arrow

Sentimental (2020)

Sentimental
82 min.
6,4
8.734
Votar
Plugin no soportado
Añadir a listas
Disponible en:
Compra
Trailer oficial (ESPAÑOL)
Sinopsis
Julio (Javier Cámara) y Ana (Griselda Siciliani) hace más de quince años que están juntos. Forman una pareja que ya no se mira ni se toca, y que ha hecho del combate diario la esencia de su relación. Esta noche Ana ha invitado a casa a sus vecinos del piso de arriba, Salva (Alberto San Juan) y Laura (Belén Cuesta), una pareja más joven que ellos, amable y simpática, pero cuyos “ruidos” se han convertido en una molestia para Julio y Ana... ¿o quizás en un estímulo? Los vecinos les harán una inusual y sorprendente propuesta que convertirá la velada en una experiencia catártica para el matrimonio... Adaptación cinematográfica de 'Los vecinos de arriba', la obra teatral debut de Cesc Gay.
Género
Comedia Comedia dramática
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
Sentimental
Duración
82 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Premios
2021: Nominada a los Premios del Cine Europeo
2020: Premios Goya: Mejor actor de reparto (Alberto San Juan). 5 nominaciones
2020: Premios Forqué: Mejor actor (Javier Cámara)
2020: Premios Feroz: Nominada a mejor comedia, dirección, actor y actor de reparto
2020: Premios Gaudí: Mejor actor de reparto (Alberto San Juan). 8 nominaciones
6
Se te vió el plumero, Cesc
Si algo hay que reconocerle a Cesc Gay es personalidad. De hecho, casi todas sus películas tienen intereses comunes. Pensemos en los títulos más conocidos, como La ciudad, Una pistola en cada mano y Truman. Son trabajos que comparten tipología de personajes, así como la clase de conflictos que los aúna y distancia. Casi podríamos hablar de un estilo, que se encuentra a caballo entre la comedia y el drama (más declinado hacia uno u otro según el título). También son reconocibles por la dirección, centrada en los actores, sutil en la planificación y siempre al servicio del guión. En resumen, el potencial de las películas de Cesc Gay reside en los personajes y en cómo interactúan según su situación. Nada de ello le impide ser, al mismo tiempo, cuidadoso con las formas. En realidad, da la sensación de que el director trabaja en ellas desde las primeras redacciones de los diálogos. Gracias a ello, es capaz de emocionar con resoluciones narrativas ejecutadas con una simple frase (La ciudad), sugerir relaciones de poder con el uso casi exclusivo de los diálogos (Una pistola en cada mano), ejercer un efecto hipnótico en el espectador mediante el modesto retrato de una amistad (Truman), o hacer que una hora y media de discusiones parezcan diez minutos de montañas rusas verbales (Sentimental).

Si embargo, eso no es todo. Digámoslo sin tapujos: los personajes que el director retrata casi siempre son personajes de clase medio-alta. De ahí que sus conflictos tengan mucho más de psicológico que de pragmático. Hablando sin tapujos, sus situaciones pueden catalogarse como dramas del primer mundo. Algo que fácilmente pasa desapercibido si estamos ante un divertimento sin pretensiones, pero que puede despertar cierto distanciamiento cuando el director pretende profundizar. No era el caso, por ejemplo, de Truman, en dónde la situación extrema de Tomás ejercía un magnífico contrapunto respecto a la condición privilegiada de su amigo. Sí lo es, en cambio, en el caso de Sentimental, en dónde un presunto drama convivencial prácticamente termina reducido a banales problemas de “satisfacción conyugal”. A mi entender, el principal defecto de la película es que su ambigüedad genérica (como siempre, entre el drama y la comedia) está mal resuelta: por más que el director se esfuerza en sugerir que bajo la comedia existe un importante drama existencial, este jamás se materializa. El sarcasmo de Julio, por ejemplo, presunto envoltorio de algún tipo de personalidad reprimida, acaba convirtiéndose en el propio motor del personaje, sin más razón de ser que la comedia.

Lo mismo sucede con el carácter liberal de los vecinos de la pareja protagonista, que de tan superficial casi parece la subtrama de una película de institutos para adolescentes. O con los amagos de huida de los personajes, que resultan tan poco creíbles como las frustraciones de las mismas. Sin embargo, no todo son desaciertos. En realidad, la película contiene suficientes puntos fuertes como para que su visionado no represente una pérdida de tiempo. El primero, entredicho ya en el primer párrafo, es que en ningún momento resulta tedioso. El segundo, y por extraño que parezca, es que nunca llega a caer en el ridículo. El tercero, fuertemente ligado a los dos primeros, es que, a pesar de ser una adaptación teatral, la narrativa cinematográfica puede palparse en cada una de las secuencias. Y el cuarto, marca de la casa, es que los diálogos están escritos con encanto, ligereza y simpatía. De ahí que Sentimental se vea sin aburrimiento ni enfado, dejando finalmente cierta sensación de indiferencia, pero también la de haber pasado un rato distraído. Firma inconfundible de las obras menores de aquellos directores que, cuando menos, logran mantener su sello intacto.
[Leer más +]
53 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Mi guilty (o no tan guilty) pleasure
Lo que para otros es Tenet, para mí es “Sentimental”.

Como estudiante de cine tengo la necesidad de desarrollar un sentido crítico hacia un tipo de cine. El cine ausente de un estilo y autoría propios. El cine de repetir fórmulas que funcionan. El cine hecho por y para el espectador. El cine que no explora nuevas formas y lenguajes.

Esto me impide muchas veces disfrutar de numerosas películas, porque me es imposible experimentar la famosa suspensión de la incredulidad.

Aunque hay a veces que la excepción modifica la regla. Como en este caso, con “Sentimental” de Cesc Gay.

Ayer, durante todo el metraje, disfruté como un niño. Y no me pasaba esto desde que vi (salvando las distancias) la obra maestra de Maren Ade.

Conseguí dejar de lado su artificial empaque estético; compuesto por una excesivamente postiza dirección de arte y una planificación desacertadamente clásica. Puesto que aquí todo gira en torno al guión y a la interpretación, algo que no sorprende siendo este film una adaptación teatral. Sin olvidarnos de una dirección de casting sobresaliente.

Porque Cesc Gay dialoga y dirige actores como pocos en este país. Y sus películas pueden sustentarse en eso. Sabiendo además transitar con solvencia por diferentes géneros.

El guión de “Sentimental” te dice en todo momento por donde tienes que pasar como espectador, pero yo lo acepto y me dejo llevar. Porque su mayor virtud reside en poder hablar de problemas profundos y reales a través de conversaciones perfectas, superficiales, absurdas, exageradas e hilarantes.

Además creo que ayer hubo algo más allá de la película, algo que trascendió la pantalla.

Cada vez soy más partidario de que el cine se tiene que ver en el cine. Las condiciones de un visionado son claves.

En la situación en la que se encuentra nuestro país poder ir al cine es ya una suerte, pero ver qué la sala está llena (dentro de las restricciones) y que encima es para ver una película española, es un lujo. No solo eso, el hecho de compartir con gente tanto cercana como anónima tantas risas y carcajadas en un espacio común durante más de una hora, es una muy buena noticia; entendiendo las carencias de convivencia de nuestra sociedad actual.

Y a todo esto se le suma que “Truman” fue una de esas películas que avivó con creces mi pasión por el cine cuando tenía catorce años.

Graciés Cesc.
[Leer más +]
52 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más información sobre Sentimental
Fichas más visitadas