El último francotirador (TV) (2008)

Directa, arriesgada, ingeniosa, intrigante, inteligente y emocionante producción televisiva de suspense y acción, que presenta y desarrolla el estilo de vida de un veterano asesino a sueldo que junto a su hija, deberá enfrentarse a uno de los rivales más peligrosos conocidos por el mundo.

Christopher Warre Smets, apuesta por una incursión en un relato de intereses e intrigas personales con notables dosis de suspense y acción armada.

Cuenta con un tratamiento serio y estilizado de la imagen, con el que el director Christopher Warre Smets, logra desarrollar una trama atractiva y emocionante.

La selección del reparto está a la altura del relato y cada uno de los diferentes personajes, presenta claros aspectos definitorios, que hacen comprender e intuir el desarrollo de algunas situaciones.

La presencia y experimentada labor interpretativa de Joe Mantegna, hace que la historia cobre fuerza y sentido en muchos aspectos.

Las experiencias personales de sus protagonistas en el mundo de los asesinos a sueldo, hace que cada movimiento estratégico y decisión, se conviertan en una potente lección de vida y supervivencia.

El último francotirador (TV);, queda como una metódica y efectiva producción televisiva de intrigas personales, en la que quedan plasmados los conceptos de: valor, honor y amistad.

¡Qué afición a titular películas "últimas"! El último mohicano, samuray, emperador, refugio, verano, héroe, hombre, rey, objetivo, duelo ... Deben tener garra esos dos términos pues hasta 548 cintas los llevan en el título según contabilidad de FA.
Aquí se presenta en formato discretamente televisivo el francotirador definitivo, Harry( Mantegna). Curioso asesino a sueldo, viudo, que trabaja en colaboración con su hija Racquel (Whitmere). Dos auténticos profesionales ... hasta que Harry comente un fallo. Mala cosa en esos ambientes.
De las causas y de las consecuencias del fallo va el tema.
Historia interesante que aborda con elegancia tanto las relaciones paternofiliales como las profesionales en el mundo de hampa, donde los asesinos tienen sus propios representantes, competencia, códigos, etc.
Guion minimalista con apenas tres personajes, los dos citados y un nuevo asesino que entra en liza, Rosco (Orzari). Todos ellos muy bien analizados por la realización. El reparto lo completan unas pocas figuras más.
Minimalistas también los escenarios con las localizaciones justas.
Una obra discreta y sencilla que mantiene el interés y la intriga por un desenlace, lo más flojo, que se queda un poco en caldo de borrajas.
No está mal. Eso sí, el último que apague la luz.