Santa Claus, el film (1985)

Película de 1985 dirigida por Jeannot Szwarc. Hace varios siglos, un hombre bonachón fue elegido para vivir para siempre como Santa Claus, amando a todos los niños del mundo y llevándoles regalos en la víspera de Navidad. Han ido pasando años y años llevando a cabo esta labor hasta llegar a nuestros días cuando suceden algunas cosas que ponen en peligro su continuidad.
Bonita cinta navideña que cuenta primero la historia de Santa Claus y luego una situación de crisis que vive cuando llega a nuestros días. La primera parte es realmente bonita y destacable mientras que la segunda es más de aventuras y convencional. El resultado es una bonita cinta para disfrutar en familia durante las fiestas navideñas que, extrañamente, es muy poco conocida en España. Está bien ambientada y con buenos decorados aunque con efectos especiales algo rudimentarios dado el tiempo que tiene. El reparto funciona adecuadamente con algunos actores famosos como Dudley Moore y John Lithgow en papeles importantes pero secundarios y con protagonismo de otros menos conocidos. Lo mejor es la historia que cuenta y el estilo, bastante dulce y apropiado para los más peques pero también disfrutable para los adultos.
Bonita y poco conocida.

Como norma general, las películas navideñas que tratan la figura de Papa Noel o Santa Claus (a saber la diferencia) de hoy en día, suelen apostar por gran cantidad de efectos especiales, alguna moralina con la que distraernos y dirigir la vista a entretener a base de cine familiar. Esto último es el principal objetivo de este film. Sin embargo, ni los efectos especiales ni la moralina están totalmente presentes en esta película. Ésto que podría ser un defecto, no tiene porque ser así, pues este film demuestra que con gran creatividad, buena dosis de encanto, y escasos efectos especiales pero apropiados, se alcanzan grandes logros.
Nada más observando las peripecias de santa Claus, sus orígenes, poder simpatizar con los personajes, y ver como el "villano" queda retratado volando por los aires son síntomas palpables para entender que nos encontramos con un gran acierto, de éstos a los que no se le da bombo, pero que apasionan por ser pequeñas joyas para consumir en familia.