las relaciones Leisen - Billy Wilder pasaron por más fases de desencuentros que de encuentros, especialmente por el tratamiento dado por Leisen a los guiones de Wilder, quien, del mismo que Preston Sturges, llegó a dirigir sus propios guiones porque no le complacía el enfoque de Leisen. Evidentemente, todos los aficionados al cine nos congratulamos de la decisión de Billy Wilder de coger la batuta directiva, pero tampoco hay que cargar las tintas sobre Leisen, a quien considero un tanto injustamente tratado.

En las rayas de la mano no es su mejor trabajo. Eso está claro. El flashback resta suspense a una historia muy predecible y un tanto descafeinada que va languideciendo por momentos sin que ni siquiera Marlene Dietrich en su papel de zíngara consiga avivar. Una cierta tensión en el punto culminante de la misión y poco más. ¿Culpa de Leisen? No lo creo. Aquel Recuerdo de una noche me dejó muy buenos recuerdos. Seguiremos informando...
[Leer más +]
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tormento y el éxtasis
El tormento y el éxtasis (1965)
  • 7,1
    3.543
  • Estados Unidos Carol Reed
  • Charlton Heston, Rex Harrison, Diane Cilento ...
8
¿CUANDO VAIS A ACABAR?
En la memoria colectiva Charlton Heston siempre será Ben-Hur, pero reconozco que el personaje de Miguel Ángel Buonarroti le va como anillo a un dedo insuflador de vida de un Dios bondadoso a un Adán agradecido.

En cualquier caso las similitudes entre Ben-Hur y el pintor renacentista permiten que se mantenga esa imagen de Heston a la que nos hemos ido acostumbrando, la de su fortaleza anímica e integridad personal por encima de todo y ello en un personaje de carácter difícil y temperamental que, en defensa de sus propios principios artísticos y vitales llega a enfrentarse al Papado representado por un belicoso Julio II ( Rex Harrison) implicado más en los asuntos terrenales que en los celestes. Sin embargo fue el propio Julio II quien “ordenó” ( quiero recalcar la palabra y no relativizarla) a Miguel Ángel la pintura del techo de la Capilla Sixtina en un alarde de magnificencia para la eternidad.

Y aquella orden Papal desató, cual abierta caja de Pandora, todos los conflictos. Tanto los personales de ambas celebridades como los interpersonales. Buena muestra de ello, la frase sonsonete repetida una y otra vez:

- ¿cuándo vais a acabar? (Julio II)
- Cuando termine (Miguel Ángel)

Pero, recordando frases típicas y tópicas, aquello fue el inicio de una gran amistad, de una relación de amor y desamor, de encuentros y desencuentros, muy bien llevados a la pantalla por estos dos grandísimos actores, de la mano de un buen director como Carol Reed. La mención papal de Rafael de Sanzio como acicate obliga a levantarse del lecho a un pintor abatido y la exigencia del pintor a Su Santidad de que termine su obra, prácticamente resucita al Papa de entre los muertos.

Momentos excelentes de una película excelente, cuya fidelidad histórica tal vez no sea plena (casi nunca lo es en las películas históricas) pero que recoge magistralmente la creación de una de las mayores y mejores obras de arte que hombre alguno realizase.

Y no quiero finalizar mi comentario sin hacer mención de algunos de los aspectos técnicos del film. La excelente música de Alex North, los maravillosos planos fotográficos de un cielo inspirador de La creación del hombre, los vestuarios y la ambientación plenamente ajustadas al tiempo y al lugar. Aun no conseguidos, las nominaciones a los premios de la Academia significan un buen reconocimiento al trabajo en estos apartados.

Y un apunte más: Uno se pregunta ¿cómo pudo recrearse La Capilla Sixtina y la propia evolución de las pinturas?. Pues, reconstruyéndola completamente a escala en los estudios Dino de Laurentis en Roma, utilizando 16 técnicos que compusieron las pinturas con los mismos colores que tenían hace cuatrocientos años. ¡Toma ya! ¡Ahí queda, eso!
[Leer más +]
42 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dama por un día
Dama por un día (1933)
  • 7,2
    1.241
  • Estados Unidos Frank Capra
  • Warren William, May Robson, Guy Kibbee ...
8
EL ORDEN DE LOS FACTORES SÍ ALTERA EL PRODUCTO
Las matemáticas y el cine no se llevan bien. Especialmente en aquello de que el orden de los factores no altera el producto. Porque miren ustedes, no se obtiene el mismo resultado viendo primero Dama por un día y después Un gángster para un milagro, ambas de Frank Capra, que hacerlo a la inversa. Y a mi manera de ver las cosas, la perjudicada es Dama por un día, porque aún partiendo de la identidad de historias, el color, los actores y los veintiocho años entre una y otra decantan el resultado a favor de Glenn Ford y Bette Davis.

Y ello me deja un regusto amargo porque la versión 1933 es una señora película nominada para la estatuilla a la mejor película, la cual fue para Cabalgata de Frank Lloyd, quien, a su vez, recogió el premio al mejor director. La anécdota de aquella noche fue que el presentador dijo: “Ven a buscarlo, Frank” sin darse cuenta que había dos Frank nominados. Capra se levantó equivocadamente pero tuvo que retirarse al darse cuenta que el premio no era para él.

Y por si todo ello no fuese bastante, dos nominaciones más: Mejor actriz y Mejor guión adaptado, perdidos frente a Katharine Hepburn (Morning Glory) y Victor Heerman y Sarah Y. Mason, por Las cuatro hermanitas, sobre una novela de Louisa May Alcott.

Poderes incontestables los de éste espléndido trabajo donde el especialista en cuentos cinematográficos nos regala otro de sus sueños maravillosos.
[Leer más +]
33 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estrellas en mi corona
Estrellas en mi corona (1950)
  • 7,4
    712
  • Estados Unidos Jacques Tourneur
  • Joel McCrea, Dean Stockwell, Alan Hale ...
9
OBRA TAN MAGISTRAL COMO DESCONOCIDA
Encuadrar “Estrellas de mi corona” en el género western está, como se suele decir, “cogido por los pelos”. Para aquellos que asocian los revólveres con el Wild West no habrá ninguna duda, pero cuando detrás del colt se vislumbra la vida ordinaria de las gentes, el asunto está algo más morrocotudo.

Lo que resulta claro y meridiano es la excelente calidad de este film de Tourneur que, al igual que en otros “supuestos” westerns: Tierra generosa (1946), Wichita(1955) ó Una pistola al amanecer (1956) retrata, con preferencia, la vida a la violencia, aún reconociendo que esta era el caldo de cultivo de la cultura norteamericana. E igual que sucede en Una pistola al amanecer, las conexiones con la guerra civil, son claras. Prebélicas en el caso de Una pistola al amanecer y posbélicas en Estrellas de mi corona, aunque en los dos casos llenas de íntimos malestares.

No obstante, he echado de menos esos colores pastel que daban un cierto tono impresionista a sus otros trabajos. Lo digo sin desmerecer una fotografía en B/W francamente notable, pero para mi, el color es una de las bazas fuertes de Tourneur.

Volviendo a lo del género, más bien la encuadraría entre las películas familiares y religiosas con exaltación de valores profundos y su toque de moralina redentora pues así puede calificarse la recuperación colectiva del sentido común tras la lectura del testamento del candidato a ser linchado. Y dentro de ese género, la película cumple y da la talla, pudiendo considerarse como una obra tan magistral de Tourneur como cuasi desconocida.

Tal vez sea pura coincidencia pero me han sorprendido las similitudes con Matar a un ruiseñor, película muy posterior, pero con similar planteamiento, niños recordando su infancia, linchamientos, racismo, el incorruptible e integro personaje central y Alabama como tierra natal de sus creadores. En cualquier caso, compararse con el peliculón de Mulligan ó a este con el de Tourneur no desmerece a ninguno de los dos.
[Leer más +]
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
U.S. Marshals
U.S. Marshals (1998)
  • 5,6
    10.962
  • Estados Unidos Stuart Baird
  • Tommy Lee Jones, Wesley Snipes, Robert Downey Jr. ...
5
Y A OTRA COSA, MARIPOSA
Lo de segundas partes nunca fueron buenas es un dicho castellano que, aún exagerando la nota (recuérdese sino El Padrino II), por lo general, acierta. Y U.S. Marshals, como El Fugitivo II tiene poco de bueno. Un Tommy Lee Jones siempre profesional y algunas secuencias como las iniciales en el interior del avión. Del resto lo mejor que podemos decir es que resulta entretenido, aunque hayamos visto las mismas cosas infinidad de veces. Snipes no es Harrison Ford. Eso es evidente. Pero aunque lo fuese, a mi parecer la película no hubiese cuajado. Creo que al público ya le va apeteciendo ver al fugitivo llevando una vida hogareña y tranquila, que el pobre ya ha pasado lo suyo y nosotros viéndolo desde aquellos tiempos de las teles en blanco y negro. Con David Janssen como el doctor Kimble y Barry Morse como El teniente Gerard...”Ta ta ta chán“. ¿Y ahora Wesley Snipes? No. Please. Que la cosa empieza a resultar demasié.

¿Qué no les cuento nada de U.S.Marhals? Pero si no hace falta. Si vieron El fugitivo pues pongan de su cosecha algunas persecuciones más, un toquecito oriental para dar ambiente y la buena chica de turno. Ya está. Y a otra cosa, mariposa.
[Leer más +]
19 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
La caja de Pandora (Lulú)
La caja de Pandora (Lulú) (1929)
  • 7,5
    1.838
  • Alemania Georg Wilhelm Pabst
  • Louise Brooks, Fritz Kortner, Alice Roberts ...
8
EL MAL Y LA FATALIDAD COMPAÑEROS DE VIAJE
Después de leer lo que otro “compañero de aficiones” escribió sobre esta película, se me ocurre aquello poco ocurrente de: ¿qué hace un tipo como tú viendo películas como esta?. Con todos mis respetos, evidentemente, que lo cortés no quita lo valiente. En verdad no lo entiendo. Nada menos que una película de 133 minutos que se reduce a “un mundo de putas y puteros” y “que no dice absolutamente nada”. Propongo para él, el Oscar al espectador resistente. Y me da absolutamente igual que me mortifique a base de puntuaciones negativas. Por mucho que lo haga, seguiré manteniendo que, sin ser una obra magistral, es una película interesante, diferente y atrevida. Ah, y no lo digo para evitar que me reconozcan culpable del delito de herejía y me asen en la hoguera de los cinéfilos apostatas ó me excomulguen, ó las fuerzas de mudas cristiandades en blanco y negro me amenacen con nuevas cruzadas contra cataros disidentes del arte de Lumière. Lo digo porque tengo mis principios y a ellos me atengo.

Pabst no es ni Lang ni Murnau. Pero es un director interesante que maneja con destreza los hilos del expresionismo. Los gestos, las miradas, la fuerza de la mano que oprime el brazo, la caricia femenina, los dedos que se abren y la navaja que se desprende...

Como buena película muda, hacen falta muy pocos rótulos literarios. Los justos y precisos para seguir una acción cuyo eje central se sitúa en la figura de Lulú y sus costumbres ligeras, su altamente perniciosa seducción y sus ojos sumisos capaz de llevar a los hombres (y las mujeres) al suicidio. Esos son sus poderes. Esa es la fuerza capaz de destapar la caja de Pandora y derramar a su alrededor un destino amargamente fatal. Porque esta es la lectura íntima del film, el mal y la fatalidad como compañeros de viaje. Esta es la historia que hay detrás aunque haya quien no acabe de enterarse.

Por cierto, el acto tercero con su ajetreo entre las bambalinas del espectáculo de varietés, es un portento de filmación cinematográfica. Es uno de los puntos culminantes en una película rompedora y atrevida (evidentemente para la época) que supuso el encumbramiento de Louise Brooks como actriz reconocida y que dejó en cierto modo en la recamara a una Marlene Dietrich en quien se pensó para el papel y que en mi opinión, hubiese dado perfectamente la talla. Pero la Brooks lo hace bien y se lo reconozco. Los 133 minutos, algo excesivos, pero si te gusta el cine como expresión artística se aguantan bien, muy bien.
[Leer más +]
36 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
El jardín de Alá
El jardín de Alá (1936)
  • 5,6
    333
  • Estados Unidos Richard Boleslawski
  • Marlene Dietrich, Charles Boyer, Basil Rathbone ...
5
GRACIAS A MARLENE, LA PELÍCULA ES MALA, PERO MEJOR...
Tras la era Von Sternberg con su inolvidable Ángel Azul, Marlene Dietrich encara una segunda etapa profesional con un prestigio que la llevará a trabajar para directores tales como Lubitsch, Clair, Fritz Lang, Billy Wilder ó el mismísimo Hitchcock. Pero esta película, El Jardín de Alá, cabría calificarla, siendo generoso, como una obra de transición en su carrera y sin generosidades como un borrón infumable. Pero la culpa no es de nuestra querida Marlene. No. No se confundan. Todo lo contrario, Repito lo que ya dije en mi crítica a “Marruecos”: “Marlene Dietrich ... convierte una película más en una película diferente, atípica y atópica ” Y esta es la situación, El Jardín de Alá es una película más. Melodramón lacrimógeno donde los haya que hay que ver, obligatoriamente, si se pretenden iniciar ejercicios espirituales y de meditación trascendental. No duden que contaba y cuenta con el visto bueno Papal y con las bendiciones de la Santa Madre Iglesia. Pero Marlene, ¡Ay, Marlene! Consigue que la película se supere a si misma y siga siendo mala, pero eso sí, mejor que antes.

Reconozcamos las excelencias de una fotografía en color (aunque desencante saber que las arenas del jardín paradisíaco fueron localizadas en Buttercup Valley en el desierto de Arizona) y aplaudamos la concesión del Oscar en esta especialidad y apurando mucho, podemos llegar a valorar el trabajo de Charles Boyer, Basil Rathbone, Aubrey Smith y la presencia siempre apreciada de John Carradine (adivino de la arena). Y por encima de todo, la belleza, el glamour y ese toque de distinción que confieren la presencia de Marlene Dietrich.

Pero ni por esas. La cosa huele a rancio. Ó a kitsch si lo prefieren. Para olvidar.

Un 5. ¡Va por ti, Marlene!
[Leer más +]
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Matar a un ruiseñor
Matar a un ruiseñor (1962)
  • 8,3
    49.290
  • Estados Unidos Robert Mulligan
  • Gregory Peck, Mary Badham, Brock Peters ...
10
AHAB ATTICUS
Sin duda el mejor trabajo de Robert Mulligan, entre los dos ó tres mejores de Gregory Peck (y éste tiene unos cuantos) y entre las mejores películas de la historia del cine. Estos son los poderes de Matar a un ruiseñor, film sobre el racismo más radical, el de los 60 en los Estados sureños estadounidenses, basado en una obra magistral de la escritora nacida en Alabama, Harper Lee, premiada con el Pulitzer de 1961 por este libro que se ha convertido, por derecho propio, en objeto de estudio y punto de referencia obligada en los Institutos norteamericanos.

Pero ¿cuántas veces un mal guión ha destrozado una espléndida novela?. No es el caso. Hasta el punto que la estatuilla al mejor guión adaptado es de las que no admiten discusión. Porque, sin necesidad de ser eruditos en estructuras argumentales cinematográficas, los espectadores nos damos cuenta que la trama que tejen la novela, el guión y el propio Mulligan nos envuelve con suavidad, nos va llevando de una cosa a la otra, de la casa misteriosa al niño de vacaciones, de la señora gruñona en su mecedora a la conmoción popular por la violación de una muchacha blanca. Son las crónicas de un pueblo versión USA. Una sucesión de aleluyas cantadas y contadas por Scout, la niña con modales de chico cuyo crecimiento será marcado a fuego por una sucesión de acontecimientos que, rompiendo la ardiente monotonía sureña, se incrustarán en sus recuerdos.

Sin embargo, esos acontecimientos aparentemente deshilvanados, acaban perfectamente conjuntados en un desenlace tan hermoso como sorprendente, donde la cordura parece imponerse al desatino y el sentido común reclama su lugar en la función. Donde aquellos hilos aparentemente dispersos durante toda la película se cruzan un instante para hacernos un regalo que ningún amante del cine podrá olvidar.

Dejo para el final a Gregory Peck no por olvido sino por deferencia y respeto al que seguirá siendo nuestro eterno capitán Ahab, a quien, por esta excepcional interpretación, justamente premiada con el Oscar al mejor actor, no nos queda más remedio que rebautizar con el apellido Atticus.
[Leer más +]
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las dos señoras Carroll
Las dos señoras Carroll (1947)
  • 6,6
    640
  • Estados Unidos Peter Godfrey
  • Humphrey Bogart, Barbara Stanwyck, Alexis Smith ...
8
GÓTICO FEMENINO CON HITCHCOCK A MUCHA DISTANCIA
Tener a dos de las figuras señeras del cine clásico como son Barbara Stanwyck y Humphrey Bogart frente a frente, no es cosa fácil de ver. La gran dama de la pantalla junto al actor que hizo de su apellido un estilo, el de duro de vuelta de todo y "sensible" a las buenas causas. Claro que, aquí la cosa toma otros derroteros mucho más retorcidos y Humph no es el Rick de Casablanca ni siquiera Mantee, aquel gangster con corazón de El bosque petrificado, por citar dos interpretaciones alejadas en cuanto a las formas pero similares en lo que a sentido y sensibilidad se refiere. Aquí, "sui géneris" Bogart va de malo, malo y eso resulta chocante pero aún así le cogemos cariño e incluso confiamos en su postrera redención, la cual, exigencias del guión, no se produce.

Dos interpretes de esa talla necesitaban una buena película. Y Las dos señoras Carroll lo es. Buena. Incluso excelente por momentos. Pero acaba fallando. Vestir las maldades de locura requiere ciertas habilidades psicológicas que no todos los directores poseen. Intentar emular a Hitchcock está al alcance de muchos pero alcanzar la suela de su zapato es otro cantar. Y aquí Peter Gordrey recrea a la perfección la atmósfera siniestra de suntuosos edifícios palaciégos en noches de tormenta, con escaleras de caracol y cuadros estilo Rebeca en las paredes. Con una música absolutamente apropiada a la Sospecha latente como telón de fondo. Y en conjunto, conformando una obra fundamental para entender ese subgénero del suspense llamado gótico femenino. Pero claro, cuando la cosa deriva a la Psicosis pura y dura, como el orondo británico no hay otro. Y eso se nota y le pasa factura al film.

De cualquier manera, los pros de la película superan a los contras y su visionado es muy recomendable especialmente para aquellos que como yo, admiramos a estos dos fueras de serie del cine de siempre.
[Leer más +]
13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los mejores años de nuestra vida
Los mejores años de nuestra vida (1946)
  • 8,2
    9.012
  • Estados Unidos William Wyler
  • Dana Andrews, Fredric March, Myrna Loy ...
10
DRAMA DE SUPERVIVENCIA CON SONRISAS DE ESPERANZA
¿Quieren conocer la teoría de la relatividad? ¿Un ejemplo practico? ¿Parecer insensibles al paso inexorable del tiempo? ¿Qué 170 minutos no parezcan nada? : Vean Los mejores años de nuestra vida de William Wyler. Da igual que la vean ahora por primera vez como que la vuelvan a ver después de una temporada. Da lo mismo. Les volverá a seducir. Se olvidarán de los relojes, de las prisas y si no andan con cuidado se olvidarán de recoger a los niños del cole u otros compromisos similares. Es la capacidad hipnótica de una historia absolutamente magistral que, llevada al cine, confiere a éste, la categoría de ARTE, con mayúsculas.

7 Oscars mas 1 honorario, a Harold Russell por “dar esperanza a sus compañeros veteranos“, absolutamente merecidos, son los poderes de esta película dirigida por uno de los directores cuyas películas han sido más laureadas, incluyendo el Oscar a la mejor dirección por La señora Miniver y por Los mejores años de nuestra vida e infinidad de estatuillas más. Recordemos Ben Hur , La Heredera, Vacaciones en Roma , El Forastero, etc. Todas premiadas en alguna categoría.

Para algunos críticos, Los mejores años de nuestra vida es la única película de la historia que justifica plenamente las 8 estatuillas. No voy a contradecir esta afirmación porque este tipo de argumentaciones siempre resulta discutible, pero, es cierto, que el film es magistral en todos los sentidos, e incluso no hubiese sorprendido un reconocimiento a la fotografía de Gregg Toland, donde todo esta en su sitio justo y preciso para cautivar la mirada del espectador y emocionarla, como tampoco hubiese extrañado un premio superior para Mirna Loy en una interpretación sublime tanto en la faceta de esposa cómplice y resignada y de madre confidente.

Una temática real, cruda y difícil pero planteada desde ópticas optimistas de quien cree en la capacidad de un pueblo para superarse a sí mismo en los momentos críticos de su historia. Un drama de supervivencia pura y dura pero apuntalada desde las sonrisas de la esperanza. Un guión, donde no sólo se vive el drama físico y social de los excombatientes sino donde se intuyen igualmente las crisis personales, familiares, económicas y sobre todo morales de los que se quedaron... Un guión que acaba apostando por el entendimiento entre unos y otros.

Un 10. Por supuestísimo.
[Leer más +]
35 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fichas más visitadas