28 Críticas de los usuarios

La que hoy es una de la ministras mas odiadas de la historia de la democracia española co-escribe una película que parece una idea concebida para un corto que se a alargado para convertirse en un largo al que le sobra el 85% del metraje.

No he visto una película que junte tantos tópicos típicos sobre hombres y mujeres, hasta tal punto que sabes perfectamente cuales van a ser las reacciones de cada personaje en todo momento. Un argumento soso (para un largo), que no se arregla con ningún giro de guión ni ningún recurso cinematográfico que te haga volver a coger interés en la historia...se ve que el cine español no cree en eso.

Vale que la película divierte y te hace esbozar algúna sonrisa que otra...pero quien va a una sala solamente para divertirse es porque le pide muy poco al cine.

A la Fejerman la película se le va de las manos no ya desde el minuto siete, sino desde el uno, pues falla en la base. Es cierto que en las comedias (en las malas, sobre todo) las interpretaciones suelen ser, de forma totalmente deliberada, algo exageradas, buscando remarcar las gracias que algún espectador tirando a lento no es capaz de pillar. Esto es algo que, hecho con tacto, puede ser hasta positivo para el resultado final del film.
Lo que no puede ser es que las situaciones que viven los personajes no tengan ni la más mínima gracia. Se supone que en una comedia la risa proviene de las peripecias que viven sus personajes y no de unos actores haciendo monerías ante la cámara. Para eso ya estaban Gabi, Fofo y Miliki, que lo clavaban. Pero claro, aquí partimos de un guión de nuestra querida Sinde que de típico y previsible, roza la vergüenza ajena. Ante esto, Daniela no tuvo más remedio que tirar por la calle de en medio e intentar ocultar que el guión era una soberana patata, sin darse cuenta de que está mierda no podía ocultarse ni detrás de Falete. Y es que, de donde no hay, no se puede rascar.

Pena, penita, pena.

PD: Marta, tu como siempre, estupenda. La operación de pechos te ha sentado genial, preciosa.

Hace tiempo que decidí que a la hora de elegir entre una peli mala española y una peli mala americana, elegiría la segunda por aquello de apoyar a la industria patria. Y aunque a veces ha surgido alguna pequeña maravilla, lo habitual es encontrar bodrios, como el caso que nos ocupa, que parecen empeñados en demostrar que nuestro cine no ha avanzado nada desde los tiempos de Pajares, Esteso y Landa en su primera época.

Análisis desde una perspectiva de género:

• El hombre al que ha abandonado su mujer trabaja, cocina, cuida de los niños y decide como ligar, sin que nada de ello le suponga un esfuerzo supremo o un trauma grave.

• La mujer con carrera universitaria, culta y joven, es una neurótica, llena de complejos de los que solo se libra a base de “los revolcones” que le brinda un hombretón macarra, presidiario y mentiroso.

• El matrimonio perfecto: Ella, de profesión artística, trabaja y vuelve a casa rapidito, porque es una buena esposa. El, médico de profesión, se tira lo que tiene más cerca y, cuando lo pillan, se justifica sin pestañear con el “pero no ha significado nada”.

• La mujer agresiva, la que toma la iniciativa, la que decide, va dando tumbos y recibiendo golpes hasta que encuentra a un hombre, digamos un poco blando, que le suaviza el carácter.

¿Comedia?. No sé. Yo solo vi. una serie de escenas típicas de estas películas (caídas tontas, gritos exagerados follando, etc), que me convencieron de que me estaba tragando otra película de las de “TIRAR 6 EUROS”.

El título, inconscientemente, ya nos habla de la repercusión que esta película puede tener en el panorama del cine español, aunque yo le auguro que conseguirá cubrir los costes con creces, porque se trata de una película divertida, desenfadada, con unas tramas que se cruzan sin dejar cabos sueltos y que te hace pasar un rato muy divertido. No hay que pedirle más, porque pretender encontrar en ella simbologías, temas profundos y cine de culto es perder el tiempo, de hecho la película se ríe con elegancia de ese cine en una de sus escenas.
En estos tiempos de crisis no perderás el tiempo cuando vayas a verla pues amortizarás sin duda el precio de la butaca con un rato de risas sin más pretensiones.
Magníficos todos los actores. Marta Etura y Toni Acosta están fantásticas.

A veces cuando uno va al cine, lo que pide es que le alegren la vida durante hora y media. Tengo que decir que esta película lo logró conmigo (en el Festival de Cine de Málaga) y aseguraría que también lo hizo con el resto de la sala, que a base de continuas carcajadas se divirtió y mucho con esta más que graciosa cinta.

Es cierto que no es el colmo de la originalidad, que hay personajes a lo mejor demasiado exagerados, así como situaciones que ya hemos visto antes, pero aún así, la película es una buena comedia. Es más, a mi me parecio notable, porque el trabajo de los actores es realmente bueno, con un Garrido y una Etura muy convincentes. Ah, y sin duda, la que destaca ante todo es Toni Acosta.

La recomiendo para pasar un muy buen rato.

Daniela Fejerman no es ninguna recién llegada a esto de la comedia. Ya había demostrado sus dotes para "parir" buenos diálogos en sus anteriores trabajos junto a Inés París. Con "7 minutos" debuta en solitario ajustándose a las normas marcadas por ese tipo de subgénero que es la llamada "comedia madrileña", caracterizado por explorar los tejemanejes sentimentales de treintañeros (no siempre) confusos, desorientados, un tanto excéntricos a veces, con buenas o estimables posiciones sociales/económicas, lidiando siempre en el caos que suele reinar en las grandes urbes.
Bebiendo de lo que fue la primera etapa cinematográfica de Gómez Pereira y Martínez Lázaro (durante el visionado de "7 minutos" a uno se le vienen a la mente "Boca a boca", "Los peores años de nuestra vida", e incluso se homenajea directamente "Amo tu cama rica"), Fejerman mantiene el tipo anudando con tino las historias cruzadas de sus criaturas. La película no desfallece en ritmo, pero la intensidad cómica brilla por su ausencia: ni los diálogos vuelan a la altura incisiva que deberían para arrancar carcajadas, ni las situaciones poseen suficiente garra y originalidad como para hacer que el respetable se descacharre en su butaca.
Sí logra, por el contrario, tocar la fibra sentimental (sin caer en el sentimentalismo gratuito y facilón) gracias al apego emocional que el guión posee a esas dudas, miedos y excentricidades tan afines al ciudadano medio.
Como siempre, en este tipo de propuestas, el reparto suele ser uno de los principales reclamos y, en este caso, Fejerman apuesta por cómicos de talento contrastado, dentro de los cuales destaca una Toni Acosta sensible, sutil, espléndida (una nominación al Goya Revelación sería muy justa), un Luis Callejo cercano, tierno y emotivo; y una Pilar Castro que se pasea con pies de plomo insuflando verdad a un rol que vive de las apariencias. A pesar de ser una cómica contrastada (ahí está "Sin vergüenza" para confirmalo), Marta Etura no logra brillar a la misma altura que sus compañeros, quizás por protagonizar la historia menos interesante del conjunto.
En definitiva, una agradable comedia sentimental, que tiene más de lo segundo que de lo primero, pero que no decepcina, sino que reconforta.

Al hacer la crítica, había puesto lo siguiente:

Voy a ser muy breve.

La mayor mierda que he visto desde hace mucho tiempo. Qué basura de película.

Pero me han dicho desde filmaffinity que:

Se pide algo más de estructura (se piden al menos 3 o 4 frases) para distinguir las críticas de los meros comentarios.

Y no me queda más remedio que añadir esto:

Es imposible hablar más de está basura, no merece la pena perder el tiempo dedicándole más de 2 frases, simplemente es horrible y una pena el no poderle dar un cero, o un menos uno, o menos 2, o menos tres.

Para echarte unas risas después de un día de estrés o si estás un poco de bajón no está mal, pero es mala, como todas las películas de Fejerman. No merece la pena gastarse casi 6 euros en ir a verla al cine, deja la comedia española por los suelos, si, más de lo que está. Con ver el trailer puedes saber el principio, desarrollo y desenlace de la película, actores como Marta Etura o Asier Etxeandía, se agarran a un clavo ardiendo protagonizando una película así, será la crisis que afecta a todos...

Pues sí, de nuevo nos encontramos con el problema que parece instaurado en la sociedad del supuesto "bienestar"... que no hay manera de que los solteros dejen de serlo.

Por tanto todo lo que vas a ver en esta película te suena ya: solteras desesperadas, casadas aparentemente felices, separados que no encuentran su sitio... Pero en este caso en vez de americanos son españoles.

Bien es cierto que todo es mejorable (sobre todo actuaciones como la de Toni Acosta) y que cabrían muchas más alternativas en el desarrollo de las historias que se cuentan pero se pasa un rato entretenido y divertido que, muchas veces y dependiendo del momento, es más que suficiente.

Rodada en parte en la “Ciudad de la Luz” (Alicante), “7 minutos” parte de esas sesiones de citas rápidas en las que la gente conoce a gente… en 7 minutos. Por una u otra razón, los protagonistas de esta historia coral han acudido a estas citas en busca de compañía, cariño o, incluso, amor. Los caminos de cada uno se bifurcan para, poco a poco, ir entremezclándose y algunos hasta unirse.

Daniela Fejerman, partiendo de esta base, hace un retrato de personas de entre treinta y tantos y cuarenta y tantos: un divorciado con hijos (Luis Callejo), una música desenfrenada que es pura fachada (Pilar castro), un matrimonio en crisis (Toni Acosta), una pareja de gays en busca de su identidad (Asier Etxeandia), una histérica que se niega a sí misma (Marta Atura), un macarra gracioso (Antonio Garrido)…

La historia avanza a trompicones, al ritmo que lo hacen sus historias. Destaca Cristina Alcázar, la divertida presentadora de las citas así como un Antonio Garrido que saca a relucir su vis cómica, en contraposición con la melodramática historia de Toni Acosta, sobria y efectiva, quizá los dos polos del film en el que se intercalan los demás personajes y las dos historias mejor contadas.
El resto completa y condimenta esta comedia romántica dramática.

Un poco de sexo, algo de comedia (no mucho), una pizca de melodrama, todo mezclado para dar como resultado un film de pocos alardes, correcta dentro de sus muchas limitaciones y de digestión rápida.

Sinceramente, prefiero ver las pelis de sobremesa, esas que ponen después de comer en Antena 3 o Telecinco, que al menos tienen algo de suspense. Que existan películas así y que encima el guión sea de la Sinde. Sí, esa que no ha permitido que se estrene en el cine Saw 6 por apología de la violencia. ¿Apología de la violencia? Esta película si que promueve la violencia, la violencia contra quienes hayan permitido que semejante historieta ridícula llegue a la gran pantalla. La verdad es que no todo ha sido malo. Esta película me ha enseñado mucho y he aprendido algo fundamental: a hacerle caso a la nota de Filmaffinity y no lanzarme a la aventura aunque la idea central me resulte original.

PD: Por cierto gran título: 7 minutos. Justo lo que he tardado en quitarla y poner una película de verdad para quitarme el mal sabor de boca

Desde la primera nota musical que suena con los créditos descubres que lo que viene a continuación es una comedia, ahora sólo te queda esperar que sea buena, mala o regular…
“7 minutos” tiene como punto de partida los encuentros que se hacen en algunos locales, para conocer gente y si las cosas van bien el amor. Una idea que surge del productor del film, Gerardo Herrero, cuyo guión firma junto a Fejerman, Ángeles González-Sinde, que para que este comentario sea un documento informativo con rigor hay que poner la coletilla ‘actual Ministra de Cultura’.
A partir de ese primer encuentro, se van entrelazando las relaciones entre los distintos personajes que acuden a la llamada del amor. Una comedia romántica, con los problemas de las relaciones afectivas como fondo, nada nuevo, con la única novedad que está adaptada a los nuevos tiempos, en cuanto a la forma de contactar con gente. Sin embargo, se deja ver con agrado, te transmite buen rollo, incluso un granito de esperanza, algo que se agradece. El amor se puede encontrar donde y con quién menos te lo esperas.
El principal atractivo de la cinta es sin duda el reparto coral con el que cuenta, una selección de actores todos ellos en armonía dan la talla, bien es cierto que contaba con valores seguros como Marta Etura, que borda el papel de neurótica, Asier Etxeandia, un excelente actor al que en cine siempre le ofrecen los mismos papeles, pero que da para mucho más si nos fijamos en su trayectoria teatral, Pilar Castro encarna a la pija exigente, otra actriz que siempre responde bien y Luis Callejo que saca su vis cómica. Tenía mis dudas y me retracto con Antonio Garrido, este hombre que me lo creo más como presentador que como actor, también resuelve bien su personaje, un tierno macarra y Toni Acosta, en un registro nuevo, que cuando la ves al principio te genera dudas pero convence. Completan el extenso plantel Juanma Cifuentes y Cristina Alcázar, excelente como maestra de ceremonias del bar de citas.
La directora, que aunque venga esta vez en solitario ya tiene experiencia previa ‘A mi madre le gustan las mujeres’ y ‘Semen, una historia de amor’, se sustenta en el elenco de actores para presentarnos a unos personajes muy estereotipados en al principio, para que el espectador los identifique rápidamente, pero que conforme evoluciona la película van cogiendo cuerpo. Unos personajes humanos representativos de la cultura urbana actual, una neurótica que se refugia en su trabajo, una casada con problemas de pareja, un divorciado con hijos, una pija exigente… todos ellos personas solitarias con ganas de amar y ser amados.
“7 minutos” una cinta con un mensaje optimista, con personajes muy tópicos, pero humanos, que además de carcajadas ha arrancado aplausos en la sala, en la que su directora nuevamente apuesta por un final feliz… y hasta ahí puedo leer.

Ayer vi dos pelis -ésta en la tele de pago- y "Una mujer para dos" de Lubitsch en la filmoteca. La de Daniela Fejerman es masacrada por la crítica (rotativos y usuarios de esta página) como previsible, mostrenca, un fracaso, una chapuza, de gracia ínfima, de costumbrismo cutre etc etc etc. Varios usuarios, además, se muestran indignados de que tales engendros sean posibles con dinero nuestro.
Para Lubitsch, todas las estrellas del firmamento en su bóveda azul y cuánta razón tienen todos y aún faltan estrellas, no sólo por ésta peli sino por el conjunto de una obra que a todos nos hace mejores y más listos y más guapos: la elipsis, la mirada, el plano, el silencio, la cámara, la insinuación. ¡Un ménage à trois, la poliandria en plena Gran Depresión!. No importa que la pareja masculina chirríe un pelín ni la ausencia absoluta de contexto. Nos imaginamos a Cary Grant en el lugar de Gary Cooper y asunto resuelto. Todo Detrás de la Puerta Cerrada.
Volviendo a "7 minutos" hombre, es que tal y como están las cosas, cualquiera te hace pensar. En principio yo quería romper una lanza, hoy que es sábado de feria y significar que los siete polvos que se echan en la película están bastante bien filmados: el romántico, el perverso,
el histérico, el racial, el machista...Buena música, naturalidad y morbo. Lubitsch nunca los habría rodado (sus polvos no se ven, se imaginan) pero así, aislados, uno a uno, haciendo abstracción de la película (el bodrio) no le habrían disgustado del todo, qué sé yo, pero es que después te preguntas que cuánto le ha costado cada polvo a los españolitos y, claro, las cuentas no cuadran y no quedamos muy bien parados, que se diga.
Es sabido que cuando Billy Wilder tenía un problema en una peli se preguntaba: "¿qué habría hecho Lubitsch?". Si la Fejerman hubiera hecho lo propio, Lubitsch tal vez le habría contestado con la frase articuladora de "Design of living" (título original de "Una mujer para dos"):"la inmoralidad puede ser divertida, pero nunca a cambio de un sueldo a fin de mes y tres comidas al día".

Una buena idea inicial, acaba por convertirse en una pieza sobrante de un mecanismo demasiado complejo para una máquina sencilla.
La pillé por eso de ser de la directora de “A mi madre le gustan las mujeres” y lo cierto es que lo único que acabó siendo interesante es el personaje, por otro lado es el mismo de Leonor Watling, (no admite negativas esto) cuya historia es la única que acaba siendo medianamente “fumable” el resto está bastante lleno de skets con mayor o menor gracia, pero poca “chicha”, para pasar un rato, algo más de 7 minutos vamos.

Creo que simplemente decir que la película es entretenida ya es singular en el panorama al que el cine español nos tiene acostumbrados. Es una reflexión interesante sobre problemas de personajes cotidianos que no suelen aparecer en la gran pantalla. Los actores hacen un gran trabajo en una película coral en la que todos aportan su granito de arena. A destacar la actuación de Toni Acosta bastante por encima de su nivel habitual en un personaje muy interesante.

Una buena película para pasar una tarde divertida.

Con la excusa de las citas rápidas que le dan título, la película plantea este drama de inicio, y el recorrido hacia el desenlace está claro desde ese momento.

Parece que esa inseguridad que afecta a los personajes se hubiera incrustado en la propia escritura de la película. Féjerman y González Sinde (actual Ministra de Cultura) no saben llevar el guión hacia el terreno de la comedia pura, donde seguramente habría sido más brillante y gracioso.

Por el contrario, el resultado carece de tono, los chistes buenos se pueden contar con una mano, y casi todo es previsible e indiferente, por no hablar de escenas innecesarias y de ese molesto tono televisivo que últimamente hay que asociar de forma casi obligatoria a la producción nacional.

Siete son los minutos que comparten cada una de las parejas que tratan de conocerse a través de una especie de agencia de contactos. En una de dichas quedadas coinciden un macarra (Antonio Garrido), una joven apocada (Marta Etura), un divorciado (Luis Callejo), una inconformista (Pilar Castro) y la mejor amiga de esta última, Ana (Toni Acosta), quien sólo acude, en un principio, para apoyarla. Tras un primer contacto sólo algunos volverán a verse, lo que dará origen a varias relaciones con desiguales resultados.

El guión de Daniela Fejerman y Ángeles González-Sinde no logra un buen equilibrio entre drama y comedia. El humor no acaba de funcionar, tampoco logran humanizar a sus personajes, quienes son meras caricaturas que, para colmo de males, no consiguen conectar con el espectador (tan sólo lo hace el personaje de Callejo, el más amable de la función). Sus clichés y lo expuesto en líneas anteriores hacen que esta película sea un trabajo fallido, no del todo desdeñable pero sí carente de chispa.

Película de Daniela Fejerman. Sigue en su línea de cine social. También la produce Gerardo Herrero comprometido desde hace tiempo con estas temáticas.
El tema de buscar pareja en edades, digamos que tardías, atrae mucho porque no se suele tratar desde la cotidianeidad. Aparecen varias motivaciones pero también las frustraciones con lo cual enriquece el contenido. El elenco en estas películas corales suele ser también conocido y bien elegido por Daniela Fejerman.
La comedia romántica es un género difícil y en caso se puede decir que han salido airosos

Pues si la señora ministra metida en productora y guionista, desde su silla puso en las salas de toda España una comedia que no hace gracia alguna, con unos personajes que no te los crees, metidos con pinzas en la trama. Alardeo de homosexualidad, solteria, presos, cuernos y otros valores que el partido socialista nos quiere inculcar, ni rastro de una familia normal o unos personajes reales. Narra un grupo de personas que acuden a un bar donde durante siete minutos se conocen desconocidos y puede surgir el amor entre ellos. Una tontada de película que no se la recomiendo ni a mi peor enemigo. Se hace larga y lo unico que produce es asco de Antonio Grarrido y pena de Pilar Castro.

Comedia coral romántica firmada por la directora argentina de "A mi madre le gustan las mujeres" y "Semen; una historia de amor" y cuyo guión coescribe con Angeles González-Sinde (Una Palabra Tuya).

Varios personajes se entrecruzan para relacionarse mediante agencia en una cafeteria donde todo está montado y planificado como un juego de citas a contrareloj. Los nombres reales de los presentes deberán ser ocultos por un alias. Así Sonia "Guantanamera" (Pilar Castro) se dejará presenciar acompañada con su amiga casada Ana (Toni Acosta) para darle un empujoncito de ayuda y así encontrarle pareja. También merodean el local el solitario Juan "Zulu" (Luis Callejo) padre divorciado que, sin embargo, empieza a notar un cierto interés por Ana en detrimento de su "nueva" amiga Sonia. Tampoco faltan en el meollo Nerea (Marta Etura) una desesperada poetisa y el desvergonzado Luismi "Scarface" que le intentará robar su corazón a pesar de estar en libertad condicional.

Azucarado largometraje sobre segundas oportunidades en la vida visto con una edulcorancia digna de una sitcom nacional ideal para emitirse cualquier día laborable, a eso de las diez de la noche "después de tener un agotado día en la oficina". Su sentido del optimismo es interesante pero se deja caer en la socarronería poco graciosa que, desgraciadamente, la gran mayoría de comedias "a la española" no desenvuelven con ganas o, simplemente, ni se molestan en saber resolver.

Lo Mejor: el perfil trazado de cada uno de los personajes
Lo Peor: algunos momentos poco creíbles