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Relato criminal (1949)

Relato criminal
85 min.
6,8
530
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Escena (INGLÉS)
Sinopsis
El jefe de una importante organización criminal es sospechoso de fraude fiscal. El agente del Tesoro Frank Warren y su compañero necesitan apoderarse de sus libros de contabilidad para poder acusarlo de evasión de impuestos. (FILMAFFINITY)
Género
Cine negro Drama Policíaco Mafia
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
The Undercover Man
Duración
85 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
8
El peso de la ley
Film de cine negro y policíaco realizado por Joseph H. Lewis (1907-2000) (“El demonio de las armas”, 1950). Escriben el guión Sydney Boehman y Jack Rubin, con la colaboración de Melvin Wald en los diálogos, inspirándose en el artículo “Undercover Man: He Trapped Capone”, de Frank J. Wilson. Se rueda en escenarios naturales (playa de Malibú, campiña de California, paisajes urbanos, etc.) y en los platós de Columbia Studios (Hollywood, L.A., CA) con un presupuesto aproximado de 1 M USD. Producido por Robert Rossen para Columbia Pictures, se proyecta por primera vez en público el 20-IV-1949.

La acción dramática tiene lugar en Chicago (Illinois) con dos desplazamientos breves, uno a Tower City y otro a California, en los últimos años 40 del s. XX. La narración se desarrolla en un estilo documentalista y realista, que confiere al film una atractiva apariencia de verismo. Se basa en hechos reales convenientemente tamizados por el uso de la ficción, que evita referencias explícitas a personas. La violencia presente en el relato es tratada con contención y desde la distancia, sin perjuicio de mostrar en más de una ocasión los desgarros de dolor que produce en las personas del entorno familiar y de amistad de las víctimas. En ocasiones presenta referencias visuales simbólicas (cucurucho de palomitas), substitución de imágenes por explicaciones verbales y gestuales, refuerzo de los sentimientos de angustia mediante el manejo de las aglomeraciones humanas. En dos casos encuadra a las víctimas en posición íncuba, mostrando las suelas del calzado. Explica con claridad y contundencia la implacable crueldad con la que los mafiosos castigan a los que contravienen las reglas del silencio que impone el crimen organizado.

Los protagonistas del film son personas corrientes, de dimensiones y características humanas, que se fatigan, desmoralizan, sufren, son presa de temores, angustias y sentimientos contradictorios. Como es habitual en los trabajos de Rossen la mujer es más fuerte y resistente que el hombre, al que le da apoyo para superar los momentos de desánimo y fuerzas para seguir adelante. La descripción de la corrupción presente en prácticamente todos los ámbitos de la sociedad (policía, jurados, judicatura, testigos, etc.) se presenta construida con acierto, riqueza de detalles y notable fuerza descriptiva. La atención que le dedica Rossen se inspira en su rechazo, la denuncia de su extensión, la glosa de la debilidad humana, la fuerza de la codicia de los seres humanos y la insuficiencia de los mecanismos públicos de defensa frente a ella.

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21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
DESTAPANDO LAS VERGÜENZAS FINANCIERAS...
Protagonizada por un Glenn Ford encumbrado a la fama, especialmente después de Gilda, y una de las damas más desconocidas del cine de los 40, Nina Foch, recientemente fallecida (5-Diciembre-2008), The undercover man (el hombre secreto), traducido aquí por Relato criminal, es una película que, extrañamente, no se encuentra relacionada en muchas de las filmografías de Nina Foch que circulan por la Red. Si aparece, en cambio, en las de Ford. Y esto es un indicativo bastante fiable. Porque, miren ustedes, el talento artístico de Nina no tuvo que ser pequeño cuando gran parte de su vida lo dedicó orgullosa a la enseñanza de las artes escénicas, pero en esta película, a pesar de situarse en el segundo lugar de los créditos por debajo del gran Glenn, Nina está desaparecida, ni siquiera en combate, dando la sensación de que su presencia responde más a exigencias de las productoras que a las del guión.

No es el caso de Glenn Ford quien acapara protagonismos bien secundado por James Whitmore y Barry Kelley (abogado O´ Rourke) y que lleva adelante, con profesionalidad, el papel de agente del Tesoro, Frank Warren, a la busca de testigos (hombres secretos) dispuestos a largar contabilidades que dejen con las vergüenzas financieras al aire al capo de los capos, al gran jefe, al number one de los gángsters, Al Capone (sin acreditar)...

Dirigida por Joseph H. Lewis (El demonio de las armas), la película no hace una ostentación excesiva de la violencia, no se recrea en la pólvora, no hay riachuelos de sangre derramada por las calles. Existe, pero no trascienden al primer plano. Quedan en la sombra y lo único que se asoma a la pantalla es el dolor. La niña, la madre, el amigo del sargento a punto de jubilarse... y el cucurucho de palomitas que lo dice todo.

Cine negro. Thriller. Cine del Hacienda somos todos y del no hay derecho. A que las balas sustituyan a los impuestos. A que los que no tienen paguen por los que tienen demasiado, incluso armas y arsenales. A las mordazas. Al miedo.

Entre el documental y la ficción, una excelente película.
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18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
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