Portals (2019)

Interesante película por capítulos, con episodios más propios del thriller psicológico y de misterio a episodios más terroríficos con pinceladas de gore y zombies o similares. Todos ellos están bien llevados, mostrando que con pocos medios, pero un adecuado diseño de producción y buena mano en la dirección y montaje, se puede lograr mantener la tensión del espectador y que éste pase un mal rato. Episodios como el del Call center o el del parking son quizás los más destacables, por lo autoconclusiva de su historia, pero, en general, todos son interesantes.

¿Que son los portales? ¿están creados por entidades alienígenas, interdimensionales o del inframundo? Es algo que se irá descubriendo conforme avancen los episodios. Lo que está claro, a la vista de lo que le sucede a los diversos protagonistas, es que muy benéficos no parece que sean. pero sus intenciones las deberá establecer el espectador.

Portales parte de una idea que se las trae. Tenemos por un lado esa presencia extraña, bien concreta, "palpable"; mientras que por otro se intenta por todos los medios de llevar la propuesta más allá de lo físico e inmediato, entrando sin verguenza dentro del campo de los símbolos y de la interpretación.

Estructurada de manera singular, tenemos varias historias plasmadas mediante una edición curiosa. Hasta los mismos créditos juegan con la trama. Varios "cuentos" que comparten el mismo conflicto se entrelazan dando lugar a una peli de armado quizás más ambicioso que efectivo a nivel integral. Porque las historias funcionan muy bien por separado, solo que a la hora de unirlas aparece el símbolo, siempre caprichoso y arbitrario.

Los portales como símbolo de algo que aparece y exige ser atravesado, pero con un precio a pagar. El cambio inminente lleva estragos físicos y mentales. Cada personaje debe pagar el precio de sus propias carencias, y no se repara en gastos si de gore se trata a la hora del "sacrificio".

Pero...¿que sacrificio? Pues solo sabemos que una nueva realidad ha llegado para quedarse e interactuar con nosotros. Lo demás se pierde en una ensalada de símbolos y hermeneúticas varias. No me meteré en los terrenos ideológicos, que los tiene (¿Perder bebés? ¿Perder esos ojos propios que te guían?). Que cada cual sienta esos portales y los interprete desde su propia visión del mundo. Pero la idea es clara: no se saldrá ileso, parece.

Vale desde su propuesta. Aún sin ser una gran obra, por lo menos, intenta serlo. Mención especial para la atmósfera de cada historia y una tensión más que lograda.