arrow

BigBug (2022)

BigBug
109 min.
4,6
1.487
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Disponible en:
Suscripción
Trailer oficial HD (FRANCÉS con subtítulos en ESPAÑOL)
Ver 4 más
7
Crítica de BigBug por Cinemagavia
*La humanidad en el 2045

BigBug es una agradecida anomalía que viene a suplir los casi diez años de ausencia en el cine por parte de Jean-Pierre Jeunet, lo que además significa el regreso de su insólito barroquismo visual y su peculiarísima forma de plasmar la vida. Viene incluso con un estilo travieso que puede recordar, con matices, a su periplo por los 90, con películas como Delicatessen (1991), o La ciudad de los niños perdidos (1995). El argumento tiene lugar en el año 2045, en un futuro automatizado donde la asistencia de los robots hasta en el menor de los menesteres ha convertido al ser humano es una especie de niño mimado tecnócrata.

Alice (Elsa Zylberstein) comparte esta faceta del mundo futuro, pero siente aún cierto respeto por los objetos antiguos y pretecnológicos, libros incluidos. En su casa está Max (Stéphane De Groot), con quien comparte gustos y a la que trata de seducir inopinadamente a pesar de llevar consigo a su hijo Léo (Helie Thonant). Justo entonces llega el exmarido de Alice, Víctor (Yussef Hajdi), acompañado de su nueva novia, Jennifer (Claire Chust), y de su hija Nina (Marysole Fertard). Para completar al grupo, todos reciben la visita de Françoise (Isabelle Nanty), la vecina del chalet de al lado.

Mientras están metidos de lleno en sus, un tanto ridículas, discusiones comienzan a tener noticias de que los Yonix, un nuevo modelo de agresivos androides, se revelan contra el ser humano. Ante esta perspectiva los robots domésticos, bienintencionadamente, deciden recluir al grupo de seres humanos para protegerlos. Entre los robots se encuentran la androide Monique (Claude Perron), una inteligencia artificial llamada Einstein, un robot que hace las tareas de la casa, y un juguete infantil. A partir de aquí todo se vuelve una locura.

*Todo queda en casa

El estilo que imprime Jeunet a BigBug es tan extravagante y colorista que nos puede mover a extremos. Dependiendo de nuestra actitud hacia el propio director nos podrá parece una tronchante sátira, o un empacho de rarezas y colorines. Y es que el director francés, incluso en su vertiente más accesible como Amelie, tiende a ser un artista divisivo. Creador de mundos tan peculiares que llegan a ser algo herméticos. En ese sentido, en el de la extravagancia supina, esta película puede recordar a Delicatessen o La ciudad de los niños perdidos. Aunque no al completo.

No tiene el toque macabro de la primera, ni la oscura ensoñación steampunk de la segunda. O sea, BigBug es peculiar pero hasta ciertos niveles solamente. Narrativamente hay varios segmentos. En el primero de ellos los humanos son encerrados y se ven en la obligación de convivir unos con otros. Ello nos podría lleva a Buñuel y su Ángel exterminador (1962), de una manera más racional y cartesiana, por muy disparatada que sea. El humor viene de la infantilización del ser humano, que al dejar todas sus tareas en manos de máquinas se ha vuelto tremendamente pueril, caprichoso y artificial.

Más adelante se introduce algo de, digamos, intriga al hacer acto de presencia uno de los destructivos y malvados androides Yonix, cuyo propósito para con los seres humanos no es nada halagüeño. Y el tema de la tecnología, sobre todo en lo que a inteligencia artificial se refiere, y su influencia en la humanidad, es otro tema central (por no decir el principal) de BigBug. No obstante, no tira por el camino más transitado, ni tiene un enfoque enteramente apocalíptico. No es, en resumidas cuentas, estrictamente una visión a lo Black Mirror. Y es hora de hablar de los robots domésticos.

*Buscando lo humano

La visión de la tecnología no es enteramente mala en BigBug. Los robots domésticos se comportan de una forma protectora para con el grupo de humanos. Es más, una vez comenzado el encierro, se preocuparán en parecer lo más humanos posibles. De hecho, comienzan una búsqueda de los humano, que acaba siendo la vertiente más simpática de la película. Empezando por la androide Monique, que parece sentir cierta atracción por Max, y continuando por el robot doméstico, la intelectual inteligencia artificial Einstein, y el pequeño robot para niños.

En realidad, esto presenta una interesante paradoja. Mientras los humanos se lanzan en manos de la tecnología, esta pandilla de cuatro máquinas parecen comportarse de forma cada vez más humana. El enemigo común serán los Yonix, unos androides militaristas de tendencias totalitarias. De algún modo BigBug es un apuesta por lo humano, y se burla de lo artificial, lo meramente mecánico y brutal. Como diría Rick Deckard una máquina puede ser un beneficio o una amenaza. Y cuanto más nos entreguemos ciegamente a la tecnología peor nos irá.

*La plasticidad de 'BigBug'

En una película de Jeunet el sentido estético es fundamental, y BigBug no es una excepción. La fotografía y el diseño de producción son radicalmente coloristas, tienen algo de cartoon delirante y loco. El mundo que nos refleja Jeunet casi parece una enorme habitación de juegos, donde campa a sus anchas un ser humano cada vez más infantil. A esto hay que acompañar la marcada gestualidad de los personajes y los barrocos movimientos de cámara. Ese es el toque Jeunet. Antes muerto que sencillo. Aun así BigBug no tiene el toque oscuro de su época con Marc Caro, pero nos cura de la nostalgia de aquellos días con su consabida locura.

Es positivo ver propuestas plásticas tan rotundas y fuera de lo común como en el caso de BigBug, que tiene la virtud de no dejar indiferente. A los no convencidos la película les parecerá un empacho de colores intensos. Los viejos conocidos del estilo de Jeunet a ratos se encontrarán como en casa. Precisamente que la acción tenga lugar dentro de una casa en casi su totalidad, hace que el desparrame cromático se contenga y nos centremos lo suficiente en los personajes.

......
.....
.....
.....
.....
.....
.....
.....
......
......
..
.....

Escrito por Mariano González
[Leer más +]
29 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Un futuro histriónico
Año 2045. Los robots están integrados totalmente en la vida de los humanos haciéndoles mucho más cómodo el día a día: se encargan desde las tareas del hogar hasta de regular el tráfico,… de tantas cosas, que las personas quedan a sus expensas. Cualquier error en el sistema puede convertir la vida humana en un suplicio. Dejar nuestro bienestar en manos de unos seres de hojalata nunca ha sido una buena idea.
[Leer más +]
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre BigBug
Fichas más visitadas