Perversión (1974)

La película señala en su inicio un paso interesante en clave de intriga insinuante para una trama de carácter intimista y romántica que augura alguna sorpresa agradable.
Pero el guión (J.J. Alonso Millán) pierde fuelle a medida que el metraje quema etapas y se vuelve insulso, desigual y poco coherente hasta que llega un momento en que, incapaz, de ofrecer algo novedoso se desliza hacia lo intrascendente y lo ilógico.
Sólo la banda sonora (A. Arteaga) parece que mantiene un prurito de orgullo hasta el final.

Por si hubiera alguna duda sobre si ver o no esta película, Francisco Lara Polop nos planta una escena, nada más empezar, de un minuto largo en la que vemos a una chica, más adelante sabremos que es Nadiuska, caminando junto a un señor. Y digo "más adelante" porque la cámara no le enfoca la cara nada más que al final. ¿Entonces a dónde mira? Pues a las piernas, o mejor dicho, a las botas que lleva. La secuencia no es en absoluto casual, pienso, primero porque Nadiuska ya era un mito sexual, aunque he de confesar que a mí nunca me ha gustado especialmente, le veo unos rasgos como muy felinos, no sé si me explico, aunque tampoco es fea; segundo porque no lleva una botas cualquiera sino unas negras de caña alta y de gran plataforma, que quitando algunos modelos por encima de la rodilla y por muy poca diferencia, son las más sensuales que conozco, me refiero al diseño que de color prefiero el blanco; y tercero por la escena en sí, en la que incluso la vemos jugar con ellas en un gesto de obvia invitación erótica, cuando se detiene en el semáforo. Pues evidentemente, tengo que verla.

Resumiendo esta larga introducción, a mí me parece evidente que Lara Polop arranca con un fan service de la época, lo cual nos puede llevar a varias conclusiones, la más inmediata que la bota es objetivamente sexy. Más adelante repite la jugada con otras plateadas, en plan disco, pero me quedo sin dudar con las primeras. Pero al margen de estos fetichismos, me pregunto si estas secuencias serían el equivalente al destape en los años de la transición, es decir, la manera de ser sexual pero evitando la censura franquista, hay una película que aunque supuestamente es de intriga o misterio lo cierto es que hay muy poco en este sentido. O para ser más exactos, sí lo hay pero se hace demorar tanto y al final es tan obvio que te suena a decepción. "Perversión" consiste la mayor parte del tiempo en un drama romántico, un poco lento pero pasable, rematado por un giro que por mucho que nos lo traten de explicar nos sigue apareciendo inverosímil y concluido de un modo excesivamente abrupto. Pero cuidado, el comienzo más inmediato es una clave para ese desenlace que te deja con una cara un poco de memo. Se queda en un regular.