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Se han hecho muchas y muy grandes producciones abarcando el tema de la Segunda Guerra Mundial, pero esta lo hace de una manera distinta, y es desde un punto de vista colectivo, al mostrarnos la perspectiva de esta gran atrocidad desde el gueto de Varsovia hasta los partisanos, e incluso desde ambos bandos. En este punto hay que recalcar una gran interpretación de Michael Moriarty como oficial de las SS Erik Dorf, reflejando hasta qué punto la mente de un hombre puede oscurecerse por el miedo y la ambición.
Se hace mucho hincapié en el sometimiento moral al que debían estar expuestos los judíos como para mostrarse humildes y solícitos incluso antes de ser asesinados por los nazis, así como de la manipulación de la información a nivel internacional, como en el caso del campo de Theresienstadt.
Pero por encima de todo hay que recalcar una gran labor de documentación para la realización de esta miniserie, en aspectos tales como los distintivos de colores en los campos de concentración, las horrendas fotografías mostradas a lo largo de todo el film (verídicas casi con seguridad), el uso del insecticida Zyklon B como alternativa al monóxido de carbono en las cámaras de gas, hechos como la "Noche de los Cristales Rotos" (supuesto inicio del Holocausto) o la masacre de Babi Yar, o la composición de Heinrich Heine con la que titulo esta crítica, capaz de sobrevivir a la inhumana represión nazi.
Más que recomendable.

Tan real como el libro tal y como se imagina a los personajes, la actuación de James Woods y Meryl Streep sin duda alguna marcaron sus carreras con los globos de oro allí obtenidos, esta serie de tv basada en el célebre libro de Gerald Green sobre la historia de una familia judía de la aristocracia que viven en carne propia los hechos más trascendentales de la asunción de Hitler al poder viendo su futuro amenazado por el atropello hacia los judíos, pero negados a abandonar su tierra por que creen en la bondad humana sin saber lo que le esperaría, y la historia de un abogado desempleado que se ve obligado adherirse al partido nazi por la presión de su esposa y luego convertirse en un sanguinario hipnotizado por una ideología que llevará a Alemania a su destrucción.

La serie icono sobre el Holocausto, valga la redundancia. Es un colosal retrato sobre el padecimiento de los judíos en tiempos del nazismo. El hilo conductor es una familia hebrea de clase alta que reside en Berlín, la acción arranca en los comienzos del régimen hitleriano con una boda entre Karl Weiss (James Woods), el hijo artista de la familia e Inga (Meryl Streep), una alemana aria, con este punto de partida asistimos a las diferentes etapas y acontecimientos que marcaron estos tétricos años, el auge, la toma del poder, el exterminio de los que tenían problemas psíquicos, La Noche de los Cristales Rotos, la instauración de las leyes de Núremberg, la salida forzosa de miles de judíos de Alemania, el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, los guetos, la rebelión en ellos, las deportaciones a los campos de exterminio, como sobrevivían y morían allí, la utilización de cámaras de gas, el vergonzoso Campo checo donde a la Cruz Roja se la intentaba engañar enseñándoles lo “Bien” que trataban a los “seres inferiores”, mediante un hermano de Karl (Ruddy), vemos otra vertiente como fue la resistencia y la lucha, el rebelarse contra la barbarie, por sus ojos asistimos a las matanzas por fusilamientos sumarísimos de miles y miles de hebreos en las Repúblicas Soviéticas, hasta que llegamos a el final de la contienda. Asimismo hay un personaje alemán apolítico, Erik Dorff (Michael Moriarty), se mete en las SS por su mujer, una especie de lady Macbeth, que le empuja una y otra vez para ir subiendo en el escalafón hasta llegar a tener un cargo importante en el departamento de deportaciones, justo por debajo de Eichmann, es una metáfora sobre mucha gente que en esos terribles años hizo lo fácil, apuntarse al partido para beber del pesebre y aprovecharse de todas sus ventajas, incluidas todo lo que se les “requiso” a la “raza inferior”, sus casas, sus joyas, etcétera. La serie tiene extraordinarias interpretaciones de las que se te quedaran para siempre en el subconsciente, la recreación de lo que pasó es antológica, la música de Heinrich Heine es deliciosa, cada vez que en un episodio suena se te pone la piel de gallina. Es un fresco histórico demoledor, te conmoverá, te hará sufrir, sentirás rabia, quizás que incluso llores, en definitiva, una Obra Maestra de la pequeña pantalla. Recomendable a todos sin excepción. Fuerza y honor!!!

Un testimonio más del mayor crimen ejercido del hombre contra el hombre. No es mera propaganda sionista, como algunos, los menos, señalan, ciertamente no sólo murieron judíos por la locura de un pueblo siguiendo a un cabo psicópata, acomplejado y narcisista.

Una pena que no existan muchos más testimonios filmados para dar más verosimilitud a los hechos verídicos de las atrocidades cometidas por esos monstruos nazis engendrados por el pueblo alemán, buscando su vendetta particular por las deudas de guerra de la I Guerra Mundial, también provocada por ellos.

Habida cuenta de que no se pudieron hacer con el dominio de Europa por la fuerza de las armas y del terror, ahora han ideado un plan económico encabezado por Angela Merkel en el que ya no son los judíos las únicas víctimas, somos todos los ciudadanos europeos masacrados por esta tremenda crisis auspiciada por su dominio bancario, que hacen que nuestros hijos tengan que deambular por Europa en busca de sus derechos y de sus justos sustentos, teniendo grandes cómplices en los gobiernos europeos, como Marianico "el recortes" Rajoy y su cohorte de peperos fascistoides, dando el sí bwana a la voz y a las órdenes de su ama, Merkel la estadista.

1935, Berlín. Karl Weiss, judío, e Inga Helms, católica, contraen matrimonio en un día pleno de felicidad para ellos, si bien, la sombra del antisemitismo es cada vez mayor en Alemania. En 1938, 'La Noche de los Cristales Rotos', será, de alguna manera, el inicio sin retorno de la persecución de los judíos por parte de las autoridades alemanas hasta su exterminio. Esta miniserie narra los hechos centrándose en las vivencias de la familia Weiss (el matrimonio formado por Josef y Berta, y sus tres hijos, Karl, Rudi y Anna, así como de otros familiares y allegados), pasando de Berlín a Varsovia, Ucrania y varios campos de concentración hasta el final de la guerra en 1945.

Serie de no muy alto presupuesto, escrita por el novelista Gerald Green y dirigida por Marvin J. Chomsky, conocido director de series de televisión; siendo íntegramente rodada en Berlín Occidental y Austria.

El éxito de crítica y de público de 'Holocausto' fue espectacular tras su emisión (en cuatro capítulos y en días consecutivos); en EEUU se dice que la vieron 120 millones de personas, casi la mitad de la población. En Enero de 1979 se emitió en Alemania, y aunque el número de espectadores, unos 15 millones, ni porcentualmente se puede comparar con el que tuvo en su país de origen, el impacto que supuso en la sociedad de ese país fue enorme. En España se estrenó en Junio de ese mismo año, y aunque no fue en días consecutivos, sí se hizo en el espacio de una semana, causando también una gran conmoción.

Para tratar de explicar el éxito de esta obra creo que hay que ir, en un principio, a analizar la obra en sí. En aquella época el número de miniseries era aún muy pequeño, el hecho de emitirse en días consecutivos estaba claro que haría que se centrase en ella aún más la atención. Su factura resultó ser de muy buena calidad; bien documentada, gran dirección y muy buen guion, con excelentes diálogos e interpretaciones, en varios casos, mucho mejor que aceptables. Y sobre todo ello, el argumento. Por aquel entonces ya se habían hecho muchas películas sobre la Segunda Guerra Mundial; pero casi todas trataban la guerra únicamente desde el punto de vista bélico. En esta ocasión se situó al espectador ante la tragedia vivida por civiles, y, sobre todo, por una familia de judíos. El extermino judío por parte de los nazis era conocido por todo el mundo, pero era la primera vez que se presentaba ante el gran público de principio a fin, y con toda su crueldad, sin ningún tipo de distracción en el guion.

El debate que abrió 'Holocausto' allí donde se mostró fue intenso; pero el más interesante de considerar y exponer es el que suscitó en Alemania. Unos ejemplos: Tras el capítulo que narra 'La Noche de los Cristales Rotos', la cadena de televisión, y la propia policía, recibieron numerosas llamadas de personas, con remordimiento de conciencia, que confesaron haber participado en ataques a la comunidad judía aquella noche. Los crímenes habían prescrito, pero, por la emisión de la serie, el gobierno de la República Federal de Alemania aumentó el período de tiempo para su prescripción. La palabra 'Holocausto' no existía en alemán (se hablaba de genocidio judío o 'solución final'), y a principios de los 80 se introdujo en su diccionario oficial. Hasta Enero de este mismo año, al cumplirse 40 años de su emisión, y ser repuesta en televisión, no se vio en su totalidad en Alemania, pues en su día se suprimieron 12 minutos.

En definitiva, una serie para recordar, para ser vista por quien no la conozca y, sobre todo, para no olvidar.

Impresionante serie que recuerdo muy vagamente. La vi en los años ochenta, con 13 ó 14 años y me pareció fabulosa. Por eso la he visto ahora. Me ha parecido durísima, 475 minutos de una crudeza asegurada.
Del director vi una película suya, relativamente larga titulada "Victoria en Entebbe" de 1976 que me gustó bastante.
Aquí los verdaderos protagonistas son los padres de los hijos. El médico y su mujer pianista, interpretados por Fritz Weaver y Rosemary Harris, aunque la historia se desenlaza también con sus tres hijos: un artista que pinta, un joven rebelde que jugaba al futbol y una niña que también tocaba el piano. El destino trágico de la familia es el sentido de la miniserie.
Como testimonio es interesante, aunque fílmicamente quizá no sea tan brillante tiene el mérito de haber sido una serie mítica que ayudó mucho a concienciar a la humanidad de las bestialidades del Nazismo. Los destinos de los personajes representa muy bien cómo fueron las cosas.
Una idea se repite una y otra vez, que muchos de los Nazis o de sus colaboradores se comportan como se comportan porque carecían de trabajo y funcionar con el régimen les sirve, simple y llanamente, para sobrevivir en la carestía que se vive en la guerra. Es, desde luego, una excusa no demasiado razonable, aunque en algunas situaciones no dudo que fuera cierta.
El oficial nazi que representa Michael Moriarty, el capitán Erik Dorf, es el vivido retrato de la banalidad del mal de la que hablaba Anna Harent, y no se esconde que es un retrato de Eichman, el burócrata capaz de organizar eficazmente la distribución de trenes en dirección a los campos de concentración, luego célebre por su secuestro en Argentina y posterior envío, juicio y ajusticiamiento en Israel.
Me ha gustado mucho, aunque en tres días no vi otra cosa.

Ya he terminado el cuarto capítulo de la serie y puedo asegurar que es una maravilla dentro de lo horrible y desgarradora que es la historia, que está contada de una forma muy realista centrándose sobre todo en los seres humanos, las víctimas, basándose principalmente en la familia Weiss donde se destaca especialmente el papel del personaje de Rudi, aunque Meryl Streep va cobrando protagonismo cada vez más.
Pero, sin duda, es la historia de Rudi y su familia y cómo ésta se rompe y se hunde por culpa de la invasión nazi y comienzan a suceder todas las barbaries que, por imposible que parezca, causaron otros seres humanos. Sin duda, la peor guerra jamás ocurrida en este mundo, con imágenes que te provocan ganas de llorar e incluso algunas de vomitar. Tu corazón estalla en mil pedazos y sólo deseas dar gracias por haber nacido después de ese terrible suceso. También piensas que es sorprendente que se pudiera acabar con esa guerra ya que parecía ser incontrolable y cada vez más grande, pero parece que las personas malas y desequilibradas al final son menos y el bien termina predominando sobre la locura irracional del ser humano cuyo único deseo es el odio y la destrucción allá por donde va. Sólo espero que ojalá nunca vuelva a ocurrir algo semejante, que se haya aprendido algo de lo que ha ocurrido y, desde luego, es lógico que sigan haciendo películas sobre este tema para no olvidarlo jamás.

Ésta es la lista de los 15 personajes principales en orden alfabético:

1. Tom Bell como ADOLF EICHMANN
2. Joseph Bottoms como RUDI WEISS
3. Tovah Feldshuh como HELENA STOMOVA
4. Marius Goring como HEINRICH PALITZ
5. Rosemary Harris como BERTA PALITZ WEISS
6. Anthony Haygarth como HEINZ MULLER
7. Michael Moriarty como ERIK DORF
8. Deborah Norton como MARTA DORF
9. George Rose como LOWY
10. Robert Stephens como el TÍO KURT DORF
11. Meryl Streep como INGA HELMS WEISS
12. Sam Wanamaker como MOSES WEISS
13. David Warner como Reinhard HEYDRICH
14. Fritz Weaver como EL DR. JOSEF WEISS
15. James Woods como KARL WEISS

Mis recuerdos de esta serie eran que era muy buena, con buenos actores, que sufrí mucho con sus personajes y la terrible historia que representaban. Si solo me hubiera basado en mis recuerdos la puntuaría con un ocho o un nueve.

Pero encontré en DVD el capítulo seis de una media hora de duración proporcionado por el periódico EL MUNDO y quise recordar un poco.

En la escena donde una familia militar nazi cantabn Noche de Paz, pero no en español, no en alemán (Stille Nacht) sino en inglés (Silent night), comprendí que el guión y su escenificación podía estar viciado por una visión partidista, no en el fondo quizás pero sí en la forma.

Sigue siendo una gran historia la de la familia Weiss, pero a juzgar por el capítulo que ví quedó un poco desfasado el modo decontar el trasfondo histórico de la película.

Después de verla incluída como una de las 10 mejores series de tv por el más que fiable Hernán Casciari (a quien agradezco que me descubriera maravillas como The wire o battlestar Galáctica) me encuentro con una serie con un guión torpe al que se le ven las costuras, con una realización pobre y simplona que la hace aburrida, personajes maniqueos, diálogos superfluos y forzados, actuaciones teatrales y mayoritariamente ñoñas y situaciones y/o reacciones poco creíbles. Puedo entender que hace 30 años la sangre falsa pareciera acuarela aguada o que las peleas no resulten demasiado convincentes. El resto es poco menos que un zurullo.

Hay cosas mucho más importantes que la tecnología y el presupuesto para dar lugar a una buena obra audiovisual sea en cine o tv.