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Der Junge Medardus (AKA Young Medardus) (1923)

Película completa (subtítulos en inglés traducibles automáticamente al español)
Sinopsis
Historia de conspiraciones políticas, amores y venganzas con la entrada de Napoleón en Viena como telón de fondo. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Histórico
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Austria Austria
Título original:
Der Junge Medardus
Duración
101 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Links
6
“Tenemos más razones para el dolor que para el entusiasmo”
Tras haberse marchado de Hungría, su tierra natal, en 1919, la primera estación del director, Michael Curtiz, la tuvo en Viena donde se contactaría con el conde, Alexander (Sascha) Kolowrat, a quien le ayudaría a levantar la industria de cine austriaca. Entre ellos, se produciría una sólida y amplia colaboración, que daría lugar a una veintena de valiosas películas, pero, desafortunadamente su empresa terminaría con la muerte por cáncer del productor, apenas 9 años después de su primer encuentro.

Entre lo que hemos podido conocer de esta época, hay títulos tan significativos como, “Horas de Angustia”, “Sodoma y Gomorra”, “La Reina Esclava”… y ahora se nos da la ocasión de ver, <<EL JOVEN MEDARDUS>>, una ambiciosa superproducción ambientada en el siglo XIX, en tiempos en que Napoleón Bonaparte había alcanzado su máximo poder y hacía temblar a los países de Europa. Su entrada en Austria, motivará la resistencia inmediata del emperador Franz I, pero éste tendrá que rezar para que su ejército consiga vencer a las avasallantes tropas del imperioso guerrero.

Entre estos hechos, ocurrirá un trágico insuceso que enlutará a la familia del estudioso, Medardus Klähr, y éste se dispone a cobrar venganza contra los aristocráticos y ambiciosos Valois -aspirantes al trono de Francia-, a quienes responsabiliza de la desgracia.

Firmando entonces como, Michael Kertész, el director húngaro hizo cuanto pudo para lograr un drama histórico de fuerte impacto: Logró un imponente diseño de producción que, en las escenas de masas, da la ‘impresión’ de estar insertando sucesos de época; la iluminación y la fotografía son bastante cuidadas; el vestuario fue elegido con sumo rigor para ajustarlo a la moda de 1809; y el guion de Ladislaus Vajda y Arthur Schnitzler contiene suficientes elementos sobre la ambición, el despotismo, la discriminación y otros despropósitos, como para resultar sumamente interesante, pero, infortunadamente, la copia a la que por fin podemos acceder -pasada por un canal de televisión-, ha sido mutilada a los machetazos en cerca de una hora, pues, la duración original del filme es de 153 minutos.

Mihaly Varconyi (Medardus) y Agnes Esterhazy (Helene Valois), lucen muy emotivos debatiéndose, entre el amor y el odio, en este drama de época que seguía consolidando el historial del que fuera un gran director.
No obstante, siento que, en estas condiciones y como dijera en otro contexto la madre de Medardus, también nosotros tenemos más razones para el dolor que para el entusiasmo, pues se hace imposible hacer una crítica que se acerque objetivamente a la película, y solo nos queda desear que algún día podamos ver completa esta llamativa obra. Michael Curtiz, es un director digno del más profundo respeto y a mí me merece, además, la máxima admiración.
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
5
Amores en Viena
Amores y desamores entre la nobleza y la burguesía en una Viena convulsa por la ocupación de Napoleón. Aunque la base de la película es el folletín, tan en boga en el cine en esos momentos, Curtiz introduce su relato bélico, sus intrigas políticas y las grandes diferencias sociales. Cuando coloca la cámara en interiores, a Curtiz se le ve muy preocupado por los decorados que potencia en gran manera con un tratamiento de la luz que nos recuerda el expresionismo alemán. Los techos son altos, las puertas, los ventanales; y todo eso hará que lo recubran con grandes telas, eso sí, permitiendo el juego entre luces y sombras. Aquí es donde radica para mí el interés de la película porque las historias de amor son muy sabidas y los intérpretes las exageran tanto que en algún momento llegan a la caricatura. Por otra parte los primeros planos no hacen más que potenciar ese histrionismo interpretativo. Como quiera que la historia se desarrolla con el trasfondo de la invasión napoleónica, Curtiz aprovecha para darnos buenos momentos de batallas colocando la cámara en lugares muy interesantes. Después, las intrigas palaciegas, son utilizadas para presentar grandes salones con una perfecta escenografía. Técnicamente se utiliza de manera continua el objetivo que encuadra a los personajes en un marco circular oscuro, pero hay algunos aportes de gran valor cinematográfico, encuadrando a varias personas en un plano de conjunto y entonces utiliza un recuadro rectangular alargado. Yo creo que buscando estos aspectos técnicos es la única manera de ver hoy en día esta película.
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