Impulse (1954)

Cy Endfield fue otro de los interesantes directores americanos que tuvo que huir de la caza de brujas del senador McCarthy y trasladarse a Inglaterra donde rodaría algunas grandes películas -no sólo la notable “Zulú” (1964), su obra más conocida, sino incluso alguna que otra obra maestra como “Hell drivers” (Ruta infernal, 1957) con Stanley Baker-. No alcanza semejantes alturas en este relato –rodado bajo el seudónimo de Charles Latour- sobre un agente inmobiliario de vida aburrida, interpretado por Arthur Kennedy, que echa una canita al aire y se acaba metiendo en un lio de tomo y lomo con maletas misteriosas, una bella y peligrosa mujer, y compañías no recomendables en una propuesta, interesante de partida, que se malgasta en un ir y venir un poco alocado e improvisado, con un guion que va dando tumbos sin una dirección precisa, apoyándose exclusivamente en el digno trabajo de su protagonista, en una historia apenas construida pero razonablemente entretenida. Con un argumento semejante pero con la profundidad de las obras maestras André De Toth rodó años antes, en 1948, la extraordinaria y reivindicable “Pitfall” con Dick Powell como hombre de vida gris que se ve envuelto en turbios asuntos por una cuestión de faldas.

Entretenido film de intriga, con competente guión a cargo de varios autores, entre los que destaca Cy Endfield, también estimable director de filmes parecidos e incluso con algún título fantástico de envergadura.
En esta ocasión hace pasar un rato ameno, siguiendo "las aventuras" y "desventuras" de un hombre corriente, que se mete en líos de la forma más tonta y sólo desea salir de ellos antes de que se entere su abnegada esposa.
Va de más a menos, esto es cierto, ya que al comienzo es más interesante y hay apuntes de intriga y acertados toque de humor, francamente divertidos, como los de las vecina fisgona del protagonista, un excelente, una vez más Arthur Kennedy.
Por lo demás no tiene mucho este, por otra parte, semidesconocido filme inglés con un yanki de personaje principal. Pero repito, aunque olvidable, este film prácticamente desconocido, se ve con gusto.

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