No es de extrañar en Love, Death + Ro3Ots encontrar maravillas visuales y animaciones deslumbrantes pero, teniendo en cuenta el formato corto y la tendencia de los últimos años a necesitar películas de 3 horas y series de 9 capítulos para desarrollar la idea más nimia, si que resulta bastante más raro encontrarse un guión tan redondo como Mal Viaje, que parece sacado de la obra del mismísimo William Hope Hodgson. Para evitar todo tipo de spoiler, baste decir que un pescador de tiburones en mitad de un mar alienígena se encuentra atrapado en una situación de vida o muerte y enfrentado a un dilema moral bastante serio. En este caso, el corto tiene la duración exacta que debería tener y la forma está al servicio del contenido, Uno de los mejores episodios de la serie que he visto hasta el momento. Eso si, bastante gore, avisados quedáis.

Una más de esas series que se prodigan en Netflix donde algo que se podría resolver en hora y media se alarga 8 o 9 capítulos. Y para ello, qué mejor que intentar despistar al espectador con juegos de manos -que no funcionan- para que al final se solucione con un giro, inesperado sólo porque carece de sentido y no introducen hasta el ultimísimo capítulo, ya que en todos los casos el culpable debe ser parte del casting y este es muy, pero que muy reducido. Para sacar adelante algo así necesitas mejor guión y mejores actores, como por ejemplo en Mare of Easttown o Happy Valley. En estas producciones sólo consigues que el espectador dormite hasta el último capítulo sólo por apagar las luces antes de cerrar la puerta. Sólo recomendable si estáis muy aburridos y sin nada mejor que hacer.

Segundo strike consecutivo Pixar vs Disney para mi gusto personal (el primero fue Luca vs Raya, y Red también pierde con Encanto). Y, peor aún, primera que suspendo. Reconozco que estoy lejísimos del público objetivo, que digo yo que serán niñas preadolescentes o padres con niñas preadolescentes, pero tampoco soy padre soltero (ni pez) y me encantó Buscando a Nemo. Además de que esto algo como esto ya se hizo de forma más fina, original y divertida en Inside Out o Brave. Lo peor de Red es que ni siquiera me ha resultado divertida.

La historia, sin spoilers, es básicamente el paso a la adolescencia de una niña sobreprotegida, que se complica con una "maldición" familiar que no puedo decir en qué consiste porque, a pesar de que está en cartel y lo cuentan a los 5 minutos, Filmaffinity me lo considera spoiler. Lo demás viene a ser un gazpacho de todos los arquetipos adolescentes, con pinceladas marginales de la vida de emigrantes chinos en Canadá. Aquí sutileza poca: puesta en escena y diálogos te cuentas exactamente lo que quieren que entiendas: que hay que aceptarse a uno mismo tal y como se es.

No acabo de entender qué está pasando con la compañía, si es que están poniendo el sello en producciones de otra gente en plan franquicia para aumentar la producción o si se han largado los guionistas de antes, pero desde Inside Out sólo veo a la altura de las originales (a nivel de guión) Toy Story 4 y tal vez Coco.

Una ex-adicta intenta cruzar las montañas en plena tormenta de nieve para ver a su madre hospitalizada, que acaba de sufrir un aneurisma. Cuando la tormenta arrecia, se ve obligada a refugiarse en un apeadero con otras 4 personas, pero mientras está intentando buscar cobertura fuera, encuentra una niña secuestrada encerrada en una furgoneta. Sólo que ella no sabe de quien es. No sabe de quien es durante 5 minutos, porque, al contrario que en el libro, aquí se desvela todo al momento. Y, a pesar de ello, no se como lo han hecho, pero el libro, que se lee uno a su ritmo y en varios días, es además mucho más trepidante. Para rematar, con las prisas no han caracterizado mucho a los personajes, más allá de dos o tres pinceladas -que además no venían en el libro y no sirven propósito alguno, como la adicción de la protagonista- con lo cual lo que les pase te viene importando poco o nada. En resumen, podrían haber hecho algo decente. No ha sido así.

Nathan Drake, ladrón de poca monta en Nueva York, es contactado por un tipo que anda detrás del oro perdido de Magallanes. Aunque hasta ahora toda su experiencia en el tema viene de los libros, después de dudarlo 5 minutos decide apuntarse a la aventura, que arranca buscando en Barcelona la pista perdida que necesitan para localizarlo. Y poco más puedo contar sin spoilers, aunque tampoco es que haya mucho más que contar.

Esta película tiene escenas de acción chulas, algunos momentos cómicos y, como no, a Tom Holland. Es ... entretenida (y poco más). Lo que no es, es Uncharted.

Antes del obligado pataleo por cómo en Hollywood cogen un número uno de género (ya sea comic o videojuego), se lo pasan a un equipo que no sólo no lo ha jugado/leído en su vida probablemente desprecia a su público objetivo y lo cambian tanto para volverlo un taquillazo que sólo le queda el nombre, que conste que la película no es malísima, pero estoy segura de que en una semana se me habrá olvidado por completo. Lo que, por supuesto, no pasa con los guiones de esos videojuegos.

No voy a entrar en detalle porque mucha gente no habrá jugado a Uncharted, pero en 5 minutos en los juegos ya conoces la forma de ser de todos los personajes con que sólo hayan soltado 3 frases, y todos tienen su encanto y su rol. No por nada su tema central es la familia encontrada. Y aquí la primera pega de la película: más allá de que los personajes no tienen nada que ver con los del juego -no ya en edad, que ya de por si me parece una idiotez meter a Holland con calzador, por muy simpático que me resulte, sino en personalidad y, sobre todo, en profesionalidad en lo suyo (aquí son una panda de amateurs que lo encuentran todo de casualidad y no cooperan entre ellos porque no les da la gana)- es que prácticamente no tienen personalidad. Y la que tienen, no tiene encanto ninguno. Si el objetivo era hacer una "precuela" o algo así, ¿por qué no empezar de cero completo y pasar de Sully, Chloe y la mala que no es Nadine Ross pero si, después de pasar sus personalidades por una trituradora de papel? Por cierto, vaya papelón el de Banderas. Si lo quitas de la película en cualquier momento, ni siquiera se hubiera notado.

En cuanto a guión, las pelis de este tipo tienen la pega de que hoy en día ya está casi todo explorado, difícilmente te vas a encontrar de repente algo en un sitio poblado que no ha visto nadie nunca. Esta dificultad está también en los juegos, pero ahí la salvan con más dignidad. En la película, la mitad de las cosas inexploradas están ... ¿en Barcelona? Claro que si, y nadie las ha visto antes, campeones.

Y otra cosa, en un videojuego pase que gires la vista a un lado y te encuentres algo. Se llama jugabilidad. Pero que resuelvas un guión completo a golpe de Deus ex Machina (con un abuso de pistolas de Chehov de complemento) se carga una película por completo. Por último, otro vicio de adaptaciones (malas) de comics y videojuegos. Tienes 5 juegos, cada uno con una historia buena y su propio conjunto de personajes ¿qué haces? Pasarte todas las historias por el forro para sacar una línea argumental básica bastardilla en la línea, coger las escenas que más te impactan visualmente de cada uno y embutir todos los personajes en la mezcla, no sea que te dejes uno fuera. Igualito que hicieron en el Tomb Raider de Vikander, vaya. Y lo llamas fan-service, porque tú lo vales.

En resumen, que si no has jugado a Uncharted, la peli te hará pasar el rato y poco más. Si lo has jugado sin más, a los 10 minutos decidirás hacer como que la película y el juego no tienen nada que ver y a pasar el resto del tiempo entretenido con las escenas de acción de un film genérico. Y si adoras Uncharted, te acordarás de la familia de los que perpetraron la adaptación y harás firme promesa de no ver la secuela. Si es que hay una.

No incluyo de qué va la película, porque ya viene en la ficha. Partiendo de dos premisas -1) cuando me recomendaron esto, creí que era un western; y 2) quiero un marido que vengue mi muerte como Mads Mikkelsen-, no se muy bien qué pensar del conjunto. Personalmente, no soy muy del cine nórdico, me resulta demasiado crudo, cotidiano y, a ratos, esperpéntico. No hay diálogos ingeniosos ni situaciones fantásticas, los actores podrían ser tus vecinos de enfrente en un mal momento. .Y, claro, eso hace que la violencia sea más desagradable. No obstante, me ha convencido la forma en que se tratan los distintos temas de la historia: la relación entre una hija y un padre distante, la pérdida, los traumas del pasado, la gente que no encaja ... y el hilo conductor de la película, del que no voy a hablar, por evitar ningún tipo de spoiler, y que ha hecho que el final me parezca redondo. En resumen, de arrancar entre un 5 o 6, al final se queda en un 7 (imagino que más para los amantes del cine nórdico). Recomendable en general, pero sería incapaz de definir el género, más allá de que tiene acción.

Resumen ejecutivo: una banda de mercenarios con su sacerdotisa, su bardo, sus rangers, su bárbaro y demás se meten en situaciones que se les escapan por mucho pero que acaban resolviendo a base de tiradas críticas y buena voluntad por parte del mast ... guionista. Supongo que la mayoría ya sabe que Vox Machina proviene de un podcast de un grupo de actores de doblaje que graban sus partidas de rol mientras juegan. Y justo eso es esta serie: básicamente parece improvisación, en que el guión no pasa de la partida de D&D más arquetípica que a uno se le ocurra y las gracietas son las típicas de un grupo de amigos en torno a una pizza y cervezas. Si ya en podcast daba para lo que daba, con esta animación cutre digna de series baratas de hace 15 años no alcanza para más que para soltar alguna risa suelta por los chistes chuscos y situaciones locas que cualquiera que haya jugado a rol se ha encontrado más de mil veces. La verdad, no entiendo porque nadie se ha gastado dinero en sacar esto en televisión, al menos en podcast tenía su punto simpático. No obstante, tengo claro que tiene su público objetivo. Evidentemente, no soy yo (y tanta crítica positiva profesional me resulta, como mínimo, un tanto sospechosa).

Encanto, desarrollada en un valle escondido en Colombia en torno a una familia con dones especiales (y capibaras) nos trae todo el color y la magia de ese país. La película se beneficia de un segundo visionado, porque hay un par de escenas que parece que se repiten al principio y al final, pero hay tremendas diferencias (en zona spoilers) que sin embargo son sutiles como para pillarlas la primera vez y que, sin embargo, son la clave de la historia: la tremenda presión a que vive expuesta la gente sujeta a expectativas por miedo a perder lo que tienen o creen tener. También es interesante el punto de vista subjetivo de la protagonista, es decir, lo que ve en la superficie de cada uno de sus parientes frente a lo que se encuentra al profundizar un poco más.

El punto malo, en mi opinión, la música no instrumental es un miss. Aunque visualmente los números son tremendos, nunca había sentido canciones tan metidas con calzador y con letras un poco tontorronas y obvias (he visto la versión en latinoamericano, que era la que entendía que pegaba esta vez, pero igual las canciones quedan mejor en inglés) salvo por la de No Se Habla de Bruno y la de Carlos Vives, que más que número musical sirve de fondo. Una oportunidad perdida, teniendo en cuenta lo maravillosa que es la música colombiana. Aparte de eso, me ha gustado bastante como desarrollan la historia de la niña anodina en una familia de matriarcado férreo en que todo el mundo es excepcional, si bien la forma de resolver es un poco simplona después de tanto artificio. Personalmente, muy entretenida, pero lejos en mi ranking personal de los últimos años de la maravillosa Raya y el Último Dragón.

Cada vez tengo más claro que, con la edad, me tira más un buen storytelling que los artificios y adornos que los FX y el 3D cada vez más espectaculares que últimamente están ya al alcance de casi cualquier productora. Sin embargo, esa fanfarria sigue siendo la manzana de Adán de muchísimos productores y ahí está la diferencia entre, por ejemplo, Klaus del 2019 y Ron da error: sin ser para nada una película vacía de contenido, y con una animación muy bonita y un robot casi tan adorable como Beymax (Big Hero 6), se acaba haciendo larga y pierde interés poco a poco hasta llegar a un final de psá.

La película arranca cuando una compañía tecnológica que no se parece para nada a Apple (ejem, ejem) lanza un nuevo producto que viene a ser un móvil con patas enganchado a la red 24 horas al día. En teoría, el mejor amigo de cada niño a base de minar su información personal y vigilar sus acciones continuamente. En la práctica, una nueva excusa para que los críos dejen de relacionarse entre si y pasen aún más tiempo pegados a una (metafórica) pantalla. Todo va como cabría esperar salvo para el protagonista, que no tiene robot hasta que su padre le compra uno defectuoso ... que no hace nada de lo que se supone que debería hacer. A partir de aquí, la película evoluciona de forma totalmente previsible, que no voy a comentar por no hacer spoilers pero no creo que haga ni falta. Sufre del conocido efecto del Explicador: es tan machacona frente a los riesgos de la tecnología que a ratos sufre de cuñadismo.

Hay personajes majetes, hay alguna situación graciosa (aunque ni de cerca tan hilarante como el chiste más tonto de los Mitchell contra las máquinas, probablemente porque ésta es muuuuucho más políticamente correcta y contenida) y, en general, se deja ver, siempre y cuando uno no tenga grandes expectativas. Probablemente más adecuada para público infantil.

Cierto es que llevamos pocos episodios, que los libros son un clásico y un montón y difíciles de adaptar y que la Amazon Prime no es Hollywood, pero no se si el problema son los actores -que no me acabo de creer-, la escenografía -que no me acaba de convencer-, los diálogos -que no me acaban de enganchar- o muy probablemente los bastante cutres efectos especiales, pero esto me parece hasta el momento un quiero y no puedo, un Señor de los Anillos de marca blanca. La historia en base es lo mismo de siempre, lucha entre el bien y el mal, el elegido que puede inclinarse a cualquier lado de la balanza, los compañeros y los mentores y tal, nada que no hayamos visto mil veces. En estos casos, la diferencia entre algo bueno y algo mediocre está en los detalles y en el corazón que se le ponga a la producción, no ya en la cantidad de dinero que se invierta, y si no baste como ejemplo la primera película de Star Wars y la última. En este caso, estamos en la línea de la última, pero con efectos cutres. Le daré unos capítulos más a ver si remonta, pero lamentablemente no lo veo nada claro.

Cabe empezar aclarando que nunca he jugado al League of Legends, por lo que parto de cero en la historia, que en la serie se centra en el delicadísimo equilibrio entre Piltover y Zaun, el área más rica y más pobre de una ciudad estilo Steampunk respectivamente. En concreto, arranca en torno a dos hermanas huérfanas, que, tras un robo menor, se ven atrapados entre las maniobras políticas del gobierno local -bastante corrupto e indiferente a la situación en Zaun- y un jefe criminal local, con planes para adueñarse de la zona mediante una droga nueva. El hilo argumental no es particularmente original, pero el desarrollo de personajes es una maravilla al igual que el tono coral de la serie, haciendo malabares con las historias de un montón de gente que se cruza continuamente a lo largo de varios años. También hay que decir que la música de Imagine Dragons acompaña perfectamente, pero probablemente lo mejor de todo es la animación, para mi gusto tan rompedora como en su momento fue la de Spiderman, un Nuevo Universo. No sólo es un gustazo visual, sino que, al contrario que en otros casos, los efectos visuales están al servicio del story telling y no al contrario. Por mencionar lo más obvio, mostrar el estado mental de Jinx en cada momento, pero también están la transición y superposición de planos o los paralelismos entre personajes e historias,por poner un par de ejemplos. En general está tan bien narrada que es difícil no empatizar en algún momento con todos y cada uno de los personajes. O no volver la cabeza igual que Vi en esa escena de la cena. La serie tiene muchos combates (épicos), un marcado tono Steampunk (bastante friki) y una animación extraña (nada orientada al público infantil), por lo que a los no aficionados al género posiblemente no les guste. Para todos los demás, imprescindible.

Sucedáneo aburrido, sobreactuado y políticamente correcto de la muy superior Locke, que a saber por qué ha decidido protagonizar Gyllenhaal, porque el guión no hay quien lo levante. Joe, agente de policía caído en desgracia y con un carácter como para aguantarlo está relegado a responder el teléfono cuando recibe una llamada de una mujer presuntamente secuestrada que va en un coche a una ubicación desconocida. A partir de ahí, el hombre hace lo que puede para ayudar ... y para sacar de quicio a todos los compañeros ... y a los espectadores. Poco más que decir sin spoilers, más allá de que hay pocas o ninguna sorpresa. No he visto la original -es un remake- pero ésta se podían haber ahorrado. En fin: actor (usualmente) bueno, película bodrio. Nada a lo que Netflix no nos tenga acostumbrados.

A la muerte de su padre, Alexandra Trese se convierte en el último punto de equilibrio entre el mundo real y el sobrenatural, que sólo respetan fronteras en virtud a unos pactos cada vez más debilitados y que los Trese ejercen de jurado, juez y verdugo en los conflictos -bastante sangrientos- entre ambos. Pactos con una buena dosis de politiqueo para el que Trese tiene poca paciencia, a pesar de los avisos de que pronto va a necesitar todos los aliados de los que pueda disponer. No cuento nada más, porque es mejor ir descubriendo la trama y los personajes poco a poco.

¡Qué sorpresa más agradable! Sin tener una animación demasiado llamativa -para los tiempos que corren hoy en día- ni ser excesivamente original -lo de mujer dura, durísima de pasado complicado y poca paciencia viene de largo, y ahí está Jessica Jones sólo por poner un ejemplo cercano- Trese por el momento me está resultando entretenidísima. Posiblemente sea ese folklore filipino tan desconocido (para mi), en que cada nueva criatura casi daría para una serie completa, pero la narrativa de los capítulos, que van entrelazando pasado y futuro, y esa premonición ominosa de que algo grande va a pasar me dejan siempre con ganas de más. Un puntito a Hellboy (el comic, no las películas), pero centrado en Manila. Si os gusta el folklore, el terror y la acción, seguramente os gustará.

Aunque con la que le está cayendo, no se cómo acabará el tema, a mi, que me ha gustado todo lo que ha hecho Whedon para televisión hasta el momento, me parece un muy buen comienzo. Que, de acuerdo a sus otras series, debería ir a mejor.

La historia, sin spoilers, viene a ser la siguiente. En la Inglaterra victoriana, se produce un extraño evento que culmina en que muchas de las personas expuestas -mayoritaria, pero no exclusivamente, mujeres- desarrollan algún tipo de poder. Muchas veces nimio, en plan calentar una tetera con el pensamiento, otras no tanto. Remarcar, eso si, que no hablamos de los superpoderes habituales, como superfuerza, vuelo, invisibilidad y demás, sino de cosas extrañas, en la línea de Mrs Peregrine de Tim Burton. Aunque no hay una postura legal establecida al respecto, muchas de estas personas, acaban en la calle, hasta que una dama de alta sociedad establece -como obra de caridad- una especie de albergue para mujeres con estos poderes. Claro, que hay otras facciones en movimiento que se ven amenazadas o piensan que pueden sacar provecho de esta gente, desde la política hasta los bajos fondos. Y luego está Maladie ...

Con sólo dos episodios, no puedo opinar gran cosa aún, más allá de que se nota claramente la mano de Whedon. Eso significa que la historia irá más de personajes y sus relaciones -que suele definir con bastante agilidad y en línea con el guión principal- que del hilo argumental fantástico y que se utilizará el argumento como metáfora de otros temas de actualidad. Si es que la salida de Whedon no cambia el estilo, claro. Espero que Jane Espenson mantenga el nivel.

En fin, si os gustó Buffy, Dollhouse o Firefly, es difícil que no os guste esta. Por ahora.

No soy muy de dar un 7 a una peli de este género porque no me gusta demasiado la violencia -y Ghostland la tiene, incómoda y a raudales- pero debo reconocer que el guión y el montaje se lo merecen. Es mejor no contar gran cosa de la trama para no desvelar sorpresas, así que lo dejaré en lo básico: una madre con sus dos hijas adolescentes se traslada a una casa heredada en mitad de ninguna parte y, desafortunadamente, las siguen hasta allí. Más allá de esto, si vais a ver la película, mejor no saber nada. La película es muy cruda, tanto por lo que muestra como por lo que -acertadamente, creo- no muestra y deja muy mal cuerpo, pero no se puede evitar pensar que está muy bien narrada. Recomendable, siempre que uno sepa donde se mete,

Empezaré diciendo que la primera me sorprendió gratamente. Esperaba lo peor y, quitando los 10 últimos minutos, me gustó bastante -tanto más vistas las cosas con que nos obsequia DC desde el Batman de Nolan-. Después de ver un trailer en que Steve Trevor -el novio de Diana de los 50- tenia casi el mismo tiempo en pantalla que ella, supuse que nos iban a vender la Cenicienta con un par de peleas de puñetazos. Y mira, no fue así, y yo que me alegro. Sin embargo esta entrega ... ¿es la peor película de superhéroes de la última década? No, pero ahí anda compitiendo (con Aves de presa, sin ir más lejos; quitando Capitana Marvel, creo que no hay nadie capaz de hacer una peli decente de superheroínas -da que pensar).

Pongámonos en situación. Más allá de introducir todas las tropes posibles de los 80 en el metraje (un robo en un centro comercial perpetrado por tíos con barriga, rizos y bigote. ¿En serio, Diana? Sea usted semidiosa para ésto) y todos los estereotipos fáciles de género posibles (parece que Diana está especializada en salvar niñas pequeñas, mire usted), es que el guión es una calamidad.

Resumen de la historia sin spoilers: Diana lleva desde la primera guerra mundial encerrada en su casa en plan solterona con gatos porque echa de menos al gran amor de su vida, que conoció durante dos semanas y que si habéis visto la primera parte ya sabéis de qué forma tan superflua eliminan de la historia. Steve aparece otra vez (no es spoilers porque sale en el trailer y el el reparto) y la primera hora y media de la película se transforma en una larguísima y aburridísima cita con ropa de los 80. Luego tenemos alguna escena de acción en la que menos mal que está Steve porque si no a Wonder Woman le hubieran dado lo suyo y lo de su prima y de por medio hay como malos y tal que no es que ya no nos sorprendan a los que leemos comics, porque los nombres son los que son, sino que en el minuto uno ya hay un cartel apuntándolos.

Pero lo que realmente clama al cielo es Wonder Woman en plan que le den al mundo, yo lo que quiero es estar con mi hombre. Vaya, que se queda a dos telediarios de loca acosadora. Menos mal que está Steve, que además de todo es la voz de la razón (te adoro, Chris Pine, pero sinceramente creo que sobras en esta película, aunque culpa tuya no es). Mucho feminismo y mucha gaita, pero al final, hacemos una historia de amor (o de obsesión no se, pero mala, es muy mala) con superhéroes. Si se pueden considerar superhéroes, habida cuenta de que durante más de la mitad de la película, Diana ni se pone el traje.

Y de los efectos especiales mejor no hablar, igual en el cine se veían mejor, pero en pantalla hay escenas de saltos y en concreto todas las del lazo de la verdad que dan vergüenza ajena.

Le doy un 3 porque me gustan los actores principales y me da pena darle menos, bastante han tenido con salir aqui. Por lo demás, voy a hacer como con los Inmortales ++ y fingir que esta película nunca ha ocurrido.

Yo que se, yo no entiendo nada. Se lee una las críticas en esta web y pasas de unos envenenados a 10 la octava maravilla del mundo por los motivos más variopintos. De Raya he leído de todo, desde que pasan cosas que no tienen credibilidad -es un cuento, amigos y, spoilers para la vida: los dragones no existen de verdad-, hasta que nos están comiendo el coco con la agenda china -a mi personalmente el entorno no me parece China, en mi experiencia, más bien Thailandia o Filipinas, pero qué sabré yo- pasando por que nos quieren vender no se qué mensaje sobre la confianza -¡anda, como en todos los cuentos desde que el mundo es mundo!-. Amigos míos, va haciendo falta hacernos a la idea de a qué película vamos antes de entrar. No se puede comparar una de Disney con una de Francis Ford Coppola, cada cosa en su contexto. ¿Es un poco acelerada? Si, pero la verdad es que después de tanto bodrio de 3 y 4 horas, casi lo agradezco.¿Ha pasado por el molde Disney, con sus animalitos adorables y demás? Claro, pero es que ES Disney. Y si, seguro que venderán muñequitos. Como en Juego de Tronos, el Universo Cinemático Marvel y Alien, por poner unos pocos. ¿Tiene las tropes habituales del género? Pues como en todos los géneros, a ver si ahora viene alguien a reinventar el Noir o el cine de acción. ¿Me va a cambiar la vida? Seguro que no, pero para mi lo importante es que me ha parecido muy entretenida, se me ha hecho hasta corta, cosa que hace tiempo que no me pasaba en el cine. Y, además, a nivel estético es espectacular, merece la pena la pantalla grande.

Por hacer un resumen sin spoilers por si a alguien le interesa saber de qué va. En un mundo que 500 años antes estuvo asolado por un gran mal, desterrado por los dragones a costa de sus propias vidas, el último rastro de magia que queda es una gema, custodiada por una de las 5 tribus de lo que antaño fue una sola raza. La codicia las lleva a luchar por la gema, que acaban rompiendo, con el consecuente retorno del mal al mundo. A partir de aquí, ¡a disfrutar el viaje!

Receta de muchas de las series con que cada vez más nos viene obsequiando Netflix, desgraciadamente. ¿El desatino más grande? Después de 8 o 9 episodios sin contarte prácticamente nada, cortan la historia a la mitad a ver si alguien quiere una segunda temporada.

The One en una frase: ¿qué pasaría si una muestra de saliva fuera suficiente para encontrar a tu media naranja?.

En mi humilde opinión: ¿Peso de ciencia ficción en el producto? Cero patatero. Que haya una única correspondencia de ADN para una cadena en el mundo tiene la misma probabilidad que el que no haya ninguna. Tampoco es que metan mano en la parte científica: el guión sería el mismo si usaran un duendecillo de las flores para buscarte pareja. ¿Peso de la distopía? Bajo o mínimo. Para qué explorar casos como que tu media naranja tenga 18 años y tú 62 o tu 30 y ellos 90, que sea padre o hijo tuyo o de un entorno incompatible -pongamos un terrorista extremista o un monje célibe tibetano- o cualquier otra cosa que genere conflictos irresolubles. Tu pareja será de tu margen de edad, cultura y clase social aproximada, que quedéis bien en la foto.

En resumen, la idea original se puede cambiar por cualquier otra cosa y la historia viene a ser más o menos igual: la protagonista se tropieza con una idea -cualquier cosa valdría- que le puede dar un montón de pasta, pero que la lleva a una serie de decisiones inmorales o, directamente, ilegales, se descubren consecuencias y se abre una investigación. A partir de ahí, el foco es la investigación y el encubrimiento y poco más. Y todo muy, muy lento. Y, para justificar lo del emparejamiento, todo el que está implicado en la investigación está emparejado y tiene sus problemillas -poco originales- de pareja. Y ya.

Conclusión personal. La idea original está desaprovechada, la serie es muy lenta y bastante aburrida, no empatizo con los personajes y la mayoría me caen mal y, encima, se corta a la mitad. Deberían poner un aviso en Netflix: "Esta serie se corta abruptamente. Si quiere ver el final, inserte otro año de suscripción".

Dentro de la corriente cada vez más frecuente en Netflix de películas que deberían estar bien pero no, ahora nos llega Cielo de medianoche, que podría haberse llamado Blanco en el horizonte o Flores en la inmensidad y daría exactamente igual, porque el título cuenta más o menos lo mismo que la película: poco o nada.
Resulta que tras una catástrofe de algún tipo que nunca llegan a contar, porque eso habría supuesto demasiado esfuerzo de guión o le hubiera quitado chicha a lo que de verdad quieren contar, un astrofísico se queda solo en una base ártica mientras el resto del planeta aparentemente muerte -y no digo aparentemente porque vaya a haber sorpresas, sino porque para el guión da igual-. Al mismo tiempo pero por otro lado, una nave con 5 tripulantes vuelve de una luna capaz de albergar vida, donde han establecido una colonia, para dar la buena nueva a la Tierra, una de ellas embarazada porque una misión espacial parece ser el sitio idóneo para procrear y, entre 5, seguro que alguno es matrona y qué se yo. En esto, Clooney decide contactar con ellos para contarles el plan, pero sólo después de encontrarse una niña pequeña que alguien se ha dejado por ahí y no había visto hasta entonces. Y el tema está en que en esa zona ya no se puede comunicar, así que hay que alcanzar otra estación cercana, con niña y todo,
En resumen, lo poco que pasa está fragmentado, inconexo y el hilo argumental es más simple que el mecanismo de un chupete, pero se las arreglan para hacer una película larguísima en la que la única historia (aparentemente) relevante de verdad se cuenta en un puñado de flashbacks mal contados. Y, como no, la película es larguísima.
En fin, paisajes muy bonitos, mensaje intimista y todo esto y posiblemente tendrá su público, pero no me parece justo disfrazar esto de ciencia ficción cuando la historia importa poco o nada, en mi opinión eso es engañar a buena parte del público.

Pues resulta que vienen los mongoles -aunque aquí los llaman de otra forma- y China se alza en armas, reclamando un hombre de cada familia para combatir al enemigo. Desafortunadamente, el patriarca de la familia Hua perdió una pierna en la guerra y no tiene hijos mayores, sólo una hija a la que casualmente entrenó como guerrero, para luego decirle que casi mejor se comportara como una mujer el resto de su vida. Y ahí que el hombre se va a dormir, y deja ahí su espada, su caballo y su armadura y ... no os vais a creer lo que pasa a continuación.

Nunca creía que diría esto, pero, oye, resulta que la versión de dibujos me parece más realista que esta versión de imagen real de Mulán que, además, adolece de todos los problemas que han tenido intentos anteriores como la Bella y la Bestia o Aladdin. Y es que todos estos remakes larguísimos que estiran a dos horas películas que contaban mucho más y de forma más simpática en su metraje original de 80 minutos caen en las mismos fallos. El primero, un intento (fallido) de ser originales, introduciendo más personajes, más situaciones y más background que, para que nos vamos a engañar, no sólo son totalmente innecesarios, sino que pegan como un huevo a una castaña (aquí al menos nos han ahorrado la vergüenza ajena de meter nuevas canciones, algo hay que agradecer). El segundo, coger la lectura que era obvia hasta para niños de preescolar en las pelis de dibujos y escribirlo en mayúscula, subrayado en fluorescente y con focos, no sea que alguien del público sea tan completamente estúpido que no vaya a pillarlo. Y, para rematar, en un intento de tomarse en serio a si mismas eliminan todas las partes de humor y las sustituyen con diálogos de galleta de la suerte -en este caso, ni eso, que los diálogos de toda la peli casi se pueden escribir en media cuartilla-. En conjunto, Mulan es el equivalente al guiso mal recalentado de la semana pasada.

Por darle algún positivo, decir que la fotografía es muy bonita y que hay algunas escenas de combate bastante chulas, pero por contrapartida también hay unas cuantas bastante ridículas, y que conste que no lo digo sólo por las tradicionales grúas de las pelis de chinos voladores. El resto va a spoilers por si alguien no ha visto ninguna de las dos versiones.