Buda: El gran viaje (2011)

Bueno la verdad que esperaba algo más de esta película, si bien al leer que se tratará de una trilogía todo cobra sentido. La película narra el tiempo anterior a que Siddhartha Gautama, Buda, se independice, es decir, narra las causas que le llevan a tal cosa, si bien, por mi desconocimiento, esperaba una historia sobre lo que vendría justo a continuación de esta película, y que habrá que esperar a la segunda y tercera parte para que nos lo cuenten supongo yo.

Pese a todo lo cual la cinta tiene belleza fotográfica, muy manga, pero así mismo creo que adolece de cierta falta de profundidad y un ritmo algo lento para esta falta de profundidad argumental.

Puede que una película sobre la vida y obra de Gautama Buddha no suene muy apasionante a priori pero cuando se trata de la adaptación del manga homónimo que realizó Osamu Tezuka partiendo de este material la cosa cambia. En él, el reconocido como "padre del anime/manga" tal cual lo conocemos pasa de contentar a los mitómanos y nos ofrece una interpretación del fundador del budismo lejos de las convenciones formales del biopic, a pesar de que por motivos evidentes muestra (fielmente o no) pasajes de la vida de éste, sin evitar cosas que en la versión oficial se omiten (por ejemplo, el sexo).

"The Great Departure" adapta este manga y lo hace bien, habiendo funcionado perfectamente el traslado de las viñetas al lenguaje cinematográfico gracias a la habilidad de Kôzô Morishita como realizador. Autor de alguna buena película de la Toei (como la adaptación de Colmillo Blanco que hizo en 1981, "La llamada de la naturaleza"), el director vuelve a ocupar este cargo tras más de dos décadas y demuestra seguir teniendo temple tanto en las escenas más íntimas, en las que se desarrolla la personalidad de los protagonistas (dos principales, más alguno en paralelo), como en aquellas en las que la épica (hay algunos momentos de batalla alucinantes) toma la imagen y cambia el ritmo y tono del film. "Osamu Tezuka's Buddha - The Great Departure" funciona durante sus casi dos horas de metraje sin cansar ni un solo segundo. Sólo por eso, merece llegar al máximo de público posible.