Los rufianes (1966)

Pese a ser mucho más desconocido que otros artistas franceses, la influencia de Jose Giovanni, ya sea en su faceta de escritor, director o guionista (como es el presente caso), ha sido de la máxima importancia en el país vecino, especialmente en lo que al mundo del cine se refiere. A él le debemos historias y guiones como los de "La evasión", una verdadera obra maestra, "El clan de los sicilianos" o "Un tal La Rocca". Como realizador también alcanzó buenos resultados, de la mano de "Último domicilio conocido" o de "Dos hombres en la ciudad". De raíces corsas y expresidiario, ha sido este colectivo una de las constantes de su obra, centrándose en las dificultades aparejadas a la reinserción, muchas veces truncada por las propias debilidades y errores, y otras tantas por la incomprensión y dureza de la sociedad.

En esta película, dirigida por Enrico, se aborda nuevamente este tema, aunque ambientándolo en un lugar poco habitual, un aserradero localizado en los Vosgos; aunque en un principio se podría pensar que el filme va a incorporar elementos propios del "polar" (del que Giovanni es un consumado inspirador y exponente) a través de la venganza planificada por Laurent, el guión opta por desarrollar la historia de un hombre que trata de levantar un negocio -un aserradero- y que, privado de apoyos y trabajadores por el empresario dominante del lugar, acaba recurriendo a presos en libertad condicional. La película analiza las personalidades de estos personajes, mostrando sus debilidades, sus sueños quebrados y también su lucha por volver a construir una vida normal. Del mismo modo se muestra la incomprensión del entorno, los prejuicios inmisericordes de los "buenos ciudadanos", que salvo algunas excepciones, jamás estarán dispuestos a dar una oportunidad a estos hombres.

Giovanni es especialmente hábil y certero a la hora de transmitir estos problemas (ya lo demostró en la notable "Dos hombres en la ciudad"), y suele enmarcar las actitudes de sus personajes en unos códigos de lealtad y amistad que confieren sincera emoción a las historias que aborda, unos códigos que, como es el caso, pueden llegar a estar por encima de la venganza.

Correctamente realizada, los aspectos más sólidos de la película son el guión y las excelentes interpretaciones, de la mano de un reparto fantástico, en el que brillan Bourvil y Lino Ventura, este último un habitual de Giovanni y el "polar" en general.

Pese a la presencia de Lino Ventura, la dirección de Enrico y estar basada en una novela de José Giovanni, Los rufianes NO es un polar, sino más bien un drama rural sobre el propietario de un pequeño aserradero que se enfrenta a otro competidor más poderoso y carente de escrúpulos. Un ex presidiario con la venganza en mente le da su apoyo y le convence de contratar a otros ex presidiarios. Las cosas no saldrán bien. La película se beneficia de la poderosa personalidad de Lino Ventura y la cara de palurdo de Bourvil, que da el pego. Entre los presidiarios aparece Michel Constantin, que siempre pega, y de lo lindo, y hay una tonta historia de amor entre Ventura y Dubois. No es de lo más conseguido de Enrico, y la duración tira un poco p'atrás. De hecho, parece más bien hecha para consumo interno que otra cosa. Pero en fin, cosas peores hemos padecido.