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Mademoiselle Chambon (2009)

Mademoiselle Chambon
96 min.
6,4
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Tráiler (ESPAÑOL)
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Sinopsis
Jean es una buena persona: buen albañil, buen hijo, buen padre, buen marido. Un día, conoce a Mademoiselle Chambon, la maestra de su hijo. Él es hombre de pocas palabras, ella pertenece a un mundo muy distinto, pero la fuerza de sus sentimientos es tal que los desborda. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Romance Familia
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Francia Francia
Título original:
Mademoiselle Chambon
Duración
96 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
2010: Premios Independent Spirit: nominada mejor película extranjera
2009: Premios César: Mejor guión adaptado. 3 nominaciones
6
BARBARA
1) La comparación con los maestros de la Nouvelle Vague, especialmente Rohmer (y también Chabrol, por el hombre tosco enamorado de una maestra en ambiente provinciano, remitiendo directo a “El carnicero”), es inevitable. Y desventajosa.

La Nouvelle Vague se apoyaba en el minimalismo para conseguir la mayor intensidad significativa con la menor cantidad de recursos.

En “Mademoiselle Chambon” hay minimalismo: mucho sonido directo, con alternancia de silencios y ruidos, y conversaciones extremadamente parcas. Pero falta la fuerza sugeridora de los diálogos de Rohmer, con sus trasfondos pascalianos poniendo el azar en juego; con su ritmo metronómico; con esa depurada naturalidad que, contra las apariencias, resulta de una compleja elaboración estilística, una medición exacta de las palabras.

2) Faltan también primeros planos que den cuenta de los que sucede en los personajes: se trata de un relato intimista, acentuadamente sentimental.
Los personajes pueden estar definidos por su parquedad, pero los actores son muy expresivos, de modo contenido, sobrio, y la cámara lo pierde al no pasar casi nunca del plano ¾ o del medio, del medio corto como mucho.
Es, junto con otras, una limitación rígida, no justificada, porque deriva en tiempos muertos, en ahorro de recursos por elementalidad y no por estrategia artística. En pobreza.

3) Son los personajes la maestra, una mujer refinada, sutil, casi celestial, y el constructor, buena persona, básico, noblote, pero incapaz de reaccionar (exceptuando una pasajera y alarmante cólera).

4) La música, Elgar sobre todo, simboliza todo lo elevado y romántico.

En lo estilístico es la apuesta fuerte de la película.

Primero tiene presencia sólo diegética. Un personaje toca el violín, un disco reproduce un concierto. Pronto la música se añade de fondo, en dos o tres pasajes, como cargando la suerte.

No basta para incorporar la intensidad que pide el relato, y menos si su final se ejecuta telegrafiándolo, de forma ya vista docenas de veces.

Si alguna vez el final sorprendente es un punto a favor de una película, el de ésta podría aspirar a ser unos de los menos sorprendentes de los últimos tiempos.

5) Cuando dicho final ha terminado y, mientras desfilan los créditos, escuchamos de qué manera canta la gran Barbara (1930-1997) ‘Quel joli temps’ recordamos de golpe qué es el arte, cómo no consiste en nombrar las emociones sino en recrearlas con sensibilidad estética, matices, modulaciones, talento, riqueza, entrega y profundidad sentimental.
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27 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
El silencio de los gestos
Pese a lo que diga el friki de Jordi Costa, un tipejo más preocupado por epatar al personal con sus chorradas que por profundizar en la esencia de las películas, nos encontramos ante un excelente ejemplo de ese cine francés que, sin estridencias ni ampulosidades, intenta captar con la cámara (y la complicidad de unos actores extraordinarios) los sentimientos más ocultos de las personas. Nada hay de inverosímil en este relato minimalista del amor que surge entre dos seres condenados al desencuentro. Forzar un happy end habría sido fatal. Provocar un accidente en el último momento habría supuesto una decepción, un jarro de agua fría. La película acaba como sucedería en la vida real, para bien o para mal. Los que estamos hartos del cine norteamericano actual, los que nos sentimos europeos y no acabamos de entender el comportamiento de esos seres que se jactan de haber asesinado a un asesino porque "God is in our side", damos la bienvenida a cintas como éstas, que hablan de seres y sentimientos humanos. Con permiso de la encarnizada némesis de Alejandro Amenábar.
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15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
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