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Ver 3 más- Sinopsis
- Al rebelde estudiante Tom Majelewski le envían a un famoso instituto de investigación psicológica en donde le someten, a pesar suyo, a experimentos de control mental dirigidos por el misterioso fundador del centro: el Dr. Blake. Plagado de alucinaciones, Tom pronto se entera del terrible secreto del instituto; un enorme cerebro capaz de provocar arbitrariamente en la gente actos de terrible violencia. Cuando el hambre del cerebro se hace insaciable, sólo queda Tom entre los hipnotizados ciudadanos para luchar contra la cruel amenaza. (FILMAFFINITY)
- Género
- Terror Ciencia ficción Monstruos Extraterrestres Televisión
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1988 / Canadá
- Título original:
- The Brain
- Duración
- 94 min.
- Guion
- Música
-
- Fotografía
- Compañías
- Coproducción Canadá-Estados Unidos;
- Links
Sin cerebro..diría yo.
13 de agosto de 2012
Infumable película de terror, que a la pobre no hay por donde cogerla ni al principio ni al final ni en medio... Un guión deleznable, una historia delirante, unos efectos especiales de troncharse, unos actores lamentables... y lo peor es que si no recuerdo mal en alguna revista especializada en el género la vi como un título a recuperar, y por eso la busque... y la vi.
El hecho de un cerebro mantenido artificialmente vivo,y con poderes telepáticos no es nuevo en el cine. En el film "El cerebro de Donovan", (Felix E.Feist, 1953), ya se vio este concepto y aunque no fue un film brillante al lado de este... es una obra maestra. Aquí esa misma idea es exagerada de manera vomitiva, aprovechando para mandar un burdo mensaje sobre el poder idiotizante de la televisión y mostrandonos un cerebro que manda, come, anda... en fin, no puedo seguir por razones de spoiler. También el gran Freddie Francis realizo un título con línea argumental similar (El cerebro viviente, 1962), casi sin quererlo... muy superior a este.
Ed Hunt (Cumpleaños sangriento, 1981), es el reponsable del entuerto... seguramente el peor de sus diez films y no se si tendrá que ver, pero fue su ultimo trabajo. De los actores poco que decir, o nada, casi. Del protagonista Tom Bresnahan, actor desconocido pero visto secundariamente en multitud de series y episodios sueltos. Cinthya Preston (Pin, 1988) su compañera en el film también con poco bagaje cinematográfico. Y el más conocido David Gale (Re-animator, 1985), en un papel muy similar al que le dio la fama en los films de Stuart Gordon.
Film prescindible totalmente.
El hecho de un cerebro mantenido artificialmente vivo,y con poderes telepáticos no es nuevo en el cine. En el film "El cerebro de Donovan", (Felix E.Feist, 1953), ya se vio este concepto y aunque no fue un film brillante al lado de este... es una obra maestra. Aquí esa misma idea es exagerada de manera vomitiva, aprovechando para mandar un burdo mensaje sobre el poder idiotizante de la televisión y mostrandonos un cerebro que manda, come, anda... en fin, no puedo seguir por razones de spoiler. También el gran Freddie Francis realizo un título con línea argumental similar (El cerebro viviente, 1962), casi sin quererlo... muy superior a este.
Ed Hunt (Cumpleaños sangriento, 1981), es el reponsable del entuerto... seguramente el peor de sus diez films y no se si tendrá que ver, pero fue su ultimo trabajo. De los actores poco que decir, o nada, casi. Del protagonista Tom Bresnahan, actor desconocido pero visto secundariamente en multitud de series y episodios sueltos. Cinthya Preston (Pin, 1988) su compañera en el film también con poco bagaje cinematográfico. Y el más conocido David Gale (Re-animator, 1985), en un papel muy similar al que le dio la fama en los films de Stuart Gordon.
Film prescindible totalmente.
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8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un ejemplo de la serie B ochentera
11 de febrero de 2024
Durante los años ochenta no solo se rodaron clásicos de fantasía, terror y ciencia-ficción. Abundó la serie B y la serie Z. Directores/creadores como Fred Olen Ray o Jim Wynorski se hicieron un nombre -no necesariamente bueno- y otros muchos directores pusieron su granito de arena en este culto. Eran guiones disparatados, sin miedo al ridículo que solían alimentarse de otras películas para, a su vez, servir de inspiración a las siguientes.
Ed Hunt es un realizador que, en los 70, nos presentó un horroroso filme llamado "Starship invasions", de esos de festivales de cine cutre, pero que luego ganó en Sitges con otro llamado "Plaga", además de alguno de terror como "cumpleaños sangriento". Nos regaló -es un decir- éste "The Brain", que bebe de clásicos como "La invasión de los ultracuerpos", o de contemporáneos como "Terrorvisión" o "Pesadilla en Elm Street", aunque reconoceremos en él elementos empleados en filmes posteriores como "The faculty" o la serie "Stranger things", entre otros muchos. Pero no es mérito suyo, sino que las ideas estaban ahí, repetidas mil veces.
Porque sí, tenemos a unos adolescentes con subida hormonal a los que nadie cree, que han descubierto que en una instalación médica privada existe un alienígena -una cabeza- que domina a los vecinos gracias a la televisión, empleada para esparcir sus ondas cerebrales gracias a un programa de televisión llamado "Pensamiento independiente" o algo así. Los que no son controlados sufren unas alucinaciones en las que son atacados por sus tentáculos y acaban teniendo accidentes o asesinando a alguien. Hay muertes sangrientas, decapitaciones, mutilaciones, gente devorada por ese cerebro con dientes, persecuciones por la ciudad, por el Instituto y por la instalación científica, arriba y abajo de la escaleras varias veces, como si dicha instalación tuviese treinta pisos o así.
Obviamente los efectos dejan hoy mucho que desear, pero son encantadores. Gomaespuma o goma eva, un animatrónico cutre que cuando come parece la planta de "La pequeña tienda de los horrores". Los actores son random, como tantos otros y nadie los recuerda. El chico castaño y su novia rubia estilo animadora.
No creo que deba considerarse como un filme de culto, pero no deja de ser el ejemplo de un cine con pocos medios y poco sentido del ridículo que se hacia en aquellos años 80. Hoy en día, los bodrios de "The Asylum" son su equivalente, pero no tienen ni la frescura ni el desparpajo.
Ed Hunt es un realizador que, en los 70, nos presentó un horroroso filme llamado "Starship invasions", de esos de festivales de cine cutre, pero que luego ganó en Sitges con otro llamado "Plaga", además de alguno de terror como "cumpleaños sangriento". Nos regaló -es un decir- éste "The Brain", que bebe de clásicos como "La invasión de los ultracuerpos", o de contemporáneos como "Terrorvisión" o "Pesadilla en Elm Street", aunque reconoceremos en él elementos empleados en filmes posteriores como "The faculty" o la serie "Stranger things", entre otros muchos. Pero no es mérito suyo, sino que las ideas estaban ahí, repetidas mil veces.
Porque sí, tenemos a unos adolescentes con subida hormonal a los que nadie cree, que han descubierto que en una instalación médica privada existe un alienígena -una cabeza- que domina a los vecinos gracias a la televisión, empleada para esparcir sus ondas cerebrales gracias a un programa de televisión llamado "Pensamiento independiente" o algo así. Los que no son controlados sufren unas alucinaciones en las que son atacados por sus tentáculos y acaban teniendo accidentes o asesinando a alguien. Hay muertes sangrientas, decapitaciones, mutilaciones, gente devorada por ese cerebro con dientes, persecuciones por la ciudad, por el Instituto y por la instalación científica, arriba y abajo de la escaleras varias veces, como si dicha instalación tuviese treinta pisos o así.
Obviamente los efectos dejan hoy mucho que desear, pero son encantadores. Gomaespuma o goma eva, un animatrónico cutre que cuando come parece la planta de "La pequeña tienda de los horrores". Los actores son random, como tantos otros y nadie los recuerda. El chico castaño y su novia rubia estilo animadora.
No creo que deba considerarse como un filme de culto, pero no deja de ser el ejemplo de un cine con pocos medios y poco sentido del ridículo que se hacia en aquellos años 80. Hoy en día, los bodrios de "The Asylum" son su equivalente, pero no tienen ni la frescura ni el desparpajo.
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