Media votos
6,5
Votos
5.748
Críticas
5.249
Listas
10
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de TOM REGAN:
7
27 de agosto de 2018
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
176/15(20/08/18) Encantador segundo episodio de la cuarta temporada de esta serie de culto de la BBC two, una maravillosa joya de la televisión que desgraciadamente aún no ha llegado a España. Una creación de los escritores y actores ingleses Steve Pemberton y Reece Shearsmith, serie antológica de cada temporada seis episodios auto-conclusivos, suceden en un único lugar que tiene que ver con el número 9, con historias totalmente distintas, y personajes diferentes, aunque la pareja de creadores siempre se reservan un papel. Siendo los relatos de apenas media hora en la que suelen suceder historias de mucho humor negro. En este caso el Nº 9 es el arcón de disfraces de una pareja de antiguos humoristas, en un cambio radical los creadores han pasado del primero de la temporada, “Zanzibar”, una historia coral con múltiples personajes, a un relato minimalista en formato tour de forcé entre solo dos (parece una mujer unos segundos), donde Pemberton y Shearsmith da una lección de actuaciones compenetradas y magnéticas en, emitiendo picos de un nivel trémulo-agridulce-ácido-dramedia punzante. Capítulo dirigido por Graeme Harper (“Inside No. 9: The Devil of Christmas”) es un sugestivo tributo a los artistas del entretenimiento, a los “payasos”, esos que cual mantra esconden tras su falsa sonrisa pintada una cara melancólica, a la par que se hace una radiografía sobre la amistad y todo lo que esto conlleva, ilusiones, frustraciones, resquemores, alegrías, y más, una odisea por el dolor y las ansias de perdón. Lo de las reuniones de viejos amigos que llevan tiempo sin verse y que han ido macerando durante años resquemores y angustias es algo ya muy usado, los hábiles creadores han dado su toque personal nostálgico haciendo una incisiva reflexión sobre el mundo de los comediantes, sobre cómo se van quemando generaciones, las sociedades evolucionan y con ellas el tipo de humor “debe” ir mutando hacia lo políticamente correcto. Este episodio tiene mucho de anclado geográficamente en Gran Bretaña, con claras referencias a temas intrínsecos de la tele británica. Asimismo se ven destellos claros sentimentales a otro episodio de la segunda temporada, me refiero a "12 días de Christine".
Anteriormente conocido como el dúo de comedias de variedades Cheese and Crackers, Len (Pemberton) y Tommy (Shearsmith) no han actuado en el escenario en treinta años. Reunidos en una sala de la iglesia vacía, los dos comienzan a ahondar en el pasado, dragando sus viejas rutinas (así como las viejas tensiones) para una actuación de regreso.
El episodio se convierte en un estudio de caracteres enfrentados, Tommy Drake y Len Shelby, una “autopsia” sobre las causas que llevaron al desencuentro de esta antigua pareja cómica, y por qué con las desavenencias el arisco y hastiado Tommy ha decidido volver para una última actuación conjunta tras decenios separados. Tommy desde el inicio se comporta de modo seco y adusto ante su “viejo” colega, "la gente me llama Thomas ahora". Ahora es un tipo en apariencia triunfador en otra profesión alejado de las variedades, arrepentido de su pasado de cómico, tanto que incluso emplea a alguien para eliminar los videos de YouTube del viejo dueto, "No puedo permitirme ir a una reunión con el HSBC y que alguien me haya encontrado como Tina Turner con mallas en la cabeza y pelotas de ping-pong por ojos", Tommy deja entrever fastidio por la vuelta, se nota forzado por las circunstancias (aunque estas no se revelan hasta su catárquico final), tiene muchos fantasmas escondidos que va soltando contra Len, en una mezcla de resignación y amargura existencial, pero dejando entrever hay algo más. Reece Shearsmith lo encarna con una entereza y dominio de la emoción fascinante, con mesura, flema, egoísmo (quiere su apellido primero en los carteles, a pesar de que fonéticamente es peor), pero como buen actor trasluciendo las grietas sentimentales agudas, gran actuación; Len es su contraparte, un perdedor venido a muy menos, en caída libre, pero con dignidad, extrovertido, inocentón, jovial, optimista, impulsivo, imaginativo, patético, conmovedor, un tipo con múltiples aristas que parecen cicatrices sobre su ajado cuerpo, muy nostálgico y orgulloso del binomio formado con Tommy, "Todavía tengo VHS de todas las cosas de la tele pero no puedo tocarlas". Ello el magnífico actor Steve Pemberton lo emite con gran potencia dramática, con rendijas tras su coraza despreocupada en que se ve una especie de grito de socorro, sabe transmitir lo de que tras la sonrisa de un payaso se encuentra un tipo triste, sus performances como clown con el augusto Len son imaginativas y divertidas, con esbozos de números humorísticos jocosos, y esto Pemberton lo encarna con un mar de sensaciones de tormenta latente tras su vena pueril; Entre los dos fluye una estremecedora química, sobre todo por las miradas intensas de Tommy, por las ganas y positivismo desbordante que pone Len (Len los ha puesto en Britain's Got Talent), y a través de sus diálogos se va desgranando una relación de azúcar y sin sabores entre ellos, intercambios que se mueven entre la ternura y lo agrio, hasta desemboca r en un rush final trémulo.
El tramo que ejemplifica la relación entre la pareja es “Brown Bottles”, donde se dan los elementos alegóricos que enfrentan a los “amigos”, donde hay un muro que sostiene mientras canta rítmicamente Tommy rígido (la persona cuerda que se mantiene en pie), en símbolo del que separa a los dos, sobre él unos botellines de cerveza que Len va cogiendo a escondidas y se los bebe tras el muro, hasta al final que queda uno y Tommy enfadado se lo revienta en la cabeza, cayendo redondo al suelo, en diáfana exhibición de los problemas de adicción de este, terminando los dos discutiendo por esto. Ello en clara consonancia con el tono del episodio, mezclando comedia y drama en una miscelánea incisiva.
Anteriormente conocido como el dúo de comedias de variedades Cheese and Crackers, Len (Pemberton) y Tommy (Shearsmith) no han actuado en el escenario en treinta años. Reunidos en una sala de la iglesia vacía, los dos comienzan a ahondar en el pasado, dragando sus viejas rutinas (así como las viejas tensiones) para una actuación de regreso.
El episodio se convierte en un estudio de caracteres enfrentados, Tommy Drake y Len Shelby, una “autopsia” sobre las causas que llevaron al desencuentro de esta antigua pareja cómica, y por qué con las desavenencias el arisco y hastiado Tommy ha decidido volver para una última actuación conjunta tras decenios separados. Tommy desde el inicio se comporta de modo seco y adusto ante su “viejo” colega, "la gente me llama Thomas ahora". Ahora es un tipo en apariencia triunfador en otra profesión alejado de las variedades, arrepentido de su pasado de cómico, tanto que incluso emplea a alguien para eliminar los videos de YouTube del viejo dueto, "No puedo permitirme ir a una reunión con el HSBC y que alguien me haya encontrado como Tina Turner con mallas en la cabeza y pelotas de ping-pong por ojos", Tommy deja entrever fastidio por la vuelta, se nota forzado por las circunstancias (aunque estas no se revelan hasta su catárquico final), tiene muchos fantasmas escondidos que va soltando contra Len, en una mezcla de resignación y amargura existencial, pero dejando entrever hay algo más. Reece Shearsmith lo encarna con una entereza y dominio de la emoción fascinante, con mesura, flema, egoísmo (quiere su apellido primero en los carteles, a pesar de que fonéticamente es peor), pero como buen actor trasluciendo las grietas sentimentales agudas, gran actuación; Len es su contraparte, un perdedor venido a muy menos, en caída libre, pero con dignidad, extrovertido, inocentón, jovial, optimista, impulsivo, imaginativo, patético, conmovedor, un tipo con múltiples aristas que parecen cicatrices sobre su ajado cuerpo, muy nostálgico y orgulloso del binomio formado con Tommy, "Todavía tengo VHS de todas las cosas de la tele pero no puedo tocarlas". Ello el magnífico actor Steve Pemberton lo emite con gran potencia dramática, con rendijas tras su coraza despreocupada en que se ve una especie de grito de socorro, sabe transmitir lo de que tras la sonrisa de un payaso se encuentra un tipo triste, sus performances como clown con el augusto Len son imaginativas y divertidas, con esbozos de números humorísticos jocosos, y esto Pemberton lo encarna con un mar de sensaciones de tormenta latente tras su vena pueril; Entre los dos fluye una estremecedora química, sobre todo por las miradas intensas de Tommy, por las ganas y positivismo desbordante que pone Len (Len los ha puesto en Britain's Got Talent), y a través de sus diálogos se va desgranando una relación de azúcar y sin sabores entre ellos, intercambios que se mueven entre la ternura y lo agrio, hasta desemboca r en un rush final trémulo.
El tramo que ejemplifica la relación entre la pareja es “Brown Bottles”, donde se dan los elementos alegóricos que enfrentan a los “amigos”, donde hay un muro que sostiene mientras canta rítmicamente Tommy rígido (la persona cuerda que se mantiene en pie), en símbolo del que separa a los dos, sobre él unos botellines de cerveza que Len va cogiendo a escondidas y se los bebe tras el muro, hasta al final que queda uno y Tommy enfadado se lo revienta en la cabeza, cayendo redondo al suelo, en diáfana exhibición de los problemas de adicción de este, terminando los dos discutiendo por esto. Ello en clara consonancia con el tono del episodio, mezclando comedia y drama en una miscelánea incisiva.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Reseñable son las referencias a como el humor ha ido evolucionando con el paso de los años, donde antes se hacían burlas de los estereotipos étnicos, ahora esto se considera racismo, comentándose incluso la llamada Operación Yewtree (descubrió acusaciones de abuso sexual contra un montón de personajes famosos de los años 70 y 80).
Spoiler:
El giro en el rush final da una clave distinta a todo lo visto hasta entonces (ya me lo olía), imprime una capa de amargura y frustración al relato, y sobre todo a Tommy, dando un vuelco y visión distinta al metraje pretérito, entonces nos damos cuenta de que Tommy intenta dar sentido a sus conflictos internos, intenta dar rienda a esos demonios internos que han despertado en él la muerte de su compañero de fatigas, heridas sin curar que por el desgraciado fallecimiento no podrán cerrarse, dejando en el escaparate el dolor reprimido de Tommy hacia Len, entonces la imaginación de Tommy intenta taponar esta angustia reprimida creando una realidad paralela donde los dos puedan reconciliarse, esto imprime un trasfondo psicológico, agudo. Convirtiendo el relato una oda a la amistad y a como no hay que dejar pudrirse pequeñas rencillas por el orgullo y soberbia mal entendidos. Pero como todo se vuelve muy melancólico, se da un vuelco esperanzador y vitalista cuando se da un broche alegre con el número musical “Tears of Laughter” a mayor gloria de Cheese & Crackers.
Spoiler:
Momentos recordables (además de los mencionados): El número del falso ventrílocuo; El divertido número improvisado de mimo de Len con una gabardina; El momento en que hurgando en la mochila Tommy de Len descubre que es un home-less.
Cuando nos damos cuenta de lo que realmente hemos visto, es realmente devastador, pero Pemberton y Shearsmith nos ofrecen el patetismo desgarrador de la carta que Len le dejó a Tommy. Contiene £ 25 y un mensaje escrito en la parte posterior de un viejo volante de Cheese& Crackers "Para el camerino de Bernie Clifton. Lo siento, lo arruiné ", el dinero representa la cantidad que pagó Tommy para reemplazar el disfraz de avestruz destruido de Bernie Clifton, pero es el mensaje lo que realmente importa, decididamente resolviendo el" negocio no resuelto "de Tommy y Len. No había sido" demasiado tarde "como Tommy había temido Encapsulando lo que su asociación realmente había significado para Len, es un último gesto conmovedor de un amigo a otro.
La historia al inicio parece ser que Len Shelby y Tommy Drake se han reunido para ensayar un renacimiento de su antiguo acto de variedades, "un último concierto frente a un público invitado". Ese último espectáculo sabremos en los últimos cinco minutos es en realidad el funeral de Len, y fruto del resentimiento de Len aflora la interacción (imaginaria) con Tommy. Esto viene justo después de la revelación de lo que sucedió en el camerino de Bernie Clifton (Tommy descubrió que Len estaba borracho y se ahogaba en su vómito, sacrificando así la carrera que amaba para detener la presión que llevó a Len a beber), entregado en un vibrante monólogo de Shearsmith.
En conjunto me queda un buen episodio que entrelaza con buen estilo narrativo la comedia y el drama, apoyándose en unas actuaciones primorosas. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
El giro en el rush final da una clave distinta a todo lo visto hasta entonces (ya me lo olía), imprime una capa de amargura y frustración al relato, y sobre todo a Tommy, dando un vuelco y visión distinta al metraje pretérito, entonces nos damos cuenta de que Tommy intenta dar sentido a sus conflictos internos, intenta dar rienda a esos demonios internos que han despertado en él la muerte de su compañero de fatigas, heridas sin curar que por el desgraciado fallecimiento no podrán cerrarse, dejando en el escaparate el dolor reprimido de Tommy hacia Len, entonces la imaginación de Tommy intenta taponar esta angustia reprimida creando una realidad paralela donde los dos puedan reconciliarse, esto imprime un trasfondo psicológico, agudo. Convirtiendo el relato una oda a la amistad y a como no hay que dejar pudrirse pequeñas rencillas por el orgullo y soberbia mal entendidos. Pero como todo se vuelve muy melancólico, se da un vuelco esperanzador y vitalista cuando se da un broche alegre con el número musical “Tears of Laughter” a mayor gloria de Cheese & Crackers.
Spoiler:
Momentos recordables (además de los mencionados): El número del falso ventrílocuo; El divertido número improvisado de mimo de Len con una gabardina; El momento en que hurgando en la mochila Tommy de Len descubre que es un home-less.
Cuando nos damos cuenta de lo que realmente hemos visto, es realmente devastador, pero Pemberton y Shearsmith nos ofrecen el patetismo desgarrador de la carta que Len le dejó a Tommy. Contiene £ 25 y un mensaje escrito en la parte posterior de un viejo volante de Cheese& Crackers "Para el camerino de Bernie Clifton. Lo siento, lo arruiné ", el dinero representa la cantidad que pagó Tommy para reemplazar el disfraz de avestruz destruido de Bernie Clifton, pero es el mensaje lo que realmente importa, decididamente resolviendo el" negocio no resuelto "de Tommy y Len. No había sido" demasiado tarde "como Tommy había temido Encapsulando lo que su asociación realmente había significado para Len, es un último gesto conmovedor de un amigo a otro.
La historia al inicio parece ser que Len Shelby y Tommy Drake se han reunido para ensayar un renacimiento de su antiguo acto de variedades, "un último concierto frente a un público invitado". Ese último espectáculo sabremos en los últimos cinco minutos es en realidad el funeral de Len, y fruto del resentimiento de Len aflora la interacción (imaginaria) con Tommy. Esto viene justo después de la revelación de lo que sucedió en el camerino de Bernie Clifton (Tommy descubrió que Len estaba borracho y se ahogaba en su vómito, sacrificando así la carrera que amaba para detener la presión que llevó a Len a beber), entregado en un vibrante monólogo de Shearsmith.
En conjunto me queda un buen episodio que entrelaza con buen estilo narrativo la comedia y el drama, apoyándose en unas actuaciones primorosas. Fuerza y honor!!!