8 Críticas de los usuarios

Buena y entretenida película, que en sus 90 minutos de duración logra entretener y mantener el interés. Actuaciones excelentes del siempre acertado Sean Connery. Ian McShane, a quien conocimos como el traidor Judas Iscariote en la serie de TV, Jesús de Nazareth hace un acertado trabajo como líder terrorista. Buenas escenas rodada en la nieve de Noruega. Me pareció una buena propuesta.

El Coronel Nils Tahlvik (Sean Connery) se encuentra ante una doble situación de alto riesgo, rescatar a el embajador británico de un grupo de terroristas y recuperar un avión secuestrado en la pista de aterrizaje por el mismo grupo.

Este es un film lleno de mucha acción y suspenso en donde las dos estrellas principales del cine británico se lucen ejecutando sus personajes de forma muy creíbles, Sean Connery ("The Untouchables"-1987) y Ian McShane ("Deadwood"-2004).

Sean Connery cuando filmo su última película de James Bond, "Diamonds Are Forever"(1971) y su regreso con "Never Say Never Again" (1983), filmo trece peliculas que fueron éxitos de taquilla. Como lo fueron "Murder on the Orient Express" (1974), "The Wind and the Lion" (1975), "The Man Who Would Be King" (1975) y "A Bridge Too Far" (1977) entre otros.

Muy entretenida e interesante película británica del año 1974, con Sean Connery, en uno de sus, no sé porqué, menos conocidos trabajos.
La historia es simple, la de dos secuestros simultáneos a cargo de un grupo de terroristas, pero el guión, al apartarse de lo superfluo se centra de lleno, con pasión y dedicación, al verdadero meollo del asunto, derivando el argumento no hacia el cine político-social, que lo toca, sino al simple de acción e intriga.
Y logra su para mí ignoto director, Caspar Wrede, una estimable cinta, que gusta de principio a fin.
Nada hay verdaderamente que destaque sobre el resto, pero el todo, el conjunto, es apetitoso y logra hacer pasar un rato estupendo.
Merece la pena.

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Esta anticuada película de ya hace muchos años cuenta un secuestro en el norte de Europa de un avión en un aeropuerto escandinavo y las consecuencias, rescate y las diversas adversidades de las autoridades escandinavas de intentar rescatar a los pasajeros...
La presencia imponente de un Sean Connery cómo jefe del rescate y un buen en elenco de actores en los diferentes papeles, no vale para salvar la película que ha envejecido mal y que hace que sólo tengamos un producto de los muchos del cine de acción de aquellos años para pasar un rato agradable...
La dirección es floja y el guión es interesante pues toca el delicadísimo tema de la falsa bandera, lo cual es muy curioso...

Estamos ante una interesante película sobre terroristas y sobre la respuesta de los gobiernos europeos al fenómeno del terrorismo. Esta coproducción británica-estadounidense rodada en Oslo, Noruega, poco tiene que ver con los "Aeropuertos" del cine de Hollywood de esos mismos años y nos presenta un país escandinavo sin identificar (Noruega) que tiene que lidiar con un grupo terrorista británico de extrema izquierda, y muy violento, que ha secuestrado al embajador británico en ese país escandinavo. Poco después, en el aeropuerto, es secuestrado un avión por parte de ese mismo grupo terrorista; el terrorista encarnado por Ian McShane tratará de hacer escapar a los suyos por avión. Sean Connery será el hombre encargado de impedirlo. El director finlandés Caspar (o Casper, según otras fuentes) Wrede dirige con mucho acierto un largometraje con un ambiente muy especial en el que los británicos se tratan a sí mismos con dureza, pues el gobierno británico aparece como un montón de intrigantes, tal vez no mucho mejores que los propios terroristas. Para mí, es un film a descubrir o a redescubrir.

Sencillo, básico, endeble, correcto, interesante y llevadero relato de intriga y acción en la que las autoridades de diferentes países se encuentran ante dos tipos de secuestros, uno el de un avión con numerosos pasajeros y otro en la casa de una figura importante para la política de Rusia y Gran Bretaña, haciendo que todo se desarrolle bajo la investigación y colaboración de un experto en trámites de ese tipo que tendrá que mantener el equilibrio entre los conflictos abiertos dando con una solución que valga para todos los implicados.
La premisa de la película consigue resultar interesante y llamativa, pero los responsables de la misma, no consiguen potenciar el interés suscitado inicialmente, cayendo en el empleo de imágenes de vuelo que solo sirven para rellenar una trama que se podría haber resuelto con más secuencias de tensión y emoción.
No cuenta con grandes interpretaciones y le falta fuerza y tensión, haciendo que quede en algo intrascendente y desaprovechado.
En líneas generales.Aeropuerto: S.O.S. vuelo secuestrado, queda como un producto flojo, mediocre e intrascendente que no llega a deslumbrar, ni a maravillar por culpa de una premisa interesante muy desaprovechada.

Ni la presencia de Sean Connery en el reparto, así como la de un jovencísimo Ian McShane como convincente villano, o la banda sonora de Jerry Goldsmith, consiguen realzar este mediocre film de secuestros aéreos mal narrado, sin suspense, sin acción, sin alma.

Un grupo de terroristas secuestra un avión de pasajeros y a su vez otro grupo afín secuestra al embajador británico en Escandinavia para canjearlo por camaradas prisioneros. Un duro oficial del ejército será el encargado de manejar la delicada situación.

La película es un engendro grotesco bastante incalificable. El film no tiene guión ni pies ni cabeza, es simplemente una sucesión de planos y secuencias con unos diálogos increíblemente malos y algunas secuencias de acción que resultan tan y tan ridículas, que provocan vergüenza ajena, todo ello con el propósito de entretener al sufrido espectador, naturalmente sin conseguirlo.

El colmo de todos los desastres del film: La acción de la película tiene lugar en un estado inexistente llamado Escandinavia. A ver si aclaramos el tema, Escandinavia es una región geográfica y cultural del norte de Europa compuesta por los reinos de Noruega, Suecia y Dinamarca.

En cuanto a los actores, parecen una banda de aficionados malos, Sean Connery también se ha contagiado de esta sandez y nos ofrece la peor actuación de toda su carrera.
Este tipo de cintas exigen un verdadero esfuerzo por parte del espectador para no abandonar a media película y apagar el televisor.
Resumiendo: Total perdida de un tiempo que hoy en día resulta tan escaso. Un 2 y gracias.