arrow

Inside No. 9: Bernie Clifton's Dressing Room (TV) (2018)

Inside No. 9: Bernie Clifton's Dressing Room (TV)
29 min.
6,6
447
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Disponible en:
Suscripción
Sinopsis
Un par de amigos, que formaron un dúo cómico décadas atrás, vuelve a reunirse para ensayar una nueva función. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Comedia Episodio de TV
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Reino Unido Reino Unido
Título original:
Inside No. 9: Bernie Clifton's Dressing Room
Duración
29 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Inside No. 9
7
Tears of Laughter.
176/15(20/08/18) Encantador segundo episodio de la cuarta temporada de esta serie de culto de la BBC two, una maravillosa joya de la televisión que desgraciadamente aún no ha llegado a España. Una creación de los escritores y actores ingleses Steve Pemberton y Reece Shearsmith, serie antológica de cada temporada seis episodios auto-conclusivos, suceden en un único lugar que tiene que ver con el número 9, con historias totalmente distintas, y personajes diferentes, aunque la pareja de creadores siempre se reservan un papel. Siendo los relatos de apenas media hora en la que suelen suceder historias de mucho humor negro. En este caso el Nº 9 es el arcón de disfraces de una pareja de antiguos humoristas, en un cambio radical los creadores han pasado del primero de la temporada, “Zanzibar”, una historia coral con múltiples personajes, a un relato minimalista en formato tour de forcé entre solo dos (parece una mujer unos segundos), donde Pemberton y Shearsmith da una lección de actuaciones compenetradas y magnéticas en, emitiendo picos de un nivel trémulo-agridulce-ácido-dramedia punzante. Capítulo dirigido por Graeme Harper (“Inside No. 9: The Devil of Christmas”) es un sugestivo tributo a los artistas del entretenimiento, a los “payasos”, esos que cual mantra esconden tras su falsa sonrisa pintada una cara melancólica, a la par que se hace una radiografía sobre la amistad y todo lo que esto conlleva, ilusiones, frustraciones, resquemores, alegrías, y más, una odisea por el dolor y las ansias de perdón. Lo de las reuniones de viejos amigos que llevan tiempo sin verse y que han ido macerando durante años resquemores y angustias es algo ya muy usado, los hábiles creadores han dado su toque personal nostálgico haciendo una incisiva reflexión sobre el mundo de los comediantes, sobre cómo se van quemando generaciones, las sociedades evolucionan y con ellas el tipo de humor “debe” ir mutando hacia lo políticamente correcto. Este episodio tiene mucho de anclado geográficamente en Gran Bretaña, con claras referencias a temas intrínsecos de la tele británica. Asimismo se ven destellos claros sentimentales a otro episodio de la segunda temporada, me refiero a "12 días de Christine".

Anteriormente conocido como el dúo de comedias de variedades Cheese and Crackers, Len (Pemberton) y Tommy (Shearsmith) no han actuado en el escenario en treinta años. Reunidos en una sala de la iglesia vacía, los dos comienzan a ahondar en el pasado, dragando sus viejas rutinas (así como las viejas tensiones) para una actuación de regreso.

El episodio se convierte en un estudio de caracteres enfrentados, Tommy Drake y Len Shelby, una “autopsia” sobre las causas que llevaron al desencuentro de esta antigua pareja cómica, y por qué con las desavenencias el arisco y hastiado Tommy ha decidido volver para una última actuación conjunta tras decenios separados. Tommy desde el inicio se comporta de modo seco y adusto ante su “viejo” colega, "la gente me llama Thomas ahora". Ahora es un tipo en apariencia triunfador en otra profesión alejado de las variedades, arrepentido de su pasado de cómico, tanto que incluso emplea a alguien para eliminar los videos de YouTube del viejo dueto, "No puedo permitirme ir a una reunión con el HSBC y que alguien me haya encontrado como Tina Turner con mallas en la cabeza y pelotas de ping-pong por ojos", Tommy deja entrever fastidio por la vuelta, se nota forzado por las circunstancias (aunque estas no se revelan hasta su catárquico final), tiene muchos fantasmas escondidos que va soltando contra Len, en una mezcla de resignación y amargura existencial, pero dejando entrever hay algo más. Reece Shearsmith lo encarna con una entereza y dominio de la emoción fascinante, con mesura, flema, egoísmo (quiere su apellido primero en los carteles, a pesar de que fonéticamente es peor), pero como buen actor trasluciendo las grietas sentimentales agudas, gran actuación; Len es su contraparte, un perdedor venido a muy menos, en caída libre, pero con dignidad, extrovertido, inocentón, jovial, optimista, impulsivo, imaginativo, patético, conmovedor, un tipo con múltiples aristas que parecen cicatrices sobre su ajado cuerpo, muy nostálgico y orgulloso del binomio formado con Tommy, "Todavía tengo VHS de todas las cosas de la tele pero no puedo tocarlas". Ello el magnífico actor Steve Pemberton lo emite con gran potencia dramática, con rendijas tras su coraza despreocupada en que se ve una especie de grito de socorro, sabe transmitir lo de que tras la sonrisa de un payaso se encuentra un tipo triste, sus performances como clown con el augusto Len son imaginativas y divertidas, con esbozos de números humorísticos jocosos, y esto Pemberton lo encarna con un mar de sensaciones de tormenta latente tras su vena pueril; Entre los dos fluye una estremecedora química, sobre todo por las miradas intensas de Tommy, por las ganas y positivismo desbordante que pone Len (Len los ha puesto en Britain's Got Talent), y a través de sus diálogos se va desgranando una relación de azúcar y sin sabores entre ellos, intercambios que se mueven entre la ternura y lo agrio, hasta desemboca r en un rush final trémulo.

El tramo que ejemplifica la relación entre la pareja es “Brown Bottles”, donde se dan los elementos alegóricos que enfrentan a los “amigos”, donde hay un muro que sostiene mientras canta rítmicamente Tommy rígido (la persona cuerda que se mantiene en pie), en símbolo del que separa a los dos, sobre él unos botellines de cerveza que Len va cogiendo a escondidas y se los bebe tras el muro, hasta al final que queda uno y Tommy enfadado se lo revienta en la cabeza, cayendo redondo al suelo, en diáfana exhibición de los problemas de adicción de este, terminando los dos discutiendo por esto. Ello en clara consonancia con el tono del episodio, mezclando comedia y drama en una miscelánea incisiva.
[Leer más +]
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Relaciones 1
Más información sobre Inside No. 9: Bernie Clifton's Dressing Room (TV)
Fichas más visitadas