Ploy (2007)

Hasta la fecha, "Ploy" pasa por ser la peor película de Pen-ek Ratanaruang. No es mala, lo que pasa es que las expectativas que crea un nuevo film de Ratanaruang son altas y sus anteriores películas son notablemente superiores.

En "Ploy" el director Tailandés narra la historia de una pareja en crisis que vuelve a Tailandia desde Estados Unidos para asistir a un funeral. En la estancia del hotel de la pareja se cruza la joven Ploy, quien sin quererlo acentúa la crisis de la pareja. En el hotel también nace otra historia de amor, sin fecha de caducidad, entre dos empleados.

Ratanaruang nos muestra distintos procesos y estados en la vida de una pareja, y cómo durante estos estados hay cambios y fluctuaciones en el sentir de cada uno de ellos. Ratanaruang parece decirnos que el amor tiene fecha de caducidad, que es ciencia, y para mantenerlo vivo sólo hay que estar de acuerdo en darle un impulso. La forma en la que llega ese impulso, es cosa de cada uno.

En "Ploy" Ratanaruang nos muestra este proceso de forma algo desconcertante, y con una narración muy personal. Tal vez a "Ploy" le falta frescura, pero lo solventa con originalidad. De momento, el film más flojo de este director, mantiene a duras penas el equilibrio.

Me ha sorprendido que una película de Pen-ek Ratanaruang (toma nombre) tenga tan, tan baja nota. No es que sea el puto amo, pero al menos "Last life in the universe" es una cinta tremendamente valorada, tanto como para pensar que esta "Ploy" sería similar. Total, que me he atrevido a verla pese a que todo pintaba fatal. Por suerte no es una bazofia ni mucho menos, sólo una cinta pequeña, con un reparto escaso y pocos medios, pero capaz de mantener los ojos abiertos como platos al espectador, llevándole de lado a lado con una maestría que da miedo.

La historia es tremendamente simple: una pareja va a Bangkok para asistir a un funeral. El marido, sin poder dormir, va al bar del hotel donde se alojan y conoce a Ploy, una joven muchacha a la que invita a dormir en su habitación hasta que su madre llegue a las 10 de la mañana a recogerla. A raíz de este hecho, el matrimonio empieza a tener una ligera tensión, saltan los celos, los secretos, y bla bla bla.

Todo esto se habría quedado en una telenovela rancia si no fuese por que Rataruang usa los silencios y el guión que tiene para crear un ambiente idóneo, bien medido, en el que los actores pueden moverse con soltura y regalar algunos momentos realmente buenos. Todo lo que sucede en realidad se entremezcla con lo onírico, añadiéndosele una tensión sexual más que patente que se puede ver reflejada en las fantasía de la joven que da nombre a la película y que, poco a poco, se va desgranando, con momentos bastante subidos de tono, aunque mostrados de forma poética y no explícita.

Prefiero no hablar de la historia, así que lo único que puede comentarse es que la fotografía es magnífica, las interpretaciones están por encima de la media y la escasa música que hay es perfecta. La cinta peca en varios aspectos -el segundo tramo- y es lenta, muy lenta, pudiendo hacerse pesada en varios pasajes. Pese a todo, y aunque no alcanza la calidad de "Last live in the universe", es un buen ejemplo de que Rataruang no tuvo un golpe de suerte con aquella, sino que realmente sabe hacer películas dignas.